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Con fecha jueves 15 de Julio del año 2021, a eso de las 18:00 horas de la tarde (no
el 19 de Julio de 2021 como se indica en querella), fui víctima de un fraude bancario, el que
consistió en que en horas de la tarde recibí la llamada de un supuesto funcionario de Banco
del Estado de Chile, quien señala que se me haría una pequeña devolución de dinero en
atención a la Pandemia de COVID19 que azota al país, argumentado, además, que el dinero
devuelto sería en razón de lo que cobra el Banco por efectuar transferencias a terceros y
hacer retiros desde cajeros automáticos.
Pues bien, esta persona se individualiza como funcionario del Banco Estado,
hablando como tal; de manera que no podía saberse si éste era un tercero o un funcionario
bancario, pues repito, su modo de hablar, de expresarse, de saludar, etc., eran los que
usualmente usan los ejecutivos de Banco Estado de Chile.
Además, daba excesiva confianza pues conocía mis antecedentes personales que
únicamente esta institución podría conocer, tales como: nombre de mi hija; marca, patente,
color y modelo de mi automóvil; correo electrónico personal registrado en el Banco; fecha
de mi nacimiento; domicilio; números correspondientes a mi tarjeta de coordenadas, en
efecto, el sujeto conocía no sólo el número de mi tarjeta de coordenadas, sino que
también los números exactos de esta. Razón por la cual me sentí confiada, y mientras éste
dictaba los números de la tarjeta de coordenadas, estos eran exactamente los mismos que
figuran en mi dicha tarjeta de coordenadas, los que la suscrita iba corroborando.
Inclusive el sujeto conocía todas las cuentas que mantengo con Banco Estado,
Cuenta Vista, Corriente, RUT y de Ahorro Bipersonal; sabiendo incluso sus
correspondientes números.
Que, siendo de esta manera las cosas, minutos después concurro muy preocupada,
en esa misma tarde del jueves 15 de julio del 2021 a eso de las 18:00 horas, a dependencias
de Banco del Estado de Chile a fin de sacar dinero por si aquello era efectivamente un
fraude, y así recuperar algo de dinero para que este no fuera totalmente hurtado.
En ese mismo instante, una vez hecho este retiro, y a través de un teléfono que se
encuentra en las mismas dependencias de los cajeros automáticos de la institución
querellante, procedo a llamar al Servicio de Atención al Cliente, para efectos de bloquear
mis cuentas bancarias, a fin de resguardarme de un posible fraude.
La persona que me atendió, de sexo femenino, me señala que vuelva a llamar, esa
misma tarde del 15 de Julio, al número a fin de saber de si efectivamente se habían retirado
fondos sin mi consentimiento, si mis cuentas fueron efectivamente bloqueadas, y saber, en
caso de fraude, cuánto dinero quedaba en mis cuentas. Se me indica que se me hará una
devolución; y efectivamente así fue, pues recibí la suma de $1.041.249 en mi cuenta
corriente. Se me señaló, además, que podía solicitar el monto íntegro de lo defraudado, sin
embargo, aquello no ocurrió, según se acreditará.
Se me dice, además, que podía reclamar ante la negativa del Banco para que este
restituyera el saldo de los montos defraudados de $3.410.824, pero la última petición que
hice fue denegada.
Pues bien, aquello no fue efectivo pues recién la querellante procedió a cambiar
claves y bloquear cuentas el día lunes 19 de Julio de 2021. Así, ese día lunes 19, recibo 2
correos electrónicos por parte de Banco del Estado de Chile del siguiente tenor:
1) Fecha 19 de Julio de 2021, 14:46 horas. Notificación cambio de clave tarjeta –
BancoEstado: MARIA BARRIGA. Se ha realizado el cambio de clave de su
tarjeta terminada en ****3591 el día 19/07/2021 a las 14:45 horas.
2) Fecha 19 de Julio de 2021 18:06. Notificación bloqueo canales electrónicos.
MARIA BARRIGA. Con fecha de 19/07/2021, 18.05.47 se ha realizado el:
Bloqueo de Canal internet. Bloque de canal App. Bloque de canal telefonía.
Bloqueo de dispositivo de transferencia. Bloqueo de uso de billetera de tercero.
