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ASIGNATURA:
CIRIGIA MAXILOFACIAL
TEMA:
ESTUDIANTE:
JOSÉ IGNACIO GÓMEZ V.
FECHA:27 de ENERO del 2021
SEMESTRE: 9 PARALELO: 1
DOCENTE:
DR. Nestor Antepara López Msc
2020 – 2021CII
INTRODUCCIÓN
Los tumores odontógenos son exclusivos de los maxilares y se originan a partir del tejido asociado
al desarrollo del diente. El tejido anormal de cada uno de estos tumores puede correlacionarse a
menudo con tejido similar al de la odontogénesis normal, desde el origen a la erupción del diente.
Su atractivo e importancia radican en el hecho de ser una patología especí ca y única de los
maxilares, así como en sus particulares características clínicas e histopatológicas. Otro aspecto a
destacar es su rara aparición en las biopsias hechas en el sector de Anatomía Patológica en los últimos
años. Actualmente el estudio de estos tumores está en plena ampliación ya que se están describiendo
tanto lesiones benignas como malignas, intraóseas y periféricas. Aunque debido a las aportaciones que
se incluyen diariamente sobre este área podemos decir que los tumores odontogenicos son una parte
de la patología que cada vez está más acotada.
La formación del diente se origina durante la embriogénesis produciéndose a partir del epitelio oral
que cubre los procesos alveolares, maxilar y mandibular. Se inicia como una gemación de la capa
celular basal situada encima de cada localización especí ca donde aparecerán los dientes.
Vamos a clasi car estos tumores histológicamente según el epitelio que les da origen. Así, vamos
a ordenarlos en epiteliales, mesenquimáticos y mixtos. No hay que olvidar que también los podemos
clasi car en malignos y benignos, según su comportamiento en los diferentes órganos.
CLASIFICACIÓN
AMELOBLASTOMA
Neoplasia más clásica del epitelio odontógeno, localmente agresiva, que tiene un amplio espectro
de patrones clínicos e histológicos que se asemejan a la odontogénesis temprana. Algunos de ellos son
malignos y pueden incluso llegar a metastatizar, pero teniendo en cuenta que la invasión de los tejidos
blandos suele ser tardía e infrecuente. Aunque pueden aparecer a cualquier edad, es entre la 4 y 5 a a
decadas de vida cuando suelen ser diagnosticados, muchas veces de forma accidental, ya que son de
crecimiento lento y al principio asintomáticos. Tras el período de crecimiento inicial su tamaño se hace
mayor, observándose frecuentemente en la cara y en la expansión ósea maxilar tumefacto al tacto.
Suele ser característica la afectación de piezas dentarias que pueden llegar in- cluso a perderse.
Pueden asentar en diferentes zonas de los maxilares siendo la mandíbula el lugar de aparición más
frecuente (80%), principalmente en la región molar y la rama ascendente (70%), la región premolar
(20%) y por último la zona incisal (10%). El caso de aparición en la región maxilar superior es más
grave debido a que es capaz de llegar a afectar incluso al seno maxilar.
La radiografía (en la cual el tumor se mani esta en forma de "pompas de jabón"), el estudio con TC
y la resonancia magnética son necesarios para acotar bien el tumor y aplicar un tratamiento correcto.
Con nes terapéuticos, se han identi cado en general tres subtipos clínicos de ameloblastomas: El
ameloblastoma común o poliquístico (también llamado simple o folicular), el ameloblastoma
uniquístico y el ameloblastoma periférico. Se sabe que al menos el 15,5% de un estudio realizado por
Reichart et al entre 1593 ameloblastomas mostraban apariencias histológicas coexistentes.
FIBROMA ODONTÓGENO
Neoplasia benigna extraósea (periférica) o intraósea (central), cuyo origen se piensa que deriva de
la papila dental o de la pulpa dental primitiva. Contiene islotes y bandas ampliamente dispersas de
epitelio odontógeno embrionario, así como calci caciones.
Se pone de mani esto un número de casos signi cativamente mayor en las mujeres, siendo la
edad media de aparición los 40 años. Como localización predomina el maxilar superior frente a la
mandíbula y principalmente en la zona anterior del primer molar. Clínicamente se presenta como
movilidad en los dientes producida por la tumefacción.
MIXOMA ODONTÓGENO
Lesión intraósea localmente agresiva y casi exclusiva del esqueleto maxilofa- cial que deriva del
tejido conjuntivo embrionario asociada con la odontogénesis y constituida principalmente por una
sustancia fundamental mucoide, con células mesenquimales fusiformes indiferenciadas ampliamente
dispersas.
Las lesiones se distribuyen casi por igual entre la mandíbula y el maxilar. Las lesiones maxilares
se reparten uniformemente por todas las áreas frecuentemente erosionan el seno maxilar, cruzando a
menudo la línea media hacia la cavidad sinusal opuesta. Las lesiones mandibulares suelen
encontrarse en las áreas molar y premolar, y a menudo se extienden hacia la rama. Es a partir de los
30 y sin distinción de sexos (algunos autores de enden que el predominio es en el sexo femenino)
cuando aparecen aproximadamente el 50% de los casos.
