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Ma J. Martínez López & Ma T.

Cruz Jimenez

TEMA 22: Tumores odontógenos

Noviembre de 2005. Revisado en Diciembre de 2006


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INTRODUCCIÓN
Los tumores odontógenos son exclusivos de los maxilares y se originan a
partir del tejido asociado al desarrollo del diente. El tejido anormal de cada
uno de estos tumores puede correlacionarse a menudo con tejido similar al de
la odontogénesis normal, desde el origen a la erupción del diente.
Su atractivo e importancia radican en el hecho de ser una patología especíca
y única de los maxilares, así como en sus particulares características clínicas e
histopatológicas. Otro aspecto a destacar es su rara aparición en las biopsias
hechas en el sector de Anatomía Patológica en los últimos años. Actualmente el
estudio de estos tumores está en plena ampliación ya que se están describiendo
tanto lesiones benignas como malignas, intraóseas y periféricas. Aunque debido
a las aportaciones que se incluyen diariamente sobre este área podemos decir
que los tumores odontogenicos son una parte de la patología que cada vez está
más acotada.
La formación del diente se origina durante la embriogénesis produciéndose a
partir del epitelio oral que cubre los procesos alveolares, maxilar y mandibular.
Se inicia como una gemación de la capa celular basal situada encima de cada
localización especíca donde aparecerán los dientes.
Vamos a clasicar estos tumores histológicamente según el epitelio que les
da origen. Así, vamos a ordenarlos en epiteliales, mesenquimáticos y mixtos.
No hay que olvidar que también los podemos clasicar en malignos y benignos,
según su comportamiento en los diferentes órganos.

CLASIFICACIÓN

TUMORES ODONTÓGENOS EPITELIALES


 Ameloblastoma
 Ameloblastoma común
 Ameloblastoma uniquístico
 Ameloblastoma periférico
 Tumor odontógeno epitelial calcicante
 Tumor odontógeno adenomatoide
 Quiste odontógeno calcicante
 Tumor odontógeno de células planas

TUMORES ODONTÓGENOS DEL TEJIDO CONJUNTIVO


 Fibroma odontógeno
 Fibroma odontógeno periférico
 Fibroma odontógeno central
 Mixoma odontógeno
 Cementoblastoma

TUMORES ODONTÓGENOS MIXTOS


 Fibroma ameloblástico
 Odontoma
 Fibroodontoma ameloblástico

TUMORES ODONTÓGENOS MALIGNOS


 Ameloblastoma maligno
 Carcinoma ameloblástico
 Carcinoma odontógeno
 Carcinoma intraóseo primario
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TUMORES ODONTÓGENOS EPITELIALES

AMELOBLASTOMA
Neoplasia más clásica del epitelio odontógeno, localmente agresiva, que tiene
un amplio espectro de patrones clínicos e histológicos que se asemejan a la
odontogénesis temprana. Algunos de ellos son malignos y pueden incluso llegar
a metastatizar, pero teniendo en cuenta que la invasión de los tejidos blandos
suele ser tardía e infrecuente. Aunque pueden aparecer a cualquier edad, es entre
la 4a y 5a decadas de vida cuando suelen ser diagnosticados, muchas veces de
forma accidental, ya que son de crecimiento lento y al principio asintomáticos.
Tras el período de crecimiento inicial su tamaño se hace mayor, observándose
frecuentemente en la cara y en la expansión ósea maxilar tumefacto al tacto.
Suele ser característica la afectación de piezas dentarias que pueden llegar in-
cluso a perderse.
Pueden asentar en diferentes zonas de los maxilares siendo la mandíbula el
lugar de aparición más frecuente (80%), principalmente en la región molar y la
rama ascendente (70%), la región premolar (20%) y por último la zona incisal
(10%). El caso de aparición en la región maxilar superior es más grave debido
a que es capaz de llegar a afectar incluso al seno maxilar.
La radiografía (en la cual el tumor se maniesta en forma de "pompas de
jabón"), el estudio con TC y la resonancia magnética son necesarios para acotar
bien el tumor y aplicar un tratamiento correcto.
Con nes terapéuticos, se han identicado en general tres subtipos clínicos
de ameloblastomas: El ameloblastoma común o poliquístico (también llamado
simple o folicular), el ameloblastoma uniquístico y el ameloblastoma periférico.
Se sabe que al menos el 15,5% de un estudio realizado por Reichart et al entre
1593 ameloblastomas mostraban apariencias histológicas coexistentes.

