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H3 - Cuadernillo #1 - Urbanística Del Siglo XX
H3 - Cuadernillo #1 - Urbanística Del Siglo XX
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PRESENTACIÓN
Damos inicio con este Cuaderno Nº 1 a una serie que pretende constituirse en un
aporte del equipo docente de Historia II al estudio de la asignatura, poniendo al alcance de los
alumnos ciertos textos de gran interés que, por distintas razones, resultan de difícil acceso; la
mayor parte de los artículos que recopilará esta serie de cuadernos temáticos tuvieron notoria
trascendencia al momento de ser publicados y se encuentran en revistas o libros que hoy se
hallan agotados o de los que no existen ejemplares en la biblioteca de la FADU.
De ninguna manera esta serie intenta sustituir a la bibliografía básica consignada en el
programa de la asignatura, cuya lectura resulta imprescindible para el abordaje de los
contenidos de la materia; los objetivos son, más bien, completar el tratamiento de los temas,
sumando a dicha bibliografía básica otras lecturas que la complementan desde enfoques
particulares, profundizar ciertos temas puntuales que se consideran necesarios y/o presentar
las elaboraciones teóricas de los propios haoedores de la arquitectura y la urbanística. El
hecho de que cada Cuaderno se centre en un tema específico del programa aporta
positivamente en este sentido.
Deseamos poner de manifiesto el agradecimiento del equipo docente a la estudiante
Beatriz Pampinella que realiza la compaginación de estos Cuadernos como parte de su
pasantía en la cátedra y sin cuyo cuidadoso y atento trabajo de armado este proyecto de
publicaciones internas no hubiese sido posible.
Adriana COLLADO.
APÉNDICE
LA OTRA VERTIENTE:
LA R EALIDAD URBANA VEflSUS LAS TEORÍAS URBANÍSTICAS
MARÍA ELENA FOGLIA
Las teorias urbanísticas, como roda conceprual1zación de a partir de la década del 50, el análisis de esa realidad rea li-
un tema que tiene una matena/1zación concreta -el am- zado a la luz de diversas disciplinas complementa rias y
biente urbano- llevan implicira la formulación de un mo- competitivas de las ideas urbanísticas originales generará
delo. pero tal modelo tiene dos instancias: una puramente un modelo conceptual diferente al rac ionalista. sin que esa
conceptual -integración abstracta de los componentes situación, sin embargo, concrete un nuevo modelo formal
en un concepto de organización urbana-. a /a vez explica- con el suficiente peso como para reemplazar al anterior en
tivo y descnpt1vo del hecho analizado. y en consecuencia las rea lizaciones concretas.
también instrumento para la acción, y otra formal o morfo-
lógica. es decir. la matenalización final a la que se arribará No obstante, aquella realidad y el nuevo modelo concep·
en la realidad. Esta última instancia o modelo formal tual han socavado la estructura misma de la teoría hasta
corresponde al acto del diseño urbano hacer necesario su replanteo total y la búsqueda de mode-
los formales alternativos, tal como parece evidenciarse en
Et presente articulo pretende llamar la atención sobre una el proceso que lleva a esta década del 80.
evolución en la cual, a lo largo de los ochenta años que el Para clarificar los posibles caminos por seguir a partir del
término urbanismo lleva de acuñado, ha ido modificándose reconocimiento de las fale,-,c1as indicadas, veamos cuál
el modelo conceptual sin que ese cambio fuera debida- ha sido, en detalle, la evolución que nos lleva a la situación
mente acompañado por la instancia. formal. lo que ha lleva- actual
do al enfrentamiento entre la vertiente teórica del urbams-
mo y la realidad del hecho urbano al que el mismo urbams·
mo pretende guiar.
Introducción
En los treinta primeros años del presente siglo, mientras el
mundo habia vivido su primera gran guerra y se encamina-
ba aceleradamente hacia la segunda guerra mundial, en
medio de la reconstrucción de entreguerras estaban sen-
tándose las bases de un nuevo hábitat donde los males de
la ciudad industrial pudieran ser evitados y las demandas
Bruno Taul, d1bu¡o
hab1tac1onales satisfechas para el conjunto de la población
urbana.
2
Anlon,o SanJElla.
me1ropol1s dPI !u;•HO
1
FOGLIA, María Elena, La orra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N" 53, Marzo, 1981.
Las teorias urbanísticas "modernas": un modelo común estudiar separadamente las distintas teorías que estaban
gestándose -Racionalismo y Constructiv1smo, las
En la década· del 20 están en danza en el ambiente euro- corrienles del Racionalismo alemá;i y Le Corbus1er, etcé-
peo un conjunto de teorías urbanísticas aparentemente tera - no es menos cierto que el estrecho intercambio de
contrapuestas. hombres y de ideas que caracteriza el momento va a
concluir, por una parte, en la unificación de los distintos
Las Nuevas Ciudades inglesas han iniciado su rico e influ- aspectos en un solo modelo pragmático -el de los
yente ciclo cuya raíz conceptual se apo,:a tanto en su tra- CIAM- y por otra, en la humilde aceptación por parte de
dición utópica derivada de Owen y Howard como en el los arquitectos rac ionalistas de que la teoría y la forma del
pragmatismo de sus abundantes regulaciones normativas: modelo urbano que ellos estaban concibiendo solo podía
Y su raíz forma l apoyada en la t1adición paisajística del ser alcanzada totalmente en la nueva sociedad estableci-
"Jardín inglés" de Paxlon 1/8 a enriquecerse con el sólido da en la A.usía Soviética. a la cual ellos mismos estaban
aporte de los estudios urbanos de Sitte generando un mo- ayudando a fo rjar, arquitectónica y urbanisticamente.
delo de hábitat en apariencia libre y natural. Desde Unwín
en más, su propia evolución y la propagación de sus con- " Los conceptos elementales de la planificación urbanísti-
ceptos dará lugar a la aparición -antes de que concluya ca moderna que se han afirmado en la Europa occidental
la década- de Radburn en New Jersey, origen de la pos- en los últimos años. y que están afirmándose todavía,
terior real izac ión de las Greenbell estadounidenses. consti tuyen también en Rusia el alfabeto de la planifica-
ción. La neta separación de la industria y de los barrios re-
Mientras este modelo de morfología pseudonatural va evo- s1denc1ales, la organización más racional del tránsito, la
lucionando, el continente europeo está generando su pro- sistematización de los espacios verdes, también allí, cons-
pia teoría. Racionalismo, Expresionismo, Futurismo y tituyen los supuestos de una sana planificación. La edifica-
Constructivismo se plantean, paralelamente, su propia ción por bloques, cerrada por todos los lados, es sustituida
imagen urbana. Sin embargo, aquella arquitectura moder- por la edificación en hilera", escribía Mayen 19312. La di-
na tan rica en sus manifestaciones formales y su lenguaje ferencia fundamental estriba en que allí, léi base económi·
expresivo en pugna durante la década, dará lugar solo a ca planificada y la propiedad pública del suelo permiten
un modelo de hábitat urbano: el que hoy denominamos efectivamente que las densidades y distribución de activi-
modelo rac ionalista. ¿Qué ocurrió? dades no vengan dadas por la competencia por los valores
del suelo y sea posible materializar el modeio teórico-
El Expresionismo y el Futurismo, preocupados fundamen- formal. _.
lalmente por la formulación expresiva de su arquitectura,
establecerán solamente una imagen poética de la ciudad. Taut, Meyer y Ma-y -entre otros- informaron a Alemania
Hubo en ella una aceptación pragmática implícita de la he- y al mundo, cómo las condiciones estaban dadas en Rusia
terogeneidad de formas y de la necesidad de altas densi- 3
dades. En este sentido sus numerosos dibujos consli,-
tuirían lo que Banham calificó -específicamente para el
caso de Sant'Elía con su verticalidad y sus redes de circu-
lación de nivt:Jles múltiples- como una imagen pionera de
hechos posteriores. En la vertiente de la realidad de cons-
truir la ciudad, "la presión creciente de la mecanización
hizo que el m undo pareciera más y más futurísta, y a medi-
da que los hombres sentían esa creciente presión, en-
contraban a mano ideas futuristas para canalizar sus íde·
as y dar forma a su expresión" 1. Pero la formulac1ón•del
modelo urbano de estas corrientes no pasó de ser esa
imagen poética entrevista en perspectivas parciales, sin
una indicación c011creta de la organización específica del
conjunto urbano ni una leoría eslructurada de la misma.
En consecuencia no pudo ser el "modelo de aplicación"
que los urbanistas eslaban esperando para su interven-
ción sobre la c iudad. Solo la rea lidad misma fue parodián-
dola, m ientras racionalistas y constructiv1stas formulaban ,
detalladamente, el modelo formal y la teoría que estaban
buscando
En electo, durante la década del 30 ambas comen tes van
a confluir en una sola posición frente a la necesidad de
planificar el hecho urbano. Y decimos ambas corrientes
porque s1 bien en términos hístórico-analíl1cos es posible '11111,
3 0
Plano de óa'r~o.de
la ciudad de
Svceqlovs,
2
FOGLIA, Maria Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios Nº 53, Marzo, 1981.
4
Ebenezer Howard .
pnnc,p,os de
crec,m,enlo de una para la materialización del modelo urbano racionalista y,
ciudad, 1898 - - DtACRAM - paulatinamente, cómo la necesidad -gran demanda y es-
ILLUSTRATINC CORRCCT PRINCIP\.[ casos recursos- y el triunfo de una mentalidad conserva-
or A CITY's CROWTH- OPtH COU HTRY dora abolieron finalmente el intento. La polémica urbanis-
~VtR Ht .t. R AT HAND, .t.NO RAPIO tas/desurbanistas -que podría haber sido potencialmente
COMMUNICATION BCTWttN OTT·SHOO'TS. tan productiva para el pensamiento urbanístico- estruc-
turó, por último. en Rusia, un nuevo enfoque a nivel de or-
denamiento territorial, pero manteniendo el mismo con-
cepto de hábitat urbano que el originado en el Racionalis-
mo occidental. Sin embargo, a la luz del pensamiento ur-
banístico posterior, seria interesante profundizar en lo
ocurrido entonces en Rusia verificando si el rechazo a la
arquitectura moderna sustentado en la crítica a su mono-
tonía, su estandarización extrema y "su enojosa reitera-
ción de edificios siempre igualmente feos y siempre orien-
tados de igual modo, a distancias rigurosamente fijas, sin
tener en cuenta la forma del terreno"3 no significan un re-
al anticipo que podría 'hasta fundamentar la aceptación de
un Aldo Rossi frente a la arquitectura stalinista 4 .
3
FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Swnmarios N" 53, Marzo, 1981.
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Harlow New Town
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FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Swnmarios N" 53, Marzo, 1981.
las densidades menores y la posibilidad de vivienda 1nd1v1- ~ - o la combinación de am.bos en distintas áreas.
dual de ellas derivada, y el manejo pintoresco del jardín
inglés. generan un paisaje pseudonatural que se opone co- "El modelo" conceptual y formal se ha consumado. Los
mo imagen a la rigidez geométrica de las propuestas ra- aspectos institucionales por considerar en la teoría - la
cionalistas. No obstante, ambos modelos coinciden en dos implementación del planeamiento- pueden ya disponer
hechos estructuralmente significativos: la ruptura del teji- del instrumento de intervención necesario para el ordena·
do continuo tradicional y la rura lizac1ón del paisa¡e. Así, mienlo urbano: el Plan Regulador que, en otros términos,
por ejemplo, cuando los planteos racionalistas no son, to- es el modelo a que se aspira, sobreimpuesto a las condi-
davía, de tan altas densidades como las preconizadas por ciones existentes y sustentado en el supuesto de que las
Le Corbusier, la comparación entre ellos -como puede necesidades fu turas de la población quedarán cubiertas
observarse en Harlow New Town o en la expansión de cuando se alcance el modelo acabado.
Amsterdam- evidencia las similitudes morfológicas
estructurales. Y resu lta, por esta semejanza estructural, Hemos procurado mostrar .la evolución de la teoría a tra-
una posibilidad de combinación entre tipos que, no por ca- vés de ejemplos concretos para evidenciar la base común
sualidad sino como evolución lógica de tal posibilidad, lle- del modelo morfológico aplicado por el urbanismo durante
ga a producir lo que algunos críticos consideran uno de los algo más que la primera mitad del siglo; de alli que sus
mejores ejemplos del urbanismo contemporáneo: Roe- fechas de real ización correspondan en algunos casos a la
hampton en Londres (1952/1959), en donde la rigurosidad segunda mitad, guerra mediante como veremos ense-
geométrica de la repetición de bloques racionalista co- guida.
existe de manera armoniosa con el naturalismo pintoresco Sin embargo y en definitivª-, los puntos de conlacto entre
inglés. No se trata en este caso de una nueva ciudad sino los dos modelos en apariencia diferentes siempre fueron
de un conjunto habitacional urbano: la diferencia concep- mayores que las distanc ias aparentes de sus manifesta-
tual se diluye y los modelos formales se funden en uno, y ciones formales, a tal punto que las propuestas de La Car-
por tratarse precisamente de un ejemplo de cierta calidad ta de Atenas -programa básico del modelo racionalista y
ambiental -:-Pese a la apariencia de muestrario tipológico punta de lanza de su vigorosa acción para la imposición de
de asociaciones espaciales enlre edificios que pudiese un modelo urbano internacional- abarcan tranquilamen-
surgir de la planta- puede constituirse en "el modelo" al te los componentes de la propuesta inglesa. Y esto ocurre
que se aspira para la renovación urbana. en 1933, aunque la versión pública - algo retocada según
André Gutton en su "Conversaciones sobre la Arquitectu-
A partir de ese modelo. según las necesidades de densida- ra" - fue lanzada por Le Corbusíer en 1943 y fuera esta
des del medio y la sensibilidad propia del planificador-dise- versión con especial énfasis en las altas densidades la que
ñador de turno, será posible el uso alternativo de la morfo- lendria una influencia decisiva en la "nueva ciudad del ur-
logía unificada o de sus posibles combinaciones: Raciona- banismo moderno"
lismo puro en las áreas centrales donde la disponibilidad
potencial de verde es menor (por razones económicas), ¿Qué pasa cuando el modelo comienza a ser impueslo a
New Town o modelo racional de baja densidad en la perite- través del Plan?
9
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Amste rdam. zona Depar1amen10 de
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London Counly
Counc,I.
Urbanización Allon
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Roehamo1on.
Londres. 1952/1959
5
FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Swnmarios N" 53, M arzo, 198l .
"Utilizada como apoyo estructural de carácter esencial• impacto más negativo para la vida de la población. Sin em•
mente estático y con la pretensión de construir una armo• bargo, la imagen , dinámica y competitiva, puede resultar
nización que en gran parte era puramente estética, la ba• · magnifica porque, como diría Scully, "el desorden implica
se teórica de la nueva ciudad del urbanismo moderno dis- una cosa maravillosa que es el sentido de lo accidental; de
ta mucho de ser lo más adecuado para responderala lo que no se ha desarrollado según un plan determinado,
efervescente y demoledora realidad del fenómeno de ur· imaginado hace diez anos, y de lo cual puede surgir, por lo
banización" dirá Fernando de Terans tanto, algo insospechado hasta ahora"6. Y esa parece ser,
en última instancia, la imagen persistente en sus ciudada•
La vertiente teórica del urbanismo moderno y su modelo, nos -como veremos enseguida- de orgullosa pertenen-
comienzan a enfrentarse con la realidad urbana. Veamos cia a un medio urbano "progresista" que les permite identi-
ese enfrentamiento. ficarse con su lugar de vida va la cual no quieren renunciqr.
