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LA ESCUELA COMO

REFERENTE SOCIAL Y
CULTURAL DE LA SOCIEDAD.

La escuela es un espacio de cruces de culturas. Es una institución y un


contexto donde se relacionan dialécticamente la cultura humana y nacional,
bajo las culturas especificas de la escuela, familia y comunidad de todos los
sujetos que interactúan en la misma, a partir de su aprobación
individual. La escuela y su cultura tiene una relación con la cultura de la
comunidad, al intercambiar con diversas culturas de sus miembros por
ejemplo la de sus estudiantes, docentes y otros trabajadores con los que
comparten el espacio social concebido como espacio socio cultural. Este
designa el lugar que, en un modelo interpretativo de la realidad social,
ocupan los sujetos y/o grupos, a partir de los papeles que representan y
desempeñan.
La escuela debe incorporar una visión intercultural a su práctica para lograr
una influencia adecuada en la construcción de las identidades nacionales
local y personal. 
Mencionando al maestro Pietro Figueroa, quien manifestó que “la escuela
no pueden ser reflejo de la sociedad que tenemos, la escuela debe ser reflejo
de la sociedad que queremos”. Es decir, las instituciones, sus docentes son
estado, así lo establece el artículo 102 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela que establece: “La educación es un derecho
humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y
obligatoria. … El Estado, con la participación de las familias y la sociedad,
promoverá el proceso de educación ciudadana, de acuerdo con los
principios contenidos en esta Constitución y en la ley. Por lo tanto, la
escuela y el estado debe asumir junto a las familias y la sociedad este deber.
Es más, si la sociedad y las familias no cumplen con el deber de
la educación a sus niños, niñas y adolescentes, es la escuela y sus docentes
quienes deberán hacer que esto se cumpla. 
Por esta razón, las escuelas deben ser referentes de esta formación, los
docentes no deben tener indiferencia ni indolencia ante las situaciones de
los estudiantes y sus familias, sino al contrario deben hacer la diferencia
para que estos jóvenes y niños, encuentren en la escuela un espacio de paz,
de referencia social y cultural.

Debemos crear desde nuestras escuelas e instituciones:

 La ciudadanía. Valoración.
 Cultura de convivencia.
 Solidaridad, bien común y compromiso.
 Respeto a la vida y al ambiente.
 Amor, estima y así mismos y a los demás.
 Disfrute por la vida y por el aprendizaje.
 Respeto al trabajo colectivo. Al ejercicio de una comunicación permanente.
 Una escuela como referente social y político de democracia participativa y
protagónica y de construcción colectiva.
Con todo lo expuesto podemos decir que las escuelas emanan a la sociedad
alternativas de convivencia en familia y en comunidad. Es así que es
necesario promover estrategias que proporcionen vivencias para crear las
condiciones de aprendizaje desde el aprenden a prender, haciendo y
conviviendo.
La escuela debe ser un lugar agradable y tranquilo, donde las y los
estudiantes se sientan cómodos y queridos, donde aprendan valores para la
vida. Debe tener la corresponsabilidad ética, política y moral  de construirse
en escenario de formación y socialización en el que circulan múltiples
sentidos, se producen variados aprendizajes, se abre la opción a la negación
de la diferencia y se funda la convivencia como una expresión de
autonomía, de libertad y de dignidad humana.

Una educación de calidad es necesaria para todos los cuidadanos y por ende
para toda la sociedad.  Sus carencias lleva a todas las personas y a las
sociedades al fracaso. Asimismo una educación de calidad, es fundamental
para el desarrollo de la Nación Venezolana, con todas sus potencialidades,
para superar las barreras de la pobreza, tanto económica como cultural y
social. Por lo tanto eliminando a exclusión y logrando un trabajo productivo
unido en condiciones dignas podremos aportar posibles soluciones para
mejorar nuestra forma de convivir.

El estudiante como ser biopsicosocial desde


la universalidad y la diversidad
Inclusión y equidad –
#ModeloEducativo
La escuela debe ser un espacio incluyente donde se
valore la diversidad en una sociedad más justa y
democrática

Inclusión y equidad – #ModeloEducativo2016

Autor
Secretaría de Educación Pública
Fecha de publicación
08 de septiembre de 2016

La escuela es parte de un sistema institucional que debe garantizar la


igualdad de oportunidades. Por lo tanto, deber ser un espacio
incluyente, en el que se practique la tolerancia y no se discrimine por
origen étnico, género, discapacidad, religión, orientación sexual o
cualquier otro motivo.

En materia de inclusión es necesario crear las condiciones para


garantizar las distintas capacidades, ritmos y estilos de aprendizaje de
los alumnos. En materia de equidad se deben destinar mayores
recursos educativos a la población en condiciones de vulnerabilidad o
desventaja.

Esto es fundamental para que la solución a las diferentes necesidades


contribuyan a eliminar las barreras que limitan el acceso a la educación,
el aprendizaje y la participación social.

El modelo educativo propone mejorar la operación escolar mediante la


consolidación de sistemas de atención técnica para detectar y atender en
forma oportuna a los alumnos en riesgo de no obtener los logros de
aprendizaje esperado mediante varios indicadores como: la lectura,
escritura, cálculo mental, clima escolar y ausentismo.

Las escuelas indígenas, las multigrado y aquellas que atienden a


estudiantes con mayores carencias socioeconómicas requieren ser
consideradas como prioritarias.
Conoce más sobre el modelo Educativo
en: www.gob.mx/modeloeducativo2016
Contesta nuestra encuesta de satisfacción. 

INCLUSIÓN
La Inclusión Educativa es un proceso orientado a garantizar el
derecho a una educación de calidad a todos los y las estudiantes en
igualdad de condiciones, prestando especial atención a quienes
están en situación de mayor exclusión.

La Inclusión Educativa es un proceso orientado a garantizar el derecho a una


educación de calidad a todos los y las estudiantes en igualdad de condiciones,
prestando especial atención a quienes están en situación de mayor exclusión o en
riesgo de ser marginados/as. El desarrollo de escuelas inclusivas, que acojan a
todos los y las estudiantes, sin ningún tipo de discriminación, y favorezcan su
plena participación, desarrollo y aprendizaje, es una poderosa herramienta para
mejorar la calidad de la educación y avanzar hacia sociedades más justas,
equitativas y cohesionadas.

Lograr la igualdad educativa y superar todo tipo de discriminación en educación es


una de las prioridades de la cooperación de la OEI, siguiendo los Objetivos del
Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Así, se apunta a avanzar en la atención
educativa a la diversidad del alumnado y a los colectivos con mayor riesgo de
exclusión; niños y niñas migrantes, de pueblos originarios y afrodescendientes,
con necesidades educativas especiales, mujeres y aquellos/as que viven en
contextos de pobreza.  Las principales líneas de acción para avanzar hacia esta
meta son:

 Fortalecer políticas y programas que promuevan la equidad, la inclusión y la


capacidad de las escuelas para avanzar en una educación inclusiva
 Fortalecer las competencias de diferentes actores en relación con la equidad, la
inclusión y la atención a la diversidad
 Fomentar el desarrollo de programas que contribuyan al acceso a las TICs de
estudiantes en situación de mayor exclusión
 Fomentar la creación de redes de escuelas para favorecer el intercambio e
identificar y difundir buenas prácticas de inclusión.
Conceptualización y Política de la Integración Social de las Personas con
n.e.


1. RETROSPECTIVA DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL

Al abordar la evolución de la Integración Social, de las personas con necesidades especiales es necesario
partir de las actitudes que han prevalecido a lo largo de la historia.

Históricamente a mediado del siglo XIX, en Venezuela al igual que en otros países la tendencia de la
sociedad hacia las personas con necesidades especiales fue de caridad y de protección, segregándolas
de la familia y de la comunidad, impidiéndoles su desarrollo personal-social como ser humano.

Al comienzo del siglo XX se evidencia alguna preocupación por las personas con necesidades especiales, bien
por motivos filantrópicos o voluntarios, promovidos por los padres y amigos de estas personas; se piensa en
esa época que pueden mejorar y compensar sus limitaciones. Sin embargo, el modelo asistencial que se
perfilaba en ese momento los mantenían segregados por cuanto se le consideraba portador de un defecto
que debía corregirse y no como una persona diferente a la que por ley natural debía promovérsele el
desarrollo de sus potencialidades, y el derecho a su integración social como cualquier ciudadano, en todo los
ámbitos; familia, escuela y comunidad. Cabe señalar que la participación estatal era muy restringida, por lo
que las instituciones que se creaban provenían de la iniciativa privada.

En Venezuela al igual que en otros países en el siglo XX se han producido avances en cuanto a la integración
social de las personas con necesidades especiales, y sobre todo la respuesta de la sociedad hacia ellos. Entre
los factores que han influenciado se destacan, el progreso de las ciencias médicas, pedagógicas y sociales y
una mayor concientización de la sociedad ante las personas con necesidades especiales considerando sus
posibilidades y limitaciones.

Posteriormente, con la aparición del modelo psicológico se enfatizó el uso del Test como principal
instrumento de diagnóstico considerándose la evaluación de la inteligencia en términos de un coeficiente
intelectual (C.I.), lo que conllevó a la categorización de los niños en niveles de desarrollo intelectual,
utilizándose este parámetro para la ubicación del niño.

En el año 1936, con motivo de la celebración del primer congreso de educadores en Venezuela se elabora la
tabla de los derechos del niño venezolano, lo cual dio inicio a un cambio en la concepción del niño con
necesidades especiales.

Otro acontecimiento importante y que asumieron todos los países incluyendo a Venezuela fue la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (1948), el cual es considerado como el primer documento promulgado
por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde se consagran dos grupos de derechos: civiles y
políticos, por una parte y económicos y sociales por otra. Para esta misma época, se establecen los
compromisos de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Estas declaraciones aportan a todos los países una base legal para la integración de las personas con
necesidades especiales a la educación; familia, salud, trabajo, recreación y cultura. De esta forma se
preparaba el terreno para el desarrollo de iniciativas en todos los países.

Estos hechos y las presiones ejercidas por las asociaciones de padres que solicitaban el derecho de los hijos
con necesidades especiales a ser considerados como personas, ofrecían una alternativa más justa "la
integración social de las personas con necesidades especiales, para elevarlos en el papel que les
correspondía, como miembros de una sociedad" (García, 1989), es decir, una persona activa en la sociedad
con la oportunidad de ejercer sus derechos y cumplir con sus obligaciones.

A nivel mundial, en 1971, comienza un movimiento por la Integración sustentado en la Normalización como
principio rector. La concepción teórica que la fundamentaba significaba "poner al alcance de todas las
personas con necesidades especiales, unos modos de vida diaria lo más parecido posible a las formas y
condiciones de vida del resto de la sociedad" (Nirye, 1989). Sin embargo, dado que el mismo concepto
llevaba implícito como referente el concepto de normalidad, que estaba sujeto a un criterio de tipo
estadístico, se generaron controversias y prácticas inadecuadas en todos los países dando lugar a diferentes
descripciones e interpretaciones erróneas. En este sentido , la integración se entendió solo en el contexto
escolar.

La Normalización dio paso a la integración considerándose como el proceso de incorporación física y social
de las personas que estaban segregadas y aisladas. Esto trajo polémicas, por cuanto existía la tendencia
generalizada a que las personas con necesidades especiales se incorporaran a las escuelas sin respetar sus
diferencias.

En Venezuela en el año 1976 se elaboró el documento de la Conceptualización y Política de Educación


Especial, en donde se sustentan las bases que regirían la integración social de las personas con necesidades
especiales, ubicada en un contexto social, enfatizando sus posibilidades y el desarrollo de sus
potencialidades para la integración plena en su medio familiar, escolar, laboral y social.

