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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
MAESTRÍA SEGURIDAD CIUDADANA
EDO. GUÁRICO
(UNES)

PARÁMETROS DE ESTANDARIZACIÓN DE LOS PROCESOS DE


GESTIÓN POLICIAL

San Juan de los Morros, octubre de 2020


INTRODUCCIÓN

La estandarización como un proceso mediante el cual se realiza una actividad de


manera standard o previamente establecida. En este orden de ideas es cumplir con las
reglas establecidas de importante el cumplimiento de los procedimientos del
funcionamiento con el fin de que se obtengan los resultados esperados. En el caso de
la Policía Nacional Bolivariana se rige por los Tratados Internacionales en materia de
Derechos Humanos, Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Ley
Orgánica de Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana, Ley
del Estatuto de la Función Policial.
De esta manera, se implantan las normas claras y precisas de los métodos y formas
de ejecutar un proceso. Se busca la prevención de problemas y soluciones, aclarar
normas de actuación en nuestra institución policial. La participación de las agencias
públicas en estas decisiones es importante, por cuanto sus competencias, articuladas
con la provisión de servicios públicos, implican la atención y la asistencia
especializada a la población. Los funcionarios públicos, de acuerdo a su participación
en niveles altos, medios y bajos dentro de la escala burocrática, tendrían sus propias
competencias, desde planificación y diseño de políticas y planes de trabajo hasta la
ejecución operativa. La policía ha sido escogida como objeto de estudio en cuanto
representa una agencia que provee un servicio público orientado a la asistencia
permanente de la población en materia de seguridad.
Ademas, el modelo policial venezolano se ha desarrollado tanto en la Ley
Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana, como
en la Ley del Estatuto de la Función Policial, así como en Resoluciones Ministeriales
sobre pautas de organización y actuación policiales. En conjunto, estas normas
definen los criterios que para todo el territorio nacional orientan la estructura policial
y el desempeño óptimo de la prestación del servicio, ambos estrechamente vinculados
con la seguridad ciudadana. En este trabajo se indican y revisan diversas instancias
vinculadas al diseño de estándares y a los mecanismos de supervisión y control que
rigen el Sistema Integrado de Policía.
NORMATIVA, LINEAMIENTOS Y DIRECTRICES QUE REGULAN LA
GESTIÓN POLICIAL
Como parte de las medidas que ha adoptado el Consejo General de Policía (CGP)
y por ende el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz
(MPPIJP), para la reforma de los cuerpos policiales en Venezuela, se han consolidado
una serie de principios rectores para la actuación policial, entre los que destaca el uso
progresivo y diferenciado de la fuerza policial (UPDFP) como un estándar de
obligatorio cumplimiento por las funcionarias y los funcionarios policiales en el
marco de la garantía a los derechos humanos.
En ese sentido, en la denominada Baquía del CGP: Tu fuerza es mi medida
(adaptada a la resolución N° 39390 del 19 de marzo de 2009 del MPPIJP), se
establece que “En el nuevo modelo, la Policía lucha contra el delito apegada al estado
de derecho, el respeto a los derechos humanos y haciendo uso progresivo y
diferenciado de la fuerza policial cuando sea necesario, según los niveles de
resistencia de la ciudadana o el ciudadano y ajustados a los principios de legalidad.
Sus funcionarias y funcionarios utilizarán el arma de fuego sólo en circunstancias
extremas, como reacción al ejercicio de una fuerza letal para la defensa de la propia
persona o de los terceros, ante una agresión ilegítima y atendiendo a los principios de
necesidad, oportunidad y proporcionalidad”.
Ello en concordancia con el artículo 55 de la Constitución Nacional que establece
la protección que brinda el Estado a sus ciudadanos, y que afirma que “los cuerpos de
seguridad del Estado respetarán la dignidad y los derechos humanos de todas las
personas. El uso de armas o sustancias tóxicas por parte del funcionario policial y de
seguridad estará limitado por principios de necesidad, conveniencia, oportunidad y
proporcionalidad, conforme a la ley”.
Recordemos que entre las principales funciones que tienen las instituciones
policiales, y las funcionarias y los funcionarios encargados de cumplir y hacer
cumplir la ley, se encuentra el uso legítimo de la fuerza y de las armas de fuego,
razón por la cual el comportamiento ético de los policías resulta esencial para cumplir
de manera adecuada con su función, respetando los principios de legalidad,
necesidad, proporcionalidad y garantía de lesividad mínima y no omitir su rol de
asistencia cuando sea necesaria.
Para su regulación, el artículo 68 de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del
Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana sostiene que el uso de la fuerza por parte de
los cuerpos de policía estará orientado por el principio de afirmación de la vida como
valor supremo constitucional y legal, la adopción de escalas progresivas para el uso
de la fuerza en función del nivel de resistencia y oposición de la ciudadana o el
ciudadano, los procedimientos de seguimiento y supervisión de su uso, entrenamiento
policial permanente y difusión de instructivos entre la comunidad, a fin de facilitar la
contraloría social en esta materia.
El traspaso en el uso de la fuerza mortal sólo estará justificado para la defensa de
la vida del policía o de una tercera o un tercero y cuando efectivamente se demuestre
que no hay posibilidad de usar medios menos letales que la fuerza o el arma, de
acuerdo a los principios señalados anteriormente. Todo ello en concordancia con los
principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por las
funcionarias y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, adoptados por el
8º congreso de las Naciones Unidas Sobre la Prevención del Delito y del Tratamiento
del Delincuente (1991), lo que nos convierte en un país garante de los preceptos
legales internacionales establecidos para la regulación de los cuerpos policiales.
Los procedimientos policiales deben estar orientados por protocolos de actuación
que garanticen la adecuación al mandato constitucional y legal de sus actuaciones,
especialmente porque la experiencia indica que las actuaciones de los cuerpos de
policía no son del todo satisfactorias en el propósito de garantizar el ejercicio de los
derechos y deberes de los ciudadanos y ciudadanas, lo cual les aleja de la “verdadera
misión de las policías” (Cathalá, 1975).
A este respecto, Gabaldón y Birkbeck (2003: 122) han sugerido que las normas
que definen situaciones para las cuales está indicada la intervención policial son
amplias e imprecisas, sin que haya instrucciones operacionales que faciliten el
seguimiento y control efecto de dicha intervención, que no tienen que ver,
necesariamente, con el uso de la fuerza física Con el propósito de garantizar justicia
para todos los ciudadanos y ciudadanas de la nación se hace necesario que los
funcionarios y funcionarias de los diferentes cuerpos de policía en su ámbito político
territorial cuenten con protocolos que unifiquen las actuaciones policiales ordinarias y
extraordinarias

