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Instrumentos para la evaluación de la Personalidad

En la compleja tarea de evaluar la personalidad, lo psicólogos recurren a cuatro instrumentos básicos: la entrevista personal,
observación directa del comportamiento, los test objetivos y los test proyectivos.

1) La entrevista personal

En esencia, una entrevista es una conversación con una finalidad: la de reunir información del entrevistado. A menudo este
instrumento se emplea en una situación clínica: para averiguar por que alguien busca tratamiento y ayuda en el diagnóstico del
problema. También sirve para comprobar el progreso del paciente en la terapia. Tales entrevistas tienden a ser no estructuradas
(abiertas). Es decir, el entrevistador puede preguntar sobre temas que vayan presentándose a lo largo de la sesión y hacer
preguntas de seguimiento cuando así convenga. En teoría, el entrevistador debe procurar que la conversación verse sobre una
gran gama de temas, alentando al sujeto que exponga libremente sus experiencias, sentimientos y actitudes. El entrevistador
también observa la conducta del otro, su manera de hablar, su compostura o su tensión al abordar ciertos tópicos. Muchas
veces esta clase de entrevista se usa en combinación con otros test más objetivos. Al efectuar una investigación sistemática
sobre la personalidad, los que la hacen suelen recurrir a la entrevista estructurada. En ella el orden y el contenido de las
preguntas se establecen de antemano, y el entrevistador procura no desviarse del esquema. Esta clase de entrevista es menos
personal, pero garantiza que se obtendrá información semejante de todos los entrevistados. También tiene mayores
probabilidades de recabar información sobre temas delicados que no podrían discutirse ampliamente en una entrevista no
estructurada. En ambos tipos de entrevista, es preciso que el investigador tenga experiencia y reconduzca debidamente. Debe
establecer una relación de empatía con el entrevistado, aunque sin sentirse demasiado ligado a él emocionalmente. Los
entrevistadores más eficientes son afables, se interesan en lo que el respondiente dice, permanecen serenos, relajados y
seguros durante la sesión. Su comportamiento es importante para el resultado de la entrevista. Las entrevistas estructuradas
tienen menores probabilidades de que la conducta del entrevistador influya de manera importante en lo que dice el
respondiente.

2) Observación

Otra manera de averiguar cómo suele comportarse un individuo consiste en observar sus acciones en situaciones cotidianas
durante un periodo prolongado. El hecho de observar el comportamiento en diversas situaciones da una idea de mucho más
cabal del efecto que la situación y el ambiente ejercen sobre la conducta y sobre la gama de conductas que puede mostrar un
individuo. Como así todos tendemos a perder la espontaneidad si sospechamos que alguien nos está viendo, la observación da
excelentes resultados con los niños de corta edad o con personas que tienen problemas de lenguaje. También puede dar buenos
resultados con gente prácticamente de cualquier edad y en multitud de ambientes: la cafetería de una empresa, una línea de
montaje cuando la gente trabaja o interactúa. En los años recientes la técnica de la observación ha sido perfeccionada en
algunos aspectos. Ante todo, en la actualidad las observaciones se cuantifican. Por ejemplo, si va a estudiarse la agresividad, el
investigador determina de antemano qué conductas se consideran agresivas y luego cuenta la frecuencia con que el sujeto las
realiza. Más aun, hoy los investigadores acostumbran gravar un video las conductas. Ello permite a un equipo de investigación
ver la conducta de un sujeto varias veces ya diversas velocidades. En los últimos años, gracias a la introducción de pequeños y
baratos aparatos de radio , varios investigadores han empezado a valerse de las observaciones hechas por las personas sobre su
propia conducta. En varias horas del día el psicólogo activa el aparato; el sujeto interrumpe lo que estaba haciendo y anota algo
en su cuaderno o llena un breve cuestionario que describe su actitud, pensamiento o sentimientos en el momento que apaga el
beeper. 

3) Test objetivos

A fin de idear instrumentos de medición que no se basen en la pericia del entrevistador ni en las capacidades interpretativas del
observador, los psicólogos crearon los test objetivos, llamados también inventarios de la personalidad. En general son pruebas
escritas que se aplican a los sujetos y que se clasifican atendiendo a un método normalizado. Los test suelen construirse de
modo que el respondiente escoja entre una respuesta afirmativa y otra negativa, o bien, seleccione una contestación entre
muchas opciones. Debido a los esfuerzos por crear un instrumento que mida exactamente los rasgos de la personalidad, los
teóricos de los rasgos prefieren los test objetivos. Así Cattell ideo una prueba de la personalidad integrada por 374 preguntas,
llamado cuestionario de 16 factores de la personalidad (16RT).( para ampliar sobre los métodos de Cattell- 6 a 8-10 a 12-14 a 17)
No es extraño que este cuestionario proporcione puntuaciones en cada uno de los 16 rasgos identificados por Cattell, he aquí
alguna de las preguntas que incluye:

Prefiero casarme con alguien que:


a) Goza de admiración general
b) Es una persona común
c) Posee talento artístico y literario.
Mis amigos me consideran una persona realista y muy práctica:
a) Si
b) En un nivel intermedio
c) No
Creo que soy una persona
a) Educada y tranquila
b) En un nivel intermedio
c) Dinámica y brillante

4) Test proyectivos

Casi todas estas pruebas constan de estímulos ambiguos sencillos que provocan un número infinito de respuestas. Al sujeto se
le muestra material carente de sentido o una imagen vaga; después de le pide que diga lo que ese material significa para él.
No reciben pista alguna sobre “la mejor manera” de interpretar material. Se supone que, al encontrar su propia respuesta,
“proyectan” su personalidad en los materiales de la prueba. Los test proyectivos ofrecen varias ventajas en la medición de la
personalidad. Por ser flexibles y por poderse tratar como un juego o acertijo, se administran en una atmosfera de relajación, sin
la tensión y falta de espontaneidad que suelen acompañar a los test objetivos. A menudo el verdadero propósito no se da a
conocer al sujeto, para que haya menos probabilidades de fingir la respuesta. Algunos psicólogos piensan que el test proyectivo
puede revelar ideas y fantasías inconscientes, entre ellas problemas latentes de índole sexual o familiar. En todo caso, su
precisión y utilidad dependen principalmente de la pericia del examinador.
El test de Rorschach es sin duda la prueba más conocida de esta categoría de instrumento. Se llama así en honor del psiquiatra
suizo Hernán Rorschach que en1921 publicó los resultados de su investigación sobre la interpretación de manchase tinta como
calve para descubrir la personalidad. Gran parte del trabajo sobre esta técnica ya se había realizado cuando Rorschach comenzó
su práctica profesional; pero fue el primero en aplicarla para evaluar la personalidad total. Al cabo de 10 años de efectuar
pruebas con miles de manchas, finalmente escogió 10 que aparecer suscitaban la repuesta más emocional. Cada diseño de las
manchas viene impreso en una tarjeta aparte y tiene una forma, color, sombreado y espacio blanco únicos. Cinco de las
manchas son blancos y grises; dos tienen borrones rojos; tres tienen trozos de diferentes colores. El sujeto recibe las tarjetas una
a la vez y en un orden específico. Se le indica que diga lo quede en cada mancha. Las instrucciones se reducen al mínimo, de
modo que las respuestas espontaneas posible. Aunque no se da permiso explicito, el sujeto voltearla tarjeta y ver la mancha
desde cualquier ángulo, pudiendo darle cuantas interpretaciones desee. Luego de terminar la interpretación de todas las
manchas, se repasa las tarjetas junto con el examinador y dice que parte de cada mancha suscito cada respuesta.
Otro de los test es apercepción temática (TAT) inventado por H.A. Murray y sus colegas en la universidad de Harvard. Es una
prueba que comprende 20 tarjetas que representan una o más figuras humanas en diversas poses. Algunas de las imágenes
sugieren una historia básica; otra solo suministran una idea general de la trama. Al sujeto se le muestran las tarjetas una a la vez.
Tiene que inventar una historia completa para cada tarjeta, explicando lo que dio origen a la escena descrita, lo que los
personajes están haciendo en ese momento, lo que están pensando y sintiendo, el desenlace de la historia. Aunque se han
ideado varios sistemas de clasificación para el TAT, el examinador suele interpretar las historias a la luz de su conocimiento
personal del sujeto. Parte importante de la evaluación es consiste en averiguar si el sujeto parece identificarse con el héroe de la
historia o con alguno de los personajes de segundo plano. A continuación el examinador determina lo que las actitudes y
sentimientos del personaje revelan sobre el sujeto. También evalúa el contenido, el lenguaje, la originalidad, organización y
congruencia de cada historia. Ciertos temas, entre ellos necesidad de afecto, el fracaso constante o el dominio de los padres,
pueden recurrir una y otra vez en algunas tramas.

También, dentro de esta metodología que presenta láminas se encuentran el TRO ( test de relaciones objetales) y el CAT, que es
una versión para niños.

Dentro de esta categoría se incluyen los llamados test gráficos que consisten en dibujos que pueden ir acompañados de relatos.
Algunos son: HTP (árbol-casa-persona), figura humana, familia y dibujo libre.

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