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Sermon biográfico Ester

Bueno, estoy en algunas ocasiones, con toda honestidad, muy desafiado como bien lo saben, en acabar un versículo.
Esta mañana terminé un capítulo entero y esta noche vamos a tomar un libro entero. Ese es el libro de Ester.
Si me acompaña en su Biblia al libro de Ester, y este es parte de nuestra serie, doce héroes inconcebibles de la Biblia,
del Antiguo y Nuevo Testamento.
A lo largo de los años hemos visto el libro de Ester aquí en Grace Community Church, y hemos descubierto que es un
libro maravilloso, maravilloso.
Es uno de dos libros en la Biblia, en el que el nombre de Dios no es mencionado. El gobernante quien es presentado en
el libro, es mencionado 175 veces, Dios nunca es mencionado. Sin embargo, para cualquier lector del libro que lee con
entendimiento, Dios es el personaje principal en el libro. Dios se está presentando a sí mismo en maneras
sorprendentes, aunque él no es nombrado.
Permítame llevarlo a la historia pasada. Esto va a ser en esta noche, algo así como una clase, así que sea paciente.
El año fue 480 a. C. Me encanta la historia, usted lo sabe.
El año fue 480 a. C., y un ejército persa enorme marchó con determinación para enfrentar a las fuerzas rebeldes de
Atenas, y sus aliados griegos.
Persia en contra de las potencias griegas. Las fuentes antiguas nos dan el número de los persas en un millón de
soldados. Nuestras fuentes modernas no están seguras, y quizás habrían sido cientos de miles. De cualquier manera,
Persia está presentando un despliegue militar enorme. Al mismo tiempo, el imperio persa se extendía desde lo que en la
actualidad es Libia, y África, hasta Pakistán en Asia. Fue el imperio más grande en la historia, el segundo gran imperio
después del imperio babilónico.
Pero hasta donde podemos saber, hubieron unos 50 millones en el imperio persa de ese día. Habían conquistado el
imperio babilonio-caldeo en el 539 a. C., y los persas se establecieron dominando el mundo del medio oriente. Duró
durante doscientos años antes de que fueran reemplazados por los griegos, quienes más tarde fueron reemplazados por
los romanos. 
Pero inicialmente las regiones de Grecia habían sido conquistadas por los persas bajo Darío, y eso habría sido en el 550
y en adelante. Los ejércitos de Darío habían sido derrotados por los atenienses en la batalla famosa de Maratón, en el
490. Darío enfurecido estaba determinado en derrotar a sus enemigos griegos. Él acumula un ejército grande, él va de
regreso, y él va a pagarle a los griegos por ganar la batalla en Maratón. Esa batalla famosa, en donde un hombre corrió
más de 30 kilómetros, y ahí es de donde obtenemos la distancia de los maratones del día moderno.
Entonces, el rey Darío tenía grandes intenciones por satisfacer su sed de venganza. No obstante, él murió antes de que
él pudiera cobrar su venganza. Y la búsqueda de la venganza, recayó en su hijo, el hijo de Darío. Este es un hombre
llamado Jerjes.
Jerjes, un hombre famoso para gente que conoce la historia, quien vive del 519 al 465 a. C.
Él llega al poder en el 486, y cuando él llega al trono, su primera responsabilidad es enfrentar a Egipto en Babilonia
porque le están dando problemas, y él tiene que sujetarlos. Él no puede enfocarse en Grecia, él no puede cobrar la
venganza de su padre en contra de ellos. Pero, para el año 481, él está listo para atacar.
Entonces Jerjes, se prepara para vengarse de los griegos por lo que hicieron durante el reinado de su padre. Él prepara
un ejército de 250 mil hombres. Ellos están ahí, en lo que la actualidad es Turquía, y están esperando órdenes para
cruzar a Grecia.
Ahora, para cruzar a Grecia, van a tener que tener un medio para cruzar, y preparan todos los planes para eso, y lo
hacen. No obstante, las cosas no salen como Jerjes esperó, y sus ejércitos llegaron a Atenas, saquean la ciudad, pero
los griegos en últimas, derrotan a los persas, y los expulsan de Grecia. Hay algunas batallas muy famosas, la batalla de
Termópilas, los 300 espartanos, quizás pueda conocer eso. La batalla de Salamis, en donde la marina persa es
completamente destruida por los griegos. Creo que perdieron tanto como 300 de sus naves de guerra.
Todo eso, simplemente para decir, que hay una historia de batalla entre el imperio persa, el imperio mundial que estaba
reinando, y los griegos que estaban a punto de tomar posesión del mundo, como el siguiente gran imperio.
Jerjes pelea repetidamente en contra de los griegos, y él tiene cierta medida de éxito, pero más derrota que éxito. Hasta
que finalmente un hombre llega, llamado Alejandro el Grande, quien era un griego, y el imperio persa es derrotado de
manera permanente.
Y Alejandro el Grande conquista el mundo del medio oriente, y establece como lo que conocemos como el gran imperio
griego.
Ahora, ¿qué es lo que todo esto tiene que ver con el libro de Ester? Y hay muchos más detalles acerca de eso, por
cierto, en el libro doce héroes inconcebibles. Pero, ¿qué tiene que ver eso con el libro de Ester?
Bueno, esto es lo que tiene que ver con el libro de Ester.
El emperador a quién los griegos llamaron Jerjes, del que he estado hablando, tiene un nombre diferente en persa. Su
nombre es Jshāyār shāh, en hebreo Ahashverosh; en su Biblia en español Asuero, Asuero. Y ese es el nombre que
usted va a encontrar en el libro de Ester.
El rey en el libro de Ester, no es ningún otro que Jerjes, el hijo de Darío, quien peleó contra los griegos y en últimas
perdió el imperio persa, ante el poder de los griegos. Este es el hombre que trató de conquistar Grecia con un cuarto de
millón de soldados.
Este es el hombre, Asuero, el rey en el libro de Ester, quien es el que se convierte en el gobernante de ese imperio,
después de la muerte de su padre. Y él es hombre, cuyo corazón es conquistado por esta huérfana judía, llamada Ester.
Y cuando la oportunidad vino, ella usaría su influencia para salvar a la raza judía del genocidio. Esa es la historia de
Ester, como una mujer mediante la providencia de Dios, salvó a los judíos, del genocidio.
El libro tiene su nombre no porque ella lo escribió. Ella no lo escribió, no sabemos quién lo escribió, quizás Mardoqueo lo
escribió, su primo. Quizás Esdras lo escribió, quizás Nehemías lo escribió, o alguno otro judío que vivía en el tiempo de
Ester, en Persia.
Alguien que entendió la escena persa, y alguien quien también entendió la cultura judía y tenía un conocimiento detallado
de ambas. Pero fuera quien fuera el autor, el autor real de la historia es Dios. Detrás de este laberinto que se desarrolla
de manera rica, se encuentra la providencia divina, la providencia divina. Entonces, comencemos al principio del libro.
Puede abrirlo en el capítulo 1. Vamos a movernos rápidamente.
El libro abre describiendo el reino expansivo de Asuero, y se extiende desde Etiopía, como dije, hasta los bordes de la
India, hasta Libia moderna, Paquistán.
Él no solo es el hijo de Darío, él es el nieto de Ciro el Grande, Ciro el Grande.
El gobernante persa quien decretó que los judíos podían regresar a su tierra, después de los setenta años de cautividad.
Así es como el libro de Ester comienza.
Muchos judíos regresaron a Israel bajo el decreto de Ciro, el abuelo de Jerjes. Regresaron, reconstruyeron la ciudad de
Jerusalén; reconstruyeron el templo, el segundo templo; se reestablecieron a sí mismos en la tierra.
No obstante, hubo un gran número de esos judíos que habían sido exiliados a Babilonia que permanecieron ahí. Se
establecieron, se esparcieron, proliferaron, y estuvieron dispersos a lo largo y a lo ancho de ese imperio persa. Varios
años habían pasado en el reinado de Asuero-Jerjes. El libro de Ester abre cuando él llama, esto es el rey, llama a una
cumbre en la ciudad capital de Shushan o Susa, como es llamada. Esto ocurrió en el 483 a. C. Y esta es una junta
estratégica de planeación de guerra, una sesión para planear la guerra en seis meses.