1.- Ameloblastoma común: POLIQUÍSTICO


Denominado a veces ameloblastoma simple o folicular, es la forma más preva-
lente y mejor reconocible de esta lesión. Casi todos los casos se presentan entre
los 20 y los 40, aunque se han descrito casos de aparición a cualquier edad.
Esta patología se caracteriza porque se constituyen acumulaciones en gforma
de islotes o folículos provenientes del epitelio ameloblastico que se asemejan al
órgano del esmalte. Su morfología se asemeja a un retículo estrellado (zona
central de células anguladas conectadas entre sí débilmente) rodeado por una
capa de células cilíndricas parecidas a los ameloblastos. Sus núcleos tieneden
a desplazarse desde la membrana basal al extremo de la célula, proceso que se
denomina "polarización inversa".
La forma más común de ameloblastoma puede producir deformaciones ex-
tensas, incluso grotescas, del maxilar y la mandíbula donde es más frecuente.
Se encuentra localizado con mayor frecuencia en la mandíbula. Las lesiones
del maxilar se concentran en el área molar, desde donde suelen extenderse al
seno maxilar y al suelo de las fosas nasales. La multiloculación caracteriza a
las lesiones de mayor tamaño y da a la radiografía un aspecto de burbujas de
jabón.
El aspecto microscópico típico de un ameloblastoma está constituido por
un epitelio en el cual la capa de células basales contiene células cilíndricas o
en empalizada cuyos núcleos tienden a desplazarse desde la membrana basal al
extremo opuesto de la célula; proceso que se denomina: polarización inversa.
La polarización inversa de la capa de células basales en el ameloblastoma tiene
que formar parte de uno de los patrones arquitectónicos especícos del epitelio
asociados con un comportamiento local agresivo. Los dos patrones más comunes
son el folicular y el plexiforme.
En general, todas las variantes histológicas de los ameloblastomas comunes
tienen un comportamiento biológico similar y no se tratan de forma distinta
por sus rasgos microscópicos. La técnica con mayor probabilidad de eliminar
totalmente la lesión es la resección marginal (en bloque).
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2.- Ameloblastoma UNIQUÍSTICO:


Descrito por primera vez por Robinson y Martínez en 1977 el ameloblas-
toma uniquístico es una variante bien diferenciada que se presenta con mayor
frecuencia en varones de raza negra y en un intervalo de edad que comprende
de los 16 a los 20 años, aunque no es infrecuente su aparición en pacientes de
menor edad.
Aparece relacionado con un quiste dentígero y suele asociarse a un tercer
molar muy desplazado. Las lesiones son más frecuentes en la mandíbula que
en el maxilar donde se alojan tan sólo el 10% de estos tumores. Las regiones
más afectadas son el ángulo mandibular en relación con el cordal y la sínsis, ya
que a partir de este punto el tumor es capaz de extenderse por todo el cuerpo
mandibular. Lo más frecuente es que aparezca en la zona molar (77,4% de los
casos).
El aspecto radiográco es importante en el diagnóstico porque determina si la
lesión es unilocular, un criterio imprescindible en el ameloblastoma uniquístico.
Las lesiones suelen estar bien delimitadas y pueden presentar incluso expansión
cortical.
Existen varias hipótesis que que aclaran el nacimiento de este tipo de ameloblas-
toma pudiendo ser el origen un quiste odontogénic directamente, la transforma-
ción de ameloblastomas con quisticación del epitelio del esmalte de un diente
en desarrollo o una lesión uniquística.
La lesión está constituida por una cápsula de tejido conjuntivo broso, denso,
uniformemente engrosado, que rodea una sola luz grande llena de líquido. El
revestimiento epitelial de la luz es de espesor uniforme y tiene una capa ligera-
mente hipercromática de células basales en empalizada, la mayoría de las cuales
presenta polarización inversa del núcleo.
El tratamiento del ameloblastoma uniquístico depende de su patrón his-
tológico. Cuando está presente el patrón intraluminal o el plexiforme, la enu-
cleación suele ser suciente. Además es un tumor con bajos índices de recur-
rencia, tan sólo del 18 al 25% de los casos. La cirugía no está indicada en casos
extremos.

