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HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS


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fi• if Ath iar,i Cüi i A~l(> Prnff:sXtra Adjunta.
A! fl ~ h í'-\ M{ I~I_l H P,·\ lfesor Adjunto.
A· i ~ ( :1,..,u~,i\. r.1i.lr-.rr ottso J-eft:. ele Trabajos Pr·ácfü::.}~
/\.~·~:- M~ t.fü•~·ct htlffHUi Auxiliar de 1'\
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Arq. Adtfama COJ ti\'lO.

A~ ,1~:1t.ff, y u;,:J~l,cfi'inación: BeatJ·iz PAI\U'IN~ ¡;. t-.,.


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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO N º 1

PRESENTACIÓN

Damos inicio con este Cuaderno Nº 1 a una serie que pretende constituirse en un
aporte del equipo docente de Historia II al estudio de la asignatura, poniendo al alcance de los
alumnos ciertos textos de gran interés que, por distintas razones, resultan de difícil acceso; la
mayor parte de los artículos que recopilará esta serie de cuadernos temáticos tuvieron notoria
trascendencia al momento de ser publicados y se encuentran en revistas o libros que hoy se
hallan agotados o de los que no existen ejemplares en la biblioteca de la FADU.
De ninguna manera esta serie intenta sustituir a la bibliografía básica consignada en el
programa de la asignatura, cuya lectura resulta imprescindible para el abordaje de los
contenidos de la materia; los objetivos son, más bien, completar el tratamiento de los temas,
sumando a dicha bibliografía básica otras lecturas que la complementan desde enfoques
particulares, profundizar ciertos temas puntuales que se consideran necesarios y/o presentar
las elaboraciones teóricas de los propios haoedores de la arquitectura y la urbanística. El
hecho de que cada Cuaderno se centre en un tema específico del programa aporta
positivamente en este sentido.
Deseamos poner de manifiesto el agradecimiento del equipo docente a la estudiante
Beatriz Pampinella que realiza la compaginación de estos Cuadernos como parte de su
pasantía en la cátedra y sin cuyo cuidadoso y atento trabajo de armado este proyecto de
publicaciones internas no hubiese sido posible.

Este Cuaderno Nº 1 dedicado a las corrientes de la urbanística del siglo XX (tópico


incluido en las Unidades Temáticas II y 111 del programa) se compone con material de muy
diverso origen.
El artículo de María Elena Foglia (Summarios Nº 53/1981 ), tiene el gran valor de
recorrer la secuencia completa de la cronología que abarca la asignatura, puntualizando
aspectos relevantes de las distintas corrientes del pensamiento urbanístico que se van
desarrollando desde finales del S. XIX hasta la década de 1970, pero en un plano de
permanente contrastación de los modelos teóricos con "la realidad urbana", encarando la
crítica a los mismos desde esta rica perspectiva.
Del libro de Roberto Segre (Arquítectur:a y urbanismo modernos) tal vez en razón de
su proveniencia editorial, existen muy pocos ejemplares en bibliotecas locales; en los dos
capítulos seleccionados Segre trabaja las distintas líneas de acción que se verifican en la
urbanística europea en los períodos posteriores a las dos guerras mundiales. Lo hace desde
una postura de fuerte compromiso ideológico a la vez que confrontando con gran claridad
cuestiones fundamentales para la comprensión de esas diferentes líneas, lo que, sumado a
su carácter sintético y abarcativo, convierte a esos textos en material de gran valor didáctico.
El trabajo de Evans y $chiller (Summarios Nº 37/1979) del que se presentan aquí
algunos fragmentos, nos permitió recomponer un panorama sintético de la valiosa
experiencia inglesa de las new towns recortando las características distintivas de las diversas
etapas del proceso, con elección de los ejemplos más elocuentes y ajustando la información
a las necesidades, de acuerdo a los contenidos programáticos.
El artículo de lgnasí de Solá Morales (Arquitectura Viva Nº 35/1994) se eligió con la
pretensión de hacer más claro el sentido de la inclusión de estas temáticas en el programa de
la materia; resulta además de gran valor su aguda visualización acerca del heterogéneo
panorama que se plantea en la relación arquitectura-ciudad a posteriori de los años '60.
A modo de apéndice, los ya clásicos escritos de Alison y Peter Smithson así como
las conclusiones de la legendaria "Carta de Atenas", pretenden acercar al estudiante a los
fundamentos conceptuales de las principales corrientes y al tono comprometido que
asumieron los manifiestos originales producidos en momentos cruciales del debate
urbanístico en este siglo.

Adriana COLLADO.

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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICi\ DEL SIGLO XX - CUi\DERNILL0 BIBLI06Ri\FIC0 N º 1

FOGLIA, María Elena, La otra vertiente:


la realidad urbana versus las teorías urbanísticas.
En Summarios Nº 53, marzo 1981. Pág. 1

SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo


modernos, La Habana, 1988.
Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas". Pág. 16

SCHILLER, Silvia de y EVANS, J ohn Martín,


New towns en el tiempo. Nuevos asentamientos en
Gran Bretaña. En Summarios Nº 37, noviembre 1979. Pág. 56

SOLÁ MORALES, Ignasi de, Territorio construido:


la ciudad desde la arquitectura.
En Arquitectura Viva Nº 35, marzo/abril, 1994. Pág. 63

APÉNDICE

SMITHSON, Alison y Peter, "Cluster City" y


"Movilidad. Sistemas viales ". En Cuadernos Summa-
Nueva Visión, Nº 24/25, Buenos Aires, mayo 1969. Pág. 70

CARTA DE ATENAS. En La arquitectura del S. XX.,


Madrid, Alberto Corazón ed., 1974. Pág. 73

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CATEDRA: HISTORIA 11 • URB.4.NISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBUOGRAFICO N ° 1

LA OTRA VERTIENTE:
LA R EALIDAD URBANA VEflSUS LAS TEORÍAS URBANÍSTICAS
MARÍA ELENA FOGLIA

Las teorias urbanísticas, como roda conceprual1zación de a partir de la década del 50, el análisis de esa realidad rea li-
un tema que tiene una matena/1zación concreta -el am- zado a la luz de diversas disciplinas complementa rias y
biente urbano- llevan implicira la formulación de un mo- competitivas de las ideas urbanísticas originales generará
delo. pero tal modelo tiene dos instancias: una puramente un modelo conceptual diferente al rac ionalista. sin que esa
conceptual -integración abstracta de los componentes situación, sin embargo, concrete un nuevo modelo formal
en un concepto de organización urbana-. a /a vez explica- con el suficiente peso como para reemplazar al anterior en
tivo y descnpt1vo del hecho analizado. y en consecuencia las rea lizaciones concretas.
también instrumento para la acción, y otra formal o morfo-
lógica. es decir. la matenalización final a la que se arribará No obstante, aquella realidad y el nuevo modelo concep·
en la realidad. Esta última instancia o modelo formal tual han socavado la estructura misma de la teoría hasta
corresponde al acto del diseño urbano hacer necesario su replanteo total y la búsqueda de mode-
los formales alternativos, tal como parece evidenciarse en
Et presente articulo pretende llamar la atención sobre una el proceso que lleva a esta década del 80.
evolución en la cual, a lo largo de los ochenta años que el Para clarificar los posibles caminos por seguir a partir del
término urbanismo lleva de acuñado, ha ido modificándose reconocimiento de las fale,-,c1as indicadas, veamos cuál
el modelo conceptual sin que ese cambio fuera debida- ha sido, en detalle, la evolución que nos lleva a la situación
mente acompañado por la instancia. formal. lo que ha lleva- actual
do al enfrentamiento entre la vertiente teórica del urbams-
mo y la realidad del hecho urbano al que el mismo urbams·
mo pretende guiar.

De a qui que. abierta ta década del 80. el diseño urbano. ese


rnstrumento mediante el que se materializa en la realidad
urbana el modelo formal al que se aspira, se encuentre.
una vez más. en el punlo de replantearse cuáles deben ser
la teoría y el modelo que conformen la ciudad.

Introducción
En los treinta primeros años del presente siglo, mientras el
mundo habia vivido su primera gran guerra y se encamina-
ba aceleradamente hacia la segunda guerra mundial, en
medio de la reconstrucción de entreguerras estaban sen-
tándose las bases de un nuevo hábitat donde los males de
la ciudad industrial pudieran ser evitados y las demandas
Bruno Taul, d1bu¡o
hab1tac1onales satisfechas para el conjunto de la población
urbana.

Las teorías sobre la ciudad que habían sido elaboradas en


el transcurso del siglo XIX, y sus cristalizaciones de co-
m ienzos del siglo XX. 1ba,1 a ser sistematizadas y estructu-
radas en un modelo, conceptual y formal, que orientaría la
acción urbanística prácticamente hasta nuestros días, no
solamente en los países que le dieron origen sino en todo el
mundo, alcanzando el mismo nivel internacional que ca-
racterizó a la denominada arquitectura moderna. El Ra-
i\ ¡,.J.I
,¡.
cionalismo fue el encargado no solo de imponer un nuevo
estilo arquitectónico sino también un modelo urbano al que ! :1
aspiraron, en mayor o menor grado, los planificadores de
todas las ciudades del mundo. Esta fue la vertiente en la
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. I' ,• '

que urbanistas y arquitectos abrevaron durante más de


med:o siglo.
1 1

Frente a esta vertiente. a diferencia de lo que ocurre en el


campo arquitectónico. no aparecen otros modelos urba- •1 ..:., 1 ,:,"
nos suficientemente diferenciados que permitieran la ~-~°«l t"

confrontación de ideas: solo la rea lidad del hecho urbano -~ j1~:.-:


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cuya diriámica y complejidad será impactada negativa-
mente por la sobreimposición del modelo racionalista. Asi,

2
Anlon,o SanJElla.
me1ropol1s dPI !u;•HO

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FOGLIA, María Elena, La orra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N" 53, Marzo, 1981.

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CATEDRA: HISTORIA 11 - URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO N ° 1

Las teorias urbanísticas "modernas": un modelo común estudiar separadamente las distintas teorías que estaban
gestándose -Racionalismo y Constructiv1smo, las
En la década· del 20 están en danza en el ambiente euro- corrienles del Racionalismo alemá;i y Le Corbus1er, etcé-
peo un conjunto de teorías urbanísticas aparentemente tera - no es menos cierto que el estrecho intercambio de
contrapuestas. hombres y de ideas que caracteriza el momento va a
concluir, por una parte, en la unificación de los distintos
Las Nuevas Ciudades inglesas han iniciado su rico e influ- aspectos en un solo modelo pragmático -el de los
yente ciclo cuya raíz conceptual se apo,:a tanto en su tra- CIAM- y por otra, en la humilde aceptación por parte de
dición utópica derivada de Owen y Howard como en el los arquitectos rac ionalistas de que la teoría y la forma del
pragmatismo de sus abundantes regulaciones normativas: modelo urbano que ellos estaban concibiendo solo podía
Y su raíz forma l apoyada en la t1adición paisajística del ser alcanzada totalmente en la nueva sociedad estableci-
"Jardín inglés" de Paxlon 1/8 a enriquecerse con el sólido da en la A.usía Soviética. a la cual ellos mismos estaban
aporte de los estudios urbanos de Sitte generando un mo- ayudando a fo rjar, arquitectónica y urbanisticamente.
delo de hábitat en apariencia libre y natural. Desde Unwín
en más, su propia evolución y la propagación de sus con- " Los conceptos elementales de la planificación urbanísti-
ceptos dará lugar a la aparición -antes de que concluya ca moderna que se han afirmado en la Europa occidental
la década- de Radburn en New Jersey, origen de la pos- en los últimos años. y que están afirmándose todavía,
terior real izac ión de las Greenbell estadounidenses. consti tuyen también en Rusia el alfabeto de la planifica-
ción. La neta separación de la industria y de los barrios re-
Mientras este modelo de morfología pseudonatural va evo- s1denc1ales, la organización más racional del tránsito, la
lucionando, el continente europeo está generando su pro- sistematización de los espacios verdes, también allí, cons-
pia teoría. Racionalismo, Expresionismo, Futurismo y tituyen los supuestos de una sana planificación. La edifica-
Constructivismo se plantean, paralelamente, su propia ción por bloques, cerrada por todos los lados, es sustituida
imagen urbana. Sin embargo, aquella arquitectura moder- por la edificación en hilera", escribía Mayen 19312. La di-
na tan rica en sus manifestaciones formales y su lenguaje ferencia fundamental estriba en que allí, léi base económi·
expresivo en pugna durante la década, dará lugar solo a ca planificada y la propiedad pública del suelo permiten
un modelo de hábitat urbano: el que hoy denominamos efectivamente que las densidades y distribución de activi-
modelo rac ionalista. ¿Qué ocurrió? dades no vengan dadas por la competencia por los valores
del suelo y sea posible materializar el modeio teórico-
El Expresionismo y el Futurismo, preocupados fundamen- formal. _.
lalmente por la formulación expresiva de su arquitectura,
establecerán solamente una imagen poética de la ciudad. Taut, Meyer y Ma-y -entre otros- informaron a Alemania
Hubo en ella una aceptación pragmática implícita de la he- y al mundo, cómo las condiciones estaban dadas en Rusia
terogeneidad de formas y de la necesidad de altas densi- 3
dades. En este sentido sus numerosos dibujos consli,-
tuirían lo que Banham calificó -específicamente para el
caso de Sant'Elía con su verticalidad y sus redes de circu-
lación de nivt:Jles múltiples- como una imagen pionera de
hechos posteriores. En la vertiente de la realidad de cons-
truir la ciudad, "la presión creciente de la mecanización
hizo que el m undo pareciera más y más futurísta, y a medi-
da que los hombres sentían esa creciente presión, en-
contraban a mano ideas futuristas para canalizar sus íde·
as y dar forma a su expresión" 1. Pero la formulac1ón•del
modelo urbano de estas corrientes no pasó de ser esa
imagen poética entrevista en perspectivas parciales, sin
una indicación c011creta de la organización específica del
conjunto urbano ni una leoría eslructurada de la misma.
En consecuencia no pudo ser el "modelo de aplicación"
que los urbanistas eslaban esperando para su interven-
ción sobre la c iudad. Solo la rea lidad misma fue parodián-
dola, m ientras racionalistas y constructiv1stas formulaban ,
detalladamente, el modelo formal y la teoría que estaban
buscando
En electo, durante la década del 30 ambas comen tes van
a confluir en una sola posición frente a la necesidad de
planificar el hecho urbano. Y decimos ambas corrientes
porque s1 bien en términos hístórico-analíl1cos es posible '11111,
3 0

Plano de óa'r~o.de
la ciudad de
Svceqlovs,

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FOGLIA, Maria Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios Nº 53, Marzo, 1981.

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Ebenezer Howard .
pnnc,p,os de
crec,m,enlo de una para la materialización del modelo urbano racionalista y,
ciudad, 1898 - - DtACRAM - paulatinamente, cómo la necesidad -gran demanda y es-
ILLUSTRATINC CORRCCT PRINCIP\.[ casos recursos- y el triunfo de una mentalidad conserva-
or A CITY's CROWTH- OPtH COU HTRY dora abolieron finalmente el intento. La polémica urbanis-
~VtR Ht .t. R AT HAND, .t.NO RAPIO tas/desurbanistas -que podría haber sido potencialmente
COMMUNICATION BCTWttN OTT·SHOO'TS. tan productiva para el pensamiento urbanístico- estruc-
turó, por último. en Rusia, un nuevo enfoque a nivel de or-
denamiento territorial, pero manteniendo el mismo con-
cepto de hábitat urbano que el originado en el Racionalis-
mo occidental. Sin embargo, a la luz del pensamiento ur-
banístico posterior, seria interesante profundizar en lo
ocurrido entonces en Rusia verificando si el rechazo a la
arquitectura moderna sustentado en la crítica a su mono-
tonía, su estandarización extrema y "su enojosa reitera-
ción de edificios siempre igualmente feos y siempre orien-
tados de igual modo, a distancias rigurosamente fijas, sin
tener en cuenta la forma del terreno"3 no significan un re-
al anticipo que podría 'hasta fundamentar la aceptación de
un Aldo Rossi frente a la arquitectura stalinista 4 .

Al margen de esta última consideración y como conse-


cuencia de la evolución descripta será el Racionalismo
quien termine estructurando el modelo conceptual y for-
5 mal de ciudad que se propagará por el mundo. Ese modelo
Abercrombie, Plan
del Gran Londres, es bien conocido: predominio del ve, de, discontinuidad del
1944 tejido edilicio, altas densidades, zonificación rigurosa de
funciones, jerarquización de vías. En síntesis, ruptura del
tejido urbano previo y sustitución del mismo por hileras o
torres aisladas, geométricamente caracterizadas sobre un
terreno abstracto.
Hasta aquí y según lo expuesto parecerían coexistir al final
de la década del 30 dos modelos urbanos diferentes: el de-
rivado de la corriente inglesa y el del Racionalismo conti-
nental. Pero, ¿son ambos modelos estructuralmente distin-
tos?

Porque, salvo la densidad y el geometrismo, la caracteri-


zación general previa del modelo racionalista parecería
poder aplicarse por igual al modelo New Town.
Sin embargo, desde el punto de vista conceptual hay una
diferencia de punto de arranque: en el caso inglés este se
centra en el énfasis asignado al ordenamiento territorial,
puesto que la New Town es el instrumento de descon-
cenJración de Londres tal como lo había planteado inicial-
mente Howard y lo desarrollara operativamente en la dé-
cada del 40 ·Abercrombie. Este enfoque, con sus raíces te-
óricas del siglo XIX y comienzos del XX ya mencionadas,
lleva a un planteo urbano de baja densidad y crecimiento
limitado con autosuficiencia de empleo; pero en sus de-
más aspectos tales como zonificación rigurosa, jerar-
quización vial, predominio del verde y organización resi-
dencial en unidades vecinales definidas cada una con su
propio centro de servicios, se asemeja notablemente al ra-
cionalista (lo cual, por otra parte, no podía ser de otra ma-
nera ya que es en si mismo raíz de la búsqueda teórica ra-
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Es desde el punto de vista del modelo formal desde el cual
surgirán, en apariencia, las mayores diferencias. ya que

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FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Swnmarios N" 53, Marzo, 1981.

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FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Swnmarios N" 53, Marzo, 1981.

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las densidades menores y la posibilidad de vivienda 1nd1v1- ~ - o la combinación de am.bos en distintas áreas.
dual de ellas derivada, y el manejo pintoresco del jardín
inglés. generan un paisaje pseudonatural que se opone co- "El modelo" conceptual y formal se ha consumado. Los
mo imagen a la rigidez geométrica de las propuestas ra- aspectos institucionales por considerar en la teoría - la
cionalistas. No obstante, ambos modelos coinciden en dos implementación del planeamiento- pueden ya disponer
hechos estructuralmente significativos: la ruptura del teji- del instrumento de intervención necesario para el ordena·
do continuo tradicional y la rura lizac1ón del paisa¡e. Así, mienlo urbano: el Plan Regulador que, en otros términos,
por ejemplo, cuando los planteos racionalistas no son, to- es el modelo a que se aspira, sobreimpuesto a las condi-
davía, de tan altas densidades como las preconizadas por ciones existentes y sustentado en el supuesto de que las
Le Corbusier, la comparación entre ellos -como puede necesidades fu turas de la población quedarán cubiertas
observarse en Harlow New Town o en la expansión de cuando se alcance el modelo acabado.
Amsterdam- evidencia las similitudes morfológicas
estructurales. Y resu lta, por esta semejanza estructural, Hemos procurado mostrar .la evolución de la teoría a tra-
una posibilidad de combinación entre tipos que, no por ca- vés de ejemplos concretos para evidenciar la base común
sualidad sino como evolución lógica de tal posibilidad, lle- del modelo morfológico aplicado por el urbanismo durante
ga a producir lo que algunos críticos consideran uno de los algo más que la primera mitad del siglo; de alli que sus
mejores ejemplos del urbanismo contemporáneo: Roe- fechas de real ización correspondan en algunos casos a la
hampton en Londres (1952/1959), en donde la rigurosidad segunda mitad, guerra mediante como veremos ense-
geométrica de la repetición de bloques racionalista co- guida.
existe de manera armoniosa con el naturalismo pintoresco Sin embargo y en definitivª-, los puntos de conlacto entre
inglés. No se trata en este caso de una nueva ciudad sino los dos modelos en apariencia diferentes siempre fueron
de un conjunto habitacional urbano: la diferencia concep- mayores que las distanc ias aparentes de sus manifesta-
tual se diluye y los modelos formales se funden en uno, y ciones formales, a tal punto que las propuestas de La Car-
por tratarse precisamente de un ejemplo de cierta calidad ta de Atenas -programa básico del modelo racionalista y
ambiental -:-Pese a la apariencia de muestrario tipológico punta de lanza de su vigorosa acción para la imposición de
de asociaciones espaciales enlre edificios que pudiese un modelo urbano internacional- abarcan tranquilamen-
surgir de la planta- puede constituirse en "el modelo" al te los componentes de la propuesta inglesa. Y esto ocurre
que se aspira para la renovación urbana. en 1933, aunque la versión pública - algo retocada según
André Gutton en su "Conversaciones sobre la Arquitectu-
A partir de ese modelo. según las necesidades de densida- ra" - fue lanzada por Le Corbusíer en 1943 y fuera esta
des del medio y la sensibilidad propia del planificador-dise- versión con especial énfasis en las altas densidades la que
ñador de turno, será posible el uso alternativo de la morfo- lendria una influencia decisiva en la "nueva ciudad del ur-
logía unificada o de sus posibles combinaciones: Raciona- banismo moderno"
lismo puro en las áreas centrales donde la disponibilidad
potencial de verde es menor (por razones económicas), ¿Qué pasa cuando el modelo comienza a ser impueslo a
New Town o modelo racional de baja densidad en la perite- través del Plan?
9

8 7/9
Amste rdam. zona Depar1amen10 de
SIOlermee< ,, 193• A1QuolecIura del
London Counly
Counc,I.
Urbanización Allon
Eslale. ·
Roehamo1on.
Londres. 1952/1959

5
FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Swnmarios N" 53, M arzo, 198l .

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"Utilizada como apoyo estructural de carácter esencial• impacto más negativo para la vida de la población. Sin em•
mente estático y con la pretensión de construir una armo• bargo, la imagen , dinámica y competitiva, puede resultar
nización que en gran parte era puramente estética, la ba• · magnifica porque, como diría Scully, "el desorden implica
se teórica de la nueva ciudad del urbanismo moderno dis- una cosa maravillosa que es el sentido de lo accidental; de
ta mucho de ser lo más adecuado para responderala lo que no se ha desarrollado según un plan determinado,
efervescente y demoledora realidad del fenómeno de ur· imaginado hace diez anos, y de lo cual puede surgir, por lo
banización" dirá Fernando de Terans tanto, algo insospechado hasta ahora"6. Y esa parece ser,
en última instancia, la imagen persistente en sus ciudada•
La vertiente teórica del urbanismo moderno y su modelo, nos -como veremos enseguida- de orgullosa pertenen-
comienzan a enfrentarse con la realidad urbana. Veamos cia a un medio urbano "progresista" que les permite identi-
ese enfrentamiento. ficarse con su lugar de vida va la cual no quieren renunciqr.
Cuando a partir de la segunda guerra se generaliza el uso
La otra vertiente: la realidad urbana de los planes como instrumento del ordenamiento urbano
La complejidad del organismo urbano que crece y cambia y la realización de numerosos asentamientos del nuevo
con su propia dinámica es la que, según la teoría de• modelo formal comienza a incidir en la conformación ur-
sarrollada previamente, debía ser controlada mediante el bana, el panorama cambia: las ciudades existentes pasan
modelo asumido. La segunda guerra mundial parece ser, a ser ordenadas mediante la morfología racionalista o el
sin embargo, la causante de una aplicación demorada del modelo fundido racionalismo/New Town y por los aspectos
modelo, lo que truncó quizá la posibilidad de afinarlo me• básicos del modelo conceptual común: zonificación estríe•
diante la experiencia de "la prueba y el error". ta de funciones y sistema vial jerarquizado.

Como consecuencia de la evolución precedentemente in· En el área central y las áreas internas históricamente defi·
dicada, antes de la segunda guerra mundial las interven- nidas se produce la destrucción del tejido previo y su sust1•
ciones planificadas en la estructura de las ciudades o la lución por la imagen de torres o barras aisladas; la calle
c reación de nuevas ciudades se limitan a hechos aislados con su sentido tradicional desaparece, y es sustituida por
en el primer caso, y a escasos ejemplos en el segundo. una red jerarquizada de peatonales y autopistas. En esta
Recién a partir de la reconstrucción de la segunda pos- elección del modelo formal pesa la contraposición eñtr_e la
guerra se implementarán en casi todo el mundo los me- .demanda espontánea de altas densidades, en la cual no
dios técnicos e institucionales -organismos oficiales me· deja de tener incidencia el valor especulativo del suelo
diante- que permitirán la imposición de planes urbanos o -pese a la ideología subyacente en el modelo corbusiera-
la c reación de New Towns con sentido de ordenamiento no original- ._y la necesidad de resolver simultáneamente
territorial en ciertos casos. los problemas de congestión del transporte y seguridad
vial derivados de aquella. La segregación entre peatón y
Hasta entonces, la ciudad tradicional - en Occidente- automóvil lleva a la desaparición del ámbito funcional y
continuará creciendo por propio impulso, con la incorpora• formal de la calle sin un reemplazo coherente del espacio
ción de algunos instrumentos reguladores de tipo normati- urbano que se destruye.
vo orientados a imponer condiciones elementales. de habi•
labilidad (ventilación, iluminación, etcétera) e interven· En realidad, el proceso de destrucción formal había co•
ciones planificadas parciales (grupos habitacionales, cier· menzado antes. Porque, como bien lo explica Scully, "la
tos equipamientos, redes de servicio, etcétera), sin un mo• mayoría de los planificadores, aunque tiendan a tildarse a
delo estructurador de conjunto. El libre juego de las fuer· sí mismos como si utilizaran métodos pragmáticos y anti·
zas económico-sociales modelarán su crecimiento. utópicos, en realidad, como casi todos los seres humanos,
trabajan dentro de una configuración preconcebida y sim-
En ese proceso, en las ciudades más desarrolladas del bólica, que presenta las preguntas que su espíritu quiere
mundo, con los mayores medios económicos y gran diná· formular. Y esa configuración simbólica, para la mayoría
mica poblacional, comenzarán a tomar forma en primer lu- de ellos, ha sido la Ville Radieuse"7. De allí que, aún antes
gar las imágenes futuristas. El rascacielos, las grandes de que la implementación del aparato institucional genera·
avenidas, los let(eros luminosos, generarán la imagen de lizara el uso de los planes, el proceso de destruccig_n_de la
la " gran c iudad" tanto para los ciudadanos de Nueva York calle hubiera comenzarlo mediante la acción individual,
como para los de Buenos Aires. parcela por parcela, de todos los arquitectos enrolados
en el MovimiP.nto Moderno, quieñes diseñaron .sus edifi-
El mercado del suelo y la lucha especulativa por su utiliza- cios como elementos aislados, cada uno un monumento
ción llevarán: finalmente, a la superconcentración de acti· gue nada liene que ver con la estructuración de la calle,
vidades en las áreas centrales y a la baja densidad en la ae9yados en la imagen corbuseríana:...
periferia, con su expansión suburbana sin límites y gran·
des costos para la extensión de los servicios. lncompatibi· La ruptura generada por la acción individual podía, sin em•
lidad entre actividades, polución, congestión y fa lta de ser- bargo, ser asimilada por el tejido en su conjunto. El proble-
vicios son algunos de los males derivados: "slums", con• ma se plantea cuando a través de los planes se supera el
ventillos, villas miseria, etcétera, son otros, quizás los de umbral de la sustitución por parcela que podía ser asimila•

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FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Sumrnarios Nº 53, Marzo, 1981.

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Fede•al Ce111e,
C111cago
Por otra parte. donde los planes reguladores se han aplic~-
do con continuidad y coh3rencia, ha podido verificarse co-
mo la dinámica de la realidad urba na superaba los limites
impuestos a su crecimiento y las pautas prefijadas de
comportamiento, invalidando la idea de poder alcanzar un
modelo acabado en sí mismo.

Frente a la problemática apuntada es extraño que no lle-


gara a ponerse en tela de juicio la necesidad m isma de ia
existencia de la planificación. Y s1 eso no ocurrió es por-
que -creemos- la evolución propia del hecho urbano, la
otra vertiente contrapuesta al pensamiento teórico. se en-
cargó de demostrar su necesidad.

En efecto, cuando la ciurlad se desarrolló sin plan los as-


pectos negativos del modelo formal - como ya dijéra-
mos- se reprodujeron igual por la acción individua: de los
do por el cuerpo urbano, y el tejido tradicional comienza a arquitectos imbuidos por la imagen urbana de los CIAM,
desaparecer en dimensiones cada vez mayores. suplanta· sin que se alcanzaran, sin embargo, los aspectos positivos
do par un modelo abstracto de formas de ordenamiento en materia de tránsito, polución y vivienda; que no pueden
"experimentadas en terreno v1rgen"B trasvasadas al pro- ser resueltos aisladamente sino a través de una acción de
pio corazón urbano y sus áreas más antiguas. Es entonces conjunto sustentada -unificadarnente- por el aparato
cuando empieza a perderse la identidad misma de la institucional tal como estaba indicado en el modelo con-
ciudad y en consecuencia su sentido social, su papel de ceptual. El explosivo c recimiento poblacional y·la posibili·
comunkación como objeto cultural colectivo en donde el dad de desborde de cualquier limite sobre el territorio cir•
ciudadano se reconoce como tal9- cundante. la función regional del centro urbano y el impac-
to que tci función ejerce sobre su región, los aspectos eco-
Por otra parte. la localización de las actividades más ren- nómicos y su incidencia sobre la estructura socio-
tables en el Area Central junto con la separación forzada 1nstitucional, el proceso de cuaternarización funcional, el
entre funciones. la idea del centro zonificado y de sub- crec:m1ento de la demanda de transporte y del parque
centros aislados para cada unidad vecinal, van limitando automotor. etcétera - hechos estos que van caracterizan-
la superposición funcional que constituía una de sus ca- do la evolución del org anismo urbano a lo largo del
racterísticas y alentando la segregación no solo funcional siglo-, son problemas que solo la planifica. •ón como ins-
sino también social que acompaña a cierto tipo de sub- trumento público puede prever y encauza, (-orno conse-
centros. Esta se acentúa por la expansión periférica apo- cuencia de ello no va a cuestionarse la nece(,idad de pla-
yada en el modelo de vivienda individual con predomi nio neam1en10 sino et modelo adoptado
del verde. y con las autopistas que contribuyen tanto a la
expansión de los suburbios como a la segregación en par- Y ese cuest1onamiento irá acentuándose desde mediados
tes inconexas del centro urbano. de la década del 50 en adelante, a medida que se eviden-
cien más claramente los resultados de la aplicación del
En definitiva, cuando la ciudad es planificada de acuerdo modelo y la respuesta de la población al uso del mismo, y
con el modelo aceptado sobreimpuesto globalmente. el re- a medida que, como parte .importante de la rea lidad urba-
sultado conlleva una serie de aspectos negativos: destruc- na, no solo el Urbanismo sino otras disciplinas investiguen
ción del tejido ambiental y social, pérdida de identidad con mayor profundidad los fenómenos que caracterizan al
consecuente, vaciamiento del centro. monotonía formal. hecho urbano. Esto dará lugar a la modificac ión del mode-
ruralización urbana y hasta -en ciertos casos- debilita- lo conceptual.
miento de un funcionamiento cómodo para el ciudadano
por la excesiva zonificación. No dejan de evidenciarse Cambios en el modelo conceptual e indefiniciones
ciertos aspectos positivos sin los cuales, evidentemen te. del modelo formal
la necesidad de planificación no podría haberse sustenta- Los fenómenos complejos que caracterizan la realidad ur-
do: cierto control de la congestión del tránsito y, a un nivel bana comenzaron a ser estudiados a la luz de diferentes
embrionario. de la polución ambiental y, fundamentalmen- disciplinas desde antes de comienzos del siglo Pero la es-
te. el sano control de las condiciones de habitabilidad con pecialización concreta de las teorías económicas y so-
la unánime condena del tugurio y la aceptación de la luz, el ciolóqicas destinadas a exolicar la ciudad a través de pro-
aire. y el verde. cedimientos melodológ1cos y estadisl1cos riyurosos ioa a
La funcionalidad. seguridad e nig1ene ae las d1st1ntas tipo- ir dando sus frutos paulatinamente. Así, desde las teorías
logías arquitectónicas se ha logrado. Pero, ¿es esto suli· iniciales de Von Thünen. Sombart y Hurd sobre la localiza-
ciente para justificar lo que se ha perdido en el conjunto ción de las actividades productivas. la base econórnica de
urbano? las ciudades y la importancia de la ;enta del suelo en la lo-

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FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N" 53, Marzo, 198 l.

