Universidad del Tolima Ibague-tolima 2020 INOCUIDAD EN LOS ALIEMNTOS
La seguridad alimentaria y la inocuidad de los alimentos es un dúo irrompible, ya que la
población requiere tener acceso a la alimentación y que esta sea sana y esté libre de riesgos para la salud humana., es por esto que se hace de suma importancia reconocer el papel fundamental que realizan las industrias de alimentos en el cuidado de la calidad en cuanto a proveer alimentos inocuos y nutritivos al público consumidor. La calidad de los alimentos es una característica compleja que determina su valor o aceptabilidad para el consumidor, esta presenta características negativas como el estado de descomposición, contaminación con suciedad, decoloración y olores desagradables entre otros, y por otra parte puede presentar características positivas como lo son color, aroma, textura y métodos de elaboración de los alimentos. De las características de los alimentos se pueden señalar los siguientes atributos de la calidad Nutricionales, se refiere a la aptitud de los alimentos para satisfacer las necesidades de energía y nutrientes del ser humano; sensoriales, se corresponde con las características organolépticas del alimento como la apariencia, el olor, color, textura y sabor; está relacionada con características del alimento como su presentación, el empaque, la facilidad para su elaboración o empleo, la disponibilidad en el mercado, entre otros y la inocuidad. Este último atributo es considerado un requisito básico de la calidad que implica la ausencia de contaminantes, adulterantes, toxinas y cualquier otra sustancia que pueda hacer nocivo el alimento para la salud, o bien unos niveles inocuos o aceptables de los mismos. La inocuidad de los alimentos de origen animal puede verse afectada por residuos de origen químico, lo que constituye un peligro para la salud pública. Las sustancias químicas están ligadas inevitablemente a las explotaciones ganaderas debido al uso de medicamentos para tratar infecciones, infestaciones parasitarias y en los procesos de limpieza y desinfección de equipos. Por su parte los residuos de origen vegetal se realizan en actividades como control de arvenses y plagas. Los contaminantes de los alimentos a su vez se sub dividen en dos grandes grupos, los bióticos y abióticos, el primero hace referencia a contaminación por microrganismos como bacterias o virus y parásitos, por otro lado tenemos los contaminantes denominados con el nombre de abióticos este se le designa aquellas sustancias químicas que se han incorporado accidentalmente al producto y cuya presencia provoca efectos no deseados en el consumidor como lo describimos anteriormente. Los contaminantes ambientales de origen industrial comparten ciertas características que determinan su peligrosidad, tanto como para el medio ambiente como para la salud humana se trata de sustancias muy persistentes en el ambiente, es decir con tiempos de vida media muy elevadas, lo cual se traduce en una gran dificultad para su degradación ya que puede tardar decenas de años en desaparecer, son muy difíciles de metabolizar y eliminar por parte de los seres vivos ; normalmente se acumulan en órganos o tejidos diversos en función de su afinidad con ellos, esta gran resistencia a la metabolización puede explicar la bioacumulacion que sufre a lo largo de la cadena trófica. Su toxicidad por unidad de peso aumenta al ascender a la escala filogenética, es decir la sensibilidad frente a estos tóxicos es en muchos casos mayor en el ser humano que en especies animales. Los principales contaminantes abióticos más conocidos son los metales pesados y de nuestro gran interés ya que tienen su origen principalmente en actividades industriales aunque también son componentes naturales de la corteza terrestre. Su importancia toxicología alimentaria radican en que pueden ser contaminantes ambientales de alimentos. En general la presencia de estos contaminantes de debe a los efluentes industriales que afectan primero a las aguas superficiales de la zona terrestre para seguir luego a las aguas marinas razón por la cual los alimentos más susceptibles de contener este tipo de contaminantes son los productos que derivan directamente de la pesca. Las intoxicaciones o enfermedades producidas por estos componentes son diversas y varían dependiendo el tipo y función del metal anuqué se es posible generalizar los aspectos comunes: la capacidad de los metales pesados de inhibir sistemas enzimáticos y su capacidad de acumulación en órganos y tejidos en función de su afinidad, de todos los contaminantes metálicos los más importantes a lo que respecta a la toxicología alimentaria son el plomo, el mercurio y cadmio. El mercurio es uno de los principales responsables de la contaminación gracias a las industrias químicas, papeleras etc., que vierten el mercurio inorgánico sobre los afluentes hídricos, ríos o sistemas costeros el cual por la acción de las bacterias en un medio acuoso rico en materia orgánica se trasforma en mercurio orgánico material más liposoluble y más fácilmente acumulable y en definitiva más toxico para el humano que las formas orgánicas, el pescado y otros productos de pesca que habitan en aguas contaminadas constituyen la principal reserve dietética de mercurio en los seres humanos, el plomo es otro metal que hace presencia en los alimentos tiene su origen fundamentalmente antropomórfico pero en los últimos tiempo se ha visto un incremento sobre el interés en el estudio de su toxicología por las medidas que se toman como por ejemplo el reemplazo y cambio de materiales de construcción como tuberías de plomo, se sabe que los cultivos e vegetales y frutas que se encuentran ubicados cerca de autopistas presentan niveles muchos más