Está en la página 1de 12

ESCUELA NORMAL RURAL “GRAL.

MATÍAS RAMOS SANTOS”


SAN MARCOS, LORETO, ZACATECAS

ALUMNOS:
LUIS CARLOS DÍAZ ALMANZA.
FERNANDA RAMÍREZ ROSALES.
JENNIFER ARANTZA RODRÍGUEZ.
JAVIER ALEJANDRO PEDROZA CISNEROS.

EDUCACIÓN INCLUSIVA..
TRABAJO:
ESCRITO FINAL DE LA UNIDAD 1.

MAESTRA:
PATRICIA ÁVALOS ARENAS.

GRADO: V SEMESTRE GRUPO: “E”

20 DE NOVIEMBRE DEL 2021.


El presente trabajo se hizo con la intensión de poder dar a conocer lo que se vio en la
unidad 1 de la asignatura de educación inclusiva, entonces para finalizarla optamos por
realizar un escrito donde plasmamos algo de información sobre los temas vistos en las
sesiones a distancia, los cuales son el reconocimiento de ciertos conceptos como lo
son la igualdad, la inclusión con los alumnos, la diversidad en el aula, barreras,
interculturalidad, al igual que también modelos de inclusión y de exclusión, y por ultimo
las escuelas inclusivas cómo son y cómo se organizarse para ser.

La igualdad es el trato idéntico que un organismo, estado, empresa, asociación, grupo


o individuo le brinda a las personas sin que medie ningún tipo de reparo por la raza,
sexo, clase social u otra circunstancia plausible de diferencia o para hacerlo más
práctico, es la ausencia de cualquier tipo de discriminación.

Entre ella se encuentra la igualdad social que es la característica de


aquellos estados en los que todos sus individuos o ciudadanos sin exclusión, alcanzan
en la práctica la realización de todos los derechos humanos necesarios para alcanzar
una verdadera justicia social. La igualdad social supone el reconocimiento de
la igualdad ante la ley, la igualdad de oportunidades así como la igualdad de
resultados civiles, políticos, económicos y sociales.

Según las Naciones Unidas, la igualdad de género se refiere a “la igualdad de


derechos, responsabilidades y oportunidades de las mujeres y los hombres, y las niñas
y los niños”. Por tanto, el sexo con el que hayamos nacido nunca va a determinar los
derechos, oportunidades y responsabilidades que podamos tener a lo largo de nuestra
vida. La igualdad de género es por tanto un principio jurídico universal, mientras que la
equidad de género introduce además un componente ético para asegurar una igualdad
real que de alguna forma compense la desigualdad histórica que el género femenino
arrastra en cuanto a representación política o mercado laboral, entre otras. La equidad
debe aplicarse en el género tal como se aplica en otros ámbitos, como por ejemplo en
el sistema tributario, donde cada persona paga más o menos en función de lo que
tiene.

La inclusión es un concepto teórico de la pedagogía que hace referencia al modo en


que la escuela debe dar respuesta a la diversidad. Es un término que surge en los años
1990 y pretende sustituir la integración, hasta ese momento el dominante en la
práctica. Su supuesto básico es que hay que modificar el sistema escolar para que
responda a las necesidades de todos los alumnos, en vez de que sean los alumnos
quienes deban adaptarse al sistema, integrándose a él. La opción consciente y
deliberada por la heterogeneidad en la escuela constituye uno de los pilares centrales
del enfoque inclusivo.

Como futuros maestros destinados a educar a las futuras generaciones, debemos ir


adoptando nuestras ideologías y pensamientos parea que vallan guiados por la razón y
por el entendimiento de atender a los niños especiales, con sentido de responsabilidad
social en nuestras actividades diarias dentro de nuestro campo laboral, buscando crear
ambientes de aprendizaje que sean dignos e incluyentes para nuestros alumnos,
buscando resguardar su integridad física y mental.