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cal1zación de las actividades, hasta que tales teorías de· No son ajenos a esta evolución los cambios producidos
sembocasen en aplicacionet. que conciernen al ordena- -a nivel mundial- después de la segunda guerra en la
miento de las ciudades, debían pasar varias décadas y nu- institucionalización del planeamiento: la aceptación de la
merosos investigadores. Pero llegados a la década del 50 planificación económica como instrumento del Estado pa-
todo un nuevo arsenal de teorías está siendo considerado ra el desarrollo del paisl0 (superando las barreras ideológi-
por aquellas disciplinas: los modelos descriptivos y expli- cas de su utilización inicial en Rusia) y la acción educativa
cativos de la organización del espacio urbano con Bur- y publicitaria de los organismos internacionales para el de•
guess y Hoyt; la definición de las jerarquías urbanas por sarrollo, que van generando su propia escuela en materia
rango-tamaño con Reilly; la teoría del lugar central con de planeamiento orientada a la integración del plane-
Christaller y Lósch; la teoría de las densidades urbanas amiento económico y el físico-territorial.
con Stewart y Clark y el análisis de los flujos en el medio
urbano basado en la noción de interdependencia económi- Tampoco es ajena la propia evolución urbana que con su
ca con Leontief e lsard; teorías que permiten considerar a explosiva expansión y su complejo desarrollo socio-
la ciudad no solo como un hecho espacial sino económico económico parece ser la respuesta de nuestra sociedad
e indirectamente social hasta el punto de permitir la elabo- industrial (¿o pos1ndustrial?) al crecimento demográfico
ración de modelos para la organización del· espacio incontenible de la población mundial.
urbano-regional. Y aunque habrá que esperar hasta fines
de la década del 60 para que el enfoque sobre la compleji- El conjunto de aspectos apuntados es parte de la vertiente
dad urbana se complete incorporando la percepción del de la realidad del organismo urbano, que en su contraposi-
paisaje (Kirk, Lynch, etcétera) y el análisis sistémico ción con la teoría urbanística de la primera mitad del siglo
(Harris. Harvey, Forrester, etcétera) aplicados a la comu- va creando, poco a poco, los anticuerpos necesarios para
. nicación y la organización urbanas, (Meier, Claval, generar el nuevo modelo conceptual.
McLoughlin), ya las bases estaban dadas para entender El perfil del nuevo modelo se hace más complejo, acompa-
que el ordenamiento de la ciudad no es solamente un ñando a la complejidad de la realidad: la base pluridiscipli·
problema espacial y funcional siro q ue con él están afec- na ria, con las técnicas propias de cada disciplina como la
tándose mecanismos complejos y delicados de interac- única posibilidad de un análisis explicativo válido de la
c ión entre el hombre y su medio. problemática urbana; el reconocimien to de la dinámica ur-
La c iudad, hoy lo admitimos. es un sistema en el cual el bana, de sus cambios de estado implícitos y de la imposibi-
componente físico-espacial con su particular conforma- lidad de fijar límites rac ionales a su crecim iento; los cam-
ción constituye el ámbito de un desarrollo socio- bios cualitativos -cuaternarización. función metropolita-
económico de una población que para su subsistencia na de desarrollo, etcétera- . resultantes de ese creci-
crea un determinado sistema productivo, en correspon- miento; las interacciones económicas entre actividades y
dencia con una determinada organización social apoyada su incidencia consecuente en la localización de las mis-
e influida -P.n 11n sistema de múltiples interrelaciones - mas; el significado socioeconóm1co y psicológico que las
por pautas culturales, trasmitidas y trasmis1bles, que gene- áreas centrales y el tejido preexistente tienen para el
ran comportamientos y reacciones psicológico-sociales ciudadano, son algunos de los principales conceptos
diversas. constituyentes básicos del nuevo modelo.
El concepto de intervención también se modifica: los pla·
La modificación o mantenimiento del hábitat existente, en nes reguladores con su modelo acabado en si mismo ya
consecuencia, cobra un significado "conductista" (Hall, no tienen cabida. En su lugar aparece la idea de proceso.
Simon, etcétera), para el ciudadan<;>. y cuando las modifi- Proceso de planeamiento que implica la programación
caciones alcanzan un determinado límite. puede producir· continua de las intervenciones que van a operar en fun-
se la desemantización del medio y aparecer el extraña- ción de las modificaciones que vayan verificándose en la
miento del usuario ante él. Y eso.fue lo que ocurrió -y si- realidad urbana según el impacto de los proyectos con los
gue ocurriendo- con la sobreimposición del modelo _ra- que pretendan alcanzarse los grandes lineamientos de or-
cionalista (universalmente válido} a medios urbanos dife- denamiento fijados para el largo plazo. Planes de de-
rentes, con su diferente significado simbólico apoyado en sarrollo, planes directores y esquemas de ordenamiento
pautas de comportamiento derivadas de culturas diversas. pasan a ser los instrumentos de reemplazo de los planes
El resultado es el rechazo del usuario al modelo estableci- reguladores orientándose, según el caso, al desarrollo plu-
do. rechazo que será de un mayor o menor grado según ri d1sciplinano o a la esquemat1zación del ordenamiento fi·
las pautas culturales heredadas (un usuario inglés puede sico, de corto, mediano o largo plazo, dando lugar -cada
aceptar un hábita t urbano con predominio del verde más vez más- al concepto de adaptación al cambio.
fac1lmente que un parisiense, por ejemplo).
Por eso, cuando el rechazo comienza a producirse y el En ese nuevo modelo conceptual tampoco tiene cabida la
cuestionamiento del modelo cobra forma en la década del imposición de un modelo formal; por el contrario. aparece
50, se está en condiciones de constituir una nueva base como condición necesaria la participación del usuario en
teórica en la que tenga cabida el con¡un to de d1sc1pltnas la toma de decisiones sobre el tipo de organización por
mencionadas. proponer.

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FOGLIA, Maria Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios Nº 53, Marzo, 1981.

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En síntesis. pluridisciplinariedad, pioceso de planeamien- los resultados alcanzados en las realizaciones concretas.
to con su programación continua. imposibilidad y negativi- La reacción comenzará por el rechazo a la monotonía am-
dad de la detención del crecimiento, adaptación a cam- biental, el rescate del significado sociológico de la calle y
bios de estado y flexibilidad de organización, necesidad de el barrio y la idea del centro como corazón-motor de la
carácter e identidad y reconquista del significado del ciudad, y se producirá desde adentro de los CIAM - y tam-
centro, participación del usuario. El hecho urbano es vi- bién fuera de ellos- a partir del Noveno Congreso realiza-
sualizado como el habitáculo de la vida de la población do en Aix-en-Provence en 1953 donde se encargó de la
con su determinado significado económico, social y psico- preparación del Décimo CIAM al denominado Team 10. La
lógico. refutación a los conceptos de la Carta de Atenas que ese
equipo realizará en la Conferencia de Dubrovník en 1956
Mientras el nuevo modelo conc.eptual va tomando forma y originará la "debacle" de los CIAM y el surgimiento de una
la teoría construye paulatinamente su interpretación del nueva actitud en el diseño de la ciudad.
planeamiento como proceso para arribar a los conceptós
enunciados. ¿qué estaba ocurriendo con el modelo for- Los principales hitos del proceso pueden marcarse clara-
mal? mente: el concurso del Golden Lane por A. y P. Smilhson y
su evolución posterior del tema en el proyecto de Park Hill
Desde el mismo campo de la arquitectura y el urbanismo en Sheffield (1952·y 1953-1957 respectivamente) y en el
la sensibilización de los proyectistas a tos resultados obte- proyecto -también de los Smithson- para el Centro de
nidos con la aQlicación del modelo racionalista, el recono- Berlín (1960), y el esquema de Candilis. Josic y Woods pa-
cimiento de una realidad urbana cambiante y la concien- ra una ciudad de 100.000 habitanles en Toulouse-Le-Mirail
cia de una reacción desfavorable de los usuarios va a pro- (1962). Paralelamente y con no menos importancia, se da
ducir. también, su propia reacción. la evolución del modelo formal de las New Towns (quizá en
el ejemplo más coherente del mundo de un proceso de
"El tugurio material ha desaparecido: contemplemos el tu- planificación continuado y fecundo) y de un nuevo entoq,1e
gurio infiltrándose en el espiritu". dirá Van Eyck evaluando para el diseño de la ciudad que surge de una particular
apreciación de la problemática del tránsito urbano y sus
requerimientos de diseño, como veremos enseguida.
En E:I caso del Golden Lane los Smithson plantearon una
actitud de diseño que muestra su interés por el aspecto
social del hecho urbano: "Esle proyecto entrañaba, según
ellos, un concepto de comunidad que había de construir-
se con arreglo a diversos niveles de asociación, en un in-
tento de lograr la identidad... Los niveies de asociación
fueron descriptos como la Casa en relación con la Calle
-en relación con el Distrito- en relación con la Ciudad"
dirá Landau en Nuevos Caminos de la Arquitectura
Inglesa 11. "En el proyecto. la ruta residencial (área) iba a
12 ser algo más que un simple vinculo entre las viviendas,
Departamento de pues habia de ser un lugar de reunión y una zona de
Arquitectura de la
ciudad de Shell1eld
confluencia en las esquinas de las calles {aun cuando la
Urbanización de justificación para el contacto social en los extremos de las
Park H1II. 195311957 calles hubiera de ser el vaciado de la basura)." Esta idea
del rescate de la calle aunque fuese con una forma aérea.
requiere para lograr su objetivo la continuidad del recorri·
do y la búsqueda de la continuidad: se acentuará, en con-
secuencia en la evolución del tema en Park Hill y en el pro•
yecto para el Centro de Berlín.

Pero la sola continuidad del elemento vinculante entre vi•


viendas no resulta ser suficiente para recobrar la función
de animación y contacto social que la calle tradicional te·
nia. La taita de elementos alractores tales como el comer-
cio y los servicios (nucleados separadamente según el mo-
delo zonificado) parecería impedirlo.
13 .
·· A y P Sm1thson.
De alli que en la evolución de esta actitud de diseño, de es-
Concurso Haup~tadt
de Berlín. núcleo ta forma de entender ·1a ciudad, el planteo para Toulouse-
comercial central. le-Mirail parezca ser el punto culminante. En su intención
1958 de restablecer la continuidad al mismo tiempo que la ant•

11 •
A y P Sm11hson,
proyecto de
v,viendas Golden
Lane. 1952

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FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N° 53, Marzo, 1981.

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mación y el contacto sbcial el proyecto constituye al Los principios y técnicas que caracterizan al nuevo mode-
centro mismo de la ciudad -a través de una distribución lo formal se sistematizarán y publicarán a raiz del proyecto
lineal- en el principio estructurador básico del asenta- (no construido) de la nueva ciudad de Hook (1960). Aquí e l
miento urbano. "El plan deriva de una asociación lineal de modelo se precisa: el crecimiento admitido por el sistema
actividades para formar un tronco al cual puedan conec- lineal de centro, residencia y red vial y las ventajas deriva-
tarse las unidades de vivienda. El tronco contendrá las ac- das de tal ordenamiento en materia de distancias de re-
\ividades comerciales, sociales y culturales y el tránsito corrido y claridad de la circulación del tránsito son clara-
estará completamente separado con el estacionamiento, mente enfatizados a l igual que el "ambiente urbano"
las calles y los patios de servicio en un nivel inferior como logrado como resultado de la mayor compacidad derivada
para dej ar al peatón completamente libre en sus movi- de la dimensión poblacional adoptada ( 100.000 h) y más al-
mientos", dirá Woods12_ Un nuevo concepto de "centro" tas densidades.
y un diseño diferente para la separación entre peatón y
automóvil permiten estructurar un modelo formal distinto Aunque con diferentes resultados de diseño, en ambas
al de los CIAM, en el cual la posibilidad de crecimiento y la búsquedas formales hay coincidencias de principios bási-
continuidad de actividad es y de edificación devuelven al cos que son el resultado no solamente de los cambios que
hecho urbano sus características de trama densa contra- están produciéndose en el modelo conceptual, sino tam-
bién de la propia autocritica del Movimien to Moderno a las
puesta al paisaje rural.
realizaciones del modelo anterior. En efecto, ya desde
La misma preocupación por el crecimiento, la densifica- 1951 y como producto del Octavo CIAM sobre el tema " El
c1ón, e l significado del centro en la trama urbana y el trán- Corazón de la Ciudad" se aceptaba -teóricamente- la
sito parecen haber o rientado la evolución paralela de las necesidad de predominio de un solo centro para la vida de
la comunidad, centro donde debería darse la coexistencia
New Towns.
de elementos viejos y nuevos que dieran cabida a la es-
pontaneidad de apropiación de la población y a la escala
En este sentido, el punto de cambio en el modelo formal
para pasar del prototipo inicial de nueva ciudad a la evolu- humana. En esta aceptación y en la publicitación de la
ción indicada lo marca el proyecto para Cumbernauld, de misma a través de la publicación del texto a cargo de Ro-
1955. En él se abandona la idea de unidad vecinal repe- gers, Sert y Tyrwhitt está implícito el reconocimiento de la
tible cuya adición conforma la ciudad, y se la reemplaza necesidad de identificación entre el usuario y su medio,
por áreas residenc iales d ispuestas lineal1'!1ente alrededor que permite revalorizar los centros antiguos y la apro-
de un único centro urbano, también lineal, en manera de piación espontánea que la población hace de los mismos.
acortar las distancias a pie desde la residencia hasta el Aun cuando la mayoría de los ejemplos modernos que se
mismo. Las densidades se e levan con respecto del prototi- presentan en el texto pueda adolecer de los mismos de-
po anterior y el problema del tránsito se resuelve a distinto fectos que se le imputara al modelo original, se sentaban
las bases para una reconceptualízación del significado del
nivel.
14

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FOGLIA, María Elena, La otra verriente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N" 53, Marzo, J981.

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16
New Town de
Crawley. 1947
16

centro. que contribuiría a la modificación de tal modelo.


Simultáneamente, en 1952, se acuñaba el término "towrn;-
cape" que alcanzará su madurez posteriormente a través
de la obra de Cullen pero que implicaba, a partir de su mis-
ma etimología, el reconocimiento de un paisaje urbano di-
ferente del rural, construible y cuyas características
vienen dadas por la compacidad, dinamismo y variedad de
secuencias del espacio edificado, que adquiere así una
identidad propia diferente a la rural.

Junto a estos conceptos, et desarrollo de técnicas discipli-


narias cada vez más sofisticadas. como las de la lnge•
niería del Tránsito, va a contribuir a introducir modifica,
ciones no solo al modelo conceptual -como ya habíamos
indicado- sino directamente al modelo formal , al propo-
ner el concepto de red para la interpretación de los proble-
mas del tránsito. Red donde el diseño de las vías, su capa-
17
cidad y características son función de una demanda deri-
Hugh Wilson.
Cumberland. 195:
vada de la distribución de población y actividades. Esa de-
manda implica tanto circulación como estacionamiento y
será mayor cuanto mayor sea la densidad y coñcentración
de población y funciones.

La preocupación por la relación entre la forma de la


ciudad (distribución de población y actividades) y el diseño
para albergar el tránsito, incidirá no solo en los cambios
del modelo formal antedichos sino en la aceptación institu-
cional que se producirá del automóvil. Los organismos
públicos comenzarán a diseñar la ciudad para el automóvil
y donde el grado de motorización es mayor -como es el
caso de los Estados Unidos- se producirá lo que Scully
denomina " el proceso de vaci.:;miento del paisaje
urbano" 13, vaciamiento del significJdo tradicional orienta-
do al hombre y su sustitución por un significado resultan-
te del dominio del automóvil a través de las autopistas y
los grandes espacios destinados al estacionamiento.

No es extraño, entonces, que sea en los Estados Unidos


18
London County donde aparezca - paralelamente a la evolución descripta
Councol. Hook, precedentemente- un modelo formal definido principal-
proyeclo . mente por la neces.idad de proteger al centro de la ciudad
abandonado er,
1960
de la " decadencia" producida por el automóvil: el modelo
de Louis Kahn. En este modelo que corresponde al pensa-
miento de Kahn sobre la ciudad aplicado al caso de Fila-
delfia (para la cual desarrollará sucesivos proyectos entre
1952 y 1962) el énfasis se centra en la aceptación de la
densificacióp de la ciudad realzando los volúmenes del
centro y la (detención de la penetración del automóvil a él
mediante una malla jerárquica de vias concebida en una
visión poé 1ica del funcionamiento de las corrientes vehicu-
lares. Ríos. puertos, canales y muelles, marcan los límites
de la pen,étración del automóvil a una configuración urba-
na imag¡iialiva (pir_anesiana. dirá Scully), donde el modelo
aplicable a la realidad no surge -paradójicamente- de
la forma sino del concepto, ya que indica una manera de
hacer la ciudad tal como esta es entendida tradicional-
mente, densa y variada, pero donde tenga cabida ordena-
damente el principal causante de su destrucción espontá-
nea: el automóvil.

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FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbantsticas. En Swnmarios N° 53, Marzo, 1981.

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la ciudad sea obra de la sociedad y el planificador solo
Y así llegamos a la década del 60 con diversas alternativas puede orientar las grandes lin~as del desarrollo urbano?
superadoras de las limitaciones asignadas al modelo ra-
cionalista en la búsqueda de una respuesta formal al La imposibilidad de responder a estos interrogantes a tra-
nuevo modelo conceptual. ¿Podían aceptarse tale.s alter- vés del modelo formal es la causa de la evolución que
nativas como el "modelo" buscado? Y en ese caso, ¿cuál puede observarse desde mediados de la década del 60
de ellas? hasta fines de la década del 70.

Señalemos algunos aspectos conceptuales que no queda- Por un lado. la indefinición frente al primer interro9ante
ban claramente definidos en estos modelos: planteará la búsqueda de una respuesta a la indetermina•
ción que se bifurcará en dos caminos. Uno, atraerá el pen-
O Frente al crec1m1ento previsible ¿se da lugar a la adapta- samiento urbanístico -en términos de diseño- a la for·
ción futura de la c iudad para albergar mayor poblac1on, mulación de modelos de organización espacial de tipo utó-
mayor número de automóviles, mayores servicios, etcéte- pico. "Ciudades espaciales multiplicando en altura la su-
ra? Porque si la dinámica de la ciudad es tan compleja que perficñe habitable; c iudades subterráneas multiplicándola
su crecimiento poblacional conlleva cambios en la estruc· en profundidad; ciudades flotantes extendiéndolas sobre
tura socioeconómica que pueden llegar a modificar no so- la bahía; ciudades movibles de elementos recambiables;
lo las funciones internas (cuaternarización) sino las exter- ciudades prefabricadas, susceptibles de ser montadas en
nas (papel metropolitano-regional), ¿puede establecerse cualquier punto, de crecer, trasladables.:. Estas son algu-
hoy un modelo formal que asegure cubrir las necesidades nas de las audaces propuestas del llamado 'urbanismo
que se producirán dentro de veinte años? prospectivo· que cuenta con un numeroso ejército de cul·
O ¿Dan estos modelos soluciones viables -técrnca v eco- tivadores", dirá F. de Terán 1 •. El caso es que, en un mun-
nómicamente hablando- al proceso de renovación inter- do donde la movilidad y el amplio espectro de posibilida·
na de las ciudades, o requieren como condición previa el des que abre la tecnología - especialmente la de las CO·
"suelo virgen"? municaciones- impide precisar la psicología "conductis-
O La imposición de un modelo, ¿confiere una identifica- ta" del usuario a la que habría que dar respuesta, aparece
ción real al ciudadano con su habitat, esa semantización una actitud de diseño que - desMe el Archigram hasta los
que es la c iudad tradicional es producto de la acción co- metabolistas- busca aquella respuesta a través de un
lectiva en el transcurso del tiempo? ¿O es que para que concepto de adaptabilidad-cambio fuera del contexto de la
ella exista es necesario que la configuración detallada de realidad inmedia:a.

19/20
Luis Kahn, proye< 1o
para. Pt¡,íadelph1á

" "' RIVERS /,.M, ••• • " •• •• ,nwJ

RIVERS .... HARBORS


HARBORS .,, ·•· ···"'"" ,,.,,,., ,••,,,
,.•• '"' HARBO RS .,......,....., CANUS ••" .,,., .•, ,•.,,.,,
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,.•• ,,, CANALS,,••,, ,.,.,,.•w OOGKS
.,. OOClS .................,,. •.,,,,.."''""

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21
Colin Buchanan y
colat>oradores.
Soul~amplon•
Porlsmoulh.
prcpuesla para ,
Soulh HarJIJ"",..-e
1966

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FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N° 53, Marzo, 1981.

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El segundo camino en la búsqueda de una respuesta a la mundo muestran sus efectos y serían innumerables los
indeterminación se hará, en cambio, dentro del contexto ejemplos por mencionar. Baste con recordar alguno.s pro-
de la realidad inmediata de una planificación institucionali- yectos: La Défense, Les Halles y la zona de la estación de
zada. Dará lugar a un modelo formal de tipo figurativo que Montparnasse en París, que provocaron tan encontradas
apunta al ordenamiento del asentamiento humano solo en reacciones, que llevaron -especialmente en el último
términos esquemáticos. El planteo de Buchanan para el ejemplo- hasta originar un movimiento social de protesta
ordenamiento del asentamiento Southampton-Portsmouth contra la acción pública cuyas implicaciones políticas es-
City de 1966, es un ejemplo de este camino que parece es- tán aún en discusión.
tar orientando a la planificación inglesa.
El rechazo del usuario ha alcanzado así sus ribetes más
Se trata de un sistema de ordenamiento territorial que si- dramáticos mientras la búsqueda del modelo formal sigue
guiendo una forma de "entramado direccional" permite erráticamente diversos caminos·.
una gran variedad de densidades y usos, sostenidos por Y así llegamos a la situación actual: arquitectura contex-
una malla vial jera rquizada, apta para el crecimiento y la tual, posmodernismo, Architettura Razionale, Tendenza ..
transformación. El sistema así planteado parece ser una cualquiera sea la denominación aplicada los caminos pa·
respuesta acertada a los requerimientos del nuevo modelo recen convergir; ¿estaremos a las puertas de un único
conceptual, en materia de un proceso de programación nuevo modelo formal?
continuo -realizado sobre la base de planes constituidos
por lineamientos generales de lo que pretende alcanzarse Estamos demasiado sumergidos -creemos- en la ola
y programas detallados solo de aquellas unidades par- de estas propuestas como para dar una respuesta objetiva
ciales que van incorporándose en un proceso paulatino a tal interrogante, pero lo que sí podemos afirmar es que
cuando el desarrollo así lo requiere- y de un enfoque re• desde mediados de la década del 70 la visión de lo que sig-
gional del ordenamiento territorial. En definitiva, la preci- nifica diseñar la ciudad parece haberse modificado sus-
sión del modelo forma l de las unidades constitutivas tancialmente, apoyada en la evolución sintetizada prece-
queda librada al momento (y al "tipo" consecuente del dentemente y, de modo fundamental, en una actitud de re-
momento) en que sea necesaria su realización. conocimiento de las reacciones sociales que ha llevado la
Por otro lado, y paralelamente a los caminos apuntados, la batalla contra el predominio cuantitativo del modelo ra-
indefinición de las respuestas a los demás interrogantes cionalista al campo político-ideológico de la revalorización
citados precedentemente permitirá que, pese a los mode- de los centros antiguos (Bolonia medinnte...) y a un reen-
los alternativos formulados durante la década del 50, la re- cuentro con la historia no solo de los grandes monumen-
novación interna de las ciudades siga efectuándose aún tos sino del tejido de la arquitectura ordinaria.
hasta hoy a través del modelo de los CIAM. En este senti-
dd, (¿o quizá por comodidad?) casi todas las ciudades del Y ese reencuentro par9ce estar produciéndose a través
22

Zona de
Mon1parnasse Pa11s

13
FOGLlA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanlsticas. En Summarios Nº 53, Marzo, 1981.

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de la búsqueda de una definición de tipologías urbanas. la sana voluntad de "hace:r'' :a ciudad de nuestros ar-
··Nuestros autores atacan la cuestión de diversos quitectos y planificadores, nada está más cerca que el
modos", dirá M. Wa1sman en Colección sumrnarios Nº 22, luchar (también sano) para que - aprendiendo de la histo-
agosto de 1978, "Racionalismo a tres voces" : ''Ungers ri~- evitemos los errores cometidos en el pasado.
analiza los caracteres y los componentes morfológicos de
las estructuras existentes, tratando de que sus propuestas La otra vertiente actualizada, advertencias que
tiendan a preservar esos caracteres" (pero ...) en todos los pueden extraerse de la realidad vivida
casos el arquitecto introduce formas nuevas cuando resul - El primer llamado de atención sobre los alcances de
ta necesario para la solución del problema... Rossi, por su aquellas propuestas lo realiza - a nuestro juicio- Colin
parte. hace referencias más o menos elípticas a la forma Rowe en su Introducción a la versión inglesa del libro de
de la ciudad en la organización de sus obras. pero en,cam· Rob Krier stJdtraum (Espacio urbano): " Porque si los
bio parece plantear el uso de las t1polog1as como una recu- abogados de la Architettura Razionole (...) son capaces de
peración directa de formas existentes usuales. que apare- hacer una crítica altamente apta de los error.es de la urba-
cen como congeladas a través de su extremada esquema- nística de la arquitectura moderna y esto es de inmenso
tización ... En cuanto a Krier, los bellísimos dibujos de Lé- valor. de ello no se deriva autefflát1camente que ' todas·
on, en los que puede llegar a aparecer un pueblo entero las realizaciones físicas de la arquitectura moderna deban
visto a vuelo de pájaro, hablan de su interés por el entorno :,er condenadas y que estemos enteramente obligados a
urbano. " retornar a un mundo simplificado e inocente a la Laugier.
una especie de antediluviana (y marxista) Selle Epoque,
Lo cierto es que, pese a las diferencias. hay una coinci- reminiscente más de Knossos que de New York. en el cual
dencia básica: se trata de un modo de proyectar la ar- plazas extrañamente desiertas. aparentemente prepara-
quitectura estructurando el espacio urbano. Y como tal, das para rituales todavía no ant1c1pados. soporlan en el ín-
tiene una doble ventaja: sirve tanto para la expansión en terin una población algo escasa de 'h1pp1es· moderadamen-
terreno "virgen" como para la renovación de zonas ya edi- te desesperados" 1s. Aunque esta apreciación no invalida
ficadas, respetando s1e:-rore el carácter urbano predomi- la actitud de diseño -por otra parte justamente alabada
nante en la ciud~d de qL•e se trate. en otros párrafos de la Introducción- Rowe destaca me-
En este sentido. un paso adelante parece haberse dado diante su ironía una posible limitación de los resultados
para responder a los interrogantes conceptuales presen- formales alcanzados. Y esto es particularmente importan-
tados a los modelos formales de los años 50. No obstante, te porque se refiere a formas que tienen un eco cierto en
para clarificar el camino por seguir convendrá que los caracteres del tejido preexistente en las áreas de
confrontemos esta nueva posibilidad con la vertiente de la implantación de los proyectos de que se trata: en cuánta
realidad urbana. Porque aunque nada está más lejos de la mayor medida puede derivarse, entonces, una limitación
actitud de quien escribe el presenre articulo que el impedir al uso de tales propuestas como modelo 1nd1scr1minado de
23 24

24
23
Leon Kner. grupo de Miguel Ang• I Aoca.
v,v,endas Royal Mini detalle de calle
Square. 1974 ¡¡estartat ·Oo¡poba.
. 19_79 ·-

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FOGLIA, Maria Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Sununarios N" 53, Marzo, 1981.