3.- Ameloblastoma PERIFÉRICO:


El ameloblastoma periférico (extraóseo) es un tumor odontógeno benigno
muy raro que se parece histológicamente al ameloblastoma intraóseo común
pero está limitado a los tejidos blandos como la encía o la mucosa oral que
recubre zonas de soporte dentario. Se cree que procede directamente del epitelio
de revestimiento o de los residuos de la lámina dental localizados en el tejido
blando extraóseo. Son más frecuentes en varones de más de 50 años de edad,
sobre todo en la zona lingual de la mandíbula. En los tejidos blandos de la
tuberosidad del maxilar superior también los encontramos reiteradamente.
Las lesiones suelen tener el aspecto de nódulos sésiles de la encía, rmes,
cuyo tamaño oscila entre 0,5 y 2 cm pueden ser eritematosas o estar ulceradas.
Se han documentado en pacientes desde 23 a 82 años de edad, y las lesiones se
presentan en la mandíbula el doble de veces que en el maxilar. Dado que las
lesiones son principalmente extraóseas son raros los cambios óseos. En ocasiones
estas lesiones pueden confundirse con un granuloma piógeno, un papiloma, un
granuloma periférico de células gigantes, etc. ya que todos ellos presentan tume-
facción de la encía.
El tejido está constituido por islotes y lamentos de epitelio odontógeno, por
lo general parecido al patrón folicular del ameloblastoma común intraóseo. Los
islotes epiteliales se presentan, generalmente la variante acantomatosa de este
patrón; con áreas centrales de formación de queratina o el patrón quístico.
El tratamiento recomendado para el ameloblastoma periférico diere del de
otras formas de ameloblastoma; porque el tumor suele ser pequeño y queda
limitado al tejido blando supercial. La mayoría de las lesiones se tratan con
éxito mediante escisión local que incluya un pequeño borde de tejido normal. El
borde inferior debería incluir periostio para asegurar que no se haya producido
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penetración en el hueso. El análisis histológico de las lesiones escindidas es


fundamental para descartar otras patologías, aún y cuando el diagnóstico sea
evidente.

TUMOR ODONTÓGENO EPITELIAL CALCIFICANTE


Tumor benigno localmente agresivo (aunque con un poder invasivo menor
que el del ameloblastoma) constituido por bandas y formaciones medulares de
células planas y claras, que suelen acompañarse de calcicaciones esféricas y
depósitos hialinos con características tintoriales de amiloide que puede estar
calcicado. No se ha determinado la histogénesis pero se cree que puede desar-
rollarse a partir del estrato medio del órgano del esmalte. Fue estudiado por
primera vez por el patólogo bucal Pindborg en 1958.
Se presenta en pacientes con edades entre los 20 y los 60 años, apareciendo en
los dos tercios de los casos en el maxilar superior. Dos tercios de las lesiones están
en la mandíbula. En ambos maxilares, la mayoría de las lesiones se presentan en
el área molar, seguidas en frecuencia por el área premolar, sobre todo en dientes
no erupcionados. Este tumor de crecimiento lento se presenta en forma de una
masa indolora, sin que se hayan llegado a describir metástasis. En el maxilar se
produce a veces abstrucción de la vía respiratoria nasal, epistaxis y exoftalmos.
El TOEC periférico aparece más comúnmente en la gingiva anterior de la
boca. Se presenta como una tumefacción supercial de tejido blando de la encía
en zonas dentadas y edéntulas de los maxilares.Dado que las calcicaciones
suelen ser pequeñas; las lesiones tienden a presentarse en forma de imagen ra-
diolúcida difusa, con manchas ténues de estructuras calcicadas.
El tumor presenta una considerable variabilidad en su aspecto histológico
más frecuente; está constituido por capas de células poliédricas con puentes
intercelulares destacados y variaciones en el tamaño de los núcleos. Las célu-
las pueden presentar pleomorsmo, multinucleación, nucleólos prominentes y, a
veces, hipercromatismo. Debido a la escasez de casos con seguimiento a largo
plazo; no se conoce bien el comportamiento biológico del TOEC. Se ignora cuál
es la célula especíca de la que se deriva y el estímulo para su crecimiento,
aunque se ha postulado el estrato intermedio del órgano del esmalte.
Debido a las características expuestas anteriormente (tumor de crecimiento
lento, poco agresivo, que no presenta metástasis, etc.), lo más efectivo es el
ataque quirúrgico o la resección hasta la enucleación. Las recisivas son menores
del 20%, por lo que la remoción quirúrgica radical no está indicada en la mayor
parte.