A todos aquellos alumnos que puedan llegar a tener condiciones y necesidades


diferentes a la de una persona promedio, se les debe de hacer partícipes en todas las
actividades de la comunidad escolar, a fin de integrarlo e incluirlo en la comunidad
escolar, adaptando las actividades a fin de que sean inclusivas, ya que al diseñar y
adecuar nuestra práctica docente a las diferentes condiciones que pueda tener cada
alumno, ya que no todos los alumnos son iguales, todos son diferentes hablando desde
su forma de aprender, de comprender, de hacer las actividades etc.

Así que nuestro deber como docentes es crear las condiciones necesarias para incluir
a todos los alumnos, partiendo de las necesidades especiales de cada alumno,
mediante la actualización de nuestro conocimiento que nos ayuden al mejor diseño de
estrategias, métodos y características sobresalientes, planes y actividades que guíen
nuestra práctica hacia una verdadera inclusión.

La diversidad es una condición inherente al ser humano, esta se sustenta con el


respeto a las diferencias individuales, teniéndolas en cuenta a la hora de aprender.

Por lo tanto, en el proceso educativo encontraremos que los estudiantes puedan


presentar diversidad de ideas, experiencias, y actitudes previas, debido a que cada
persona ante un nuevo contenido tiene unos registros previos diferentes; diversidad de
estilos de aprendizaje, ocasionados por las diferentes maneras de aprender,
refiriéndose a los estilos de pensamiento, a las estrategias de aprendizaje, a las
relaciones de comunicación establecidas y a los procedimientos lingüísticos que mejor
dominen; diversidad de ritmos, cada persona necesita un tiempo para asimilar el
conocimiento, diversidad de intereses, motivaciones y expectativas, etc. (Arnaiz, y Haro
de, 1997).

La atención a la ¨diversidad¨ consiste en atender a todo nuestro alumnado teniendo en


cuenta sus diferencias y sin que ello suponga un impedimento a la hora del proceso
enseñanza – aprendizaje de nuestros alumnos/as.

Se puede entender la diversidad como la variedad de alumnos que existen dentro de


nuestras aulas...

Es de suma importancia atender la diversidad en el aula, ya que esto ofrece a los


alumnos nuevos conocimientos y formas de pensar haciéndolos ver diferentes
realidades y no solo la nuestra. La diversidad enseña a los niños a reconocer y aceptar
las diferencias de los demás y así lograr la empatía con personas que son diferente a
ellos, con esto me refiero a que los niños tengan aceptación ya sea racial, étnica, u
otros, lo importante es enseñar con la diversidad que cada alumno es único e individual
con las debilidades o fortalezas que cada uno tiene.

Existen tipos de diversidades como…

Social:
La pertenencia a una clase social determinada va a tener una gran influencia para sus
miembros, el modelo del déficit cultural aparece ligado a la desventaja social y defiende
que los alumnos en esta situación proceden de familias o de grupos sociales que viven
en situación de discriminación económica o de marginación social; por tanto desde su
nacimiento expuesto a normas, lenguaje, valores y expectativas que determinan
situaciones de desventaja con respecto a sus iguales y falta de estimulación y de
experiencias.

Cultural:
La integración intercultural supone el respeto a la diversidad que implica pertenecer a
una cultura minoritaria y el reconocimiento de los principios de igualdad de derechos y
de deberes de los miembros de distintas culturas que conviven en una sociedad plural,
la práctica es bastante habitual la cual niega los rasgos propios de la cultura minoritaria
para ser absorbida por la mayoritaria; la segregación, caracterizada por exclusión o
aislamiento social de los grupos; y el racismo que implica la negación de toda forma de
contacto o experiencia cultural entre grupos de distintas culturas.

Escolar:

La diversidad educativa es un proceso en el que toda la comunidad educativa tiene que


estar comprometida (profesores, padres, alumnos, autoridades), puesto que no implica
desarrollar procesos de enseñanza, aprendizajes mecanicistas, tener en cuenta
cuestiones sociales, la idiosincrasia de cada grupo e incluso la propia biografía,
circunstancias y características de los alumnos en desventaja dentro del grupo.
Valorando la diferencia de diversidad que no solo se encuentra entre hombres de
diferentes culturas, si no diferencias de ámbito personal, nacional, regional y local.