Cuando a partir de la segunda guerra se generaliza el uso
La otra vertiente: la realidad urbana de los planes como instrumento del ordenamiento urbano
La complejidad del organismo urbano que crece y cambia y la realización de numerosos asentamientos del nuevo
con su propia dinámica es la que, según la teoría de• modelo formal comienza a incidir en la conformación ur-
sarrollada previamente, debía ser controlada mediante el bana, el panorama cambia: las ciudades existentes pasan
modelo asumido. La segunda guerra mundial parece ser, a ser ordenadas mediante la morfología racionalista o el
sin embargo, la causante de una aplicación demorada del modelo fundido racionalismo/New Town y por los aspectos
modelo, lo que truncó quizá la posibilidad de afinarlo me• básicos del modelo conceptual común: zonificación estríe•
diante la experiencia de "la prueba y el error". ta de funciones y sistema vial jerarquizado.
Como consecuencia de la evolución precedentemente in· En el área central y las áreas internas históricamente defi·
dicada, antes de la segunda guerra mundial las interven- nidas se produce la destrucción del tejido previo y su sust1•
ciones planificadas en la estructura de las ciudades o la lución por la imagen de torres o barras aisladas; la calle
c reación de nuevas ciudades se limitan a hechos aislados con su sentido tradicional desaparece, y es sustituida por
en el primer caso, y a escasos ejemplos en el segundo. una red jerarquizada de peatonales y autopistas. En esta
Recién a partir de la reconstrucción de la segunda pos- elección del modelo formal pesa la contraposición eñtr_e la
guerra se implementarán en casi todo el mundo los me- .demanda espontánea de altas densidades, en la cual no
dios técnicos e institucionales -organismos oficiales me· deja de tener incidencia el valor especulativo del suelo
diante- que permitirán la imposición de planes urbanos o -pese a la ideología subyacente en el modelo corbusiera-
la c reación de New Towns con sentido de ordenamiento no original- ._y la necesidad de resolver simultáneamente
territorial en ciertos casos. los problemas de congestión del transporte y seguridad
vial derivados de aquella. La segregación entre peatón y
Hasta entonces, la ciudad tradicional - en Occidente- automóvil lleva a la desaparición del ámbito funcional y
continuará creciendo por propio impulso, con la incorpora• formal de la calle sin un reemplazo coherente del espacio
ción de algunos instrumentos reguladores de tipo normati- urbano que se destruye.
vo orientados a imponer condiciones elementales. de habi•
labilidad (ventilación, iluminación, etcétera) e interven· En realidad, el proceso de destrucción formal había co•
ciones planificadas parciales (grupos habitacionales, cier· menzado antes. Porque, como bien lo explica Scully, "la
tos equipamientos, redes de servicio, etcétera), sin un mo• mayoría de los planificadores, aunque tiendan a tildarse a
delo estructurador de conjunto. El libre juego de las fuer· sí mismos como si utilizaran métodos pragmáticos y anti·
zas económico-sociales modelarán su crecimiento. utópicos, en realidad, como casi todos los seres humanos,
trabajan dentro de una configuración preconcebida y sim-
En ese proceso, en las ciudades más desarrolladas del bólica, que presenta las preguntas que su espíritu quiere
mundo, con los mayores medios económicos y gran diná· formular. Y esa configuración simbólica, para la mayoría
mica poblacional, comenzarán a tomar forma en primer lu- de ellos, ha sido la Ville Radieuse"7. De allí que, aún antes
gar las imágenes futuristas. El rascacielos, las grandes de que la implementación del aparato institucional genera·
avenidas, los let(eros luminosos, generarán la imagen de lizara el uso de los planes, el proceso de destruccig_n_de la
la " gran c iudad" tanto para los ciudadanos de Nueva York calle hubiera comenzarlo mediante la acción individual,
como para los de Buenos Aires. parcela por parcela, de todos los arquitectos enrolados
en el MovimiP.nto Moderno, quieñes diseñaron .sus edifi-
El mercado del suelo y la lucha especulativa por su utiliza- cios como elementos aislados, cada uno un monumento
ción llevarán: finalmente, a la superconcentración de acti· gue nada liene que ver con la estructuración de la calle,
vidades en las áreas centrales y a la baja densidad en la ae9yados en la imagen corbuseríana:...
periferia, con su expansión suburbana sin límites y gran·
des costos para la extensión de los servicios. lncompatibi· La ruptura generada por la acción individual podía, sin em•
lidad entre actividades, polución, congestión y fa lta de ser- bargo, ser asimilada por el tejido en su conjunto. El proble-
vicios son algunos de los males derivados: "slums", con• ma se plantea cuando a través de los planes se supera el
ventillos, villas miseria, etcétera, son otros, quizás los de umbral de la sustitución por parcela que podía ser asimila•
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FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Sumrnarios Nº 53, Marzo, 1981.
10
Fede•al Ce111e,
C111cago
Por otra parte. donde los planes reguladores se han aplic~-
do con continuidad y coh3rencia, ha podido verificarse co-
mo la dinámica de la realidad urba na superaba los limites
impuestos a su crecimiento y las pautas prefijadas de
comportamiento, invalidando la idea de poder alcanzar un
modelo acabado en sí mismo.
7
FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N" 53, Marzo, 198 l.
cal1zación de las actividades, hasta que tales teorías de· No son ajenos a esta evolución los cambios producidos
sembocasen en aplicacionet. que conciernen al ordena- -a nivel mundial- después de la segunda guerra en la
miento de las ciudades, debían pasar varias décadas y nu- institucionalización del planeamiento: la aceptación de la
merosos investigadores. Pero llegados a la década del 50 planificación económica como instrumento del Estado pa-
todo un nuevo arsenal de teorías está siendo considerado ra el desarrollo del paisl0 (superando las barreras ideológi-
por aquellas disciplinas: los modelos descriptivos y expli- cas de su utilización inicial en Rusia) y la acción educativa
cativos de la organización del espacio urbano con Bur- y publicitaria de los organismos internacionales para el de•
guess y Hoyt; la definición de las jerarquías urbanas por sarrollo, que van generando su propia escuela en materia
rango-tamaño con Reilly; la teoría del lugar central con de planeamiento orientada a la integración del plane-
Christaller y Lósch; la teoría de las densidades urbanas amiento económico y el físico-territorial.
con Stewart y Clark y el análisis de los flujos en el medio
urbano basado en la noción de interdependencia económi- Tampoco es ajena la propia evolución urbana que con su
ca con Leontief e lsard; teorías que permiten considerar a explosiva expansión y su complejo desarrollo socio-
la ciudad no solo como un hecho espacial sino económico económico parece ser la respuesta de nuestra sociedad
e indirectamente social hasta el punto de permitir la elabo- industrial (¿o pos1ndustrial?) al crecimento demográfico
ración de modelos para la organización del· espacio incontenible de la población mundial.
urbano-regional. Y aunque habrá que esperar hasta fines
de la década del 60 para que el enfoque sobre la compleji- El conjunto de aspectos apuntados es parte de la vertiente
dad urbana se complete incorporando la percepción del de la realidad del organismo urbano, que en su contraposi-
paisaje (Kirk, Lynch, etcétera) y el análisis sistémico ción con la teoría urbanística de la primera mitad del siglo
(Harris. Harvey, Forrester, etcétera) aplicados a la comu- va creando, poco a poco, los anticuerpos necesarios para
. nicación y la organización urbanas, (Meier, Claval, generar el nuevo modelo conceptual.
McLoughlin), ya las bases estaban dadas para entender El perfil del nuevo modelo se hace más complejo, acompa-
que el ordenamiento de la ciudad no es solamente un ñando a la complejidad de la realidad: la base pluridiscipli·
problema espacial y funcional siro q ue con él están afec- na ria, con las técnicas propias de cada disciplina como la
tándose mecanismos complejos y delicados de interac- única posibilidad de un análisis explicativo válido de la
c ión entre el hombre y su medio. problemática urbana; el reconocimien to de la dinámica ur-
La c iudad, hoy lo admitimos. es un sistema en el cual el bana, de sus cambios de estado implícitos y de la imposibi-
componente físico-espacial con su particular conforma- lidad de fijar límites rac ionales a su crecim iento; los cam-
ción constituye el ámbito de un desarrollo socio- bios cualitativos -cuaternarización. función metropolita-
económico de una población que para su subsistencia na de desarrollo, etcétera- . resultantes de ese creci-
crea un determinado sistema productivo, en correspon- miento; las interacciones económicas entre actividades y
dencia con una determinada organización social apoyada su incidencia consecuente en la localización de las mis-
e influida -P.n 11n sistema de múltiples interrelaciones - mas; el significado socioeconóm1co y psicológico que las
por pautas culturales, trasmitidas y trasmis1bles, que gene- áreas centrales y el tejido preexistente tienen para el
ran comportamientos y reacciones psicológico-sociales ciudadano, son algunos de los principales conceptos
diversas. constituyentes básicos del nuevo modelo.
El concepto de intervención también se modifica: los pla·
La modificación o mantenimiento del hábitat existente, en nes reguladores con su modelo acabado en si mismo ya
consecuencia, cobra un significado "conductista" (Hall, no tienen cabida. En su lugar aparece la idea de proceso.
Simon, etcétera), para el ciudadan<;>. y cuando las modifi- Proceso de planeamiento que implica la programación
caciones alcanzan un determinado límite. puede producir· continua de las intervenciones que van a operar en fun-
se la desemantización del medio y aparecer el extraña- ción de las modificaciones que vayan verificándose en la
miento del usuario ante él. Y eso.fue lo que ocurrió -y si- realidad urbana según el impacto de los proyectos con los
gue ocurriendo- con la sobreimposición del modelo _ra- que pretendan alcanzarse los grandes lineamientos de or-
cionalista (universalmente válido} a medios urbanos dife- denamiento fijados para el largo plazo. Planes de de-
rentes, con su diferente significado simbólico apoyado en sarrollo, planes directores y esquemas de ordenamiento
pautas de comportamiento derivadas de culturas diversas. pasan a ser los instrumentos de reemplazo de los planes
El resultado es el rechazo del usuario al modelo estableci- reguladores orientándose, según el caso, al desarrollo plu-
do. rechazo que será de un mayor o menor grado según ri d1sciplinano o a la esquemat1zación del ordenamiento fi·
las pautas culturales heredadas (un usuario inglés puede sico, de corto, mediano o largo plazo, dando lugar -cada
aceptar un hábita t urbano con predominio del verde más vez más- al concepto de adaptación al cambio.
fac1lmente que un parisiense, por ejemplo).
Por eso, cuando el rechazo comienza a producirse y el En ese nuevo modelo conceptual tampoco tiene cabida la
cuestionamiento del modelo cobra forma en la década del imposición de un modelo formal; por el contrario. aparece
50, se está en condiciones de constituir una nueva base como condición necesaria la participación del usuario en
teórica en la que tenga cabida el con¡un to de d1sc1pltnas la toma de decisiones sobre el tipo de organización por
mencionadas. proponer.
8
FOGLIA, Maria Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios Nº 53, Marzo, 1981.
En síntesis. pluridisciplinariedad, pioceso de planeamien- los resultados alcanzados en las realizaciones concretas.
to con su programación continua. imposibilidad y negativi- La reacción comenzará por el rechazo a la monotonía am-
dad de la detención del crecimiento, adaptación a cam- biental, el rescate del significado sociológico de la calle y
bios de estado y flexibilidad de organización, necesidad de el barrio y la idea del centro como corazón-motor de la
carácter e identidad y reconquista del significado del ciudad, y se producirá desde adentro de los CIAM - y tam-
centro, participación del usuario. El hecho urbano es vi- bién fuera de ellos- a partir del Noveno Congreso realiza-
sualizado como el habitáculo de la vida de la población do en Aix-en-Provence en 1953 donde se encargó de la
con su determinado significado económico, social y psico- preparación del Décimo CIAM al denominado Team 10. La
lógico. refutación a los conceptos de la Carta de Atenas que ese
equipo realizará en la Conferencia de Dubrovník en 1956
Mientras el nuevo modelo conc.eptual va tomando forma y originará la "debacle" de los CIAM y el surgimiento de una
la teoría construye paulatinamente su interpretación del nueva actitud en el diseño de la ciudad.
planeamiento como proceso para arribar a los conceptós
enunciados. ¿qué estaba ocurriendo con el modelo for- Los principales hitos del proceso pueden marcarse clara-
mal? mente: el concurso del Golden Lane por A. y P. Smilhson y
su evolución posterior del tema en el proyecto de Park Hill
Desde el mismo campo de la arquitectura y el urbanismo en Sheffield (1952·y 1953-1957 respectivamente) y en el
la sensibilización de los proyectistas a tos resultados obte- proyecto -también de los Smithson- para el Centro de
nidos con la aQlicación del modelo racionalista, el recono- Berlín (1960), y el esquema de Candilis. Josic y Woods pa-
cimiento de una realidad urbana cambiante y la concien- ra una ciudad de 100.000 habitanles en Toulouse-Le-Mirail
cia de una reacción desfavorable de los usuarios va a pro- (1962). Paralelamente y con no menos importancia, se da
ducir. también, su propia reacción. la evolución del modelo formal de las New Towns (quizá en
el ejemplo más coherente del mundo de un proceso de
"El tugurio material ha desaparecido: contemplemos el tu- planificación continuado y fecundo) y de un nuevo entoq,1e
gurio infiltrándose en el espiritu". dirá Van Eyck evaluando para el diseño de la ciudad que surge de una particular
apreciación de la problemática del tránsito urbano y sus
requerimientos de diseño, como veremos enseguida.
En E:I caso del Golden Lane los Smithson plantearon una
actitud de diseño que muestra su interés por el aspecto
social del hecho urbano: "Esle proyecto entrañaba, según
ellos, un concepto de comunidad que había de construir-
se con arreglo a diversos niveles de asociación, en un in-
tento de lograr la identidad... Los niveies de asociación
fueron descriptos como la Casa en relación con la Calle
-en relación con el Distrito- en relación con la Ciudad"
dirá Landau en Nuevos Caminos de la Arquitectura
Inglesa 11. "En el proyecto. la ruta residencial (área) iba a
12 ser algo más que un simple vinculo entre las viviendas,
Departamento de pues habia de ser un lugar de reunión y una zona de
Arquitectura de la
ciudad de Shell1eld
confluencia en las esquinas de las calles {aun cuando la
Urbanización de justificación para el contacto social en los extremos de las
Park H1II. 195311957 calles hubiera de ser el vaciado de la basura)." Esta idea
del rescate de la calle aunque fuese con una forma aérea.
requiere para lograr su objetivo la continuidad del recorri·
do y la búsqueda de la continuidad: se acentuará, en con-
secuencia en la evolución del tema en Park Hill y en el pro•
yecto para el Centro de Berlín.