De esta forma la integración se centró en aquellos aspectos inherentes a este principio "todas las
condiciones de vida de la persona, tanto en el hogar como en la escuela y la comunidad, debe ser
contemplada como un derecho exigible por todos los ciudadanos, en la medida que supone condiciones más
favorables para el desarrollo y también por razones de justicia social" (Briceño, 1981). Se preconizaba así los
derechos sociales expuestos en la Constitución Nacional de la República de Venezuela y en la declaración de
los Derechos Humanos.

Enmarcados en estos postulados se establecen por primera vez las políticas de acción para la Normalización
y la Integración en los diferentes ámbitos: familia, escuela y comunidad. De esta forma se plantea el modelo
psicopedagógico, dirigido a la formación de un individuo con una personalidad autónoma y socialmente
integrado.

Prosiguiendo con la evolución histórica de la integración social, para el año 1978, se crean los primeros
equipos de integración, los cuales tenían como propósito fundamental brindar asistencia psicoeducativa a
los niños con necesidades especiales que no requerían ni debían ser segregados de la escuela regular; dichos
niños constituían la mayoría de los alumnos que presentaban problemas en su proceso de aprendizaje. Estos
servicios tenían como otra de sus funciones coordinar acciones con los distintos recursos institucionales de la
comunidad, con los sectores de salud, cultura y recreación a fin de facilitar la integración social de las
personas con necesidades especiales (Ministerio de Educación, Dirección de Educación Especial,
Anteproyecto de Equipos de Integración, 1978).

Al efectuar un análisis de la praxis de estos servicios se visualiza también un intento por promover la
integración de estos educandos a los ámbitos educativo y social.

En Venezuela la década de los 80 marcó un hito histórico en la integración social de las personas con
necesidades especiales, esto a consecuencia de la promulgación de la Ley Orgánica de Educación, donde se
establece que la Educación Especial es una modalidad del Sistema Educativo. Este suceso abre un camino
para la concreción de una política de integración social para las personas con necesidades especiales, por
cuanto se le garantizaba el ejercicio de sus derechos y el respeto por sus diferencias individuales.

Importantes revisiones, en el orden conceptual se realizaron en esta década. En primer lugar el principio de
Normalización fue objeto de revisión en todos los países produciéndose un enriquecimiento de sus
contenidos y una aplicación, no sólo en el campo educativo, sino también en las áreas de salud y trabajo:
"todas las condiciones de vida de las personas con necesidades especiales tanto en la familia, la escuela y la
comunidad, deben garantizarse con la concertación de todos los sectores de la vida nacional" (Briceño,
1981).

Podría decirse sin lugar a dudas que éste fue un año pródigo en materia de integración, se establecía como
precepto que todas las personas con necesidades especiales tenían los mismos derechos humanos que los
demás miembros de la sociedad, y por lo tanto, debía establecerse una política integral para satisfacer las
necesidades de estas personas en su entorno familiar, escolar, laboral y social.

En cuanto al entorno familiar se consideraba de vital importancia la interacción entre padres e hijos y el
papel del hogar como elemento básico para el desarrollo integral del niño joven y adolescente. De esta
forma cobraron auge las escuelas de padres, para abordar con propiedad la participación de la familia en el
proceso educativo de las personas con necesidades especiales y por ende en su integración social (González,
1980).

En lo que se refiere al ámbito escolar se fueron incrementando los equipos de integración a nivel nacional
con la finalidad de promover la integración escolar de los niños con necesidades especiales.

En cuanto al ámbito socio-laboral se hicieron intentos de coordinación con el Instituto Nacional de


Cooperación Educativa (INCE), para la capacitación e inserción sociolaboral de los jóvenes y adultos con
necesidades especiales.

En el año 1981 se declaró el Año Internacional del Impedido, de allí que las Naciones Unidas estableció como
lema "Participación e Igualdad plena". Esta fue un año pródigo en todo el mundo. En Venezuela, se
realizaron a nivel nacional seminarios, foros y otros eventos cuya temática versó sobre la discusión de la
problemática enfrentada por las personas con necesidades especiales para su incorporación activa a la vida
social.

Así mismo, se procedió a analizar la legislación venezolana, con la finalidad de garantizar el cumplimiento
del mandato constitucional que asegura la igualdad de todos los venezolanos, para el ejercicio de sus
derechos, mediante instrumentos legales de protección social, que contemplen aspectos no previstos en las
leyes. De allí que se elaboró el primer anteproyecto de la Ley de Protección del Impedido que fue
presentado al Ejecutivo Nacional.. En su preparación, participaron técnicos y profesionales de diversas
disciplinas así como las propias personas con necesidades especiales.

Paralelamente se realizó una extensa programación en todo el país con la finalidad de promover actividades
con participación de las personas con necesidades especiales como medio de integración social.

Para este año la Dirección de Educación Especial y la Fundación para el Desarrollo de la Educación Especial
iniciaron acciones con el sector de transporte y comunicaciones, Ministerio de Desarrollo Urbano, Instituto
Nacional de Parques, con la finalidad de acondicionar las instalaciones de los diversos servicios, que estaban
bajo su dependencia, ejecutándose las primeras acciones del "Proyecto de Ciudad sin barreras en
Venezuela".

Por otra parte la Asociación Internacional de Rehabilitación presentó un documento como aporte al Año
Internacional denominado Carta para la Década de los 80, en el cual se propone a todos los gobiernos el
afianzamiento de las políticas de rehabilitación, y continuidad del programa de prevención y atención
integral dentro del marco del desarrollo socioeconómico del país (ONU, 1980).

Sin embargo, la falta de coordinación entre los sectores y la no continuidad de las programaciones
establecidas, constituyó una limitante para la consolidación de una política de Integración Social.

A fines de 1981 y, en aras de promover la integración de las personas con necesidades especiales, la
Dirección de Educación Especial a través del Programa de Integración Social realizó una evaluación a los
equipos de integración, con el fin de mejorar la calidad del proceso y lograr una coherencia entre la
fundamentación teórica y la práctica de dichos servicios. En líneas generales los resultados derivados de
esta evaluación indicaron que la acción de éstos servicios se centraba solo en el contexto escolar, esto a
consecuencia de la demanda de alumnos con dificultades de aprendizaje a los cuales debía de atendérseles.

Al respecto una situación confrontada por los equipos de integración fue la carencia de un trabajo
cooperativo entre los maestros especialistas y los docentes regulares, falta de compromiso de los Directivos
de las Escuelas Regulares; poca articulación entre los planteles y servicios de la Modalidad de Educación
Especial y la creencia de que el Equipo de Integración era el único responsable de la integración de éstas
personas, lo cual conllevó a un bajo alcance de la Integración escolar para ésta población.

La situación antes expuesta, derivó la necesidad de elaborar lineamientos para la operatividad de los
equipos. Es entonces para el año 1984 cuando se plantean dos vertientes; Prevención del fracaso escolar y la
Integración Social de las personas con necesidades especiales atendidas en los planteles y servicios de la
Modalidad de Educación Especial. En esa oportunidad se reiteraba la atención a la población con dificultades
de aprendizaje, enfatizándose de esta forma la vertiente de la prevención del fracaso escolar. Esta situación
llevó a que los Equipos de Integración en su mayoría funcionaran más como Unidades Psico-Educativas (UPE),
que como Equipo de Integración. Con respecto a la integración escolar de un alumno con necesidades
especiales se hacía en forma personalizada.
Para 1986, se consideró pertinente realizar una consulta y análisis con los equipos de integración social y los
planteles y servicios de la modalidad de Educación Especial acerca de la conceptualización y la praxis de la
integración social, con la intención de proporcionar una coherencia teórica y unificar criterios en cuanto a
las líneas a seguir para la implementación de este principio.

En dicha consulta se analizó una vez más a los equipos de integración evidenciándose la necesidad de
actualizar a los Profesionales en lo referente a la conceptualización de la integración, y los enfoques
teóricos que la sustentan.

Para el año 1987, a fin de analizar la práctica de la integración social de las personas con necesidades
especiales, en Venezuela y en el ámbito latinoamericano se realizó con los auspicios de la UNESCO el
"Primer seminario para la integración de las personas con necesidades especiales".

Los resultados arrojados en éste seminario apuntaban a la necesidad de afrontar la integración escolar como
una política de carácter nacional, así mismo se percibió la necesidad de trabajar en forma cooperativa con
el personal de los planteles y servicios de educación especial a los fines de unificar criterios en cuanto a la
integración de la población con necesidades especiales en las diferentes áreas de atención. Por otra parte,
se apreció la necesidad de incorporar en forma activa a supervisores, como una vía para propiciar la
excelencia del trabajo en las escuelas básicas.

Para el año 1988, se hizo un intento para promover acciones coordinadas con los niveles de Preescolar y
Básica en las instancias zonales para la integración escolar de las personas con necesidades especiales. Si
bien es cierto que algunas zonas realizaron propuestas concretas entre los entes de Educación, Salud,
Trabajo y Familia, estas no cristalizaron en toda su plenitud, por cuanto, no respondían a líneas de acción
articuladas entre los niveles y modalidades del sistema educativo y otros sectores del ámbito nacional.

Hasta 1990, la integración social de las personas con necesidades especiales, se plantea predominantemente
en el contexto escolar. Vale destacar que aun cuando se han dado variadas experiencias de integración de
niños, jóvenes y adultos con deficiencias visuales, auditivas y motoras y de integración sociolaboral, estas
han sido direccionadas solo desde la modalidad de Educación Especial y no como parte integral del Sector
Educativo, y de los otros sectores de la vida nacional.{mospagebreak}

2. SITUACIóN ACTUAL DE LA INTEGRACIóN SOCIAL

Al efectuar un análisis de la práctica que ha caracterizado la integración social de las personas con
necesidades especiales se observa un sesgo al considerársele desde una perspectiva escolar, abordándose
poco la integración familiar y laboral.

En cuanto a la integración familiar se percibe que los planteles y servicios han programado talleres, jornadas
y encuentros para promover la participación de los padres en el proceso educativo de los niños y jóvenes con
necesidades especiales. Sin embargo dichas actividades tienen un carácter mas informativo, que de
verdadera participación activa de los padres en todo el proceso y en la toma de decisiones relativas a los
hijos.

Es oportuno señalar que como estrategia de participación de los padres, se impulsaron los encuentros
estatales de padres en cada Zona Educativa, en los cuales la asistencia ha sido masiva, sin embargo en la
mayoría de dichas entidades, el contenido de las programaciones respondían muy poco a las necesidades de
estos.

En cuanto a la práctica de la integración escolar, se evidencia la carencia de acciones coordinadas y


articuladas con los niveles y otras modalidades del sistema educativo, que respondan a una política de
integración social desde el ente Ministerial, situación que ha originado un bajo compromiso de la Escuela
Básica para asumir la integración.

Si bien es cierto que los equipos de integración han realizado acciones para la integración familiar y
comunitaria, estas no responden a un lineamiento de política articulada entre el Ministerio de Educación y
los otros sectores de la vida Nacional. Otra de las debilidades encontradas en esta época, es la
desvinculación de los equipos de integración con los planteles y servicios de Educación Especial.

Otras de las situaciones confrontadas por los equipos de integración, ha sido la necesidad de actualización
permanente de sus profesionales en materia de políticas de atención integral de la población con
necesidades especiales, programas de bienestar social, etc.

Por otra parte, se ha evidenciado que la mayoría de los equipos han planificado y ejecutado proyectos de
integración social, que de contar con el apoyo de una política intersectorial hubiese tenido una mayor
trascendencia en beneficio de la población con necesidades educativas especiales.