¿Y en que consiste esto? El rey va a hacer sus preparativos finales para la invasión de Grecia, de la que le conté, la cual
no tuvo éxito. Pero él va a hacer sus planes. Él tiene confianza en su capacidad de derrotar a Grecia, confianza en que
sus fuerzas militares van a ser triunfales.
Entonces él termina la cumbre de seis meses de planeación militar, con un banquete de siete días. Ahora, observe en su
Biblia, y observe Ester capítulo 1. Y vemos la celebración extravagante, que se presenta debido a la victoria que se
espera. Habían cortinas de lino blanco y azul, versículo 6, “tendidos sobre cuerdas de lino y púrpura, en anillos de plata y
columnas de mármol. Los reclinatorios de oro y plata sobre losado de pórfido y de mármol, y de alabastro y de jacinto. Y
daban a beber en vasos de oro, y vasos diferentes unos de otros, y mucho vino real de acuerdo con la generosidad del
rey.” Esta es una orgía de embriaguez de siete días, por así decirlo.
En el séptimo día de la fiesta, Asuero, después de una semana de embriagarse y de dar rienda suelta a sus pasiones,
decide que quiere desfilar a su esposa, ¿verdad?
Su nombre es Vasti, la reina Vasti. Entonces, él le manda a su esposa aparecerse en el séptimo día, y presentarse a sí
misma en su atuendo real.
Bueno, de manera sorprendente ella dice: no voy a venir a tu fiesta.
Evidentemente preocupada porque la dignidad de ella pudiera mancharse cuando ella apareciera ante una multitud,
primordialmente de hombres. Ella no va.
Algunos han sugerido que ella quizá estaba embarazada con su hijo, un hombre llamado Artajerjes, conocido en la
historia.
Ella estaba incómoda con ser vista en público. Ella dijo: yo no voy. Asuero está furioso.
Esto es insubordinación pública, esto es vergüenza pública, esto es hacerlo verse mal con la corte real, como también
con toda la gente que estaba ahí. Y según el capítulo 1, versículos 17 y 18 él tiene miedo de que la acción de la reina
comience con un movimiento de liberación de mujeres, que, si la reina puede salirse con la suya, entonces toda mujer va
a hacer esto.
Entonces él la destituye. Ella ya no es la reina. Y él esparce el reporte de que ella está acabada. Él anuncia su intención
entonces de que él va a conseguir a una nueva reina, él va a conseguirse una nueva reina.
Y él expresa de manera muy clara, que nadie puede desobedecer al rey, ni siquiera la reina, de lo contrario, ella será
destituida y reemplazada.
Asuero, por cierto, tiene un temperamento violento, y se desplegó a sí mismo en esta acción en contra de su reina.
Apenas un año después, para que su ejército enorme marchara desde Turquía, en donde estaban agrupados, como dije,
a Grecia; Asuero ordenó que puentes fueran construidos para cruzar esa parte de agua estrecha entre el Mar Negro y el
Mediterráneo. Necesitaban cruzar para llegar a Grecia. No obstante, los puentes fueron destruidos en una tormenta
antes de que las tropas pudieran usarlos. Asuero estaba furioso porque la tormenta había destruido los puentes que
habían construido.
Él pensó que los ingenieros los habían construido mal, y por eso reunió a todos los ingenieros y les cortó la cabeza. Él
entonces estaba furioso con el agua. Entonces, Heródoto, el historiador, el historiador griego, dice que él envió soldados
al agua con látigos demandando que golpearan el océano 300 veces por su insubordinación Y después él envió soldados
que aventaron cadenas al agua, para someter al agua, y apuñalar al agua con hierros rojos, por estar tan calientes.
Obviamente, esto es enojo irracional. Pero esto quizás puede darnos cierta explicación para entender porque trató a su
reina como lo hizo.
Cuatro años pasan, y no hay reina. Según Ester capítulo 2, versículo 16, cuatro años pasan antes de que él llegue a
escoger a una reina nueva. ¿Por qué cuatro años? La respuesta se encuentra en su invasión de dos años, que no tuvo
éxito, de Grecia, de lo que hablamos cuando iniciamos. La invasión de Grecia sucede en esos dos años, y ocupan su
atención de tal manera que él no puede enfrentar el asunto de establecer una reina.
La invasión de dos años de Persia en Grecia, históricamente encaja exactamente entre la destitución de Vasti, en el 483
o 482, y la coronación de Ester en el 479 o 478.
Finalmente, él está tan frustrado por su incapacidad de conquistar a Grecia, que él regresa a casa después de dos años
de esfuerzo.
Y él decide que debido a que la guerra va tan mal, él necesita una distracción, y la distracción será escoger a una reina
nueva. Observe el capítulo 2, versículos 1 al 4: “Pasadas estas cosas, sosegada ya la ira del rey Asuero, se acordó de
Vasti y de lo que ella había hecho, y de la sentencia contra ella. Y dijeron los criados del rey, sus cortesanos: Busquen
para el rey jóvenes vírgenes de buen parecer; y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que lleven a
todas las jóvenes vírgenes de buen parecer a Susa, residencia real, a la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai
eunuco del rey, guarda de las mujeres, y que les den sus atavíos.” Ese es un harén, en caso de que usted lo estuviera
sospechando.
“Y la doncella que agrade a los ojos del rey, reine en lugar de Vasti. Esto agradó a los ojos del rey, y lo hizo así.” Muy
bien, este va a ser un certamen de belleza a nivel de todo el imperio. Y en cierta manera podemos hacer la suposición
general, de que si habían 50 millones de personas en el imperio persa, habían 25 millones de mujeres de donde escoger,
25 millones. Esa es la escena. En ese punto, el texto bíblico nos presenta a las dos personas principales en la historia.
Dos personas judías que son primos. También viven en la ciudad de Susa. Son descendientes de los cautivos judíos
originales, que fueron tomados por Nabucodonosor en la cautividad babilónica.
Fueron traídos a Babilonia un siglo antes, o sus padres debería decir, traídos un siglo antes alrededor del 597 y en
adelante.
El mayor de los dos es un hombre llamado Mardoqueo, y él tiene unos 15 años más que su prima joven, una huérfana
llamada Ester. Versículo 7 dice que los padres de ella murieron cuando ella era muy joven, y entonces Mardoqueo la
había criado. Entonces aquí, en medio de 50 millones de personas en el imperio persa, están estas dos personas judías.
Su nombre en hebreo es Hadasa, y significa ‘mirto’, arrayán, una planta. Su nombre persa, Ester, podría estar
relacionado con Ishtar uno de los dioses de Babilonia. Y también podría ser debido a su similaridad, la palabra persa
para ‘estrella’, ‘estrella’.
Entonces ella, pudo haber sido nombrada estrella, o ella pudo haber sido nombrada según la diosa babilónica Ishtar,
quien simplemente resultaba ser la diosa del amor.
Ese no fue su nombre judío, pero a los judíos en el exilio se le dieron nombres persas. Como Daniel y sus tres amigos,
cuyos nombres originales fueron Azarías, Misael y Ananías, pero se convirtieron en Mesac, Sadrac, y Abed-nego,
nombres babilónicos. Esa fue una costumbre.
Ahora el texto bíblico, observe el capítulo 2, versículo 7 dice que resulta que esta virgen joven, Ester, era de hermosa
figura y de buen parecer, de hermosa figura y de buen parecer.
Ella no fue pasada por alto, por parte de los oficiales del rey.
Y entonces ella fue incluida en el grupo que debía ir al palacio y vivir en el harén con las concubinas, y participar en el
certamen para la reina. Josefo el historiador dice que hubieron 400 vírgenes que fueran llevadas al palacio, 400. Eso fue
de la cantidad de mujeres que vieron al principio, lo redujeron a las 400 mujeres más hermosas, y fueron llevadas al
palacio porque iban a estar ahí durante un año. Y se les iba a permitir trabajar en cierta manera en sí mismas, por un
año. Y en algún punto cuando se acabara ese año, serian presentadas al rey y él podía seleccionar. Una de ellas sería
elevada para ser la reina. Ellas habrían tenido un año de preparación, lo cual parece innecesariamente largo como para
prepararse, pero no sé exactamente todo lo que habrían hecho.
