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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGÍA

ASIGNATURA:
CIRIGIA MAXILOFACIAL
TEMA:

TUMORES ODONTOGENOS: ETIOLOGÍA CLASIFICACIÓN


Y TRATAMIENTO

ESTUDIANTE:
JOSÉ IGNACIO GÓMEZ V.
FECHA:27 de ENERO del 2021

SEMESTRE: 9 PARALELO: 1
DOCENTE:
DR. Nestor Antepara López Msc

2020 – 2021CII
INTRODUCCIÓN

Los tumores odontógenos son exclusivos de los maxilares y se originan a partir del tejido asociado
al desarrollo del diente. El tejido anormal de cada uno de estos tumores puede correlacionarse a
menudo con tejido similar al de la odontogénesis normal, desde el origen a la erupción del diente.
Su atractivo e importancia radican en el hecho de ser una patología especí ca y única de los
maxilares, así como en sus particulares características clínicas e histopatológicas. Otro aspecto a
destacar es su rara aparición en las biopsias hechas en el sector de Anatomía Patológica en los últimos
años. Actualmente el estudio de estos tumores está en plena ampliación ya que se están describiendo
tanto lesiones benignas como malignas, intraóseas y periféricas. Aunque debido a las aportaciones que
se incluyen diariamente sobre este área podemos decir que los tumores odontogenicos son una parte
de la patología que cada vez está más acotada.
La formación del diente se origina durante la embriogénesis produciéndose a partir del epitelio oral
que cubre los procesos alveolares, maxilar y mandibular. Se inicia como una gemación de la capa
celular basal situada encima de cada localización especí ca donde aparecerán los dientes.
Vamos a clasi car estos tumores histológicamente según el epitelio que les da origen. Así, vamos
a ordenarlos en epiteliales, mesenquimáticos y mixtos. No hay que olvidar que también los podemos
clasi car en malignos y benignos, según su comportamiento en los diferentes órganos.

CLASIFICACIÓN

TUMORES ODONTÓGENOS EPITELIALES


Ameloblastoma
Ameloblastoma común
Ameloblastoma uniquístico
Ameloblastoma periférico
Tumor odontógeno epitelial calci cante
Tumor odontógeno adenomatoide
Quiste odontógeno calci cante
Tumor odontógeno de células planas

TUMORES ODONTÓGENOS DEL TEJIDO CONJUNTIVO


Fibroma odontógeno
Fibroma odontógeno periférico
Fibroma odontógeno central
Mixoma odontógeno
Cementoblastoma

TUMORES ODONTÓGENOS MIXTOS


Fibroma ameloblástico
Odontoma
Fibroodontoma ameloblástico

TUMORES ODONTÓGENOS MALIGNOS


Ameloblastoma maligno
Carcinoma ameloblástico
Carcinoma odontógeno
Carcinoma intraóseo primario
TUMORES ODONTÓGENOS EPITELIALES

AMELOBLASTOMA
Neoplasia más clásica del epitelio odontógeno, localmente agresiva, que tiene un amplio espectro
de patrones clínicos e histológicos que se asemejan a la odontogénesis temprana. Algunos de ellos son
malignos y pueden incluso llegar a metastatizar, pero teniendo en cuenta que la invasión de los tejidos
blandos suele ser tardía e infrecuente. Aunque pueden aparecer a cualquier edad, es entre la 4 y 5 a a

decadas de vida cuando suelen ser diagnosticados, muchas veces de forma accidental, ya que son de
crecimiento lento y al principio asintomáticos. Tras el período de crecimiento inicial su tamaño se hace
mayor, observándose frecuentemente en la cara y en la expansión ósea maxilar tumefacto al tacto.
Suele ser característica la afectación de piezas dentarias que pueden llegar in- cluso a perderse.
Pueden asentar en diferentes zonas de los maxilares siendo la mandíbula el lugar de aparición más
frecuente (80%), principalmente en la región molar y la rama ascendente (70%), la región premolar
(20%) y por último la zona incisal (10%). El caso de aparición en la región maxilar superior es más
grave debido a que es capaz de llegar a afectar incluso al seno maxilar.
La radiografía (en la cual el tumor se mani esta en forma de "pompas de jabón"), el estudio con TC
y la resonancia magnética son necesarios para acotar bien el tumor y aplicar un tratamiento correcto.
Con nes terapéuticos, se han identi cado en general tres subtipos clínicos de ameloblastomas: El
ameloblastoma común o poliquístico (también llamado simple o folicular), el ameloblastoma
uniquístico y el ameloblastoma periférico. Se sabe que al menos el 15,5% de un estudio realizado por
Reichart et al entre 1593 ameloblastomas mostraban apariencias histológicas coexistentes.