El BAP tiene como denominación “Barreras para el aprendizaje y la participación” y


hace referencia a todos aquellos factores del contexto social de una persona que
dificultan o limitan el pleno acceso a la educación y a las oportunidades de aprendizaje
de los discentes, es decir al alumnado.

La interculturalidad es el proceso de comunicación e interacción entre personas o


grupos con identidades de culturas específicas diferentes, donde no se permite que las
ideas y acciones de una persona o grupo cultural esté por encima del otro,
favoreciendo en todo momento el diálogo, la concertación y, con ello, la integración y
convivencia enriquecida entre culturas.

Hay que tener en cuenta que la interculturalidad depende de múltiples factores, como
las distintas concepciones de cultura, los obstáculos comunicativos, la carencia de
políticas estatales, las jerarquías sociales y las diferencias económicas. Además de
acuerdo a la perspectiva con la que sea observada puede entenderse de una u otra
forma.
 Modelos de inclusión y exclusión.

La inclusión es un concepto teórico de la pedagogía que hace referencia al modo en


que la escuela debe dar respuesta a la diversidad.

La educación inclusiva se presenta como un derecho de todos los niños, y no sólo de


aquellos calificados como con necesidades, educativas especiales (NEE). Pretende
pensar las diferencias en términos de normalidad (lo normal es que los seres humanos
sean diferentes) y de equidad en el acceso a una educación de calidad para todos. La
educación inclusiva no sólo postula el derecho a ser diferente como algo legítimo, sino
que valora explícitamente la existencia de esa diversidad. Se asume así que cada
persona difiere de otra en una gran variedad de formas y que por eso las diferencias
individuales deben ser vistas como una de las múltiples características de las personas.

Origen: La inclusión se sitúa en el foro internacional de la Unesco que ha marcado


pautas en el campo educativo en el evento celebrado en Jomtien en 1990 en
Tailandia. En la conferencia internacional de 1994 que concluye con la llamada
Declaración de « Salamanca», se produce una amplia adscripción a esta idea entre los
delegados y se pone énfasis la urgencia de impartir la enseñanza a todos los niños,
jóvenes y adultos, con y sin necesidades educativas especiales dentro de un mismo
sistema común de educación.

La educación inclusiva supone un modelo de escuela en el que los profesores, los


alumnos y los padres participan y desarrollan un sentido de comunidad entre todos los
participantes, tengan o no discapacidades o pertenezcan a una cultura, raza o religión
diferente. Se pretende una reconstrucción funcional y organizativa de la escuela
integradora, adaptando la instrucción para proporcionar apoyo a todos los estudiantes.
En este modelo, los profesores ordinarios y los profesores especialistas o de apoyo
trabajan de manera conjunta y coordinada dentro del contexto natural del aula
ordinaria, favoreciendo el sentido de pertenencia a la comunidad y la necesidad de
aceptación, sean cuales fuesen las características de los alumnos.

La escuela inclusiva forma parte de un proceso de inclusión más amplio; supone la


aceptación de todos los alumnos, valorando sus diferencias; exige la transmisión de
nuevos valores en la escuela; implica incrementar la participación activa (social y
académica) de los alumnos y disminuir los procesos de exclusión; supone crear un
contexto de aprendizaje inclusivo desarrollado desde el marco de un currículo común;
exige una profunda reestructuración escolar que debe ser abordada desde una
perspectiva institucional; es un proceso inacabado, en constante desarrollo, no un
estado.

Exclusión: Proceso de separación de las personas o grupos sociales de los ámbitos


sociales propios de la comunidad en la que se vive, que conduce a una pérdida de
autonomía para conseguir los recursos necesarios para vivir, integrarse y participar en
la sociedad de la que forman parte.

Exclusión social es un proceso que afecta a millones de personas en todo el mundo,


tanto en los países en vías de desarrollo como en las prósperas sociedades
occidentales.

La sociedad de la información en la que estamos inmersos está demostrando una triple


diferencia social. Por un lado, la seguridad de los privilegiados con trabajo fijo y pleno
disfrute de sus derechos individuales y sociales. Por otro, la inseguridad de los que
tienen trabajos eventuales y viven en permanente estado de ansiedad y escepticismo y,
por último, el desarraigo del mercado laboral de amplias capas de la población. Todo
ello conduce a la dualización de la sociedad.