altos que aquellas parcelas y cultivos que están en lugares más alejados, este metal bloquea las enzimas esenciales para la síntesis de hemoglobina lo que da a lugar enfermedades como el saturnismo. En definitiva se puede destacar que los metales pesados son contaminantes del ambiente al que llegan mayoritariamente como resultado de la actividad humana y sobre todo que tipo de industria se está llevando a cabo, la contaminación puede afectar los suelos, el agua y el aire a partir de allí puede llegar directa o indirectamente a los alimentos los contaminantes. Ente los componentes orgánicos se encuentran los organohalaogenados que incluyen dioxinas, dibenzofuranos, polibromados e incluso los propios plaguicidas todas estas sustancias son muy difíciles de degradar y por lo tanto son altamente persistentes en el ambiente, todos estos compuestos comparten además una liposolubilidad lo que explican que sean sustancias muy fácilmente absorbidas y por el contrario resultan extremadamente difíciles de eliminar y el organismo lo acumula en forma de tejido adiposo, las dioxinas y el benzofurano se forman cuando existe una combustión de materia orgánica clorada o en presencia de cloro una fuente significativa de estos compuestos son los plásticos de cloruro de polivinilo obtenidos por polimerización de monómeros de cloruro de vinilo, este tipo de plásticos es objeto de investigación hacer varios años ya que existe la posibilidad de que los residuos de cloruro de vinilo cancerígeno pudiesen migrar hacia los alimentos su utilización se ha prohibido en múltiples países debido a los problemas de liberación potencial de los monómeros y así como la producción de dioxinas y benzofuranos., Los efectos más notables en salud humana son hipersecreción ocular, pigmentación y erupciones acneiformes de la piel y perturbaciones del aparato respiratorio. De otra parte existe una gran preocupación sobre las medidas más eficaces para el control de riesgos zoosanitarios relacionados con la inocuidad de los alimentos. En este campo revisten particular interés las campañas para la erradicación de brucelosis y tuberculosis y la de prevención del ingreso de encefalopatía espongiforme bovina. Sin embargo como consecuencia del aumento de la población, de la expansión de la economía mundial, de la liberalización del comercio de alimentos, y de los avances de la ciencia y de la tecnología, el comercio internacional de alimentos frescos y elaborados se está expandiendo y continuará en aumento. Si bien lo anterior constituye una ventaja para los países en vía de desarrollo, dado que son precisamente algunos productos como alimentos los que nuestras economías están en capacidad de exportar, es necesario que estos países se esfuercen por mejorar sus sistemas de producción de alimentos, no únicamente desde la perspectiva de la productividad, si no de la inocuidad. Es evidente por lo tanto que la inocuidad es hoy en día un factor clave en el comercio internacional de alimentos ya que se le considera quizá el más importante atributo de la calidad, por ello la inocuidad es un aspecto contemplado en los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio y al que los países en desarrollo como Colombia no pueden ser ajenos. A lo largo de los últimos años, los países desarrollados han respondido a esta situación con el establecimiento de agencias especializadas o con la creación de programas orientados a la protección de los alimentos, asunto considerado en algunos casos de seguridad nacional. La creación y sostenimiento de la demanda de sus productos alimentarios en los mercados mundiales presupone la confianza por parte de los importadores y consumidores en la integridad de sus sistemas alimentarios y en la competencia de sus sistemas de protección sanitaria. Como la producción agropecuaria es el punto central de las economías de la mayor parte de los países en desarrollo, estas medidas de protección de los alimentos revisten importancia fundamental para su desarrollo económico y social. La inocuidad de los alimentos se genera en la producción primaria, La inocuidad de los alimentos como un atributo fundamental de la calidad, se genera en la producción primaria es decir en la finca y se transfiere a otras fases de la cadena alimentaria como el procesamiento, el empaque, el transporte y aún la preparación del producto. El suministro de alimentos inocuos fortalece las economías nacionales, el comercio y el turismo, contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional, y sirve de fundamento para el desarrollo sostenible. La urbanización y los cambios en los hábitos de consumo, en particular los viajes, han multiplicado el número de personas que compran y comen alimentos preparados en lugares públicos. Dado que la globalización ha potenciado la demanda de una mayor variedad de alimentos, la cadena alimentaria mundial es cada vez más larga y compleja. Ante el crecimiento de la población mundial, la intensificación e industrialización de la agricultura y la producción ganadera para satisfacer la creciente demanda de alimentos plantean a la vez oportunidades y dificultades para la inocuidad de los alimentos. Se prevé que el cambio climático también incidirá en la inocuidad de los alimentos. Estas dificultades suponen una mayor responsabilidad para los productores y distribuidores de alimentos en lo que atañe a la inocuidad de los alimentos. Los incidentes locales pueden transformarse rápidamente en emergencias internacionales debido a la rapidez y el alcance de la distribución de los productos. En los últimos diez años se han registrado brotes de enfermedades graves transmitidas por los alimentos en todos los continentes, a menudo amplificados por la globalización del comercio.