Bloqueo de clave tarjeta Cuenta Rut.
Para abundar, los montos defraudados como indica Banco del Estado de Chile
fueron los siguientes, que ellos mismo indican en su querella, a saber:
Pues bien, y acá es donde la acción de Banco del Estado de Chile se vuelve
contradictoria; y no corresponde a un fraude de la suscrita o a culpa grave; sino más bien a
una vulneración de sus sistemas informáticos y negligencia de la institución.
Resulta que, desde la propia web de Banco del Estado de Chile, sección cuentas, se
señala a la letra: “Beneficios: Ten en cuenta que la Primera Transferencia a nuevos
destinatarios tienen un límite máximo de $250.000 durante las primeras 24 horas
desde su inscripción” FUENTE:
https://www.bancoestado.cl/imagenes/_personas/productos/cuentas/plan-cuenta-
corriente.asp#:~:text=Ten%20en%20cuenta%20que%20la,000.
Del mismo modo, y en la misma pág. Web del Banco, se indica que desde una
cuenta RUT la primera transferencia hacia nuevos destinatarios durante las primeras 24
horas tiene un límite máximo de $100.000.
Así las cosas, muchas de las transferencias superan con creces el límite máximo
establecido por Banco Estado, como primera transferencia a nuevos destinatarios durante
las primeras 24 horas, en cuentas corrientes y RUT; pues como Usía podrá percatarse
existen transferencias por montos de: $319.073 (indicado en numeral 2); $700.000
(indicado en el numeral 8); $1.500.000 (indicado en el numeral 9); y, $900.000 (indicado
en el numeral 11). Además, el número y el monto de transferencias hechos en un solo día,
del mismo modo supera a las permitidas por Banco Estado según sus propias políticas
bancarias establecidas en su página web.
Que, de esta manera planteada las cosas, es dolosa e infundada la acusación del
delito de fraude que a la letra se me imputa en la querella: “En el presente caso, ha
quedado de manifiesto que el usuario de la cuenta ha participado activamente en la
comisión del delito, toda vez que ha entregado de manera voluntaria e imprudente
información de vital importancia para la comisión del mismo, sin atender a su deber de
cuidado”. Como se aprecia, la imputación es calumniosa, hecha con total desconsideración;
por lo que al final, en el petitorio se solicitará que se declare temeraria y calumniosa la
acción deducida.
Respecto a que las transferencias figuren con fecha 19 de Julio de 2021, esto
corresponde, a que el día 16 de Julio era un viernes feriado, y estas operaciones se
reflejarían en el día hábil administrativo posterior, es decir, el lunes 19 de Julio.
Por otra parte, la misma doctrina invocada por la querellante indica que, obrar con
dolo es hacerlo con malicia; con culpa grave: con negligencia extrema, grosera, opuesta a la
buena fe, como se ha dicho por la doctrina desde el Derecho romano.
En este caso ¿Cómo puede existir dolo o culpa grave por parte de una persona que
es inducida a error o dolo por terceros? O dicho de otra manera ¿Cómo puede existir dolo o
culpa grave por parte de quien fue víctima de un delito? Quien obra con su voluntad viciada
por error, y en este caso, dolo de terceros, obra de manera involuntaria en un sentido
aristotélico, de modo que no existe voluntad alguna; esta voluntad simplemente, según
decía Pothier, no existe por el error que él mismo destruye (Pothier, Robert, Op. Cit., págs.
20-23).
Por lo demás, el dolo o la culpa grave conforme al artículo 1698 del Código Civil
deberá probarlo la querellante.
Para peor, dándole aviso oportuno el día 15 de julio del año 2021, la
querellante recién procede a bloquear cuentas y a cambiar claves el día lunes 19 de
julio del año 2021.
Es así como al existir una vulneración de sistemas bancarios -por parte de terceros-
se excluye la participación delictiva de mi persona; sin que existan pruebas fehacientes que
acrediten que actué dolosamente o con culpa grave, ni mucho menos que haya querido
defraudar al Banco de marras, toda vez que la suscrita es quien fue víctima del hecho;
debido al obrar de terceros, a la vulneración de los sistemas informáticos del Banco y a la
propia negligencia de este.