Un año para embellecerlas. Debían verse lo más hermoso posible, debían oler lo mejor posible, debían usar incienso,
cosméticos, debían preparar su piel, debían preparar su cabello, debían desarrollar fragancias agradables, debían recibir
instrucción especial acerca del protocolo en la corte, como debía usted actuar en la corte imperial. Y todas las
expectativas que eran para alguien que estaba cerca de la realeza. Y esta preparación intensiva debida llevarse a cabo
durante doce meses. Y al final de esos doce meses cada una de estas 400 mujeres tendrían una oportunidad de
impresionar al rey para que fuera seleccionada como reina.
En el momento, ella entonces se arreglaba con las joyas y la vestimenta que ella deseaba y ella era presentada al
gobernante. El día después de su presentación ella regresaba al grupo, de regreso al grupo de damas que estaban
esperando, otras concubinas, miembros del harén real, hasta que el rey había visto a las 400, y había seleccionado.
Ester probablemente está en sus 20s, ella ha completado la orden de un año, y ha llegado su turno para aparecer
delante de Asuero. Capítulo 2, versículo 16: “Fue, pues, Ester llevada al rey Asuero a su casa real en el mes décimo, que
es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado.” Y después esto, “Y el rey amó a Ester más que a todas las otras
mujeres.”
Ella debió haber sido una dama muy especial, porque después de que usted ha visto a cientos, en cierta manera ya
todas son borrosas.
¿Cómo es que usted sobresale en medio de cientos? “Y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que todas las
demás vírgenes, y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti. Hizo luego el rey un gran banquete
a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester; y disminuyó tributos a las provincias, e hizo y dio mercedes
conforme a la generosidad real.” Esto es como un cuento de cenicienta. Ester le robó el corazón al rey. Ester se convirtió
en su reina.
Una huérfana judía oscura, una hija de un pueblo exiliado, un pueblo conquistado, es exaltada a la posición más elevada
que alguna mujer podía tener en el mundo entero en ese entonces.
Esto no es coincidencia. Hay un poder que está operando aquí que es mayor que Asuero, ¿verdad? Hay un poder que
está operando providencialmente, dirigiendo sus propios propósitos mediante los afectos del emperador. Algo que es
significativo a lo largo del proceso entero, es que Ester mantiene en secreto su identidad judía. Mardoqueo le dijo que
hiciera eso porque había mucho antisemitismo en el imperio persa.
Usted puede ver eso en el capítulo 4, versículo 6. Ester revelaría que ella era judía, pero solo en el tiempo más
importante y necesario.
Entonces Ester fue escogida para ser la reina. Ella ha ido de ser una niña pequeña, judía, huérfana, a ser la reina, y es
impulsada por su belleza física y su atractivo.
Poco tiempo después de que Ester es coronada, y aquí es en donde la historia se vuelve fascinante, su primo
Mardoqueo está sentado a la entrada del palacio. Él está ahí en el palacio ¿Por qué cree usted? ¿Quién crió a Ester?
Mardoqueo. Él está preocupado por ella.
Y entonces, él está ahí cerca del palacio para oír lo que pudiera oír de ella, y acerca de ella. Y mientras que él está ahí
cerca del palacio, el versículo 21 nos dice: “Se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y
procuraban poner mano en el rey Asuero.” Él oye de una trama, una trama por matar al rey, estos eran oficiales reales
que cuidaban las habitaciones privadas del rey, tenían acceso a él y podían matarlo rápidamente.
Estaban enojados, quizás estaban enojados debido a lo que él le había hecho a Vasti. Fuera lo que fuera lo que los
había hecho enojar, estaban tramando quitarle la vida. Y Mardoqueo resulta estar ahí para escuchar esto. Esto nos
indica que Mardoqueo, estuvo en lugares en el palacio que habían estado limitados, prohibidos para el acceso de la
mayoría de la gente, y que alguna manera él había podido llegar a un lugar en el palacio en donde él podía escuchar
conversaciones como esta. Lo cual es una buena indicación de que él pudo haber tenido alguna posición oficial de
prominencia en el gobierno imperial. Quizás Ester le había conseguido esto.
Cuando él supo de la trama en contra del rey, él lo reportó inmediatamente. Cuando Mardoqueo entendió esto, lo
denunció a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo. Se hizo investigación del asunto y fue hallado
cierto. Por tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y escuchen esto, ‘Y fue escrito el caso en el libro de las
Crónicas del rey.’ Los persas mantuvieron registros absolutamente de todo, esa es la razón por la que conocemos tanto
de su historia. Y los cronistas del rey, registraron lo que había sucedido. El plan que había sido escuchado por
Mardoqueo, que Mardoqueo le había informado a Ester, y Ester le había informado al rey, y la vida del rey había sido
librada, y los dos conspiradores fueron colgados.
Las acciones de Mardoqueo, fueron entonces escritas en el registro real. ¿Por qué hicieron eso? Porque ese tipo de
cosas necesitaban ser recompensadas y los reyes sabían eso. La lealtad necesitaba ser recompensada, tanto como la
deslealtad necesitaba ser castigada. Y en un día futuro, en un día futuro llegaría un tiempo cuando este hombre sería
recompensado por salvar la vida del rey. Como todos los monarcas antiguos, Asuero fue cuidadoso en honrar y
recompensar aquellos que le demostraron lealtad. Así es como el aseguró ese tipo de lealtad, y para poder hacer eso y
hacerlo bien, mantuvieron un registro de actos de valor y servicio especial prestado al monarca. Ahora, todo eso es el
capítulo 2.
Usted llega al capítulo 3 y a usted se le presenta el siguiente personaje principal en el libro, el cual es un hombre llamado
Amán, Amán. Este es un hombre que había sido exaltado por el rey. Un hombre capaz, un hombre persa, un hombre que
había sido elevado por encima de otros príncipes y otros oficiales reales. Pero hay algo muy interesante acerca de este
hombre, y esto es clave para la historia entera. Él era un agageo, dice eso en el 3:1-10, lo dice de nuevo en el capítulo 8,
lo dice de nuevo en el capítulo 9, dice: Amán el agageo, Amán el agageo. Continúa repitiendo eso, ese no es un detalle
pequeño. Es el origen del odio de Amán hacia Mardoqueo, y su odio hacia los judíos.
Para entender porque es importante saber que él era un agageo, regresemos un poco. Regresemos mil años o casi mil
años al Éxodo de Egipto. Los israelitas salen de Egipto alrededor del 1445 a. C., entonces casi unos mil años antes y son
atacados en el capítulo 17 de Éxodo por los amalecitas, ¿se acuerda de ese nombre? Los amalecitas los atacaron, los
amalecitas son descendientes de Esaú, el que vendió su primogenitura.
Debido a que los amalecitas atacaron a los judíos, Dios maldice a los amalecitas, y la maldición de Dios en
Deuteronomio 25 dice: un día van a quedar extinguidos. Dios pronuncia una maldición sobre los amalecitas, Dios, el Dios
de Israel pronuncia una maldición sobre los amalecitas. Cuatro siglos después el rey Saúl conquista a los amalecitas.
Usted recuerda la historia, en 1ro de Samuel y él captura a su rey, y su nombre es Agag, el rey amalecita. Saúl debía
matar a Agag, pero no lo hizo, él lo dejó vivir, y Saúl provocó el desagrado del Señor y por eso y por otras cosas que él
hizo que desagradaron al Señor el trono le fue quitado de su familia. Y el profeta Samuel entró y ¿usted recuerda lo que
él profeta Samuel hizo con Agag?, 1ro Samuel 15, él lo hizo pedazos.
Amán era un agageo. Y aunque casi un milenio había pasado desde la maldición, y cientos de años habían pasado
desde que Agag había sido matado, Amán conocía la historia de su familia y él sabía que fue un hombre judío, un profeta
judío llamado Samuel, quien había hecho pedazos a su ancestro real.
Para empeorar las cosas, Mardoqueo es un descendiente de Cis, capítulo 2, versículo 5.