11 •
A y P Sm11hson,
proyecto de
v,viendas Golden
Lane. 1952
9
FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N° 53, Marzo, 1981.
mación y el contacto sbcial el proyecto constituye al Los principios y técnicas que caracterizan al nuevo mode-
centro mismo de la ciudad -a través de una distribución lo formal se sistematizarán y publicarán a raiz del proyecto
lineal- en el principio estructurador básico del asenta- (no construido) de la nueva ciudad de Hook (1960). Aquí e l
miento urbano. "El plan deriva de una asociación lineal de modelo se precisa: el crecimiento admitido por el sistema
actividades para formar un tronco al cual puedan conec- lineal de centro, residencia y red vial y las ventajas deriva-
tarse las unidades de vivienda. El tronco contendrá las ac- das de tal ordenamiento en materia de distancias de re-
\ividades comerciales, sociales y culturales y el tránsito corrido y claridad de la circulación del tránsito son clara-
estará completamente separado con el estacionamiento, mente enfatizados a l igual que el "ambiente urbano"
las calles y los patios de servicio en un nivel inferior como logrado como resultado de la mayor compacidad derivada
para dej ar al peatón completamente libre en sus movi- de la dimensión poblacional adoptada ( 100.000 h) y más al-
mientos", dirá Woods12_ Un nuevo concepto de "centro" tas densidades.
y un diseño diferente para la separación entre peatón y
automóvil permiten estructurar un modelo formal distinto Aunque con diferentes resultados de diseño, en ambas
al de los CIAM, en el cual la posibilidad de crecimiento y la búsquedas formales hay coincidencias de principios bási-
continuidad de actividad es y de edificación devuelven al cos que son el resultado no solamente de los cambios que
hecho urbano sus características de trama densa contra- están produciéndose en el modelo conceptual, sino tam-
bién de la propia autocritica del Movimien to Moderno a las
puesta al paisaje rural.
realizaciones del modelo anterior. En efecto, ya desde
La misma preocupación por el crecimiento, la densifica- 1951 y como producto del Octavo CIAM sobre el tema " El
c1ón, e l significado del centro en la trama urbana y el trán- Corazón de la Ciudad" se aceptaba -teóricamente- la
sito parecen haber o rientado la evolución paralela de las necesidad de predominio de un solo centro para la vida de
la comunidad, centro donde debería darse la coexistencia
New Towns.
de elementos viejos y nuevos que dieran cabida a la es-
pontaneidad de apropiación de la población y a la escala
En este sentido, el punto de cambio en el modelo formal
para pasar del prototipo inicial de nueva ciudad a la evolu- humana. En esta aceptación y en la publicitación de la
ción indicada lo marca el proyecto para Cumbernauld, de misma a través de la publicación del texto a cargo de Ro-
1955. En él se abandona la idea de unidad vecinal repe- gers, Sert y Tyrwhitt está implícito el reconocimiento de la
tible cuya adición conforma la ciudad, y se la reemplaza necesidad de identificación entre el usuario y su medio,
por áreas residenc iales d ispuestas lineal1'!1ente alrededor que permite revalorizar los centros antiguos y la apro-
de un único centro urbano, también lineal, en manera de piación espontánea que la población hace de los mismos.
acortar las distancias a pie desde la residencia hasta el Aun cuando la mayoría de los ejemplos modernos que se
mismo. Las densidades se e levan con respecto del prototi- presentan en el texto pueda adolecer de los mismos de-
po anterior y el problema del tránsito se resuelve a distinto fectos que se le imputara al modelo original, se sentaban
las bases para una reconceptualízación del significado del
nivel.
14
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14115
10
FOGLIA, María Elena, La otra verriente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N" 53, Marzo, J981.
16
New Town de
Crawley. 1947
16
11
FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbantsticas. En Swnmarios N° 53, Marzo, 1981.
Señalemos algunos aspectos conceptuales que no queda- Por un lado. la indefinición frente al primer interro9ante
ban claramente definidos en estos modelos: planteará la búsqueda de una respuesta a la indetermina•
ción que se bifurcará en dos caminos. Uno, atraerá el pen-
O Frente al crec1m1ento previsible ¿se da lugar a la adapta- samiento urbanístico -en términos de diseño- a la for·
ción futura de la c iudad para albergar mayor poblac1on, mulación de modelos de organización espacial de tipo utó-
mayor número de automóviles, mayores servicios, etcéte- pico. "Ciudades espaciales multiplicando en altura la su-
ra? Porque si la dinámica de la ciudad es tan compleja que perficñe habitable; c iudades subterráneas multiplicándola
su crecimiento poblacional conlleva cambios en la estruc· en profundidad; ciudades flotantes extendiéndolas sobre
tura socioeconómica que pueden llegar a modificar no so- la bahía; ciudades movibles de elementos recambiables;
lo las funciones internas (cuaternarización) sino las exter- ciudades prefabricadas, susceptibles de ser montadas en
nas (papel metropolitano-regional), ¿puede establecerse cualquier punto, de crecer, trasladables.:. Estas son algu-
hoy un modelo formal que asegure cubrir las necesidades nas de las audaces propuestas del llamado 'urbanismo
que se producirán dentro de veinte años? prospectivo· que cuenta con un numeroso ejército de cul·
O ¿Dan estos modelos soluciones viables -técrnca v eco- tivadores", dirá F. de Terán 1 •. El caso es que, en un mun-
nómicamente hablando- al proceso de renovación inter- do donde la movilidad y el amplio espectro de posibilida·
na de las ciudades, o requieren como condición previa el des que abre la tecnología - especialmente la de las CO·
"suelo virgen"? municaciones- impide precisar la psicología "conductis-
O La imposición de un modelo, ¿confiere una identifica- ta" del usuario a la que habría que dar respuesta, aparece
ción real al ciudadano con su habitat, esa semantización una actitud de diseño que - desMe el Archigram hasta los
que es la c iudad tradicional es producto de la acción co- metabolistas- busca aquella respuesta a través de un
lectiva en el transcurso del tiempo? ¿O es que para que concepto de adaptabilidad-cambio fuera del contexto de la
ella exista es necesario que la configuración detallada de realidad inmedia:a.
19/20
Luis Kahn, proye< 1o
para. Pt¡,íadelph1á
---
~:.:':---
\;,:>~ -
21
Colin Buchanan y
colat>oradores.
Soul~amplon•
Porlsmoulh.
prcpuesla para ,
Soulh HarJIJ"",..-e
1966
12
FOGLIA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Summarios N° 53, Marzo, 1981.
El segundo camino en la búsqueda de una respuesta a la mundo muestran sus efectos y serían innumerables los
indeterminación se hará, en cambio, dentro del contexto ejemplos por mencionar. Baste con recordar alguno.s pro-
de la realidad inmediata de una planificación institucionali- yectos: La Défense, Les Halles y la zona de la estación de
zada. Dará lugar a un modelo formal de tipo figurativo que Montparnasse en París, que provocaron tan encontradas
apunta al ordenamiento del asentamiento humano solo en reacciones, que llevaron -especialmente en el último
términos esquemáticos. El planteo de Buchanan para el ejemplo- hasta originar un movimiento social de protesta
ordenamiento del asentamiento Southampton-Portsmouth contra la acción pública cuyas implicaciones políticas es-
City de 1966, es un ejemplo de este camino que parece es- tán aún en discusión.
tar orientando a la planificación inglesa.
El rechazo del usuario ha alcanzado así sus ribetes más
Se trata de un sistema de ordenamiento territorial que si- dramáticos mientras la búsqueda del modelo formal sigue
guiendo una forma de "entramado direccional" permite erráticamente diversos caminos·.
una gran variedad de densidades y usos, sostenidos por Y así llegamos a la situación actual: arquitectura contex-
una malla vial jera rquizada, apta para el crecimiento y la tual, posmodernismo, Architettura Razionale, Tendenza ..
transformación. El sistema así planteado parece ser una cualquiera sea la denominación aplicada los caminos pa·
respuesta acertada a los requerimientos del nuevo modelo recen convergir; ¿estaremos a las puertas de un único
conceptual, en materia de un proceso de programación nuevo modelo formal?
continuo -realizado sobre la base de planes constituidos
por lineamientos generales de lo que pretende alcanzarse Estamos demasiado sumergidos -creemos- en la ola
y programas detallados solo de aquellas unidades par- de estas propuestas como para dar una respuesta objetiva
ciales que van incorporándose en un proceso paulatino a tal interrogante, pero lo que sí podemos afirmar es que
cuando el desarrollo así lo requiere- y de un enfoque re• desde mediados de la década del 70 la visión de lo que sig-
gional del ordenamiento territorial. En definitiva, la preci- nifica diseñar la ciudad parece haberse modificado sus-
sión del modelo forma l de las unidades constitutivas tancialmente, apoyada en la evolución sintetizada prece-
queda librada al momento (y al "tipo" consecuente del dentemente y, de modo fundamental, en una actitud de re-
momento) en que sea necesaria su realización. conocimiento de las reacciones sociales que ha llevado la
Por otro lado, y paralelamente a los caminos apuntados, la batalla contra el predominio cuantitativo del modelo ra-
indefinición de las respuestas a los demás interrogantes cionalista al campo político-ideológico de la revalorización
citados precedentemente permitirá que, pese a los mode- de los centros antiguos (Bolonia medinnte...) y a un reen-
los alternativos formulados durante la década del 50, la re- cuentro con la historia no solo de los grandes monumen-
novación interna de las ciudades siga efectuándose aún tos sino del tejido de la arquitectura ordinaria.
hasta hoy a través del modelo de los CIAM. En este senti-
dd, (¿o quizá por comodidad?) casi todas las ciudades del Y ese reencuentro par9ce estar produciéndose a través
22
Zona de
Mon1parnasse Pa11s
13
FOGLlA, María Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanlsticas. En Summarios Nº 53, Marzo, 1981.
de la búsqueda de una definición de tipologías urbanas. la sana voluntad de "hace:r'' :a ciudad de nuestros ar-
··Nuestros autores atacan la cuestión de diversos quitectos y planificadores, nada está más cerca que el
modos", dirá M. Wa1sman en Colección sumrnarios Nº 22, luchar (también sano) para que - aprendiendo de la histo-
agosto de 1978, "Racionalismo a tres voces" : ''Ungers ri~- evitemos los errores cometidos en el pasado.
analiza los caracteres y los componentes morfológicos de
las estructuras existentes, tratando de que sus propuestas La otra vertiente actualizada, advertencias que
tiendan a preservar esos caracteres" (pero ...) en todos los pueden extraerse de la realidad vivida
casos el arquitecto introduce formas nuevas cuando resul - El primer llamado de atención sobre los alcances de
ta necesario para la solución del problema... Rossi, por su aquellas propuestas lo realiza - a nuestro juicio- Colin
parte. hace referencias más o menos elípticas a la forma Rowe en su Introducción a la versión inglesa del libro de
de la ciudad en la organización de sus obras. pero en,cam· Rob Krier stJdtraum (Espacio urbano): " Porque si los
bio parece plantear el uso de las t1polog1as como una recu- abogados de la Architettura Razionole (...) son capaces de
peración directa de formas existentes usuales. que apare- hacer una crítica altamente apta de los error.es de la urba-
cen como congeladas a través de su extremada esquema- nística de la arquitectura moderna y esto es de inmenso
tización ... En cuanto a Krier, los bellísimos dibujos de Lé- valor. de ello no se deriva autefflát1camente que ' todas·
on, en los que puede llegar a aparecer un pueblo entero las realizaciones físicas de la arquitectura moderna deban
visto a vuelo de pájaro, hablan de su interés por el entorno :,er condenadas y que estemos enteramente obligados a
urbano. " retornar a un mundo simplificado e inocente a la Laugier.
una especie de antediluviana (y marxista) Selle Epoque,
Lo cierto es que, pese a las diferencias. hay una coinci- reminiscente más de Knossos que de New York. en el cual
dencia básica: se trata de un modo de proyectar la ar- plazas extrañamente desiertas. aparentemente prepara-
quitectura estructurando el espacio urbano. Y como tal, das para rituales todavía no ant1c1pados. soporlan en el ín-
tiene una doble ventaja: sirve tanto para la expansión en terin una población algo escasa de 'h1pp1es· moderadamen-
terreno "virgen" como para la renovación de zonas ya edi- te desesperados" 1s. Aunque esta apreciación no invalida
ficadas, respetando s1e:-rore el carácter urbano predomi- la actitud de diseño -por otra parte justamente alabada
nante en la ciud~d de qL•e se trate. en otros párrafos de la Introducción- Rowe destaca me-
En este sentido. un paso adelante parece haberse dado diante su ironía una posible limitación de los resultados
para responder a los interrogantes conceptuales presen- formales alcanzados. Y esto es particularmente importan-
tados a los modelos formales de los años 50. No obstante, te porque se refiere a formas que tienen un eco cierto en
para clarificar el camino por seguir convendrá que los caracteres del tejido preexistente en las áreas de
confrontemos esta nueva posibilidad con la vertiente de la implantación de los proyectos de que se trata: en cuánta
realidad urbana. Porque aunque nada está más lejos de la mayor medida puede derivarse, entonces, una limitación
actitud de quien escribe el presenre articulo que el impedir al uso de tales propuestas como modelo 1nd1scr1minado de
23 24
24
23
Leon Kner. grupo de Miguel Ang• I Aoca.
v,v,endas Royal Mini detalle de calle
Square. 1974 ¡¡estartat ·Oo¡poba.
. 19_79 ·-
14
FOGLIA, Maria Elena, La otra vertiente: la realidad urbana versus las teorías urbanísticas. En Sununarios N" 53, Marzo, 1981.
d1st:>1io urbano Y esa limitación surge de la misma base 1 1 No podemos continuar con la imposición de plane~ su·
conceptual que sustenlan sus diseñadores. En efecto. Un· puestamente acabados. . ..
oers dice "El proyeclo está determinado''por el tema es- 1 1 No podemos continuar comprometiendo el significado
pecifico y por su inlegración en un contexto exislente" y L. del Centro con la creación 1nd1scrim1nada de subcentros
/Kr1er busca "un orden urbano compuesto del palrimonio aislados competitivos con aquel.
' arquitectónico dominante de la ciudad" 16 En consecuen- 1 ! No podemos continuar con la zonificación rigurosa
cia. lo válido es una forma de hacer el espacio urbano segregativa de funciones vitales.
que no debe confundirse con un modelo formal que fuese 1 : No podemos continuar con el uso indiscriminado de
repetible si el "patrimonio arquiteclón1co dominante" en autopistas que drvidan a la ciudad en parte~ 111c_onexas.
la ciudad correspondiese a otras expresiones formales 1 No podemos continuar destruyendo el tejido f1s1co Yso·
productos de culturas diferentes. c1al de nueslras ciudades s111 proponer un tejido de re·
emplazo coherente.