1.- Ameloblastoma común: POLIQUÍSTICO


Denominado a veces ameloblastoma simple o folicular, es la forma más preva- lente y mejor
reconocible de esta lesión. Casi todos los casos se presentan entre los 20 y los 40, aunque se han
descrito casos de aparición a cualquier edad. Esta patología se caracteriza porque se constituyen
acumulaciones en gforma de islotes o folículos provenientes del epitelio ameloblastico que se
asemejan al órgano del esmalte. Su morfología se asemeja a un retículo estrellado (zona central de
células anguladas conectadas entre sí débilmente) rodeado por una capa de células cilíndricas parecidas
a los ameloblastos. Sus núcleos tieneden a desplazarse desde la membrana basal al extremo de la
célula, proceso que se denomina "polarización inversa".
La forma más común de ameloblastoma puede producir deformaciones ex- tensas, incluso
grotescas, del maxilar y la mandíbula donde es más frecuente. Se encuentra localizado con mayor
frecuencia en la mandíbula. Las lesiones del maxilar se concentran en el área molar, desde donde
suelen extenderse al seno maxilar y al suelo de las fosas nasales. La multiloculación caracteriza a
las lesiones de mayor tamaño y da a la radiografía un aspecto de burbujas de jabón .
El aspecto microscópico típico de un ameloblastoma está constituido por un epitelio en el cual la
capa de células basales contiene células cilíndricas o en empalizada cuyos núcleos tienden a
desplazarse desde la membrana basal al extremo opuesto de la célula; proceso que se denomina:
polarización inversa . La polarización inversa de la capa de células basales en el ameloblastoma tiene
que formar parte de uno de los patrones arquitectónicos especí cos del epitelio asociados con un
comportamiento local agresivo. Los dos patrones más comunes son el folicular y el plexiforme.
En general, todas las variantes histológicas de los ameloblastomas comunes tienen un
comportamiento biológico similar y no se tratan de forma distinta por sus rasgos microscópicos. La
técnica con mayor probabilidad de eliminar totalmente la le sión es la resección marginal (en bloque).
2.- Ameloblastoma UNIQUÍSTICO:
Descrito por primera vez por Robinson y Martínez en 1977 el ameloblas- toma uniquístico es una
variante bien diferenciada que se presenta con mayor frecuencia en varones de raza negra y en un
intervalo de edad que comprende de los 16 a los 20 años, aunque no es infrecuente su aparición en
pacientes de menor edad.
Aparece relacionado con un quiste dentígero y suele asociarse a un tercer molar muy desplazado.
Las lesiones son más frecuentes en la mandíbula que en el maxilar donde se alojan tan sólo el 10% de
estos tumores. Las regiones más afectadas son el ángulo mandibular en relación con el cordal y la sín
sis, ya que a partir de este punto el tumor es capaz de extenderse por todo el cuerpo mandibular. Lo
más frecuente es que aparezca en la zona molar (77,4% de los casos).
El aspecto radiográ co es importante en el diagnóstico porque determina si la lesión es unilocular,
un criterio imprescindible en el ameloblastoma uniquístico. Las lesiones suelen estar bien delimitadas
y pueden presentar incluso expansión cortical.
Existen varias hipótesis que que aclaran el nacimiento de este tipo de ameloblas- toma pudiendo ser el
origen un quiste odontogénic directamente, la transforma- ción de ameloblastomas con quisti cación del
epitelio del esmalte de un diente en desarrollo o una lesión uniquística.
La lesión está constituida por una cápsula de tejido conjuntivo broso, denso, uniformemente
engrosado, que rodea una sola luz grande llena de líquido. El revestimiento epitelial de la luz es de
espesor uniforme y tiene una capa ligera- mente hipercromática de células basales en empalizada, la
mayoría de las cuales presenta polarización inversa del núcleo.
El tratamiento del ameloblastoma uniquístico depende de su patrón his- tológico. Cuando está
presente el patrón intraluminal o el plexiforme, la enu- cleación suele ser su ciente. Además es un
tumor con bajos índices de recur- rencia, tan sólo del 18 al 25% de los casos. La cirugía no está
indicada en casos extremos.