Cis es de la tribu de Benjamín, y Benjamín es la línea de Saúl. Ellos conocían su historia.
Había una enemistad profundamente arraigada entre los descendientes de Saúl, y los descendientes de Agag, por
razones obvias. Y aunque casi, ¿qué? 550 años habían pasado, tanto Amán como Mardoqueo, Amán el agageo,
Mardoqueo el benjamita, no habían olvidado la enemistad tribal que era tan antigua.
La hostilidad termina en una erupción en el capítulo 3. Observe el versículo 2, vamos a leer el versículo 2 y después al
versículo 5 y 6.
“Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey, se arrodillaban y se inclinaban ante Amán, porque así lo
había mandado el rey.” Él había sido exaltado a una posición tan elevada que todo mundo tenía que postrarse ante él.
“Pero Mardoqueo ni se arrodillaba, ni se humillaba.” El enojo estaba profundamente arraigado en su corazón. Él no tenía
nada más que enemistad hacia el descendiente amalecita que estaba bajo maldición. “Y vio Amán que Mardoqueo ni se
arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira. Pero tuvo en poco poner mano en Mardoqueo solamente, pues
ya le habían declarado cuál era el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino
de Asuero, al pueblo de Mardoqueo.”
Él decidió que él no nada más podía matar a Mardoqueo, de lo contrario el pueblo de Mardoqueo vendría y lo mataría a
él. Entonces, él simplemente va a matar a todos ellos, a todos ellos. Entonces, ¿qué hace Amán? Él acude a los magos y
a los astrólogos y él dice: ‘quiero que determinen el día óptimo, al ver sus fuentes místicas, y encontrar un día en el que
sean aniquilados los judíos, y tendremos genocidio por todo el imperio persa en ese día.’
Él entonces va al rey, y le dice al rey, esta nación, este imperio persa está lleno de judíos y son una amenaza al
emperador. Son una amenaza para tu trono y para tu imperio, y deberían ser eliminados. Y él dice: deberían ser
matados, remontándonos hasta Israel, necesitamos regresar a Israel y matarlos a todos ellos. Inclusive a aquellos que
han regresado.
Amán dice, son una amenaza para tu trono. Además, si los matamos a todos, podemos confiscar toda su propiedad y
todo su botín, y todo lo que es de ellos, y una gran suma de dinero entrará al tesoro real. Asuero dice: gran idea. Le
entrega su anillo, para firmar Amán, para que Amán pueda colocar el sello de ese anillo en documentos que autorizarán
el genocidio para los judíos. Amán busca hacer esto rápidamente, envía un decreto real, lo envía por todo el imperio, y lo
hicieron como el ‘pony exprés’, un caballo cabalgaba lo más lejos que podía cabalgar con el mensaje, otro caballo, otro
jinete va de ahí y el reporte se esparció por todos lados rápidamente con caballos frescos y jinetes frescos por todas las
partes del imperio persa.
Y una fecha había sido establecida. Observe el versículo 13, de Ester 3: para destruir, matar, y exterminar a todos los
judíos, jóvenes, y ancianos, niños y mujeres, todos ellos. En el versículo 3, del capítulo 4 dice: “Y en cada provincia y
lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y
ceniza era la cama de muchos.” Un mensaje se extendió por el imperio persa inmenso rápidamente, que una fecha se
había establecido para que la gente en todas sus regiones locales, mataran a los judíos. Luego que supo Mardoqueo
todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza y se fue por la ciudad clamando con
grande y amargo clamor.
Él lloró abiertamente ante este acto horrendo, el homicidio masivo de la población judía entera. ¿Acaso esta fue una
venganza simple por parte de Amán? No, es mucho más grande que eso. Satanás esta involucrado en esto. Satanás
está involucrado en los esfuerzos por exterminar al pueblo judío y de esta manera detener el propósito de Dios de
redención a favor de ellos. Bueno, no se necesitó mucho tiempo para que las noticias llegaran a Ester. Ella recibe el
mensaje. Mardoqueo informa a Ester, de lo que Amán ha tenido éxito en lograr. E inclusive le da una copia del decreto
real, y le dice a ella: Ester, tienes que acudir al rey, y rogar por las vidas de tu pueblo.
¿Es lo suficientemente simple? Mmm, no tan simple. En Persia, nadie incluyendo la reina acudía al rey sin una invitación
personal. Cualquier persona que se atreviera a entrar a la presencia del rey sin ser invitado, podía ser matado ahí de
manera inmediata.
Ester no solo habría estado rompiendo el protocolo real, sino que ella habría estado arriesgando su vida. Observe el
capítulo 4, versículo 11: “Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o
mujer que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de morir; salvo
aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cuál vivirá; y yo no he sido llamada para ver al rey estos treinta días.”
El rey ni siquiera la había visto en 30 días. Tenemos que ser honestos y decir que él tenía muchas otras mujeres. Él no
llega a Ester durante un mes, ella tenía miedo de violar potencialmente a su marido irracional, quien había destituido a
Vasti por un acto de insubordinación. Y Mardoqueo estaba colocando a Ester en una posición en la que ella podía perder
su vida. Bueno, Mardoqueo regresa y llama a la valentía.
Observe los versículos 13 y 14; capítulo 4, versículos 13 y 14; versículos famosos: No pienses que escaparas en la casa
del rey más que cualquier otro judío. Mardoqueo le advirtió a su prima real: ‘Mira, estas muerta si lo haces, estas muerta
si no lo haces.’
 Van a descubrir que eres judía, y vas a terminar muerta si no haces nada, no creas que vas a escapar. Porque si callas
absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá, de alguna otra parte, para los judíos. Mas tú y la casa de tu
padre pereceréis, y quien sabe si para esta hora has llegado al reino. Mas tú y la casa de tu padre pereceréis.
Confianza maravillosa, ¿verdad? En las promesas de Dios, el pacto de Dios con Israel de bendecir, y sustentar y
preservarlos. Mardoqueo dice: mira, Dios los librará de otra manera, pero tú no sobrevivirás. Y después él dice esta frase
famosa: ‘Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino.’
Él afirma la soberanía divina, él afirma su confianza en la revelación de Dios de que Él preservará a Su pueblo. Pero él
también entiende que Ester puede perecer, y él puede perecer, y muchos otros judíos pueden perecer si ella no actúa.
Ahí en el versículo 16, aferrándose a su función divinamente concedida, leemos en el versículo 16: “Ve y reúne a todos
los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí (dice), y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con
mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que
perezca.”
Aún si le costaba su vida, ella hará lo que pueda por proteger a su pueblo. Este no menciona la oración, pero ella
menciona el ayuno. No había ayuno sin oración. Durante tres días ella y otros ayunaron y oraron. Sus doncellas, es muy
probable que habría sido otras niñas judías, que la acompañaron en esa oración. Ella entonces se aproxima al trono,
debió haber sido un momento tenso, los segundos que ella esperó por ver si el rey extendería su cetro a ella, y le daría la
bienvenida a su belleza, a su presencia. Para enfatizar su respuesta, capítulo 5, versículo 3, ella viene, él la vio y le
extiende el cetro y le hace una pregunta, en una hipérbole típica real: “¿Que tienes, reina Ester, y cuál es tu petición?
Hasta la mitad del reino se te dará.”
De nuevo él queda impresionado por la belleza de ella y su presencia. Ella no quiere la mitad del reino, ella no quiere
nada del reino. Ella quiere la vida de su pueblo.
Entonces la respuesta de Ester fue una petición simple, y aquí está su respuesta. Ella le pide a Asuero que organice un
banquete para Amán, y uno para ella más tarde ese día.
Bueno, él tuvo que hacer lo que él ofreció hacer. Ella no pidió la mitad del reino, ella pidió un banquete para Amán. El
rey, la reina, y Amán.
Y Ester 5, vea los versículos 5 al 8: Entonces el rey y Amán fueron al banquete que Ester había preparado, el banquete