En relación a la integración laboral se aprecia que aún cuando en la fundamentación teórica del modelo de
atención de las personas con necesidades especiales en cuanto a Educación y Trabajo, se concibe el trabajo
en íntima relación con la Educación y una significación social, en la práctica se centra en el desarrollo de
habilidades y destrezas de los jóvenes y adultos en un oficio a fin de incorporarlos al campo laboral,
valorizándose de esta forma el sentido socioeconómico y no el desarrollo integral de la persona, donde la
Educación y el Trabajo son dos procesos inclusivos que se dan desde tempranas hasta la adultez. Esto trae
como consecuencia que de acuerdo al compromiso cognitivo de la persona se decide su capacidad
productiva para insertarse en el campo laboral. Esto por supuesto, dificulta sus posibilidades de integración
socio-laboral, permaneciendo en la mayoría de los casos por largo tiempo en la institución.(Documento
Reorientación Político Conceptual de Educación y Trabajo (1997))

En este orden de ideas las acciones desarrolladas para la integración laboral, han sido en su mayoría por
iniciativa de los talleres de educación laboral y no articuladas interinstitucional y sectorialmente.

En el año 1992, a solicitud de la Oficina de Desarrollo Social de las Naciones Unidas y el Departamento de
Cooperación Técnica para el Desarrollo de las Naciones Unidas, la Dirección de Educación Especial y la
Fundación para el Desarrollo de la Educación Especial elaboraron las Normas Uniformes sobre la Igualdad de
Oportunidades para los Impedidos en Venezuela. El objetivo de ésta propuesta era él de contribuir a la
creación de un cuerpo coherente de disposiciones generales a fin de garantizar el derecho de las personas
con necesidades especiales a la educación, salud, trabajo, deporte, recreación, cultura, accesibilidad y
seguridad social.

Hecho importante para esta época en Venezuela es la publicación de la Ley para la Integración de Personas
Incapacitadas en Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 4.623 de fecha 03-09-93.

De acuerdo a lo establecido en el título V de la Ley sobre "Disposiciones Transitorias" , se conforma el


Consejo Superior de Integración el 08-06-95, integrado por un representante de los Sectores de Salud,
Trabajo, Educación, Familia, Organizaciones no Gubernamentales, CTV, FEDECÁMARAS, y un representante
de la Universidad Central de Venezuela.

Le corresponde a éste consejo, la divulgación, información y sensibilización a la comunidad a fin de


promover una disposición al cambio hacia las personas con necesidades especiales. Al respecto una
debilidad, de este consejo ha sido la no consolidación de la articulación intersectorial. Por otra parte no se
han desarrollados proyectos específicos en materia de integración socio-laboral.

Cabe destacar las implicaciones de esta la Ley, por una parte su fundamentación teórica está basada en una
concepción de la persona impedida que data de tiempos antiguos, no reflejando la visión actual de éstas
personas, que son consideradas como ciudadanos con derecho a disfrutar de los beneficios que otorga la
legislación en materia de familia, escuela, trabajo, salud, recreación, cultura, entre otros. En dicha Ley
"para cada derecho que se pretende alcanzar (social, educativo, seguridad social, trabajo), se establece una
condición que niega el espíritu y razón de la norma, o sea, la anula..." (Nunes 1996).

Para 1994, la política y línea estratégica de la Dirección de Educación Especial se enmarca en la integración
social de las personas con necesidades especiales, en una dimensión intersectorial, donde el eje direccional
e integrador esta dado por el sector educativo de acuerdo a lo establecido en la Constitución Nacional de la
República, en la Ley Orgánica de Educación, y en las declaraciones internacionales de organismos tales
como U.N.E.S.C.O y O.N.U. en el marco de la intersectorialidad dirigida a la participación y articulación de
instancias, organismos, sectores y sociedad civil que posibilitan la puesta en marcha de proyectos,
convenios, para la integración escolar y socio-laboral de los niños, jóvenes y adultos con necesidades
especiales (Báez B. 1994).

En lo que se refiere a la integración escolar de las personas con necesidades especiales en los diferentes
niveles y modalidades del sistema educativo, la educación especial da apoyo al alumno integrado y a los
docentes que actúan en dicho proceso a través de estrategias de integración, organización escolar,
adaptación curricular, equipos y materiales, metodologías y recursos didácticos a través de una acción
cooperativa entre los profesionales especialistas de la modalidad adscritos a la escuela regular. (Documento
integración escolar, líneas estratégicas de políticas Educativas de la Modalidad de Educación Especial 1996).

Ahora bien, considerando que la integración escolar de las personas con necesidades especiales es un
proceso continuo sistemático y progresivo, que implica el desarrollo de acciones que garanticen el cambio
actitudinal de los administradores de la Educación, la Dirección de Educación Especial a los fines de
establecer las normas para la integración escolar de las personas con necesidades especiales elaboró la
resolución 2005 de fecha 02-12-96, a los fines de garantizar el proceso de integración en términos del
derecho de la persona y del deber de las instancias responsables de dicho proceso, lo que a su vez
fortalecerá la articulación y administración de una política educativa integral entre los niveles y
modalidades del sistema educativo.

Otras de las políticas establecidas para este mismo año, .Es la resolución Nº1762 del 09-10-96, donde se
establecen las normas para el ingreso y permanencia de los alumnos en los Planteles Oficiales y Privados de
los niveles de Preescolar, Básica, Media Diversificada y Profesional. Consecuentemente se plantea la
reorientación del Programa de Integración. Este se define como un programa de apoyo de la Dirección de
Educación Especial como instancia nacional que tiene la competencia de diseñar las políticas relacionadas
con la Integración Social de las personas con necesidades especiales, supervisar y velar por el cumplimiento
de la Política de Integración Social así como también efectuar seguimiento a los acuerdos y convenios que se
realicen en función de la integración social de las personas con necesidades especiales entre otras.
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    3. VISIóN PROSPECTIVA DE LA INTEGRACIóN SOCIAL

    3.1. Personas con Necesidades Especiales

Al conceptualizar la integración social como un proceso que se inicia a edades tempranas y que continúa a lo
largo de la vida, el individuo con necesidades especiales como centro de dicho proceso, es concebido como
una persona, un ente único, en permanente desarrollo, único en sus características y necesidades.

Las personas con necesidades especiales son aquellas cuyas características físicas, intelectuales y sensoriales
requieren, de planes y programas complementarios o sustitutivos, transitorios y/o y permanentes para
favorecer su integración.

Estas personas como cualquier ser humano, son capaces de autodesarrollarse, de interactuar, en todas las
instancias que configuran la vida: familia, escuela y comunidad.

Estas potencialidades que tiene toda persona, son susceptibles de evolucionar, cuando es respetado como
tal, cuando se le brinda la oportunidad de desarrollar sus capacidades, y de interactuar armónicamente en
el medio donde se desenvuelve respetando su diferencia. Este hecho diferencial en los individuos
proporciona un fundamento "El derecho a ser diferente, a ser reconocido, respetando las peculiaridades de
su propia identidad".

La persona con necesidades especiales al igual que otras , tiene el derecho de pertenecer a una familia,
equilibrada y estimulante, donde el afecto, el reconocimiento, valoración de las capacidades y el respecto a
su individualidad contribuyan al desarrollo armónico de la personalidad; como individuo y miembro de un
colectivo tiene derecho a la educación en igualdad de condiciones como los demás ciudadanos. Es preciso
señalar que esta igualdad no significa en ningún caso reclamar la uniformidad, sino que supone educar en el
respeto por las diferencias individuales de cada persona.

En este sentido, se atienden las necesidades educativas especiales de estos educandos a través de
adaptaciones curriculares en cuanto a estrategias, metodologías, equipos, etc. y personal de apoyo
especializado.

De esta forma la persona con necesidades especiales tiene derecho a recibir una educación en todo el
continuo de su vida de acuerdo a las características propias del desarrollo.

El niño en la edad preescolar establece vínculos interpersonales, se relaciona con los otros, particularmente
con la madre y con los pares, adquiriendo conciencia de su propia persona y aprendiendo a verse como parte
de un grupo con el cual interactúa. Así mismo, tiene conciencia de sus propias necesidades, existe un deseo
de saber explorar, descubrir sobre todo si se les presentan los objetos adecuadamente, por lo tanto
necesitan estímulos significantes para mantener un equilibrio frente a la necesidad sentida. El niño necesita
un punto de referencia, el mundo perceptivo.
Ahora bien, en el caso de niños que presentan necesidades especiales de orden sensorial, físicas e
intelectuales, las experiencias de estos primeros años requieren de un medio ambiente, con mayor
diversidad y riqueza con estímulos visuales, sonoros, táctiles, olfativos, gustativos necesarios para el
desarrollo cognoscitivo, socioemocional, motor y del lenguaje.

Se destaca aquí la importancia del núcleo familiar, por cuanto esta es la base desde la cual el niño comienza
el desarrollo de su vida psíquica y social; la comprensión, la aceptación y el amor son factores decisivos para
la formación de su personalidad y posterior desarrollo como individuo. Ante esta responsabilidad cabe a la
familia la tarea de proporcionar al niño todos los medios necesarios para que incremente en mayor grado
posible todas su capacidades y posibilidades.

En esta edad, una buena valoración de si mismo por parte de los demás y los refuerzos sociales
gratificantes, contribuyen a elevar el nivel de autoestima.

Por lo tanto es imprescindible en los primeros 5 años, y sobre todo en esta población tener en cuenta que
esta requerirá siempre de refuerzos afectivos y sociales de reconocimiento y valoración objetiva de sus
propias capacidades, éxitos y fracasos, para consolidar su personalidad.

En la edad escolar el niño, esta tratando de afirmarse como persona y esta lucha constante entre sus
experiencias, emociones, inseguridad e impulsos le produce cambios de carácter y humor. A esta actuación
hay que agregar el ingreso a la escuela; nuevos compañeros, experiencias diferentes que habrá de asimilar
en medio de una creciente exigencia intelectual, asumiendo nuevos roles, y una mayor disciplina. Así
mismo, comienza a integrarse en pequeños grupos compartiendo elementos entre ellos, y a menudo se
juegan posiciones individuales y de supremacía y ninguno quiere perder. Esta etapa va pasando y el niño se
ira adaptando, comprendiendo, sociabilizandose e integrándose paulatinamente hasta completar este
periodo tan decisivo de su vida.

Ahora bien, cuando los niños presentan necesidades especiales sensoriales, dificultades de aprendizaje,
impedimentos físicos, retardo mental, autismo y talento estos pueden interferir en su adaptación escolar y
social. Por ello es sumamente importante comprender la tarea fundamental que deben asumir la familia y
los maestros. Los padres más allá de la natural e instintiva preocupación e interés, deben proveerse de los
conocimientos esenciales para poder acompañar a su hijo a través de sus experiencias con amor e
inteligencia y una clara conciencia de la importancia que tiene, el crear un clima de aceptación, motivación
y creencia en las posibilidades y capacidades del niño.

El docente debe establecer una comunicación, intercambiando con el niño afecto, confianza, y amistad, y
ubicado en que cada educando posee características propias y distintas necesidades y es por ese motivo que
su actuación debe estar en función de esa diversidad. Esto lleva al desarrollo de estrategias, adaptadas a las
necesidades del niño, así como también de actividades que complementen el proceso y lo enriquezcan con
las vivencias y experiencias necesarias, logrando que la actividad escolar y el proceso de enseñanza
aprendizaje se cumplan en forma total, en armonía en un clima de interacción con los demás compañeros.

En la etapa de la adolescencia, la búsqueda de identidad alcanza su punto crítico esto por cuanto se
presentan muchos cambios significativos en el desarrollo físico, mental y social. El mundo se va percibiendo
de manera diferente a como se había visto antes, de allí que la persona pueda cuestionar las cosas y buscar
la comprensión para satisfacer sus necesidades. Se percibe además la necesidad de ajustarse a nuevos roles
sociales, particularmente con los pares de la misma edad.

La familia es un cambio más, al cual la persona tiene que hacer frente, se percibe la necesidad de
abandonar la protección y seguridad que siempre ha tenido. La búsqueda de identidad y de independencia
conduce a la necesidad de intercambiar ideas, experiencias, e interacción con los compañeros del mismo
sexo y del opuesto, y a desarrollar destrezas e intereses.