ALCANCES E IMPACTO DE LOS MECANISMOS DE ASISTENCIA


TÉCNICA EN LA GESTIÓN POLICIAL
La incorporación del modelo policial originado en el diagnóstico sobre la policía
venezolana y la consulta popular en la Ley del Servicio de Policía y Policía Nacional
debe ser saludada como un logro apreciable, considerando que ello contribuye a la
formulación de normas jurídicas adecuadas a la realidad del país. En este sentido
hemos logrado un avance en una materia que desde hace muchos años reclamaba
regulación. Aunque la ley tiene gran potencialidad para el desarrollo de la nueva
policía que queremos, también registra fallas importantes en cuanto a los principios
de participación, transparencia y corresponsabilidad.
La atención efectiva por parte de la policía, implica un proceso que pasa por una
revisión rápida para encuadrar la situación planteada por el ciudadano dentro de una
competencia del servicio. Ello indica que los funcionarios deben tener conocimiento
técnico sobre la definición de la necesidad para la cual se activa el servicio, siendo
importante que los funcionarios reconozcan los procedimientos apropiados para una
necesidad determinada, y que deben ser desplegados en el terreno. Se ha argumentado
que, en los cuerpos policiales, la comunidad es el cliente del servicio policial, en
términos de la reiteración de solicitudes comunes para la intervención (Mastrofski,
1995:377).
La concientización de los funcionarios policiales, como servidores públicos que
responden frente a necesidades sociales de la población, podría permitir una mejor
instrumentación de la agencia policial para efectuar actuaciones más eficientes, de
manera que los funcionarios comprendan el porqué de su actuación desde el enfoque
de la política social. Una investigación de este tipo, por otro lado, puede promover la
comprensión ciudadana de las decisiones policiales en concordancia con el propósito
de las políticas relacionadas con su desempeño.
El servicio policial es ofrecido por parte del Estado y en este sentido se ha
entendido que, de acuerdo con la distribución de competencias entre los funcionarios
públicos, corresponde a los cuerpos de policía ejecutar políticas públicas,
encuadrando su actuación ante las situaciones reales presentadas dentro de los
estándares previstos en el marco normativo. De este modo, la policía desarrolla
respuestas a través de los funcionarios que contribuyen a satisfacer la necesidad
social de protección expresada en los requerimientos de la población.