3.- Ameloblastoma PERIFÉRICO:


El ameloblastoma periférico (extraóseo) es un tumor odontógeno benigno muy raro que se parece
histológicamente al ameloblastoma intraóseo común pero está limitado a los tejidos blandos como la
encía o la mucosa oral que recubre zonas de soporte dentario. Se cree que procede directamente del
epitelio de revestimiento o de los residuos de la lámina dental localizados en el tejido blando
extraóseo. Son más frecuentes en varones de más de 50 años de edad, sobre todo en la zona lingual de
la mandíbula. En los tejidos blandos de la tuberosidad del maxilar superior también los encontramos
reiteradamente.
Las lesiones suelen tener el aspecto de nódulos sésiles de la encía, rmes, cuyo tamaño oscila entre
0,5 y 2 cm pueden ser eritematosas o estar ulceradas. Se han documentado en pacientes desde 23 a 82
años de edad, y las lesiones se presentan en la mandíbula el doble de veces que en el maxilar. Dado
que las lesiones son principalmente extraóseas son raros los cambios óseos. En ocasiones estas lesiones
pueden confundirse con un granuloma piógeno, un papiloma, un granuloma periférico de células
gigantes, etc. ya que todos ellos presentan tume- facción de la encía.
El tejido está constituido por islotes y lamentos de epitelio odontógeno, por lo general parecido al
patrón folicular del ameloblastoma común intraóseo. Los islotes epiteliales se presentan, generalmente
la variante acantomatosa de este patrón; con áreas centrales de formación de queratina o el patrón
quístico.
El tratamiento recomendado para el ameloblastoma periférico di ere del de otras formas de
ameloblastoma; porque el tumor suele ser pequeño y queda limitado al tejido blando super cial. La
mayoría de las lesiones se tratan con éxito mediante escisión local que incluya un pequeño borde de
tejido normal. El borde inferior debería incluir periostio para asegurar que no se haya producido
penetración en el hueso. El análisis histológico de las lesiones escindidas es fundamental para descartar
otras patologías, aún y cuando el diagnóstico sea evidente.

TUMOR ODONTÓGENO EPITELIAL CALCIFICANTE


Tumor benigno localmente agresivo (aunque con un poder invasivo menor que el del
ameloblastoma) constituido por bandas y formaciones medulares de células planas y claras, que
suelen acompañarse de calci caciones esféricas y depósitos hialinos con características tintoriales
de amiloide que puede estar calci cado. No se ha determinado la histogénesis pero se cree que
puede desar- rollarse a partir del estrato medio del órgano del esmalte. Fue estudiado por primera
vez por el patólogo bucal Pindborg en 1958.
Se presenta en pacientes con edades entre los 20 y los 60 años, apareciendo en los dos tercios de los
casos en el maxilar superior. Dos tercios de las lesiones están en la mandíbula. En ambos maxilares, la
mayoría de las lesiones se presentan en el área molar, seguidas en frecuencia por el área premolar,
sobre todo en dientes no erupcionados. Este tumor de crecimiento lento se presenta en forma de
una masa indolora, sin que se hayan llegado a describir metástasis. En el maxilar se produce a veces
abstrucción de la vía respiratoria nasal, epistaxis y exoftalmos. El TOEC periférico aparece más
comúnmente en la gingiva anterior de la boca. Se presenta como una tumefacción super cial de
tejido blando de la encía en zonas dentadas y edéntulas de los maxilares.Dado que las calci caciones
suelen ser pequeñas; las lesiones tienden a presentarse en forma de imagen ra-
diolúcida difusa, con manchas ténues de estructuras calci cadas.
El tumor presenta una considerable variabilidad en su aspecto histológico más frecuente; está
constituido por capas de células poliédricas con puentes intercelulares destacados y variaciones en el
tamaño de los núcleos. Las célu- las pueden presentar pleomor smo, multinucleación, nucleólos
prominentes y, a veces, hipercromatismo. Debido a la escasez de casos con seguimiento a largo plazo;
no se conoce bien el comportamiento biológico del TOEC. Se ignora cuál es la célula especí ca de la
que se deriva y el estímulo para su crecimiento, aunque se ha postulado el estrato intermedio del
órgano del esmalte.
Debido a las características expuestas anteriormente (tumor de crecimiento lento, poco
agresivo, que no presenta metástasis, etc.), lo más efectivo es el ataque quirúrgico o la resección
hasta la enucleación. Las recisivas son menores del 20%, por lo que la remoción quirúrgica radical
no está indicada en la mayor parte.