Se trata de un fenómeno que no sólo tiene que ver con la pobreza y que en cualquier
momento puede abatirse sobre las personas. Es decir, el sentimiento de vulnerabilidad
de nuestros alumnos no sólo es observable en los sectores estructuralmente pobres,
sino que afecta a la población escolarizada y no escolarizada, aunque de diferentes
formas.

En ocasiones, tiene mucho que ver con la percepción y el sentimiento que muchas
personas experimentan de no ser valoradas ni tenidas en cuenta en la sociedad por lo
que son. Hoy sabemos que, en muchos casos, esa exclusión social se anticipa o se
prepara en procesos de exclusión educativa que, como aquella, tiene múltiples caras:

• Falta de acceso a los sistemas educativos.


• Escolarización segregada en dispositivos especiales.

• Educación de «segunda» para los más desfavorecidos.

• Fracaso escolar.

• Maltrato entre iguales por abuso de poder.

• Desafecto.

Según Vélaz de Medrano (2002), la exclusión es un «proceso de apartamiento de los


ámbitos sociales propios de la comunidad en la que se vive, que conduce a una
pérdida de autonomía para conseguir los recursos necesarios para vivir, integrarse y
participar en la sociedad de la que forma parte».

Castel (2004) ha intentado distinguir, metafóricamente, «zonas» de la vida social. Hay


una zona de integración: se trata en general de personas que tienen un trabajo regular
y soportes de sociabilidad bastantes firmes. Hay una zona de vulnerabilidad: por
ejemplo, el trabajo precario, situaciones relacionales inestables. Y hay una tercera
zona, la zona de exclusión, en la que caen algunos de los vulnerables e incluso de los
integrados.

El concepto de exclusión implica un proceso de separación entre grupos distintos entre


sí y supuestamente homogéneos dentro de sí mismos. Pero esta separación no es tan
simple: la exclusión también incorpora una valoración diferencial entre estos grupos ya
que uno es considerado mejor que el otro y esto conlleva a comportamientos
diferenciales con uno u otro grupo lo que instaura diferencias en el acceso a
oportunidades y beneficios.
 Escuelas inclusivas, cómo son y cómo se organizan para ser.

Las aulas inclusivas parten de la premisa de que todos los niños pertenecen y pueden
aprender en la escuela ordinaria. Esta filosofía postula la diversidad como una fortaleza
dentro del aula, ya que ofrece a todos sus miembros mayores oportunidades de
aprendizaje.

La escuela es una institución que no debe hacer distinciones a la hora de acoger a todo
tipo de alumnos en condiciones de igualdad. Los maestros, por su parte, tienen el
desafío de crear aulas inclusivas donde los estudiantes de todos los orígenes se
sientan representados y bienvenidos. Su objetivo es ofrecer las mismas oportunidades
a todos pero huyendo del uniformismo. La diversidad nunca es un problema.

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, estas son algunas de las características de
la escuela inclusiva:

 Se centra en las necesidades de los alumnos, ofreciendo a todos las mismas


oportunidades educativas, así como las ayudas para su desarrollo.
 Para garantizar la participación de los alumnos, una escuela inclusiva debe
promover ambientes de aprendizaje.
 Combina el trabajo en equipo con el individualizado para adaptarse a las
necesidades de cada estudiante.
 Fomenta la colaboración, la empatía y el respeto.
 Los valores inclusivos se deben desarrollar en toda la comunidad educativa,
no solo en un aula. Por eso es básico la colaboración de las familias.
 Siempre hay que tener en cuenta que la diversidad, lejos de ser percibida
como un problema, es un aspecto enriquecedor para todos, en la que los
niños aprenden unos de otros sin importar sus características. Se educa
teniendo en cuenta la diferencia, dando a conocer la individualidad de cada
uno y destacando las particularidades como algo enriquecedor que beneficia
a todo el grupo.
En definitiva, la idea de la escuela inclusiva combina el derecho a una educación para
todos con el respeto por la diversidad, las diferentes culturas, orientaciones sexuales o
capacidades.