TUMOR ODONTÓGENO ADENOMATOIDE


Lesión benigna bien circunscrita derivada el epitelio odontógeno que repre-
senta del 3 al 8,6% de los tumores odontogénicos. Deriva del órgano del esmalte
y se cree que su génesis se produce en el último estadío funcional de la amelogé-
nesis a espensas de epitelio reducido del esmalte o el estrato intermedio. Esta
patología, que fue reconocida por primera vez por Staque como una entidad
diferente, está constituida por epitelio en remolinos y patrones ductales, cuyos
espacios se rellenan por un material PAS+ que se ha demostrado que es material
de membrana basal, entremezclados con calcicaciones esféricas. El TOA suele
asociarse con un diente retenido y, a menudo, es la causa de que un diente no
haga erupción, por lo que puede confundirse con un quiste dentígero.
El 30% de los casos se da en pacientes menores de 30 años, sobre todo surante
la segunda década de vida, frecuentemente en pacientes de 14 a 15 años de edad.
Afecta a las mujeres con un número doble, incluso triple, en relación con los
varones. Aparece casi siempre en la parte anterior de la boca; generalmente
alrededor de un canino retenido. Esta lesión se ha asociado a veces con otros
dientes, incluidos los molares.
El aspecto radiográco del TOA suele ser una lesión unilocular de uno a
tres cm, con bordes bien delimitados que contiene un diente no erupcionado en
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más del 80% de los casos (suele ser el canino superior y pueden estar implica-
dos dos dientes). La mayoría son radiolúcidas; pero algunas contiene manchas
tenues radiopacas. El TOA está constituido por una cápsula externa de tejido
conjuntivo broso, que rodea una formación nodular de células epiteliales. El
resto del tejido puede ser sólido o contener áreas quísticas focales. Los nódulos
están formados por células epiteliales fusiformes que están a menudo en una
disposición arremolinada.
Histológicamente demuestra una tumoración que presenta diferentes formas:
cordones, islotes o masas celulares que se corresponden con una proliferación
epitelial en un estroma conectivo. Las células se encuentran agrupadas en forma
de rosetas y conductos, muy parecidas a los ameloblastos. Clínicamente se
va a manifestar como un tumor doloroso y de lento crecimiento que provoca
expansión cortical e incluso desplazamiento de los dientes adyacentes.
El TOA se trata con éxito mediante legrado y, por lo general, requiere la
extirpación de los dientes asociados. Las recidivas son raras debido a su carácter
benigno y a su encapsulación.

QUISTE ODONTÓGENO CALCIFICANTE


Es también denominado "quiste de Gorlin" que, en 1962 junto a sus colabo-
radores, fue pionero en la descripción de sus características. Es una lesión odon-
togénica benigna sólida o quística rara, bien circunscrita, con células columnares
y áreas de retículo estrellado derivado del epitelio odontógeno, que se parece al
ameloblastoma folicular pero contiene células fantasma que pueden estar cal-
cicadas. Raramente tiene un comportamiento agresivo y se manifesta tanto
de manera intraósea como extraósea aunque en el 80% de los casos vamos a
encontrarnos ante lesiones intraóseas.
Las lesiones pueden aparecer a cualquier edad, pero existe preferencia en
pacientes de unos 20 años sin que exista una mayor incidencia en ninguno de
los dos sexos. Puede presentarse en cualquier lugar de las zonas dentadas, pero
la zona más común son áreas de sostén o apoyo dentario de la mandíbula y
el maxilar superior, limitándose a partes anteriores respecto del primer molar
principalmente.
Las lesiones no tienen características radiológicas especícas, aunque con
gran frecuencia presentan el aspecto de imágenes radiolúcidas uni o multiloc-
ulares bien circunscritas que contiene manchas radiopacas difusas que pueden
asociarse incluso a odontomas o a un diente no erupcionado.
Microscópicamente su aspecto es variado. Algunas lesiones tienen un centro
quístico y otras son sólidas. El componente epitelial está compuesto por una
capa externa de células basales cilíndricas en empalizada y una capa externa
que recuerda al retículo estrellado. El componente epitelial se parece al que se
encuentra en el ameloblastoma y es común a todas las lesiones. Es característica
la aparición de células fantasma que se intercalan con un material llamado denti-
noide que está calcicado. Una de las hipótesis que se barajan sobre su origen
es la formación a partir de la necrosis coagulativa del epitelio odontogénico.
Clínicamente es rara su manifestación como tumefacción dolorosa y debido
a ello en muchos casos su descubrimiento es accidental en revisiones o radio-
grafías de rutina. Las lesiones con QOC requieren tratamiento conservador con
enucleación o resección local aunque se han descrito recidivas.