TUMOR ODONTÓGENO ADENOMATOIDE


Lesión benigna bien circunscrita derivada el epitelio odontógeno que repre- senta del 3 al 8,6% de
los tumores odontogénicos. Deriva del órgano del esmalte y se cree que su génesis se produce en el
último estadío funcional de la amelogé- nesis a espensas de epitelio reducido del esmalte o el estrato
intermedio. Esta patología, que fue reconocida por primera vez por Staque como una entidad diferente,
está constituida por epitelio en remolinos y patrones ductales, cuyos espacios se rellenan por un
material PAS+ que se ha demostrado que es material de membrana basal, entremezclados con calci
caciones esféricas. El TOA suele asociarse con un diente retenido y, a menudo, es la causa de que un
diente no haga erupción, por lo que puede confundirse con un quiste dentígero.
El 30% de los casos se da en pacientes menores de 30 años, sobre todo surante la segunda década
de vida, frecuentemente en pacientes de 14 a 15 años de edad. Afecta a las mujeres con un número
doble, incluso triple, en relación con los varones. Aparece casi siempre en la parte anterior de la boca;
generalmente alrededor de un canino retenido. Esta lesión se ha asociado a veces con otros dientes,
incluidos los molares.
El aspecto radiográ co del TOA suele ser una lesión unilocular de uno a tres cm, con bordes
bien delimitados que contiene un diente no erupcionado en
más del 80% de los casos (suele ser el canino superior y pueden estar implica- dos dos dientes). La
mayoría son radiolúcidas; pero algunas contiene manchas tenues radiopacas. El TOA está constituido
por una cápsula externa de tejido conjuntivo broso, que rodea una formación nodular de células
epiteliales. El resto del tejido puede ser sólido o contener áreas quísticas focales. Los nódulos están
formados por células epiteliales fusiformes que están a menudo en una disposición arremolinada.
Histológicamente demuestra una tumoración que presenta diferentes formas: cordones, islotes o
masas celulares que se corresponden con una proliferación epitelial en un estroma conectivo. Las
células se encuentran agrupadas en forma de rosetas y conductos, muy parecidas a los
ameloblastos. Clínicamente se va a manifestar como un tumor doloroso y de lento crecimiento que
provoca expansión cortical e incluso desplazamiento de los dientes adyacentes.
El TOA se trata con éxito mediante legrado y, por lo general, requiere la extirpación de los dientes
asociados. Las recidivas son raras debido a su carácter benigno y a su encapsulación.

QUISTE ODONTÓGENO CALCIFICANTE


Es también denominado "quiste de Gorlin" que, en 1962 junto a sus colabo- radores, fue pionero
en la descripción de sus características. Es una lesión odon- togénica benigna sólida o quística rara,
bien circunscrita, con células columnares y áreas de retículo estrellado derivado del epitelio
odontógeno, que se parece al ameloblastoma folicular pero contiene células fantasma que pueden
estar cal- ci cadas. Raramente tiene un comportamiento agresivo y se manifesta tanto de manera
intraósea como extraósea aunque en el 80% de los casos vamos a encontrarnos ante lesiones
intraóseas.
Las lesiones pueden aparecer a cualquier edad, pero existe preferencia en pacientes de unos 20 años
sin que exista una mayor incidencia en ninguno de los dos sexos. Puede presentarse en cualquier
lugar de las zonas dentadas, pero la zona más común son áreas de sostén o apoyo dentario de la
mandíbula y el maxilar superior, limitándose a partes anteriores respecto del primer molar
principalmente.
Las lesiones no tienen características radiológicas especí cas, aunque con gran frecuencia
presentan el aspecto de imágenes radiolúcidas uni o multiloc- ulares bien circunscritas que
contiene manchas radiopacas difusas que pueden asociarse incluso a odontomas o a un diente no
erupcionado.
Microscópicamente su aspecto es variado. Algunas lesiones tienen un centro quístico y otras son
sólidas. El componente epitelial está compuesto por una capa externa de células basales cilíndricas en
empalizada y una capa externa que recuerda al retículo estrellado. El componente epitelial se parece
al que se encuentra en el ameloblastoma y es común a todas las lesiones. Es característica la aparición
de células fantasma que se intercalan con un material llamado denti- noide que está calci cado. Una de
las hipótesis que se barajan sobre su origen es la formación a partir de la necrosis coagulativa del
epitelio odontogénico.
Clínicamente es rara su manifestación como tumefacción dolorosa y debido a ello en muchos
casos su descubrimiento es accidental en revisiones o radio- grafías de rutina. Las lesiones con QOC
requieren tratamiento conservador con enucleación o resección local aunque se han descrito recidivas.