Porque lo que se pretende básicamente es la resemantiza -
ción del espacio urbano para un usuario especifico, no la En fin, no podemos atarnos al modelo CIAM ni cruzarnos
sobre1mpos1c1on de lor mc1s que no tengan ningún s1gnih· de brazos a la espera del modelo formal que responda al
cado para el mismo. Dejar de lado esta premisa seria conjunto de teorías que hoy permiten interpretar más aca•
equivalente a retornar al estado de cos;:is que originó la badamente el fenómeno urbano.
cntica y el rechazo al modelo de los CIAM.
"El saber que generaba y transformaba la ciudad ha sido
En este sentido, resulta evidente que la abstracción del en· reemplazado por normas y prescripciones que son el re·
torno que se hace en la axonométrica del proyecto de sultado de procedimientos burocráticos más que de la ex-
Krier para la Royal Mini Square, es usada para destacar la periencia humana", dice L. Krier. Si admitimos esto, ¿no
secuencia de los "objetos a reacción poética" de su ave• será que la búsqueda no debería orienlarse a un modelo
nida central. pero ello no autoriza a suponer que los mis· formal sino a un proceso de hacer colectivamente la
mos pueden ser utilizados fuera de su contexto. ciudad? ¿Y no seria este el verdadero reto a la imagina·
ción creativa del urbanista contemporáneo? Esperemos
Ignorar este limite puede llevar a situaciones que den pie que la reflexión sobre el tema dé sus frutos ar,'.es de que
al extrañamiento de la población ante el diseño propuesto sea demasiado tarde para el destino de nuestras ciuda·
y a su rechazo ya que, como en el caso de Córdoba, para des.
citar un ejemplo donde se utilizaron formas bastante simi·
lares (especialmente el puente de unión aunque sin su fur. - Notas
ción de conexión entre edificios). no encuentra suficientes
1 Reyner Banham en Teoría y diseño arquitectónico en la era de la má-
ecos forma les en su pasado histórico ni la coherencia de
quina. Ed11onal Nueva Visión. Buenos Aires, 1965
la repetición de formas idénticas tanto en el estrecho mar• 2 Oe los ar11culos de May para Das Neue Franklurt en 1931. transc11pI0
co espacial de parte de su área peatonal (calle Rivera In• en 1929, La reconstrucción de la arquitectura en la URSS. Elliss1Izky,
darte) como en la ancha avenida de entorno sem1rrural que Editorial Guslavo Gili, Barcelona. 1970.
3 Del arquitecto Grecucho, escrito para ,,, S1roitels1vo Moskvy, transcrip-
da acceso al Aeropuerto, donde aquellas se repiten. 10 en idem anIerior.
4 Ver la in1erpretación de Marina Waisma~ y los conceptos de Rossi al res·
En síntesis, aunque resulte válida la nueva actitud de dise- pecio en Colección summarios N' 22. agosI0 de 1978. "Racionalismo a
ño que parece estar configurándose en esta década del 80 lres voces".
5 F de Te,an en Ciudad y urbanización en el mundo ac1ual, Ed. Blume.
aprendiendo de la realidad vivida, no pretendamos utili· 1%9 .
za ria como "el modelo" para sobreimponer a siluaciones 6 Vincen1 Scully en "Arqu11ec1ura aclual", texlos de un seminario dictado
diferentes. para el lns1tIu10 lnleruniversiIario de Historia de la Arquitec1ura . editado
por la Facul1ad de Arqui1eclura y Urbanismo de la UNC en 1967.
7 Vincen1 Scully en ídem anlenor.
Por otra parte. la realidad de la evolución urbana descripta 8 Soucy en BULLDOC, marzo de 1979
anteriormente sigue en pie: crecimiento y cambio perma- 9 Para ampliar el tema ver M. E. Foglia. "El concepto de Ienovación urba•
nente; necesidad de un centro significativo, de la vitalidad na" en Colección summarios N' 47. seliembre de 1980. "Renovación ur-
de las mixturas de uso y de la concentración de población; bana. hoy".
10 A partir de 1946 en ~delan1e casi 1odos los países del mundo comienzan
crecimiento del parque automotor y necesidad de su aco•
a crear los orgarnsmos necesarios para un cieno grado de planeam,e~to
modación, etcétera El cambio en el modelo conceptual de económico y para el planeamiento lisico, in,cialmenle separados. la len-
la ciudad también sigue en pie. ¿Oué hacer hasta tanto se dencia mlernacional es de urnlicar tales organismos en un solo s1s1ema de·
consolide el modelo forrnal que se corresponda con el planeam,enlo integral.
conceptual? 11 Royston Landau en Nuevos caminos de la arquitectura Inglesa. Ed
Blume, 1969.
De la vertiente de la realidad urbana cuya dinámica no se 12 De la descripción del l1po de ciudad hecha por Woods, 1,anscnpta en
detiene surgen aquellas advertencias que no por reitera- Plañnlñg lor man and motor de P. A11ler. Pergamon Press. 1964.
das son menos importantes para volver a enfatizar en et 13 V1ncen1 Scu11y. en llem 6. ·
cierre de este artículo, ya que ejemplos de lo contrario 14 F de Teran. en item 5
1.S Colln Powe. lnIroducción al libro de Rob Kner Urban Space, Ed R,zzolt.
pueden observarse en la mayoría de las ciudades argenti· 1979. orunera edición en alemán 1975.
nas: 16 Ver los Iexlos de la ya citada Colecc,ón s ummarios Nº 22.
15
FOGLIA, María Elena, La otra vern·ente: la realidad urbana versus las teorlas urbanlsticas. En Summarios N" 53, Marzo, 1981.
CAPÍTULO 7:
LA FORMULACIÓN DEL SISTEMA URBANO RACIONALISTA
ROBERTO SEGRE
La primera mitad del siglo XX está caracterizada por dos fenómenos esencia-
!es: 1) las desgarradoras crisis económicas del sistema capitalista; 2) la Revolu-
ción de Octubre, que desplaza definitivamente a la burguesía del poder político y
económico y abre el camino al primer Estado socialista del mundo. ·
Las sucesivas crisi~ cíclicas...del capitalismo se agudiza en dos momentos dra-
máticos de la Historia de la H umanidad: ULprimera y segunda Guerra Mundial
( 1914/ 1917; 1939/ 1945), que afec1an la mayoría de los países etu..ope.os, cercenan
millones de vidas humanas, desajustan las estructuras productivas y ocasionan la
destrucción de centenares de ciudades y pueblos. El interludio entre ambas con-
ílagraciones (1918-1 939) está cargado de tensiones sociales y económicas que
e xpresan la lucha despiadada entre los grandes monopolios y al mismo tiempo la
violenta represión ejercida por la burguesía sobre el proletariado.
El triunfo del proletariado sobre su clase antagónica, en la Unión Soviética,
a l terminar la Primera Guerra Mundial, constituye un ejemplo aleccionador
para los restantes trabajadores europeos, quienes, sobre las ruinas de la guerra
provocada por la burguesía, aspiran a cons truir un sistema social más justo.
Surgen movimientos revo lucionarios en diferentes países que ponen en peligro la
estabilidad del sistema capitalista y $0n reprimidos a sangre y fuego por la bur-
guesía en Alemania, Italia, Hungría, etc. En 1919, la reacción asesina a los diri-
gentes del movimiento proletario alemán, Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo;
en Ita lia, la clase dominante insta la en el poder a Benito Mussolini, quien impo-
ne el fascismo, sistema represivo dirigido contra los trabajadores y las fuerzas
prog resistas. Entre 1920 y 1923, el capitalismo europeo no logra superar la crisis
ca usada por el desajuste del período bélico. A partir de 1924, las inversiones
norteamericanas (el plan Dawes en Alemania) y la repercusión industrial, gene-
ran un período de prosperidad que se prolonga hasta 1929.
Aunque la mayoría de los países poseen gobiernos burgueses de derechas,
éstos otorgan nlgunas concesiones a los partidos políticos de izquierda que re-
presentan los intereses del proletariado, permitiéndoles intervenir c:n las decisio-
m:s a nivel municipal, que inciden tímidamente en las mejoras materiales de vida
16
SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
17
SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
Este período está caracterizado por una fuerte fermentación ideológica y cul-
tural, generada básicamente por los intelectuales progresistas. Si bien existe un
recrudecimiento de las corrientes culturales idealistas y re~ccionarias -Oswald
Spengler escribe la "Decadencia de Occidente", y Ernst J ünger exalta las preten-
didas virtudes civiles de la guerra ("Tormentas de acero")- y predomina una
concepción pesimista y evasiva de la realidad -del "Proceso", de Kafka, a la
"Montaña mágica", de Thomas Mann-, la tónica del desarrollo cultural está
definida por las experien cias de vanguardia, relacionadas con las luchas
políticas del proletariado: Piscator inicia en 1919 su Teatro Político; Bertold
Brecht escribe sus primeras obras teatra les y Walter Gropius diseña para Pisca-
tor el Teatro Total.
Otro componente importante de la década del 20 al 30 es la estrecha vincu-
lación entre las manifestaciones artísticas: música, literatura, teatro, cine, pintu-
ra, esculLUra, arquitectura y diseño industrial. La Escuela del Bauhaus, que re-
unía la mayoría de las manifestaciones citadas, es el símbolo de la época. Quizá
el cine, cuyo desarrollo comienza en aquel entonces, sea la expresión cultural
más directa y palpable de las profundas contradicciones imperantes. Mientras
Einsenstein en El Acorazado Potemkin (1925) y Octubre, demuestra el impulso
creador del proletariado, Chaplin critica la sociedad industrial en Tiempos !vio-
. il1T11os y los expresionistas alemanes evidencian las tensione~ de la luch a de cla-
ses en l,1 ~r:111 mctrórnlis: Wicnc re;tli7a L'I (,"ohi11c·rc· i/1·/ !>ocror Ca/igari (1919):
\Valter Rutmann, Berlín. sinfonía de una gran ciudad (1927), y Frirz Lang, El
Doc!Dr /vfabuse y Metrópolis ( 1926). Esta es la más representativa de la imagen
del mundo que le interesaba transmitir a la burguesía: en una ciudad del futuro,
llena ele rascacielos, aviones y otras imágenes de prefiguración tecnológica, la
clase dominante vive fastuosamente y dirige la acción de las máquinas encarga-
das de toda la producción. En sótanos y cuevas viven las hordas de trabajadb-res
bestializados, limitados a los trabajos elementales de accionamiento de las má-
quinas. Bajo la incitación de una autómata demente, los esclavos se lanzan a la
rebelión, siendo ellos las primeras víctimas de las catástrofes que provocan al
tratar de destrui r las máquinas. La película termina en una simbólica reconcilia-
ción del trabajo y el capital, en un escenario religioso: los proletar_ios renuncia-
rán a la revolución; los burgueses harán más llevadera la explotación.
18
SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
a) La herencia monumental
c) La díspersión suburbana
19
SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
1) Contenido social
La ciudad tradicional expresa con brutalidad, en su forma, fas disímiles con-
diciones de vida de los diferentes grupos sociales que habitan en ella. Las nuevas
propuestas intentan homogeneizar la estructura urbana en términos figurativos y
anular In identificación simbólica de la burguesía o la sub-cultura del proletaria-
do. Códigos urbanos similares poseen la misma validez, en los proyectos de Le
Corbusier, para las oficinas de los "capitanes de industria" o para las viviendas
proletarias. Por otra parte, el objetivo de la problemática urbanística está cen-
trado en los asentamientos proletarios debido a la importancia que otorga la
clase dominan te a la mej ora de las condiciones de vida de los trabajadores; con
d fin de atenuar los antagonismos de clase. -
2) Contenido económico
La escala de intervención urbana que se lleva a cabo en la primera mitad del
siglo xx, se refiere fundamentalmente al desarrollo de las zonas de viviendas.
Aunque existen planes y propuestas de transformación de las áreas centrales -el
proyecto de la Alexanderplatz y del U nter der Linden, en Berlín, o el plan direc-
tor de Amsterdam-, la especulación de la tierra y los intereses privados obsta-
culizan las iniciativas que en este sentido proponen los municipips. O sea, se
carece de recursos económicos para acometer grandes obras infraestructurales
que comprenden la ciudad en su conjunto, mientras es posible realizar iniciativas
fragmentarias en la construcción de barrios de viviendas y servicios primarios,
con los medios financieros al alcance de los municipios, s indicatos o promotores
industriales, quienes, en algunos casos, están vincu lados con inversionistas ex-
tranjeros. Al concebirse la solución de la vivienda proletaria como una empresa
rentable, se respalda al principio de seriación, tipificación y normalización para
abaratar los costos e incrementar los beneficios.
3) Contenido técnico-científico
A pesar de las contaminaciones estéticas y del incipiente desarrollo de la
ciencia urbana, los códigos racionalistas representan el punto de partida de un
proceso de disección y análisis de los elementos componentes de la ciudad. Aun-
que los estudios realizados aún no contienen una interpretación de lo!> fenóme-
nos sociales que definen su forma, la reducción del análisis a los factores técni-
cos y biológicos, anula el peso de las trabas simbolicas e historicistas de la
20
SEGRE, Roberto, Arquitectura Y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
4) Conte,údo significativo-expresivo
Los urbanistas racionalistas aspiran alcanzar una estructura urbana coheren-
te cuyo exacto funcionamiento sea similar a una máquina y al mismo tiempo
contenga los atributos del organismo biológico. Esa precisión proviene de la
aplicación de las zonas y los índices y responde al proceso de racionalización de
la producción capitalista. El sistema requiere el funcionamiento continuo, sin
contradicciones, del aparato industrial. Asimismo, la ciudad, que alberga a tra-
bajadores y administradores, debe responder a los mismos principios de rendi-
miento técnico y humano. Aunque la nueva imagen urbana se construye frag-
mentariamente, las propuestas teóricas de Le Corbusier o Hi lberseimer, consti-
tuyen un modelo cerrado, donde no tiene cabida el pasado, ni la participación
comunitaria, al quedar rigurosamente definidos por el proyectista todos sus
elementos componentes. H an sido barridos, de los valores del s ignificado, todos
aquellos elementos que no expresen la estricta funcionalidad del organismo ur-
bano. Todavía, el enfoque científico no integra los valores culturales ni la com-
plejidad de la vida social verificada por la sicología o la sociología. Por ello, es
sólo capaz de lograr la disección de la estructura urbana y la sumatoria posterior
de los componentes. Ello produce un rechazo de estos códigos, no asimilados
socialmente, tanto por parte del proletariado como por la pequeña burguesía.
Los valores culturales tradicionales se superpondrán, a través de los elementos
arquitectónicos populares - urbanos o rurales-, aplicados por los usuarios so-
bre las puras formas geométricas. Las transformaciones realizadas por los habi-
tantes de Pessac -barrio proyectado por Le Corbusier en el sur de Francia-,
que han alterado radicalmente el diseño original son un ejemplo de la distancia
existente entre abstractos valores estéticos y aquéllos emanados de la realidad
social ( Boudon, 1969).
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: " La formulación del sistema urbano racionalista".
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La fonnulación del sistema urbano racionalista".
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CENTRO OE LA CIUDAD
VIV IENDASOBRERAS
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lllff&IUil
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CIUDAD RASCACIELOS GRECAS
TRADICIONAL CARTESIANOS VIVIENDAS
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
CENTRO DIRECCIONAL
NEGOCIOS. ADMINISTRACION
CENTRO DE TRANSPORTE
EM0AIADAS. HOTELES
AREA DE VIVIENDAS Y
SERVICIOS
AREA VERDF.