La diversidad, sea del tipo que sea, es un elemento positivo en nuestra sociedad y, por
lo tanto, también en el aula, ya que enriquece la manera en que los alumnos perciben
los problemas sociales y, lo que es más importante, cómo los afrontan y resuelven.

Los docentes deben contar con la capacitación y formación adecuada para conseguir
aulas realmente inclusivas. Por eso, su función va mucho más allá de saber transmitir
conocimientos. También es importante ser flexible, empático y saber conectar con los
demás. Además, es fundamental la observación para saber detectar posibles
problemas. En la práctica, será necesario conjugar estos aspectos con una variedad de
recursos y estrategias para dar respuesta a diferentes necesidades.

En las aulas se pueden implementar distintas estrategias para contribuir al desarrollo


de la inclusión educativa. Algunas de estas podrían ser:

 Explorar las capacidades individuales de los estudiantes más allá del


currículum oficial de la escuela y su aprendizaje, permitiéndoles expresar en
qué pueden ayudar al resto de sus compañeros a mejorar académica y
personalmente.
 La implicación de las familias en el proceso de enseñanza-aprendizaje es
una de las mejores formas de predecir el éxito en la escuela. El educador
debe comprender y conocer una amplia variedad de aspectos culturales que
influyen sobre las familias, como prácticas de crianza, utilidad de los servicios
comunitarios, diferencias lingüísticas, religión, etc. Una buena estrategia es la
entrevista a los padres, madres y a otros miembros de la familia que tienen
una relación directa con el niño en su propio contexto cultural.
 Se puede pedir a cada estudiante que escriba su habilidad oculta o la ayuda
que ofrece para que todos sepamos a quién acudir cuando necesitamos
apoyo en alguna tarea. Esto no solo contribuye a desarrollar las propias
habilidades sino que, además, ayudará a que descubran que tienen
capacidades importantes para mantener y desarrollar la comunidad que
forman.
 Debe desarrollarse un lenguaje compartido entre todos los docentes. Lo
recomendable es diseñar un plan que pueda ser llevado a la práctica por
cada maestro, observando cómo responden los alumnos.
 Utilizar la diferencia como un valor a promocionar y potenciar a la hora de
hacer grupos, para que cada miembro de ese grupo heterogéneo pueda
desarrollar sus propias capacidades y experimentar la posibilidad de ayudar
a sus compañeros a desarrollarse académica y personalmente.
 Invitar al centro a personal externo como familiares, voluntariado y
asociaciones, para que participen en el desarrollo de las clases. Esto va a
permitir un mayor encuentro entre la sociedad y el centro educativo,
contribuyendo así al desarrollo de actitudes de cooperación y transformación
más allá del aula.

Además, la irrupción de las nuevas tecnologías permite aprovechar el potencial para


desarrollar nuevos modelos de aprendizaje que contribuyan directamente a crear aulas
que favorezcan la inclusión educativa.

El rol del docente juega un papel esencial en la inclusión y, por ello, es de vital
importancia contar con la formación y especialización necesarias que permitan este
cambio educativo, como es el caso del Máster en Educación Inclusiva e Intercultural de
UNIR.

Para poder realizar con éxito una buena intervención educativa, los educadores deben
poseer una formación adecuada que permita conocer y aplicar estrategias de inclusión
y diversidad. La educación inclusiva implica una visión diferente de la educación común
basada en la valoración de la heterogeneidad.

Además de la capacitación teórica, se adquirirán las habilidades necesarias para


manejar las situaciones de discriminación o acoso que pueden aparecer en el aula.
Discriminaciones relacionadas con la raza, el origen étnico, la orientación sexual, el
nivel socioeconómico, la religión u otras ideologías diferentes a las de la mayoría. Por
eso, se debe tratar de conseguir ver a la escuela como una institución educativa
responsable de la formación y del aprendizaje, en la cual se producen intercambios que
favorecen el conocimiento, el desarrollo de competencias cognitivas, de afectividad con
los demás, comunicativas y en la que, en definitiva, se construye la identidad de las
personas.

También podría gustarte