TUMOR ODONTÓGENO DE CÉLULAS PLANAS.


Lesión rara potencialmente agresiva, a veces multifocal, derivada del epite-
lio odontógeno; está constituida por islotes de epitelio plano estraticado que
comúnmente contiene microquistes y calcicaciones en un fondo broso denso.
Las lesiones del TOCP suelen presentarse en posición anterior respecto a los
molares y se distribuyen por igual entre la mandíbula y el maxilar. Se presentan
en pacientes de cualquier edad; con un pico de incidencia en la tercera década.
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Las lesiones se detectan al principio como tumefacciones indoloras o bien como


incremento local de la movilidad de algunos dientes.
Las lesiones pequeñas tienen aspecto de imágenes radiolúcidas uniloculares,
mientras que las grandes son multiloculares y tienen un borde borroso. Las
lesiones del TOCP están constituidas por islotes alargados y redondeados de
epitelio plano estraticado de aspecto relativamente normal; en contraposición
a un fondo de tejido conjutivo broso celular. Los islotes epiteliales varían de
tamaño y tienen una capa de células basales con células cuboidales de aspecto
inactivo. El resto de los islotes están formados por células intemedias maduras,
con puentes desmosómicos prominentes.
La mayoría de las lesiones pequeñas se pueden controlar con legrado local;
las lesiones grandes requieren resección en bloque

TUMORES ODONTÓGENOS DE TEJIDO


CONJUNTIVO

FIBROMA ODONTÓGENO
Neoplasia benigna extraósea (periférica) o intraósea (central), cuyo origen se
piensa que deriva de la papila dental o de la pulpa dental primitiva. Contiene
islotes y bandas ampliamente dispersas de epitelio odontógeno embrionario, así
como calcicaciones.
Se pone de maniesto un número de casos signicativamente mayor en las
mujeres, siendo la edad media de aparición los 40 años. Como localización
predomina el maxilar superior frente a la mandíbula y principalmente en la
zona anterior del primer molar. Clínicamente se presenta como movilidad en los
dientes producida por la tumefacción.

FIBROMA ODONTÓGENO PERIFÉRICO


El broma odontógeno periférico es la forma más frecuente de broma odon-
tógeno y parece proceder del epitelio gingival supercial o de residuos de la
lámina dental que permanecen en una localización extraósea. El componente
epitelial se asemeja a la lámina dental formada durante las etapas tempranas
de la odontogénesis.
El broma odontógeno periférico tiene un aspecto similar al de otras tume-
facciones focales de la encía; como el broma periférico. Puede ser de coloración
normal o eritematosa cuando se presenta ulceración.
Puesto que las lesiones pequeñas están localizadas en el tejido blando gingi-
val, no suele existir alteración radiográca del hueso.
La lesión está constituida por una mezcla de tejido conjuntivo algo denso
que separa zonas localizadas de tejido conjuntivo mixomatoso o laxo. Pueden
encontrarse pequeños islotes epiteliales cerca de la supercie adyacente a las nas
y alargadas crestas epiteliales, y en las áreas profundas de aspecto mixomatoso.
Aunque la extirpación local es el tratamiento de elección, los intentos de
eliminar supercialmente la lesión sin alcanzar el hueso subyacente o el ligamento
periodontal suelen provocar recidiva.

FIBROMA ODONTÓGENO CENTRAL


Es un tumor odontógeno relativamente raro descrito en la clasicación de
tumores odontógenos de la Organización Mundial de la Salud. Las lesiones
suelen ser tumefacciones indoloras asintomáticas; localizadas generalmente en
la mandíbula aunque también en el maxilar. Se ha detectado en todos los grupos
de edad.
El aspecto radiográco es el de una imagen radiolúcida inespecíca, uniloc-
ular, y bien circunscrita en unas lesiones y multilocular en otras.
El broma odontógeno central está constituido por tejido conjuntivo celular
que contiene numerosas hebras nas de epitelio odontógeno ampliamente dis-
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persas. Macroscópicamente hablando existen dos patrones de este tumor que


se usan académicamente, puesto que la progresión clínica no es diferente. Esos
tipos son el simple, que es una anomalía formada por masa de tejido broso
maduro con restos de eitelio escasos y el broma odontógeno central según la
OMS en el que el tejido conectivo maduro contiene abundantes restos y depósitos
calcicados de dentina o cemento.
El tratamiento de casos comunicados de broma odontógeno descritos por
la OMS es todavía pequeño, por lo que no es posible establecer un pronóstico
preciso. La mayoría de los casos ha respondido a tratamientos conservadores,
como el legrado. La recurrencia es rara.