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d1st:>1io urbano Y esa limitación surge de la misma base 1 1 No podemos continuar con la imposición de plane~ su·
conceptual que sustenlan sus diseñadores. En efecto. Un· puestamente acabados. . ..
oers dice "El proyeclo está determinado''por el tema es- 1 1 No podemos continuar comprometiendo el significado
pecifico y por su inlegración en un contexto exislente" y L. del Centro con la creación 1nd1scrim1nada de subcentros
/Kr1er busca "un orden urbano compuesto del palrimonio aislados competitivos con aquel.
' arquitectónico dominante de la ciudad" 16 En consecuen- 1 ! No podemos continuar con la zonificación rigurosa
cia. lo válido es una forma de hacer el espacio urbano segregativa de funciones vitales.
que no debe confundirse con un modelo formal que fuese 1 : No podemos continuar con el uso indiscriminado de
repetible si el "patrimonio arquiteclón1co dominante" en autopistas que drvidan a la ciudad en parte~ 111c_onexas.
la ciudad correspondiese a otras expresiones formales 1 No podemos continuar destruyendo el tejido f1s1co Yso·
productos de culturas diferentes. c1al de nueslras ciudades s111 proponer un tejido de re·
emplazo coherente.
Porque lo que se pretende básicamente es la resemantiza -
ción del espacio urbano para un usuario especifico, no la En fin, no podemos atarnos al modelo CIAM ni cruzarnos
sobre1mpos1c1on de lor mc1s que no tengan ningún s1gnih· de brazos a la espera del modelo formal que responda al
cado para el mismo. Dejar de lado esta premisa seria conjunto de teorías que hoy permiten interpretar más aca•
equivalente a retornar al estado de cos;:is que originó la badamente el fenómeno urbano.
cntica y el rechazo al modelo de los CIAM.
"El saber que generaba y transformaba la ciudad ha sido
En este sentido, resulta evidente que la abstracción del en· reemplazado por normas y prescripciones que son el re·
torno que se hace en la axonométrica del proyecto de sultado de procedimientos burocráticos más que de la ex-
Krier para la Royal Mini Square, es usada para destacar la periencia humana", dice L. Krier. Si admitimos esto, ¿no
secuencia de los "objetos a reacción poética" de su ave• será que la búsqueda no debería orienlarse a un modelo
nida central. pero ello no autoriza a suponer que los mis· formal sino a un proceso de hacer colectivamente la
mos pueden ser utilizados fuera de su contexto. ciudad? ¿Y no seria este el verdadero reto a la imagina·
ción creativa del urbanista contemporáneo? Esperemos
Ignorar este limite puede llevar a situaciones que den pie que la reflexión sobre el tema dé sus frutos ar,'.es de que
al extrañamiento de la población ante el diseño propuesto sea demasiado tarde para el destino de nuestras ciuda·
y a su rechazo ya que, como en el caso de Córdoba, para des.
citar un ejemplo donde se utilizaron formas bastante simi·
lares (especialmente el puente de unión aunque sin su fur. - Notas
ción de conexión entre edificios). no encuentra suficientes
1 Reyner Banham en Teoría y diseño arquitectónico en la era de la má-
ecos forma les en su pasado histórico ni la coherencia de
quina. Ed11onal Nueva Visión. Buenos Aires, 1965
la repetición de formas idénticas tanto en el estrecho mar• 2 Oe los ar11culos de May para Das Neue Franklurt en 1931. transc11pI0
co espacial de parte de su área peatonal (calle Rivera In• en 1929, La reconstrucción de la arquitectura en la URSS. Elliss1Izky,
darte) como en la ancha avenida de entorno sem1rrural que Editorial Guslavo Gili, Barcelona. 1970.
3 Del arquitecto Grecucho, escrito para ,,, S1roitels1vo Moskvy, transcrip-
da acceso al Aeropuerto, donde aquellas se repiten. 10 en idem anIerior.
4 Ver la in1erpretación de Marina Waisma~ y los conceptos de Rossi al res·
En síntesis, aunque resulte válida la nueva actitud de dise- pecio en Colección summarios N' 22. agosI0 de 1978. "Racionalismo a
ño que parece estar configurándose en esta década del 80 lres voces".
5 F de Te,an en Ciudad y urbanización en el mundo ac1ual, Ed. Blume.
aprendiendo de la realidad vivida, no pretendamos utili· 1%9 .
za ria como "el modelo" para sobreimponer a siluaciones 6 Vincen1 Scully en "Arqu11ec1ura aclual", texlos de un seminario dictado
diferentes. para el lns1tIu10 lnleruniversiIario de Historia de la Arquitec1ura . editado
por la Facul1ad de Arqui1eclura y Urbanismo de la UNC en 1967.
7 Vincen1 Scully en ídem anlenor.
Por otra parte. la realidad de la evolución urbana descripta 8 Soucy en BULLDOC, marzo de 1979
anteriormente sigue en pie: crecimiento y cambio perma- 9 Para ampliar el tema ver M. E. Foglia. "El concepto de Ienovación urba•
nente; necesidad de un centro significativo, de la vitalidad na" en Colección summarios N' 47. seliembre de 1980. "Renovación ur-
de las mixturas de uso y de la concentración de población; bana. hoy".
10 A partir de 1946 en ~delan1e casi 1odos los países del mundo comienzan
crecimiento del parque automotor y necesidad de su aco•
a crear los orgarnsmos necesarios para un cieno grado de planeam,e~to
modación, etcétera El cambio en el modelo conceptual de económico y para el planeamiento lisico, in,cialmenle separados. la len-
la ciudad también sigue en pie. ¿Oué hacer hasta tanto se dencia mlernacional es de urnlicar tales organismos en un solo s1s1ema de·
consolide el modelo forrnal que se corresponda con el planeam,enlo integral.
conceptual? 11 Royston Landau en Nuevos caminos de la arquitectura Inglesa. Ed
Blume, 1969.
De la vertiente de la realidad urbana cuya dinámica no se 12 De la descripción del l1po de ciudad hecha por Woods, 1,anscnpta en
detiene surgen aquellas advertencias que no por reitera- Plañnlñg lor man and motor de P. A11ler. Pergamon Press. 1964.
das son menos importantes para volver a enfatizar en et 13 V1ncen1 Scu11y. en llem 6. ·
cierre de este artículo, ya que ejemplos de lo contrario 14 F de Teran. en item 5
1.S Colln Powe. lnIroducción al libro de Rob Kner Urban Space, Ed R,zzolt.
pueden observarse en la mayoría de las ciudades argenti· 1979. orunera edición en alemán 1975.
nas: 16 Ver los Iexlos de la ya citada Colecc,ón s ummarios Nº 22.

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FOGLIA, María Elena, La otra vern·ente: la realidad urbana versus las teorlas urbanlsticas. En Summarios N" 53, Marzo, 1981.

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CAPÍTULO 7:
LA FORMULACIÓN DEL SISTEMA URBANO RACIONALISTA
ROBERTO SEGRE

7.1. LOS FACTORES DETERMINANTES DEL URBANISMO


RACIONALISTA

E l marco , económico, social y político

La primera mitad del siglo XX está caracterizada por dos fenómenos esencia-
!es: 1) las desgarradoras crisis económicas del sistema capitalista; 2) la Revolu-
ción de Octubre, que desplaza definitivamente a la burguesía del poder político y
económico y abre el camino al primer Estado socialista del mundo. ·
Las sucesivas crisi~ cíclicas...del capitalismo se agudiza en dos momentos dra-
máticos de la Historia de la H umanidad: ULprimera y segunda Guerra Mundial
( 1914/ 1917; 1939/ 1945), que afec1an la mayoría de los países etu..ope.os, cercenan
millones de vidas humanas, desajustan las estructuras productivas y ocasionan la
destrucción de centenares de ciudades y pueblos. El interludio entre ambas con-
ílagraciones (1918-1 939) está cargado de tensiones sociales y económicas que
e xpresan la lucha despiadada entre los grandes monopolios y al mismo tiempo la
violenta represión ejercida por la burguesía sobre el proletariado.
El triunfo del proletariado sobre su clase antagónica, en la Unión Soviética,
a l terminar la Primera Guerra Mundial, constituye un ejemplo aleccionador
para los restantes trabajadores europeos, quienes, sobre las ruinas de la guerra
provocada por la burguesía, aspiran a cons truir un sistema social más justo.
Surgen movimientos revo lucionarios en diferentes países que ponen en peligro la
estabilidad del sistema capitalista y $0n reprimidos a sangre y fuego por la bur-
guesía en Alemania, Italia, Hungría, etc. En 1919, la reacción asesina a los diri-
gentes del movimiento proletario alemán, Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo;
en Ita lia, la clase dominante insta la en el poder a Benito Mussolini, quien impo-
ne el fascismo, sistema represivo dirigido contra los trabajadores y las fuerzas
prog resistas. Entre 1920 y 1923, el capitalismo europeo no logra superar la crisis
ca usada por el desajuste del período bélico. A partir de 1924, las inversiones
norteamericanas (el plan Dawes en Alemania) y la repercusión industrial, gene-
ran un período de prosperidad que se prolonga hasta 1929.
Aunque la mayoría de los países poseen gobiernos burgueses de derechas,
éstos otorgan nlgunas concesiones a los partidos políticos de izquierda que re-
presentan los intereses del proletariado, permitiéndoles intervenir c:n las decisio-
m:s a nivel municipal, que inciden tímidamente en las mejoras materiales de vida

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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de la clase trabajadora. La alta burguesía mantiene incólumes sus objetivos eco-


nómicos y su participación en los grandes monopolios internacionales, pero, en
aras de una concordia social y en busca de una atenuación de la agresiv idad
revolucionaria del prol etariado ofrece algunas reivindicaciones, dentro del siste-
·ma representativo burgués - que se identifica en Alemania co n la República de
Weimar-, tales como una débil participación política, aumentos de salarios,
construcción de viviendas, etc. La social-democracia gobernante asume una po-
sición reformista, apoyada por algunos partidos socialistas y trata de dividir el
movimiento obrero, aislando la dinámica revolucionaria del movimiento co-
munista.
Si bien la mayor disponibilidad de recursos económicos respa lda el desarrollo
de las construcciones durante este período, se producirán fuertes tensiones entre
los intereses de las grandes e mpresas y los intentos de los municipios progresis-
tas y los sindicatos -tímidamente apoyados por la burguesía reformista- , de
mejorar las condiciones de vida del proletariado. En Aleman ia, el apoyo del
capital aportado por el Plan Dawes, estará dirigido hacia el fortalecim iento de
los trusts y los monopolios vinculados a sus homólogos norteamericanos: J. G.
Farben, uno de los mayores complejos industriales, se vi ncula con la Dupont de
Nemours y la Standard Oil; Krupp y la A.E.G. con la General Electric. El país
posee la tecnología más avanzada de Europa, el mayor nivel de exportación de
productos manufacturados y eléctricos. Pero este nivel de desarrollo no se re-
vierte en beneficio de la clase trabajadora: los grandes empresarios capitalis tas
presentan un memorándum al gobierno reclamando la prolongación de la jorna-
da de trabajo, la' abrogación de los servicios sociales y la privatización de los
ferro ca rriles estatales (G. Badía, 1964).
Esta actitud condescendiente de la burguesía tendrá corta duración. Cuando
el período de prosperidad económica ( 1924- 1928) sea interrumpido súbitamente
por la gran crisis mundial de 1929, cuyos efectos se prolongarán hasta 1933,
provocando el hambre y la miseria de más de diez millones de trabajadores en
Europa , entonces, el camino de la recuperación pasó por la a lternativa represiva.
En 1933, Hitler toma el poder en Alemania e instaura la dictadura nazista, de
corte racista, anticomunista, antisoviética, respaldada por los grandes monopo-
lios nacionales -Siemens, Krupp, Bosch, Thyssen, Borsig, etc.- y apoyada en
el descontento de la pequeña burguesía y en su terror a la revolución proletaria,
así como en los restantes países capitalistas, que ven en Alemania una punta de
lanza contra la Unión Soviética. El modelo nazi fascista es seguido en la mayo-
ría de los países europeos y pondrá en crisis toda perspectiva progresista en e l
plano social y cultura l. La única alternativa global vigente. en Europa -la Repú-
blica Española, proclamada en 1931-, es combatida, a partir de 1936, por la
reacción político-militar interna, apoyada por el eje Italia-Alemania, que culmi-
ha con la instauración de la dictadura fascista de Francisco Franco, "caudillo"
de España a partir de 1939.
Alemania, convertida por Hitler en la mayor potencia milita r de Europa,
pone en práctica sus ambiciones revanchistas y expansionistas; aplica la doctrina
del "espacio vital" y de la eliminación de las razas inferiores; en 1938 se anexio-
na Austria y Checoslovaquia; en 1939 invade Polonia e inicia así la Segunda
Guerra Mundial.

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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El marco cultural

Este período está caracterizado por una fuerte fermentación ideológica y cul-
tural, generada básicamente por los intelectuales progresistas. Si bien existe un
recrudecimiento de las corrientes culturales idealistas y re~ccionarias -Oswald
Spengler escribe la "Decadencia de Occidente", y Ernst J ünger exalta las preten-
didas virtudes civiles de la guerra ("Tormentas de acero")- y predomina una
concepción pesimista y evasiva de la realidad -del "Proceso", de Kafka, a la
"Montaña mágica", de Thomas Mann-, la tónica del desarrollo cultural está
definida por las experien cias de vanguardia, relacionadas con las luchas
políticas del proletariado: Piscator inicia en 1919 su Teatro Político; Bertold
Brecht escribe sus primeras obras teatra les y Walter Gropius diseña para Pisca-
tor el Teatro Total.
Otro componente importante de la década del 20 al 30 es la estrecha vincu-
lación entre las manifestaciones artísticas: música, literatura, teatro, cine, pintu-
ra, esculLUra, arquitectura y diseño industrial. La Escuela del Bauhaus, que re-
unía la mayoría de las manifestaciones citadas, es el símbolo de la época. Quizá
el cine, cuyo desarrollo comienza en aquel entonces, sea la expresión cultural
más directa y palpable de las profundas contradicciones imperantes. Mientras
Einsenstein en El Acorazado Potemkin (1925) y Octubre, demuestra el impulso
creador del proletariado, Chaplin critica la sociedad industrial en Tiempos !vio-
. il1T11os y los expresionistas alemanes evidencian las tensione~ de la luch a de cla-
ses en l,1 ~r:111 mctrórnlis: Wicnc re;tli7a L'I (,"ohi11c·rc· i/1·/ !>ocror Ca/igari (1919):
\Valter Rutmann, Berlín. sinfonía de una gran ciudad (1927), y Frirz Lang, El
Doc!Dr /vfabuse y Metrópolis ( 1926). Esta es la más representativa de la imagen
del mundo que le interesaba transmitir a la burguesía: en una ciudad del futuro,
llena ele rascacielos, aviones y otras imágenes de prefiguración tecnológica, la
clase dominante vive fastuosamente y dirige la acción de las máquinas encarga-
das de toda la producción. En sótanos y cuevas viven las hordas de trabajadb-res
bestializados, limitados a los trabajos elementales de accionamiento de las má-
quinas. Bajo la incitación de una autómata demente, los esclavos se lanzan a la
rebelión, siendo ellos las primeras víctimas de las catástrofes que provocan al
tratar de destrui r las máquinas. La película termina en una simbólica reconcilia-
ción del trabajo y el capital, en un escenario religioso: los proletar_ios renuncia-
rán a la revolución; los burgueses harán más llevadera la explotación.

7.2. LAS ELABORACIONES TEORICAS

Bases científicas y estéticas del diseño urbano

"En la sociedad nueva, a cuya edificación todos debemos contribuir, las


cuestiones urbanísticas toman una importancia inesperada. El urbanismo debe
ser t ratado, de aquí en adelante, en forma racional, como una ciencia." Este
párrafo escrito en el editorial_de contenido revolucionario del último número de
la revista barcelonesa de arquitectura A. C., en junio de l 937, en pleno fragor de
la guerra civil española, expresa con claridad las ideas urbanísticas de vanguar-
dia, identificadas con los códigos naciona listas. A ellas debemos agregar las

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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afirmaciones de Hans Meyer ( 1976), uno de los pocos arquitectos m arxistas del
Movimiento Moderno: "Cada época requiere su propia forma. Nuestra misión
es dar al nuevo mundo una nueva fo rma con los medios modernos ... Construir
es un proceso biológico, no estético. La edificación no es la realización material
de un sent imiento individua l, sino una acción colectiva. La edificación es la
organización social, psicológica, técnica y económica de los procesos de vida"
( 1930). "La arquitectura no es más arquitectura. Construir se ha co nvertido en
una ciencia, la arquitectura es la ciencia de la construcción. El arquitecto es el
organizador de las ciencias de la construcció n" ( 1931).
Frente al esteticism o y al formalismo imperante en la a rquitectura y el urba-
nismo del siglo XIX, y a las evasiones utópicas de las primeras décadas del XX
-la visión cósmica de la ciudad expresion ista de Bruno Taut o la prem onición
futurista de Sant'Elia- , en los años 20 se produce una disección del fenómeno
urbano, una descomposición y una redefinición de sus elementos esencia les.
¿Cuáles eran los fundamentos sociales, técnicos y estéticos que preced ían las
elaboraciones racionalistas? Veamos los puntos más importantes:

a) La herencia monumental

Los trazados haussmanianos y los códigos urbanos eclécticos siguen vigentes


y acordes al sistema de valores de la alta burguesía, adecuados a las innova cio-
nes técnicas y estéticas: mientras Eugéne Hénard ( 1849-1923) aplica a París las
nuevas concepcio nes c irculatorias e imagina la presencia del transporte contem-
porá r~o y anticipa las soluciones a sus problemas, Camil lo Sitte ( l 843-1903)
alterna a los esquemas monumentales el pintoresquismo de la ciuda d medieva l.
en un intento de '' humani zar" la ciudad "espectáculo" de la burguesía, cuya
rigidez aún aparece en el proyecto del centro cívico de Viena, diseñado por Otto
Wagner (1841-19 18) en 1910.

b) Los reglamentos urbanísticos

El sitema estético Beaux-Arts no garantiza el control del crecimien to urbano,


la zonificación y las infraestructuras técnicas. Por ello, desde finales del siglo XIX
surgen los reglamentos m etropolitanos que establecen un equilibrio entre la for-
ma urbana y los intereses especulativos de la clase dominante, en el proceso de
construcción de la ciudad. Son los tratados de Stüben, Ru dolf Eberstadt, Pau1
Wolf. A. E. Beinkmann, complementados, ya a partir de 1910, por los análisis
de la renta urbana y los estudios sobre las contradicciones funcionales realizados
por Schumacher, Bernoulli y Hegemann.

c) La díspersión suburbana

Los planteamientos urbanísticos vinculados a la pequefía burguesía constitu-


yen un modelo esencial del u rbanismo contemporáneo y definen el carácter del
hábitat suburbano de esta clase social. O sea, la residencia alejada del centro,
postulada por la Ciudad Jardín, de H oward, y realizada en los proyectos de
Raymond Unwin ( 1863-1940), coincide con las teorías sobre el crecimiento orgá-
nico de la ciudad y su forma "natural" , descubierta a través de la ana logía
biológica, enunciada por Patric k Gecldes ( 1854-1932) y Eliel Saarinen ( 1873-

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SIGLO XX • CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO N ° 1
1950); planteamientos que µersisten a lo largo del siglo xx, difundidos por Lewis
Mumford.

d) La precariedad de las áreas proletarias


Este es el factor que posee mayor peso en el cuestionamiento de la estructura
urbana del siglo XIX y en la búsqueda de soluciones que alivia las precarias
condiciones de yida de los trabajadores, hacinados en las viviendas insalubres o
en las "casas-cárcel" o "casas-cuartel" (Mietskasernen), de Berlín, Viena o París.
A partir de estos antecedentes, podemos resumir los contenidos fundamenta-
les del modelo urbano racionalista, a saber:

1) Contenido social
La ciudad tradicional expresa con brutalidad, en su forma, fas disímiles con-
diciones de vida de los diferentes grupos sociales que habitan en ella. Las nuevas
propuestas intentan homogeneizar la estructura urbana en términos figurativos y
anular In identificación simbólica de la burguesía o la sub-cultura del proletaria-
do. Códigos urbanos similares poseen la misma validez, en los proyectos de Le
Corbusier, para las oficinas de los "capitanes de industria" o para las viviendas
proletarias. Por otra parte, el objetivo de la problemática urbanística está cen-
trado en los asentamientos proletarios debido a la importancia que otorga la
clase dominan te a la mej ora de las condiciones de vida de los trabajadores; con
d fin de atenuar los antagonismos de clase. -

2) Contenido económico
La escala de intervención urbana que se lleva a cabo en la primera mitad del
siglo xx, se refiere fundamentalmente al desarrollo de las zonas de viviendas.
Aunque existen planes y propuestas de transformación de las áreas centrales -el
proyecto de la Alexanderplatz y del U nter der Linden, en Berlín, o el plan direc-
tor de Amsterdam-, la especulación de la tierra y los intereses privados obsta-
culizan las iniciativas que en este sentido proponen los municipips. O sea, se
carece de recursos económicos para acometer grandes obras infraestructurales
que comprenden la ciudad en su conjunto, mientras es posible realizar iniciativas
fragmentarias en la construcción de barrios de viviendas y servicios primarios,
con los medios financieros al alcance de los municipios, s indicatos o promotores
industriales, quienes, en algunos casos, están vincu lados con inversionistas ex-
tranjeros. Al concebirse la solución de la vivienda proletaria como una empresa
rentable, se respalda al principio de seriación, tipificación y normalización para
abaratar los costos e incrementar los beneficios.

3) Contenido técnico-científico
A pesar de las contaminaciones estéticas y del incipiente desarrollo de la
ciencia urbana, los códigos racionalistas representan el punto de partida de un
proceso de disección y análisis de los elementos componentes de la ciudad. Aun-
que los estudios realizados aún no contienen una interpretación de lo!> fenóme-
nos sociales que definen su forma, la reducción del análisis a los factores técni-
cos y biológicos, anula el peso de las trabas simbolicas e historicistas de la

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SEGRE, Roberto, Arquitectura Y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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CATEDRA: HISTORIA 11 - URBANISTICA. DEL 816LO XX - CUADERNILLO BIBUOGRAFICO N º 1
ciudad tradicional. Los tratados urbanísticos y los estudios de la tipología resi-
dencial y de la cé_lula habitacional, realizados por Gropius, Alexander Klein,
Neufert, Hilberseimer, Griffini, etc., establecen las llamadas "condiciones míni-
mas de existencia humana", clasificadas, desde el mínimo cubículo habitacio nal
hasta la escala del barrio. Así se estudian los factores climáticos, de asolamiento,
cubicaje de aire, áreas verdes, sistemas circulatorios, servicios sociales mínim os,
densidades óptimas de población de acuerdo al tipo de vivienda, etc. A la cua-
drícula especulativa se contrapone una nueva tipología urbanística, basada en la
valorización de las áreas verdes y en el abandono de la alienación bloqueada de
los edificios a lo largo de la calle. De ahora en adelante, se aplicarán las norma-
tivas urbanas arquitectónicas como base del diseño en ambas escalas.

4) Conte,údo significativo-expresivo
Los urbanistas racionalistas aspiran alcanzar una estructura urbana coheren-
te cuyo exacto funcionamiento sea similar a una máquina y al mismo tiempo
contenga los atributos del organismo biológico. Esa precisión proviene de la
aplicación de las zonas y los índices y responde al proceso de racionalización de
la producción capitalista. El sistema requiere el funcionamiento continuo, sin
contradicciones, del aparato industrial. Asimismo, la ciudad, que alberga a tra-
bajadores y administradores, debe responder a los mismos principios de rendi-
miento técnico y humano. Aunque la nueva imagen urbana se construye frag-
mentariamente, las propuestas teóricas de Le Corbusier o Hi lberseimer, consti-
tuyen un modelo cerrado, donde no tiene cabida el pasado, ni la participación
comunitaria, al quedar rigurosamente definidos por el proyectista todos sus
elementos componentes. H an sido barridos, de los valores del s ignificado, todos
aquellos elementos que no expresen la estricta funcionalidad del organismo ur-
bano. Todavía, el enfoque científico no integra los valores culturales ni la com-
plejidad de la vida social verificada por la sicología o la sociología. Por ello, es
sólo capaz de lograr la disección de la estructura urbana y la sumatoria posterior
de los componentes. Ello produce un rechazo de estos códigos, no asimilados
socialmente, tanto por parte del proletariado como por la pequeña burguesía.
Los valores culturales tradicionales se superpondrán, a través de los elementos
arquitectónicos populares - urbanos o rurales-, aplicados por los usuarios so-
bre las puras formas geométricas. Las transformaciones realizadas por los habi-
tantes de Pessac -barrio proyectado por Le Corbusier en el sur de Francia-,
que han alterado radicalmente el diseño original son un ejemplo de la distancia
existente entre abstractos valores estéticos y aquéllos emanados de la realidad
social ( Boudon, 1969).

Los Congresos del C. I.A.M. La Carta de Atenas

Las principales elaboraciones teóricas sobre el urbanismo y la arquitectura


racionalista fueron motivadas por los Congresos Internacionales de Arquitectu-
ra Moderna (C.I.A.M.), organización fundada en 1928 por un grupo de arqui-
tectos jóvenes de vanguardia bajo la dirección de Le Corbusier. En 1927, el
triunfo de un proyecto académico en el concurso internacional para e! Palacio
de las Naciones de Ginebra, frente a un sinnúmero de proyectos elaborados
dentro de los códigos racionalistas, hace que los arquitectos del Movimiento

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: " La formulación del sistema urbano racionalista".

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Moderno cierren filas para difundir sus ideas y lleven adelante una lucha unita-
ria con el fin de imponer la nueva arquitectura. El grupo fundador, reunido en
La Sarraz, organiza una serie de encuentros sobre los problemas esenciales de la
arquitectura y el urbanismo. En 1929, el C.I.A.M. se reúne en Frankfurt y deba-
te: el tema "la vivienda para el mínimo de existencia", con importantes contribu-
ciones teóricas y p rácticas sobre la célula de vivienda y sus componentes. Allí se
presentan los estudios tipológicos sobre la cocina funcional mínima. En 1930, en
Bruselas, la escala urbana es el tema dominante, y se estudian los métodos de
construcción y de loteo racional: Gropius presenta allí su conocido trabajo que
critica los edificios bajos y demuestra la eficiencia funcional y económica de los
bloques de apartamentos de 10 a 12 p lantas.
En 1934, se rea liza el cuarto congreso a bordo de un barco, rumbo a Atenas
-el "Patris ll"-, dedicado a la "ciudad funcional". Allí se elabora uno de los
documen tos básicos del urbanismo moderno: la Carta de Atenas. El último con-
greso, antes de la guerra, se efectúa en París , en 1937, y versa sobre el tema
"vivienda y recreo", es decir, la relación entre el hábitat y las estructuras del
ti em po libre, definidas por Le Corbusier como las "alegrías esenciales": el sol, el
espacio y e l verdor.
La Carta de Atenas expresa una concepción de la ciudad coherente con los
intereses del sistema capitalista. En ella queda implícita que una vez mejorado el
estándar habitacional de los obreros, se debe encon trar el equilibrio social y
cada un o cumplir con la función que le ha sido asignada de antemano: el obrero,
trabajar en la fábrica, compartir su vida familiar y gozar de algunas a·l egrías
esenc iales en su tiempo libre. L a ciudad presenta entonces solamente un proble-
ma de organización interna de las fu n ciones básicas, tal como se afirma en el
punto 77: "Las claves del urbanismo se encuentran en las cuatro funciones:
habitar, trabajar, recrearse y circular."
"El urbanismo tiene cuatro objetivos, que son:
Prim ero. Asegurar a los hombres alojamiento sano, es decir, lugares en que
el espacio, el aire puro y e l sol, estas tres condiciones de naturaleza estén amplia-
mente aseguradas.
Segundo. Organ iza r los lugares de trabajo de mod o que éste, en vez de ser
una penosa sujeción, recupere su ca rácter de actividad humana natural.
Tercero. Prever las ins talacio nes necesarias para una buena utilización de las
horas libres, haciéndolas beneficiosas y fecundas.
Cuarto. Establecer el vínculo entre estas diversas organizaciones por medio
de una red circulatoria que asegure los intercambios sin dejar de respetar las
prerrogativas de cada una de ellas. Estos cuatro objetivos so n las cuatro claves
del urbanismo."
Estos planteamientos genér icos, de por sí son válidos. Pero, ¿quién impide a
los hombres tener un alojamiento sano? ¿Es acaso el urbanismo el causante dé! la
a lienació n del trabajo a que es sometido el proletariado? ¡,Quién puede utilizar las
escasas infraestructuras urbanas del tiempo libre? ¿Qué intereses controlan la
renta de la tierra? Es evidente, que estos interrogantes no encuentran respuesta.
Cuando se afirma que "la escala de los trabajos a emprenderse urgentemente
para el arreglo de las ciudades, por una pane, y el estado de la propiedd territo-
rial infinitamente dividida, por otra, son dos realidades antagónicas (93) ... "; y
"el interés privado se subor<:linará al interés colectivo (95)", cabe preguntarse,
¿en qué forma, dentro del sistema capitalista, se limitará la apropiación privada

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SEGRE, Roberto, Arquitecrura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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de la plusvalía? O sea, estos enunciados tratan de transformar los efectos, sin


recurrir a las causas que los producen. Tal es así, que en todo el texto no se hace
ninguna referencia a la Unión Soviética, ni a las transformaciones territoriales y
urbanísticas promovidas p or las nuevas leyes .sobre la socialización de las pro-
piedades rurales y urbanas que anulan la trabas a la planificación globa l, exis-
tentes aún en la sociedad capitalista. ·
En la Carta de Atenas, la vivienda asume el mayor peso dentro de la estruc-
tura urbana (88): "El núcleo inicial del urbanismo es una célula de habitació n
(una vivienda), y su inserción en un g rupo que forma una unidad de habitación
de tamaño eficaz (89)." "Es partiendo de esta unidad -vivienda- como se
establecerán en el espacio urbano las relaciones entre la habitación, los lugares
de trabajo y las instalaciones consagradas a las horas libres.'' Así queda definido
con precisión el ciclo cerrado de la alienación-desalienación proletaria: trabajo-
vivicnda-esparcim iento -trabajo. La vivienda es el eje centra l de este proceso y no
la fábrica. La recuperación de la fuerza-trabajo en el núcleo familiar tiene mayor
peso que la intensificación de la vida social o la búsqueda de nuevas relacio nes
funcionales; por ejemplo, el vínculo estudio-trabajo.
La ciudad funciona entonces como una máquina sincronizada (81 ): "La re-
forma establecida entre los componentes -zoning- del zoneamiento, al poner
en armonía las funciones claves de la ciudad, creará entre éstas vínculos natura-
k;, para cuyo fortalecimie nto se preverá una red de grandes arterias (84)." "La
ciudad, definida de.sde entonces como una unidad funciona/, deberá crecer armonio-
.rnmente en cada una de sus partes."
En resumen , el valor positivo de los fundamentos técnicos y científicos que
rigen la estructura urbana, descubiertos por los urbanistas de este período, se
anulan en la manipulación ejercida por los intereses del sistema capitalista y por
la escasa comprensión de los fenómenos económicos, sociales y políticos que
intervienen en la determinación del desarrollo de la ciudad.

7.3. LE CORBUSIER Y SUS PROPUESTAS URBANISTICAS

Los componentes del sistema urbano

Charles-Edouard J eanneret (1887-1965), conocido por Le Corbusier a partir


de la década del 20, es el principal propagandista de las teorías urbanísticas
racionalistas y el profeta de la forma de la ciudad moderna. La metrópolis con-
temporánea debe a Le Corbusier sus p refiguraciones, luego concretadas paulati-
namente a lo largo del siglo XX, tanto en los países capitalistas como en el
mundo socialista. A pesar de sus limitaciones políticas e ideológicas, de su iden-
tificación con el sistema capitalista -aunque no olvidemos su apoyo y colabora-
ción con la Revolución de Octubre--, a pesar de su concepción aún renacentista
del diseñador -el demiurgo, que concreta por sí solo la imagen total del entor-
no humano--, Le Corbusier elaboró en ve inte años las imágenes que aún hoy se
mantienen vigentes en las estructuras urbanas: el uso de los edificios altos, las
grandes áreas verdes en la ciudad, la separación de la circulación peatonal y
vehicular; la articulación continua del hábitat colectivo y el rechazo de la vivien-

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La fonnulación del sistema urbano racionalista".