de vino. El rey le dijo a Ester, ¿Cuál es tu petición? Te será concedida, hasta la mitad del reino te será hecha.
“Entonces respondió Ester y dijo: Mi petición y mi demanda es esta, si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si place al
rey otorgar mi petición y conceder mi demanda, que venga el rey con Amán a otro banquete que les prepararé. Y
mañana haré conforme a lo que el rey ha mandado.” ¿Qué es esto? Este el banquete número 1, él dice: muy bien,
estamos aquí. Estamos en el banquete, Amán está aquí, y yo estoy aquí.
Aparentemente la idea era hablar de la verdad acerca de lo que Amán estaba tramando, mientras que él estaba ahí en
frente del rey. Algo sucedió, el tiempo no fue el correcto, y ella dijo: muy bien, aquí está mi petición, ¿podemos hacerlo
otra vez mañana?
Fuera cual fuera la razón, el tiempo no era el correcto. Ella dijo: reunámonos mañana y tengamos otro banquete. Ahora,
a Amán le encantó esto. Un banquete con el rey y la reina, un banquete privado con el rey y la reina. Encajan en su
egoísmo muy bien.
Amán dejó la fiesta teniendo confianza en sí mismo y su mérito. No solo Asuero lo había exaltado y lo había elevado,
había estado de acuerdo con su petición de exterminar a los judíos, pero ahora el rey y la reina lo habían invitado no solo
a uno sino a dos banquetes exclusivos. Ningún honor más elevado podía darse algún ser humano, que comer con el rey,
humanamente hablando.
Entonces Amán se dirige de regreso a su casa. Camino a su casa él pasa por la puerta del rey, y ve a Mardoqueo. Y
simplemente enloquece de enojo. Él va a casa y él dice: tengo que deshacerme de este hombre. Entonces voy a levantar
una horca y lo voy a ejecutar en la mañana, solución perfecta. Este descendiente de Saúl, este judío.
Esa noche Amán durmió muy bien, esto es sorprendente. Soñó en su venganza, al día siguiente. Por otro lado, Asuero
está de regreso en el palacio, se voltea y no está tranquilo.
Capítulo 6 ahora, se voltea y no se queda dormido. Se voltea y no está tranquilo, no puede dormir. Fuera cual fuera la
causa de su insomnio, él hace algo realmente extraño.
Él pide que los registros reales le sean leídos. Vayan por los registros reales, bueno los registros reales. Él había estado
reinando durante años y los registros reales se remontaban aún antes de él, a su padre y a su abuelo. ¡Vayan por los
registros reales! Bueno, podría haber mucho de donde escoger. Alguien fue por los registros reales, creo que él pensó
como contar ovejas, que la monotonía de leer los registros reales, como leer los teléfonos en un directorio lo haría
quedarse dormido.
Entonces alguien trae los registros reales, y él comienza a leer. Y lo que él lee es el relato de la acción de Mardoqueo, al
exhibir a los dos conspiradores que tramaron y planearon matarlo.
Estaba en el registro real. Él lo había olvidado. Capítulo 6, versículos 2 y 3: “Entonces hallaron escrito que Mardoqueo
había denunciado el complot de Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, que habían
procurado poner mano en el rey Asuero. Y dijo el rey: ¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por esto? Y
respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha hecho con él.”
Cinco años antes, Mardoqueo había reportado el complot, nunca había sido recompensado. Bueno, Asuero quiere
asegurarse de que rectifique eso. Mientras tanto, en la mañana Amán regresa a la corte real en donde él trabaja, y él
acude al rey. Y le pregunta al rey si él puede autorizar la ejecución de Mardoqueo.
Él va a ir y va a conseguir permiso para ahorcar a Mardoqueo. Pero antes de que él pueda decir algo, Asuero le hace
una pregunta. Capítulo 6, versículo 6: “¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón” (el
piensa que es él): ¿Qué hago para un hombre a quien quiero honrar? Oh Amán dice: “traigan el vestido real de que el rey
se viste, y el caballo en que el rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza; y den el vestido y el caballo en
mano de algunos de los príncipes más nobles del rey, y vistan a aquel varón cuya honra desea el rey, y llévenlo en el
caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.”
En un giro sorprendente de expectativas, Asuero dice: “date prisa, toma el vestido y el caballo, como tú has dicho, y
hazlo así con el judío Mardoqueo que se sienta en la puerta real. No omitas nada de todo lo que has dicho.” Las cosas no
están saliendo como él quería que salieran. Humillación, vergüenza, enojo, Amán no tiene alternativa.
Entonces, él es el hombre que guía el desfile para Mardoqueo, por toda la ciudad. Y adonde quiera que él va, él dice: Así
se hará al varón cuya honra desea el rey.
Cuando toda esta desgracia se acaba, él se va a casa. Él está buscando consuelo en su familia y amigos, él no lo
encuentra.
Versículo 13 del capítulo 6: “Contó luego Amán a Zeres su mujer y a todos sus amigos, todo lo que le había acontecido.
Entonces le dijeron sus sabios, y Zeres su mujer: Si de la descendencia de los judíos es ese Mardoqueo delante de quien
has comenzado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por cierto delante de él.”
Estás en problemas, si este es un hombre judío que está siendo tan honrado por el rey, y estás tratando de exterminarlo
junto con todo su pueblo, estás del lado equivocado en este asunto. La situación se ha revertido, en confusión Amán
regresa al palacio, el mismo día, al segundo banquete. Tratando de controlar su pulso, se sienta para otra sorpresa
horrenda.
El rey de nuevo, abrumado por el afecto hacia su reina, le pide lo que ella quiere. Y aquí, en el segundo banquete, ella no
vacila. Capítulo 7, versículos 3 y 4: “Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi
petición y mi pueblo por mi demanda.”
¿Librarías mi vida y la vida de mi pueblo? “Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser
muertos y exterminados.” Asuero no podía creer lo que estaba oyendo, amenazar la vida de la reina, la culminación de la
traición.
El rey está furioso, versículo 5: “¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto?” Está
sentado a la mesa. Amán, los músculos de su cuello comienzan a ponerse tensos.
Ciertamente, él piensa, la reina no es judía. Y después, con su mano apuntando al invitado a cenar, con el rostro rojo,
ella dice: “El enemigo y adversario es este malvado Amán.”
Lo único que puedo decir, el rey está enfurecido, se levanta, sale caminando rápidamente al jardín del palacio. Él se
acordó del programa a nivel imperial, que Amán le había pedido que autorizara un par de meses antes. Como Amán,
había representado de manera equivocada al pueblo judío, como una amenaza potencial para el imperio. Y él
literalmente había firmado el decreto para que fuera una ley, que involucraba el homicidio de su propia reina.
Bueno, Amán todavía está en la mesa cenando, él cae a los pies de Ester enfrente del mueble en donde ella está.
Él rogó por su vida, Asuero regresando del jardín, cegado por el enojo, interrumpió el ruego de Amán por misericordia. Él
está a los pies de Ester y está rogando, porque tenga misericordia. Y esto se ve muy parecido a un ataque en contra de
la reina, para el rey, cuando él vuelve a entrar. Versículo 8, “¿querrás también violar a la reina en mi propia casa? Al
proferir el rey esta palabra, le cubrieron el rostro a Amán.” Y lo llevaron para ser ejecutado.
¿Y cómo lo mataron? Lo colgaron en la horca que él había construido para Mardoqueo.
Que diferencia hace un día. ¡Sorprendente! 24 horas antes, él estaba en la cúspide, eso fue ayer. El rey dijo: tomen toda
su propiedad, dénsela a la reina. La reina se la dio a Mardoqueo.
Y el rey exaltó a Mardoqueo, capítulo 8, versículo 2; capítulo 9, versículo 4: el rey exaltó a Mardoqueo y él se convirtió
para el rey de Persia, como Daniel había sido para el rey de Babilonia. ¿Qué iba a hacer acerca del decreto de matar a
los judíos? Porque una vez que un rey ha hecho un decreto, no puede cambiar el decreto. ¿Qué es lo que va a hacer? Él
