En el país, la trazabilidad apenas está empezando a implementarse,
especialmente en sectores organizados tales como gremios de razas puras y algunos cultivos tecnificados. El proceso se inicia con las fincas dedicadas a producción para exportación. En la actualidad, el país cuenta con un Comité Nacional de Trazabilidad y cada sector ha empezado a firmar comités especializados para el diseño del programa de captura de información de los productos. Los productores son conscientes de la dificultad que tendrá el cumplimiento de este nuevo requisito del comercio internacional, debido al alto grado de informalidad que se registra en la actividad agrícola y pecuaria del país. Los primeros pasos concretos los están dando la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y la Corporación Colombia Internacional (CCI). Fedegán tiene un programa a 10 años que se iniciará en el 2007 (ver nota anexa) Por su parte, la Corporación Colombia Internacional (CCI), avanza en un proyecto con cinco comercializadoras que operan en la Sabana de Bogotá, con el objetivo de identificar las dificultades en la aplicación de las normas de trazabilidad e iniciar los correctivos y llegar lo más pronto posible al cumplimiento de dicho requisito de acceso a los mercados internacionales. Por ahora se está trabajando en la capacitación de los productores en el conocimiento de las condiciones de producción limpia, así como en la generación de conciencia sobre la necesidad de obtener productos inocuos para el consumo humano. La inversión en este proyecto asciende a 2.250 millones de dólares. Aplicar la trazabilidad les permitirá a los productores no solamente acceder a los mercados internacionales sino lograr mejores precios y obtener mayores ingresos debido al incremento del valor agregado y el mejoramiento de la competitividad por la vía de la calidad. La obligación de cumplir con las normas de trazabilidad se inició en el 2005 en la Unión Europea, para la totalidad de los alimentos que ingresen a los países de la zona. El objetivo es que las empresas puedan hacer un seguimiento de los productos que ingresan, permanecen y salen, durante la producción de los bienes que exportan, para garantizar que estos sean aptos para el consumo humano Por ahora, los acuicultores colombianos son pioneros en el país en el logro de niveles aceptables de cumplimiento de los requisitos de inocuidad exigidos por la Unión Europea, especialmente para la exportación de mojarra (tilapia). Inicialmente, muchos exportadores se quejaron por las nuevas exigencias, pero poco a poco han ido entendiendo que si no cumplen con esos requisitos no tienen posibilidades en el mercado internacional y seguramente tampoco podrán sobrevivir en el mercado doméstico. * ¿EN QUÉ CONSISTE? Se trata de la hoja de vida de un producto animal o vegetal, es decir, la historia desde el momento de la siembra o el nacimiento, incluyendo descendencia, origen, prácticas de cultivo, fertilización, insumos y alimentación, Formas de recolección y procesamiento, empacado, distribución, conservación y comercialización. El objetivo es identificar el producto desde su origen hasta la llegada al consumidor final, de tal manera que los ciudadanos puedan tomar decisiones de compra con base en esa información. Esta información facilitará la identificación del origen de problemas sanitarios, pues basta con el rastreo de la hoja de vida para detectar en qué momento del proceso se pudo alterar la calidad del mismo.
INDUSTRIAL
Si bien el país no cuenta con un sistema de trazabilidad plenamente establecido,
actualmente el Decreto Único Reglamentario del Sector Ambiente y Desarrollo Sostenible, 1076 de 2015, es el documento que presenta, en forma general, algunos aspectos básicos que permitirían dar paso al proceso de implementación de trazabilidad de la madera.
Según Rubén Darío Moreno Orjuela, “implementar un sistema de trazabilidad de
madera en el país, mejoraría las actividades de seguimiento a las operaciones de administración forestal, tanto a nivel del bosque como en los sitios de transformación y comercialización”. Conscientes de ello, resalta Moreno, “desde hace más o menos cinco años, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, Carder, con el apoyo de la Unión Europea, han venido trabajando en el proyecto ‘Posicionamiento de la Gobernanza Forestal en Colombia’, una propuesta para poner en funcionamiento un sistema de aseguramiento de la legalidad de la madera en el país”. El proyecto incluye los elementos técnicos, tecnológicos y logísticos que permitirían realizar una debida trazabilidad en el país, como el kit básico de trazabilidad que incluye; pintura; martillo con roldana; martillo para plaquetas; plaquetas; lector de código QR; impresora de códigos QR; lupa digital; tablet y computador para llevar a campo. Con dicho kit, que no superaría los $2 ´000.000, las entidades responsables de realizar las operaciones forestales, como las CAR, estarían en capacidad de llevar a cabo la trazabilidad de los productos forestales, desde su origen en el bosque, durante su transporte, su transformación, hasta el punto de comercio. Para ello, resalta en el Moreno, es necesario el acompañamiento técnico y de recursos económicos para que las autoridades ambientales puedan adquirir los elementos necesarios para la implementación del sistema, y cuenten con los conocimientos necesarios para tal fin. Con este proceso asegura que los datos obtenidos al identificar un producto debidamente marcado son 100% confiables, desde el bosque hasta el punto de transformación. Por otra parte, desde la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se espera que, al finalizar este año, se tenga un documento guía sobre el tema de la trazabilidad el cual deberá recopilar las experiencias que se han desarrollado en Colombia, por diferentes entes de control, y la de países vecinos, con miras a una pronta puesta en marcha. Este panorama demuestra como en el territorio nacional se está avanzando en el proceso de definir cuál debe ser el sistema más eficiente a utilizar, con elementos que permitirán tomar una decisión en el corto plazo, pues diferentes actores en la cadena, como los inscritos en el Pacto Intersectorial por la Madera Legal en Colombia, resaltan la necesidad de demostrar la legalidad de los productos forestales por medio de un sistema unificado que permita una mayor y mejor cabida de los nacionales en el exterior.