MIXOMA ODONTÓGENO
Lesión intraósea localmente agresiva y casi exclusiva del esqueleto maxilofa-
cial que deriva del tejido conjuntivo embrionario asociada con la odontogénesis y
constituida principalmente por una sustancia fundamental mucoide, con células
mesenquimales fusiformes indiferenciadas ampliamente dispersas.
Las lesiones se distribuyen casi por igual entre la mandíbula y el maxilar. Las
lesiones maxilares se reparten uniformemente por todas las áreas frecuentemente
erosionan el seno maxilar, cruzando a menudo la línea media hacia la cavidad
sinusal opuesta. Las lesiones mandibulares suelen encontrarse en las áreas molar
y premolar, y a menudo se extienden hacia la rama. Es a partir de los 30 y sin
distinción de sexos (algunos autores deenden que el predominio es en el sexo
femenino) cuando aparecen aproximadamente el 50% de los casos.
Las grandes lesiones tienen un aspecto radiográco en cierto modo carac-
terístico; constituido por una imagen radiolúcida con u n patrón en burbujas
de jabón o panal de abejas. En algunas áreas se observan trabeculaciones
gruesas o angulares características en "raqueta de tenis".
El aspecto microscópico de un mixoma odontógeno está constituido por célu-
las fusiformes o de forma angular ampliamente separadas; en contraste con un
fondo de sustancia fundamental mucoide no brilar.
El diagnóstico y su tratamiento son tardíos debido al crecimiento lento de
este tumor y su asintomatología. Sólo al crecer puede provocar cierta deformi-
dad facial. La excisión quirúrgica es el tratamiento preferido, ya que debido
a su frecuente consistencia laxa gelatinosa, el raspado puede dar lugar a extir-
pación incompleta de la necrosia viable. La ausencia de cápsula también puede
favorecer las recurrencias cuando la anomalía se trata de forma demasiado con-
servadora. Aunque estas reacciones muestran cierta agresividad y poseen una
tasa moderada de recurrencia, el pronóstico es muy bueno. Los procedimientos
quirúrgicos repetidos no parecen activar el crecimiento o causar metástasis. Al-
gunas lesiones uniloculares pequeñas se han tratado con éxito mediante legrado
local, seguido de cauterización química de las paredes óseas, pero la mayoría de
las lesiones requieren resección en bloque, aunque el problema lo tenemos si se
ha expandido a los tejidos blandos.

CEMENTOBLASTOMA
Neoplasia de lento crecimiento benigna de tejido análogo al cemento que
crece en continuidad con la capa de cemento apical de un molar o premolar
alrededor de la raíz y produce expansión de las tablas corticales. Aunque a
veces puede ser asintomático, se presenta como un tumor poco doloroso, a veces
con dolor sensible a la percusión en el diente afectado sobre el que también
puede inuir el tumor llegando a desplazarlo. También se le ha denominado
cementoma verdadero.
Es una lesión rara que se presenta en la segunda y tercera décadas de la
vida; con un pico de incidencia en pacientes en torno a los 19 años de edad
sin que exista predilección por sexos, siendo más frecuente en la mandíbula que
en el maxilar. El 80% de los tumores aparecen en el área molar/premolar en
dientes permanentes, aunque se han descrito casos en temporales.; con lesiones
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adheridas al tercio apical de una de las raíces. Las lesiones crecen como ver-
daderas neoplasias; expandiendo uniformemente las tablas corticales vestibular
y lingual.
Radiológicamente, las lesiones son uniloculares y bien delimitadas. Pueden
ser totalmente radiolúcidas; una mezcla de imágenes radolucidas y radiopacas o
completamente radiopacas. La lesión se caracteriza por un depósito de matriz
eosinóla no mineralizada bordeada por cementoblastos gruesos que se con-
tinúan con una capa de cemento normal de una de las raíces del diente.
Independientemente del tamaño, el tratamiento de la lesión requiere la extir-
pación del diente asociado con reparación del hueso debido a la íntima relación
de la neoplasia con la raíz dental. No existe recurrencia.