Hacia el final de la adolescencia; puede lograrse un sentido de identidad, un estado emocional placentero y
de bienestar psicosocial, y a comprometerse con el sistema de valores. Por otra parte desarrolla confianza
en las interacciones sociales, se identifican cualidades, intereses personales y vocacionales.

La trascendencia de ésta etapa es significativa, es en sí una fase de transición de la niñez a la adultez. y en


los que va a tener influencia las experiencias educativas y sociales, vividas en los años anteriores, en cuyo
caso es necesario brindarle un ambiente donde se sientan seguros, atraídos en los vínculos con los demás,
donde sea respetado como persona.
En esta etapa es esencial la aceptación por parte de los compañeros y amigos de la comunidad; de allí la
necesidad de establecer actividades que le permitan la interacción con los demás, y sobre todo de
actuaciones, que le permitan impulsar su identidad, y capacidad en los roles que les toca desempeñar.
Papel fundamental juega la familia como elemento básico, para su autorealización como persona, y para
elevar su autoestima.

El desarrollo de la imagen de si mismo, el concepto que de su persona obtenga cobra una importancia
fundamental en esta etapa.

La auto-aceptación, por parte de los jóvenes con necesidades especiales, de sus propias posibilidades y
limitaciones es paso previo e ineludible para que se produzca un desarrollo positivo tanto funcional como
social.

La adultez se concibe como la capacidad de participar en un trabajo productivo, y de asumir


responsabilidades inherentes a la vida social, para actuar con independencia y tomar sus propias decisiones
con entera libertad, es decir, la persona cumple un rol productivo que la capacita para bastarse a sí mismo y
actuar independientemente en sus múltiples manifestaciones de vida.

Así mismo en esta etapa, muestra interés por adquirir y renovar sus conocimientos como fuente de
desarrollo permanente y de proyección hacia el futuro para atender las demandas de los cambios que son
necesarios para su desenvolvimiento.

Estas variables que caracterizan la adultez permiten a las personas vivir y participar responsablemente en la
vida familiar, ser un activo promotor del cambio social, capaz de integrarse en su realidad con fines de
transformarla, capaz de autogestionar su propio aprendizaje y ser consciente de su rol cívico, político, etc.

El tener una necesidad especial puede conducir a que las personas permanezcan al margen de la vida social,
esto debido, muchas veces a la existencia de prejuicios valorativos por parte de la familia y la comunidad lo
que incide en la plena realización de la persona como ente válido en la sociedad.

Por ello es necesario unas relaciones significativas, que contribuyan a la formación de una imagen positiva
de si mismo y una concientización de sus posibilidades en beneficio del desarrollo de la persona. Así mismo
se requiere una formación acorde a las aptitudes, intereses, y a las experiencias que como adulto ha
experimentado.

Es pertinente también desarrollar acciones que permitan, la interacción, con los agentes de la comunidad, a
fin de promover el sentido de pertenencia, y aceptación como un miembro mas del grupo social al que
pertenece.

En síntesis, es preciso tomar en cuenta que el individuo con necesidades especiales es ante todo una
persona, y como tal tiene un potencial de habilidades y capacidades, un cúmulo de aspiraciones, y una gran
necesidad; la de seguir aprendiendo para una mayor participación en la sociedad, por lo tanto debe
proveérsele de los mecanismos necesarios para que potencie sus habilidades y conocimientos con miras a
promover el autodesarrollo.

Se debe estar consciente de que en esta etapa el hombre adquiere conciencia de sus responsabilidades
cívicas, familiares, sociales, etc. Todo ello dado por los aprendizajes adquiridos en el transcurso de su vida
lo que le convierte en un ente autónomo capaz de integrarse en la sociedad.{mospagebreak}

3.2 Conceptualización de la Integración social

    3.2.1 Bases Filosóficas, Psicológicas, Pedagógicas y Sociales de la Integración Social.

La integración social responde a una concepción del hombre, en su condición de persona, cuya dignidad
personal radica, en asumirse como ser cultural, social e histórico, con una tendencia hacia la
autorealización, libertad y apertura solidaria con los demás seres humanos, con capacidad de originalidad y
creatividad y jerarquía de valores y dignidad personal.(Nozenko,1995)

Desde esta concepción "el hombre es producto de su propia creación, ya que es el único ser sobre la tierra
que puede ejercer una vocación consciente, de allí que necesita trabajo y libertad para autodesarrollarse y
proyectarse hacia el futuro" Guedez (p.119). Por otra parte el hombre tiene una existencia proactiva y, en
tal sentido, puede reaccionar de acuerdo a estímulos y acciones de transformación de su realidad para
favorecer con esa acción un orden más correlacionado con el conjunto de sus necesidades y las del grupo en
el cual convive.

La integración como hecho social, implica la interacción del individuo en su entorno, la pertenencia a un
grupo social con espíritu de solidaridad y respeto, e interviniendo en su propia realidad con posibilidades de
transformarla para su beneficio y el de la colectividad. Estar integrado socialmente significa, satisfacer las
aspiraciones y necesidades, tanto personales como sociales, asumiendo las responsabilidades y las
obligaciones que como miembro de una sociedad le corresponden.

La integración social, implica la interrelación que se establece con los diferentes grupos que conforman la
sociedad: familia, escuela y trabajo, en este sentido revaloriza la condición de persona como ente
eminentemente social al propiciar cambios, que le permiten intervenir en la vida social, político, económico
y cultural como miembros participativos, cooperativos, solidarios contribuyendo de esta forma al bienestar
colectivo. Desde una connotación eminentemente social la integración permite la proyección hacia el futuro
propiciando así mismo, deseos y aspiraciones hacia nuevos ideales individuales y grupales.

Como proceso la integración social, se concibe como la adaptación de las respuestas del individuo a los
requerimientos del medio y de la interacción de ambos. Es la secuencia por la que se van adquiriendo
patrones conductuales que permiten la integración en la sociedad con la potencialidad de participar,
interactuar y cooperar como miembro de un colectivo. Desde esta perspectiva la integración implica un
proceso de socialización y de aprendizajes sociales a través del cual el individuo logra conocer, analizar,
reflexionar y valorar la realidad sociocultural, y enfrentarse a las condiciones que se le presenten y a
desarrollar las habilidades para transformar dicha realidad.(Name C. 1996)

La integración puede concebirse como un camino formado por etapas sucesivas y secuenciales, conformada
por diversos elementos la familia, la escuela, el trabajo y la comunidad.

Toda esta concepción de la integración permite conceptualizarla como "un proceso dinámico, gradual y
progresivo que involucra las distintas instancias del quehacer humano y que implica acciones continuas y
sistemáticas para posibilitar el ajuste progresivo y dinámico entre ambos polos indisolublemente unidos de
la relación: la persona con necesidades especiales, sus competencias así como las limitaciones con las
posibilidades reales y efectivas del medio para satisfacer los requerimientos integrales de ese individuo para
su beneficio y progreso" Name (1987).

La integración como derecho, implica, gozar en pie de igualdad, de la educación, el trabajo, la recreación,
la cultura y de los servicios sociales y al disfrute a los derechos económicos y sociales, así como también al
cumplimiento de los deberes que el estado tiene asignado.

En esta línea de pensamiento la integración social como derecho, hace referencia "al derecho de toda
persona a desarrollarse plenamente, en función de las posibilidades de que dispone, y la obligación de la
sociedad de transformar estas posibilidades en realizaciones efectivas y útiles" Piaget (1979).

En síntesis la integración social promueve la participación social para que las personas con necesidades
especiales como cualquier ciudadano, conozcan la realidad en que viven, desarrollen sus capacidades y
actúen solidariamente para intervenir en la transformación de si mismo y de la sociedad en la medida de sus
posibilidades de acuerdo a lo establecido en el marco constitucional Venezolano.

La integración social, es un principio fundamental de la educación especial y por ende de la educación


general. Así mismo se concibe como el principio rector de las políticas de la atención educativa integral de
las personas con necesidades especiales, desde edades tempranas hasta la adultez, partiendo de una
concepción del hombre como una unidad real y dinámica y en constante interacción con el medio donde se
desenvuelve.

De esta forma la integración social se vincula con la democratización, la cual se fundamenta en la igualdad
social, económica, política y jurídica. En este sentido se reafirma el derecho de las personas con
necesidades especiales a participar en igualdad de oportunidades de la vida nacional. Así en la
democratización de la educación se debe considerar que no solo se trata de hacer accesible la educación a
toda la población que la requiere, sino que debe propiciarles su permanencia en el sistema y obtención del
máximo provecho según sus necesidades.

Desde una dimensión educativa la significación de la integración social es ir hacia un modelo democrático
donde el individuo se eduque para asumir las responsabilidades y compromisos en su familia, escuela y
comunidad en el rol que le corresponde. Guedez (1987) .

En correspondencia con el principio de Modernización la integración social propicia el desarrollo integral de


las personas con necesidades especiales a la luz de los avances científicos y tecnológicos, a las necesidades
regionales o nacionales, puesto que el mismo se encuentra en continuo dinamismo, caracterizado por el
avance y desarrollo de investigaciones permanentes en el campo de la psicología, y con los progresos de las
ciencias sociales, con la finalidad de incorporarlos en la atención integral de las personas con necesidades
especiales para promover la efectiva integración social.

La prevención y atención integral temprana es el conjunto de acciones interdisciplinarias, dirigidas al niño


que por sus antecedente pudiera presentar alteraciones, tomando como eje fundamental para la atención
sus potencialidades e involucrarlo al grupo familiar como participante activo (Roa A. 1997).

Todo esto constituye un espacio de integración social por cuanto facilita el máximo desarrollo de las
potencialidades al favorecer desde edades tempranas la participación e interacción en el medio comunitario
requiriendo para ello la comprensión de todos y cada uno de los factores que conforman la sociedad, esto
conlleva a un cambio de actitud y expectativas, a través de medidas de información y educación a la
comunidad.

Estas acciones tienen amplias connotaciones en el campo educativo, político, social, asistencial, económico,
lo que trasciende al campo de las ciencias médicas Roa A. (1996). Así mismo implica el perfeccionamiento
de los profesionales, de manera que las políticas de atención integral respondan a las necesidades de las
personas y a las demandas de la sociedad actual para hacerlos partícipes de las transformaciones que esta
demanda en el devenir histórico.

La normalización significa ofrecer a las personas con necesidades especiales, unas condiciones de vida,
educativas, laborales, recreativas, deportivas y culturales normales en la comunidad a la que pertenece
atendiendo y resaltando sus potencialidades, y posibilidades más que sus limitaciones y respetando sus
diferencias.

Desde una perspectiva psicológica el niño es un sujeto activo en el proceso de desarrollo que, va
construyendo progresivamente, sus esquemas, a través de la interacción con el medio (Novac 1980).

El desarrollo humano tal como lo plantea Ajuriaquerra (1890), no solo depende de la indemnidad anatómica
y funcional del sistema nervioso; sino también necesita que se cumpla una instancia exclusivamente humana
(p.12), esto se logra potenciando las posibilidades de autorealización.

Este enfoque enfatiza la adquisición del conocimiento como construcción social, promoviendo, en el niño
como sujeto cognoscente su intervención en la realidad con posibilidad de transformarla para su beneficio y
el de su comunidad.

Desde una orientación constructivista, el desarrollo se produce por un proceso que toma en cuenta la
experiencia que el individuo obtienen de las acciones que el mismo ejerce sobre los objetos naturales. "Todo
ello conlleva afirmar que la fuente del conocimiento es la actividad social del hombre (Roman, 1996) lo que
se vincula con la interacción del individuo en su medio". El desarrollo se produce por un proceso que toma
en cuenta en primer lugar la experiencia de la acción propia, y la que el individuo obtiene de las acciones
que el mismo ejerce sobre los objetos y con los otros (p.110).