tiene que emitir otro decreto que vaya en contra del decreto previo.
Capítulo 9, versículos 3 y 4: “Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, capitanes y oficiales del rey apoyaban
a los judíos, porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos. Pues Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su
fama iba por todas las provincias; Mardoqueo iba engrandeciéndose más y más.”
Debido a que el rey había elevado a Mardoqueo a tal prominencia, ellos conocían la actitud que él tenía hacia los judíos.
Y el reporte ciertamente se habría extendido acerca de que también la reina era judía. Él emitió un decreto de que los
judíos podían defenderse a sí mismos, en contra de cualquier esfuerzo por quitarles sus vidas.
Ellos podían prepararse para ese día que había sido establecido. Él no podía anular el establecimiento del día, pero él le
podía decir a la gente, no tienen que hacerlo, y los judíos pueden defenderse a sí mismos. El día vino, el día terrible, 7 de
marzo del 473 a. C. los judíos se defendieron a sí mismos.
Hubieron ataques, hubieron muertes, más de 75 mil de los enemigos de los judíos fueron matados conforme los judíos se
defendieron a sí mismos, y el rey los respaldó.
Fue un día para recordar, pero no por la razón que Amán había pensado.
Ese gran día, 7 de marzo del 473 a. C. estableció un festival que los judíos celebran en la actualidad. Lo celebran en ese
tiempo del año, cada año, aquí en la misma calle, en la sinagoga judía. Es llamado la fiesta de Purim, P U R I M.
Purim es de la palabra hebrea para ‘suertes’, porque Amán hecho suertes para determinar el día en el que él
exterminaría a los judíos.
Entonces, tomaron la palabra para suertes, y la usaron para identificar esa fiesta.
Es una fiesta, o festividad de triunfo, celebración, el cuidado de Dios. Escuche Ester 9:23-28.
“Y los judíos aceptaron hacer, según habían comenzado, lo que les escribió Mardoqueo. Porque Amán hijo de Hamedata
agagueo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos un plan para destruirlos, y había echado Pur, que
quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos. Mas cuando Ester vino a la presencia del rey, él ordenó por
carta que el perverso designio que aquel trazó contra los judíos recayera sobre su cabeza; y que colgaran a él y a sus
hijos en la horca. Por esto llamaron a estos días Purim, por el nombre Pur. Y debido a las palabras de esta carta, y por lo
que ellos vieron sobre esto, y lo que llevó a su conocimiento, los judíos establecieron y tomaron sobre sí, sobre su
descendencia, y sobre todos los allegados a ellos, que no dejarían de celebrar estos dos días según está escrito tocante
a ellos, conforme a su tiempo cada año; y que estos días serian recordados y celebrados por todas las generaciones,
familias, provincias, y ciudades; que estos días de Purim no dejarían de ser guardados por los judíos, y que su
descendencia jamás dejaría de recordarlos.”
Y hasta el día de hoy, esa es una celebración de dos días de festividades, de regocijo, de compartir alimento, de entregar
regalos, una festividad memorial conforme los judíos celebran el hecho de que fueron librados de ser exterminados.
Mucho tiempo después de que Amán fue ahorcado, Mardoqueo y Ester continuaron floreciendo en la casa real del rey
Asuero. El rey exaltó a Mardoqueo hasta que fue segundo al mando, y continúo amando a su reina. En contra de toda la
situación hostil, Ester, Mardoqueo, y los judíos habían sido librados. Y no solo librados, sino elevados, elevados.
Ester 10, versículo 3 “Porque Mardoqueo el judío fue el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y
estimado por la multitud de sus hermanos, porque procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para todo su linaje.”
Es una historia sorprendente. En este punto, la llevamos a una conclusión, ¿en dónde está Dios en el libro de Ester?
Bueno, el héroe real en la historia, el poder real detrás de la historia nunca es mencionado, pero es Dios. Su mano de
providencia es manifiesta, en cada detalle por insignificante que sea, su presencia es visible aquí, de una manera más
poderosa y dominante que quizás cualquier otra historia de esta complejidad en las Escrituras, aunque Él nunca es
mencionado. Su providencia está operando al filtrar a 25 millones de mujeres a 1, una judía, seleccionada para ser reina.
Su providencia es demostrada en Mardoqueo, estando en un lugar en donde él podía oír un complot y advertir al rey.
Su providencia, su poder, su soberanía que supervisa y controla todo, puede ser vista en la noche en la que el rey no
puede dormir, y decide leer el registro real. Y a partir de ahí, de todo lo que podía haber sido leído a él, lo que le es leído
tiene que ver con que Mardoqueo no fue recompensado. E inclusive el tiempo de Amán es perfecto en los propósitos de
Dios. La mano invisible de Dios es evidente en todos lados, en todos lados.
La ausencia de Dios aquí es, creo yo, intencional, intencional. Es una estrategia ingeniosa por parte del escritor para
llevar al lector a pensar profundamente acerca de cómo las circunstancias de la vida son ordenadas según el propósito
divino.
Estas no son coincidencias, son demasiadas. Esto no es al azar, hay un diseñador, hay un coordinador, hay un poder
detrás de todo esto. Dios literalmente, ruge como un relámpago a lo largo del libro de Ester. No hay milagros en el libro
de Ester, pero todo es un milagro de providencia divina. Gente, lugares, tiempos, acciones, es más que milagroso.
No Amán, no Satanás usando a Amán, pudieron destruir al pueblo de Dios, no pudieron poner un fin a las promesas
abrahámicas y davídicas, a las promesas de la preservación de la nación para la venida del Mesías y la salvación
definitiva de Israel.
Nadie, sin importar cuanto se esfuercen por intentar destruir al pueblo de Dios, y el propósito de Dios, puede tener éxito,
porque el pacto de amor de Dios hacia Israel será cumplido. Está siendo cumplido.
Y el mensaje para usted es este: mientras que usted está viviendo la vida, y tratando de asegurarse de que arregle todos
los pequeños pedazos en su vida, entienda esto, que está por encima, en arriba y abajo de su vida un arquitecto divino
ordenando todo detalle.
Y si usted le pertenece a Él y está en el pacto de su amor, Él está cumpliendo su voluntad perfecta. Y usted puede
descansar en eso, usted puede descansar en eso.
El Señor todavía está en el trono, estos son tiempos desafiantes, días desafiantes en los que vivimos. Usted puede llegar
a turbarse bastante, por la manera en la que las cosas están sucediendo. La manera en la que las cosas están
sucediendo en el mundo es caótica, desconcertante, turbulenta, molesta, aflige. En ciertas maneras aterradora.
No es así en el reino, el Arquitecto Divino está ordenando nuestras vidas. Aquellos de nosotros que le pertenecemos,
estamos en amor de pacto con él. Él está ordenando nuestras vidas para su gloria eterna, cada parte de ellas.
Cuan maravilloso vivir en esa confianza. ¿Amen?
Oremos.
Padre, estamos tan alentados por la historia sorprendente que hemos oído en esta noche. Tan agradecidos porque tú
eres el mismo Dios hoy, de lo que fuiste en ese entonces.
Que todas las cosas, están siendo usadas por tú poder, para nuestro bien y tú gloria eterna.
Esto es para aquellos que te aman, y son llamados según tu propósito.
Te damos gracias porque no vivimos en un mundo de acontecimientos al azar, sino que nuestros pasos son ordenados
por el Señor. Que tú tienes un plan que está desarrollándose para nosotros, en cada detalle, que encaja en tu propósito
soberano.
¡Cuán maravilloso es saber eso! Y que nos está llevando de manera inevitable a la gloria, al cielo.
Gracias por esta gran revelación que quita todo el temor y la duda, y el cuestionamiento de la vida. Y vivimos y
descansamos en paz, en tu providencia soberana.
Oramos en el nombre de Cristo.
Amen.
Ester y el trabajo
Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