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Lám. 32. Cap. 7. 7.3.a.-LE CORBUSIER Y SUS PROPUESTAS URBANISTICAS:
La ciudad de tres millones de habitan.tes.

VISTA DEL CENTRO CON LOS RASCACIELOS CARTESIANOS

~
~
CENTRO OE LA CIUDAD

VIV IENDASOBRERAS
·--- . 1
IJ .:-F.==H-:
lllff&IUil
llilUilU 1
~
CIUDAD RASCACIELOS GRECAS
TRADICIONAL CARTESIANOS VIVIENDAS

. 1

PLANTA DtL C~NTRO URBANO DE LA CIUDAD DE J MILLONES DE HAf\lTANTES

da individual; el concepto <le estándar arquitectónico homogéneo de la trama


urbana.
Le Corbusier es el representante de la ideología urbana de los "capitanes de
industria" quienes representan los intereses del gran capital, cuya expresión te-
rritorial se centra en la principal polaridad antagónica: el moderno centro direc-
--ional de la economía y los negocios coexiste-con los asentamientos de los traba-
jadores industriales que producen la riqueza básica de la sociedad actual. Ambas

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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lám. 33. Cap. 7. 7.3.b.- LE CO RBUSI ER Y SUS PROPUESTAS URBAN IST ICAS:
El proyecto de la ciudad radiante (1933).

VISTA GENERA L DE L AREA DE VIVIENDAS Y SERVICIOS

CENTRO DIRECCIONAL
NEGOCIOS. ADMINISTRACION

CENTRO DE TRANSPORTE

EM0AIADAS. HOTELES

AREA DE VIVIENDAS Y
SERVICIOS

AREA VERDF.

INDUSTRIA LIGERA

OTRAS EMPRESAS

INDUSTR IA PESADA

PLANTA GENERAL DE LA CIUDAD RADIANTE

clases sociales radican en la metró poli, en "la ciudad de los tiempos modernos".
Sin embargo, Le Corbusier supone que esa polaridad desaparece en la nueva
ciudad: "Y o había hecho los estudios completos de una ciudad contemporánea
de 3.000.000 de habitantes. Había creado dimensiones nuevas, había adivinado
las alegrías esenciales: cielo y árboles, compañeros de cada hombre. Sol en la
habitación , azul en la ventana, extensiones de áreas verdes delante de sí, al des- ..:
perlar en la ciudad. Yo había creado el tipo de ciudad sin clases, una ciudad de

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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lám. 34. Cap. 7. 7.3.c.-LE CO RBUSIER Y SUS PROPUESTAS URBANISTICAS:
Plan para la ciudad de Argel (1930).
Los tres establecimientos humanos (1940-45).

PLANTA Y VISTA DE LA UROANIZACION DE ARGEL


JJ==.il.1.11.llWlJlU 1111 111 ! 11.LliillilW.ULU LLLLLLill.U
":'.:'.:'.:::::~~~:::::~~~ 1 1 1 111 1 1 11 11 11 11 1

LOS TRES ESTABLECIMIENTOS HUMANOS

CIUDAD
RADIOCENTRICA
INTERCAMUIO

SISTEMA DE COMUNICACION

CUDAD ~INEAL INDUSTRIAL

hombres ocupados en su trabajo y e n el esparcimiento que se podrá materializar."


Su concepción de la vida urbana no da cabida a la vivienda individual, que
rechaza de plano. En su viaje a los Estados U nidos critica con violencia la hege-
monía del suburbio pequeño burgués. "Qué dispersión, ¿por qué'?; ¿que frenesí
proyecta millones de seres tan lejos unos de otros? Es porque estos hornpres
persiguen un sueño quimérico: el de la libertad individual. La atrocidad de l..1s
grandes ciudades es ta l que un instinto de salud lleva cada uno a huir, a salvarse,

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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a perseguir la quimera de la soledad ... Los fermentadores de la ciudad-jardín y
los responsables de la desarticulación de las ciudades han proclamado bien a lto :
Filantropía, a cada uno su pequeño jardín, su pequeña casa, su libertad
asegurada."
En la primera propuesta concreta que presenta en 1922 al Salón de Otoño de
París, la "Ciudad de tres millones de habitantes", aparecen todavía los compo-
nentes formales y funcionales tradicionales -el trazado simétrico Beaux-Arts y
la vivienda suburbana-, así como una clara diferenciación de actividades que
corresponden a la división clasista del trabajo en el sistema capitalis ta. El diseño
se basa en una forma geométrica regular, compuesta por torres de oficinas en el
centro, edificios administrativos, viviendas colectivas y servicios que consti tuyen
la ciudad propiamente dicha, que alberga un millón de habitantes. Separados
por un espacio verde, se localizan la zona industrial y el anillo de la "ciuclacl-
jardín", donde radican los obreros. Las 24 torres del centro albergan los nego-
cios, la administración, los hoteles, con una capacidad, cada una, de 10.000 a
50.000 personas. La densidad es allí de 3.000 habitantes por hectárea. Este "cen-
tro direcciona l" persiste en todas las propuestas de Le Corbusier y se convierte
en el modelo de la City capitalista, que contiene las oficinas de las empresas
transaccionales: "La Ciudad Mundial es la oficina de los negocios del mundo, la
sede social de la gran sociedad anónima de los intereses del mundo. Ella debe ser
el lugar <le concentración de la estadística y del documento, el lugar del debate
lejos de las pasiones, lejos de la crisis. El centro de los encue ntros y el receptácu-
lo de las proposiciones."
Alrededor de las torres se u b ican los edificios de viviendas colectivas donde
habitan los funcionarios y empleados del centro - los ,vhite collars (Ramón.
1967)-, que configuran los inmuebles-villas y de planta quebrada continua - las
grecas-, con una densidad de 300 habitantes por hectárea. El módulo estableci-
do por el sistema vial es de 400 por 400 metros, o sea, lotes de 16 hectáreas. Los
obreros se sitúan fuera de este conjunto. El mismo Le Corbusier, en su propues-
ta. sin hablar de clases sociales, establece una clasificación funcional-social al
dividir la población en: a) los urbanos: los de la ciudad, que tienen sus negocios y
residen en la ciudad (alta y pequeña burguesía); b) los mixtos: los que aportan su
trabajo a la ciudad de los negocios, pero que poseen su familia en la ciudad-
jardín (asalariados en el sector ele servicios y pequeña burguesía)~ e) los suburba-
nos: los que trabajan en los suburbios, en la zona de las fábricas y que no van a
In ciudad; ellos residen en la ciudad-jardín ( el proletariado indust ri al).
En 1930, en el Congreso del C.J.A.M. en Bruselas, Le Corbusier presenta los
planos de la Vil/e Radieuse, que constituye una versión actualizada del proyect0
anterior. Las diferencias radican en el esquema planimétrico y en ia desaparición
de la ciudad-jardín. El modelo cerrado se convierte en un modelo abierto, orga-
nizado en fajas funcionales horizontales que pueden crecer libremente a ambos
lados. Persiste la división social del trabajo y su clara organización territorial
et:tratificada, desde el Centro Cívico. con los rascacielos cartesianos hasta l:i zona
industrial situada en el extremo opuesto. Sin embargo, las grecas de viviendas
constituyen la única zona de hábitat prevista, lo que hace suponer la coinciden-
cia "ideal" de los diferentes grupos sociales. En este esquema resu lta evidente la
influ encia ejercida por las propuestas de los urbanistas soviéticos. que conociera
en sus viajes a Moscú para Ja realización del Centro Social. Pero sólo asimila los
componentes formales y elude su fundamentación política y social, a causa de

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sus concepciones idealistas y abstractas sobre la dinámica de la sociedad mo<Jer-
na: para él, la revolución es técnica, no social. "Las técnicas modernas han
realizado la revolución a rquitectónica. La revelación arquitectónica se ha vir-
tualmente concretado. Efecto del cálculo y de las máquinas ... La arquitectura,
habiendo hecho su revolución no puede hacer más hoy por la sociedad moderna;
ella está golpeada por la inmovilidad porque no posee un programa (status
social definido) y no posee un ambiente (status urbano a formular) ... Afirma-
ción del individuo... ¿Por medio de la revolución sangrienta? No es obligatorio.
Por medio de la claridad, el equilibrio, el buen sentido, ideal, fe y fuerza."

De la escala metropolitana a la escala regional

Para lelamente a los proyectos urbanos "ideales", Le Corbusier realiza pro-


puestas pa rcia les de remodelación -el Plan Voisin de P arís, o el Plan de
Barcelona-, o esquemas de ciudadanos menores, adecuadas a los determinantes
topográficos y funcionales específicos: recordemos el plan de N emours en el
Norte de Africa y de la ciudad industrial de Zlin (hoy Gottwaldow), en Checos-
lovaquia, ambas con una población de 50.000 habitantes, que residen en los blo-
qués de apartamentos colectivos.
En 1929 viaja a América del Sur y esboza ?lgunos esquemas de moderniza-
ción de las ciudades de Buenos A ires, Montevideo, Río de J aneiro y San Pablo.
Del conrncto con las nuevas realidades urbanas que presentan los países del
llamado "Tercer Mundo", y de la experiencia revoluciona ria soviética, Le Cor-
bnsier abandona la imagen compacta de ·la ciudad y la sustituye por una estruc-
tura linea l. El plan de Argel, de 1930, está constituido por cuatro elementos prin-
cipales: a) la cinta ele viviendas colectivas de 15 kiló~etros de longitud, 26 metros
de ancho y 14 pisos de alrura, que alberga 180.000 habitantes y posee una auto-
pista en el techo; h) el centro europeo ele 220.000 habitantes; e) el centro de los
negocios; cO la Casbah, el centro histórico árabe. Si bien persisten los contenidos
de clase, al diferenciarse la estructura urban a del colonizador francés de la zona
de vida y trabajo de los nativos, el conjunto posee dos aportes sign ificativos en
términos de diseño: 1) el abandono de los rígidos esquemas geométricos ortogo-
nales, al adecuarse los elementos urbanos al paisaje y la topografía; 2) la integra-
ción del usuario como partícipe en el d iseño de los elementos arquitectónicos.
En la cinta de viviendas, Le Corbusier diseña la estructura y el equipamiento
técnico, mientras cada inquilino asume la definición formal de su propia célula.
En la década de los años 40, en el período de la guerra, Le Corbusier elabora
un esquema regional de las funciones urbanas, denominado ''Los tres Estableci-
m ientos Humanos" . La segregación social alcanza ahora la totalit.bd del territo-
rio e integra al proletariado agrícola. Los asentamientos humanos se dividen en
tres grandes grupos: 1) La Unidad de Producción Agrícola, dedicada a la ali-
mentación; 2) la Ciudad Linea l Industrial, especializada en la manufactuái e
ind ust ria; 3) la Ciudad Social Radiocéntrica, que alberga el gobierno, la cultura,
el comercio, la distribución, etc. En términos sociales, el proletariado, que en la
Vil/e Radieuse quedaba integrado al centro metropolitano, es expulsado hacia el
campo, en contacto directo con el campesinado. La ciudad es ahora de uso
excl usivo de la clase dominante. No cabe duda que en esta visión integral del
terr itorio, en su concepción moderna de la producción agrícola, está presente la

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expe,riencia soviética de las cooperativas agrícolas - los kolkoses y sovkoses- y
de la planificación territo ria l. Pero su organización funcional y social, dentro del
sistema capitalista, posee un carácter radicalmente diferente a la existente en el
sistema socialista, ya que se eliminan los nuevos vínculos económicos, sociales y
culturales que se establecen sobre el territorio socialista.
Le Corbusier simboliza la búsqueda de una organización urbana y territorial,
cuya forma refleja las exigencias funcionales del sistema capitalista, así como el
sometimiento del proletariado y campesinado a los imperativos de la burguesía.

Sin embargo, sus rígidos esquemas formales - jerárquicos y represivos- evolu-
cionaron hacia configuraciones dialécticas que indicaron las líneas fundamenta-
les, en el plano figurativo, del desarrollo del urbanismo contemporáneo.

7.4. LOS CONJUNTOS DE VIVIENDAS DE LOS MUNICIPIOS


EUROPEOS

El desarrollo urbano en Holanda

Holanda es un país europeo pequeño cuya economía se basa en la produc-


ción agroindustrial y en la explotación de las colonias. El proceso de industriali-
zación iniciado en este siglo no produce los desgarram ientos sociales y urbanos
característicos de los restantes países europeos. Resulta casi un símbolo de este
equilibrado proceso de inserción de la producción industrial dentro del ámbito
urbano tradicional, la fábrica de Van Nelle (1926-30), de J. A. Brinkman y L. C.
van der Vlugt, situada en las afueras de Rotterdam, uno de los ejemplos más
válidos de la arquitectura fabril racionalista.
La burguesía holandesa, a partir del· siglo XVI, elaboró una arquitectura y un
trazado urbano acorde con sus actividades comerciales y manufactureras, cuyos
elementos constitutivos, sigu ieron .vigentes hasta el siglo XIX, sin caer en la mo-
numentalidad simbó lica del eclecticismo ni en el deterioro físico de los barrios
proletarios. El aumento de la población y la mayor complejidad de las funciones
urbanas imponen a principios del siglo XX, la intervención estatal en el desarro-
llo urbano. Amsterdam es una de las pocas ciudades europeas gue ha tenido un
proceso de expansión controlado por sucesivos planes directores: entre 1902 y
1917, H. P. Berlage (1856-1934) -autor de la Bolsa de Amsterclam- realiza el
primer proyecto de zonas lrnbitaciona les fuera del casco medieval: Amsterdam
Sur. Posteriormente, Cor van Eesteren, presidente del Congreso del CI AM de
1933, dirige, a partir de 1935, el nuevo Plan Director.
Amsterdam, ciudad que alcanza en 1939 una población de un millón de habi-
tantes, posee una estructura urbana homogénea, cuyo valor radica en la sucesiva
integración de los diferentes códigos urbanístic;os. En el plan de Belarge se pasa
de las viviendas tradicionales en tira, ubicadas en el centro histórico, a los blo-
ques residenciales de la burguesía. Estos poseen entre 100 y 200 metros de longi-
tud , a lo largo de las calles arboladas, con patio interior y mantienen la tipología
de la fachada continua de ladrillo, con variaciones formales sobre el mismo tema
-la articulación de las aberturas, balcones, bow-windows, etc.-, que recuperan
la diversificación decorativa de las viviendas del período renacentista y barroco.

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La fonnulación del sistema urbano racionalista".

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lám. 35. Cap. 7. 7.4.a.-LOS CONjUNTOS DE VIVIENDAS DE LOS MUNICIPIOS
PROGRESISTAS EUROPEOS: Frankfurt.

PLANO DE FRANKFURT 1926,28 (BARRIOS POPULARES) BARRIO DE ROEMERSTAD. ARQUITECTO: E. MAY

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ESQUEMA EN ALruRA Y PLANTA DE UBICACION URBANISTICA DE EDIFICIOS AL TOS

T IPICA URBANIZACION RACIC\NALISTA. BERLIN · LUDWIG HIL0ERSEIMER

La cualificación estética de la nueva tipología residencial es realizada por un


grupo de arquitectos reunidos bajo la común denominación de ''Escuela de
Amsterdam". Entre ellos citemos a Michael de Klerk (1884-1923) y P. L. Kra-
mer (1881-1916), autores de las refinadas elaboraciones de "decoro" urbano
- barrio Zuid-, que evidencian la presencia de la burguesía holandesa y salva
del anonimato implícito en los edificios de apartamentos, el deseo de identifica-
ción de esta clase, dentro de la comunidad residencial.

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO N ° 1
Lám. 36. Cap. 7. 7.4.b.-LOS CONJUNTOS DE VIVIENDAS DE LOS MUNICIPIOS
PROGRESISTAS EUROPEOS: Arnsterdarn y Viena .

MICH EL DE KL ERK, A PARTAMENTOS. 1913

BARRIOS POPULA RES DE VIENA


K ARL MA RX 11or. 1927 - 1930
PL ANT A

VISTA PATIO IN f"ERIOR CON GUARDE RIA INFANTI L

A pa1iir de la década del 30 , los macizos bloques de viviendas colectivas


compactas so n sustituidas, en el plari de Van Eesteren, por la tipQlogía urbana y
arquitectónica de los bloques paralelos racionalistas. Sin embargo, la continui-
dad del trazado vial, el uso del ladrillo, la generosa presencia de áreas verdes, no
alteran la imagen homogénea del trazado urbano. Cabe afirmar que Amsterdam
co n su claro crecimiento direccional continuo, elude la expansión arbitraria a
"ma ncha de aceite" y las 8dicio nes fragmentnrias que caracterizan los suburbios

31
SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS ¡


/
CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBUOGRAFICO N ° 1
Lám. 37. Cap. 7. 7.4.c.-LOS CONJUNTOS DE. VIVIENDAS DE 1.05 MUNICIPIOS
PROGRESISTAS EUROPEOS:
Los barrios obreros en Viena (1919-1930).

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7- RAP• NHOF. 1925 · ARO · SCHMID Y :\RCHINGER


1 · KAltL MARX I IOí · 1917 · AKQ · K. l:liN
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S, METZ LEINSTALER - l iOF. 1919. ARO . KALES~ Y GESSNtR 12· KARL SEITZ liOF · 1924 · AR()· G>.SSNER
6 , GEORGE WASHINGTON HOF . 1927. ARO · KRIS I Y OERLEY

·•Ciudad-Jardín" o las nuevas unidades residenciales raciona listas (Siedlungen),


(Tafuri, 1976). Frente a los esquemas ahistóricos de Le Corbusier o Hilbersei-
mer, frente al rechazo de la arquitectura del pasado, la producción holandesa
representa la versión más decantada de las vinculaciones entre lo viejo y lo nue-
vo al producirse la articulación dialéctica entre tradición histórica y transforma-
ciones presentes.

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: " La formulación del sistema urbano racionalista".

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L a in iciati, a de los municipios alemanes
1

Los núcleos habitacionales (Siedlungen) construidos por los mumc1p1os de


algunas ciudades alemanas -Berlíri, Frankfurt, H amburgo, Dessau, etc.- cons-
tituyen los aportes más significativos de la arquitectura y el urbanismo raciona-
listas. Aquí se aplican las investigaciones científi cas referidas al tema de la célu la
habitacio nal y su organización u rbana. En ellos se logra el objetivo de contenido '
social, base de las búsquedas sobre las d imensiones mí nimas requeridas por las 1
funciones humanas (Existenzminimum). Son consecuencia de un trabajo en equ i-
po entre arquitectos y técnicos y promueven una nueva relación entre los diseña-
dores y la comitencia polít ica o sindical. El proyecto se fundamenta en condicio-
nantes económicos concretos y en incipientes planteamientos de p refabricación y
seriación de elementos. t

Los barrios proletarios a lemanes ¡naterializan _las ideas expresadas,al c_omien-


zo de este capitulo por Hannes Meyer y constituyen el legado mas vital, en
términos de su significación cultural y social, que nos ha dejado el racionalismo,
más allá de las experiencias aisladas o las elaboraciones plásticas de los Grandes
Maestros, cuyo usufructo real, en definitiva, lo realiza la clase dominante. No es
casual que Adolf Loos, cuando se inauguró el barrio experimental Weissenhof
en Stuttgart ( l 927), con prototipos de viviendas realizadas por Gropius, Mies, Le
Corbusier, Oud, Scharoun, etc., dijera al visitarlo: "Lo que he visto allí es sola-
mente una agrupación de casas burguesas extraordinariamente bellas ... " (Aymo-
níno, 1973).
La recuperación económica de Alemania, a partir de 1924, impulsada por la
presencia del capital norteamericano (Plan Dawes), permitió a la social-
democracia burguesa disponer de recursos económicos para la construcción de
viviendas y aliviar así la dramática crisis habitacional q ue afectaba a las masas
proletarias. La lucha de los sindicatos obreros, al quedar diezmadas las fuerzas
revolucionarias por la acción represiva de la burguesía, se dirige hacia las reivin-
dicaciones materiales y la construcción de viviendas económicas. A partir de
1919, el arquitecto Martín Wagner, asesor urbanístico de Berlín, participa en las
iniciativas de las cooperativas en construcción -las sociedades Dewog y
Cehag- , que promovieron entre 1924 y 1933 más de 14.000 viviendas en Berlín
y 15.000 en Frankfurt. Entre los conjuntos más conocidos, citemos el barrio
Berlín-Britz (1925-31), de Bruno Taut y Martin Wagner, y el conjunto Sie-
mensstadt (1929-30), en el que participan Taut, Gropius, Scharoun, H aring y
Bartning.
Entre 1925 y 1930, la ciudad de F rankfurt se convierte en el centro de las
experiencias urbanísticas de la vangua rdia eu ropea. El arquitecto Ernst May
(1886-1970) es nombrado director de construcciones del municipio y Heva a cabo
un conjunto de barrios residenciales (Siedlungen), en los cuales se aplica riguro-
samente la normativa racionalista, las iniciativas son difundidas en Europa a
través de la revista Das Neue Frankfurt (1926-1931), dirigida por el propio May,
que publica los estudios arquitectónicos y urbanísticos expuestos posteriormente
en los Congresos del C.I.A.M. E n las afueras de la ciudad se construyen las
unidades de Hellerhof, Roemerstadt, Prounhcim, Bruchfeldstrasse, etc., conjun-
tos cerrados en sí mismos, equipados con los servicios primarios.
El modelo del barrio de viviendas real izado en Alemania (Siedlung), se ubica
a mitad de camino entre la propuesta del hábitat de la "cíuciad-_jardín" y los esque-

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".

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mas ideales de renovación total de la ciudad. O sea, que a escala urbanística, el
problema de la vivienda es afrontado aisladamente, sin plantear nuevas relacio-
nes funcionales ni establecer vínculos con una hipotética transformación estruc-
tural d e la ciudad. Por lo tanto el límite de esta experiencia radica en su carácter
fragmentario e independiente dentro del tejido urbano, la inexistencia de un
nexo tipológico con la ciudad histórica y la introversión de la unidad habitacio-
nal, autosuficiente en su mínima fundonalidad cotidiana, que valorizó la vida
familiar, desv.i nculada de otros niveles de participación social.
Desde el punto de vista del tipo arquitectónico, la va riación de los elementos
se reduce a la vivienda en tira de 2 a 4 plantas, con una densidad de población
constante. El modelo es, en definitiva, suburbano y antagónico al modelo lecor-
busierano de la greca y del inmouble-villa. Esto demuestra que a la burguesía no
le interesaba acercar el proletariado al centro de la ciudad, ni crear una compleja
estructura funcion al que implicara un proceso de socialización de las actividades
urbanas: la vida cotidiana del proletariado, reducida a los dos polos básicos, la
fábrica y la pequ eña comunidad residencial, cons tituía la mej or garantía para
conservar la paz social y el funcionamient o del s istema.

Los barrios proletarios Je Viena

Si bien, por su tipología, las viviendas realizadas por el municipio socialista


de Viena preceden a los esquemas racionalistas, desde el punto de vista social y
cu ltural constituyen un paso de avance respecto a los Siedlungen alemanes. A
pesar de la existencia de un gobierno central conservador burgués que dirige la
política de Austria en la década del 20 al 30, el municipio de Viena constituye
una isla progresista que lleva a cabo una política radical en lo que se refiere a la
solución del problema de la vivienda proletaria. La orientación socialista del
gobierno municipal permite establecer leyes severas contra la especulación, se
requisan viviendas, que pasan a manos del municipio, se limitan los alquileres a
un índice equivalente al 2 por 100 del salario (con anterioridad correspondía al
25 por 100 del salario de un trabajador) y se planifica la construcción progresiva
de viviendas de 5 a 10.000 anuales. Entre 1918 y 1934, el municipio construyó
63.754 viviendas económicas, que corresponden al 70 por l 00 del total ele vivien-
das erigidas en Viena. En los proyectos de las obras sociales participaron arqui-
tectos conocidos, tales como Adolf Leos, Peter Behrens, K arl Ehn, Hubert
Gessner, etc.
La solución arquitectónica y urbanística es radicalmente diferente a la plan-
teada por los Sied/ungen. En vez de esquemas suburbanos de escala reducida,
compuestos por viviendas en tiras, se opt~ por unidades compactas de gran
tamaño, que introducen al proletario dentro de la ciudad burguesa. Por una
parte, persiste el modelo cerrado de patio interior de la Míerskaserne proletaria
- -despojado de sus connotaciones represivas y especulativas-; por otra, se
apropia del modelo simbólico de la residencia burguesa. El resultado es la cons-
trucción de bloques de 6/ 7 plantas, con amplias áreas verdes interiores que lle-
gan a poseer hasta 1 kilómetro de longitud.
El Karl Marx Hof, realizado por Karl Ehn en 1929, alberga 5.000 habitantes
en 1.400 apartamentos, con una superficie construida de 156.027 metros cuadra-
dos que, sin embargo, ocuµa el 30 por 100 de la su perfi cie tota l del terreno. Su

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carácter esencialmente urbano se demuestra también en los servicios sociales:


posee círculos infantiles, lavandería colectiva, biblioteca, centro asistencial, ofi ci-
nas, tiendas, jardines, parques infantiles, etc. La importancia otorgada a las m is-
mas demuestra el peso de la vida social y su primacía frente al aislamien to
individual de la célula habitacional. En esto, se p reanuncian algunos atributos
de las relaciones funcionales que caracterizan el urbanismo socialista.
Mientras la trama de Amsterdam representa la continuidad de la "respet~~bi-
lidad'' urbana burguesa; los Siedlungen, la o rganización marginal de las necesi-
dades mínimas del proletariado, ajeno al uso de la centra lidad urbana; los Hof
de Viena, en su estructura bloqueada por "manzanas", simbolizan el intento de
apropiación de la ciudad burguesa por parte del proletariado, tanto en términos
funci onales y de servicios como simbólicos. Es evidente, que dentro del sistema
capitalista, aún vigente, estas islas proletarias quedarán aisladas en la ciudad
"especulativa", controlada por la burguesía. E l carácter agresivo y monumental
ele los Hof vieneses, su individualización particular, poseerán un valor significati-
vo que expresa a escala urbana la lucha política y de clases imperan te en la
Europa de los años 30. No es casual, entonces, que los Hof de Viena constituyan
los baluartes de la resistencia contra las fuerzas nazis hitlerianas, que anexi o na-
rán Austria a Alemania en 1938.

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CAPÍTULO 12:
TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD EN LAS PROPUESTAS
ARQUITECTÓNICAS Y URBANAS
ROBERTO SEGRE

12.1. EL DESARROLLO DE LA VIVIENDA EN LA RECONSTRU CCION


DE EUROPA: LA UNIDAD DE MARSELLA

La prefabricación en los grandes conjuntos habitacionales

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los países europeos


confrontaron una grave crisis en el sector de la vivienda. Al déficit acumulado a
lo largo de las décadas anteriores a la conflagración, a pesar del esfuerzo cons-
tructivo realizado en los años 30, se sumaba la destrucción de las ciudades en
Inglaterra , Holanda, Francia, Italia, Alemania y los países de Europa central.
La escala del problema impuso la intervención del Estado en la promoción y
financ iación de los planes de viviendas. En algunos casos -Alemania e Italia- ,
la crítica situación económica hizo necesaria la ayuda extranjera. Estados Uni-
dos y los regímenes capitalistas, atemorizados ante la expansión del mundo so-
cialista y la creciente importancia de los partidos comunistas y los movimientos
populares en Francia e Italia, destinaron ingentes recursos - las inversiones ca-
nalizatlas a través del Plan Marshall- hacia la construcción de viviendas, con el
fin de mejorar el nivel de vida de la población y atenuar los conflictos de clase.
En Italia, los proyectos de urbanizaciones y viviendas colectivas para traba-
jadores se a lejan de los esquemas formales racionalistas, demasiado contamina-
dos por los vínculos entre los arquitectos del movim iento y el fascismo. Los
conjuntos de la postguerra recuperan las _rakes populares de las construcciones
rurales y desarrollan técnicas constructivas artesanales, identificándose con el
sistema de valores cu lturales establecidos por el "neorrealismo" italiano. Ludo-
vico Quaroni, Franco Albini, Ma rio Ridolfi, Giuseppe Samoná, etc., son los
principales protagonistas de este movimiento y construyen barrios proletarios y
pueblos campesinos en Milán, Roma -Barrio Tiburtino-, y en el sur de Italia,
el pueblo rural de La Martella.
Por el contrario, en Francia, Holanda e Inglaterra se inicia el desarrollo de
nuevas técnicas basadas en la racionalización e industrialización de la construc-
ción. L a posib ilidad de planificar a medio y largo plazo la concreción de los
conjuntos habitacionales, a partir de la fina nciación estatal facilita el desarrollo
de la prefab ricación, como respuesta al incremento de las necesidades, la reduc-
ción de los costos y la disponibilidad limi tada de mano de obra.
E n F ranc ia, cnt re 1945 y 1962, se construyeron 3.000.000 de viviendas. Para

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".