MODELOS Y TENDENCIAS EN LA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO


POLICIAL
Naturalmente, una primera dificultad que se presenta es que al hablar de
“desempeño policial” quizá no todos entiendan lo mismo. Al respecto, hay diversas
aproximaciones. Asimismo, existen distintos niveles de análisis, según demuestran
diversos investigadores. Pero el problema más decisivo en América Latina es que hay
pocos datos que permitan abordar el estudio del desempeño de la policía desde la
perspectiva que aquí se presenta, para generar políticas basadas en la evidencia.
Una línea de estudio vincula las “conductas indebidas”, la “mala conducta” y la
corrupción en la policía con un amplio espectro de prácticas o comportamientos que –
por la vía de los hechos u omisión– distorsionan o perjudican el buen desempeño
policial. La etiología del mal desempeño de la policía identifica factores individuales
y socioambientales, incluyendo el clima laboral y la cultura de la organización
(Tudela 2010: 74).
En esta perspectiva, la labor policial se aborda poniendo atención en los servicios a
los ciudadanos. Así, el desempeño policial se considera un factor clave y, al mismo
tiempo, una de las principales dimensiones que se deben observar son la calidad y la
eficacia. El desempeño policial involucra calidad y profesionalismo en el trato y
servicio a las personas. Vinculado con la vigilancia y el control social externo, tarde o
temprano, y al igual que cualquier servicio público, la policía y sus miembros deben
observar las normas de la sociedad y rendir cuenta por/de ello. En otras palabras, en
tanto individuos y organización, la policía debe exponerse al juicio sobre su
desempeño y profesionalismo, reconociendo su capital social y legitimidad.
El Estado venezolano en su deber de regular y coordinar la actuación del Cuerpo
de Policía Nacional Bolivariana y demás cuerpos de policía estadales y municipales, a
fin de garantizar la seguridad de las personas y sus bienes, en todos los ámbitos
político territoriales; resolvió en la Resolución n.º 031, publicada en la G.O. n.º
40.091 del 16/01/2013, dictar las Normas sobre la Evaluación del Desempeño de los
Funcionarios y Funcionarias Policiales, con el objeto de reglamentar un régimen de
evaluación único sobre el desempeño de los funcionarios policiales de todos los
cuerpos de policía del país, de conformidad con lo establecido en la Ley Orgánica del
Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana y en la Ley del
Estatuto de la Función Policial (ambas publicadas en G.O. n.º 5.940 Extraordinario,
del 07/12/2009), en sus artículos 60 y 32, respectivamente.
Artículo 32. Del desempeño policial y sus indicadores. El desempeño de los
funcionarios y funcionarias policiales se evaluará de manera individual y en equipos
de trabajo, a través de un sistema fundamentado en criterios de eficacia y eficiencia.
La Oficina de Control de Actuación Policial implementará, como parte del protocolo
de supervisión continua e intervención temprana, y de conformidad con los
indicadores que establezcan los reglamentos y resoluciones de esta Ley, un sistema
que permita registrar el seguimiento de las actividades de los funcionarios y
funcionarias policiales y los informes de supervisión correspondiente, a fin de
incorporarlo en el historial personal y un sistema de puntaje que permita calibrar los
logros y avances de cada funcionario o funcionaria policial en su carrera de una
forma objetiva, imparcial e integral.”
La evaluación del desempeño policial (EDP), será de carácter global y continuo,
en miras a enriquecer progresivamente la actuación de los funcionarios policiales,
mediante procesos tendentes a conocer, medir y analizar sus condiciones éticas,
profesionales, técnicas, físicas y psicológicas, que permitan certificar que cada uno de
éstos cuente con la suficiente moral, aptitudes y competencias requeridas para el
ejercicio de las atribuciones y responsabilidades correspondientes a cada nivel