Desde el punto de vista del enfoque histórico cultural, este plantea la importancia de la interacción social
para la construcción de las funciones superiores, entre las cuales el aprendizaje es considerado fundamental
para el desarrollo del niño en su entorno cultural. Este proceso de interacción implica construir las
experiencias culturales indispensables para el desarrollo integral del individuo, potenciándose de esta forma
las relaciones con el entorno aspecto fundamental para su participación activa en la sociedad en todos los
ámbitos familia, escuela y comunidad es decir tal como lo señala el mismo autor "aportes del entorno",
entre los cuales se distinguen la estimulación que el niño recibe, y el establecimiento del vínculo madre e
hijo. Además es necesario el encuentro entre el sujeto y la realidad y el espacio de enriquecimiento en
términos de sus aprendizajes sociales, lo cual es una expresión viva de la integración. (p.110).

Vygotsky citado por Mirabent (1989) establece que las funciones psíquicas superiores aparecen primero fuera
del individuo, en la cultura, es decir en los conocimientos acumulados en la sociedad, en la que nace, y solo
durante el desarrollo, lo que permite una comprensión más profunda de su condicionalidad social. Esto
ayuda a entender como en el transcurso de la relación del niño con la realidad, lo objetivo o sea lo social, se
convierte en subjetivo o en individual, es decir, como lo que el niño adquiere en sus relaciones con los
adultos y coetáneos lo lleva sucesivamente a la organización de su propia actividad.

En este sentido, es obvia la importancia que adquieren los contextos de relación interpersonal en la
construcción y formación de la funciones psicológicas(p.42). En otras palabras se está subrayando de este
modo el origen social de los procesos psicológicos individuales y la importancia de la interacción con los
otros para el desarrollo de las personas. En efecto, señala Vygotsky, que la acción del adulto como
instrumento de mediación (social), para la acción de un sujeto sobre el entorno, juega un papel sumamente
decisivo en este planteamiento.

Esta base interactiva en la génesis de las funciones psicológicas superiores juega un rol fundamental en la
optimización del desarrollo de la persona y de lo que se podría denominar "la formación de la vida mental y
social", indispensables para una efectiva integración en todos los ámbitos familia, escuela y comunidad.
Desde esta visión se puede asumir el papel que juega la interacción como motor condicionante del
desarrollo del individuo, elemento fundamental para una efectiva integración social.

Bajo esta concepción Monks(1992) expresa que el desarrollo humano está en gran parte determinado por
aprendizajes sociales. "El desarrollo, si es visto como cambios que implican el comportamiento dentro de un
grupo social, es un proceso de toda la vida". La integración entre la naturaleza del individuo y el ambiente
determinan que tipo de comportamiento y motivos de conducta emergen y llegan a manifestarse.

Lo expuesto en lo párrafos que preceden permiten afirmar que en la formación de la persona con
necesidades especiales debe tomarse en cuenta la realidad ambiental donde interactua el individuo, sus
condiciones tanto biológicas como psicológicas, en función de responder a las demandas socioculturales del
entorno en sus diferentes dimensiones, logrando así, su efectiva integración social.

Desde un enfoque pedagógico, la educación, desde una dimensión social exige una concepción educativa,
que conduzca a cambios significativos en la mentalidad humana, donde el hombre recobre su valor y su
condición de persona, (Guédez, 1987). En correspondencia con éstas exigencias, la práctica educativa
potencia, las posibilidades efectivas de las aspiraciones del hombre. Al respecto Freire (1979), "parte del
hecho de que el hombre no debe ser considerado como un simple receptor de información, sino un elemento
activo en el proceso"(p.60).

De este modo surge la necesidad de relacionar la práxis educativa, con el entorno inmediato, destacando en
esta, de manera especial al educando, con necesidades, expectativas, intereses, motivaciones, viéndolo
como un ser único irrepetible, dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje. En este mismo orden de
ideas, toda la acción educativa, debe necesariamente estar percibida de una reflexión sobre el hombre y de
un análisis del medio de vida, del hombre a quien se quiere educar (p.61).

"El hombre llega a ser sujeto por una reflexión sobre su situación, sobre su ambiente concreto, mientras más
reflexiona sobre la realidad, más emerge, plenamente consciente, comprometido, listo a intervenir respecto
a la realidad para cambiarlo".(p.61)

Si se aspira sinceramente a que el hombre se inserte en el proceso histórico y en particular que participe de
manera activa y creadora en los períodos de transición, relacionándose con los otros hombres tomando
conciencia de su poder para transformar la naturaleza y responder a los desafíos que esta le pone, es
necesario prepararlo por medio de una auténtica educación que libere, que no adapte, domestique y
sojuzgue", Freire (p.167). Esto le permite al hombre, constituirse como persona, transformar el mundo,
entablar relaciones de reciprocidad, hacer cultura y la historia.

La integración social se fundamenta en la dignidad humana el respeto por la diferencia y en el disfrute de


los derechos sociales. En el campo educativo esta situación refleja, una autentica igualdad de
oportunidades, al preconizar la educación de las personas en el entorno menos restrictivo; "la escuela
regular". Esto supone un cambio en las condiciones en que se da el proceso educativo, es decir tomar en
consideración las condiciones que acompañan a dicho proceso a fin de garantizar respuestas y logros
paulatinos en cada uno de los actores que intervienen en dicho proceso.

Una escuela que respete la diversidad debe por lo tanto ofrecer opciones curriculares que se adapten a los
niños respetando sus ritmos de aprendizajes, a través de adaptaciones curriculares cuando los alumnos
requieran una modificación en la ayuda pedagógica que se ofrece al grupo, así mismo los recursos
metodológicos para individualizar la enseñanza que cada docente o equipo utilizará, tales como, materiales
diversificados, equipos y ayudas audiovisuales.

Otros de los medios para acceder al curriculum es el concurso de profesionales de apoyo, tanto de la
modalidad de Educación Especial como de los niveles del sistema educativo. Por ser un proceso complejo y
multifactorial que requiere de la convicción, compromiso de la sociedad, requiere de la participación de las
familias, de la movilización de la comunidad, organizaciones voluntarias. Los padres son partícipes
privilegiados en este procesos.

La preparación del personal educativo en su totalidad es el factor clave en el progreso de la integración. De


allí que la escuela como institución socializadora deba incorporar elementos que la persona trae de su
contexto familiar para abordar la formación del individuo sobre la base de su situación en términos de las
condiciones sociales, culturales y económicas para cumplir de esta manera con la incorporación efectiva en
la sociedad en donde le toque actuar.

Desde una perspectiva sociológica la escuela en su función social está orientada hacia la formación de
ciudadanos auténticamente humanos, en donde puedan surgir los mejores, como agentes participativos
capaces de integrarse en forma activa a los procesos económicos, sociales y políticos.

"Por otra parte la escuela tiene un papel fundamental en el desarrollo de los valores de la persona, una
educación para el cambio" Norenzo L. (1990,p.35). Esto significa que la escuela tiene una intencionalidad
social donde se refleja las costumbres, convicciones y estilos de vida característicos de una sociedad.

Desde esta perspectiva la educación tiene que ver con dos aspectos fundamentales: formar al individuo
como persona constructora de una historia, responsables de sus acciones y las de la colectividad, y como
agentes capaces de suscitar nuevas ideas, opciones y transformaciones para si y para los demás. Es
indudable que en este proceso cobra particular relevancia la influencia que ejerce la escuela como
institución social por excelencia sobre la familia que integra la comunidad, dada las expectativas que esta
tiene. (p.36).{mospagebreak}

3.2.2 Bases Legales para la Integración Social

La fundamentación legal de la integración social se inscribe en los derechos fundamentales del hombre, de
la dignidad y condición de la persona. Estos derechos, atributos de todas las personas e inherente a su
dignidad que el Estado está en el deber de respetar, garantizar o satisfacer son los derechos humanos.

En Venezuela la integración se fundamenta primeramente en la tabla de los derechos del niño venezolano
(1936) elaborado en la primera convención del Magisterio Venezolano, donde se establecen todas aquellas
garantías que necesita el niño para desarrollarse en la vida social como persona, para disfrutar de una vida
digna, que permita la satisfacción de las necesidades esenciales.

En este mismo orden de ideas la integración social se fundamente en declaraciones y mandatos


internacionales .Al respecto en la Declaración Universal de los Derechos Humanos como primer documento
promulgado a nivel internacional (1945) establece en el artículo I que "todos los seres humanos nacen libres
e iguales en su dignidad".

Otro de los documentos que sustentan la integración social de las personas con necesidades especiales es la
recomendación 99 de la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) del año 1955, referida a los
principios y práctica de la Adaptación y Readaptación profesional del impedido donde se establece la
necesidad de asegurar medidas adecuadas y al alcance de todas las categorías de personas inválidas y de
promover oportunidades de empleo en le mercado regular.

Por otra parte en la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada en la Convención de los Derechos del
Niño adoptada por la Asamblea General en Noviembre de 1959, se establece en el artículo 27: "asegurar que
todos los niños con necesidades especiales tengan un acceso efectivo a la educación, la capacitación,
servicios sanitarios, servicios de rehabilitación, preparación para el empleo y oportunidades de
esparcimiento, con el fin de lograr la integración social y el desarrollo cultural y espiritual en la máxima
medida posible".

Por otra parte en el título III capítulo I de la Constitución Nacional de la República de Venezuela (1961) se
establecen los derechos, deberes y garantías de todos los venezolanos. De allí que en el artículo 43 se señala
que todos tienen derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad sin más limitaciones que las que
derivan del derecho de los demás y del orden público y social.
En el artículo 78 de la misma Constitución Nacional se establece a la educación como derecho social
permanente e irrenunciable de todos los venezolanos sin más limitaciones que las derivadas de la vocación y
las aptitudes.

Así mismo en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos adoptado por la Asamblea General de la
ONU (1966), se establece con mayor precisión y de manera más completa una serie de derechos entre los
que se encuentran: el respeto a los miembros de minorías étnicas, religiosas o idiomáticas. En el artículo 27
se consagra el derecho que les corresponde en común con los miembros de su grupo, a tener su propia vida
cultural, derecho a ser tratado humanamente y con la dignidad inherente a todo ser humano y el derecho de
todo niño a adquirir su nacionalidad y a recibir protección de su condición menor.

En la Convención Americana sobre Derechos Humanos adoptada por la Conferencia Especializada


Interamericana sobre Derechos Humanos (1969), en el artículo 11 "de la Convención" los Estados partes se
obligan a "respetar los Derechos y Libertades reconocidos en ellos y garantizar el libre y pleno ejercicio a
toda persona que esté sujeta a su jurisdicción sin discriminación alguna. En el Programa Mundial para las
Personas con Discapacidad, en sus artículos 120, 121 y 124 se establece que "la educación debe darse en la
medida de lo posible dentro del Sistema Escolar General".

En la declaración de los Derechos de los Impedidos (1975) en su artículo 3 se señala que se respete su
dignidad humana. El impedido cualesquiera sea el origen, la naturaleza o gravedad de sus deficiencias, tiene
los mismos derechos fundamentales que sus conciudadanos de la misma edad, lo que supone en primer
lugar, el derecho a disfrutar de una vida decorosa lo más normal y plena posible.

Para 1980, en Venezuela se promulga la Ley Orgánica de Educación, donde se establece el derecho de todos
los ciudadanos a recibir una educación conforme con sus aptitudes y aspiraciones sin ningún tipo de
discriminación por razón de raza, sexo y credo, posición económica y social o de cualquier otra naturaleza.

A nivel internacional en este mismo año se proclama la carta para los 80, la cual es una declaración de
consenso acerca de las prioridades para la realización de acciones durante la década 1980-1990, fue
elaborada para promover el logro de la participación plena y la igualdad de los impedidos en todo el mundo.
Implica el derecho de toda persona impedida a participar en la vida social normal de la comunidad en cual
vive.