TUMORES ODONTÓGENOS MIXTOS


Los tumores odontógenos mixtos contienen una combinación de elementos
de los tejidos epitelial y conjuntivo que se encuentran en todas las etapas de
la odontogénesis. En el broma ameloblástico los dos componentes titulares
representan una etapa precoz de la odontogénesis, previa a la formación de
las estructuras calcicadas del esmalte y la dentina. El odontoma representa
la etapa nal opuesta de la odontogénesis, y contiene principalmente esmalte
maduro, dentina y pulpa.

FIBROMA AMELOBLÁSTICO
Lesión benigna e infrecuente (tan sólo el 2% de los tumores odontogénicos),
de crecimiento lento que se localiza predominantemente sobre el área molar de
la mandíbula, a menudo en dientes no erupcionados de pacientes jóvenes de 14
años de media. Es sobre dicha zona donde aparece una tumefacción inespecíca.
Los componentes tisulares, el epitelio y el tejido conjuntivo se parecen a estadíos
precoces de la odontogénesis: los periodos de campana y caperuza.
Radiológicamente se presenta con imágenes radiolúcidas uniloculares o mul-
tiloculares. El resultado es difícil de diferenciar de un ameloblastoma ya que
está asociado a un diente no erupcionado y con márgenes bien denidos.
El aspecto microscópico está constituido por hebras y cordones delgados de
epitelio odontógeno, que se parece a la lámina dental y a los periodos de caperuza
y campana de la odontogénesis temprana. La lesión está bien encapsulada y se
separa fácilmente de la cripta ósea que la rodea. Se ha observado un número de
recidivas relativamente alto para una lesión benigna.

ODONTOMA
Lesión habitualmente hamartomatosa, que suele encontrarse sobre dientes no
erupcionados; contiene esmalte, dentina, pulpa y cemento en formas reconocibles
de diente (compuesto) o bien una masa nudosa sólida (complejo). Para explicar
su causa se han estudiado animales en los que se ha introducido carcinógenos,
insuciencias nutricionales o traumatismos, pero sin llegar a conocer todavía la
etiólogía en humanos.
Los odontomas son asintomáticos, de pequeño tamaño (10-15mm) y no sue-
len producir deformaciíon facial y expansión ósea. Debido a ello suelen ser
descubiertos en revisiones radiológicas, a las que se acude por desplazamiento
dentario, ausencia de piezas denitivas o retención de puezas temporales.
Los odontomas son, con diferencia, las lesiones odontógenas no quísticas
mas comunes, y representan casi el 70% de todos los tumores odontógenos.
Casi todos se presentan en pacientes que están en la primera y segunda décadas
sobre todo en el sexo femenino, aunque algunos autores deenden que no existe
distinción entre sexos. Los odontomas aparecen con más frecuencia en el maxilar
que en la mandíbula.
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Los odontomas compuestos suelen estar localizados en la parte incisivo-canina


de la boca, sea sobre las coronas de dientes no erupcionados o bien entre las
raíces de los erupcionados. Aunque son tumores que se presentan en la zona
maxilar o mandibular se han descrito casos en el oído medio que llegaron a
provocar pérdida de audición y otalgia. Radiológicamente se presenta con pe-
queñas opacidades que se corresponden con dientes más o menos formados (3 ó
4 hasta 1000).
El esmalte, la dentina, y el tejido pulpar de las estructuras análogas a dientes
del odontoma compuesto están organizados en un patrón ordenado. Dentro de
la cápsula circundante; cada diente cónico en miniatura está separado por una
na banda de tejido conjuntivo folicular.
El odontoma complejo se diferencia por estar constituido por una sola masa
nudosa y desorganizada de esmalte, dentina y pulpa; sin formas de diente re-
conocibles. Son más frecuentes en la región molar. Radiológicamente se asemeja
a una osteoesclerosis, apareciendo una masa irregular densa y opaca.
Debido a que ambas formas de odontoma están bien encapsuladas y tienen un
potencial de crecimiento limitado, su tratamiento suele ser quirúrgico eliminando
localmente el tumor con raras recidivas, pero se puede producir deformación o
pérdida de la pieza dentaria.