jerárquico y rango policial.
Dicho esto, tenemos entonces que para llevar a cabo la EDP, se tomarán en cuenta
(individual y grupalmente), los siguientes aspectos: el uso de la fuerza, uso efectivo
del arma de fuego, incidentes con contacto físico y los derechos humanos; la
ejecución de las funciones de policía (calidad del servicio, prevención de delitos,
resolución de conflictos mediante diálogo, mediación y conciliación); la calidad en la
prestación del servicio (celeridad, información veraz, igualdad, imparcialidad, no
discriminación); las percepciones ciudadanas sobre el servicio policial; obligaciones
laborales (puntualidad en el cumplimiento del horario, la ejecución de las
instrucciones de los supervisores, vestimenta, cuidado y mantenimiento de equipos,
reporte de conductas irregulares); y cualquier otra que establezca el Ministerio del
Poder Popular con competencia en materia de Seguridad Ciudadana, en su carácter de
Órgano Rector en materia del servicio de policía.
Por consiguiente, la EDP se concretará a través de un sistema de puntaje que, con
una escala de uno (1) a veinte (20) puntos, permitirá calificar los logros y avances de
cada funcionario policial en su carrera de forma imparcial e integral, siendo que dicho
procedimiento abarcará, además, las siguientes áreas:
 Pruebas Anuales de Evaluación: tendrán por objetivo evaluar integralmente
las condiciones físicas y mentales, competencias, habilidades y destrezas,
teóricas y prácticas de los funcionarios policiales, requeridas para ejercer
apropiadamente su correspondiente rango policial.
 Supervisión Continua: permitirá determinar y valorar la actuación de los
funcionarios tanto individual, como en equipos de trabajo, midiéndose su
aptitud moral, comportamiento e inclinación al cumplimiento de las normas
sobre actuación policial.
 Formación Continua y Reentrenamiento: tiene por objeto examinar
anualmente la asistencia o aprobación de los programas de formación
continua y reentrenamiento de carácter obligatorio.
Ahora bien, de conformidad a lo previsto en esta normativa, el Director de la
Oficina de Recursos Humanos de los cuerpos de policía, organizará y realizará los
procedimientos de la EDP a través de un Equipo Técnico de Procesos de Evaluación
del Desempeño, de carácter imparcial, pudiendo el Órgano Rector y los Directores de
los cuerpos de policía ejercer supervisión, evaluación y control sobre dichas
evaluaciones.
Se destaca, que las pruebas de los procesos de EDP, sólo podrán ser realizadas
válidamente por profesionales debidamente acreditados por el Órgano Rector en
coordinación con la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES),
quienes promoverán la preparación de un listado nacional de personal acreditado, del
cual, el Director del Cuerpo de Policía correspondiente, procederá a seleccionar a los
profesionales responsables de intervenir en los procesos de evaluación. (Dicho listado
deberá ser publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela,
indicándose que la acreditación tendrá una duración de dos (2) años contados a partir
de su publicación). Por su parte, los profesionales que deseen contar con la referida
acreditación, deberán tener conocimientos y experiencia en el área de especialización
requerida para la aplicación de la prueba correspondiente y cumplir, como mínimo,
con los siguientes requisitos:
 Título de licenciatura universitaria profesional, nacional o revalidado, o su
equivalente. (En caso de no poseer título universitario en el área de evaluación
correspondiente, presentar el título de técnico superior universitario o la
acreditación equivalente).
 Experiencia mínima de tres (3) años de ejercicio o docencia en el área de
evaluación respectiva.
 Tener buena conducta, moralidad y no poseer antecedentes penales.
 No haber sido destituido de un órgano o ente del Estado.
 Haber aprobado los cursos de formación establecidos al efecto.
CONCLUSIÓN