En 1981 se elaboró el Programa de Acción Mundial para los Impedidos aprobado por la Asociación General en
resolución 37/52. En este mismo año se promulgó el año internacional del impedido (1981) y el Programa de
Acción Mundial subrayó el derecho de las personas con discapacidad a tener las mismas oportunidades que
los demás ciudadanos.

Para 1983 la Organización Internacional del Trabajo adopta el convenio 159 sobre la readaptación
profesional y el empleo de personas inválidas. Este convenio y la recomendación 168 que la complementa,
situan a la obtención y conservación de un empleo así como a la promoción en el mismo en la perspectiva de
la integración o reintegración de la persona en la sociedad.

Para este mismo año se elabora el Programa de acción Mundial de la Naciones Unidas para los Impedidos
sobre equiparación de oportunidades de educación y formación, en dicho programa se insta a los gobiernos
de los Estados miembros a adoptar políticas que reconozcan los derechos de los impedidos a la educación.

En Venezuela en 1983, el Consejo Municipal del Distrito Federal elabora las ordenanzas para la construcción
y adaptación de edificaciones.

En 1986 se promulga en decreto Nº 12 de la Alcaldía del Municipio Libertador sobre otorgamiento de becas a
los hijos de matrimonios impedidos y de política de contratación laboral de los impedidos.

En 1990 en la declaración Mundial de Educación para todos, en el artículo 3 se establece que las necesidades
básicas de aprendizaje de las personas impedidas merecen especial atención.

Por otra parte la Ley Orgánica del Trabajo de 1990 reafirma en su artículo 24 que "toda persona tiene
derecho al trabajo". Así mismo en el capítulo IX (Artículo 375 al 378 se establece las condiciones y el
derecho de las personas con necesidades especiales al trabajo).

En esta misma línea de pensamiento en la Declaración Mundial sobre Educación para Todos"(1990) elaborada
por la UNESCO en su artículo 3 numeral 5 se establece que las necesidades básicas de aprendizaje de las
personas con necesidades especiales demandan atención especial, por lo cual es preciso tomar medidas que
faciliten la igualdad en el acceso de la Educación.

Prosiguiendo con la fundamentación legal de la integración para el año 1991, la Oficina de Desarrollo Social
de las Naciones Unidas establece las directrices para el establecimiento y desarrollo de comités nacionales
de coordinación en la esfera de la discapacidad. Dichos comités tienen como objetivos fundamentales:
fomentar la plena integración, independencia y productividad de los impedidos en la comunidad, las
escuelas, y en todos los aspectos de la sociedad.

En 1992 la Oficina de Desarrollo Social de la Organización de las Naciones Unidas elabora las normas
uniformes sobre la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad, paralelamente en
Venezuela se asumen estas normas, las cuales tienen como finalidad garantizar que niñas, niños mujeres y
hombres con discapacidad, en su calidad de miembros de su respectivas sociedades puedan tener los mismos
derechos y obligaciones que los demás.

Otro instrumento legal que fortalece el derecho de las personas con necesidades especiales en Venezuela es
la Ley de Integración Social de las personas con incapacitadas, promulgada en el año, 1993 en el cual se
destaca la obligatoriedad de la integración en los ámbitos familiar, escolar, laboral y social.

En la Declaración de Salamanca (1994), aprobada por la Conferencia Nacional Especial, organizada por el
Gobierno Español en colaboración con la UNESCO y celebrada en Salamanca, se establece como principio
rector por las escuelas deben acoger a todos los niños, independientemente de sus condiciones físicas,
intelectuales, sociales, emocionales, lingüísticas u otras.

En la misma declaración en los artículos del 28 al 31 se señala la garantía de ofrecer opciones curriculares
que se adapten a las necesidades educativas especiales atendiendo al principio de igualdad de
oportunidades.

En el ámbito de la integración escolar se promulga en Venezeula la resolución Nº 2005, de fecha 12 de


diciembre de 1996, en la cual se establece la garantía del ingreso, prosecución escolar y culminación de
estudios de los educandos con necesidades educativas especiales, y la obligación de ser asumida por los
niveles y otras modalidades del sistema educativo.

En síntesis la integración social, se fundamenta en el derecho al respeto por la dignidad de la persona, de


allí que su fin primordial supone en primer lugar promover el disfrute de una vida plena como sea posible, a
través de su interacción con la familia y a participar en todas las actividades educativas, sociales y
recreativas. Por otra parte la integración se asume como una política Nacional, y como tal, aspira que estas
personas satisfagan todas estas necesidades.{mospagebreak}

    3.3. Caracterización del Modelo para la Integración Social

El modelo para la integración social se fundamenta en una orientación humanística social por cuanto toma
en cuenta al individuo como un ser bio-psico-social enfatizando más las potencialidades que las limitaciones,
atendiendo a las diferencias individuales y el respeto por la diversidad, así mismo considera a las personas
con necesidades especiales en una relación histórico y cultural.

En el modelo la integración social se plantea como un proceso que se da a lo largo de todo el continuo de la
vida de la persona con necesidades especiales desde edades tempranas hasta la adultez, en forma dinámica,
sistemática, flexible e interactiva, esto significa que desde muy temprana edad deba promovérsele la
valoración de la familia, de la escuela, del trabajo en un sentido social como fuente de bienestar y progreso
personal que permita ir construyendo su proyecto de vida.(Terre O. 1997).

Por otra parte el modelo para la integración social tiene un enfoque educativo, por cuanto se propicia un
proceso de ajuste de las personas con necesidades especiales a los valores, exigencias y pautas de
comportamientos de los grupos que conforman el medio ambiente social en el cual se desenvuelve; y en
general su integración en la vida de los mismos. Es decir, desde una perspectiva educativa se persigue la
formación integral del individuo para su participación activa dentro del grupo social en el cual le toca
convivir.

La integración social debe iniciarse a edades tempranas, lo cual permite proporcionar un conjunto de
experiencias sociales que le permiten interactuar con los iguales a lo largo de su desarrollo. Es en el
contexto de los intercambios sociales con otros niños, donde cada uno descubre la existencia y
particularidades del otro, al mismo tiempo que afina el conocimiento de si mismo, promoviéndose
relaciones interpersonales, fraternidad, disciplina, colaboración, cooperación, valoración de trabajo y
solidaridad.

Desde este punto de vista el ser humano está sujeto a cambios, esto se hará en la medida en que se les
brinden las condiciones y experiencias que le permitan el desarrollo de sus capacidades.

La integración social se fundamenta en una relación recíproca; la persona con necesidades especiales se
integra verdaderamente cuando entra en un proceso de interacción en que ambos se modifican e
interactúan y tienen relaciones mutuas, no es simple adaptación unilateral de cada uno de los grupos
involucrados; es la extensión de la actividad hacia todos los agentes que integran la sociedad.(Casanova
1990).

En el ámbito de la integración familiar, la familia tiene un papel muy importante en la conducta presente y
futura de todo individuo. El afecto, el estímulo dan las bases para su desarrollo integral, mas en el caso de
las personas con necesidades especiales en las cuales influyen determinantemente para la integración
social.

Por lo tanto, la familia como grupo social debe cubrir las necesidades de las personas, en cada momento de
su evolución cronológica y social. Cada edad de las personas exige nuevos modos y estilos de comunicación,
y en ese proceso debe predominar la aceptación, apoyo, cooperación, en un clima de afecto y solidaridad..
(Nozenko,89)

Si todo ello se cumple, la persona con necesidades especiales se sentirá en igual de oportunidades como
cualquier otra, participando de las decisiones que tome el grupo familiar, fomentando de esta manera su
autoestima y valorando su esfuerzo, de allí la necesidad de establecer vínculos entre la familia y el centro
educativo a los fines de mancomunar los esfuerzos para lograr el desarrollo integral de la persona y por ende
su integración social, de esto se desprende la necesidad de promover las organizaciones de padres a los fines
de involucrarlos en todo el proceso educativo como promotores de la integración social.

Al ubicarnos en la integración escolar, la escuela suele ser el primer ámbito no familiar con el cual debe
enfrentarse el niño y representa su entorno social inmediato. Esto es así en la medida en que hace énfasis
en la autorealización, libertad, autodeterminación, y apertura solidaria con los demás seres humanos. De
esta forma la integración escolar permite tal como lo señala Rojas S. (1990) la promoción de las
potencialidades que tiene el individuo como ser humano. (p. 5).

En primer lugar la escuela a través de sus recursos humanos, técnicos, físicos y materiales deberá
proporcionar una respuesta educativa en lo que es común y también a la diversidad, en cuanto al respeto las
características, necesidades individuales, ritmos de aprendizaje de los alumnos, mediante estrategias
individualizadas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, a través del trabajo cooperativo con otros
profesionales de apoyo, que faciliten la progresiva integración de los alumnos con necesidades educativas
especiales al ámbito del aula regular y por ende a la escuela en general.(N de Báez B. 1996)

El reto de la escuela consiste precisamente en ser capaz de ofrecer a cada alumno la ayuda pedagógica que
el necesite. En este punto cobra vital importancia la flexibilidad curricular, de allí que los programas deben
adaptarse a las necesidades de los niños, para ello es necesario que la escuela ofrezca opciones curriculares
que se adaptan a los niños con capacidades e intereses diferentes. Es decir una escuela integradora que
acoge de niño con necesidades especiales, como elemento que dinamiza y modifica los planteamientos
didácticos y donde se benefician todos los niños. Una escuela abierta y critica, que acepta las diferencias y
ofrezca sus aulas como marco natural para el desarrollo y la educación de los niños con necesidades
educativas especiales (Marchessi. 1980).

Para el logro de estos planteamientos es necesario una acción cooperativa, orientada hacia la búsqueda de
un consenso entre los diferentes actores involucrados en el proceso, y en el establecimiento de niveles de
compromiso y asunción de responsabilidades en un clima armónico y de confianza.

Al referirse al trabajo en equipo es absolutamente imprescindible el trabajo cooperativo entre todos los
profesionales tanto de los servicios de apoyo de la modalidad como de los docentes de la escuela básica, y
de los entes de la comunidad, basada en una concepción participativa y en el desarrollo coordinado de la
acción , la discusión, reflexión y la revisión compartida de la actividad, como una forma de potenciar la
profesionalidad de todos lo involucrados, en beneficio de la integración social de los alumnos con
necesidades especiales.

Tomar en cuenta que cada individuo es único, irrepetible, conduce a que la praxis del modelo de
integración, se inscriba en el respeto por las diferencias.

Este cometido se hace vigente en los proyectos de plantel como una estrategia educativa, para la
consolidación de la institución escolar como instancia cohesionadora e integradora de la comunidad, se trata
pues, de entender la integración escolar como componente del proyecto pedagógico de plantel, en un
trabajo de construcción colectiva, entre el plantel y su entorno por medio de la participación de la
asociación de las familias, asociaciones de vecinos, otras organizaciones sociales y económicas, que
promuevan la efectiva integración social.

Ahora bien, considerando que toda persona tiene la necesidad de integrarse, de ser aceptado y de tener
responsabilidad compartida, ésta solamente pueden ser satisfecha en el marco y el contexto de un
verdadero grupo estable, en donde se dé un proceso progresivo de integración y en donde la comunicación
le permita a sus miembros sentirse aceptados y compartir los esfuerzos por un objetivo común.

Desde esta visión se requiere de una escuela que ofrezca a todos los alumnos la misma igualdad de
oportunidades para acceder a una cultura dentro de una misma institución y en la misma aula evitando la
segregación. Una escuela que posibilite cambios en la organización escolar, curricular, para adecuar el
proceso de enseñanza y aprendizaje a las características diferenciales de los alumnos.