Las grandes lesiones tienen un aspecto radiográ co en cierto modo carac- terístico; constituido por
una imagen radiolúcida con u n patrón en burbujas de jabón o panal de abejas . En algunas áreas se
observan trabeculaciones gruesas o angulares características en "raqueta de tenis".
El aspecto microscópico de un mixoma odontógeno está constituido por célu- las fusiformes o de
forma angular ampliamente separadas; en contraste con un fondo de sustancia fundamental
mucoide no brilar.
El diagnóstico y su tratamiento son tardíos debido al crecimiento lento de este tumor y su
asintomatología. Sólo al crecer puede provocar cierta deformi- dad facial. La excisión quirúrgica es
el tratamiento preferido, ya que debido a su frecuente consistencia laxa gelatinosa, el raspado puede
dar lugar a extir- pación incompleta de la necrosia viable. La ausencia de cápsula también puede
favorecer las recurrencias cuando la anomalía se trata de forma demasiado con- servadora. Aunque
estas reacciones muestran cierta agresividad y poseen una tasa moderada de recurrencia, el pronóstico
es muy bueno. Los procedimientos quirúrgicos repetidos no parecen activar el crecimiento o causar
metástasis. Al- gunas lesiones uniloculares pequeñas se han tratado con éxito mediante legrado local,
seguido de cauterización química de las paredes óseas, pero la mayoría de las lesiones requieren
resección en bloque, aunque el problema lo tenemos si se ha expandido a los tejidos blandos.
CEMENTOBLASTOMA
Neoplasia de lento crecimiento benigna de tejido análogo al cemento que crece en continuidad
con la capa de cemento apical de un molar o premolar alrededor de la raíz y produce expansión de
las tablas corticales. Aunque a veces puede ser asintomático, se presenta como un tumor poco
doloroso, a veces con dolor sensible a la percusión en el diente afectado sobre el que también
puede in uir el tumor llegando a desplazarlo. También se le ha denominado cementoma verdadero.
Es una lesión rara que se presenta en la segunda y tercera décadas de la vida; con un pico de
incidencia en pacientes en torno a los 19 años de edad sin que exista predilección por sexos, siendo
más frecuente en la mandíbula que en el maxilar. El 80% de los tumores aparecen en el área
molar/premolar en dientes permanentes, aunque se han descrito casos en temporales.; con lesiones
adheridas al tercio apical de una de las raíces. Las lesiones crecen como ver- daderas neoplasias;
expandiendo uniformemente las tablas corticales vestibular y lingual.
Radiológicamente, las lesiones son uniloculares y bien delimitadas. Pueden ser totalmente
radiolúcidas; una mezcla de imágenes radolucidas y radiopacas o completamente radiopacas. La lesión
se caracteriza por un depósito de matriz eosinó la no mineralizada bordeada por cementoblastos
gruesos que se con- tinúan con una capa de cemento normal de una de las raíces del diente.
Independientemente del tamaño, el tratamiento de la lesión requiere la extir- pación del diente
asociado con reparación del hueso debido a la íntima relación de la neoplasia con la raíz dental. No
existe recurrencia.
Los tumores odontógenos mixtos contienen una combinación de elementos de los tejidos
epitelial y conjuntivo que se encuentran en todas las etapas de la odontogénesis. En el broma
ameloblástico los dos componentes titulares representan una etapa precoz de la odontogénesis,
previa a la formación de las estructuras calci cadas del esmalte y la dentina. El odontoma
representa la etapa nal opuesta de la odontogénesis, y contiene principalmente esmalte maduro,
dentina y pulpa.
FIBROMA AMELOBLÁSTICO
Lesión benigna e infrecuente (tan sólo el 2% de los tumores odontogénicos), de crecimiento
lento que se localiza predominantemente sobre el área molar de la mandíbula, a menudo en dientes
no erupcionados de pacientes jóvenes de 14 años de media. Es sobre dicha zona donde aparece una
tumefacción inespecí ca. Los componentes tisulares, el epitelio y el tejido conjuntivo se parecen a
estadíos precoces de la odontogénesis: los periodos de campana y caperuza.
Radiológicamente se presenta con imágenes radiolúcidas uniloculares o mul- tiloculares. El
resultado es difícil de diferenciar de un ameloblastoma ya que está asociado a un diente no
erupcionado y con márgenes bien de nidos.
El aspecto microscópico está constituido por hebras y cordones delgados de epitelio odontógeno,
que se parece a la lámina dental y a los periodos de caperuza y campana de la odontogénesis temprana.
La lesión está bien encapsulada y se separa fácilmente de la cripta ósea que la rodea. Se ha observado
un número de recidivas relativamente alto para una lesión benigna.
ODONTOMA
Lesión habitualmente hamartomatosa, que suele encontrarse sobre dientes no erupcionados;
contiene esmalte, dentina, pulpa y cemento en formas reconocibles de diente (compuesto) o bien una
masa nudosa sólida (complejo). Para explicar su causa se han estudiado animales en los que se ha
introducido carcinógenos, insu ciencias nutricionales o traumatismos, pero sin llegar a conocer todavía
la etiólogía en humanos.