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lám. 60. Cap. 12. 12.1.-EL DESARROLLO DE LA VIVIENDA EN LA RECONSTR UCCION


DE EUROPA:
La unidad de tamaño regular.
LE CORBUSI ER· LA UNIOAO HABITACIONAL DE MARSELLA. 19◄ 6 - 51

PLANTAS Y CORTE DE LOS APAIHAMENTOS TIPICOS

ello; el Estado estableció una normativa de viviendas económicas H.L.M. (I-lábita-


tions a Lozer Moderé), organizadas urbanísticamente en grandes suburbios (gran-
des ensembles), convertidos, a partir de la década del 50 en verdaderas_ unidades
urbanas, con una dimensión variable entre 30 y 60.000 habitantes. Son las
Z. U.P. (Zones a Urbaniser par Priori té), destinadas a absorber las 300.000 vivien-
das anuales construidas desde 1955. Este nivel productivo fue alcanzado por
medi o de la industria de viviendas prefabricadas, basada en la tecnología de

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arquitectónicas y urbanas".
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grandes paneles de hormigón armado, desarrollaua por las empresas Camus,


Coignet, Ba llency, etc.
Los resultados a rquitectónicos y urbanísticos de la década de los años 50 no
respondieron a las nuevas tendencias vigentes .en este período. Arquitectos y
diseñadores tuvieron escasa participación en la configuración de los prototipos
de viviendas. Estos constituían fríos volúmenes inexpresivos, definidos por la
tecnología productiva, repetidos persistentemente en los suburbios de las gran-
des ciudades. Su autonomía tipológica -cinta, torre, lámina-, tampoco quedó
compensada por la organización urbanística, reducida a una simple distribución
geométrica de los bloques, carente de los servicios indispensables y de los cen-
tros de producción que permitirían cierta cohesión comunitaria. La ley de máxi-
ma rentabilidad económica de los conjuntos habitacionales los convirtió en ciu-
dades dormitorios para trabajadores jóvenes, desprovistos de las funciones
básicas, promotoras de vínculos sociales entre los habitantes. Estas deficiencias
motivaron profundos problemas sicológicos y sociológicos, que fueron caracte-
rísticos de estas urbanizaciones: Sarcelles, en las afueras de P arís, se convirtió
en el prototipo negativo, investigado por sociólogos, urbanistas y asistentes
socia les.
En Tnglaterra, la existencia de una fuerte tradición constructiva artesanal,
r:..1cionalizada en concordancia con la nueva escala de la demanda, limitó en
parte el desarrollo de la prefabricación. Sin embargo, la participación de un
número considerable de arquitectos en las oficinas municipales - cerca de 4.500
profesionales en 1966; el 39 por 100 del total-, determinó un buen nivel de
diseño arqu itectónico y urbano en los conjuntos realizados en la década del 50.
La reconstrucción ele Londres se inicia con la urbanización de Pimlico G ar-
ckns, ejemplo de aplicación de los códigos urbanos racionalistas dentro del teji-
do urbano, segu ido por el conjunto de Alton Estate en Roehampton, situado en
las afueras de la ciudad y ejecutado por el municipio de Lo ndres (County Coun-
cil, bajo la dirección del arquitecto R obert Matthew), entre los años 1952-59.
Este ejemplo obtuvo una gran difusión en Inglaterra y fuera del país, debido al
intento de lograr una estructura urbana diversificada, conservando la tipología
de los bloques aislados de viviendas colectivas. Otro objetivo consistió en cualifi-
ca r urbanísticamente el sub urbio y presentar una alternativa habitacional, cuyo
nivel de diseño compitiera con las realizaciones paralelas de las New Towr1s, y
contrapusiera los bloques altos a las románticas y tradicionales viviendas indivi-
duales. En la construcción fueron utilizados elementos estructurales y de revesti-
miento prefabricados y fue akanzada una clara racionalización planimétrica de
las funciones y de las infraestructuras técnicas.
Al aprovechar la particularidad del paisaje -una combinación de bosques y
col inas-, los proyectistas de esta urbanización, que aloja 12.500 habitantes,
distribuyeron las 15 torres de 11 plantas, los bloques laminan:s con viviendas
dúplex y las unidades bajas en tira, en núcleos diferenciados entre sí por su
forma y por la relación con el contexto natural. Esta libre organización de los
componentes arquitectónicos, que elude los elementales esquemas repetitivos, se
denominó "planificación mixta" (mixed deveíopment) y precede el cuestiona-
miento del rígido zoning establecido por la Carta de Atenas, surgido en la dé.ca-
da del 60.

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Le Corbusier: Marsella, la unidad de tamaño regular

Las concepciones urbanísticas d e Le Corbusier no se materializaron en los


c1ños 30. Al desencadenarse la guerra permaneció inactivo en Francia y preparó
nuevos proyectos que hipotéticamente se llevarían a cabo una vez terminado el
conflicto. Sin embargo, la reconstrucción de las ciudades francesas no contó con
su participación: el único encargo recibido, el plan director de Saint Dié, no se
concretó. Las autoridades gubernamentales prefirieron retroceder a las concep-
ciones tradicionalistas y conservadoras, aplicadas por Perret en la reconstruc-
ción del puerto de Le Havre. Un funcionario progresista -E. C. Pe~it, ministro
de la Reconstrucción y Urbanismo en el período 1948-53- solicita a Le Corbu-
sier la realización de UD' bloque de viviendas que resumiese sus esquemas de la
vivienda colectiva económica. Surge así una obra síntesis de las concepciones del
hábitat del maestro y el edificio más importante de la arquitectura europea de la
década del 50.
Situada en las afueras de Marsella, la unidad posee 337 apartamentos de 23
tipos diferentes , y alberga 1.600 habitantes. El b loque de 18 pisos, levantado
sobre pilotes, mide 137 metros de longitud, 56 de altura y 24,50 de ancho. Ante
la imposibilidad de concretar la Vil/e Radieuse, de poner en práctica las "grecas"
y los inmeubles-villes. Le Corbusier lleva a cabo en este edificio su concepción
ideal de la vivienda colectiva y de la vida de relación, familiar y comunitaria.
Al equipar la unidad con todos los servicios prima rios - círculo infantil,
escuela primaria, teatro, centro comercial, cafetería, restaurante, zona de juego
para los niños- supone un funcionamiento armónico y autosufíciente de la
comunidad que habita en el bloque, similar a la existente en un monasterio o un
transatlántico (Tafuri, 1976). Se le considera la versión moderna de las propues-
tas arquitectónicas de los socialistas utópicos, en particular el Fa!anslerio de
Fourier. Por ello, es un modelo abstracto, ajeno' a la dinámica de los factores
que determinan las formas de vida de la sociedad francesa. Previsto para alojar
estratos proletarios, su costo lo puso al alcance de la pequeña burguesía que
rechazaba los componentes colectivizantes de la célula y los servicios.
Los críticos de Le Corbusier han insistido en el fracaso de sus ideas y el
rechazo de los usuarios respecto a los esquemas rígidos de las funciones comuni-
tarias. Este enfoque resulta erróneo, ya que sus parámetros objetivos no respon-
den a la realidad, ni social, ni económica, ni urbana, del sistema capital ista. La
vida autónoma dentro del edificio no puede subsistir frente a los embates de las
contradicciones inherentes a la vida cotidiana que lo circunda. ¿Cuáles son, en-
tonces, los elementos positivos contenidos en la unidad?
A continuación se muestran sus determinantes fundamentales.

Determinantes económicos

El bloque constituye un modelo repetitivo e indicativo de la nueva escala del


hábitat urbano -se denomina unidad de tamaño regular-, que requiere la in-
versión estatal para su realización. Llevado a cabo con medios técnicos avanza-
dos, provistos de apartamentos de superficie reducida, su reproducción se riada
permitiría reducir los costos respecto n la construcción tradicional y a ponerlo al
:1lcnnce ele lns mnsns ele tr;ih:,j;iclorc-s.

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Determinantes t écni cos

La estructura modulada de hormigón armado se apoya en el basamento,


separado del suelo por los ciclópeos pilotes, y forma una malla, una retícula de .
elementos estándar, que puede extenderse en todas d irecciones. Dentro de ella se
introducen las células, montadas en seco con componentes industriales, cuya
configuración va ria.ble se adapta a la composición de los núcleos familiares. La
célula constituye una. unidad hermética -Le Corbusier emplea la imagen de la
botella-, autoportante, compuesta por elementos metálicos, de madera y fibro-
ccmento. Las instalaciones sanitarias están agrupadas en "paquetes" de tuberías,
de fácil acceso para su reparación.

Determinantes funcionales

A escala del conjunto, Le Corbusier integra en el bloque los servicios comu-


nitarios. El basamento, además de construir el acceso principal, posee los termi-
nales del sistema de conductos y las instalaciones de calefacción, bombeo de
agua, desagües, etc. En el octavo piso, la galería comercial, la cafetería y el
restaurante, conforman un centro de vida social dentro del edificio, que ha fra-
casado en la actua lidad al constituir los servicios de un hotel. Por último, en el
techo-terraza ubica funciones educativo-culturales: la guardería infantil y el tea-
tro. Esto~ componentes y las células están unidas entre sí por las fuertes circula-
ciones horizontales y verticales. Las viviendas rompen con los esquemas tradi-
cionales de apartamentos, al desaparecer la organización de los espacios cúbicos
independientes. Todos los locales, con excepción de la caja hermética del baiio,
se integran espacialmente, cada uno caracterizado con atributos propios: la uni-
dad cocina-comedor de baja altura; la doble altura del estar-dormitorio de los
padres; la vinculación y polifuncionalidad de los dormitorios de los aniños. La
forma alargada de las células responde a la doble orientación y a la importancia
otorgada a los factores ecológicos.

Determinantes sociales

Se plantean dos objetivos fundamentales: 1. Crear una cohesión del grupo


comunita rio a través de las funciones colectivas; 2. Diversificar la composición
familiar de los habitantes de la unidad. Los 23 tipos de apartamentos compren-
den, desde la vivienda "hotelera" para parejas jóvenes, hasta la célula para un
matrimonio con 8 hijos. De este modo se logra una compleja red de relaciones
sociales, que invalida el tradicional aislamiento pequeño burgués, característico
de los edificios ele apartamentos.

Determinantes simbólico-significativos

La unidad de Marsella establece definitivamente el abandono de la estética


de las cajas blancas y la simulación de la alta tecnología industrial. Ahora, Le
Corbusier asume el hormigón armado, con sus cualidades expresivas intrínsecas,
al exteriorizar el tratamiento textura! de las maderas de los encofrados en los

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arquitectónicas y urbanas".

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pilotes y el basamento o la rugosidad de los paneles premoldeados de revesti-


miento de la fachada. La falsa perfección de los precarios repelles de la Villa
Savoye, es constituida por la imperfección inherente a la tecnología constructiva,
semiartesanal y semiprefab ricada. El edificio representa claramente la articula-
ción entre la cualificación del espacio público y la repetibilidad del espacio pri-
vado. Mientras el tema de los quebrasoles de las terrazas (loggias), se repiten
indefinidamente en múltiples combinaciones formales y cromáticas, y evidencian
la persistencia de la célula habitacional; las áreas públicas poseen una unicidad ,
identificada por el · tratamiento plástico de los componentes: los atributos
plástico-escultóricos de los conductos de ventilación de la terraza o ele los pilotes
del basamento, f un di dos in-situ. Las referencias creativas del maestro -los bajo-
relieves del Modulor- refuerzan la carga cultural de los espacios colectivos,
cuya identificación visual, distinta en cada caso, determinaría la particularidad
específica de cada unidad seriada. Se trata de una fusión equilibrada entre ele-
mentos técnicos y modulados y elementos de alta significación simbólica, repre-
sentativos de los valores culturales del grupo social.
A pesar de su carácter monolítico e introvertido -que es circunstancial y
ob ligado por la mínima reducción de la "greca" o del hábitat continuo de
Argel-, la unidad de Marsella preanuncia todos los principios conceptuales que
serán aplicados en el desarrollo de los conjuntos de viviendas a lo largo de la
segunda mitad del siglo XX, y los resume en una creación plástica-espacial que la
convierte en una obra "símbolo" de la arquitectura moderna. En este sentido,
el autor coincide con Banham ( 1967) cuando afirma que "este edificio es uno de
los más convincentes en toda la· obra de Le Corbusier".

12.2. EL CUESTIONAMIENTO DEL C.I.A.M.; LOS POSTULADOS


TEORICOS DEL TEAM 1 O

Fundamentos culturales e ideológicos del Team 1O

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los arquitectos y urbanistas funda-


dores del C.I.A.M. (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna) se
agrupan nuevamente para impulsar la lucha por los enunciados establecidos en
la década del 30. En 1947 se reúne el C.I.A.M. 6 en Bridgwater y plantea la
necesaria expresión de las necesidades materiales y emocionales del hombre en la
configuración del ambiente fisico . En 1949, en Bérgamo, el C.I.A.M. 7 analiza
los problemas de las estrncturas urbanas. Allí, Le Corbusier, demuestra la efi-
ciencia met!)dológica de su famosa Grilla, antecedente de las estructuras sistémi-
cas desarrolladas posteriormente. En 1951; el C.I.A.M. 8, celebrado en Hoddes-
don, elabora los principios rectores de la rcmodclación del centro urbano -El
corazón de la ciudad-, aplicados en todas las capitales del mundo capitalista,
que permitirán la expulsión de los grupos sociales de menores recursos de esa
zona y su apropiación, por parte de los monopolios, bancos y empresas
transnacionales.
En Aix-en-Provence (1954), el C.I.A.M. 9 trata el tema del hábitat. Un grupo
de arquitectos jóvenes -Candilis, Smithson, Dakema, Voelcker, Van Eyck,
etc.-, cuestionan la rigidez de la división de las funciones urbanas de la Carta

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SEGRE, Roberto,Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".

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Lám. 61. Cap. 12. 12.2.a.-EL CUESTIONAMIENTO DEL CIAM:


Los postulados del TEAM 10.
19S8 PROYECTO l'ARA EL Cf.Nl RO DE UtRLIN LONOKES, 1964. CONIUNTO "THE ECONOMIST"

INTERIO R DE AULA T IPICA

de Atenas y p lantean su reintegració n, a partir de las d ife rentes escalas en que se


desarrolla la vida social: la vivienda (núcleo familiar); la recuperación de la c.:alle
y el distrito (grupo comunitario); la ciudad (la unión de los grupos comunita-
rios). Es el comienzo de la crisis del C. I. A.M. l O, de la generación de los Maes-
tros. El mismo equipo, portador de las nuevas ideas, es encargado de organizar
el C.I.A.M. lU en Dubrovnik (1956), punto final de la trayectoria de los postula-
dos de los fundado res del Movimiento Moderno.
En Dubrovnik se enuncian los principios guías del trabajo del Team 1O: la

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SE~RE,,R_oberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arqwtectorucas y urbanas".

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Lám. 62. Cap. 12. 12.2.b.-EL CUESTIONAMIENTO DEL CIAM:


Los postulados del TEAM 10.
Oenys Lardun. Un iversidad East Anglia, Inglaterra (1968).

PLANO DE CONJUNTO DE LA UNIV ERSI DAD CO RTt EN L A ZONA DOCENTE

Cl.íMENTOS PREFABRICADOS EN LA ZON~ DE OORMITORIOS EST UDIANT ILES

ZONA DE AULAS Y LA 0ORA TORI OS. CI RCULACION EX TE RIOR

ciudad, definida por las cuatro escalas de la vid a urbana, debe contener también
las categorías de movilidad, claustro, crecimiento, ele. Posteriormente en Otterlo
(1959) , el grupo inicial cuenta con otros representantes de la joven generación
-J. Soltan, Giancarlo De Cario, R. Erskine, J. Coderch , O. Hansen, etc.-, y se
establecen los parámetros esenciales que rigen la forma urbana. Dos arquitectos

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: " Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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ingleses, Peter y Alisan Smithson, son los portavoces teóricos de las categorias
que tncidirán en el trabajo de los d iseñadores urbanos de la década del 60.
Estas categorías son:

Asoci ación

Las relacion es que se establecen entre la gente dentro de la ciudad poseen


diferentes niveles, desde los vincu las internos del núcleo familiar hasta la partici-
pación global a escala metropolitana. Entre ambos extremos, existen diversos
grados de asociación que requieren espacios urbanos adecuados a las diversas
funciones.

Identidad
El crecimiento incontrolado de las metrópolis y la acción de los especulado-
res, les han otorgado un carácter amorfo y anónimo, perdiéndose la particulari-
dad formal y espacial de las ciudades del pasado. Se trata de recuperar sus
va lores culturales y que los habitantes se identifiquen con la especificidad formal
de cada sector urbano en el cual desarrollan su existencia cotidiana.

Movilidad

La dinámica peatonal y vehicular de la ciudad moderna no puede seguir


restringida dentro de la rígica cuadrícula cartesiana, ni desarrollarse exclusiva-
mente a nivel de suelo. Es necesario diferenciar los estratos circulatorios y esta-
blecer una nueva integración entre estos y las estructuras urbano-arquitectónicas
-los decks y los puentes que vinculan entre sí los edificios altos- , y eliminar el
a ntagonismo calle-edificación.

Esquemas de crecimiento

La ciudad está en constante transformación, por lo tanto, es necesaria una


adecuación continua al crecimiento y e l cambio. El rígido diseño de los compo-
nentes del centro y la residencia serán reemplazados por esque mas abiertos y
núcleos de desarrollo, materializados progresivamente en concordancia co11 las
necesidades socia les.

C laust ro

La construcción de los grandes conjuntos habitacionales y su vinculación con


la dinámica urbana, han eliminado la introversión necesaria del hábitat en el
primer nivel de asociación comunitaria. La tradición inglesa de los patios y pla-
Las interiores en las zonas residenciales, constit_uye un ejemplo recuperable en las
nuevas urban izaciones de viviendas colectivas, al crear espacios apropiados al
desarrollo de la vida familiar y el esparcim iento de niños y ancianos.
Estos principios establecen nuevas pautas formales en el diseño urbano. Co-
rresponden al deseo de enm arcar una vida social urbana más equilibrada, co he-
n.::nte y dialéct ica, cuya estructura formal y funciona l supere la rigidez estableci-
da por los postulados de 1~ década del 30. Ellos ponen en crisis la se paración
entre arquitectura y urbanismo, y vinculan en fo rma más directa las necesidades

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".

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CATEDRA: HISTORIA 11- URBANISTICA DEL SIGLO XX- CUADERNILLO BIBUOGRAFICO N ° 1

sociales y las posib il idades técnicas, con las formas resultantes, no delerminadas
por cánones estéticos preco ncebidos y rígidos.
Sin embargo, el carácter genérico de los enunciados no debe engañar respec-
to a la estrecha vinculación existente entre la base económica, la superestructu-
ra ideológica y las teorías urbanísticas. Si la Carta de Atenas respondía a. una
estricta segregación funcional y social, necesaria para la férrea explotación de l
proletariado y el funcionamiento del apara to productivo industrial capitalista; la
cris is mundial del 29 y la guerra desencadenada por los regímenes nazi-fascistas,
demostraron el fracaso de la línea dura de la burguesía en relación con el prole-
tariado. A finales de la década del 50, la recuperación económica de Europa y la
perspectiva de un bienestar generalizado en los pa íses industrializados -alcan-
zado a costa de los llamados países del T ercer Mundo- , permite una mejora en
los salarios obreros y una participación relativa en la estructura de consumo.
La expresión urbanística se manifiesta en la ramificación de las fu nciones de
consumo y recreación -tradicionalmente exclusivas de la city-, hacia las áreas
habitacionales, tanto burguesas como proletarias, así como también en una ma-
yor flexibilidad y variabilidad en el uso social de las infraestructuras urbanas. La
concreción de los puntos citados depende de dos factores:
1. La promoción de conjuntos urbanos por parte de municipios progresis-
tas y democráticos, que pretenden compe nsar con una expresión creadora de la
relación vida social-diseñ o urbano, la alienación cot idiana impuesta por el s iste-
ma capita lista.
2. El apoyo del capital monopolista vinculado a las graneles empresas cons-
tructoras, las cadenas de supermercados y la industria ele la cultura masiva,
cuyos intereses se benefician con la integración entre el hábitat y !os conjuntos
comerc ia !es-recrea ti vos.
En definitiva, resultan conjuntos fragmentarios, iniciativas aisladas, que no
logran transformar la totalidad de la estructura urbana, aún controlada por lc1~
especuladores de tierras o los constructores de anónimos barrios de viviendas o
pragmáticas estructuras comerciales y recreativas. Asimismo, las categorías de
asociación e identidad, también resultan abstractas si no se supeditan a los pa rá-
metros establecidos por las contradicciones sociales. ¿Ent re qué miembros de!
colectivo social se produce la asociación? ¿Existe alguna posibilidad de cohesión
social entre burgueses y proletarios? ¿Ex iste acaso, una identidad genérica de la
forma urbana para sus usuarios, . como sostiene Kevin Lynch? ¿Acaso la city
comercial-administrativa-cultural '-posee e! mismo significado para el ejecutivo
burgués, quien utiliza cotidianamente sus espacios cualificados, y para el traba-
jador manual de escasos recursos, quien fuera expulsado de esa zona hacia los
escuálidos suburbios para permitir una operación de remodelación urbana? La
respuesta a . estos interrogantes demuestra que en la ciudad capita lista no existe
una realidad genérica, sino fragmentada por sus propias contradicciones in-
ternas.
La diferencia existente entre los principios de la Carta de Atenas y aqu éllos
planteados por el Team 10, coincide entonces, con los cambios efectuados por la
burguesía europea en su estrategia económica e ideológica. Es evidente que no
existen principios teóricos, arquitectónicos y urbanísticos, de validez universal ,
elaborados fuera de estructuras socioeconómicas históricamente determinadas.
En este sentido, si b ien la posibilidad real de concretar los principios de diseño
urbano, requiere transformaciones sociales y económicas profundas, los cinco

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: " Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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puntos del Team JO necesitan el respaldo de otras categorías para alcanzar una
vigencia que trasciende más allá de la articulación simple función-forma. Los
factores a incluir son los siguientes:

Técni cas avanzadas de construcción

La prefabricación y la industrialización de la construcción, son los instru-


mentos esenciales para lograr un proceso continuo de conformación coherente
de la ciudad; base técnico-económica que resulta difícil de establecer dentro del
funcionamiento irregular de la economía de mercado.

Nuevas fo rmas de vida

Las vinculaciones sociales dinámicas y dialécticas resultan posibles única-


mente con la desaparición de los antagonismos de clase y la elaboración de
valores culturales renovados y de nuevas formas de convivencia social.

Nuevas relaciones funcionales


La primacía de los vínculos entre hábitat y centro de recreación-consumo,
que existe en la ciudad capitalista no permite una aplicación integral de los
enunciados del Team 1O. La concreción de una verdadera interrelación entre las
diversas funciones -producción-educación, producción-cultura, o producción-
cultura-hábitat-, es capaz de crear una dinámica de relaciones tendente a cam-
biar la persistente segregación funcional y social.

Participación

El proceso de conformación de la ciudad requiere, conjuntamente con urba-


nis tas y administradores, la participación activa de los usuarios. La presencia de
la voluntad popular otorga un nuevo sentido al trabajo de los diseñadores, quie-
nes deben encontrar formas de concreción arquitectónica y urbanística que per-
mitan exteriorizar la creatividad y personalidad de los usuarios.
Los nueve puntos citados constituyen algunos de los principales determinan-
tes que rigen el desarrollo arquitectónico y urbanístico de la segunda mitad del
siglo XX. Es evidente que son categorías cuya concreción es posible, en su totali-
dad, en los países socialistas y fragmentariamente en los países capitalistas. Cabe
rc:conocer que los planteamientos del Team 10, cuya vigencia persiste en la ac-
1ualidad, tuvieron el valor de cuestionar la tradicional autonomía estética de la
arqu itectura e interrelacionar estrechamente los valores formales y las nuevas
tecnologías constructivas con las necesidades de la vida cotidiana de los habitan-
tes urbanos. Cae así el mito de la obra arquitectónica autónoma y surgen nuevos
valores implícitos en las estructuras urbanas cambiantes, que integran dialéctica-
mente todas las escalas del diseño. Veamos algunos de los ejemplos más repre-
sentativos realiza dos en Europa.

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".

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· La s obras de los a rqui tectos del Team 10

Casi todos los arquitectos y urbanistas partícipes del Team f O aplican sus
proposiciones a obras y proyectos. Aldo Van Eyck, en 1962, realiza la escuela de
niños huérfanos en Amsterdam; Giancarlo De Cario ( 1962), los dormitorios de
la Universidad de Urbino; Theo Crosby, aplica estrictamente las categorías de
cluster, movilidad y esquemas de crecimiento en el esquema urbano de Fulham
Study ( 1963); Herman Hertzberger, en la Casa de los Estudiantes en Amsterdam
( 1968), utiliza la calle para integrar el edificio al contexto urba no; Bakema
(1914-1981) y Van der Brock (1898-1979) proyectan en 1965 la a m pl iación de
1\ msterdam Este (Pampus), un sector lineal de ciudad (350.000 habitantes) sobre
lo~ terrenos ganados al Zuider1ce.
La mayor continuidad teórica de estas ideas y su concreción fragmentaria,
aparece en la obra de P eter y Alisan Smithson, arquitectos ingleses, fundadores
del Team JO. En 1951-52, elaboran una unidad habitacional -Golden Lane Hou-
sing, en Londres-, que por primera vez propone la circulación continua en dife-
rentes niveles a lo largo de los bloques de vivienda. Es una reelaboración de la
greca lecorbusieraha, que coloca hacia afuera la calle interior de la unidad ele
Marsella. En 1954 llevan a cabo la escuela secundaria de South Hunstanton.
considerada el primer ejemplo inglés de arquitectura bruta/isla. Su importancia
no radica en seguir el modelo miesiano, sino en el uso de componentes construc-
tivos prefabricados, tomados de los catálogos de ferreterías o de la producción
industrial.
En 1957-58 participan en el concurso de remodelación ele un sector de Berlín
occidental -Berlín H aupstadt-, proyecto que expresa en forma ortodoxa los
enunciados del Team JO. Sobre la cuadrícula cartesiana tradicional, superponen
una organización libre de plataformas de servicios, bloques lineales y torres de
viviendas, vinculados entre sí por la circulación peatonal, a su vez separada
totalmente de la circulación vehicular. Este esquema sirvió de base a las elabora-
ciones urbaníticas poste riores q~e se concretan en Europa. Los Smithson nunca
construyerorn grandes conjuntos urbanos, pero en sus obras aisladas aplicaron
con rigor los principios difundidos persistentemente a lo largo de la década del
60 en la revista Architectural Design, portavoz del grupo. Entre ellos se pueden
citar los edificios del conjunto Economist (1960-64) y las viviendas Robin Hood
Lane (1966-72). El primero, situado en el centro administrativo ele Londres,
constituye una representación concentrada de los nuevos valores arquitectónicos
y urbanísticos. El programa exigía una amplia superficie para oficinas, un ban-
co, apartamentos y la ampliación de un club social, dentro de un te rreno urbano
irregular, con fuertes persistencias históricas. La solución alcanz~da se opuso
radicalmente a los esquemas comerciales vigentes, de los rígidos bloques de ace-
ro y cristal. Enriquecieron el ambiente urbano con un sistema de calles y p lazas
interiores al fragmentar las funciones en edificios ele diferentes formas y alturas
-13 pisos las oficinas, 4 pisos el banco y 7 pisos los apartamentos-, con el fin
de establecer una vinculació n dialéctica y progresiva con los edificios circundan-
tes. Si bien en el interior adoptaron la planta libre con tabiques móvi les, la
estructura modulada, visible en la fachada de los bloques, fue recubierta con
piezas de piedra Portland, cuya piel color ocre estableció el víncu lo textura! y
cromático directo con el paisaje urbano neoclásico, conformado entre los si -
glos XVIIT y XIX.

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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Denys Lasdun es otra figura representativa dentro de la arquitectura inglesa.


En 1955-60 realiza un grupo de viviendas en uno de los barrios proletarios más
antiguos y deteriorados de Londres -Bethnal Green- , cuya torre de viviendas
dúplex, de 15 plantas, es subdividida en cuatro unidades articuladas entre sí por
un eje vertical circulatorio equipado con áreas sociales. En 1962-68, lleva a cabo
la sede de la Universidad de East Anglia para 3.000 estudiantes, que evidencia la
apli cación de los enunciados del Team 1O:

a) Integración entre la escala arquitectó'nica y urbanística.


b) Adaptación a las condicionantes paisajísticas.
e) Estrecha relación entre las diferentes funciones, caracterizando vo!umé-
tricamente cada una de ellas dentro de la cohesión formal del conjunto.
d) Estructura abierta y linecll de la planta general.
'
e) Separación nítida entre la circµlación vehicular y peatonal.
j) Adopción de una tecnología con~tructiva avanzada, con piezas prefabri-
cadas de hormigón armado: .;::
g) Caracterización del espacio público y privado (la zona docente y la zona
de los albergues estudiantiles). Estos se desarrollan paralelamente a los
ejes básicos del área docente y forman unidades escalonadas de 6 plan-
tas, con 12 cuartos por planta. Su configuración piramidal, la presencia
de las terrazas externas y las funciones colectivas internas, establecen
diferentes niveles de identidad y asociación de la comunidad estudiantil.

12.3. TEORIA Y PRACTICA EN LOS CONJUNTOS HABITACIO NALES


EUROPEOS

Sheffield y Thamesmead

En la ciudad industrial de Sheffield, importante centro de producción de ace-


ro, situada al norte de Inglaterra, se realiza el primer conjunto habitacional que
supera el esquema planimétrico ortogonal y la autonomía de los bloques de
vivienda. Un equipo de arquitectos, bajo la dirección de Ivor Smith y J ack
L~mn, pertenecientes a la oficina de arquitectura del Municipio, llevan a cabo en
1957 dos unidades residenciales: Park Hill y Hyde Park.
Las escuálidas viviendas obreras pertenecientes a la época de la Revolución
Industrial, fueron sustituidas por blpques de ápartamentos de bajo costo, cons-
truidos con recursos limitados y una estricta parquedad formal. El aporte de
Park Hill consiste en las nuevas relaciones espaciales, sociales y circulatorias que
se establecen entre los edificios. Los aspectos signifcativos son:
a) La fuerte pendiente del terreno, asimilada a través de la variación en
altura de los bloques, comprendida entre 7 y 12 pisos.
b) La distribución urbanística basada en una cinta continua que define una
diversidad de visuales y de espacios interiores, equipados con servicios, juegos de
niños, parques, etc. A pesar de los elementos arquitectónicos repetidos, expresan
la diferente identidad de cada parte del conjunto.
e) La originalidad del sistema de circulación peatonal. Aquí se aplica el
concepto de recuperación de la calle en las grandes urbanizaciones, colocada en

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".

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Lám. 63. Cap. 12. 12.3.a.-TEORIA Y PRACTICA EN LOS CONJUNTOS


HABITACIONALES EUROPEOS.
Sheffield. 1nglaterra. "Park Hill", 1961.
PLANO GENERAL DEL CONJUNTO DETALLE DE GALER IA DE C.IRCULACION

ARQS. DEPARTAMENTO URBANISMO CIUDAD· LEWIS wm1ERSLEY


JACK LYNN, IVOR SMITH, FREDERICK NICKLIN

CORTE DE LOS APRTAMENTOS TIPICOS

VISTA GENERAL DEL CONJUNTO

diferentes niveles, ·de modo tal que los habitantes realicen sus actividades socia-
les -comercio, recreación, etc.-, contenidas dentro de los bloques de vivien-
das, sin descender a nivel de sudo.
Los proyectistas realizaron un sistema de calles a lo largo de la urbanización
(3,56 m. de ancho), situadas cada tres pisos, con puentes de conexión entre los
bloques y montacargas de cjrculación vertical, indicados por las to rres ubicadas
en los puntos de articulación o cambio de dirección de la cinta. Por tres niveles

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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lám. 64. Cap. 12. 12.3.b.-TEORIA Y PRACTICA EN LOS CONJUNTOS


HABITACIONALES EUROPEOS.
LonJres. Thamesmead ('1966-1970). 60.000 habitantes.
Arquitecto: Hubert Bennet.

