Problemática del País para el fomento y desarrollo de los negocios internacionales

Perú ha tenido un crecimiento sostenido sobresaliente en macroeconomía, pues consecutivos

gobiernos han venido trabajando constantemente para consolidar un marco legal abierto al
mundo extranjero y nacional de inversiones. Aunque su tasa de crecimiento se ha visto
afectada por la reciente recesión internacional, Perú sigue creciendo. Durante la última
década, Perú ha sido la economía de crecimiento más rápido en América Latina con una tasa
de crecimiento anual promedio de 5.5%, exhibiendo la segunda tasa de inflación más baja de
la región con 3.6%. Los niveles de pobreza han bajado del 42.4% en 2007 al 20.7% en 2016, y
Perú mantiene los niveles más altos de confianza del consumidor en América Latina.  Con una
población de 32 millones, Perú se erige como el tercer mercado más grande de América
Latina. Las características externas favorables, las políticas macroeconómicas prudentes y las
reformas estructurales efectivas han impulsado a Perú a convertirse en un país de ingresos
medios.

La forma en que se realizan los negocios en Perú ha ido evolucionado debido a los acuerdos
comerciales que se han realizado, Perú ha obtenido acceso a servicios regionales y mercados
internacionales, impulsando así los diversos sectores de su economía, un claro ejemplo es la
participación del Perú en la Alianza del Pacífico y esta es una clara señal de que está
comprometido no solo a mantener el crecimiento, desarrollo y competitividad de su economía,
sino también a avanzar hacia su integración regional. Por ello, es esencial que todos los
inversores actuales, potenciales e interesados en exportar productos o servicios comprendan
las leyes, sistemas, garantías y otros complementos de las regulaciones de Perú, ya que como
en cualquier país emergente, el marco legal peruano evoluciona constantemente y los
inversores deben identificar todos los aspectos relevantes para realizar, mantener sus
inversiones y ver prosperar sus negocios en el extranjero.

A pesar de que nuestro País ha dado grandes pasos para aumentar el crecimiento del PIB,
reducir la pobreza y la desigualdad de ingresos, y abrirse al mercado global, Fernando Villarán,
profesor y decano de la Universidad Jesuita Antonio Ruiz de Montoya y ex Ministro de Trabajo
del Perú, hace mención acerca de la problemática que enfrenta la economía peruana y refiere
que los principales problemas a los que se enfrenta son la desigualdad regional de Perú, el
pobre sistema educativo, la baja productividad en muchos sectores, y lo que quizás sea el
problema más importante: la alta informalidad económica. Respecto a la informalidad
económica, considero uno de los problemas que mas golpea al país, pues no permite el
adecuado desarrollo de la economía, restringe las posibilidades de las empresas a abrirse a un
mercado extranjero y de dar a conocer las grandes capacidades que tiene el país para producir
productos y servicios.

Es una realidad que, si bien algunas regiones del Perú han prosperado, otras siguen siendo
muy pobres, lo que ha provocado grandes desigualdades regionales. Los departamentos más
pobres del país son a menudo los más rurales. En el norte, estos incluyen Amazonas y
Cajamarca. En el sur, los departamentos más pobres son Huancavelica, Ayacucho y Apurímac.
Las regiones más ricas del país son Ica, Arequipa, Moquegua y Madre de Dios. La actividad
económica en muchas de estas regiones está impulsada por grandes sectores informales, es
decir, la actividad altamente lucrativa de la minería ilegal de oro. En general, las regiones en las
que la minería es la actividad económica dominante son las menos pobres. Sin embargo, la
falta de una economía diversificada y la alta rentabilidad del sector informal han creado
grandes desigualdades regionales de ingresos en Perú. Dichas disparidades conducen a la
inestabilidad económica y pueden crear distorsiones del mercado que favorecen a ciertos
sectores de las industrias sobre otros.

Pero aún más preocupante es que el 75% de la fuerza laboral participa en el sector informal, lo
que no solo significa que no reciben ningún beneficio social, sino también que el gobierno
pierde los ingresos fiscales potenciales. La informalidad es un problema persistente en Perú
porque es, con mucho, la oportunidad económica más lucrativa para los ciudadanos pobres.
Además, en comparación con el alcance del problema, el gobierno peruano no ha hecho lo
suficiente para abordar la informalidad. La minería ilegal de oro, especialmente, es un secreto
a voces que el gobierno no ha hecho lo suficiente para abordar.

Si bien el gobierno ha creado conciencia sobre el tema y destruyó muchas ciudades mineras de
oro para reducir el alcance de la actividad, sigue siendo la actividad económica más atractiva
en algunas áreas para los peruanos pobres y sin educación.

Otro desafío que enfrenta Perú es su pobre sistema educativo, que está frenando el
crecimiento económico y está haciendo que el país esté subdesarrollado. El Perú obtuvo el
último puntaje en la prueba internacional PISA, que mide la calidad de la educación en países
de todo el mundo. La educación pública en Perú es pobre porque el gobierno no invierte
adecuadamente en su sistema escolar. Perú invierte solo alrededor del 3% en educación en
comparación con el promedio del 4% para el resto de América Latina.

La clave a largo plazo para reducir la informalidad en Perú es mejorar la calidad y el acceso a la
educación y capacitar a los trabajadores para que la participación en la economía formal sea
más lucrativa. Mejorar la educación también mejoraría la competitividad y aumentaría la
productividad al tiempo que aliviaría muchos de los problemas económicos que han frenado el
crecimiento económico y el desarrollo en el país.

Invertir en educación conduce a mejoras en el capital humano, lo que puede impulsar la

productividad laboral, promover el crecimiento, mejorar la imagen de las empresas peruanas
que desean ingresar a un mercado extranjero y facilitar los negocios internaciones. Y ya que
otro problema relacionado con el sistema educativo es la infraestructura inadecuada, mejorar
el sistema educativo del Perú a través de mayores inversiones en infraestructura contribuiría
en gran medida a mejorar las perspectivas económicas del país y reducir los incentivos para la
actividad económica informal.