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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
COORDINACIÓN DE INVESTIGACIÒN, EXTENSIÓN Y POSTGRADO
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN AVANZADA
EN SEGURIDAD CIUDADANA
CEFO ARAGUA

ENSAYO

Autor: Isaac LUGO


C.I. V-11.764.109

Facilitadora: MSc. Damelis CASTRO.


Asignatura: Perspectiva Empírica en el Estudio
de la Violencia y el Delito.
Ambiente: 1
Proceso: I-2019

Maracay, Octubre 2020


UNIDAD 1
MEDICION DE LA DELINCUENCIA
1.1 El contexto comunitario como fuentes de información sobre la
delincuencia. La observación en los espacios comunitarios como técnica
para la obtención de datos.
1.2 Estadísticas oficiales. Proceso de construcción. El dato recolectado por
las y los funcionarios en su actividad laboral como insumo para la
construcción de estadísticas oficiales.

En Venezuela, el fenómeno de la criminalidad, es uno de los hechos


sociales más inquietantes de la sociedad contemporánea debido a su
impacto en la ciudadanía y al aumento registrado en los últimos años. Tal
situación ha sido hábilmente utilizada intencionalmente por ciertos sectores
políticos para debilitar el Estado de Derecho contemplado en la Carta Magna
a través de una propaganda estratégicamente dirigida por los medios de
comunicación. Así, se han ido configurando identidades sociales
fragmentadas y una marcada polarización cuya consecuencia directa es la
violencia y el conflicto.

Las tasas y delitos violentos en Venezuela vienen aumentando


sostenidamente desde la década de 1990. Actualmente en Venezuela el
Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interior Justicia y Paz
(MPPRIJP), cuenta con tres fuentes oficiales para el registro de homicidios a
nivel nacional: la estadística delictiva, llevada por el Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), la
estadísticas de fallecidos por muertes violentas y por determinar llevadas por
el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (SENAMECF) y la
estadística de salud llevada por el Ministerio del Poder Popular para la Salud
(MPPS).

La medición del delito es importante porque permite afirmar teorías


criminológicas, el estudio correlativo del delito, el conocimiento de las
víctimas y el diseño de la política criminal. La cuestión que se plantea es cuál
de los instrumentos utilizados para la medición del delito, las estadísticas
oficiales, las encuestas de victimas y los estudios de expedientes, es el más
adecuado para conocer las tasas de criminalidad y la evolución de la
delincuencia en nuestro país. Dentro de las estadísticas oficiales, las que
mejores datos ofrecen sobre los delitos cometidos son las estadísticas
policiales, publicadas por el MPPRIJP, frente a la información que
proporcionan otras estadísticas oficiales, como las de la Fiscalía y las del
Poder Judicial, porque en ellas se recoge la primera información sobre la
comisión de los hechos delictivos y contienen menos desviaciones.

Las ventajas de la estadística policial u oficial de la delincuencia son las


siguientes: primera, representa una fuente oficial de la delincuencia; esto
significa que la cifra que reflejan estas estadísticas son las cifras “reales” o
declaradas como las reales de los hechos delictivos en una zona
determinada, estando su oficialidad caracterizada por ser un indicador
revestido de cierta confiabilidad por ser diseñado, registrado, filtrado y
publicado por los organismos gubernamentales. Segunda, la estadística
policial u oficial de la delincuencia se centra exclusivamente en el registro de
situaciones delictivas y no de hechos o conductas desviadas o
problemáticas. En otras palabras, las cifras que expresan las estadísticas
policiales son indicadores exclusivos de delincuencia y no de la incidencia de
otro tipo de conducta.

Sin embargo, es indudable que ciertos sectores a través de redes sociales y


medios de comunicación a nivel nacional e internacional, crean contra el país
venezolano un discurso permanente de víctimas y victimarios privilegiando
algunas muertes y otras no, lo que produce un descontento generalizado, el
cual genera miedo en la ciudadanía afectada progresivamente en la
percepción objetiva de su realidad social causada precisamente por una
atención focalizada en una serie de noticias que van creando una exagerada
sensación de inseguridad ante el que se han transformado radicalmente los
hábitos de vida, originando una ciudad llena de muros, rejas, alambrados,
circuitos eléctricos de alta tensión, equipos de video, servicios de vigilancia
para protegerse.