ESQUEMA DEL CONJUNTO URBANO

. ........ ,
, RELACION ENTRE LOS EDIFICIOS ALTOS Y BAJOS

UNIOAO OE VIVIENDAS PREFAORICAOAS OE 4/S PLANTAS ( OUPLEX }

-~ CORTES TRANSVERSALES DE
LAS VIVIENDAS CE 5 PLANTAS

ESTRUCTURA LINEAL DE LA UR8ANIZACION

Jifereutes es posible recorrer horizontalmente toda la urbanización, establecién--


c.lose nuevas relaciones sociales entre los habitantes, antes relegadas a los contac-
tos limitados impuestos por la caja de escalera del propio bloque de apartamen-
tos. Los niños, sin peligro, circulan y juegan en la s calles aéreas; los repartidores
--correo, periódicos, leche, alimentos, etc.-, con sus bicicletas y triciclos tienen
acceso a los apartamentos del conjunto. Las posibilidades abiertas por estas
nuevas concepciones urbanísticas no fueron aquí aprovechadas al máximo. El

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".

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lám. 65. Cap. 12. 12.3.c.-TEORIA Y PRACTICA EN LOS CONJUNTOS I-IABiTAC IONALES
EUROPEOS. Georges Candilis. Francia (1963).
Ciudad Nueva de Toulouse Le-Mirail. 100.000 habitantes.
O

PLANO Of. Hfl ACION CON EL V l (IO CASCO URBANO · ESQUEMA DE RELACIONES rLlN<;IONALCS

ESQUEMA DE CONIUNTO DE TOULOUSE · LE-MIRAIL. SISTEMA DE RACIMOS

principio de polifuncionalidad que acompaña la idea de las calles en múltiples


niveles, no fue aplicado, conservando la unidad habilacional un carácter intro-
vertido y aislado respecto a la ciudad de Sheffíeld.
Diez años después, estas indicaciones fueron recogidas a nivel urbano en el
proyecto de la ciudad de Hook o en el centro de Cumbernauld. En Londres, el
G'reater London Council se planteó construir un sector urbano a 14 ki lómetros del
centro, a orillas del Tál1)esis, p,1ra albergar una población de 60.000 habitantes y
localiwr funciones productivas industri,des, administrativr1s y recreativas a esca-

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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Lám. 66. Cap. 12.


12.3.d.-TEORIA Y PRACTICA EN LOS CONJUNTOS
HABITACIONALfS EUROPEOS.
Grenoble-Echirolles (1967-1975). (Loiseau, Tribel, Ciriani, Corajoud, Huidobro, Parent.)

EIE COMERCIAL

la metropolitana. Presentaba una solución alternativa al desarrollo de las New


To1w1s y a la primacía de la remodelación del centro sobre la periferia; al confi-
gura r una fuerte estructura lineal que produjera una transformación de la perife-
ria hacia el centro. La urbanización de Thamesmead, proyectada por un equipo
dirigido por el arquitecto H ubert Bonnet en 1962 (la primera etapa se terminó en
1967) aportó un nuevo modelo puntual de aplicación de los enunciados del \
Team JO.
A pesar de los recursos invertidos en este desarrollo urbano, no se cumplie-

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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".

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ron los objetivos urbanísticos ni sociales. Como ocurre repetidamente en los


países capitalistas, a causa de la diferente dinámica establecida por la interven-
ción del Estado y la economía de mercado y los intereses privados, la iniciativa
no logró dinamizar y cualificar esa región de Londres. La experiencia· urbano-
\ arquitectónica resultó demasiado costosa y los habitantes localizados en ese área
deteriorada -trabajadores manuales y- miflorías raciales- no pudieron pagar el
precio del alquiler de las viviendás, qtif ftlÚon ocupadas por una pequefla bur-
1
guesía con recursos, empleada en e1 céti.t~ó administrativo de Londres. Por otra
parte, la crisis económica hizo que varias fábricas cercanas cerraran sus puertas, 1
perdiéndose la disponibilidad prevista de
puestos de trabajo. f

Dent_ro del panoram~ ing_lés,. constituye el ejemplo más global de est_ruc_tura I


urbana integrada y pohfunc10nál, que se propone establecer una continuidad
entre la configuración del cehtro y los eje§ lineales de desarrollo del hábitat. El
interés de Thamesmead radica en el uso generalizado de la prefabricación de
grandes paneles de hormigón armado -s-istema Baleney & Schuhl-, y su apli-
cación a una variedad tipológica que abarca desde las torres de apartamentos
hasta las casas-patio pareadas. El diseño de las piezas prefabricadas no impone
obligatoriamente modelos cerrados de edificios. Los elementos constructivos res-
ponden a exigencias definidas como especificación de prestaciones (pe1fomance
specifications), basados en el principio de la prefabricación abierta.
Los diseñadotes usan libremente los componentes técnicos en configuracio-
nes urbanas continuas. Ha quedado atrás la rígida tipología racionalista de los
modelos geométricos puros. En Thamesrnead se logra una organización abierta
de las células de viviendas agrupadas en paquete de 4/ 5 plantas, articuladas entre
sí por el sistema circulatorio. A lo la~go de un eje, la sección variable establecida 1
por la diversificada composición de las células, configura un paisaje urbano
dinámico, cuya particularidad cambiante -permitida por las posibilidades téc-
nicas implícitas en la prefabricación- vincula estrechamente a los usuarios c..:on
su hábitat.
Los conceptos de identidad, movilidad, asociación y esquemas de crecimien-
to cobran realidad a partir de una base técnico-constructiva. Resulta evidente
que al ensayo formal le falta el contenido social, ideológico y cultural, dificil de
lograr dentro de las contradicciones del sistema. Pero la validez del aporte radi-
ca en el carácter abierto y dinámico de la infraestructura técnico-constructiva y
la implementación de una metodología de proyecto, ajena a recetas preconcebi-
das y esquemas ester~otipados. A pesar de sus contradicciones y carencias, el
ejemplo de Thamesmead abre un camino positivo en términos constructivos,
arquitectónicos y urbanísticos.

Toulouse-Le Mirail y Grenoble-Echirolles

En el panorama anodino de las grandes urbanizaciones francesas sobresalen


dos ejemplos que entroncan en la línea urbanística analizada: Toulouse-Le Mi-
rail, transcribe a la dimensión de ciudad los principios del Team JO y Grenoble-
Echirolles aplica creativamente la integración de las escalas del diseño para lo-
grar una supresión coherente de diseño ambiental.
Desde finales de la década del 50, los arquitectos G. Candilís, A. Josic y S.
Woods, afrontaron el estudio de las posibles combinaciones de la célula habita-

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SEGRE, Roberto,Arquitec111ra y urbanismo modernos, La Habana, l988. Capítulo 12: " Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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cional en conjuntos realizados en Francia y Argelia. Ellos fijaron pautas genera-


les en dos niveles: compositivo y funcional. Primero, c:stablecieron el principio
de trama para el desarrollo urbanístico, con una organización ortogonal
--Universidad de Bochum y Universidad Libre de Berlín-, o una estructura
exagonal, de panal de abeja -Toulouse, Caen, Bilbao-. Luego diferenciaron
los componentes funcionales del dominio público·y del dominio privado. Sobre
la trama -exagonal u ortogonal-- se organiza un sistema escalonado de funcio-
nes, desde las espinas formadas por los edificios altos y la calle centro, hasta la
zona residencial compuesta por racimos de viviendas de baja densidad, que recu-
peran la categoría de claustro.
Estas concepciones fu eron aplicadas en 1961, en la ciudad de Toulouse. La
nueva unidad urbana, de 100.000 habitantes, se agrega al viejo casco tradicional
de 270.000 habitantes y establece un eje de expansión estructural, contrapuesto
al sis tema de la cuadrícula compacta. Desde un centro de servicios regional se
abre centrípetamente el desarrollo de las espinas, formadas por edificios de apar-
tamentos de 6/10/14 plantas, que sigµen el sistema compos itivo exagonal y po-
seen los servicios ubicados linealmente a lo largo de dichos ejes. Paralelamente a
ellos se sitúan las áreas verdes y las actividades recreativas. De este modo se
produce una relación directa entre las espinas y el tronco de servicios que corres-
ponde a las calles peatonales, a los pies de los edificios de alta densidad. En
ramificaciones de menor altura y densidad, se pasa del dominio público al priva-
do. Las viviendas bajas constituyen el 25 por 100 del total y están organizadas
en casas-patio, o casas en tira, alrededor de claustros interiores.
El carácter inédito y experimental de este conjunto es consecuente con el
impulso alcanzado por la ciudad de Toulouse, importante centro regional que
contiene una moderna industria aeronáutica, electrónica y química; el Centro de
Estudios Espaciales y una Universidad especializada ~n el desarrollo científico y
espacial. A pesar de los valores estructurales y formales del nuevo sistema urba-
no resulta restringida la presencja d~ estructuras productivas. De allí que las
relaciones sociales y funcionales no ~1-HJyí~íl ~l vínculo usual h4bitat-recreación-
consumo-servicios básicos. De todos n;ipdo~, coµstituye la primera experiencia
en gran escala de una alternativa renoyadora de la tradicional cuadrícula regu-
la r, cuya verificación real permite incidir en el proceso de transformación de las
ciudades contemporáneas.
Con una concepción similar, los arquitectos del estudio K.U.A . (Loiseau,
T ribel, Cirtani, Corajoud, Huidobro, Parent) realizan, entre los años 1967-75 un
conjunto urbano de 50.000 habitantes en la ciudad de Grenoble, otra capital
provincial francesa, con desarrollo industrial, científico y universitario reciente.
La precedente experiencia de Toulouse facilitó la clarificación de los objetivos
propuestos:

a) Crear espacios que favorezcan la vida colectiva, superen el zoning y re-


duzcan la segregación funcional y sociaL
b) Eliminar el esquema de la ciudad dormitorio y lograr el equilibrio entre
empleo y vivienda.
e) Prtorizar la vida colectiva y alcanzar . altas densidades de población.
d) Realizar simultáneamente la vivienda y el equipamiento con el fin de
anular la imagen anodina de los barrios residenciales periféricos.

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SEGRE, Roberto, Arquitecwra y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
CATEDRA: HISTORIA 11 - URBANISTIC1' DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO N º 1

e) Privilegiar el espacio público en términos de animación y mobiliario


urbano.
f) Recuperar la calle peatonal como sitio específico de los contactos socia-
les, soporte de la información, la evolución y transformación de la vida
social y de las estructuras urbanas.
1'

El riguroso control del diseño en todas sus escalas ha convertido a Grenoble-


Echirolles en uno de los mejores conjuntos realizados en Europa en la década de
los años 70. Se ha cumplido el objetivo de diferenciar las formas y espacios
urbanos para lograr el proceso de identificación entre el ambiente físico y los
usuarios. La calle peatonal posee una riqueza visual, determinada por los com-
ponentes gráficos, el mobiliari,o urbano y la variedad de funciones sociales que
logra superar el efecto ciudad, típico de los centros urbanos tradicionales.
Esta concentración de elementos grá~iéos y _c romáticos se expande de los ejes
hacia los bordes, sobre los edificios escalo'n ados que forman las espinas y sus
ram ifi caciones. Luego se prolongan a lo largo de las carreteras por medio de la
señalizació h y el equipamiento urbano. Et objetivo final es presentar una a lter-
nativa ambiental a la ciudad especulativi;
. l
la ciudad del capital. El modelo a
resulta indudablemente válido , pero su Ü~ó ,funcional y significativo aún queda
restringido a un grupo social limitado: int~lectuales, técnicos especializados, pro-
fesi o nales, etc. 1 sin llegar a integrar las má~as proletarias que siguen sobrevivien-
do precariamente en las viejas estructu~as , urbanas.
En resumen, los jóvenes arquitectos y urbanistas que han aplicado los enun-
ciados del Team JO desempeñan un papel importante en la transformación de los
principios urbanos racionalistas y en la formulación de nuevas directrices, cuyas
concreciones formales se anticipa n a los contenidos sociales, económicos, ideoló-
gicos y culturales válidos, que permitirían superar las iniciativas puntuales y
aisladas dentro de un contexto urbano contradictorio y antagónico. La ciudad
integrada y polifuncional, utilizada co~erentemente por el colectivo social, debe
sustituir a la ciudad dividida y segregada por funciones y clases sociales contra-
puestas. Estas irtdiéaciones fragmentat1as preanuncian la primacía de la vida
urbana colectiva, su vinculación con estructuras formales dinámicas y variables
y el a bandono de los esquemas dispersos e introvertidos, identificados con la
ideología de la pequefia burguesía, así como también el rechazo de la concepción
elitística y esteticista de la autonomía formal de la obra arquitectónica indi-
vidual.

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arquitectónicas y urbanas".
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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBA.NISTICA DEL SIGLO XX - CUAOERNIUO BIBLIOGRAACO N ° 1

NEW TOWNS EN EL TIENIPO


NUEVOS ASENTAMIENTOS EN GRAN BRETAÑA
SCHILLER, SILVIA de. Y EVANS .JOHN MI\RTIN
1. Introducción
La experiencia del movimiento de las "new towns" en Gran conurbación de Glasgow, y el Plan ipara la zona oeste de
Bretaña ha producido a lo largo de su desarrol lo halagos, la región central (West Midlands, 1948).
entusiasmo y •recproducciones d iversas, así como también
crecientes crít icas adversas pero por sobre todo nos ha ido Muchos aspectos de los plant-eos propuestos por Howard,
mostrando la inestimable i~ortancia de un esfuerzo ma- Abercrombie y otros se han hecho realid,ad:
terializado, de una idea -teoría- visión o utopía llevada
a la ,práctica con sistemática continuidad a pesar de sus O La idea de Howard de formar conj untos de asentamientos
variaciones conceptuales y técnicas a través del tiempo. urbanos dentro de una región, con una población de un
Y son Justamente esos años transcurridos, que forman la cuarto de millón de habitantes. Así, Northampton, Peter-
historia y desarrollo de su •proceso, los que nos permiten borough y Mi lton Keynes constituyen nuevas "ciudades-re-
evaluar algunos de sus resul tados, el impacto esperado y gión", con un-a población de 200.000 a 250.000 habitantes cada
el que realmente produjo, sus expectativas in icia les y la una.
realidad actual.
□ La idea de los espacios verdes <lentro de la ciudad al-
El movimiento de las "new towns" pareciera haber surgido bergando al equipamiento comunitario (cultural-asistencia:-
del " sueño imposible" de Howard y A!bercrombie y otros pre- educacional-recreat ivo-etcétera) también se ha concretado
cur~'?res, que_ consistía básicamente en una compleja combi- en treinta y dos "new towns" ya desarrolladas o en vías de
nac1on de diversos conceptos y circunstancias: la urgente desarrollo.
neces idad de descentralizar grandes c iudades como Lon-
dres, la posibilidad de ,poríer en práctica ,planteas utópi- □ También se vio materializada en numerosos casos la idea
cos, la creciente preocupación por preservar el entorno de los centros comerciales cerra<:los con cubiertas vidriadas.
r'! ral (pa isaje, c~;ácter y forma de vida) y proteger la
t ierra. La creac1on de nuevas ciudades autocontenidas Abercrombie propuso de ocho a diez "new towns" alrededor
plan ifica<las y controladas -no solo bajo el aspecto del de Londres, y la gran ciudad cuenta ya con once, alguna5
de las cuales superan el tamaño originariamente planteado.
diseño urbano sino también de la incidencia poblacional-
lograría integrar esos puntos y podría llegar a resolver El "cinturón verde" que rodea la ciudad defin iéndola y li-
mitándola, y la ex,pansión planificada de ciudades existen-
el problema del descontrolado crecimiento de las grand~s
tes en función de necesidades regionales, son otros aspectos
urbes.
concretados.
La ,propuesta de Howar<:l, exponiendo su idea de las nuevas Esperamos que la publicación de este estudio, con lo3
ciudades, consistía en un sistema reg-ional de asentamien• datos aportados en él y el análisis resultante, sirva para
tos urbanos, con una ciudad central de 58.000 habitantes esclarecer las diversas facetas de esta gra n experiencia,
y se_ is ciudade~ d~ 32.000 habitantes cada una, cuyo agru- tan vastamente difundida (aunque parcializadamente), cono-
pamiento total1zana 250.000 habitantes. Dicha ,propuesta cida a veces con cierta superficialidad, y en ,especial fue-
sintet izaba una serie de conceptos teóricos tales como la ra de Gr,an Bretaña, identificada con conceptos estereoti•
complementaridad y la autocontención de los agrupamien- pados e imágenes arquitectónicas fotog€nicas. Es igual-
tos urbanos entre sí, la protección del ámbito rural, la mente importante llegar a visualizar la teoría y la práctica
centralización de servicios y la creación de comunidades de este mo111imiento y las bas,es f ilosóiicas del planeamiento
autosuficientes y equilibradamente planeadas. Resulta im- inglés, dentro del contexto de su rea lidad local, ya que los
portan te destacar la rr.agn itud de la •propuesta, cien veces valores en él contenidos no son universales, •resultando ade·
mayor que sus p redecesoras, Port Sunlight y Bournvil le* más indispensable valorar sus objetivos in iciales para eva-
(2.500 habitantes en 1900 y 2.000 habitantes en 1902 res- lu-ar sus resultados finales.
pect ivamente), en ·cuanto a capacidad habitacional.
Diagrama de
En la escala urbana (llámese "ciudad jardín", "ciudad sa- Howard:
télite", "new town", etcétera) el objetivo ,planificador de l
Howard fue uno solo, con muchas y variadas implicaciones: Ciudad j~rdl n y
maximizar simultáneamente la accesibil idad y la calidad del cinturón verde
(rural)
entorno. A ello se sumó la oeapaci<:lad visionaria y ejecutiv<'
de Abercrombie, qu ien centralizaba su objetivo en el control
del crecimiento urbano, como modo de evitar la especul.i-
ción, congestión y deterioro de áreas urbanas, mientras
trataba de alcanzar el desarro'lo de áreas ru rales. Su pro-
puesta consist ía en la formación de ciudades de tamaño
constM te y 'poblaciones estables {para simplificar la solu•
ción de sus problemas internos) a través de la aplicación
de la teoría de las "new towns" y sus conceptos comple-
mentarios, juntamente con la expansión cplan'ificada de las
ciudades existentes.

Abercrombie ,apl icó estos conceptos sistemát icamente en sus


distintos ,planes regionales y urbanos: así, no solamente
propuso el •Plan para el Condado <le Londres (1943) y el UHll\. Slff $(1.ltTID

Plan para ·el Gran Londres (1944), sino también el Plan


regional para el val le del río Clyde (1946), que incluye la
• Los datos de todas las =iudades se encuentran en tablas 1/5.

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SCHILLER, Silvia de y EVANS, John Martín, "New towns en el tiempo", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios Nº
37, Noviembre, 1979.

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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBUOGRAFICO N ° 1

Etapa 1:
Harlow
2
Centro y sector
de la c i udad
jardln
Harlow representa uno de los más claros ejemplos de una
"vieja" "n~w town": aplicación directa del concepto de u-
nidad vecinal, u~ centro totalmente nuevo (en oposición
a otras nuevas ciudades que amplian un centro existente
como Crawley, Bracknell o Hemel Hempstead. Por esta ra-
z_ón la hemos elegido como caso de estudio ,para gra-
frcar y evaluar esta etapa del ,proceso de desarrollo da
las " new towns".

Características generales:

O La ciudad ocupa una superficie extensa, en térm inos eu-


ropeos, 6 km por 4,5 km aproximadamente.
O Las viviendas son en su mayoría casas de dos plantas
con dos o tres dorm itorios, jardín y estacionamiento o
garaje.
O El régimen de tenencia de la vivienda se distribuye de
la siguiente manera: 25% de propietarios (porcentaje
que aumenta cada año) y el 75% restante de las vivien-
das .-en alquiler- son propiedad de la Cor,poración de
la ciudad.
O Antes de la designación de Harlow como "new town", la
ciudad contaba con 700 viviendas, llegándose posterior-
mente a 28.000 unidades, de las cuales un 85% fueron
3 construidas ,por la Corporación.
Pri ncipio
normati vo del
creci m iento de
N~5
- - -.
El planeamiento físico estructura la ciudad en• una serie
de unidades vecinales con sus respectivos centros (escue-
una ciudad la secundaria, equipamiento comunitario y comercial, óm-
DtACRAM nibus, estacionamiento), con un radio máximo de servicios
de 1.500 m, contando además con subcentros (escuela
ILLUSTRATING CORR[CT PRINCIP\.E primaria y comercio diario), cuyo radio de acción no su,pera
los 700 m. El centro principal no abastece solamente a los
0

Oí A CITV S CROWTH - OPEN COUNTRY


80.000 habitantes de Harlow sino también a los pueblos
EV[R N[AR AT HAND. ANO RAPID
circundantes, const ituyéndose en centro regiona l con bue-
COMMUNICATION BETWEEN·OF'F'·SHOOTS. na accesibilidad, estación de ómnibus y redes vehiculares,
para peatones y bicicletas. Harlow tiene un buen equi-
pamiento comunitario: centros comerc iales, espacios abier-
tos, equipamiento cultural y deportivo, permitiendo un
desenvolvimiento urbano altamente autosu-ficiente en cuan-
to a educación, salud, comercio y esparcimiento se ref iere.

Los dos objetivos primordiales -de las nuevas ciudades


fueron lograr comunidades autosuficientes y socialmente
equilibradas, por lo cual resulta indispensable realizar
un análisis de estos dos aspectos:
4
Harlow, unidad
veci nal
COUNTRV

Cou NTRY

COUNTRV o
Q escuela secundaria • centro

O escuela primaria • sub-centro

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SCHILLER, Silvia de y EVANS, John Martin, "New towns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios N"
37, Noviembre, 1979.

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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBi\NISTICi\ DEL SIGLO XX · CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO N ° 1

Gráfico de BENEVOLO, Leonardo


"El diseño de la ciudad". Vol. Nº 5 Etapa 11:
El arte y la ciudad contemporánea. Cumbernauld
New Town
Planta de la nueva ciudad de H arlow. proyectada
por Frcderick Gibbcrd en 1947-1948. La segunda serie de "new lowns" demuestr3, -por su forma y
plan general, una reacción al aspecto predominante
de las "new towns" de la .primera serie. ,El criterio adóp·
lado en primer lugar ~como quedara planteado en la sec-
ción anterior- res-pondía a una forma de desarrollo urbano
de baja densidad, con viviendas individuales (tradicional-
mente de gran popularidad en Gran Bretaña), pero con un
uso del suelo más eficiente que en las ciudades normales
del mismo tamaño. Desde un ángulo netamente arquitec-
tónico-visual, las •primeras "new towns" no presentan una
imagen "urbana" (por la importancia dada a los espacios
verdes, al descongestionamiento, etcétera) y los autores d.:!
los planes •para las "new towns" de Skelmersdale, Cumber-
nauld y el ,posteriormente no concretado de Hook tratan
de densificar la ciudad, enfatizar su centro en forma de
megaestructura y evitar la dispersión de actividades en los
centros secundarios de las unidades vecinales. El criterio
de fuerte impacto visuail del área central (tal como en las
ciudades medievales), con una trama urbana compacta /
un radio peatonal cerrado, estaba ,pres ionado por la u r-
gente necesidad de una ciudad motorizada (dado el
creciente desarrollo de la industria). Así los ,puentes, las
circulaciones a distintos niveles, las áreas de estaciona-
miento, refue rzan la idea del cen tro jerarquizado, que con-
tradictoriamente se ve desvalorizado por las extensas super-
ficies exigidas por las autopistas, accesos y distribuidores de
tránsito. Aunque las "new towns" de esta serie no se en-
cuentren todavía concluidas, su etapa de deearrollo es sufi-
cientemente avanzada como para verificar algunos pro-
N blemas y éxitos del enfoque planteado.
calles principales ~

ferrocarril ~ El caso de Cumbernauld New Town, ejemplo famoso y vas-


Cíl]lJ zonas residenciales escuelas elementales lamente d ifundido, representa, además, la concreción de los
nuevos conceptos de diseño urbano surgidos de la evolu-
~ zonas industriales escuelas medias
ción en el manejo de las técnicas de planeamiento, y tam-
hospi1a1es bién de las reacciones para con los resu ltados obtenid?s
- centros efvicos con las "new towns" de la primera etapa. Con una ,po-
1 milla 11609 m blación eventual de 70.000 habitantes, ha sido desarrollad:!
~ tonas "erdes y agrlcolas con el propósito específico de aliviar el congestionamiento
de la ciudad de Glasgow.

El planeamiento de Cumbernauld prevé una ciudad de


45.000 habitantes agrupados dentro de un radio del centro
Planta del centro comercial de Harlow. de 800 m, en un área de alta densidad, claramente acce-
sible por la amplia red pea tonal y la red vehicular pri-
1. centro cívico; Z, oficinas: 3. negocios: 4. cd ifícios par=i c~rcct.ícu• maria de autopistas urbanas. Tres pequeños satélites se
lo!-; 5. iglesia: 6. bomberos; 7. rcsi<lcnci.1~. desarrollan además en sus cercanías alojando 25.000 habi-
tantes más. Uno de ellos es el antiguo pueblo de Cumber-
nauld (ahora denominado Cumbernauld Village), .con nuevas
extensiones urbanas y un interesante trabajo de conser-
vación en su calle principal. Los otros dos son Abronhill
y Condorrat; el primero es un conjunto totalmente nuevo ~
el segundo inco~pora algunos edificios existentes (parte
de un pequeño villorrio).

Gráfico de BENEVOLO, Leonardo


''El diseño de la ciudad ". Vol. Nº 5
El arte y la ciudad contemporánea.

mili,, (1609 m)

La red viaria y la red peatonal de C umbcrnauld.

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SCHILLER. Silvia de y EVANS, John Martin, "New towns en el tiempo", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios Nº
37, Noviembre, 1979.

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Figs. 308/309. El centro comercial de Cumbem,uld. directa•


Gráfico de BENE VOLO, Leonardo mente conectado con la red viaria principal.
"El diseflo de la ciudad··. Vol. N° 5
l. a~topista; 2. hotel; 3, ccntro 3dministr;ttivo; 4. oficinas: 5. apar-
El arte y !A ciudad contcmponinca.
c;umcnto ; 6, rcsidcncias; 7, gu.ardc-ría; 8, servicios ; 9. centro s,a,nita-
rio; 1O, timdas.

Graút.0de Btl"lE\'OLO, .1.Aon•rdo


"Ddu~lladr latntt.lod'" Vol. N- S
El ,wtcyl1 oudatttni~&.
tan tes aproximadamente cada uno -de ellos. La mayoría de ,
o estos agrupamientos, de escala más reducida que la de las
--•-......it..
f

-~-


un idades vecinales de las primeras "new towns", cuenta con
algunos negocios agrupados, una escuela ,primaria y una sala
de servicios comunitarios. Cada sector de la trama vehicular
primaria (1,5 km x 1,5 km aproximadamente) agrupa dos,
re tres o cuatro "pueblos" con sus respectivos m inicentros,
D " no existiendo un centro •para cada grupo de "pueblos" sino
...
L:J
uno p ri ncipal para la ciudad toda. Este contiene un centro
-
"< _ _ _ _ t _ ... _ .. )1).11. .
comercial cubierto, llamado "Las Galerías" ("The Galleries"),
de una superficie ,prevista de 55.000 m~; una estación de
ómnibus en el subsuelo y, lateralmente, edificios para ofi-
cinas comerciales y gubernamentales. La provisión de gran-
·:; des playas de estacionamiento y la facilidad de accesos, no
solamente des-de las áreas residencia les de la ciudad sino
también desde la región a través de la red nacional de
\ ,.,. autopistas, asegura su éxito comercial dentro de un marce
H ; •\ •
r•,;
---:-;:•·· . regional.
, ....:..~
Washington no es solamente un nuevo prototipo de "new
town" o la eJQperimentación de un nuevo criterio de plJ·
neamiento, sino que su función reside también en actuar
JF R. ,10. Pb.... .Arb-..-.O.,,h4WC-.
o como centro revitalizador de áreas industriales en una
~,,, """"'"""• P"'f.m:a,h l'O"' H,igjr, Wil.,. ~.....- 1 1 1 región de industrias decadentes como la del acero, el
• l 9 SI y 1960.
carbón y los astilleros, a-demás de mejorar el sistema de
Etapa 111: asentamientos comprendidos dentro del área metropoli tana
llamada Tyne-Wear (los dos ríos del mismo nombre que
Washington y abrazan las ciudades existentes de Newcasl'le-on-Tyne y
Milton · Keynes Sunderland). Con el éxito de la política industrial apli-
cada, no se hizo es.perar la necesidad de expansión de!
En la década posterior a la erección de Cumbernauld se ~ector industrial y, aunque las relaciones establecidas entre
designaron t res nuevas "new towns": Skelmersdale, Runcorn usos de suelo no demuestran aparentemente una clara or-
y Redditch. En Skelmersdale se prosiguió con la experien· ganización ,por la determinación de usos mixtos, este fue
cia de Cumbernauld, desechán-dose el concepto de las uni- el criterio empleado ,para reducir problemas de tránsito y
dades vecinales y aumentándose aún más la densidad del provocar una mayor integración en tre sectores. Así, s~
centro; Runcorn, con una ,población mayor, se construyó al- ha logrado una cierta dispersión del caudal de viajes entre
rededor de un circuito de transporte público en forma de áreas resi·denciales e industriales, observándose una serie
ocho, mientras que una red de autopistas urbanas permite de flujos desde unas a otras en vez de ~n , f_lujo concentrado
al transporte ,privado un rápido acceso a las áreas industria- en las horas pico. Dada la mayor f lex•b1lldad del planteo
les y centrales; pero es en el caso de Wash ington donde general, se posibilita la rea lización de cambios, ya sean
-casi diez años de9pués de Cumbernauld- se presentó estos mod ificaciones o ad1c1ones.
un planteo fundamentalmente nuevo. 1
1
La densidad de algunas áreas residenciales cercanas al
El planeamiento tísico de Washington New Town está basado centro alcanza a 200 habitantes/ha, ,pero el promedio se l
en un trazado de la red vial sustentado •por la teoría de ' encuentra más cerca del de Cumbernauld que del de Harlow. 1
lograr una -posible expansión en cualquier dirección, la Cada uno de los "pueblos" se define por una ident id1d
libre elección de los habitantes para hacer uso del equipa· diferente por ~ empleo del diseño o por la un ificación de
miento en cualquier punto de la ciudad y la flexib ilidad los mate~iales. La densi-dad relativamente alta permite un
de movilidad. Estos tres conceptos básicos (y casi mági- eficiente servicio -de tran9porte público, que •utiliza la red
cos) se conjugan en un damero de grandes dimensiones y vial normal y una ruta exclusiva para este tipo de trans-
fluido trazado que contiene agrupamientos de viviendas en porte que permite enlazar las áreas centra les. 1
forma de -pequeños pueblos ("villages") de 4.500 habi-

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SCHILLER, Silvia de y EVANS, Joha Martin, "New towns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios N°
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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBi\NISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO N ° 1

Plano de
Was~ngton

// \ \
ú'

º- -===--=::::::i4Km.
"'
,· •

Washington dentro
del plano regional
= autopistas regionales subcentros
de la conurbación - - autopistas urbanas
Tyne-Wear,
áreas residenciales
l Washington, 2
Newcastle, 3
- - - - ferrocarril _ áreas indu_striales
Sunderland, 4
Du rham, 5 Río ,I centro principal ~ no
Tyne, 6 Rfo Wear,
7 Mar .!!_el Norte

ta.mpoco en su emplazamiento (estratégicamente alejada da


Si Washington representa solo un prototipo, M ilton Keynes Londres y equidistante de las dos ciudades más grandes
muestra un desarrollo más sofisticado, en una escala mayor, de Gran Bretaña: Londres y Birmingham), sino en sus
del mismo concepto. El planteo original preveía una super- objet ivos y la forma en que éstos están implementándose.
ciudad cuya población alcanzaría los 250.000 habitantes,
capacidad esta que duplicaría la de cualqu ier otra "new Los objet ivos básicos según el plan para Milton Keynes
town" anterior. Dentro de sus límites se ha llan compren- son los siguientes:
didas varias ciudades ,pequeñas o pueblos rurales existen-
tes que totali zan una población de 40.000 hab itantes. La a) Oportunidades y libertad de elección.
superficie del área designada para la "new town" -{;a5i b) Buenas comunicaciones y fácil movi lidad y acceso.
9.000 ha- es tres veces más extensa que la de cualquier e) Equilib rio y variedad.
otra "new t own" an terior. Pero la importancia de Milton d) Una dudad atractiva.
Keynes no radica solamente en su escala y d imensiones; e) Concientización y participación.
f) Un uso eficiente e imaginativo de recursos.