INDUSTRIA LIGERA
OTRAS EMPRESAS
INDUSTR IA PESADA
clases sociales radican en la metró poli, en "la ciudad de los tiempos modernos".
Sin embargo, Le Corbusier supone que esa polaridad desaparece en la nueva
ciudad: "Y o había hecho los estudios completos de una ciudad contemporánea
de 3.000.000 de habitantes. Había creado dimensiones nuevas, había adivinado
las alegrías esenciales: cielo y árboles, compañeros de cada hombre. Sol en la
habitación , azul en la ventana, extensiones de áreas verdes delante de sí, al des- ..:
perlar en la ciudad. Yo había creado el tipo de ciudad sin clases, una ciudad de
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
CIUDAD
RADIOCENTRICA
INTERCAMUIO
SISTEMA DE COMUNICACION
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La fonnulación del sistema urbano racionalista".
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ESQUEMA EN ALruRA Y PLANTA DE UBICACION URBANISTICA DE EDIFICIOS AL TOS
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 7: "La formulación del sistema urbano racionalista".
CAPÍTULO 12:
TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD EN LAS PROPUESTAS
ARQUITECTÓNICAS Y URBANAS
ROBERTO SEGRE
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTIC.I\ DEL SIGLO XX • CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO 1'11 ° 1
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
Determinantes económicos
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Técnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SI GLO XX - CUADERNIUO BIBLIOGRAFICO N ° 1
Determinantes funcionales
Determinantes sociales
Determinantes simbólico-significativos
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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SEGRE, Roberto,Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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SE~RE,,R_oberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arqwtectorucas y urbanas".
ciudad, definida por las cuatro escalas de la vid a urbana, debe contener también
las categorías de movilidad, claustro, crecimiento, ele. Posteriormente en Otterlo
(1959) , el grupo inicial cuenta con otros representantes de la joven generación
-J. Soltan, Giancarlo De Cario, R. Erskine, J. Coderch , O. Hansen, etc.-, y se
establecen los parámetros esenciales que rigen la forma urbana. Dos arquitectos
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: " Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBA.NISTICA DEL SIGLO XX · CUADERNILLO BIBLIOGRAACO N ° 1
ingleses, Peter y Alisan Smithson, son los portavoces teóricos de las categorias
que tncidirán en el trabajo de los d iseñadores urbanos de la década del 60.
Estas categorías son:
Asoci ación
Identidad
El crecimiento incontrolado de las metrópolis y la acción de los especulado-
res, les han otorgado un carácter amorfo y anónimo, perdiéndose la particulari-
dad formal y espacial de las ciudades del pasado. Se trata de recuperar sus
va lores culturales y que los habitantes se identifiquen con la especificidad formal
de cada sector urbano en el cual desarrollan su existencia cotidiana.
Movilidad
Esquemas de crecimiento
C laust ro
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
sociales y las posib il idades técnicas, con las formas resultantes, no delerminadas
por cánones estéticos preco ncebidos y rígidos.
Sin embargo, el carácter genérico de los enunciados no debe engañar respec-
to a la estrecha vinculación existente entre la base económica, la superestructu-
ra ideológica y las teorías urbanísticas. Si la Carta de Atenas respondía a. una
estricta segregación funcional y social, necesaria para la férrea explotación de l
proletariado y el funcionamiento del apara to productivo industrial capitalista; la
cris is mundial del 29 y la guerra desencadenada por los regímenes nazi-fascistas,
demostraron el fracaso de la línea dura de la burguesía en relación con el prole-
tariado. A finales de la década del 50, la recuperación económica de Europa y la
perspectiva de un bienestar generalizado en los pa íses industrializados -alcan-
zado a costa de los llamados países del T ercer Mundo- , permite una mejora en
los salarios obreros y una participación relativa en la estructura de consumo.
La expresión urbanística se manifiesta en la ramificación de las fu nciones de
consumo y recreación -tradicionalmente exclusivas de la city-, hacia las áreas
habitacionales, tanto burguesas como proletarias, así como también en una ma-
yor flexibilidad y variabilidad en el uso social de las infraestructuras urbanas. La
concreción de los puntos citados depende de dos factores:
1. La promoción de conjuntos urbanos por parte de municipios progresis-
tas y democráticos, que pretenden compe nsar con una expresión creadora de la
relación vida social-diseñ o urbano, la alienación cot idiana impuesta por el s iste-
ma capita lista.
2. El apoyo del capital monopolista vinculado a las graneles empresas cons-
tructoras, las cadenas de supermercados y la industria ele la cultura masiva,
cuyos intereses se benefician con la integración entre el hábitat y !os conjuntos
comerc ia !es-recrea ti vos.
En definitiva, resultan conjuntos fragmentarios, iniciativas aisladas, que no
logran transformar la totalidad de la estructura urbana, aún controlada por lc1~
especuladores de tierras o los constructores de anónimos barrios de viviendas o
pragmáticas estructuras comerciales y recreativas. Asimismo, las categorías de
asociación e identidad, también resultan abstractas si no se supeditan a los pa rá-
metros establecidos por las contradicciones sociales. ¿Ent re qué miembros de!
colectivo social se produce la asociación? ¿Existe alguna posibilidad de cohesión
social entre burgueses y proletarios? ¿Ex iste acaso, una identidad genérica de la
forma urbana para sus usuarios, . como sostiene Kevin Lynch? ¿Acaso la city
comercial-administrativa-cultural '-posee e! mismo significado para el ejecutivo
burgués, quien utiliza cotidianamente sus espacios cualificados, y para el traba-
jador manual de escasos recursos, quien fuera expulsado de esa zona hacia los
escuálidos suburbios para permitir una operación de remodelación urbana? La
respuesta a . estos interrogantes demuestra que en la ciudad capita lista no existe
una realidad genérica, sino fragmentada por sus propias contradicciones in-
ternas.
La diferencia existente entre los principios de la Carta de Atenas y aqu éllos
planteados por el Team 10, coincide entonces, con los cambios efectuados por la
burguesía europea en su estrategia económica e ideológica. Es evidente que no
existen principios teóricos, arquitectónicos y urbanísticos, de validez universal ,
elaborados fuera de estructuras socioeconómicas históricamente determinadas.
En este sentido, si b ien la posibilidad real de concretar los principios de diseño
urbano, requiere transformaciones sociales y económicas profundas, los cinco
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: " Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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CATEDRA: HISTORIA 11 · URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBUOGRAFICO N ° 1
puntos del Team JO necesitan el respaldo de otras categorías para alcanzar una
vigencia que trasciende más allá de la articulación simple función-forma. Los
factores a incluir son los siguientes:
Participación
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
Casi todos los arquitectos y urbanistas partícipes del Team f O aplican sus
proposiciones a obras y proyectos. Aldo Van Eyck, en 1962, realiza la escuela de
niños huérfanos en Amsterdam; Giancarlo De Cario ( 1962), los dormitorios de
la Universidad de Urbino; Theo Crosby, aplica estrictamente las categorías de
cluster, movilidad y esquemas de crecimiento en el esquema urbano de Fulham
Study ( 1963); Herman Hertzberger, en la Casa de los Estudiantes en Amsterdam
( 1968), utiliza la calle para integrar el edificio al contexto urba no; Bakema
(1914-1981) y Van der Brock (1898-1979) proyectan en 1965 la a m pl iación de
1\ msterdam Este (Pampus), un sector lineal de ciudad (350.000 habitantes) sobre
lo~ terrenos ganados al Zuider1ce.
La mayor continuidad teórica de estas ideas y su concreción fragmentaria,
aparece en la obra de P eter y Alisan Smithson, arquitectos ingleses, fundadores
del Team JO. En 1951-52, elaboran una unidad habitacional -Golden Lane Hou-
sing, en Londres-, que por primera vez propone la circulación continua en dife-
rentes niveles a lo largo de los bloques de vivienda. Es una reelaboración de la
greca lecorbusieraha, que coloca hacia afuera la calle interior de la unidad ele
Marsella. En 1954 llevan a cabo la escuela secundaria de South Hunstanton.
considerada el primer ejemplo inglés de arquitectura bruta/isla. Su importancia
no radica en seguir el modelo miesiano, sino en el uso de componentes construc-
tivos prefabricados, tomados de los catálogos de ferreterías o de la producción
industrial.
En 1957-58 participan en el concurso de remodelación ele un sector de Berlín
occidental -Berlín H aupstadt-, proyecto que expresa en forma ortodoxa los
enunciados del Team JO. Sobre la cuadrícula cartesiana tradicional, superponen
una organización libre de plataformas de servicios, bloques lineales y torres de
viviendas, vinculados entre sí por la circulación peatonal, a su vez separada
totalmente de la circulación vehicular. Este esquema sirvió de base a las elabora-
ciones urbaníticas poste riores q~e se concretan en Europa. Los Smithson nunca
construyerorn grandes conjuntos urbanos, pero en sus obras aisladas aplicaron
con rigor los principios difundidos persistentemente a lo largo de la década del
60 en la revista Architectural Design, portavoz del grupo. Entre ellos se pueden
citar los edificios del conjunto Economist (1960-64) y las viviendas Robin Hood
Lane (1966-72). El primero, situado en el centro administrativo ele Londres,
constituye una representación concentrada de los nuevos valores arquitectónicos
y urbanísticos. El programa exigía una amplia superficie para oficinas, un ban-
co, apartamentos y la ampliación de un club social, dentro de un te rreno urbano
irregular, con fuertes persistencias históricas. La solución alcanz~da se opuso
radicalmente a los esquemas comerciales vigentes, de los rígidos bloques de ace-
ro y cristal. Enriquecieron el ambiente urbano con un sistema de calles y p lazas
interiores al fragmentar las funciones en edificios ele diferentes formas y alturas
-13 pisos las oficinas, 4 pisos el banco y 7 pisos los apartamentos-, con el fin
de establecer una vinculació n dialéctica y progresiva con los edificios circundan-
tes. Si bien en el interior adoptaron la planta libre con tabiques móvi les, la
estructura modulada, visible en la fachada de los bloques, fue recubierta con
piezas de piedra Portland, cuya piel color ocre estableció el víncu lo textura! y
cromático directo con el paisaje urbano neoclásico, conformado entre los si -
glos XVIIT y XIX.
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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Sheffield y Thamesmead
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
diferentes niveles, ·de modo tal que los habitantes realicen sus actividades socia-
les -comercio, recreación, etc.-, contenidas dentro de los bloques de vivien-
das, sin descender a nivel de sudo.
Los proyectistas realizaron un sistema de calles a lo largo de la urbanización
(3,56 m. de ancho), situadas cada tres pisos, con puentes de conexión entre los
bloques y montacargas de cjrculación vertical, indicados por las to rres ubicadas
en los puntos de articulación o cambio de dirección de la cinta. Por tres niveles
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arquitectónicas y urbanas".
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CATEDRA: HISTORIA 11 - URBANISTICA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBUOGRAFICO N ° 1
. ........ ,
, RELACION ENTRE LOS EDIFICIOS ALTOS Y BAJOS
-~ CORTES TRANSVERSALES DE
LAS VIVIENDAS CE 5 PLANTAS
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
lám. 65. Cap. 12. 12.3.c.-TEORIA Y PRACTICA EN LOS CONJUNTOS I-IABiTAC IONALES
EUROPEOS. Georges Candilis. Francia (1963).
Ciudad Nueva de Toulouse Le-Mirail. 100.000 habitantes.
O
PLANO Of. Hfl ACION CON EL V l (IO CASCO URBANO · ESQUEMA DE RELACIONES rLlN<;IONALCS
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arquitectónicas y urbanas".
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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTICA DEL SIGLO XX· CUADERNILLO BIBLIOGRAFICO N ° 1
EIE COMERCIAL
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arquitectónicas y urbanas".
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SEGRE, Roberto,Arquitec111ra y urbanismo modernos, La Habana, l988. Capítulo 12: " Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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CATEDRA: HISTORIA 11 • URBANISTI CA DEL SIGLO XX - CUADERNILLO BIBU0GRAFIC0 N º 1
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SEGRE, Roberto, Arquitecwra y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: "Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
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SEGRE, Roberto, Arquitectura y urbanismo modernos, La Habana, 1988. Capítulo 12: " Tecnología y sociedad en las propuestas
arquitectónicas y urbanas".
HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
CATEDRA: HISTORIA 11 • URBA.NISTICA DEL SIGLO XX - CUAOERNIUO BIBLIOGRAACO N ° 1
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SCHILLER, Silvia de y EVANS, John Martín, "New towns en el tiempo", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios Nº
37, Noviembre, 1979.
Etapa 1:
Harlow
2
Centro y sector
de la c i udad
jardln
Harlow representa uno de los más claros ejemplos de una
"vieja" "n~w town": aplicación directa del concepto de u-
nidad vecinal, u~ centro totalmente nuevo (en oposición
a otras nuevas ciudades que amplian un centro existente
como Crawley, Bracknell o Hemel Hempstead. Por esta ra-
z_ón la hemos elegido como caso de estudio ,para gra-
frcar y evaluar esta etapa del ,proceso de desarrollo da
las " new towns".
Características generales:
Cou NTRY
COUNTRV o
Q escuela secundaria • centro
57
SCHILLER, Silvia de y EVANS, John Martin, "New towns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios N"
37, Noviembre, 1979.
mili,, (1609 m)
58
SCHILLER. Silvia de y EVANS, John Martin, "New towns en el tiempo", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios Nº
37, Noviembre, 1979.
-~-
-·
-·
un idades vecinales de las primeras "new towns", cuenta con
algunos negocios agrupados, una escuela ,primaria y una sala
de servicios comunitarios. Cada sector de la trama vehicular
primaria (1,5 km x 1,5 km aproximadamente) agrupa dos,
re tres o cuatro "pueblos" con sus respectivos m inicentros,
D " no existiendo un centro •para cada grupo de "pueblos" sino
...
L:J
uno p ri ncipal para la ciudad toda. Este contiene un centro
-
"< _ _ _ _ t _ ... _ .. )1).11. .
comercial cubierto, llamado "Las Galerías" ("The Galleries"),
de una superficie ,prevista de 55.000 m~; una estación de
ómnibus en el subsuelo y, lateralmente, edificios para ofi-
cinas comerciales y gubernamentales. La provisión de gran-
·:; des playas de estacionamiento y la facilidad de accesos, no
solamente des-de las áreas residencia les de la ciudad sino
también desde la región a través de la red nacional de
\ ,.,. autopistas, asegura su éxito comercial dentro de un marce
H ; •\ •
r•,;
---:-;:•·· . regional.