En la integración escolar, cobran particular relevancia las adaptaciones curriculares a los fines de efectuar
los ajustes necesarios en el proceso de enseñanza-aprendizaje, permitiéndole a los alumnos con necesidades
especiales integrarse a la actividad de su grupo en las mejores condiciones, participando de objetivos
comunes e interactuando con los compañeros y demás miembros de la comunidad educativa. Estas
adaptaciones se refieren también a las metodologías de enseñanza y a las interacciones docente-alumno y
alumno-alumno, además comprenden todos aquellos elementos personales: docentes, padres y especialistas.
Así mismo, las adaptaciones están referidas a la distribución de espacios, supresión de barreras
arquitectónicas hasta la adecuación de recursos didácticos, textos, materiales y equipos.(Nuñez B. 1996)

La integración escolar requiere asimismo de servicios con funciones de apoyo los cuales contribuyen a
favorecer la integración de los alumnos con necesidades especiales apoyando a las escuelas, en la definición
y puesta en práctica de una oferta curricular que proporcione una respuesta educativa adecuada a las
distintas necesidades de los alumnos y el desarrollo personal-social.

En éste aspecto tiene vital importancia lo relacionado con el desarrollo profesional del docente. Esta
formación y/o capacitación en servicio debe orientar un perfil para lograr un profesional que estimule la
creación de ambientes nutritivos que permitan el crecimiento personal de los alumnos, ser un agente de
cambio, dominio de la práctica pedagógica, conocimientos de las características particulares de los
alumnos, así como de las necesidades de su entorno, ser un promotor de situaciones de aprendizaje que
permitan la interacción entre los educandos, dirigidas tanto a propiciar un cambio en la comunidad para la
aceptación de las personas con necesidades especiales, como a coordinar acciones con los recursos de la
comunidad, en el ámbito de la educación, salud, trabajo, recreación y cultura.

La práctica docente en una escuela integradora debe partir de la reflexión conjunta entre docentes
regulares y servicios de apoyo, lo que llevará a la planificación y a una puesta en acción de acuerdo con las
deliberaciones de todos los profesionales, indudablemente este modo de proceder trae consigo un mayor
esfuerzo y una mayor exigencia pero al mismo tiempo proporciona un crecimiento profesional al lograrse las
metas establecidas.

El docente que requiere la escuela integradora debe tener un perfil cuya actividad no sea el mero aplicador
de normas y principios, sino la de un profesional que a través de su práctica aprenda a construir y contrastar
nuevas estrategias de acción, nuevos modos de enfrentar y de comprender los problemas que una situación
tan compleja como la que ofrece la escuela integradora suele ocurrir frecuentemente. Carr (1984).

La forma más coherente de afrontar con garantía el éxito de integración, es hacerla a través de la acción
participativa de todos los docentes regulares, personal técnico; psicólogos, trabajadores sociales entre
otros. Los problemas reales que genera la integración raramente se pueden afrontar como empresa
estrictamente personal, lo lógico es concebirlo como un trabajo cooperativo e interdisciplinario.

Si los docentes que participan en la integración no sienten por si mismos esta necesidad de trabajo
cooperativo y de reflexión colectiva e indagación sobre su propia práctica profesional, la integración social
fracasa.

La integración social desde la perspectiva de este modelo integral da importancia a la interacción de las
personas con necesidades especiales en la comunidad, por cuanto esto le confiere un sentido de
pertenencia, de formar vínculos amistosos, y tener acceso a actividades recreativas, deportivas culturales,
lo que le proporciona una satisfacción, que redunda en su efectiva integración social.

Al ser concebido el modelo para la integración desde una perspectiva eminentemente social, también tiene
gran transcendencia la valoración del trabajo desde edades tempranas, como una vía para el bienestar y
progreso, tanto de la persona con necesidades especiales, como para la familia y la comunidad. Todo ello a
través de su interacción con el medio, lo que le permitiría manifestar sus intereses, aptitudes, preferencias,
siempre que se les brinde la oportunidad a través de actividades donde se les promueva su participación y
reflexión.

En este sentido la integración sociolaboral representa una necesidad vital de toda persona, es por
excelencia un medio que proporciona al hombre su bienestar social, permitiéndole constituirse en un ente
participativo proporcionándole la valoración de sí mismo, el reconocimiento de su esfuerzo y su auto-
realización.(Documento de Conceptualización y Política de Educación y Trabajo. 1997)

Por estas razones los planes, programas y proyectos dirigidos a la integración de las personas con
necesidades especiales en los diferentes ámbitos: familia, escuela, recreación, deporte, cultura y trabajo
deben estar acordes con sus necesidades.{mospagebreak}

3.4. Administración del Modelo de Integración Social

El Programa de Integración Social como programa de apoyo de la Dirección de Educación Especial como
instancia nacional tiene las competencias de

1) diseñar las políticas relacionadas con la Integración Social de las personas con necesidades especiales;
2) supervisar y velar por el cumplimiento de la política de Integración Social así como también efectuar
seguimiento a los acuerdos y convenios que se realicen en función de la integración social de las personas
con necesidades especiales;
3) asesorar a los diferentes sectores en las Instancias Territoriales en la administración y ejecución de las
políticas y programas para la integración social;
4) asesorar técnicamente a los organismos gubernamentales y no gubernamentales de acuerdo a sus
requerimientos en materia de integración social;
5) propiciar intercambios con instituciones y entes públicos y privados nacionales como internacionales a fin
de generar propuestas que apunten a la optimización de la integración social de las personas con
necesidades especiales;
6) orientar el desarrollo profesional de los recursos humanos de la Modalidad de Educación Especial en los
ámbitos estatales y municipales en cuanto a la política y administración de la Integración Social;
7) asesorar a los entes formadores en lo que respecta a la formación profesional en el campo de integración;
8) orientar a las asociaciones de personas con necesidades especiales para la elaboración de proyectos que
redunden en su efectiva integración social; 9) asesorar a los medios de comunicación para la realización de
programas de divulgación, difusión y orientación a la familia y a la comunidad sobre las personas con
necesidades educativas especiales y su integración social.

Las instancias Estadales y Municipales, en el marco de la descentralización, tienen las competencias de


administrar y supervisar las programaciones relacionadas con la integración social dirigidas a la población
con necesidades especiales. En consecuencia, a las mismas les compete planificar, coordinar, supervisar y
evaluar programas y proyectos sectoriales e intersectoriales dirigidos a la integración social de las personas
con necesidades especiales.

En el Plan Regional de Educación de cada Entidad Federal se deben incluir programas dirigidos a la
Integración Social atendiendo a los lineamientos de la política nacional de la Modalidad de Educación
Especial.

A nivel institucional, la Unidad Operativa de la Modalidad de la Educación Especial en el Programa de


Integración Social es el Equipo de Integración, el cual es un servicio de educación especial que cumple
funciones de apoyo cuya acción debe realizarse en forma articulada con los planteles y servicios de la
Modalidad de Educación Especial y con las instituciones de los niveles y otras modalidades del sector
educativo, así como con los servicios de otros sectores de la comunidad en la que se inscribe a los fines de
generar un trabajo conjunto para el logro de la integración social de las personas con necesidades especiales
en los diferentes ámbitos: familia, escuela y comunidad. Esto requiere que el equipo incentive y promueva
la organización de una comunidad integrada que contribuya a identificar necesidades y proponer soluciones
compartidas para garantizar la efectiva integración social

Más allá de la ubicación física de las personas con necesidades educativas especiales, en el ambiente
educativo, en esencia, debe promoverse la participación activa del individuo en su medio, estableciendo
vínculos entre las personas con las que comparte. En esta línea de pensamiento el Modelo para la
Integración Social se suscribe dentro de una política nacional y como tal requiere de las instancias y entes
responsables, para garantizar el derecho de las personas con necesidades especiales, a disfrutar de la
igualdad de oportunidades educativas y sociales, tal como se establece en la Constitución Nacional de
Venezuela, Ley Orgánica de Educación y su Reglamento, Ley del Trabajo y Declaraciones Internacionales.

En cuanto a la integración de los niños, jóvenes y adultos con necesidades especiales se requiere que los
planteles y servicios del Sector Educativo o instituciones y recursos de otros sectores cumplan funciones de
apoyo con la escuela regular a través de una acción cooperativa que garantice un efectivo proceso de
integración social.

La integración social debe garantizarse tanto en la modalidad de la educación especial como en la escuela
regular. En el modelo para la integración social reviste gran trascendencia un cambio en el rol de las
escuelas especiales por una parte debe atender a través de los planteles y servicios a los niños, jóvenes y
adultos con necesidades educativas especiales, que requieren de una atención educativa especializada
integral, para facilitar el desarrollo de sus competencias individuales y, por otra, debe propiciar la
integración de los educandos con necesidades educativas especiales que reúnan las condiciones para
desarrollarse a través de dicho proceso en los distintos niveles y modalidades del sistema educativo
apoyando al alumno integrado en la escuela regular y a los docentes y demás profesionales implicados en
este proceso.

A tal efecto los planteles y servicios de Educación Especial, tales como: Institutos de Educación Especial,
Aulas Integradas, Unidades Psicoeducativas, Centros de Dificultades de Aprendizaje, Centros de Atención
Integral, Centros de Rehabilitación de Lenguaje, Talleres de Educación Laboral, Centros de Desarrollo
Infantil, Centros Experimentales de Artes y Ciencias, más allá de cumplir con los objetivos para los cuales
fueron creados, tienen la responsabilidad de asumir la integración social de esta población a la familia,
escuela y comunidad. Igualmente los Núcleos de Bienestar Estudiantil, los Servicios de Orientación, los
Equipos Técnicos Zonales de Preescolar, a través de un trabajo articulado con los servicios de Educación
Especial, brindarán apoyo para la Integración Social.

La integración es responsabilidad de todos los profesionales involucrados en el hecho educativo. Cuando no


se cuenta en el sector donde estén ubicados los planteles y servicios con un Equipo de Integración, los
profesionales de dichas instituciones deberán asumir la responsabilidad de orientar el proceso de integración
social de los educandos con necesidades especiales.

El desarrollo del Modelo para la Integración Social le corresponde al ente educativo de la Modalidad de
Educación Especial, en cada zona educativa en una acción coordinada y participativa de los entes sociales
de la comunidad y bajo un enfoque de carácter intra e intersectorial .

Ahora bien, al estar concebida la integración social desde un enfoque integral, ésta demanda la
participación y responsabilidad de diferentes instancias relacionadas con las personas, como entes que
pertenecen a una sociedad, es decir, se requiere de una acción participativa de la familia, escuela y la
comunidad, de los sectores de la vida nacional a nivel estadal, municipal y local para garantizar con éxito la
integración social de las personas con necesidades especiales.

3.5. Líneas de Acción para la Integración Social

Al analizar la naturaleza y alcance de la integración social de las personas con necesidades especiales, es
ineludible considerarla como una política nacional; cuya finalidad es garantizar la igualdad de oportunidades
para todas las personas en el marco del respeto por la diversidad y el ejercicio de sus derechos.

En este sentido se requiere de una coordinación estrecha de todos los entes comprometidos, instancias
gubernamentales, no gubernamentales, a fin de que, todos de una manera u otra, estén comprometidos en
esta acción.
En este orden de ideas, para el desarrollo del Modelo para la Integración Social se requiere de líneas de
acción, las cuales se enmarcan en las exigencias del cambio educativo y de la Descentralización del Sistema
Educativo.

Por una parte se debe fortalecer la articulación de las acciones dentro de la modalidad de Educación
Especial para posibilitar el apoyo que los alumnos con necesidades educativas especiales requieren para el
logro de los objetivos curriculares propuestos por la institución escolar facilitando de esta forma la efectiva
integración social, y por otra se debe garantizar la integración de los educandos con necesidades especiales
a través de acciones articuladas con los niveles y las otras modalidades del Sistema Educativo así como
también con otros sectores de la vida nacional. Para ello se deben coordinar esfuerzos intra e
intersectoriales en planes de acción concretos y específicos.