TUMOR ODONTÓGENO DE CÉLULAS PLANAS.


Lesión rara potencialmente agresiva, a veces multifocal, derivada del epite- lio odontógeno;
está constituida por islotes de epitelio plano estrati cado que comúnmente contiene microquistes y
calci caciones en un fondo broso denso. Las lesiones del TOCP suelen presentarse en posición
anterior respecto a los molares y se distribuyen por igual entre la mandíbula y el maxilar. Se
presentan en p acientes de cualquier edad; con un pico de incidencia en la tercera década.
Las lesiones se detectan al principio como tumefacciones indoloras o bien como incremento local de la
movilidad de algunos dientes.
Las lesiones pequeñas tienen aspecto de imágenes radiolúcidas uniloculares, mientras que las
grandes son multiloculares y tienen un borde borroso. Las lesiones del TOCP están constituidas por
islotes alargados y redondeados de epitelio plano estrati cado de aspecto relativamente normal; en
contraposición a un fondo de tejido conjutivo broso celular. Los islotes epiteliales varían de tamaño y
tienen una capa de células basales con células cuboidales de aspecto inactivo. El resto de los islotes
están formados por células intemedias maduras, con puentes desmosómicos prominentes.
La mayoría de las lesiones pequeñas se pueden controlar con legrado local; las lesiones grandes
requieren resección en bloque

TUMORES ODONTÓGENOS DE TEJIDO


CONJUNTIVO

FIBROMA ODONTÓGENO
Neoplasia benigna extraósea (periférica) o intraósea (central), cuyo origen se piensa que deriva de
la papila dental o de la pulpa dental primitiva. Contiene islotes y bandas ampliamente dispersas de
epitelio odontógeno embrionario, así como calci caciones.
Se pone de mani esto un número de casos signi cativamente mayor en las mujeres, siendo la
edad media de aparición los 40 años. Como localización predomina el maxilar superior frente a la
mandíbula y principalmente en la zona anterior del primer molar. Clínicamente se presenta como
movilidad en los dientes producida por la tumefacción.

FIBROMA ODONTÓGENO PERIFÉRICO


El broma odontógeno periférico es la forma más frecuente de broma odon- tógeno y parece
proceder del epitelio gingival super cial o de residuos de la lámina dental que permanecen en una
localización extraósea. El componente epitelial se asemeja a la lámina dental formada durante las
etapas tempranas de la odontogénesis.
El broma odontógeno periférico tiene un aspecto similar al de otras tume- facciones focales de la
encía; como el broma periférico. Puede ser de coloración normal o eritematosa cuando se presenta
ulceración.
Puesto que las lesiones pequeñas están localizadas en el tejido blando gingi- val, no suele existir
alteración radiográ ca del hueso.
La lesión está constituida por una mezcla de tejido conjuntivo algo denso que separa zonas
localizadas de tejido conjuntivo mixomatoso o laxo. Pueden encontrarse pequeños islotes epiteliales
cerca de la super cie adyacente a las nas y alargadas crestas epiteliales, y en las áreas profundas de
aspecto mixomatoso. Aunque la extirpación local es el tratamiento de elección, los intentos de eliminar
super cialmente la lesión sin alcanzar el hueso subyacente o el ligamento
periodontal suelen provocar recidiva.