, ....:..~
Washington no es solamente un nuevo prototipo de "new
town" o la eJQperimentación de un nuevo criterio de plJ·
neamiento, sino que su función reside también en actuar
JF R. ,10. Pb.... .Arb-..-.O.,,h4WC-.
o como centro revitalizador de áreas industriales en una
~,,, """"'"""• P"'f.m:a,h l'O"' H,igjr, Wil.,. ~.....- 1 1 1 región de industrias decadentes como la del acero, el
• l 9 SI y 1960.
carbón y los astilleros, a-demás de mejorar el sistema de
Etapa 111: asentamientos comprendidos dentro del área metropoli tana
llamada Tyne-Wear (los dos ríos del mismo nombre que
Washington y abrazan las ciudades existentes de Newcasl'le-on-Tyne y
Milton · Keynes Sunderland). Con el éxito de la política industrial apli-
cada, no se hizo es.perar la necesidad de expansión de!
En la década posterior a la erección de Cumbernauld se ~ector industrial y, aunque las relaciones establecidas entre
designaron t res nuevas "new towns": Skelmersdale, Runcorn usos de suelo no demuestran aparentemente una clara or-
y Redditch. En Skelmersdale se prosiguió con la experien· ganización ,por la determinación de usos mixtos, este fue
cia de Cumbernauld, desechán-dose el concepto de las uni- el criterio empleado ,para reducir problemas de tránsito y
dades vecinales y aumentándose aún más la densidad del provocar una mayor integración en tre sectores. Así, s~
centro; Runcorn, con una ,población mayor, se construyó al- ha logrado una cierta dispersión del caudal de viajes entre
rededor de un circuito de transporte público en forma de áreas resi·denciales e industriales, observándose una serie
ocho, mientras que una red de autopistas urbanas permite de flujos desde unas a otras en vez de ~n , f_lujo concentrado
al transporte ,privado un rápido acceso a las áreas industria- en las horas pico. Dada la mayor f lex•b1lldad del planteo
les y centrales; pero es en el caso de Wash ington donde general, se posibilita la rea lización de cambios, ya sean
-casi diez años de9pués de Cumbernauld- se presentó estos mod ificaciones o ad1c1ones.
un planteo fundamentalmente nuevo. 1
1
La densidad de algunas áreas residenciales cercanas al
El planeamiento tísico de Washington New Town está basado centro alcanza a 200 habitantes/ha, ,pero el promedio se l
en un trazado de la red vial sustentado •por la teoría de ' encuentra más cerca del de Cumbernauld que del de Harlow. 1
lograr una -posible expansión en cualquier dirección, la Cada uno de los "pueblos" se define por una ident id1d
libre elección de los habitantes para hacer uso del equipa· diferente por ~ empleo del diseño o por la un ificación de
miento en cualquier punto de la ciudad y la flexib ilidad los mate~iales. La densi-dad relativamente alta permite un
de movilidad. Estos tres conceptos básicos (y casi mági- eficiente servicio -de tran9porte público, que •utiliza la red
cos) se conjugan en un damero de grandes dimensiones y vial normal y una ruta exclusiva para este tipo de trans-
fluido trazado que contiene agrupamientos de viviendas en porte que permite enlazar las áreas centra les. 1
forma de -pequeños pueblos ("villages") de 4.500 habi-
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SCHILLER, Silvia de y EVANS, Joha Martin, "New towns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios N°
37, Noviembre, 1979.
Plano de
Was~ngton
// \ \
ú'
º- -===--=::::::i4Km.
"'
,· •
Washington dentro
del plano regional
= autopistas regionales subcentros
de la conurbación - - autopistas urbanas
Tyne-Wear,
áreas residenciales
l Washington, 2
Newcastle, 3
- - - - ferrocarril _ áreas indu_striales
Sunderland, 4
Du rham, 5 Río ,I centro principal ~ no
Tyne, 6 Rfo Wear,
7 Mar .!!_el Norte
60
SCHILLER, Silvia de y EVANS, J ohn Martin, "New iowns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios N"
37, N oviembre, 1979.
Milton
'..
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SCHILLER. Silvia de y EVANS, Jobo Martín, "New towns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Bretaña. En Summarios Nº
37, Noviembre, 1979.
Ubicación
y datos de los
nuevos
asentamien tos
Tabla 1
omul¡ada en 1946
" N ew towns" en el Reino Unido, designadas de acuerdo con la Ley de Nuevas Ciudades pr
ln¡laterra
1946 7 60 (1945) 74,5 2493 Londres 47
1 Stevenage
105 (1966) 2534
1947 9 50 (1949) 75.5 2449 Londres 45
2 Crawley
84 (1966)
1947 21 80 (1947) 78.5 2394 Londres 37
3 Hemel Hempstead
1947 4.5 90 (1947) 79.5 2590 Lcndres 3/
4 Hulc.v,
5 Aycliffe 1947 0 .06 10 (1947) 27.5 865
20
45 (1968) 1254
6 Peterlee 1948 0.2 30 (1948) 27.5 1133
1948 85 29 (1949) 26 947 Londres 30
7 Hatfield
1948 18.S SO (1949) 41 1747 Londres 34
8 Welwyn
Garden City
1949 25 50 (1949) 91.5 3165 Londres 40
9 Bas,ldon
106 (19!6)
134 (1964)
1949 5 25 (1949) 47.5 757 L ondres 45
10 Brackne/1
60 (1961) 1335
11 Corby 1950 15.7 50 (1950) 53.5 1010
83 (1972) 1791
10 80 (1961) 40 1631 Liverpool 20
12 Skelmersdale 1961
1963 35 90 (1963) 98.5 3686 Birmingham so
13 Telford
(Oaw ley, origi nariamente) 70 250 (1968) 7793
150 (1975)
1964 32 90 (1964) 56 2908 Birmingham 22
l~- Redditch 14
1964 28.5 100 (1964) 58 2930 Liverpool
15 Runcorn 10
1964 20 80 (1964) 48 2146 Newcaslle
16 Washington 72
1967 40 250 (1967) 80 8869 Londres
17 M i lton Keynes 115
1967 84 185 (1967) 112 6458 Londres
18 Peterborough Londres 106
1968 130 230 (1968) 147 8081
19 Northampton 30
1968 122 205 (1968) 135 7553 Manches ter
20 warrington 30
1970 234 430 (1970) 248 14266 Manches ter
21 North Lancashire
EScoc ia Glasgow 14
1947 2.5 90 (1947) 76 4151
22 East Kilbride
1948 1.1 70 (1951) 35 2333
23 Glenrothes 24
3.5 70 (1955) 46 1681 Glasgow
24 Cumbernauld 1955
100 (1973) 3139
100 (1963) 33.5 2710 Glasgow 47
25 Livin¡ston 1962 2
95 (1966) 57 !038 Glasgow 40
26 lrv1ne 1966 36
120 (1971)
Gales
1947 12 35 (1951) 45 1279
27 Cwmbran p
1967 5.5 13 (1968) 606
28 Newtown
62
Nº
SCHILLER, Silvia de YE VAt'IS, J ohn Martín, "New towns en el tiempo ", Nuevos asentamientos en Gran Breraña. En Summarios
37, Noviembre, 1979.
Territorio construiclo
La ciudad desde la arquitectura
Jgnasi de Soló-Morales
Las vicisitudes de la forma urb,rna en los a la anticuada y obsokta ciudad históricu de
i'.1ltimos cincuenta afio, ,on la historia de una mane ra que la eficacia del sistema urbano y
pasión. Desde el Renacimiento, la la felicidad de los individuo;, putliesen ciarse
arquitectura ha considcratlo. con Leo n ul mismo tiempo. Lo que los CIAM habían
Ba11 ista Albert i. que um1 ciudaJ no cr,1sino propuesto en ,us pn 111cm, congresos.
una ca~a grande. y que una casa no era otr,1 induicla la Ca11a d..: Atenas de 1933, eran
cma , ino un.11xqueiia <:1udad. hipótes1s más q ue real idadcs. Criterios para
Guiados pn1 e,ta analogía. los arqu itec tos la organi/.ación de la, grandes ciudades cada
de la edad mod.:rn.i h.in intentado una y mil vi:z más próximos a la planificación que al
vece, hacer las ciudades ,1 imagen y puro di.,e110 arquitectónico.
semej,tnza 1.k su, eJ1 fíe io,, al ticmpn que se El escenario e uropeo sc vería
sentían satisfcchos cuando. al proyectar M" dr.ísticumente 111otlificado por la violc:ncia
edificio,. lo hacían presididos por la lógica de la II Gue rra Mundial. L1 ugresividad
de la construcción de la cnu.Jad. Pero esta implícita en todo, los proyectos de
relación biuní,·ocu es a la vez necesaria e organizació n autoritaria de la sociedad se
imposible. fatá en el centro del deseo que había de,encadenadn en el más grande
Desde los tíltimos C IAM, mue,.: a lo, arquitectos. pero constituye. en episodio destruc ti vo que jamás había sufrido
ült11no ténrnnn. un objeto inalcanzable. la humanidad.
las utopías tecnológicas ele
·La cn1tlaJ como oscuro objeto dd Quetlaba abiert,1. al silenciarse las arma;.
Archigrnm o las reacciones la tarea de la recons trucción. pero también
deseo·. tal debería ,er el título con e l que se
posmoclernas hasta las encabezasc una historia de la ciudad un,1 aproxi111ación mucho 111:.\s cau1closa a
nuevas metrópolis, la nHxkrna hecha desde la arqu11cctu r,1. Hay. los g randes problemas de la construcción de
historia urbana ele esta i:icrtamentc. para la e<.:om,111ía. una c iudad la ciudad. Frankfu rt. Berlín. Ro11erda111. Le
segunda mit,1d de siglo es la <.:01110 1m:rcado: para la ,emiútica. una Havr.:. Cnvcntry y tanta, ot ras c iudad..:,
ele la ciudad construida a ,iudad como .1iste111a de información: para la europeas se sometían a operaciones de
política. una ciudad. C'Íl'ÍW.1, en la que se: reconstrucción a gran escala en las que. por
partir d e la arquitecturn.
canalizan los valores colectivo- de la primera vez, era posible ensayar las ideas
convivencia. Hay tamb·ién un,1 ciudad como h,1sta e nto nces sólo expuestas desde las
arqu i1ec1ura. La confusión de la cultura imágenes y los conceptos. La prueba de
111oderna. tan fragment.1d,1 y e,pecialtzada. fuego de las ideas sobre la ciudad moderna
es que cada uno de estos paradigmas 1iende se hacía posible a partir t.le la destrucc ión
a hacerse autónomo y absoluto. devastadora que había convertido c iudades
La his1oria de la arqu itectura urbana de enteras o panes importantes de las mismas
los últimos cincuenta años es también la en campos abiertos a la experimentación.
historia de este deseo: hace r la ciudad desde En los países del Este europeo. con una
la arqui1ectura. plan ificación esta1al de la econo mía y con
una completa socialización de los medios de:
E11 ltt rrcm1sn-11cciá11 El urb¡:¡nismo humano producción. se abrían también posibi lidades
¡10.Hi·n,Jr u la Lis it.leas desarrolladas en lo, a1ios de hasta entonces inimagi nables. Ni siquiera el
II C11,·1-r<1 M1111dwl. fu invención rat.li<.:,tl. entre 1917 y 1929. fué:ron llamado urbanismo estalinisw. de carácter
ciw.lcul <D11cel1id,, un primer intento de ecumenismo teórico. historicista y clasicista, se1ía cupaz de
dl'sdc /u ,m¡11i1ec11,rC1 Los CIAM (Congresos lnternationales para detener un proceso que estabu dictado por lu
.\'l' ('(JII.\Olidá ('(1111(1
la Arqui1ecturn Moderna) habían in1entado racionalidad técnica y por la eficacia
ki111101 i" ,/,./ pmtlu<.:tiva. sin ningún contrapeso en e l
poner t:n co111t'1 n experié:ncia, de distintas
11r/ia1,i.wu, 11,odt·nu,.
,·iudades .:uropeas con la preocupación de gusto de los usuarios o en las leyes de l
Arril>u. Pa i,,t_Jt'
u1 han o. ti,· G( ·rlwrd cslabkccr una t.loc tri11¡1 y un.1 n11.:t,xlología me ri:ado. Las rcconstruccionc~ d.: Dn::sclc.
Ric/11cr, I </()9 ,01m1nc,. La <:iudad i'um:ion,il de bía ,ustit ui r Lci pzig. Varsovi.i. San Pctersh11rgo. Mmcú
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IGNASJ DE SOLÁ MORALES, Territorio constroido -La ciudad desde la Arquitectura. En Arquitectura Viva N ° 35 Marzo/Abril
1994. '
•
Jl
1
.'
- 1
o Belgrado son todavía hoy ejemplos de mutuamente hicieron de las experiencias del Por supuesto hay w111bíén otros casos en
enorme eficacia demostrativa de lo que fue norte de Europa un paradigma de lo que se la antigua URSS. Egipto. Argelia. Israel.
la aplicación. práctica y a gran escala. de los quiso llamar un a ciudad hu111a11a. etcétera. De todos ellos puede extraerse
principios de la m·quitectura moderna para la compensada en los valores de individualidad como consideración común que estos
reconstrucción de la ciudad europea. y paisaje natural; aten ta a las condiciones experimentos ponen de manifiesto por una
Junto a estas aplicaciones casi I itera les de del lugar; receptiva a las tradiciones locales parte la capacidad y la fuerza de los grandes
una determinada doctri na, en otros lugares y a la pequeña escala. El desa1Tollo trazados y los grandes gestos de los que el
se experimentaba de un modo más creativo. empirista tuvo la virtud de desactivar la lenguaje de la arquitectura moderna es
Por una parte. en el norte de Europa se agresiv idad de la planificación. aunque capaz. Pero. por otra parte. no es menos
Lksarrollaban concepciones mucho meno, fuese a costa de de un a VCl'CS in~ípidu cierto que la mayoría de estas cxpcricm:ia,
globales respecto a la totalidad de la ciudad. pintoresquismo. han evidenciado el esque111ati~1110 con el que
pero muc ho más eficaces desde el punto de En los países del Tercer Mundo la el lápiz del arquitecto concibe los complejos
vista de la calidad final de los productos arquitectura de la c iudad moderna parecía procesos de formación de una ciudad.
urbunos construidos. El empirismo nórdico. llama<la a experiencias totales. En unos
des<le Aalto. Jacobsen y Markelius hasta cuantos casos se trataba de hacer. de nueva Los últimos CIAM y el Team X
Utzon. Backstrom y Fehn. se nutre de las planw. ciudades diseñadas con los nuevos Fueron los más jóvenes asistentes a los
concepciones del Movimiento Moderno para c riterios sin dependencia alguna con lo ya últimos CIAM quienes. con sus críticas.
la arquitecturn y la ciudad. pero introduce existente. Chandigarh. de Le Corbusier. en pusieron en tela de juicio lo que la Carta de
limitaciones claras en la exaltación de lo la India. Brasilia. de Costa y Niemeyer, en Atenas y sus desarrollos habían plantea<lo
colectivo en favor de lo individual. Un Brasil, son los casos más espectaculares de como respuesta universal al problema de la
sentido menos intenso de lo que debía ser la diseño de nuevas ciudades a partir <le los ciudad 111odema. Agrupados bajo la etiqueta
fábrica de la ciudad y la convicción de que criterios y la sensibilidad de la arquiteclLira de Team X. este grupo surge en 1959 en
naturaleza y arquitectura deben fecundarse moderna. Otterlo. en un Congreso que hay que
considerar a la vez como e l último de los
CIAM y la primera de las reuniones del
Team X. Ernesto N. Rogers. Aldo van Eyck.