Los odontomas son asintomáticos, de pequeño tamaño (10-15mm) y no sue- len producir
deformaciíon facial y expansión ósea. Debido a ello suelen ser descubiertos en revisiones radiológicas,
a las que se acude por desplazamiento dentario, ausencia de piezas de nitivas o retención de puezas
temporales.
Los odontomas son, con diferencia, las lesiones odontógenas no quísticas mas comunes, y
representan casi el 70% de todos los tumores odontógenos. Casi todos se presentan en pacientes que
están en la primera y segunda décadas sobre todo en el sexo femenino, aunque algunos autores de
enden que no existe distinción entre sexos. Los odontomas aparecen con más frecuencia en el maxilar
que en la mandíbula .
Los odontomas compuestos suelen estar localizados en la parte incisivo-canina de la boca, sea sobre
las coronas de dientes no erupcionados o bien entre las raíces de los erupcionados. Aunque son tumores
que se presentan en la zona maxilar o mandibular se han descrito casos en el oído medio que llegaron a
provocar pérdida de audición y otalgia. Radiológicamente se presenta con pe- queñas opacidades que se
corresponden con dientes más o menos formados (3 ó 4 hasta 1000).
El esmalte, la dentina, y el tejido pulpar de las estructuras análogas a dientes del odontoma
compuesto están organizados en un patrón ordenado. Dentro de la cápsula circundante; cada
diente cónico en miniatura está separado por una
na banda de tejido conjuntivo folicular.
El odontoma complejo se diferencia por estar constituido por una sola masa nudosa y
desorganizada de esmalte, dentina y pulpa; sin formas de diente re- conocibles. Son más frecuentes en
la región molar. Radiológicamente se asemeja a una osteoesclerosis, apareciendo una masa irregular
densa y opaca.
Debido a que ambas formas de odontoma están bien encapsuladas y tienen un potencial de
crecimiento limitado, su tratamiento suele ser quirúrgico eliminando localmente el tumor con raras
recidivas, pero se puede producir deformación o pérdida de la pieza dentaria.
FIBROODONTOMA AMELOBLÁSTICO
Masa expansiva en pacientes jóvenes, que contiene los componentes titu- lares blandos del broma
ameloblástico y los componentes del tejido duro del odontoma complejo.
Se presenta en la segunda y tercera décadas. Se localiza principalmente en las áreas posteriores de
la mandíbula, pero puede encontrarse en otras localiza- ciones. Aparece en forma de una tumefacción
de desarrollo lento de la porción afectada de la mandíbula, generalmente en el área de un diente no
erupcionado. El dolor se asocia raras veces con esta lesión.
La radiografía presenta una lesión mixta radiolúcida y radiopaca grande, unilocular y bien
circunscrita. En ocasiones se encuentran lesiones multilocu- lares. Las áreas radiolúcidas están
formadas por tejido blando que se asemeja al broma ameloblástico. Esas áreas están constituidas
por hebras y cordones de epitelio parecido a la lámina dental; en contraposición a un fondo de
tejido conjuntivo embionario formado por broblastos orientados aleatoriamente.
El broodontoma ameloblástico se trata de la misma forma que el broma ameloblastico. Es necesaria
una enucleación cuidadosa debido a la posibilidad de recidiva si queda tejido lesional.
Puesto que varios tumores odontógenos pueden ser localmente destructores e incluso amenazar la
vida; en especial cuando están localizados en el maxilar; la denominación de malignicidad se reserva
más bien para aquellos en los que se han presentado metástasis. También se usa para predecir con
anticipación el comportamiento futuro de algunas lesiones odontógenas que tienen rasgos citológicos
asociados con la malignidad.
AMELOBLASTOMA MALIGNO
Es una lesión maligna con características histopatológicas del ameloblastoma común (representan
el 2% de estas lesiones) que puede presentar metástasis. Esta patología, que es más frecuente entre los
japoneses, puede aparecer como un ameloblastoma maligno primario o sobre un ameloblastoma
benigno ya ex- istente.
CARCINOMA AMELOBLÁSTICO
Neoplasia agresiva variedad del ameloblastoma extremadamente rara que muestra células
epiteliales con características de malignidad en el tumor pri- mario, el tumor recurrente o en la
metastásis. Es un tumor de crecimiento rápido, que se presenta como una tumefacción dolorosa y que
afecta principal- mente a la mandíbula, pudiéndose producir reabsorción de raíces dentarias. El tumor
suele perforar las placas corticales de los maxilares y se muestra intrao- ralmente como una masa
exocítica ulcerada.
Radiológicamente se observa una radiotransparencia mal de nida, aunque debemos
complementarlo con estudio histopatológico y otras pruebas comple- mentarias para obtener el
primer diagnóstico. El tratamiento consiste en la escisíón quirúrgica radical.
CARCINOMA ODONTÓGENO
Lesión intraósea agresiva y destructiva de la mandíbula o el maxilar, que está constituida por
células epiteliales poco diferenciadas y células claras con un patrón que recuerda la odontogénesis
temprana.
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