Asimismo, se obvian los esfuerzos del Estado, transmitiendo además la idea


que los venezolanos y venezolanas “somos violentos” y enviando
continuamente la propaganda mediática de una “guerra” a la comunidad
internacional entorpeciendo los procesos de pacificación social que se llevan
a cabo, a través del Gobierno Nacional y las instituciones encargadas de la
Seguridad Ciudadana dirigidas por el Gobierno Nacional. Enfrentar la fuerte
criminalidad es un desafío para las autoridades responsables de la seguridad
ciudadana en este momento político, económico, histórico, y social por lo que
es necesario implementar nuevas estrategias de acción gubernamental
sustentadas en programas ajustados a los lineamientos constitucionales que
puedan garantizar el respeto a los derechos humanos y la participación de
las comunidades, con la debida eficiencia.

Los diagnósticos realizados en estas áreas puede extraerse una valiosa


información para diseñar estratégicamente políticas públicas contentivas de
directrices enfocadas a fomentar la igualdad y la equidad social; además de
promover los mecanismos de resolución de conflictos basados en el diálogo,
la erradicación del odio, en palabras de Rodríguez Araque (2014) “esa
potenciación de la capacidad creadora de todo nuestro pueblo”, el
fortalecimiento de los valores en los niños, niñas y adolescentes en pro de
garantizarles una adecuada orientación durante su proceso de crecimiento,
teniendo como eje articulador una voluntad política y el compromiso de todas
las instituciones del Estado en la Prevención Social.

En el año 2019, la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), emitió


el informe Anual de Violencia 2019, donde informa que Venezuela cierra el
año con un estimado de al menos 16.506 fallecidos y una tasa de 60,3
muertes violentas por cada cien mil habitantes. El observatorio que realiza
cada año un informe sobre la situación de violencia junto a ocho de las
principales universidades del país, explico que pese a que los homicidios
bajaron por tercer año consecutivo. Venezuela continua siendo la nación
“más violenta” de América Latina. Los suicidios se han triplicado en los
últimos cuatro años, clasificando tres tipos de homicidios. De las 16.505
muertes hay 6.588 asesinatos cometidos por los delincuentes, en segundo
lugar hay 5.286 homicidios cometidos por los cuerpos de seguridad del
Estado y que son clasificados como muertes por resistirse a la autoridad y
por ultimo unas 4.632 muertes causadas por una intencionalidad
indeterminada o desconocida.

El informe también detalla las causas de las muertes violentas. En primer


lugar se debe a la destrucción de la actividad económica, el quiebre y cierre
de empresas y el empobrecimiento del país. La emigración masiva y la falta
de dinero. En vez de atacar a la gente los delincuentes prefieren otras
actividades más lucrativas como el tráfico de drogas, minerales y oro,
contrabando de combustible y la extorsión de las empresas. Por otra parte
los delincuentes venezolanos han emigrado a otros países. Igualmente
agrega que la inmensa letalidad policial se ha convertido en un factor
relevante en la reproducción de la violencia en el país, registrándose en 2019
un promedio de 14.5.

El Ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Néstor REVEROL, desestimó


estas cifras que catalogo como “falsas” y acuso a la OVV de apátrida y recibir
dinero para hacer “guerra” contra el Gobierno de Nicolás MADURO.
Asegurando que el país cerró el 2019 con tasa de homicidios de 21 casos
porcada cien mil habitantes, muy por debajo del promedio que informaron
previamente organizaciones no gubernamentales. Ha venido decreciendo la
tasa de homicidios (asesinatos) entre 2016 y 2019, paso de 56 a 21
crímenes por cada cien mil habitantes. Explico que la “incidencia delictiva del
año pasado” se redujo a un 36,2% en todos los indicadores de violencia y
criminalidad”. Estas estimaciones se obtienen a través de un “estudio
científico” en el que miden los 23 estados del país, y caracas, así como los
335 municipios que conforman estos territorios.

Desde el punto de vista de la Seguridad Ciudadana y como funcionario


policial, en el nivel de Gerente Estratégico, es necesario y fundamentalmente
urge implementar una reestructuración integral en cada una de las
Instituciones del Estado, incluyendo a mi CICPC, de inculcarles una nueva
Gerencia Social basados en los criterio de los Derechos Humanos, la Ética y
los Valores Socialistas, supervisando e instando directamente a los
subalternos a trabajar como Equipo, instruirlos en adecuar una buena
conducta praxis social-policial a modo de cambiar, mejorar y fortalecer tanto
la inclusión de la policía a la comunidad a través de la prevención social, la
atención rápida y oportuna a las víctimas, el buen trato al colectivo en todas
sus modalidades y de igual forma aplicar mucho más los conocimientos
técnicos científicos en la investigación de los casos a investigar, para
disminuir la impunidad ayudando al país a lograr un Desarrollo Social y una
sana administración de Justicia y Paz.

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