FIBROMA ODONTÓGENO CENTRAL


Es un tumor odontógeno relativamente raro descrito en la clasi cación de tumores odontógenos
de la Organización Mundial de la Salud. Las lesiones suelen ser tumefacciones indoloras
asintomáticas; localizadas generalmente en la mandíbula aunque también en el maxilar. Se ha
detectado en todos los grupos de edad.
El aspecto radiográ co es el de una imagen radiolúcida inespecí ca, uniloc- ular, y bien
circunscrita en unas lesiones y multilocular en otras.
El broma odontógeno central está constituido por tejido conjuntivo celular que contiene
numerosas hebras nas de epitelio odontógeno ampliamente dis-
persas. Macroscópicamente hablando existen dos patrones de este tumor que se usan
académicamente, puesto que la progresión clínica no es diferente. Esos tipos son el simple, que es una
anomalía formada por masa de tejido broso maduro con restos de eitelio escasos y el broma
odontógeno central según la OMS en el que el tejido conectivo maduro contiene abundantes restos y
depósitos calci cados de dentina o cemento.
El tratamiento de casos comunicados de broma odontógeno descritos por la OMS es todavía
pequeño, por lo que no es posible establecer un pronóstico preciso. La mayoría de los casos ha
respondido a tratamientos conservadores, como el legrado. La recurrencia es rara.

MIXOMA ODONTÓGENO
Lesión intraósea localmente agresiva y casi exclusiva del esqueleto maxilofa- cial que deriva del
tejido conjuntivo embrionario asociada con la odontogénesis y constituida principalmente por una
sustancia fundamental mucoide, con células mesenquimales fusiformes indiferenciadas ampliamente
dispersas.
Las lesiones se distribuyen casi por igual entre la mandíbula y el maxilar. Las lesiones maxilares
se reparten uniformemente por todas las áreas frecuentemente erosionan el seno maxilar, cruzando a
menudo la línea media hacia la cavidad sinusal opuesta. Las lesiones mandibulares suelen
encontrarse en las áreas molar y premolar, y a menudo se extienden hacia la rama. Es a partir de los
30 y sin distinción de sexos (algunos autores de enden que el predominio es en el sexo femenino)
cuando aparecen aproximadamente el 50% de los casos.
Las grandes lesiones tienen un aspecto radiográ co en cierto modo carac- terístico; constituido por
una imagen radiolúcida con u n patrón en burbujas de jabón o panal de abejas . En algunas áreas se
observan trabeculaciones gruesas o angulares características en "raqueta de tenis".
El aspecto microscópico de un mixoma odontógeno está constituido por célu- las fusiformes o de
forma angular ampliamente separadas; en contraste con un fondo de sustancia fundamental
mucoide no brilar.
El diagnóstico y su tratamiento son tardíos debido al crecimiento lento de este tumor y su
asintomatología. Sólo al crecer puede provocar cierta deformi- dad facial. La excisión quirúrgica es
el tratamiento preferido, ya que debido a su frecuente consistencia laxa gelatinosa, el raspado puede
dar lugar a extir- pación incompleta de la necrosia viable. La ausencia de cápsula también puede
favorecer las recurrencias cuando la anomalía se trata de forma demasiado con- servadora. Aunque
estas reacciones muestran cierta agresividad y poseen una tasa moderada de recurrencia, el pronóstico
es muy bueno. Los procedimientos quirúrgicos repetidos no parecen activar el crecimiento o causar
metástasis. Al- gunas lesiones uniloculares pequeñas se han tratado con éxito mediante legrado local,
seguido de cauterización química de las paredes óseas, pero la mayoría de las lesiones requieren
resección en bloque, aunque el problema lo tenemos si se ha expandido a los tejidos blandos.

CEMENTOBLASTOMA
Neoplasia de lento crecimiento benigna de tejido análogo al cemento que crece en continuidad
con la capa de cemento apical de un molar o premolar alrededor de la raíz y produce expansión de
las tablas corticales. Aunque a veces puede ser asintomático, se presenta como un tumor poco
doloroso, a veces con dolor sensible a la percusión en el diente afectado sobre el que también
puede in uir el tumor llegando a desplazarlo. También se le ha denominado cementoma verdadero.
Es una lesión rara que se presenta en la segunda y tercera décadas de la vida; con un pico de
incidencia en pacientes en torno a los 19 años de edad sin que exista predilección por sexos, siendo
más frecuente en la mandíbula que en el maxilar. El 80% de los tumores aparecen en el área
molar/premolar en dientes permanentes, aunque se han descrito casos en temporales.; con lesiones
adheridas al tercio apical de una de las raíces. Las lesiones crecen como ver- daderas neoplasias;
expandiendo uniformemente las tablas corticales vestibular y lingual.
Radiológicamente, las lesiones son uniloculares y bien delimitadas. Pueden ser totalmente
radiolúcidas; una mezcla de imágenes radolucidas y radiopacas o completamente radiopacas. La lesión
se caracteriza por un depósito de matriz eosinó la no mineralizada bordeada por cementoblastos
gruesos que se con- tinúan con una capa de cemento normal de una de las raíces del diente.
Independientemente del tamaño, el tratamiento de la lesión requiere la extir- pación del diente
asociado con reparación del hueso debido a la íntima relación de la neoplasia con la raíz dental. No
existe recurrencia.