La estructura de la institución policial y su gestión históricamente ha sido poco


efectiva en las respuestas para reducción del delito. En parte, por la heterogeneidad,
variabilidad y complejidad de las actividades que realizan las y los funcionarios
policiales y en parte, por la manera que se ha concebido y ejercido el control de la
cadena de mando y la toma de decisiones; las cuales en ocasiones tergiversan o
deforman muchos de sus procesos de gestión. Por esta razón, se hace necesario contar
con espacios de formación que permitan el estudio y evaluación de los procesos
administrativos y operativos de los cuerpos de policía, con el propósito de formular
propuestas orientadas a la construcción de modelos y estrategias actualizadas,
aplicables a la gestión policial.
Asimismo, la imagen de la Policía está relacionada directamente con el tema del
desempeño, lo cual se asocia con la brecha que se produce entre el aumento de la
delincuencia y la capacidad policial para enfrentarla. Entre más grande es esta brecha,
en términos de resultados (lo cual se resume en el número de detenidos), mayor es la
aprehensión y reserva ciudadana hacia la Policía y su capacidad institucional. El
propósito primordial de la evaluación del desempeño policial, está enfocado en
mejorar y fortalecer el servicio policial en todo el país, especificando cuáles son los
procesos de evaluación a ser aplicados a fin de verificar que tal servicio se esté
brindando de manera efectiva y eficaz, garantizándose a los funcionarios que, en el
desarrollo de todas las pruebas, se respetarán sus derechos y deberes, así como la
igualdad y equidad de género, en aras de favorecer el aumento de personal femenino
en los cuerpos de policía.
Ara finalizar, en Venezuela es necesario que se asuma la seguridad como una
prioridad, ya que el importante papel que desempeña el cuerpo policial, se basa en la
prevención del delito, en la solución de los problemas de la comunidad y convivencia
ciudadana. En este sentido, la institución policial debería ser un cuerpo profesional
apto para desarrollar iniciativas de prevención, control e investigación regida por
normas.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Cathalá (1975) Policía, mito e realidades. Tradução de João Milanez de Cunha Lima.
Editora Mestre Jou, São Paulo.

Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial


N.5.453, de fecha 24.03.2000. Caracas.

Gabaldón y Birkbeck (2003) La policía en Venezuela: normativa y percepciones


sobre el uso de la fuerza física, en Luis Gerardo Gabaldón y Chistopher Birkbeck
(editores) Policía y fuerza física en perspectiva intercultural. Caracas. Ministerio
de Ciencia y Tecnología.

Mastrosfki (1995). “The police”. En Sheley, Joseph (editor). Criminology. Belmont.


Wadsworth.

Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana y
en la Ley del Estatuto de la Función Policial (ambas publicadas en G.O. n.º 5.940
Extraordinario, del 07/12/2009),

Tudela (2010). Cultura policial y control interno. Revista Estudios Policiales, Nº 7:


74-107. Recuperado el 20 de febrero del 2012 de:
http://www.asepol.cl/spa/areaExtension/internas/pdf/numero_7/07tudela.pdf.

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