Alison y Peter Smithson. Louis Kahn. José
Anto nio Coderch. J. B. Bakema y Georges
Candi lis eran algunos de los componentes
de este grupo. Todos ellos compartían su fe
en la arquitectura de la tradición moderna.
pero también era evidente su toma de
conciencia en relación a la insuficiente
atención a los valores <le la calidad
ambiental que el llamado racionalismo había
puesto de man itiesto.
Los diseños urbanos de los miembros del
Team X tenían en común l:1 fragmentación
de la gran escala y. complementariamente. la
mayor atención a las escalas intermedias. La
estructura de la c iudad debía descompone rse
en unidades menores. en las que la vida
social y las capacidades creativas y
participati vas de los individuos pudiesen
incorporarse a la ai'quitectura.
Era el primer momento en el que. desde
dentro. se sometían a crítica criterios y
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IGNASI DE SOLÁ MORALES, Territorio construido -La ciudad desde la Arquitectura. En Arquitectura Viva N º 35, Marzo/Abril
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principio, considerado, incJiscuribles. Pero Kenzo T,rnge era ya un maestro resp_etado que 11ene no pocos puntos de contacto con
la labor del Temn X no se detuvo en la de la arqui1ec1ura pponesa cuando. en 1960. estas o tras dos corrientes contemporáneas.
c 1ítica. Eran a rquitectos que. en Milán. junto con Kurosawa. Maki y Kikuwke creó formaliza sus propuestas a partir de modelo,
Amstcn.lam. Londre,. Filadelfia, Barcelona, el Grupo Metabolista. HiJos del u topismo na turales de crecimicnlo lalcs como las
Rollerdam o Toulouse. introduc irían nuevas urbano corbu,eriano, lo:, melabolistas colonias coralífcras. los racimos de flo r de
piezas urbanas hechas de delicada japone,es quieren dar respuesla al loto o los habitácu los de los insectos.
invest igación. caso por ca,o. de las crecimiento desaforado de sus ciudades a Un tecnologismo más desenfadado y
condiciones de vida que el program,1 través de g randes impl,\lltaciones de n ueva también más irónico es el que domina las
reclamab,1. planta inspi radas en el mundo orgánico. Sus propuestas del grupo Arc hi gra m. Éste es el
e lernen1os son. por un lado, la nombre de una pequeña revista que un grupo
Radicalis mos megaestructura. como soporte de lodo un de seis a rqu i1ectos reunido, inicial mente en
Superados los traumas de la 11 Gue rra sofist icado sis1ema ele servicios y, por otro. dos estudios: Pcter Cook. Dennis Crompton
Mundial. Estados Unidos y Japón entran en la cápsula. como respuesta de la industria de y Warrt:n Chalk. por un lado. y David
un periodo de gran exp,insión. En torno a los preformados a l,1 necesidad de producir Greenc:, Ron Herron y Michael Webb. por
1960. las economías de los graneles paíse, millares dt: habitáculos. El mclabolismo otro, p ubl ican entre 1961 y 1970.
1ndustri,1lizado, consolidaban el "milagro· de recoge también la preocupación por la Archigram en arqui lectura. como los
su recuperación. Apoyados en ternologías movilidad y el 1ráfico. Los grandes sopo11es Beatles en música. t:s a la vez ruptura rad ical
punta como la electrónica e iniciando el son vías de alta especial ización para irónica y crítica de las convenciones y
traspaso de las actividades productivas transportes de automóvil. monorraíl o modos de hacer establecidos. Casi sin llegar
primarias y secundarias a los países del fe,rncarri les de alta ve locidad. a rea lizar ninguna de sus propuestas.
Tercer Mundo que habían pasado del Frente a la crnda tecnología de Arc higram representa un paso rnás a llá de
colonial1,mo al neocolonialismo. las Arch igram o el vernacularismo de las cuan10 la 1raclición moderna había
sociedades avanzada, conocieron un a rqui1ect uras alternat ivas, e l metabolismo. .imaginado. A la posibilidad de estructuras
1110111ento de un a gran euforia. que se
reflejaría en elevadas tasas de consumo.
Una nucva cultura de masa, se
exp.insionaha pa ra e l disfrute de la,
,ocicJ.ide, avanzadas. Transportes.
electrodo mésticos. robót ica. 1iempo libre.
constituían el nuevo panorama ele la
felicidad universal. No es extraño que este
clima de optimismo fuese el caldo de cultivo
adecuado p,m1 el rc:nacimiento de la c1ític.1
radical y la utopía.
Los aiios sesenla son los ele la crítica a la:,
co,tumbres. la moda. las institucione,.
Maoísmo y movimiento pop parecen ir de la
mano en 1111a cu l1ura del consumo y de la
iconoclaslia impensab les en los duros aiios
de la po,guerra. En .:sta situació n. la.
arquitectura mirn la c iudad como un gran
anefac10 obsoleto. Los metaholistas
japone,es. e l 1ecnologismo de Ard1igr,11n y
la, propuestas a ltc:rna1ivas para las ciudadc,
lkl Ten:c:r Mundo 1ienen en común la
conl'ia111.a y la exigencia de que e, pos ible y
nere,,,nll cambiarlo lodo.
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IGNASI DE SOLÁ MORALES, Territorio construido - La ciudad desde la Arquitectura. En Arquitectura Viva N ° 35, Marzo/Abril
1994.
La a r qu itectura de la ciudad
En 1966 A Ido Rossi publica uno de los müs
influyentes textos de la época que estamos
analizando. La cm¡ttiteclura de lo ciudad.
que recoge algunas de sus lecciones y
trabajos realizados como profesor en
Vem:cia. es la mejor representac1ó1Í de un
mudo de entender la relación arquitectura y
ciudad que c:n Ita lia comparten Aymon ino.
Grassi. Gregotti y un largo e1cé1era. En el
centro del discurso rossiano. la experiencia
de las ciudades y de la arquitectura histórica.
Como mé todo. el de la autonomía
est ruc turnl de los conocimientos propios de
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IGNASI DE SOLÁ MORALES, Territorio construido - La ciudad desde la Arquitectura. En Arquitectura Viva N ° 35 Marzo/Abril
1994. '
la d1sc1plina. Como hipó1esi, fu111.J.1111en1al. Movimien10 Moderno- el lenguaje seco y en la evolución de un pensamien10 ,obre la
la analogía entre to, moc.Jos e.Je hacer la de,nudo de las propuesta, rossiana, es una arqu i1cctura y la c iudad que se desarrollaba
arq uitect ura y la ciuda,.L Como apriori,1110 11.itnada a lo esencial. a lo.s concep10, en11·c uri evidente neotradicion,\li,1110 no
fuera de c.Ji,cu,ión. la permanencia dd modo fundamentales de una arqu itecl ura q ue sólo formal pero ,í morfológico y una actitud
de ope rar de la arquitectura en la ciudad. en se explica como parte de la con,1rucción de: radical fren 1e a lo, 1ópico, modernos
cualquier lugar y en cualqu ier época la ciudad. aceptado, ya. en los aiios sescn1a. como
h1stó11ca. Los proycc1os más rc:pn:,entat ivo, de ,olucione, cswblec,das.
No cahe duc.J;1 de que; d e,tructuralismo esta tendencia dejan por compkto Je lado La concepción de la ,1 rqui1cc1ura de la
h1stor11.:i,ta de Rossi era. an te toe.Jo. una toma tanto la, ,1por1.tciones de 0 1ras di,cipli,w, al ciudad h;1 tenido ,u mayor fortuna en la,
de posición po1¿111ica ante los excesos de: conocimiento y prospectiva sobre.; lo que oper;1cinnes ,obre la c iudad ex i, 1ente.
e111us1asnm l"utmista y utópico de la deba ser el desarrol lo de la ciudad Roben y L.::on Kricr la111.aron
trad ici(in moderna. El discurso rossi,1no hace (Sol·iología. .:c.:o110111ía. pan icipacic\n polémic.1111ente la campatia para la
Jesapareccr toúa i"mntern c111re lo hist<Írico y ciudaú,111a) como dejan Je a1endc r a lc,s recon,1rucci<in Je la c iudac.J europc¡¡_en un
lo moderno. igualando toJa, la, mecanismos propio, de l planeamic1110. La mon1aj e publicitario y 111ovili,ador que 1uvo
experiencias. El .inálisis 111orfol(igico e.Je l.i suy,1 e, una ciudau que se hace a 1niv6 de ., u epicen1rn en B1u,cla,. y que ,,cabéi
ciud.td .e n su, panes y la identificación de p1<.:za, arqu11ec1ó111cas. e111e nd iendo por 1,tlt:, gent:rando proycc10, de ·reconstrucción· de
lo, tipos arquitectónico, con los que se no sólo los edificios. sino lo.', espacios libres. pane, de ci ud<1de, ta le, como la misma
puede operar constituyen e l 1ínico las calles y las plazas. Los proyec1os para e l Bruselas. Londre,. P<1rís. Rom.i y
conocimiento con,istente con el que barrio de San Rocen en Monza ( 1966) o las Luxemburgo.
construir la arquitectura y la ciudad. Las operaciones en la p.::riferia milanesa del
experie ncias dt: l,1 arquitectura clásica. de la banio de Gallaratese ( 1 967- 197➔) fueion. Recomponer tejidos
rned11::val. de la anón ima y popular ,on desde el disei\o. lo, primeros ejemplos de un Un expe rimenlo emblemát ico. en csla
igualmen te: ejemplares del modo Lle h,1cer la modo de proceder que pronto se Llif'unuiría din:ccicín. fue el <le la IBA (Internationale
ca., a y la c iuuad como lo son los tipo,. sólo especial111en1e en Europa. Bau Au.,s1ellung ) úc Berlín. Denlt'O de la
en apancncia nuevo,. propuesto, por lo, Giorgio Grassi en sus obra, La 1rad ición bcrlinc,a de hacer exposiciones
arqui1ec1os de l pe1iodo de ent regm:rra,. Con col/.\'f/'llcci<Í11 !tigiCf1 de la w 1¡11i1ec111m con ,xli ticios con,truidos para 111os1rar la,
un;1 e1 id.::nte fascinac ión po r la, ( 1966) y La cm¡11i1ec111rC1 co11111 oficio lilt11na, 1endcnc1a, arq11 i1ec16nica,. Jo,cf
arquitectu ras de los momen1ns ( 1980). Vi11orio Grego11i con El 1,·rri1ori11 ele Paul Kleih uc, propuso que las actuaciones
fundac ionales -1.:1 prim.::r Renac.:11nic.:n10. la an¡11irec111ra ( 1966) o Robcrt Krie r rnn de: lo, lll,Ís 1\.:nombrado, arqui11.:c10, de los
de la arq1111ecll1ra ilu111111ista o de la, Teonú .,· ¡1rcíctica de lo., es¡,acio.,· ur/Jww., ati<is ,e1en1a y oc h.:nta no fuesen obrns
arqut1ci:1u ra, de los mac,trns dd ( 1975) fueron au1on.:, tamh i~n in fluyc:111c, .ii,lad,ts. sino que ,e plrnllca,en como
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1994.
APÉNDICE:
Allson y Peter Smlthson: Cfusterl clly la dirección hacia la cual está enca- concep to de cluster nos da la po sibi-
minndn loda su olira. Actualmente rn- lidad de cre¡ir nuevas imágenes, em-
Al arqu f!ecto actual le preocupan las sulta obvio aue 1., concepción funcio- pleando las técnicas existenles que
consecuencias que sus edificios com- rial-mecanicisla d1?! planeamiento urba-
han sido desarrolladas para enfrentM
portan para la comunidad y para la "º Y fa es tética cartesiana que carac- los problemas de la producción masi-
cultura, tomados en su totalidad. Su lP.ri1.aron a . la vieja Araultectura Mo-
va; por ejemplo. las técnicas de la in-
primera preocupación se dirige a los <jerna ya no son npropiadas. El ~ue~o
geniería vial y de las comunicaciones.
p roblemas generales, a partir de los rle Le Corbusier el e la Ville Radleuse
Se han presentado muchas propuestas
cuales evolucionan las soluciones es- se apoyó en una geometría de aolas- para reso lver los problernas del tránsi-
pecfllcas para situaciones particulares. tante trlvlalidad. Pues: asl es como la to: autopistas que vinculan los centros
La Declaraclón del Primer Congreso vemos ahora: eso5 p lanos nos con- poblados. autopistas urbanas ubicadas
para la Arquitectura Moderna (CIAM) mueven tan poco como el dibujo del en el seno de las comunidades, esta-
de 1928 no sólo se ocupó de echar mantel del restaur:mte 'Vieux Paris' cionamientos conlrolndos, establecidos
por la borda las fórmulas an.1r.róuít:ás que es, desdo luego, el lugar donde en torno a los viejos centros urbanos,
v las i\cadem11is, · sino tambl8n da es- deberlán haberse origrlnadb. (1 Cuán di- centros comerciales ubicados fuera de
tablec·er las bases de relación fundo- ferente son nuestras reacciones ante las ciudades, fábricas instaladas junto
nal entre la nueva arquitectura y la la- misma . Imagen I Su punto de partida a las autopistas, ciudades dormitorios,
economía, la· tacl0haIí:zá~l~·n de la fue la excitación; el nuestro es slm- ele. Estas son soluciones que disper-
construcción y el planeamlento urba- pl~_i nénte. la curiosidad artrsll~o-hls- s.in las energlas de las comunidodes
no. pues la Ciudad !=imclonal consJI· tórlca). o bien los integran de un modo com-
tula la extensión naíurat de una Arqui- pletamente nuevo.
tectura Funcional. Con todo, el suo1"10 era bastante r eal
y todavla rosulla significativo. El conceplo ocep laclo de c iudad e5 el
la situación que en frenta el arquitec- de una serie de círculos concéntricos
to ac tual es fundamentalmente la mis- Aún · respondemos a este sueño, pero que decrecen en densidad residencial
ma; aún somos funclonallstas y aún ya no creemos en los medios con los Y en grado de ocupación de la tierra
acep tamos la responsnbll1dad por el cuales Le Corbusier creyó que podia hacia los bordes. provistos de una trn-
conjunto de la coin.unidad, pero ahora darles realldaa. "SU ciudad es un in- ma de calles de tipo r11d ial que se ori-
la oalabra funcional no tiene un .si.00i- rnen_so '"blero oe . ajedrez orgañrzado gina en el centro histórico de la ciu-
11cado meramentEI mecánico como lo el'"! f<;>rma axial. Nosotros estamos de- dad. A este esquema se ha agregado
tenla háce treinta ar\os. Nuestro iun- tras _de alao más_ comolelo oero menos recientemer,te el concepto de ciudades
cIone11smo sIqn11lcp ar.epIar ¡a;¡ real i- peométrlco. Nos preocupa mas el satélites de baja densidad. concéntri ·
dades de 10 situación,. con tod11s sus ·rru¡o· que la 'medida". la Idea general cas y ·autosuflcientes·, (aisladas. al-
contradicciones y con fusiones, e Inten- que alimenta este req uisito es el con- rededor de Londres; conectadas, en
tar nacer algo con ellas. En conse- cepto de cluster. El c!usler es un te- Eslocolmo). En el concepto de clu ster
cuencia, detWlnos crear una arquitec- jido estrecho, complejo, un agrupa- no hay un solo 'centro' , sino varios.
tura y un urbanismo que a través de miento a menudo móvil, pero un agru- Los centros de presión estón vincula-
la forma con~:rulda, puede hacer sig- pamiento que posee una estructura dos con la Industria y con el comercio,
nificativos el cambio, el crecimiento, pecullar. Esta es qui1.ás la descripción ya que éstos son los puntos naturales
el flujo, la vllnlldad de la comunidad. · en los cuales se expresa la vida do la
más ajustada que pueda darse de este comunidad: el brillo de las luces y el
nuevo Ideal para la arquitectura y el movimiento de las muchedumbres.