Gráfico de BENEVOLO, Leonardo


"El diseño de la ciudad". Vol. Nº 5
El arte y la ciudad contemporánea.

zonas a urbanizar en la primera fase

zonas verdes (defini1i\1ast

La r,d de cdles principales en el plano definiti-


vo de Milton Keyncs. La zona a urbanizar en los primeros diez
· años (a puntos) y el sistema definitivo de las zonas verdes (en
gris).

60
SCHILLER, Silvia de y EVANS, J ohn Martin, "New iowns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios N"
37, N oviembre, 1979.

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Milton

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~IP~ --,~c Gráfico·de BENEVOLO, Leonardo


"El diseño de la ciudad". Vol. N" 5
El arte y la ciudad contemporánea.
Tres perspectivas del
ambiente urbano de Milton Keyac:s. en los barrios residenciales
adyacentes al centro.

Gráfico de BENEVOLO, Leonardo


"El disei'lo de la ciudad". Vol. N° 5
El arte y la ciudad contemporánea.

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SCHILLER. Silvia de y EVANS, Jobo Martín, "New towns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios Nº
37, Noviembre, 1979.

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CATEDRA: HISTORIA 11 · URBANISTICA DEL Sl6LO XX - CUADERNILLO BIBUOGRAFICO N ° 1

Ubicación
y datos de los
nuevos
asentamien tos

Tabla 1
omul¡ada en 1946
" N ew towns" en el Reino Unido, designadas de acuerdo con la Ley de Nuevas Ciudades pr

Población (en miles) Superficie Conurbación Distancia


NO Ciudad Fecha de
h& ("exportadora") km
desi¡nación
Prevista Existente Actual (1977)

ln¡laterra
1946 7 60 (1945) 74,5 2493 Londres 47
1 Stevenage
105 (1966) 2534
1947 9 50 (1949) 75.5 2449 Londres 45
2 Crawley
84 (1966)
1947 21 80 (1947) 78.5 2394 Londres 37
3 Hemel Hempstead
1947 4.5 90 (1947) 79.5 2590 Lcndres 3/
4 Hulc.v,
5 Aycliffe 1947 0 .06 10 (1947) 27.5 865
20
45 (1968) 1254
6 Peterlee 1948 0.2 30 (1948) 27.5 1133
1948 85 29 (1949) 26 947 Londres 30
7 Hatfield
1948 18.S SO (1949) 41 1747 Londres 34
8 Welwyn
Garden City
1949 25 50 (1949) 91.5 3165 Londres 40
9 Bas,ldon
106 (19!6)
134 (1964)
1949 5 25 (1949) 47.5 757 L ondres 45
10 Brackne/1
60 (1961) 1335
11 Corby 1950 15.7 50 (1950) 53.5 1010
83 (1972) 1791
10 80 (1961) 40 1631 Liverpool 20
12 Skelmersdale 1961
1963 35 90 (1963) 98.5 3686 Birmingham so
13 Telford
(Oaw ley, origi nariamente) 70 250 (1968) 7793
150 (1975)
1964 32 90 (1964) 56 2908 Birmingham 22
l~- Redditch 14
1964 28.5 100 (1964) 58 2930 Liverpool
15 Runcorn 10
1964 20 80 (1964) 48 2146 Newcaslle
16 Washington 72
1967 40 250 (1967) 80 8869 Londres
17 M i lton Keynes 115
1967 84 185 (1967) 112 6458 Londres
18 Peterborough Londres 106
1968 130 230 (1968) 147 8081
19 Northampton 30
1968 122 205 (1968) 135 7553 Manches ter
20 warrington 30
1970 234 430 (1970) 248 14266 Manches ter
21 North Lancashire

EScoc ia Glasgow 14
1947 2.5 90 (1947) 76 4151
22 East Kilbride
1948 1.1 70 (1951) 35 2333
23 Glenrothes 24
3.5 70 (1955) 46 1681 Glasgow
24 Cumbernauld 1955
100 (1973) 3139
100 (1963) 33.5 2710 Glasgow 47
25 Livin¡ston 1962 2
95 (1966) 57 !038 Glasgow 40
26 lrv1ne 1966 36
120 (1971)

Gales
1947 12 35 (1951) 45 1279
27 Cwmbran p
1967 5.5 13 (1968) 606
28 Newtown

Irlanda del Norte 28


32.6 55 (1965) 41.5 56254 Belfast
29 Antrím 1966 44
48 96 (1970) 56 63661 Belfast
30 Bally"V'n a 1967 48
60.8 102 (1967) 76 26880 Belfast
31 Cralgavon 1965
1969 82 99 (1968) 88 34610
32 Londonderry

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SCHILLER, Silvia de YE VAt'IS, J ohn Martín, "New towns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Breraña. En Summarios
37, Noviembre, 1979.

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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBLIOGRAACO N ° 1

Territorio construiclo
La ciudad desde la arquitectura

Jgnasi de Soló-Morales
Las vicisitudes de la forma urb,rna en los a la anticuada y obsokta ciudad históricu de
i'.1ltimos cincuenta afio, ,on la historia de una mane ra que la eficacia del sistema urbano y
pasión. Desde el Renacimiento, la la felicidad de los individuo;, putliesen ciarse
arquitectura ha considcratlo. con Leo n ul mismo tiempo. Lo que los CIAM habían
Ba11 ista Albert i. que um1 ciudaJ no cr,1sino propuesto en ,us pn 111cm, congresos.
una ca~a grande. y que una casa no era otr,1 induicla la Ca11a d..: Atenas de 1933, eran
cma , ino un.11xqueiia <:1udad. hipótes1s más q ue real idadcs. Criterios para
Guiados pn1 e,ta analogía. los arqu itec tos la organi/.ación de la, grandes ciudades cada
de la edad mod.:rn.i h.in intentado una y mil vi:z más próximos a la planificación que al
vece, hacer las ciudades ,1 imagen y puro di.,e110 arquitectónico.
semej,tnza 1.k su, eJ1 fíe io,, al ticmpn que se El escenario e uropeo sc vería
sentían satisfcchos cuando. al proyectar M" dr.ísticumente 111otlificado por la violc:ncia
edificio,. lo hacían presididos por la lógica de la II Gue rra Mundial. L1 ugresividad
de la construcción de la cnu.Jad. Pero esta implícita en todo, los proyectos de
relación biuní,·ocu es a la vez necesaria e organizació n autoritaria de la sociedad se
imposible. fatá en el centro del deseo que había de,encadenadn en el más grande
Desde los tíltimos C IAM, mue,.: a lo, arquitectos. pero constituye. en episodio destruc ti vo que jamás había sufrido
ült11no ténrnnn. un objeto inalcanzable. la humanidad.
las utopías tecnológicas ele
·La cn1tlaJ como oscuro objeto dd Quetlaba abiert,1. al silenciarse las arma;.
Archigrnm o las reacciones la tarea de la recons trucción. pero también
deseo·. tal debería ,er el título con e l que se
posmoclernas hasta las encabezasc una historia de la ciudad un,1 aproxi111ación mucho 111:.\s cau1closa a
nuevas metrópolis, la nHxkrna hecha desde la arqu11cctu r,1. Hay. los g randes problemas de la construcción de
historia urbana ele esta i:icrtamentc. para la e<.:om,111ía. una c iudad la ciudad. Frankfu rt. Berlín. Ro11erda111. Le
segunda mit,1d de siglo es la <.:01110 1m:rcado: para la ,emiútica. una Havr.:. Cnvcntry y tanta, ot ras c iudad..:,
ele la ciudad construida a ,iudad como .1iste111a de información: para la europeas se sometían a operaciones de
política. una ciudad. C'Íl'ÍW.1, en la que se: reconstrucción a gran escala en las que. por
partir d e la arquitecturn.
canalizan los valores colectivo- de la primera vez, era posible ensayar las ideas
convivencia. Hay tamb·ién un,1 ciudad como h,1sta e nto nces sólo expuestas desde las
arqu i1ec1ura. La confusión de la cultura imágenes y los conceptos. La prueba de
111oderna. tan fragment.1d,1 y e,pecialtzada. fuego de las ideas sobre la ciudad moderna
es que cada uno de estos paradigmas 1iende se hacía posible a partir t.le la destrucc ión
a hacerse autónomo y absoluto. devastadora que había convertido c iudades
La his1oria de la arqu itectura urbana de enteras o panes importantes de las mismas
los últimos cincuenta años es también la en campos abiertos a la experimentación.
historia de este deseo: hace r la ciudad desde En los países del Este europeo. con una
la arqui1ectura. plan ificación esta1al de la econo mía y con
una completa socialización de los medios de:
E11 ltt rrcm1sn-11cciá11 El urb¡:¡nismo humano producción. se abrían también posibi lidades
¡10.Hi·n,Jr u la Lis it.leas desarrolladas en lo, a1ios de hasta entonces inimagi nables. Ni siquiera el
II C11,·1-r<1 M1111dwl. fu invención rat.li<.:,tl. entre 1917 y 1929. fué:ron llamado urbanismo estalinisw. de carácter
ciw.lcul <D11cel1id,, un primer intento de ecumenismo teórico. historicista y clasicista, se1ía cupaz de
dl'sdc /u ,m¡11i1ec11,rC1 Los CIAM (Congresos lnternationales para detener un proceso que estabu dictado por lu
.\'l' ('(JII.\Olidá ('(1111(1
la Arqui1ecturn Moderna) habían in1entado racionalidad técnica y por la eficacia
ki111101 i" ,/,./ pmtlu<.:tiva. sin ningún contrapeso en e l
poner t:n co111t'1 n experié:ncia, de distintas
11r/ia1,i.wu, 11,odt·nu,.
,·iudades .:uropeas con la preocupación de gusto de los usuarios o en las leyes de l
Arril>u. Pa i,,t_Jt'
u1 han o. ti,· G( ·rlwrd cslabkccr una t.loc tri11¡1 y un.1 n11.:t,xlología me ri:ado. Las rcconstruccionc~ d.: Dn::sclc.
Ric/11cr, I </()9 ,01m1nc,. La <:iudad i'um:ion,il de bía ,ustit ui r Lci pzig. Varsovi.i. San Pctersh11rgo. Mmcú

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IGNASJ DE SOLÁ MORALES, Territorio constroido -La ciudad desde la Arquitectura. En Arquitectura Viva N ° 35 Marzo/Abril
1994. '

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CATEDRA: HISTORIA 11 - URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBLIOGRAACO N ° 1


Jl
1

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- 1

o Belgrado son todavía hoy ejemplos de mutuamente hicieron de las experiencias del Por supuesto hay w111bíén otros casos en
enorme eficacia demostrativa de lo que fue norte de Europa un paradigma de lo que se la antigua URSS. Egipto. Argelia. Israel.
la aplicación. práctica y a gran escala. de los quiso llamar un a ciudad hu111a11a. etcétera. De todos ellos puede extraerse
principios de la m·quitectura moderna para la compensada en los valores de individualidad como consideración común que estos
reconstrucción de la ciudad europea. y paisaje natural; aten ta a las condiciones experimentos ponen de manifiesto por una
Junto a estas aplicaciones casi I itera les de del lugar; receptiva a las tradiciones locales parte la capacidad y la fuerza de los grandes
una determinada doctri na, en otros lugares y a la pequeña escala. El desa1Tollo trazados y los grandes gestos de los que el
se experimentaba de un modo más creativo. empirista tuvo la virtud de desactivar la lenguaje de la arquitectura moderna es
Por una parte. en el norte de Europa se agresiv idad de la planificación. aunque capaz. Pero. por otra parte. no es menos
Lksarrollaban concepciones mucho meno, fuese a costa de de un a VCl'CS in~ípidu cierto que la mayoría de estas cxpcricm:ia,
globales respecto a la totalidad de la ciudad. pintoresquismo. han evidenciado el esque111ati~1110 con el que
pero muc ho más eficaces desde el punto de En los países del Tercer Mundo la el lápiz del arquitecto concibe los complejos
vista de la calidad final de los productos arquitectura de la c iudad moderna parecía procesos de formación de una ciudad.
urbunos construidos. El empirismo nórdico. llama<la a experiencias totales. En unos
des<le Aalto. Jacobsen y Markelius hasta cuantos casos se trataba de hacer. de nueva Los últimos CIAM y el Team X
Utzon. Backstrom y Fehn. se nutre de las planw. ciudades diseñadas con los nuevos Fueron los más jóvenes asistentes a los
concepciones del Movimiento Moderno para c riterios sin dependencia alguna con lo ya últimos CIAM quienes. con sus críticas.
la arquitecturn y la ciudad. pero introduce existente. Chandigarh. de Le Corbusier. en pusieron en tela de juicio lo que la Carta de
limitaciones claras en la exaltación de lo la India. Brasilia. de Costa y Niemeyer, en Atenas y sus desarrollos habían plantea<lo
colectivo en favor de lo individual. Un Brasil, son los casos más espectaculares de como respuesta universal al problema de la
sentido menos intenso de lo que debía ser la diseño de nuevas ciudades a partir <le los ciudad 111odema. Agrupados bajo la etiqueta
fábrica de la ciudad y la convicción de que criterios y la sensibilidad de la arquiteclLira de Team X. este grupo surge en 1959 en
naturaleza y arquitectura deben fecundarse moderna. Otterlo. en un Congreso que hay que
considerar a la vez como e l último de los
CIAM y la primera de las reuniones del
Team X. Ernesto N. Rogers. Aldo van Eyck.
Alison y Peter Smithson. Louis Kahn. José
Anto nio Coderch. J. B. Bakema y Georges
Candi lis eran algunos de los componentes
de este grupo. Todos ellos compartían su fe
en la arquitectura de la tradición moderna.
pero también era evidente su toma de
conciencia en relación a la insuficiente
atención a los valores <le la calidad
ambiental que el llamado racionalismo había
puesto de man itiesto.
Los diseños urbanos de los miembros del
Team X tenían en común l:1 fragmentación
de la gran escala y. complementariamente. la
mayor atención a las escalas intermedias. La
estructura de la c iudad debía descompone rse
en unidades menores. en las que la vida
social y las capacidades creativas y
participati vas de los individuos pudiesen
incorporarse a la ai'quitectura.
Era el primer momento en el que. desde
dentro. se sometían a crítica criterios y

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1994.

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El T,•m11 X i111cui" pcíg11w w11eric1r,


pnnu¡uos de los cn1os abajo. 111 Ci11d11d
sese111a la re,uiií11 de {11st<11ll<Í11ea. del gm¡>o
lll Carta de A11·11as (a Arc/11gm111: a fo
la 1:,¡111erda, 1·i1·ie11das derecha. el 1>m_,·ec10
e11 Gold,'11 Lwre. de t>am Tokio, de Ke11:o
los S111i1hso11). Desde Ta11ge: .,· ahlljo.
ent,mces han s11rgido l"'ºl'"''·' w de V1·11111ri
di.1·1111111 ¡ 1·i.1io11es ,le lq ¡mn, el c011cur.,·o
clUdatf modcnur e11 lo ·Roma 1111errotlt1 '.

principio, considerado, incJiscuribles. Pero Kenzo T,rnge era ya un maestro resp_etado que 11ene no pocos puntos de contacto con
la labor del Temn X no se detuvo en la de la arqui1ec1ura pponesa cuando. en 1960. estas o tras dos corrientes contemporáneas.
c 1ítica. Eran a rquitectos que. en Milán. junto con Kurosawa. Maki y Kikuwke creó formaliza sus propuestas a partir de modelo,
Amstcn.lam. Londre,. Filadelfia, Barcelona, el Grupo Metabolista. HiJos del u topismo na turales de crecimicnlo lalcs como las
Rollerdam o Toulouse. introduc irían nuevas urbano corbu,eriano, lo:, melabolistas colonias coralífcras. los racimos de flo r de
piezas urbanas hechas de delicada japone,es quieren dar respuesla al loto o los habitácu los de los insectos.
invest igación. caso por ca,o. de las crecimiento desaforado de sus ciudades a Un tecnologismo más desenfadado y
condiciones de vida que el program,1 través de g randes impl,\lltaciones de n ueva también más irónico es el que domina las
reclamab,1. planta inspi radas en el mundo orgánico. Sus propuestas del grupo Arc hi gra m. Éste es el
e lernen1os son. por un lado, la nombre de una pequeña revista que un grupo
Radicalis mos megaestructura. como soporte de lodo un de seis a rqu i1ectos reunido, inicial mente en
Superados los traumas de la 11 Gue rra sofist icado sis1ema ele servicios y, por otro. dos estudios: Pcter Cook. Dennis Crompton
Mundial. Estados Unidos y Japón entran en la cápsula. como respuesta de la industria de y Warrt:n Chalk. por un lado. y David
un periodo de gran exp,insión. En torno a los preformados a l,1 necesidad de producir Greenc:, Ron Herron y Michael Webb. por
1960. las economías de los graneles paíse, millares dt: habitáculos. El mclabolismo otro, p ubl ican entre 1961 y 1970.
1ndustri,1lizado, consolidaban el "milagro· de recoge también la preocupación por la Archigram en arqui lectura. como los
su recuperación. Apoyados en ternologías movilidad y el 1ráfico. Los grandes sopo11es Beatles en música. t:s a la vez ruptura rad ical
punta como la electrónica e iniciando el son vías de alta especial ización para irónica y crítica de las convenciones y
traspaso de las actividades productivas transportes de automóvil. monorraíl o modos de hacer establecidos. Casi sin llegar
primarias y secundarias a los países del fe,rncarri les de alta ve locidad. a rea lizar ninguna de sus propuestas.
Tercer Mundo que habían pasado del Frente a la crnda tecnología de Arc higram representa un paso rnás a llá de
colonial1,mo al neocolonialismo. las Arch igram o el vernacularismo de las cuan10 la 1raclición moderna había
sociedades avanzada, conocieron un a rqui1ect uras alternat ivas, e l metabolismo. .imaginado. A la posibilidad de estructuras
1110111ento de un a gran euforia. que se
reflejaría en elevadas tasas de consumo.
Una nucva cultura de masa, se
exp.insionaha pa ra e l disfrute de la,
,ocicJ.ide, avanzadas. Transportes.
electrodo mésticos. robót ica. 1iempo libre.
constituían el nuevo panorama ele la
felicidad universal. No es extraño que este
clima de optimismo fuese el caldo de cultivo
adecuado p,m1 el rc:nacimiento de la c1ític.1
radical y la utopía.
Los aiios sesenla son los ele la crítica a la:,
co,tumbres. la moda. las institucione,.
Maoísmo y movimiento pop parecen ir de la
mano en 1111a cu l1ura del consumo y de la
iconoclaslia impensab les en los duros aiios
de la po,guerra. En .:sta situació n. la.
arquitectura mirn la c iudad como un gran
anefac10 obsoleto. Los metaholistas
japone,es. e l 1ecnologismo de Ard1igr,11n y
la, propuestas a ltc:rna1ivas para las ciudadc,
lkl Ten:c:r Mundo 1ienen en común la
conl'ia111.a y la exigencia de que e, pos ible y
nere,,,nll cambiarlo lodo.

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IGNASI DE SOLÁ MORALES, Territorio construido - La ciudad desde la Arquitectura. En Arquitectura Viva N ° 35, Marzo/Abril
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Como rew citi11.Ji·c1t1e poi' E11 ro¡,<1 · a la


a los c.H·e'.\"O., /11writtcH i:t¡11ieula. l'i hdrrio
dt· lo.\ a1io., ,·c,cuta. Zen. d(' \ 'i11ono
A/do l<n.n-, ¡>ro11nm· G rc:.;.0111: oht~jo. lo
unofru·11w dUén1 11tc c/(
1
Ci1t(1analuga. de
ememler la rd<1nlÍn No'..\"l; <'11 lo ¡,<Ígma
cutre lll'C/lfitecuira y s;gu,cnle. ¡,rv¡me.w,,
nuducl. e111re l11Horh1 df Lcún /\'de,· ¡,arad
y modernidad. 4t1l' no co11c. 11no de La
tarda en extenderse V,llet1e e11 Pwú.

acepta las condiciones de la moderna humor festivo y feliz de la utopía Archigram


parn grandes edificios. Archigram opone
macroes tructuras capaces de soportar todos producción e.le objetos de consumo e intenta la cunstituyen todo el conjunto de
los equipamientos y generar todo e l extrapolar su lógica parn obtener un modo propuesws urbanas que podemos denominar
ambiente de una comunidad. A los ideales de hacer la c iudad que se considera rnás arquitecturas alternativas. No sólo las
de la prefabricación pesada. ensuyados sobre libre. más personalizado y. también. 1mL\ gra ndes ciudades del mundo capitalista
todo en los países de economía planific.1da. económico. Archigram es el eslabón ava111.ado c,tán viendo crecimientos
opondrán la producción masiva de artefactos necesario de toda una sucesión de momentos acelerados de su población y de los sc1Yicios
que. estando m{L\ cerca del automóvil o del en la arquitecturu occidental 4ue se que ésta demanda. En el Tercer Mundo. en
lavavajillas 4ue de la c.is,t. se puedan u,ar y caracterizan por una plena confian7..a en las Asia. África y Latinoamérica se
urar. co111p1ar a gu.sto del consumidor. pusibi lidades ofrecidas por lo, avances dcsencadrnan al mi.,1110 tiempo p1oce,o, de
mover y enchufar en el lugar más apetecible tecnológicos. Una per111anc11tc atencii.',n a los u1 bani1.aciún lrn,ta entonce., 11u11ct ,·isllls.
y en cada momento . espacio, colectivos Je ocio n tic cultura haCL' Manila. Cai<:uta. Lagos. Li111a o Carneas , en
Movilidad. consu1110 fungible. autonomía que la c iudad imaginada y propuesta por 111ultiplieatse expo11cncial111ente d nü111cro
técnica y poder de decisión del usuario son Archigram sea también la del tie111po libre. de sus habitantes. La, políticas de
característ icas de un modo de hacer que La cara opuesta y co111ple111en1aria del aloja111iento propias de la tradición moderna
se muestran nbsolutamentc inefi,accs. No
hay ni tiempo ni recursos para d;1r, i,·i,:nda
convencio1wl a millones Je campe,inus que
dcsc111barcan en las ciu<l,tdes sin oficio ni
beneficio.
Los inlentos del urbanismo a lternativo se
basan en optimizar las prácticas de
instalación y de asen tamiento surgidas
espont,í111::a111.:11te. Tecnologías blandas.
participación de los usuarios. knguaJe, de
¡mt1em.1. interrclaci<Ín intensa entn:
organización cívico-política y urbanización.
son los rasgos dominantes de propuestas
que. a su manera. son también las utopía,
con las 4uc en el mundo de los desheredado,
y marginado, se i11te111a alcanzar la felicidad
de la casa y cid espacio cí~ ico.

La a r qu itectura de la ciudad
En 1966 A Ido Rossi publica uno de los müs
influyentes textos de la época que estamos
analizando. La cm¡ttiteclura de lo ciudad.
que recoge algunas de sus lecciones y
trabajos realizados como profesor en
Vem:cia. es la mejor representac1ó1Í de un
mudo de entender la relación arquitectura y
ciudad que c:n Ita lia comparten Aymon ino.
Grassi. Gregotti y un largo e1cé1era. En el
centro del discurso rossiano. la experiencia
de las ciudades y de la arquitectura histórica.
Como mé todo. el de la autonomía
est ruc turnl de los conocimientos propios de

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la d1sc1plina. Como hipó1esi, fu111.J.1111en1al. Movimien10 Moderno- el lenguaje seco y en la evolución de un pensamien10 ,obre la
la analogía entre to, moc.Jos e.Je hacer la de,nudo de las propuesta, rossiana, es una arqu i1cctura y la c iudad que se desarrollaba
arq uitect ura y la ciuda,.L Como apriori,1110 11.itnada a lo esencial. a lo.s concep10, en11·c uri evidente neotradicion,\li,1110 no
fuera de c.Ji,cu,ión. la permanencia dd modo fundamentales de una arqu itecl ura q ue sólo formal pero ,í morfológico y una actitud
de ope rar de la arquitectura en la ciudad. en se explica como parte de la con,1rucción de: radical fren 1e a lo, 1ópico, modernos
cualquier lugar y en cualqu ier época la ciudad. aceptado, ya. en los aiios sescn1a. como
h1stó11ca. Los proycc1os más rc:pn:,entat ivo, de ,olucione, cswblec,das.
No cahe duc.J;1 de que; d e,tructuralismo esta tendencia dejan por compkto Je lado La concepción de la ,1 rqui1cc1ura de la
h1stor11.:i,ta de Rossi era. an te toe.Jo. una toma tanto la, ,1por1.tciones de 0 1ras di,cipli,w, al ciudad h;1 tenido ,u mayor fortuna en la,
de posición po1¿111ica ante los excesos de: conocimiento y prospectiva sobre.; lo que oper;1cinnes ,obre la c iudad ex i, 1ente.
e111us1asnm l"utmista y utópico de la deba ser el desarrol lo de la ciudad Roben y L.::on Kricr la111.aron
trad ici(in moderna. El discurso rossi,1no hace (Sol·iología. .:c.:o110111ía. pan icipacic\n polémic.1111ente la campatia para la
Jesapareccr toúa i"mntern c111re lo hist<Írico y ciudaú,111a) como dejan Je a1endc r a lc,s recon,1rucci<in Je la c iudac.J europc¡¡_en un
lo moderno. igualando toJa, la, mecanismos propio, de l planeamic1110. La mon1aj e publicitario y 111ovili,ador que 1uvo
experiencias. El .inálisis 111orfol(igico e.Je l.i suy,1 e, una ciudau que se hace a 1niv6 de ., u epicen1rn en B1u,cla,. y que ,,cabéi
ciud.td .e n su, panes y la identificación de p1<.:za, arqu11ec1ó111cas. e111e nd iendo por 1,tlt:, gent:rando proycc10, de ·reconstrucción· de
lo, tipos arquitectónico, con los que se no sólo los edificios. sino lo.', espacios libres. pane, de ci ud<1de, ta le, como la misma
puede operar constituyen e l 1ínico las calles y las plazas. Los proyec1os para e l Bruselas. Londre,. P<1rís. Rom.i y
conocimiento con,istente con el que barrio de San Rocen en Monza ( 1966) o las Luxemburgo.
construir la arquitectura y la ciudad. Las operaciones en la p.::riferia milanesa del
experie ncias dt: l,1 arquitectura clásica. de la banio de Gallaratese ( 1 967- 197➔) fueion. Recomponer tejidos
rned11::val. de la anón ima y popular ,on desde el disei\o. lo, primeros ejemplos de un Un expe rimenlo emblemát ico. en csla
igualmen te: ejemplares del modo Lle h,1cer la modo de proceder que pronto se Llif'unuiría din:ccicín. fue el <le la IBA (Internationale
ca., a y la c iuuad como lo son los tipo,. sólo especial111en1e en Europa. Bau Au.,s1ellung ) úc Berlín. Denlt'O de la
en apancncia nuevo,. propuesto, por lo, Giorgio Grassi en sus obra, La 1rad ición bcrlinc,a de hacer exposiciones
arqui1ec1os de l pe1iodo de ent regm:rra,. Con col/.\'f/'llcci<Í11 !tigiCf1 de la w 1¡11i1ec111m con ,xli ticios con,truidos para 111os1rar la,
un;1 e1 id.::nte fascinac ión po r la, ( 1966) y La cm¡11i1ec111rC1 co11111 oficio lilt11na, 1endcnc1a, arq11 i1ec16nica,. Jo,cf
arquitectu ras de los momen1ns ( 1980). Vi11orio Grego11i con El 1,·rri1ori11 ele Paul Kleih uc, propuso que las actuaciones
fundac ionales -1.:1 prim.::r Renac.:11nic.:n10. la an¡11irec111ra ( 1966) o Robcrt Krie r rnn de: lo, lll,Ís 1\.:nombrado, arqui11.:c10, de los
de la arq1111ecll1ra ilu111111ista o de la, Teonú .,· ¡1rcíctica de lo., es¡,acio.,· ur/Jww., ati<is ,e1en1a y oc h.:nta no fuesen obrns
arqut1ci:1u ra, de los mac,trns dd ( 1975) fueron au1on.:, tamh i~n in fluyc:111c, .ii,lad,ts. sino que ,e plrnllca,en como