TUMORES ODONTÓGENOS MIXTOS

Los tumores odontógenos mixtos contienen una combinación de elementos de los tejidos
epitelial y conjuntivo que se encuentran en todas las etapas de la odontogénesis. En el broma
ameloblástico los dos componentes titulares representan una etapa precoz de la odontogénesis,
previa a la formación de las estructuras calci cadas del esmalte y la dentina. El odontoma
representa la etapa nal opuesta de la odontogénesis, y contiene principalmente esmalte maduro,
dentina y pulpa.

FIBROMA AMELOBLÁSTICO
Lesión benigna e infrecuente (tan sólo el 2% de los tumores odontogénicos), de crecimiento
lento que se localiza predominantemente sobre el área molar de la mandíbula, a menudo en dientes
no erupcionados de pacientes jóvenes de 14 años de media. Es sobre dicha zona donde aparece una
tumefacción inespecí ca. Los componentes tisulares, el epitelio y el tejido conjuntivo se parecen a
estadíos precoces de la odontogénesis: los periodos de campana y caperuza.
Radiológicamente se presenta con imágenes radiolúcidas uniloculares o mul- tiloculares. El
resultado es difícil de diferenciar de un ameloblastoma ya que está asociado a un diente no
erupcionado y con márgenes bien de nidos.
El aspecto microscópico está constituido por hebras y cordones delgados de epitelio odontógeno,
que se parece a la lámina dental y a los periodos de caperuza y campana de la odontogénesis temprana.
La lesión está bien encapsulada y se separa fácilmente de la cripta ósea que la rodea. Se ha observado
un número de recidivas relativamente alto para una lesión benigna.

ODONTOMA
Lesión habitualmente hamartomatosa, que suele encontrarse sobre dientes no erupcionados;
contiene esmalte, dentina, pulpa y cemento en formas reconocibles de diente (compuesto) o bien una
masa nudosa sólida (complejo). Para explicar su causa se han estudiado animales en los que se ha
introducido carcinógenos, insu ciencias nutricionales o traumatismos, pero sin llegar a conocer todavía
la etiólogía en humanos.
Los odontomas son asintomáticos, de pequeño tamaño (10-15mm) y no sue- len producir
deformaciíon facial y expansión ósea. Debido a ello suelen ser descubiertos en revisiones radiológicas,
a las que se acude por desplazamiento dentario, ausencia de piezas de nitivas o retención de puezas
temporales.
Los odontomas son, con diferencia, las lesiones odontógenas no quísticas mas comunes, y
representan casi el 70% de todos los tumores odontógenos. Casi todos se presentan en pacientes que
están en la primera y segunda décadas sobre todo en el sexo femenino, aunque algunos autores de
enden que no existe distinción entre sexos. Los odontomas aparecen con más frecuencia en el maxilar
que en la mandíbula .
Los odontomas compuestos suelen estar localizados en la parte incisivo-canina de la boca, sea sobre
las coronas de dientes no erupcionados o bien entre las raíces de los erupcionados. Aunque son tumores
que se presentan en la zona maxilar o mandibular se han descrito casos en el oído medio que llegaron a
provocar pérdida de audición y otalgia. Radiológicamente se presenta con pe- queñas opacidades que se
corresponden con dientes más o menos formados (3 ó 4 hasta 1000).
El esmalte, la dentina, y el tejido pulpar de las estructuras análogas a dientes del odontoma
compuesto están organizados en un patrón ordenado. Dentro de la cápsula circundante; cada
diente cónico en miniatura está separado por una
na banda de tejido conjuntivo folicular.
El odontoma complejo se diferencia por estar constituido por una sola masa nudosa y
desorganizada de esmalte, dentina y pulpa; sin formas de diente re- conocibles. Son más frecuentes en
la región molar. Radiológicamente se asemeja a una osteoesclerosis, apareciendo una masa irregular
densa y opaca.
Debido a que ambas formas de odontoma están bien encapsuladas y tienen un potencial de
crecimiento limitado, su tratamiento suele ser quirúrgico eliminando localmente el tumor con raras
recidivas, pero se puede producir deformación o pérdida de la pieza dentaria.