El propósito d11 la totalidad de la es- planeamiento urbano.
tructura debe ser Inherente a la orga- Estos puntos de presión, Industriales y
nización de c1nlquier edificio. Tome- De acuerdo con esta descripción, el
comerciales, están conectados me-
mos, por ejetr•plo, ·el problema de problema de construir las tres casas
construir tres c, s:is en una calle exis- en una calle existente se resuelve en- diante carreteras o "barrios dormitorios'
ten le; las casaf · ubicadas a cada lado contrando P.I modo en OUP. (aún re,:;- francamente residenciales. Es Inútil su-
de la calle co11:;tituyen. Junto con la po11diendo a Ia idea de la calle) se poner que nuestras vidas son tan sim-
cálle misma. un hecho urbnno defin i- rompa con la vieja fachada y se cons- ples como para que todos podamos
do; las tres ca;;a:, nuevas no deben truya en pro fu ndidad, proporcionando pretender vivir 'donde trabajamos'; de-
limitarse a conlrnslar con este viejo una sugerencia. un signo. de la nueva bemos aceptar la movllldad de la po-
hecho (o a ad11pl;use a éste) sino que estructura comunllaria. blaclón y adelantarnos a sus conse-
deben proporcionnr una indicación, un cuehclas, controlando las formas que
signo, de una nu<?va especie de eslruc- Trndicionalmente, la tarea del arquitec- esta movllldad ha de adoptar, crea;,do
tura comunllaria. Pero esto no podrá to consiste en crear los signos o imá- nuevas Imágenes tanto para los nuevos
lograrse si el arr¡11itecto no ha conce- genes que representan las funciones, elementos como para los viejos que los
bido de manera m.'ls o menos comple- las aspiraciones y la5 creencias de la cambios han transformado.
ln una Idea genernl o ideal acerca de comunidad, de tal modo que éstos se
integren a un todo comprensible. El
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SMITHSON, Alison y Peter, "Cluster City" y "Movilidad. Sistemas viales" En Cuadernos Summa-Nueva Visión, N" 24/25,
Buenos Aires, mayo 1969.
Debernos prever para cada lugar un eri la idea de Cluster Clty, pero que no queda inmune está compuesto, por
tipo de estructura capaz de crecer tratamos anteriormente en detalle por- ejemplo, por edificios comerciales de
pero de continuar siendo clara y fá- que senlfamos que primero era más seis pisos construidos en el siglo XIX.
cilmente comprensible en cada etapa lrnportan~e presentar los· conceplos en provistos de ventanas de típo domés-
de desarrollo. La palabra cluster re- sus planos Ideales y eslétlcos. tico y de portales que abren sobre la
sume el espíritu de una estruclura de calle.
este tipo. Las técnicas de planeamien- Las calles, junto con las lineas prin-
to existentes, tales corno el control de cipales de energía y de desagües.
De aqul surgen dos porblemas : uno
las densidades residenciales y los In- constituyen la Infraestructura esencial
consiste en desarrollar el costado de-
dices de ocupación del suelo tanto de la comunidad. El hecho más Impor-
molido, y el otro en cómo completar
como los p lanes de renovación inte- tante relativo a las calles es que éstas
o rediseñar e l costado existente que
gral de las áreas, hacen posible, por poseen dimensiones físicas considera-
se enfrenta ahora con una autopista
.lo menos en Inglaterra, la irnplanta- b les, y ejercen, por lo tanto, el mismo
de seis bandas.
clón _dol conceplo de cluster. Pare- efecto que cualquier otra caracterís-
ciera no existir ningún lmpedimenlo tica topográfica Importante, tanto corno
una collna o un rlo, en cuanto a q ue En cierto senlido, es Incorrecto levan-
para que puedan conslruirse comuni- tar nuevas construcciones tomando
dades más fluidas, más variadas y más crean divisiones geográficas, y en con-
secuencia, también divisiones sociales. corno modelos las existentes, aun
útiles para los Individuos. cuando la continuidad de las fachadas
Por consiguiente proyectar un camino
y especialmente si es a través de un pueda ser el único mérito de aquéllas,
(The Archlleclurol Aevlow, noviembre do 1957)
Mea cohstrulda, es una cuestión muy y este mérito no puede echarst des-
1 Se ha consorvndo el lórmlno clu!'ll"?r en
su origino! lnghh por no exlsllr una p~labra 5erla, puesto que al hacerlo se eslá preocupadamente por la borda. Pero,
espnnolo que lo reemploce odocuedamente. cambiando fundamentalmenle la es- entre otras cosas, el ru ido se ha mu:-
Las acepciones més aproxlmodos serian
tructura social. tlplicado diez: veces desde los dias de
·aplnamlento' o 'racimo'.
los caballos y los carros. Por consi-
guiente, ¿deben las ventanas seguir
Tradlclonalmente, algún rasgo Inmodi-
ficable y de gran tamaño corno una enfrentando a la autopista? ¿O seria
acrópolis, un rio, un canal o alguna más correcto que los edificios diesen
sus fondos a la autopista y sus facha-
configuración peculiar del terreno,
das se abrieran en el frente opuesto
contribuía a hacer comprensible la es-
a los costados relativamente más tran-
tructura de la comunidad como un
quilos? Sin duda esta drástica refor-
todo y aseguraba la Identidad de las
mulación de la situación se rea liza
partes dentro del conjunto. Hoy en dla.
con un criterio equivocado. En ri gor
,tt.Cf~ ll"IT!"t
nuestro fracaso más grande reside en
el diseño de las autopistas urbanas
t1· L ' / la falta de comprensibilidad e identidad
debe llevar impllcita una nueva solu -
Agrupomlenlo de olicin~s. Di~grom~. de nuestras grandes ciudades. La so-
Deny• Lnsdum. Bloque do vlvlend~s agrupa- ción para los edificios adyacente~
lución podrá enconlrarse con toda se-
dos. Bolhnal Green, Londres, 1957/60. guridad adaptando un sistema vial
10 Planta SI se considera al movimienlo corno
claro y de gran envergadura: la 'auto-
pista urbn na· posarla asf a cumplir una el elemenlo principal de la construc -
ción urbana. aparecerán so:uciones
Allson y Peter Smllhson: Movilidad. función unificadora en vez de consistir
solamente en una solución vial. Para más radica les.
Sistemas viales
cumplir con esta función unificadora
En el Plan para Berlin (de Alisan y Pe-
1a movilidad se ha convertido en la todas las calles deben formar parle de
ler Smithson y Peler Sigmund Wonke,
caraclerlslica de nuestra época. La un sistema, cuya columna v~rtebral
1957), los sistemas separados plantea-
movilidad socim v ffsfca,_ la sensa¡;10n son las autopistas ubicadas dentro de
dos para autos y peatones, cada uno
de cierto tipo de libertad a que ella las mismas áreas urbanas, y cuyo ta-
con su disciplina y estélica propia.
da lugar es uno de los hechos que maño en re lación con el enlomo les
abren la posibilidad de disfrutar dP. las
mantienen unida a nueslra sociedad. permite cumplir con su función unifi-
experiencias más plenas en cuanto a
El símbolo de esla libertad es el auto- cadora, visual y simbólica, al mismo
los diversos tipos de movimiento.
m6vl1 de propiedad Individual. tiempo que permiten funcionar real-
mente al conjunto.
En las pequeñas alde;¡s de Alemania
la movilidad es la clave para el pla- la gente, los domingos en que hace
neamiento urbano, tanto desde el pun- Pero los problemas de una ciud ad buen tiempo, se ubica en puntos es-
to de vista social corno organizativo. existente son aún más dlflciles de re- tratégicos sobre la autopista para ver
dado que no sólo concierne a las vías solver. Una situación tlpica que se pre- pnsar los automóviles. Esta es una ex-
de comunicación sino al concepto ple- senta es aquélla en la cual se hace periencia muy conmovedora, pues la
no de una comunidad móvil y fragmen- correr una nueva autopisla urbana a gente se siente en c ontac to con la co-
taria. Ya l1ernos explicado la forma y la través de un área cons tiluida siguien- rriente vilal de toda Europa. 110 sólo
estética do una cómunidad de este do la 1/nea de una vieja calle, para lo de Alemania. De modo que en el Plan
tipo en nuestro artículo acerca de cual es necesario demoler las cons- para Berlln tenemos: los coches como
Cluster Clly. En é5te tratamos más es- trucciones que se levantan a uno de espectáculo, mirando hacia abajo, ha-
peclficamenle el problema concrelo los lados de la misma a fin de dar cia las calles; la gente corno espec-
de las comunicaciones rlsicas, de los cabida a l_a autopista. El coslado que taculo. mirando hacia arriba. hacia los
sistemas viales, que están lrnpllcitos
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SMITHSON, AJison y Peter, "Cluster City" y ''Movilidad. Sistemas viales ". En Cuadernos Summa-Nueva Visión, N° 24/25,
Buenos Aires, mayo 1969.
8 Diagramas
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SMITHSON, Alison y Peter, "Cluster City" y "Movilidad. Sistemas viales". En Cuadernos Summa-Nueva Visión, N" 24/25,
Buenos Aires, mayo 1969.
Puntos doctrinales.
71. La mayoría de las c iudades estudiadas presen- 83. La ciudad debe ser estudiada dentro del con-
tan hoy una imagen caótica. Estas ciudades no respon- junto de su región de influencia. El ·simple plan muni-
den, en modo alguno, a su destino. que debiera consis- cipal será reemplazado por un plan regional. El 1·imite
tir en satisfacer las necesidades primordiales, biológicas de la aglomeración será función del radio de su acción
y psicológicas, de su población. económica.
72. Esta situación revela, desde el comienzo de la 84. La ciudad, definida en lo sucesivo como una
era de las máquinas, la superposición incesante de los unidad funcional, deberá crecer armoniosamente en
intereses privados. cada una de sus partes, d isponiendo de los espacios
73. La violencia de los intereses privados provoca y de las vinculaciones en los que pod rán inscribirse,
. una desastrosa ruptura de equilibrio entre el empuje de equilibradamente, las etapas de su desarrollo .
las fuerzas económicas, por una parte, y la debilidad 85. Es de la más imperiosa necesidad que cada
del control administrativo y la impotencia de la solidari- ciudad establezca su programa, promulgando leyes que
dad social, por otra. permitan su real ización.
74. Aunque las ciudades se hallen en estado de 86. El programa debe elaborarse a partir de análisis
permanente transformación, su desarrollo se dirige sin rigurosos hechos por especialistas. Debe prever las eta-
precisión ni control y sin que se tengan en cuenta los pas en el espacio y en el tiempo. Debe unir en una
principios del urbanismo contemporáneo, elaborados en tecunda concordancia los recursos naturales del lugar,
los medios técnicos cualificados. la topografía del conjunto, los datos económicos, las ne-
cesidades sociológicas y los valores espirituales.
75. La ciudad debe garantizar, en los planos espi-
ritual y material, la libertad individual y el beneficio de 87. Para el arquitecto, ocupado aquí en tareas de
la acción colectiva. urbanismo, el instrumento de medida será la escala
humana.
76. La operación de dar dimensiones a todas las
cosas en el dispositivo urbano únicamente puede regirse 88. El núcleo inicial del urbanismo es. una célula
por la escala del hombre. de habitación (una vivienda) y su inserción en un grupo
que forme una unidad de habitación de tamaño eficaz.
77. Las claves del urbanismo se contienen en l~s
89. A partir de esta unidad-vivienda se establece-
cuatro funciones siguientes: habitar, trabajar. recrearse
rá n en el espacio urbano las relaciones entre la habita-
(en las horas libres). circular.
ción, los lugares de trabajo y las instalaciones consa-
78. Los planes determinarán la estructura de cada gradas a las horas libres.
uno de los sectores asignados a las cuatro fun~iones
90. Para resolver esta gran tarea es indispensable
claves y señalarán su emplazamiento respectivo en el
utilizar los recursos de la técnica moderna. Esta, con
conjunto.
el concurso de sus especialidades, respaldará el arte
79. El ciclo de las funciones cotidianas, habitar, tra- de construir con todas las seguridades de la ciencia
bajar y recrearse (recuperación ) ,. será regulado por _el y lo enriquecerá con las invenciones y los recursos de
uroanismo dentro de la más estricta economía del tiem- la época. ·
po. La vivienda será considerada como el centro mismo 91 . La marcha de los acontecimientos se verá in-
de las preocupaciones urbanísticas y como el punto de fluida fundamentalmente por los fac tores políticos. so-
la unión de todas las medidas. ciales y económicos.
80. Las nuevas velocidades mecánicas han trans- 92. Y no es aquí donde intervendrá en última instan-
formado el medio urbano al introducir en él un peligro cia la arquitectura.
permanente, al p rovocar el embotellamiento y la paráli- 93. La escala de los trabajos a emprender urgen-
sis de las comunicaciones y al comprometer la higiene. temente para la ordenación de las ciudades y_, por otra
81. Hay que revisar el principio de la circulación parte, el estado infinitamente fragmentado de la propie-
urbana y suburbana. Hay que efectuar una clasificación dad del suelo, son dos realidades antagónicas.
de las velocidades d isponibles. La reíorma de la zonifi- 94. La peligrosa contradicción observada aqui plan·
cación que armonice las funciones claves de la ciudad tea una de las cuestiones más peligrosas de nuestra
creará entre éstas vínculos naturales para cuyo afianza- época: la urgencia de regular, a través de un medio
miento se preverá una red racional de grandes arterias. legal, la disposición de todo suelo útil para equilibrar
82. El urbanismo es una ciencia de tres dimensio- las necesidades vitales del individuo en plena armonía
nes y no solamente de dos. Con ia intervención del con las necesidades colectivas.
elemenco altura se dará solución a la circulación mo- 95. El interés privado se subordinará al interés co-
derna y al e~parcimiento mediante la ·explotación de los lectivo" ( 1 ) .
e;pacios libres así creados. '
(1) Le Corbusier: Princípios del urbanismo (La Carta de Ale·
nas), Barcelona. Ediciones Anel, 1971 , pp. 113·140. Aqui se ha re-
producido el núcleo de cada conclusión, que en el original esrá
som~mda a una explicación.
73
CARTA DE ATENAS. En La arquitectura del S. XX., Madrid, Alberto Corazón ed., 1974.