El trabajo dentro de un sistema caído (Ester 1-10)


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El libro de Ester comienza con una fiesta lujosa que ofrece el rey Asuero (conocido en la historia fuera de la Biblia
como Jerjes) para mostrar su magnificencia (Est 1:1-8). Luego de consumir grandes cantidades de vino, Asuero le
ordenó a sus siervos que trajeran a la reina Vasti con el fin de mostrarla y alardear ante los invitados de la fiesta
(Est 1:10-11). Al ver que la solicitud era humillante, Vasti se rehusó (Est 1:12). Su negativa molestó a los hombres
que asistieron, quienes temían que su ejemplo llevaría a otras mujeres en el reino a levantarse contra sus esposos
(Est 1:13-18). Por lo tanto, Vasti fue “despedida”, por decirlo de alguna manera, y comenzó el proceso para
encontrar una nueva reina para Asuero (Est 1:21-2:4). Este episodio describe una cuestión familiar, pero toda
familia de la realeza también es un lugar de trabajo del ámbito político. Por esto, la situación de Vasti también es
una cuestión relacionada con el lugar de trabajo, en la que el jefe busca explotarla debido a su condición de ser
mujer y después la retira de su lugar cuando ella no responde conforme a lo que él desea.

Cuando el rey buscó el reemplazo de Vasti, una joven judía llamada Ester terminó en el harén en donde la
prepararon exhaustivamente para que el rey la recibiera en su habitación una noche (Est 2:8-14). Desde nuestro
punto de vista, ella estaba cautiva en un sistema opresivo y sexista y pronto iba a perder su virginidad en manos de
un tirano egoísta. Sin embargo, ella no era una víctima pasiva, sino que hizo que el sistema funcionara para su
propio beneficio, durmiendo con el rey, guardando silencio acerca de la opresión de Vasti y engañando al rey
acerca de su origen étnico (Est 2:20).

Gracias a su extraordinaria belleza, Ester se ganó el favor del rey y fue coronada como la nueva reina (Est 2:17).
Su disposición para unirse a un harén real y convertirse en la esposa de un rey pagano es aún más sorprendente,
teniendo en cuenta el énfasis que se da en Esdras y Nehemías acerca de lo incorrecto que es el matrimonio entre
judíos y gentiles (Esd 9:1-4; Neh 13:23-27). Luego de leer la oración de confesión y dolor de Esdras al enterarse
de que algunos judíos se habían casado con gentiles (Esd 9:13-15), solo nos podemos imaginar qué podrá haber
pensado acerca del matrimonio de Ester y Asuero.

El contraste entre el cumplimiento fiel de Esdras y Nehemías a la ley judía y las concesiones religiosas y morales
de Ester no podría verse más claramente. Ester estaba dispuesta a hacer lo que fuera para salir adelante; estaba
ansiosa por tomar ventaja de la mala fortuna de cualquier otra mujer y más que dispuesta a someterse a la
explotación. Las concesiones morales —sean o no de la magnitud de las de Ester— son comunes para casi todos
los cristianos en sus lugares de trabajo. ¿Hay alguien que jamás haya realizado acciones moralmente dudosas en
su trabajo? ¿Hay alguien que nunca haya guardado silencio cuando el maltrato hacia otro funciona para su propio
beneficio, o cuando el jefe esconde su propia incompetencia despidiendo a un subordinado, o al ver que el trabajo
más peligroso y sucio queda una vez más para el extranjero? ¿Hay alguien que nunca haya matizado la verdad
para ganar lo que quería, insinuando que tuvo una mayor responsabilidad de la verdadera por un evento pasado o
pretendiendo saber más de lo que realmente sabe en una clase o en el trabajo?

Ester entró al palacio con su acceso al alto poder e influencia. No parecía interesada en si Dios tendría algún plan o
propósito para ella allí. De hecho, Dios ni siquiera se menciona en el libro de Ester, aunque eso no significa que
Dios no tenía un plan o un propósito para ella en la corte de Asuero. Resulta que su primo Mardoqueo era más
cuidadoso de guardar la ley judía, lo cual tiempo después causó que tuviera un conflicto con el más alto oficial de
Asuero, Amán (Est 3:1-6). Amán respondió conspirando para matar no solo a Mardoqueo sino a todo el pueblo
judío (Est 3:7-15) y cuando Mardoqueo supo de la confabulación, le informó a Ester. Aunque todo su pueblo estaba
a punto de ser destruido, ella parecía indiferente.
La excusa de Ester fue que involucrarse en el problema podría poner en peligro su posición e incluso su vida (Est
4:11). Parecía que el rey ya había perdido el interés en ella, ya que no la había llamado durante los treinta días
anteriores. Es inconcebible pensar que el rey estaba durmiendo solo, lo que significa que alguna otra mujer (o
mujeres) había “sido llamada para ir al rey” (Est 4:11). Para Ester, intervenir a favor de su pueblo sería demasiado
arriesgado, pero Mardoqueo le respondió con dos argumentos. Primero, que la vida de ella estaba en riesgo, sea
que interviniera o no. “No pienses que estando en el palacio del rey sólo tú escaparás entre todos los judíos” (Est
4:13). Y segundo, “¿Quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?” (Est 4:14). Estos
dos argumentos juntos llevaron a que Ester diera un giro de 180 grados. “Iré al rey, lo cual no es conforme a la ley;
y si perezco, perezco” (Est 4:16). La persona que solo quería ascender en su posición social y que no se
interesaba por el bien de nadie sino el suyo propio, de repente ofrece arriesgar su vida por el bien de otros.