FIBROODONTOMA AMELOBLÁSTICO
Masa expansiva en pacientes jóvenes, que contiene los componentes titu- lares blandos del broma
ameloblástico y los componentes del tejido duro del odontoma complejo.
Se presenta en la segunda y tercera décadas. Se localiza principalmente en las áreas posteriores de
la mandíbula, pero puede encontrarse en otras localiza- ciones. Aparece en forma de una tumefacción
de desarrollo lento de la porción afectada de la mandíbula, generalmente en el área de un diente no
erupcionado. El dolor se asocia raras veces con esta lesión.
La radiografía presenta una lesión mixta radiolúcida y radiopaca grande, unilocular y bien
circunscrita. En ocasiones se encuentran lesiones multilocu- lares. Las áreas radiolúcidas están
formadas por tejido blando que se asemeja al broma ameloblástico. Esas áreas están constituidas
por hebras y cordones de epitelio parecido a la lámina dental; en contraposición a un fondo de
tejido conjuntivo embionario formado por broblastos orientados aleatoriamente.
El broodontoma ameloblástico se trata de la misma forma que el broma ameloblastico. Es necesaria
una enucleación cuidadosa debido a la posibilidad de recidiva si queda tejido lesional.

TUMORES ODONTÓGENOS MALIGNOS

Puesto que varios tumores odontógenos pueden ser localmente destructores e incluso amenazar la
vida; en especial cuando están localizados en el maxilar; la denominación de malignicidad se reserva
más bien para aquellos en los que se han presentado metástasis. También se usa para predecir con
anticipación el comportamiento futuro de algunas lesiones odontógenas que tienen rasgos citológicos
asociados con la malignidad.

AMELOBLASTOMA MALIGNO
Es una lesión maligna con características histopatológicas del ameloblastoma común (representan
el 2% de estas lesiones) que puede presentar metástasis. Esta patología, que es más frecuente entre los
japoneses, puede aparecer como un ameloblastoma maligno primario o sobre un ameloblastoma
benigno ya ex- istente.
CARCINOMA AMELOBLÁSTICO
Neoplasia agresiva variedad del ameloblastoma extremadamente rara que muestra células
epiteliales con características de malignidad en el tumor pri- mario, el tumor recurrente o en la
metastásis. Es un tumor de crecimiento rápido, que se presenta como una tumefacción dolorosa y que
afecta principal- mente a la mandíbula, pudiéndose producir reabsorción de raíces dentarias. El tumor
suele perforar las placas corticales de los maxilares y se muestra intrao- ralmente como una masa
exocítica ulcerada.
Radiológicamente se observa una radiotransparencia mal de nida, aunque debemos
complementarlo con estudio histopatológico y otras pruebas comple- mentarias para obtener el
primer diagnóstico. El tratamiento consiste en la escisíón quirúrgica radical.

CARCINOMA ODONTÓGENO
Lesión intraósea agresiva y destructiva de la mandíbula o el maxilar, que está constituida por
células epiteliales poco diferenciadas y células claras con un patrón que recuerda la odontogénesis
temprana.

CARCINOMA INTRAÓSEO PRIMARIO


Carcinoma de células planas en la mandíbula o el maxilar, sin signos de que esté originado a
partir de epitelio super cial o que sea metastático desde otra localización, dato que debemos tener
muy en cuenta para su diagnóstico. Clínicamente se mani esta como tumefacción local con dolor
persistente en la mandíbula llegándose incluso a producir fracturas patológicas. La edad media de
aparición son los 45 años y existe mayor incidencia en varones y en la región anterior de la mandíbula.
El tratamiento consiste en la exéresis quirúrgica y un control del paciente tras la intervención de
forma periódica.

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Bibliografia
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