De allí que, la vinculación de los equipos de integración con los Institutos de Educación Especial (IEE),
Unidades Educativas (UE), Centros de Atención Integral (CAI), Aulas Integradas (AI), Unidades
Psicoeducativas (UPE), Centros de Dificultades de Aprendizaje (CENDA), Centros de Rehabilitación del
Lenguaje (CRL) y los Centros Experimentales de Artes y Ciencias (CEAC), debe orientarse hacia un trabajo
cooperativo para la revisión y discusión de las programaciones a seguir con los alumnos con necesidades
educativas especiales integrados en los niveles de Preescolar, Básica, Media Profesional y Adultos. Así como
también para el desarrollo de acciones y estrategias dirigidas a la familia, al trabajo y la comunidad.

Desde el punto de vista de la intramodalidad la integración social de la población con necesidades


especiales de 0 a 6 años debe garantizarse a través de la articulación de acciones entre el Equipo de
Integración, los Centros de Desarrollos Infantil y otros Servicios de la Modalidad de Educación Especial que
cumplen funciones de apoyo (AI, UPE, CENDA, CAI, IEE, UE, CRL, CEAC), para el desarrollo de acciones
conjuntas que promuevan la socialización del niño como elemento básico para el inicio del proceso de
integración social. Esta acción también involucra el trabajo conjunto con la familia y la comunidad. Por ello
es necesario el establecimiento de vínculos con el grupo familiar a fin de informarlos, apoyarlos y estimular
su participación en todo el proceso educativo para facilitar la integración social del niño con necesidades
especiales.

Así mismo es necesario un trabajo articulado a la comunidad a través del diseño de estrategias para la
interacción del niño con sus iguales, fomentando desde edades tempranas las relaciones sociales
indispensables para su efectiva integración social.

En la línea intrasectorial se les debe garantizar la integración social por medio de la articulación de acciones
entre el equipo de integración, Centro de Desarrollo Infantil, Institutos de Educación Especial, Unidades
Educativas, Centros de Atención Integral, Centros de Rehabilitación del Lenguaje, Centros de Educación
Preescolar a través de su propuesta "Preescolar integral de calidad a través de sus programas formales y no
convencionales, y Escuelas Básicas con Preescolar, con el apoyo de los servicios de la modalidad Aulas
Integradas, Unidades Psicoeducativas, Cenda, y los de los otros niveles NIBE, Servicios de Orientación para
garantizar el ingreso, prosecución y permanencia en este nivel educativo. Esta acción también involucra el
desarrollo de estrategias dirigidas a la familia con el fin de estrechar relaciones de cooperación y de apoyo
entre los equipos de profesionales y los padres, participando estos en la adopción de decisiones en el ámbito
escolar y en la supervisión y apoyo del aprendizaje de sus hijo, aspecto básico para cimentar las bases de
una integración temprana. Por otra parte es necesario trabajar mancomunadamente, con los actores de la
comunidad, a fin de incorporarlos al proceso de integración.

En la línea intersectorial la integración a este grupo etáreo debe garantizarse a través de la articulación de
acciones entre el equipo de integración, los centros de desarrollo infantil, institutos de educación especial,
unidades educativas, centros de atención integral, centros de rehabilitación de lenguaje con el apoyo de los
servicios de la modalidad (AI, UPE, CENDA,) y de los otros niveles , (NIBE, Servicios de Orientación) y con el
Sector Social en sus programas Hogares de Cuidado Diario, Integrados del Ministerio de la Familia, Red
Materno Infantil, es decir se debe realizar una efectiva articulación con la red de atención a la población en
edad preescolar y seguir los planes nacionales destinados a la infancia, así mismo con los programas no
convencionales implementados por las organizaciones no gubernamentales y servicios autónomos.

En este ámbito es necesario también el desarrollo de acciones conjuntas para promover la participación de
la familia, como promotores de la integración social, en esta etapa tan importante de la vida del niño,
fomentando el compromiso para una efectiva integración social. Por otra parte es necesario el
fortalecimiento de las asociaciones de padres como elemento básico para participar en la concepción y
aplicación de programas dirigidos a mejorar las condiciones educativas y sociales de sus hijos, promoviendo
de esta forma la integración social.

Siguiendo las líneas estratégicas de la integración social de la población con necesidades educativas en el
rango de 6 a 15 años la coordinación de esfuerzos entre el equipo de integración, con los institutos de
Educación Especial, Unidades Educativas, Talleres de Educación Laboral, con el apoyo de los otros Servicios
de la Modalidad de Educación Especial, (AI, UPE, CENDA, CRL, CEAC, CAI) y de los otros servicios de los
niveles del Sistema Educativo (NIBE y Servicio de Orientación). Esta acción estará orientada al desarrollo de
experiencias educativas y sociales que apunten a una efectiva integración social.

Así mismo es de vital importancia el trabajo cooperativo para la participación de los padres a través de
estrategias de información y formación como verdaderos promotores de la integración social. Es un
imperativo el desarrollo de proyectos para la incorporación de la comunidad tanto para generar un cambio
de actitud hacia las personas con necesidades especiales como para su participación activa en el proceso de
integración.

Así mismo es necesario la coordinación de acciones entre el Equipo de Integración, Talleres de Educación
Laboral, Institutos de Educación Especial, Unidades Educativas, Centros de Atención Integral, con los niveles
de Educación Básica, Media Diversificada y Profesional, Modalidad de Adultos en sus programas IRFA
(Instituto Radiofónico de Fe y Alegría, Centros de Educación Básica de Adultos y Centros Educativo de
Atención a la Comunidad), a los fines de garantizar el ingreso, prosecución y culminación de estudios, así
como el apoyo y la orientación a los docentes en materia de planificación, organización escolar, selección
de recursos y adaptaciones curriculares acordes a las necesidades de los educandos, con el apoyo de los
servicios de la modalidad de educación especial, (AI, UPE, CRL) y de los niveles (Servicios de Orientación y
NIBE).

También cobra vital importancia el trabajo conjunto , para la participación de la familia y la comunidad. De
allí la necesidad de constituir, promover y/o fortalecer las asociaciones de padres como instancias de
participación, organización y toma de decisiones para la integración social de las personas con necesidades
especiales.

En relación a la comunidad, es pertinente, un trabajo cooperativo con los diferentes grupos del entorno
social, puesto que estos permiten a las personas con necesidades especiales a través de sus servicios,
compartir espacios deportivos y culturales como cualquier miembro de su comunidad, y a beneficiarse de
todo lo que dicha comunidad genera.

De igual manera es necesario la articulación entre los Equipos de Integración, los Institutos de Educación
Especial, Unidades Educativas, Centros de Atención Integral, Centros de Rehabilitación de Lenguaje, Centros
Experimentales de Artes y Ciencias y el Instituto Radiofónico Fe y Alegría y otros programas del sector
gubernamental y no gubernamental a los fines de generar proyectos conjuntos para el ingreso, prosecución y
culminación de estudios. Así como también con el Instituto Nacional de Deportes YMCA , otras
organizaciones deportivas y culturales.

Po otra parte, es necesario la coordinación de acciones con el sector Salud y Social con el apoyo de los
Servicios de Modalidad (AI, UPE, CENDA, CAI, CRL, CEAC) y los de los niveles del Sistema Educativo (NIBE y
Servicios de Orientación). Asimismo, es pertinente el desarrollo de estrategias que permitan la
incorporación de la familia y de la comunidad en el proceso de la integración social.

En cuanto a la familia se precisa del establecimiento de un trabajo cooperativo para involucrarla en todas
las programaciones destinadas a los niños y jóvenes con necesidades especiales, para así convertirse en
plenos defensores de los derechos de sus hijos.

En relación a la comunidad es pertinente, el desarrollo de planes que permitan su vinculación con el proceso
de integración social.

En relación a la integración de la población con necesidades educativas especiales de 15 años o más se


requiere de un trabajo coordinado entre el Equipo de Integración y los Talleres de Educación Laboral,
Institutos de Educación Especial, Unidades Educativas, Centros de Atención Integral, Centros de
Rehabilitación del Lenguaje, a fin de generar estrategias conjuntas para el inicio y prosecución de la
escolaridad, así como también, para la integración familiar y socio-laboral.

La participación de la familia en esta etapa de la vida del joven con necesidades especiales es de gran
relevancia como estímulo, apoyo y creencia en sus posibilidades y como una fuerza para el logro de las
metas trazadas por la persona con necesidades especiales, por ello es necesario el desarrollo de acciones
que favorezcan el intercambio con los profesionales a fin de apoyarlos para asumir un adecuado rol en esta
etapa tan compleja.

En lo que se refiere a la comunidad es prioritario generar en forma cooperativa proyectos y planes que
permitan la incorporación de los diferentes agentes de la comunidad en el proceso de integración

Igualmente para garantizar la integración de la población con necesidades especial de 15 o mas años se
requiere de la articulación del Equipo de Integración, lo Talleres de Educación Laboral, Unidades
Educativas, Centros de Atención Integral y los niveles de Educación Media, Diversificada y Profesional, con la
modalidad de Adultos en sus programaciones IRFA, CEBA, CEAC, y Educación Superior a los fines de
planificar y programar en forma conjunta acciones para el ingreso, prosecución y culminación de la
escolaridad, así como todo lo referente a la planificación y evaluación de los aprendizajes con el apoyo de
los servicios de la modalidad de Educación Especial (AI, UPE, CENDA) y con el de los niveles del sistema
educativo (NIBE y Servicios de Orientación).

Así mismo, se requiere de planes conjuntos para involucrar las organizaciones de padres en la consecución
de las metas trazadas por las personas con necesidades especial.

En cuanto a la comunidad es imperativo desarrollar proyectos conjuntos con los entes de la comunidad para
hacerlos partícipes del proceso de integración social y responder así a las necesidades sociales de esta
población como un ciudadano más.

En esta misma línea, la población de este grupo etáreo requiere de la articulación de los Equipos de
Integración, Talleres de Educación Laboral, Unidades Educativas, Institutos de Educación Especial, Centros
de Atención Integral, con el Ministerio del Trabajo para los efectos de la inserción laboral a través de las
oficinas de empleo. Con el Ministerio de Sanidad para la realización de planes conjuntos para la prevención
de enfermedades infectocontagiosas , planificación familiar, etc. Con el Ministerio de la Juventud en los
programas juventud desocupada para la elaboración de proyectos de capacitación e inserción laboral. Con el
Ministerio de Justicia para el desarrollo de planes en materia de prevención del delito. Con el Instituto
Nacional de Cooperación Educativa (INCE) para la capacitación, especialización y actualización e inserción
laboral. Con el Instituto Nacional de Deporte (IND), sector empresarial y con el Consejo Nacional para las
personas con necesidades especiales y con las federaciones, asociaciones de personas con necesidades
especiales, organizaciones no gubernamentales para la capacitación, inserción laboral y otros programas
educativos , deportivos, recreativos y culturales, todo ello con el apoyo de los servicios de la modalidad (AI,
UPE, CENDA) y de los otros nivel (NIBE y Servicios de Orientación).

Así mismo se requiere la coordinación de esfuerzos para promover la participación activa de la familia y de
la comunidad.

En cuanto a la familia es de gran relevancia, involucrar a las asociaciones de padres en todas las
programaciones destinadas a la integración social, esto con la finalidad de promover el compromiso y la
asunción de responsabilidades para hacer realidad la integración de sus hijos en el ámbito educativo,
laboral, recreativo, deportivo, cultural, así como el disfrute de los beneficios sociales.

En relación a la comunidad es necesario un trabajo cooperativo para le diseño de proyectos compartidos con
las instituciones gubernamentales y la sociedad civil, a fin de garantizar la integración social como un
proyecto compartido por todos los entes de la vida nacional

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