Note que los dos argumentos de Mardoqueo se referían a dos aspectos diferentes. El primero trata sobre la
autoconservación. Tú, Ester, eres judía, y si se ordena que se asesine a todos los judíos, eventualmente te
encontrarán y te asesinarán. El segundo argumento se refiere al destino, con una insinuación de obra divina. Ester,
si te preguntas porqué tú de todas las jóvenes terminaste siendo la esposa de rey, tal vez es porque hay un
propósito más grande para tu vida. El primer argumento parece básico, mientras que el segundo parece noble.
¿Cuál de los dos produjo el cambio en Ester?

Tal vez ambos argumentos de Mardoqueo fueron los pasos hacia el cambio de opinión de Ester. El primer paso fue
la identificación. Por fin, Ester se identificó con su pueblo. En este sentido, ella tomó el mismo paso que Jesús tomó
al nacer cuando se identificó con la humanidad. Y tal vez este paso, tomado egoístamente como pudo ser en el
caso de Ester, es lo que abrió su corazón a los propósitos de Dios.

El segundo paso fue el servicio. Identificada ahora con el peligro mortal de su pueblo, Ester asumió la tarea de
intervenir con el rey arriesgando su posición, sus posesiones y su vida. Su posición privilegiada se convirtió en un
medio para servir, en vez de ser un servicio para sí misma. A pesar de su historia, la cual inicia con incredulidad e
inobservancia, Dios usó a Ester no menos de lo que usó a Esdras y Nehemías, dos grandes ejemplos morales. El
servicio de Ester se ajusta al lugar de trabajo actual de diferentes maneras: [1]

 Muchas personas, cristianas o no, hacen concesiones éticas en su búsqueda del éxito en su carrera. Ya
que todos estamos en los zapatos de Ester, todos tenemos la oportunidad —y responsabilidad— de dejar
que Dios nos use de todas maneras, a pesar de nuestra historia de fracaso moral. ¿Usted ha tomado atajos
para conseguir su empleo? A pesar de ello, Dios lo usará para pedir que se termine con las prácticas
engañosas en su lugar de trabajo. ¿Usted ha hecho un uso inapropiado de bienes corporativos? Aun así,
Dios puede usarlo para depurar los registros falsificados en su departamento. La hipocresía pasada no es
excusa para no acatar lo que Dios requiere ahora de usted. Que haya usado mal sus habilidades dadas por
Dios en el pasado no significa que debe creer que no puede usarlas para los buenos propósitos de Dios
ahora, y Ester es el modelo para todos nosotros, los que no estamos a la altura de la gloria de Dios. Así que
no diga, “Si supiera cuántos atajos poco éticos he tomado para llegar aquí. Ahora Dios no puede usarme”.
 Dios usa las circunstancias vigentes de nuestra vida. La posición de Ester le dio oportunidades únicas de
servir a Dios. La posición de Mardoqueo le dio a él oportunidades diferentes. Debemos aprovechar las
oportunidades particulares que tenemos; en vez de decir, “Yo haría algo grandioso para Dios si tuviera la
oportunidad”, debemos decir, “tal vez he llegado a esta posición para una ocasión como esta”.
 Nuestra posición es espiritualmente peligrosa. Es posible que lleguemos a dejar que nuestro valor y nuestra
misma existencia sean determinadas por nuestra posición. Entre más privilegiadas sean, más grande será
el peligro. Ester dejó de verse a sí misma como una joven judía y comenzó a verse solamente como la reina
de Persia. Hacer lo mismo nos vuelve esclavos de factores que no podemos controlar. Si convertirnos en
Director General, tener un puesto permanente o mantener un buen trabajo se convierte en algo tan
importante que dejamos a un lado todo lo demás, entonces ya nos hemos perdido.
 Servir a Dios requiere arriesgar nuestra posición. Si usted usa su posición para servir a Dios, puede perder
la posición y sus posibilidades futuras. Esto es doblemente aterrador si usted se identifica a sí mismo con
su trabajo o su carrera laboral. Sin embargo, la verdad es que nuestra posición también está en riesgo si no
servimos a Dios. El caso de Ester es extremo ya que sabía que podía ser asesinada si arriesgaba su
posición al intervenir y sería asesinada si no intervenía. De alguna manera, ¿nuestra posición es más
segura que la de Ester? Como lo dice la frase famosa de Jim Elliot, no es ningún necio el que entrega lo
que no puede guardar, para ganar lo que no puede perder. En realidad, el trabajo hecho para el servicio de
Dios nunca se podrá perder.
Para Ester y los judíos, la historia tiene un final feliz. Ester se arriesgó a acercarse al rey sin haber sido invitada, y
aun así obtuvo gracia ante sus ojos (Est 5:1-2). Ella usó un plan astuto para engatusarlo en el transcurso de dos
banquetes (Est 5:4-8; 7:1-5) y para manipular a Amán para que expusiera su propia hipocresía en su búsqueda de
asesinar a los judíos (Est 7:6-10). El rey revocó el juicio contra los judíos (Est 8:11-14) y recompensó a Mardoqueo
y a Ester con riquezas, honor y poder (Est 8:1-2; 10:1-3). Ellos a su vez mejoraron la situación de los judíos en el
Imperio persa (Est 10:3). Amán y los enemigos de los judíos fueron sacrificados (Est 7:9-10; 9:1-17), y las fechas
de la salvación de los judíos —el 14 y 15 de Adar— se convirtieron desde entonces en el festival de Purim (Est
9:17-23).

La mano oculta de Dios y la respuesta humana (Ester)


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Como señalamos anteriormente, Dios no se menciona en el libro de Ester y a pesar de esto, es un libro de la Biblia.
Por tanto, los escritores de los comentarios buscan la presencia escondida de Dios en Ester y generalmente
señalan el versículo crucial: “¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?” (Est
4:14). La implicación es que ella ha llegado a su posición no por suerte o gracias al destino, o por sus propias
artimañas, sino por la voluntad de un actor invisible. Aquí podemos ver la escritura divina en la pared. Ester ha
llegado a su posición real gracias a “la mano bondadosa de Dios [sobre ella]”, como lo hubieran dicho Esdras y
Nehemías (Esd 8:18; Neh 2:18).

Esto nos reta a considerar cómo Dios puede estar trabajando en formas que no reconocemos. Cuando una
compañía secular elimina sesgos en ascensos y escalas salariales, ¿Está Dios trabajando allí? Cuando una
persona cristiana es capaz de acabar con las prácticas engañosas de contabilidad, ¿debe anunciar que lo hizo
porque es cristiana? Si los cristianos tienen la oportunidad de unirse con judíos y musulmanes para pronunciarse a
favor de que haya espacios religiosos razonables en una corporación, ¿deberían verlo como un trabajo de Dios? Si
usted puede hacer el bien aceptando un trabajo en una administración política afectada por concesiones, ¿Dios lo
podría estar llamando a que acepte la oferta? Si usted enseña en una escuela que lo lleva a los límites de su
conciencia, ¿debería encontrar la manera de renunciar al trabajo o debería redoblar su compromiso de quedarse
en ese lugar?

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