Que, de lo anterior es posible dar por establecido que las operaciones ilegales fueron
permitidas por el sistema informático del banco, incumpliendo las instrucciones emanadas
de la circular Nº 3.444 de 21.08.08 de la Superintendencia de Bancos e Instituciones
Financieras, Recopilación Actualizada de Normas, la que en su Capítulo 1-7 regula la
transferencia electrónica de información y fondos.
Asimismo, se determina en esas instrucciones que los sistemas “deberán contener
los mecanismos físicos y lógicos de seguridad para controlar que se ejecuten todas las
operaciones que se inician, debiendo estar en condiciones de detectar cualquier alteración
o intervención a la información transferida, entre el punto en que ésta se origina y aquel
en que es recibida por el destinatario”
En el caso de autos, la entidad bancaria que permite la vulneración de sus sistemas
de seguridad pone en riesgo la confianza en la que todo el sistema financiero está
sustentado y que constituye el elemento esencial, que justifica la existencia misma del
sistema bancario, por lo que es inadmisible que tal violación se verifique sin una pronta y
adecuada respuesta al cliente que confía en dicha fundamental seguridad. Peor aún,
excusándose en su propia desidia culpe a la propia víctima del fraude por ella permitido.
Por su parte, el inciso primero del artículo 23 de la misma Ley dispone:
Que, por lo anteriormente expuesto, esta parte estima que permitir que se giren
desde cuentas bancarias montos de dinero sin el consentimiento del titular, o por artificios
de terceros que vulneran los sistemas bancarios, y para peor que la institución bancaria
avisada del fraude oportunamente obre a los días después, constituye una infracción a los
artículos 12º y 23º inciso primero de la Ley 19.496.
Finalmente, que, si bien de los delitos son responsables los delincuentes, las
empresas tienen la obligación de tomar todas las medidas para que los consumidores no
sean víctimas de fraudes. Si a un consumidor le realizan transacciones fraudulentas, la
empresa deberá probar que sus mecanismos fueron seguros y que actuó
profesionalmente. Es importante tener presente que las instituciones financieras no
pueden desentenderse de la responsabilidad de otorgar un servicio seguro y menos
pretender validar y limitar su responsabilidad.
La jurisprudencia ha dicho:
Así las cosas, Banco Estado al no probar dolo ni mucho menos culpa grave deberá
restituirme la suma de $3.410.824, reajustada; pues sólo procedió a restituir el monto de
$1.041.249 del total defraudado correspondiente a $4.452.073.
POR TANTO,
Y de acuerdo con lo expuesto, disposiciones citadas, ley 18.287 y ley 21.234, y
demás normas legales pertinentes; RUEGO A US., tener por contestada querella por
infracción a la Ley N° 21.234, solicitando concretamente lo siguiente:
1) Se rechace en todas sus partes la querella infraccional, conforme a lo expuesto,
al no existir dolo ni mucho menos culpa grave;
2) Que, la suma restituida por Banco del Estado de Chile correspondiente a
$1.041.249, se mantenga en mi patrimonio;
3) Que, conforme al artículo 5 inciso 4° de la Ley 21.234 se ordene a Banco del
Estado de Chile, ya individualizado, una vez ejecutoriada la sentencia de autos,
restituir a la suscrita María Elizabeth Barriga Trujillo, el saldo restante de
$3.410.824, reajustado, en un plazo de 12 días hábiles;
4) Se declare por sentencia firme calumniosa y temeraria la querella infraccional
deducida;
5) Se condene a la querellante ejemplarmente en costas.
POR TANTO,
SEGUNDO OTROSI: Sírvase US., tener presente que en el proceso me valdré de todos
los medios de prueba que franquea la Ley.
POR TANTO,
RUEGO A US., tenerlo así presente.
TERCER OTROSI: Designo como patrocinante al abogado habilitado don Marcelo
Vergara Donoso, cedula nacional de identidad Nº 16.352.670-0, domiciliado en calle
Ramírez N° 685, oficina 3, a quien, además, confiero poder con todas y cada una de las
facultades contenidas en ambos incisos del artículo 7° del Código de Procedimiento Civil,
las cuales se dan por integra y expresamente reproducidas en este acto, especialmente las de
percibir, transigir, avenir, renunciar a los términos y recursos legales.
POR TANTO,