FIBROODONTOMA AMELOBLÁSTICO
Masa expansiva en pacientes jóvenes, que contiene los componentes titu-
lares blandos del broma ameloblástico y los componentes del tejido duro del
odontoma complejo.
Se presenta en la segunda y tercera décadas. Se localiza principalmente en
las áreas posteriores de la mandíbula, pero puede encontrarse en otras localiza-
ciones. Aparece en forma de una tumefacción de desarrollo lento de la porción
afectada de la mandíbula, generalmente en el área de un diente no erupcionado.
El dolor se asocia raras veces con esta lesión.
La radiografía presenta una lesión mixta radiolúcida y radiopaca grande,
unilocular y bien circunscrita. En ocasiones se encuentran lesiones multilocu-
lares. Las áreas radiolúcidas están formadas por tejido blando que se asemeja
al broma ameloblástico. Esas áreas están constituidas por hebras y cordones
de epitelio parecido a la lámina dental; en contraposición a un fondo de tejido
conjuntivo embionario formado por broblastos orientados aleatoriamente.
El broodontoma ameloblástico se trata de la misma forma que el broma
ameloblastico. Es necesaria una enucleación cuidadosa debido a la posibilidad
de recidiva si queda tejido lesional.

TUMORES ODONTÓGENOS MALIGNOS


Puesto que varios tumores odontógenos pueden ser localmente destructores
e incluso amenazar la vida; en especial cuando están localizados en el maxilar;
la denominación de malignicidad se reserva más bien para aquellos en los que
se han presentado metástasis. También se usa para predecir con anticipación
el comportamiento futuro de algunas lesiones odontógenas que tienen rasgos
citológicos asociados con la malignidad.

AMELOBLASTOMA MALIGNO
Es una lesión maligna con características histopatológicas del ameloblastoma
común (representan el 2% de estas lesiones) que puede presentar metástasis.
Esta patología, que es más frecuente entre los japoneses, puede aparecer como
un ameloblastoma maligno primario o sobre un ameloblastoma benigno ya ex-
istente.
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CARCINOMA AMELOBLÁSTICO
Neoplasia agresiva variedad del ameloblastoma extremadamente rara que
muestra células epiteliales con características de malignidad en el tumor pri-
mario, el tumor recurrente o en la metastásis. Es un tumor de crecimiento
rápido, que se presenta como una tumefacción dolorosa y que afecta principal-
mente a la mandíbula, pudiéndose producir reabsorción de raíces dentarias. El
tumor suele perforar las placas corticales de los maxilares y se muestra intrao-
ralmente como una masa exocítica ulcerada.
Radiológicamente se observa una radiotransparencia mal denida, aunque
debemos complementarlo con estudio histopatológico y otras pruebas comple-
mentarias para obtener el primer diagnóstico. El tratamiento consiste en la
escisíón quirúrgica radical.

CARCINOMA ODONTÓGENO
Lesión intraósea agresiva y destructiva de la mandíbula o el maxilar, que
está constituida por células epiteliales poco diferenciadas y células claras con
un patrón que recuerda la odontogénesis temprana.

CARCINOMA INTRAÓSEO PRIMARIO


Carcinoma de células planas en la mandíbula o el maxilar, sin signos de
que esté originado a partir de epitelio supercial o que sea metastático desde
otra localización, dato que debemos tener muy en cuenta para su diagnóstico.
Clínicamente se maniesta como tumefacción local con dolor persistente en la
mandíbula llegándose incluso a producir fracturas patológicas. La edad media
de aparición son los 45 años y existe mayor incidencia en varones y en la región
anterior de la mandíbula.
El tratamiento consiste en la exéresis quirúrgica y un control del paciente
tras la intervención de forma periódica.

GLOSARIO DE TÉRMINOS
 Células fantasmas : células epiteliales eosinólas muy aumentadas de tamaño
que se caracterizan por la pérdida de núcleo con presentación de la estrutura
celular, resistente a la reabsorción capaz de inducir granulomas de cuerpo
etraño y de clacicarse.
 Enucleación : extirpación de un tumor benigno bien encapsulado. Se trata
de una técnica sencilla que evita resecciones de mayor entidad innecesarias
por la benignidad del proceso, y con mayor riesgo de complicaciones.
 Escisión : división o fragmentación
 Exéresis : separación natural, accidental o quirúrgica de una parte del cuerpo.
Se denomina también escisión o resección.
 Legrado
 Material dentinoide
 Odontomas
 Otalgia : dolor en el oído. Puede producirse por una afectación en el oído
externo o en el oído medio, pero también afectaciones circundantes: artic-
ulación temporomandibular, faringe, dientes, lengua, nervio glosofaríngeo
(apósis estiloides larga) o del territorio de las raíces nerviosas C2-C3 (otal-
gia referida).
 Resección : extirpación quirúrgica de parte o de todo un órgano o lesión.
Bibliography
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George P. Wysocki. Elservier.2a edición Madrid 2005.
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