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de su conservación. al margen de cualqu ier


consideración de ant igüe<laJ o mo<lcnrnlad.
En una dirección a1i.íloga deberían
considerarse otras experiencias urbanísti,as
como. por ejemplo, las producidas en
Burcelona en los últimos quince aiios. La
'Reconstrucción de Barcelona·. tal como
Oriol Bohigas tituló el sentido global <le las
operaciones emprendidas a finales de lo,
alios setenta, nace del análisis de l,1 c iuJa<l
existente y de la convicción <le que será
desde la arqui1ectura más que desde la
planificac:1ón como se conseguini una
transformación de la ci udad.
A través de lo que se ha llamado la
111erás1asis 11rhw1ís1ica. un conjunto de
operaciones puntuales. sobre todo en el
espacio püblico. debe tener lu energía
expansiva suficiente como parn pro, ocar
una suerte Je constelación <le la que surja un
reconstrucción de algunos banios del también en Francia. Espalia. Alemania y cambio cualitativo en la globalidad de la
e ntonces Berlín Occidental. Holanda, estas ac tuac iooes constilllyen, por ciudad. Plazas. calles. paseos. parques y
Los resultados de la IBA deben evaluarse un lado. una reacción arnte lo, el'identcs j,trdines. operaciones dc"acabado de áreas
no sólo por algunos edificios notables enlre procesos de dest rucción de las úreas inconclusa.,. pcquefüts renovaciones,
otros mucho., de valor 111,\s relati vo, sino por históricus de las ciudades en el 1110111enlo en apertu ra de vías no realizadas de lo,
el intento de recomponer el tejido histórico que su rentabi lidad empuja hada el urbcr11 trazados históricos: es a todo este cúmulo de
de la ciudad decimonónica en Kreuzberg. re11e,.-a/. En vez de aceptar la destrucción de actividades cstnitégicas al que se confía la
TegeL Friedrichstadt y otras ,freas los antiguos edificios y tejidos urbanos. capacidad Je transformación de una ciudad
degradadas berlinesas. Reorganizar ,\,eas estas políticas para los centros históricos, en histórica. Aquí. el lenguaje de las
abandonadas. obsoletas o c.lcstruid;1s por la general de marcado tono progresista. arquitecturas puede ir c.le~de el 111,ís lacónico
guerra recuperando los criterios del diselio pretenden mantener el patrimonio e<liíicado mini mali~mo hasta lu más ba1rnca obsesión
urbano y la composición del espacio público y los tejidos urhanos corno un bien colectivo por lrn- dct¡tlles y la decoración. En cualq uier
de la ciudad histórica era un peligroso ric~go irrenunciable frente a la voracid,td <le la caso. lo que .subyace a ca<l,1 una de las
de pasriche historicista. Repensar algunrn- de especulación inmobiliaria. manteniendo el operaciones puestas en marcha <les<le la
cshis elementos incorporándolos a los carácter mixto de residencia. comerc io, ad nt inistrnción municipal no es la unidad
criterios act uales de producción de vivienda producción artesana y servicios propios de estilística sino el orden y el equilibrio entre
social. de espacios de equipamiento y de estas áreas históricas. La actuación más público y privado. peatonal y automóvil.
tipologías adecuadas desde el punto de vista conocida. siguiendo esta fi lusolfo. es la <le \'Cr<le y const,·uido, tradición y modernidad.
higiénico, de programa y de recursos Bolonia.
Jisponibles. era exactaniente el desafío que La convicción <le que la arquitect ura Mctrópulis
la IBA propuso dentro de la ideología de la medieval o clúsica es tan válida. eficaz y La década final de l siglo xx parece haber
reconstrucción de la ciudad e uropea. llena de posibilidades para la vida rno<lcrna puesto sobre la 111esa de los construclore~ de
U1i.1 segunda área de operaciones urbanus como la actual guía estas actuaciones en las ciudades una realidad conocida. pero
producidas desde las ideas de la arquitectura que. por otra p,trte. los criterios de la ciudad todavía 110 asumida desde la práctica de la
de la ciudad ha siJo. en los aJios setenta y existente como bien patrimonial significan arquitecturn urbana. Se trata del fenómeno
ochenta, la de las ac tuaciones en los centros también una clara cone;'(ión entre la idea de mer ropolirnno. es decir. <le las enormes
históricos. Principalmente en hali;1, pern la ci udad como arqu itectura y la necesidad concentraciones urbanas que ya no pueden

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Lt1 ,i/1imt1 t!érntlt1 ele/ E11 la ¡,ági11a cmterior,


,ig/o lw 1·i.11<• lo 'La ci11tlad ele/ g/oho
apariuon tfl' ww <'mttit·o ·. tle Rem
llllt!l"l>}e11ri11u:11t, Koo/lwa.,· r Elitr
111-/,ww: la 111etrápoli.1 Z<•11ghe/is: " la
entenclida ,·omo ..~re111 derecha. proyecto
<011, e111raná11 a/ejot/<1 ¡>arn Ched¡,oi111
""' ('(/1/ff/>/(I Clwrlie <'11 s,,r1,·11, de
1ruelicio11<1/ de, i11tlatl. J,,a11N11111·cl.

ser pé nsada, como ciudades e n e l sen1ido


convencional de es1e 1ér111ino. E.n los úllimos
vc1n1icim:o aiios. el mundo ha vis10
acekrar,e los proreso, de conccn1ración de
la poblacirín en las grandes me1rópolis d.:
mil lone, de habi1,1n1cs. En .:1 sun:,1e
asiálico. en África. e n la antigua URSS y
La1inoa111érica. pero lambién en Au,1ralia.
Canadá o los EEUU eslas megápolis. como
le gus1aba <.knom inal'i as a Lcwis Mumford.
pn:sentan carac1crb1icas y desafío, nue vos
tamhic:n para la arqui1ec1Ura.
La 1nc1rópol is es una se lva. Algo
real111en1e exis1en1e. colisión de
innumerahks fuerzas que tie nden a
ex1en<.krse ilimitadamente , in 01n1 forma
más qut! la que les proporcionan algunos
ekmenio, geogrüticos o algunas grnndcs
i nfraestruc1uras.
Las me1rópo lis contemporáneas son
descen1radas. es decir. carecen uc un único acopl¡1rse con lo, demás con el fi n de Sing¡1pur, Tokio. Cambcrra. Tcherán.
pu1110 cen1ral. his1órico o de pode r. y 1ienucn e,tabkccr mecanismos lk intcracci<ín. por Mc:xico DF o Atlanta')
" 11111l1iplicar lo, cmíg.ulo, en lo, que se lo, cuaks las p re., 1acione, y e 1 Al igual que el protagon1sw Jcl Uli~es de
den,ilica la acl1v1dad y por 1a1110 la apnn·..:cham1cnto do.: c,ta, ,11uaL·1onc, Ja111c, Joyce. sen1in1<is I¡¡ ,1cumulac1ón uc
euilicaci<Ín. Los ed ificios metropolitanos complejas ,can ..:n algún sc111ido rc.:lllahlc,. acon1cci1111cn10, ,ob re no,u1ros: auver111110,
,011. a menudo. la yux1apos ic1<ín ue ;.111 En la mayoría d..: lo, ca,o, c,ll» grumo, una lim itada capaL·iuad de a,umi rlos y de
cúmulo de se1Yicios alojados en urbanos no obedecen n1 a un plan darles rc,pucsl a. Sin embargo. a pe,a r de
cons1run:ioncs qt1e se han ido hacina ndo si n pn.:viamcnlc c,1abkcido dc u11 111000 pn.:ci,o nue,1ra desorieniación y n ues lra falla de
ot ro oruen que e l dictado poi las exigcm:ias ni parlen de fron1era, clara, en tro.: lo púh li u, conoc im ienlos sabemos que to<lo esto e,
sucesivas. 1\,1.ís que de.: arqui1cc1ura,. habría y lo privado. absolutamcmc n:al. que forma parte Je!
qu.: hablar de cong lome rados en los que L1 forma ue b mc:tr<ípoli, con1e1nporánea dinarni,1110 má, activo del mundo ac1ua l y
cada picza pensada lodavía con criterio., e,. prn n1ra parle. mórbi da y 111alcabk. No que la globalidad tk: e,tm proce,o, ya n1i
convenc1onales de diseño arquitectónico no t1t:ne una es tructu ra prefijada. sino que pénni1e evadirse con la coanada de las
e, si no u n el.:men10 de un sistema ue parece moldear,e a 1enor de las acciones y c:uhurns regionales ni con las nos1algias
prcsrnción de savicios, para el tratamiento reacciones que la, u1stintas operaciones his toricisws.
del cual 1odavía no existe ni exr.erienc ia ni pbnt..:an. En otra, palabra.,. no t!s fija en e l Eswmos de nuevo ante fenó menos donde
111.:1odos apropiados a su diversidad y llempo ni cs1.í definida pm algu ien .. la la realid,td. po1cntc y ,alva,1c. e,1á Y" por
cambio con1 inuo . Auwridad. como la habría llamado Le uc la111c de nuc,1rn, conoc im,cn tos. Nos
Los aeropuenus. los 11,atls comcn:iaks. Corhusicr. tic una ve 1. poi tod:1,. encontramm :rntc hecho, que ponen en tela
las ürea, deportiva,, los parques temá1 icos. de juicio. para la arqui tec1 ura. ,u cap.ic idad
lo, nudo, de in1e1·cambio ue transpone. las Nuevo ohjclo de deseo para haccr,e con e,ia forma de ciudad
área, 111dus1riales limpias y lo, ce ntro, de La., 111..:türnra, mg:inu.:as para de,crihir eslas permanen1c1nen te activa. t:xpansiva y. t:n su
negncio, son hoy los nuevos generauores ue ,i1uacionc, ,e 111ul1iphcan. y c,ta 111os dc~rlicgu~. ciega.
acl il'iJad urbana en torno a los cual e, la a,i,ticndo en los últimos a1io, a l verdadero L1 111etrcípoli,. ciudad d..:! tic rn po
forma de la ciudad parecc hacerse phb1 ic a y re1orno de la tc:nni nnlogi¡1 y lk la iconología prc,e111e. se al1.a como nuevo o,curo obJelO
moldeahk. Cada uno de los componentes organ ici,ta para vi,u:11i1.:1r e,11>s i't:nómeno,. d..:I deseo rara la arquitcc1 ura y lo,
11ece,11a a la ,·a obtener su propio espacio y ;.Cómo .::xplicar lo que ,ucedc en arquitcct<h

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APÉNDICE:

CLUSTER CITY / MOVILIDAD. SISTE:MAS VIALES


SMITHSON, ALISON Y PETER

Allson y Peter Smlthson: Cfusterl clly la dirección hacia la cual está enca- concep to de cluster nos da la po sibi-
minndn loda su olira. Actualmente rn- lidad de cre¡ir nuevas imágenes, em-
Al arqu f!ecto actual le preocupan las sulta obvio aue 1., concepción funcio- pleando las técnicas existenles que
consecuencias que sus edificios com- rial-mecanicisla d1?! planeamiento urba-
han sido desarrolladas para enfrentM
portan para la comunidad y para la "º Y fa es tética cartesiana que carac- los problemas de la producción masi-
cultura, tomados en su totalidad. Su lP.ri1.aron a . la vieja Araultectura Mo-
va; por ejemplo. las técnicas de la in-
primera preocupación se dirige a los <jerna ya no son npropiadas. El ~ue~o
geniería vial y de las comunicaciones.
p roblemas generales, a partir de los rle Le Corbusier el e la Ville Radleuse
Se han presentado muchas propuestas
cuales evolucionan las soluciones es- se apoyó en una geometría de aolas- para reso lver los problernas del tránsi-
pecfllcas para situaciones particulares. tante trlvlalidad. Pues: asl es como la to: autopistas que vinculan los centros
La Declaraclón del Primer Congreso vemos ahora: eso5 p lanos nos con- poblados. autopistas urbanas ubicadas
para la Arquitectura Moderna (CIAM) mueven tan poco como el dibujo del en el seno de las comunidades, esta-
de 1928 no sólo se ocupó de echar mantel del restaur:mte 'Vieux Paris' cionamientos conlrolndos, establecidos
por la borda las fórmulas an.1r.róuít:ás que es, desdo luego, el lugar donde en torno a los viejos centros urbanos,
v las i\cadem11is, · sino tambl8n da es- deberlán haberse origrlnadb. (1 Cuán di- centros comerciales ubicados fuera de
tablec·er las bases de relación fundo- ferente son nuestras reacciones ante las ciudades, fábricas instaladas junto
nal entre la nueva arquitectura y la la- misma . Imagen I Su punto de partida a las autopistas, ciudades dormitorios,
economía, la· tacl0haIí:zá~l~·n de la fue la excitación; el nuestro es slm- ele. Estas son soluciones que disper-
construcción y el planeamlento urba- pl~_i nénte. la curiosidad artrsll~o-hls- s.in las energlas de las comunidodes
no. pues la Ciudad !=imclonal consJI· tórlca). o bien los integran de un modo com-
tula la extensión naíurat de una Arqui- pletamente nuevo.
tectura Funcional. Con todo, el suo1"10 era bastante r eal
y todavla rosulla significativo. El conceplo ocep laclo de c iudad e5 el
la situación que en frenta el arquitec- de una serie de círculos concéntricos
to ac tual es fundamentalmente la mis- Aún · respondemos a este sueño, pero que decrecen en densidad residencial
ma; aún somos funclonallstas y aún ya no creemos en los medios con los Y en grado de ocupación de la tierra
acep tamos la responsnbll1dad por el cuales Le Corbusier creyó que podia hacia los bordes. provistos de una trn-
conjunto de la coin.unidad, pero ahora darles realldaa. "SU ciudad es un in- ma de calles de tipo r11d ial que se ori-
la oalabra funcional no tiene un .si.00i- rnen_so '"blero oe . ajedrez orgañrzado gina en el centro histórico de la ciu-
11cado meramentEI mecánico como lo el'"! f<;>rma axial. Nosotros estamos de- dad. A este esquema se ha agregado
tenla háce treinta ar\os. Nuestro iun- tras _de alao más_ comolelo oero menos recientemer,te el concepto de ciudades
cIone11smo sIqn11lcp ar.epIar ¡a;¡ real i- peométrlco. Nos preocupa mas el satélites de baja densidad. concéntri ·
dades de 10 situación,. con tod11s sus ·rru¡o· que la 'medida". la Idea general cas y ·autosuflcientes·, (aisladas. al-
contradicciones y con fusiones, e Inten- que alimenta este req uisito es el con- rededor de Londres; conectadas, en
tar nacer algo con ellas. En conse- cepto de cluster. El c!usler es un te- Eslocolmo). En el concepto de clu ster
cuencia, detWlnos crear una arquitec- jido estrecho, complejo, un agrupa- no hay un solo 'centro' , sino varios.
tura y un urbanismo que a través de miento a menudo móvil, pero un agru- Los centros de presión estón vincula-
la forma con~:rulda, puede hacer sig- pamiento que posee una estructura dos con la Industria y con el comercio,
nificativos el cambio, el crecimiento, pecullar. Esta es qui1.ás la descripción ya que éstos son los puntos naturales
el flujo, la vllnlldad de la comunidad. · en los cuales se expresa la vida do la
más ajustada que pueda darse de este comunidad: el brillo de las luces y el
nuevo Ideal para la arquitectura y el movimiento de las muchedumbres.
El propósito d11 la totalidad de la es- planeamiento urbano.
tructura debe ser Inherente a la orga- Estos puntos de presión, Industriales y
nización de c1nlquier edificio. Tome- De acuerdo con esta descripción, el
comerciales, están conectados me-
mos, por ejetr•plo, ·el problema de problema de construir las tres casas
construir tres c, s:is en una calle exis- en una calle existente se resuelve en- diante carreteras o "barrios dormitorios'
ten le; las casaf · ubicadas a cada lado contrando P.I modo en OUP. (aún re,:;- francamente residenciales. Es Inútil su-
de la calle co11:;tituyen. Junto con la po11diendo a Ia idea de la calle) se poner que nuestras vidas son tan sim-
cálle misma. un hecho urbnno defin i- rompa con la vieja fachada y se cons- ples como para que todos podamos
do; las tres ca;;a:, nuevas no deben truya en pro fu ndidad, proporcionando pretender vivir 'donde trabajamos'; de-
limitarse a conlrnslar con este viejo una sugerencia. un signo. de la nueva bemos aceptar la movllldad de la po-
hecho (o a ad11pl;use a éste) sino que estructura comunllaria. blaclón y adelantarnos a sus conse-
deben proporcionnr una indicación, un cuehclas, controlando las formas que
signo, de una nu<?va especie de eslruc- Trndicionalmente, la tarea del arquitec- esta movllldad ha de adoptar, crea;,do
tura comunllaria. Pero esto no podrá to consiste en crear los signos o imá- nuevas Imágenes tanto para los nuevos
lograrse si el arr¡11itecto no ha conce- genes que representan las funciones, elementos como para los viejos que los
bido de manera m.'ls o menos comple- las aspiraciones y la5 creencias de la cambios han transformado.
ln una Idea genernl o ideal acerca de comunidad, de tal modo que éstos se
integren a un todo comprensible. El

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SMITHSON, Alison y Peter, "Cluster City" y "Movilidad. Sistemas viales" En Cuadernos Summa-Nueva Visión, N" 24/25,
Buenos Aires, mayo 1969.

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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBLIOGRI\FICO N º 1

Debernos prever para cada lugar un eri la idea de Cluster Clty, pero que no queda inmune está compuesto, por
tipo de estructura capaz de crecer tratamos anteriormente en detalle por- ejemplo, por edificios comerciales de
pero de continuar siendo clara y fá- que senlfamos que primero era más seis pisos construidos en el siglo XIX.
cilmente comprensible en cada etapa lrnportan~e presentar los· conceplos en provistos de ventanas de típo domés-
de desarrollo. La palabra cluster re- sus planos Ideales y eslétlcos. tico y de portales que abren sobre la
sume el espíritu de una estruclura de calle.
este tipo. Las técnicas de planeamien- Las calles, junto con las lineas prin-
to existentes, tales corno el control de cipales de energía y de desagües.
De aqul surgen dos porblemas : uno
las densidades residenciales y los In- constituyen la Infraestructura esencial
consiste en desarrollar el costado de-
dices de ocupación del suelo tanto de la comunidad. El hecho más Impor-
molido, y el otro en cómo completar
como los p lanes de renovación inte- tante relativo a las calles es que éstas
o rediseñar e l costado existente que
gral de las áreas, hacen posible, por poseen dimensiones físicas considera-
se enfrenta ahora con una autopista
.lo menos en Inglaterra, la irnplanta- b les, y ejercen, por lo tanto, el mismo
de seis bandas.
clón _dol conceplo de cluster. Pare- efecto que cualquier otra caracterís-
ciera no existir ningún lmpedimenlo tica topográfica Importante, tanto corno
una collna o un rlo, en cuanto a q ue En cierto senlido, es Incorrecto levan-
para que puedan conslruirse comuni- tar nuevas construcciones tomando
dades más fluidas, más variadas y más crean divisiones geográficas, y en con-
secuencia, también divisiones sociales. corno modelos las existentes, aun
útiles para los Individuos. cuando la continuidad de las fachadas
Por consiguiente proyectar un camino
y especialmente si es a través de un pueda ser el único mérito de aquéllas,
(The Archlleclurol Aevlow, noviembre do 1957)
Mea cohstrulda, es una cuestión muy y este mérito no puede echarst des-
1 Se ha consorvndo el lórmlno clu!'ll"?r en
su origino! lnghh por no exlsllr una p~labra 5erla, puesto que al hacerlo se eslá preocupadamente por la borda. Pero,
espnnolo que lo reemploce odocuedamente. cambiando fundamentalmenle la es- entre otras cosas, el ru ido se ha mu:-
Las acepciones més aproxlmodos serian
tructura social. tlplicado diez: veces desde los dias de
·aplnamlento' o 'racimo'.
los caballos y los carros. Por consi-
guiente, ¿deben las ventanas seguir
Tradlclonalmente, algún rasgo Inmodi-
ficable y de gran tamaño corno una enfrentando a la autopista? ¿O seria
acrópolis, un rio, un canal o alguna más correcto que los edificios diesen
sus fondos a la autopista y sus facha-
configuración peculiar del terreno,
das se abrieran en el frente opuesto
contribuía a hacer comprensible la es-
a los costados relativamente más tran-
tructura de la comunidad como un
quilos? Sin duda esta drástica refor-
todo y aseguraba la Identidad de las
mulación de la situación se rea liza
partes dentro del conjunto. Hoy en dla.
con un criterio equivocado. En ri gor
,tt.Cf~ ll"IT!"t
nuestro fracaso más grande reside en
el diseño de las autopistas urbanas
t1· L ' / la falta de comprensibilidad e identidad
debe llevar impllcita una nueva solu -
Agrupomlenlo de olicin~s. Di~grom~. de nuestras grandes ciudades. La so-
Deny• Lnsdum. Bloque do vlvlend~s agrupa- ción para los edificios adyacente~
lución podrá enconlrarse con toda se-
dos. Bolhnal Green, Londres, 1957/60. guridad adaptando un sistema vial
10 Planta SI se considera al movimienlo corno
claro y de gran envergadura: la 'auto-
pista urbn na· posarla asf a cumplir una el elemenlo principal de la construc -
ción urbana. aparecerán so:uciones
Allson y Peter Smllhson: Movilidad. función unificadora en vez de consistir
solamente en una solución vial. Para más radica les.
Sistemas viales
cumplir con esta función unificadora
En el Plan para Berlin (de Alisan y Pe-
1a movilidad se ha convertido en la todas las calles deben formar parle de
ler Smithson y Peler Sigmund Wonke,
caraclerlslica de nuestra época. La un sistema, cuya columna v~rtebral
1957), los sistemas separados plantea-
movilidad socim v ffsfca,_ la sensa¡;10n son las autopistas ubicadas dentro de
dos para autos y peatones, cada uno
de cierto tipo de libertad a que ella las mismas áreas urbanas, y cuyo ta-
con su disciplina y estélica propia.
da lugar es uno de los hechos que maño en re lación con el enlomo les
abren la posibilidad de disfrutar dP. las
mantienen unida a nueslra sociedad. permite cumplir con su función unifi-
experiencias más plenas en cuanto a
El símbolo de esla libertad es el auto- cadora, visual y simbólica, al mismo
los diversos tipos de movimiento.
m6vl1 de propiedad Individual. tiempo que permiten funcionar real-
mente al conjunto.
En las pequeñas alde;¡s de Alemania
la movilidad es la clave para el pla- la gente, los domingos en que hace
neamiento urbano, tanto desde el pun- Pero los problemas de una ciud ad buen tiempo, se ubica en puntos es-
to de vista social corno organizativo. existente son aún más dlflciles de re- tratégicos sobre la autopista para ver
dado que no sólo concierne a las vías solver. Una situación tlpica que se pre- pnsar los automóviles. Esta es una ex-
de comunicación sino al concepto ple- senta es aquélla en la cual se hace periencia muy conmovedora, pues la
no de una comunidad móvil y fragmen- correr una nueva autopisla urbana a gente se siente en c ontac to con la co-
taria. Ya l1ernos explicado la forma y la través de un área cons tiluida siguien- rriente vilal de toda Europa. 110 sólo
estética do una cómunidad de este do la 1/nea de una vieja calle, para lo de Alemania. De modo que en el Plan
tipo en nuestro artículo acerca de cual es necesario demoler las cons- para Berlln tenemos: los coches como
Cluster Clly. En é5te tratamos más es- trucciones que se levantan a uno de espectáculo, mirando hacia abajo, ha-
peclficamenle el problema concrelo los lados de la misma a fin de dar cia las calles; la gente corno espec-
de las comunicaciones rlsicas, de los cabida a l_a autopista. El coslado que taculo. mirando hacia arriba. hacia los
sistemas viales, que están lrnpllcitos

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SMITHSON, AJison y Peter, "Cluster City" y ''Movilidad. Sistemas viales ". En Cuadernos Summa-Nueva Visión, N° 24/25,
Buenos Aires, mayo 1969.

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Allson y Peler Smilhson, Cluster Cily, 1957.

8 Diagramas

escaleras mecánicas y las terrazas.

Para enfatizar el carácter particular de '• ·~

cada movimiento, las cal les vehicula-


res son rectas y directas mientras que
+.
los plataformas peatonales tienen for-
mas libres e irregulares que brindan
senderos y espacios aptos para el mo-
vimiento desordenado de la gente y
para que puedan responder cómoda-
mente a la atracción visual del trán-
sito que clrcula por debajo.

La movilidad, por supuesto, tiene otras


imp licaciones en cuanto nos alejamos
del centro de la ciudad. Considérese
por ejemplo al pasajero de los trans•
portes públicos: el Hombre que Viaja.
El hombre que se dirige a su trabajo
-o retorna del mismo- debe contar
con 111 posibilidad de encontrar des-
canso visual en el paisaje urbano que
atraviesa.

Ll1 construcción masiva presenta un


aspecto esencialmente hostil. Hay po-
cos descansos para el ojo. El ojo quie- 7 Axonomélrlcn
re ver lo que se puede comer, hacer.
tomar, vestir, comprar. La mente quie-
re recibir sugerencias para la acción
- o para el relajamiento- como una
forma de aliviar las tensiones; no tiene
deseo ni necesidad de pensar en el
trabajo. El empleado, el mecánico
cuando vuelve a su hogar, busca ol,
vldarso del trabajo. Para el caso unos
pocos jardines pueden resultar Intere-
santes. pero cuando nuestro hombre
se encuentra con cuarenta jardincitos,
lo único que consigue es aburrirse y
por lo tanto se apresura a pasAr con
la cabeza baja. El acceso a la vivien-
da constituye el vinculo que uno a sus
ocupantes con el resto de la sociedad;
el largo ascenso por una escalera o
el descenso hasta el subsuelo; el re- =:::::::::::,,.
corrido de una avenida; el curso a lo
largo de una calle bordeada por veinte
o treinta casas apareadas; lo caminata
por un largo corredor con airé acon-
dicionado e Iluminación artificial, son
todos vínculos del hombre con la so-
ciedad, paisajes a través de los cuales
el hombre contempla su mundo. Las
zonas de viviendas comportan, de por
si, ciertos 'principios de movllldad',
simples y determinados.

(Archltoclurol Oeslgn, noviembre de 1957)

Allaon y .. Petor Smlthaon, Unlvenldad do


Sholfleld, proyecto parael concurso, 19".
4 Persi)ecllv• ~xonomélrl ca - .

72
SMITHSON, Alison y Peter, "Cluster City" y "Movilidad. Sistemas viales". En Cuadernos Summa-Nueva Visión, N" 24/25,
Buenos Aires, mayo 1969.

HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS


CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO N º 1

C.I.A.M. (LE CORBUSIER):-CARTA DE ATENAS:


PUNTOS DOCTRINALES (1933)
CONCLUSIONES

Puntos doctrinales.
71. La mayoría de las c iudades estudiadas presen- 83. La ciudad debe ser estudiada dentro del con-
tan hoy una imagen caótica. Estas ciudades no respon- junto de su región de influencia. El ·simple plan muni-
den, en modo alguno, a su destino. que debiera consis- cipal será reemplazado por un plan regional. El 1·imite
tir en satisfacer las necesidades primordiales, biológicas de la aglomeración será función del radio de su acción
y psicológicas, de su población. económica.

72. Esta situación revela, desde el comienzo de la 84. La ciudad, definida en lo sucesivo como una
era de las máquinas, la superposición incesante de los unidad funcional, deberá crecer armoniosamente en
intereses privados. cada una de sus partes, d isponiendo de los espacios
73. La violencia de los intereses privados provoca y de las vinculaciones en los que pod rán inscribirse,
. una desastrosa ruptura de equilibrio entre el empuje de equilibradamente, las etapas de su desarrollo .
las fuerzas económicas, por una parte, y la debilidad 85. Es de la más imperiosa necesidad que cada
del control administrativo y la impotencia de la solidari- ciudad establezca su programa, promulgando leyes que
dad social, por otra. permitan su real ización.
74. Aunque las ciudades se hallen en estado de 86. El programa debe elaborarse a partir de análisis
permanente transformación, su desarrollo se dirige sin rigurosos hechos por especialistas. Debe prever las eta-
precisión ni control y sin que se tengan en cuenta los pas en el espacio y en el tiempo. Debe unir en una
principios del urbanismo contemporáneo, elaborados en tecunda concordancia los recursos naturales del lugar,
los medios técnicos cualificados. la topografía del conjunto, los datos económicos, las ne-
cesidades sociológicas y los valores espirituales.
75. La ciudad debe garantizar, en los planos espi-
ritual y material, la libertad individual y el beneficio de 87. Para el arquitecto, ocupado aquí en tareas de
la acción colectiva. urbanismo, el instrumento de medida será la escala
humana.
76. La operación de dar dimensiones a todas las
cosas en el dispositivo urbano únicamente puede regirse 88. El núcleo inicial del urbanismo es. una célula
por la escala del hombre. de habitación (una vivienda) y su inserción en un grupo
que forme una unidad de habitación de tamaño eficaz.
77. Las claves del urbanismo se contienen en l~s
89. A partir de esta unidad-vivienda se establece-
cuatro funciones siguientes: habitar, trabajar. recrearse
rá n en el espacio urbano las relaciones entre la habita-
(en las horas libres). circular.
ción, los lugares de trabajo y las instalaciones consa-
78. Los planes determinarán la estructura de cada gradas a las horas libres.
uno de los sectores asignados a las cuatro fun~iones
90. Para resolver esta gran tarea es indispensable
claves y señalarán su emplazamiento respectivo en el
utilizar los recursos de la técnica moderna. Esta, con
conjunto.
el concurso de sus especialidades, respaldará el arte
79. El ciclo de las funciones cotidianas, habitar, tra- de construir con todas las seguridades de la ciencia
bajar y recrearse (recuperación ) ,. será regulado por _el y lo enriquecerá con las invenciones y los recursos de
uroanismo dentro de la más estricta economía del tiem- la época. ·
po. La vivienda será considerada como el centro mismo 91 . La marcha de los acontecimientos se verá in-
de las preocupaciones urbanísticas y como el punto de fluida fundamentalmente por los fac tores políticos. so-
la unión de todas las medidas. ciales y económicos.
80. Las nuevas velocidades mecánicas han trans- 92. Y no es aquí donde intervendrá en última instan-
formado el medio urbano al introducir en él un peligro cia la arquitectura.
permanente, al p rovocar el embotellamiento y la paráli- 93. La escala de los trabajos a emprender urgen-
sis de las comunicaciones y al comprometer la higiene. temente para la ordenación de las ciudades y_, por otra
81. Hay que revisar el principio de la circulación parte, el estado infinitamente fragmentado de la propie-
urbana y suburbana. Hay que efectuar una clasificación dad del suelo, son dos realidades antagónicas.
de las velocidades d isponibles. La reíorma de la zonifi- 94. La peligrosa contradicción observada aqui plan·
cación que armonice las funciones claves de la ciudad tea una de las cuestiones más peligrosas de nuestra
creará entre éstas vínculos naturales para cuyo afianza- época: la urgencia de regular, a través de un medio
miento se preverá una red racional de grandes arterias. legal, la disposición de todo suelo útil para equilibrar
82. El urbanismo es una ciencia de tres dimensio- las necesidades vitales del individuo en plena armonía
nes y no solamente de dos. Con ia intervención del con las necesidades colectivas.
elemenco altura se dará solución a la circulación mo- 95. El interés privado se subordinará al interés co-
derna y al e~parcimiento mediante la ·explotación de los lectivo" ( 1 ) .
e;pacios libres así creados. '
(1) Le Corbusier: Princípios del urbanismo (La Carta de Ale·
nas), Barcelona. Ediciones Anel, 1971 , pp. 113·140. Aqui se ha re-
producido el núcleo de cada conclusión, que en el original esrá
som~mda a una explicación.

73
CARTA DE ATENAS. En La arquitectura del S. XX., Madrid, Alberto Corazón ed., 1974.

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