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Del estudio de las fuentes comunes a todas las ramas jurídicas, no corresponde a
la doctrina de cada rama en particular, pertenece por lógica, a la teoría del derecho.
De ahí que el estudio que emprendemos en los distintos hechos creadores del
derecho, causa de su origen, tenga que ceñirse fundamentalmente a determinar
cuáles son las manifestaciones juridicas que contiene el derecho administrativo que
son causa y origen del mismo.
La palabra fuente se deriva del latín fons fontes que en su origen antiguo significa
manantial de agua que brota de la tierra, que de manera figurada se le considera
como fenómeno o el objeto que general o que produce algo, de donde se origina
una cosa. Por esa razón las fuentes del derecho administrativo son las fuentes de
producción del mismo, en el que se manifiestan los principios y normas propias y
que regulan la administración pública y la actividad que desarrolla, los medios para
realizarla y las relaciones jurídicas que genera.
Por otra parte, Kelsen, citado por Serra Rojas, después de examinar la expresión
fuentes del derecho" concluye diciendo: La ambigüedad del término que hemos
venido refiriéndonos parece hacer inútil el empleo de dicho término, En vez de una
expresión figurada y equivoca, debiera introducirse un término capaz de describir
de manera clara y directa el fenómeno que se tiene presente. (Serra Rojas, Andrés,
Derecho Administrativo, Pág. 170).
Como lo indica el autor Manuel del Río González, que: Generalmente recibe el
nombre de fuente aquello de donde emana, nace o procede algo, de tal suerte que
las fuentes del derecho administrativo son el lugar de nacimiento y punto de partida
del mismo. (Manuel de Río González, Compendio de Derecho Administrativo, Pág.
59). El autor Andrés Serra Rojas citado por Manuel del Rio González, nos indica:
Las fuentes del derecho administrativo son los procedimientos, formas, actos o
hechos y demás medios de creación e interpretación en los cuales tiene su origen
los principios y leyes en general, las fuentes mismas del derecho, como la ley, la
costumbre y la jurisprudencia; todas referidas a la materia administrativa. (idem).
Para el tratadista Gustavo Pentagos, en su obra manifiesta que: Se entiende por
fuente del derecho administrativo los procedimientos que han dado origen a las
reglas del derecho. (Gustavo Penagos, Curso de Derecho Administrativo, Pág. 127).
Analizados los tres autores citados se puede establecer, que fuente del derecho
administrativo, son todas aquellas circunstancias, actos, hechos de donde surge el
derecho administrativo.
Al tratar lo relativo a las fuentes del derecho, dentro de los cursos de introducción ol
derecho se analizan desde dos puntos de vista, fuentes formales y fuentes
materiales.
En donde las primeras serían aquellos principios que en alguna forma inspiran el
derecho (la exigencia de la moral, o el derecho natural, las concepciones políticas,
económicas v sociales); forman un conjunto de elementos y situaciones de diferente
condición que impulsan la creación de las normas jurídicas. En cuanto a las
segundas, o sea las fuentes formales es suficiente admitir con la doctrina
Kelseniana que sólo el derecho puede ser frente de derecho; constituyen el derecho
aplicable, son el derecho escrito o legislación, la costumbre, la jurisprudencia y la
doctrina jurídica.
Pero no hay que dejar de lado otra de las clasificaciones importantes del derecho
administrativo como las fuentes directas y las fuentes indirectas del mismo: las
primeras: son las que crean el derecho, sus procedimientos se fundan en el derecho
positivo como la lev, el reglamento, los tratados y convenios de carácter
internacional: las segundas: las que interpretan el derecho, como la jurisprudencia
y la doctrina científica.
Por esta razón es necesario incluir en el estudio, esta valiosa aportación del autor
citado, es decir, dividirá las fuentes del derecho administrativo en fuentes
supranacionales y fuentes nacionales, como lo explicamos en adelante.
Los tratados y convenios internaciones en los últimos tiempos tienen una gran
importancia en nuestro medio, especialmente en materia de derechos humanos, la
propia Constitución Política establece, como principio general, que en materia de
derechos humanos, los tratados y convenciones internacionales aceptados y
ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno. (Artículo
46 de la Constitución).
Lo mismo sucede con otros países americanos tales como Argentina, como lo dice
el profesor Gordillo: Pondremos aquí especial énfasis en dicho pacto, por ahora, por
ser el único que cuenta con un tribunal supranacional
Ello no cambia la obligatoriedad que todos tienen en el derecho interno, pero fuerza
es reconocer que desde un punto de vista práctico no es lo mismo que la
interpretación del tratado termine en el propio país o pueda continuarse ante un
tribunal internacional o supranacional (Tbidem).
Merki, citando a Franz Liszt establece que el tratado internacional es: Todo acuerdo
de voluntades entre dos o más Estados, sobre derechos de soberanía. (Merki
Adolfo, Teoria General del Derecho Administrativo, Pág. 148).
Garcini Guerra, citando a Koshevnikov, dice que entiende por tratado internacional
el acuerdo formalmente expresado entre dos o más Estados por el que se establece,
enmienda, o da fin a un vínculo jurídico preexistente. (Garcini Guerra, Héctor,
Derecho Administrativo, Pág. 43).
Los tratados internacionales, dice Ossorio, son: Según Bidart Carpos, el término
tratado tiene un sentido lato, comprensivo de todo acuerdo entre sujetos o personas
internacionales, es decir, entre miembros o partes de la comunidad internacional; y
un sentido más estrecho y formalista, reservado para los acuerdos internacionales
celebrados de conformidad con el procedimiento especial que cada Estado arbitra
en su ordenamiento interno. (Osorio, diccionario jurídico, Pág. 443).
Para Sayaguez Lazo, citado por Garcini establece: que los tratados internacionales
cuando contienen disposiciones relativas al derecho administrativo interno o
internacional son fuente de dicha disciplina. (Ibidem).
Para otros autores como Garrido Falla, considera como fuente indirecta de derecho
administrativo a los tratados internacionales.
En conclusión, se puede establecer que el tratado internacional, puede ser
considerado como fuente indirecta de derecho administrativo, dependiendo del
procedimiento para la aceptación de los mismos.
a) Afecten a las leyes vigentes para las que esta Constitución requiera la
misma mayoría de votos.
b). Afecten el dominio de la Nación, establezcan la unión económica o
Todo accionar del Estado encuentra su fundamento jurídico primario y una serie de
limitaciones en la Constitución Política y bajo el principio de juridicidad que se deriva
de ella misma (artículo 221), en la que se incluye desde los principios generales en
los que se encuentra comprometida la garantía de igualdad de los particulares.
Como lo ha dicho Fiorini, citado por Comadira, del mismo modo que la voluntad de
los individuos en las relaciones particulares es fuente creadora de los actos
jurídicos, en el Estado la constitución establece la fuente creadora de todo el
ordenamiento jurídico. (Comadira, Julio Rodolfo, Derecho Administrativo Argentino,
Pág. 17).
Siendo la constitución la ley suprema de un Estado, es lógico pensar que las normas
inferiores estén sometidas a ella, por constituir la fuente y base de todo el
ordenamiento jurídico. Con razón el Profesor Luis Carlos Sacrica, citado por
Penagos, al explicar el concepto de Constitución dice: Desde el punto de vista
genérico, filosófico, se entiende por constitución el conjunto de principios que
regulan la vida en común, organizada jurídicamente; y citando a Heller, agrega el
maestro Sáchica: Si el Estado es vida en forma, la constitución del Estado es la
forma de esa vida, es la forma de organización dada a la vida dentro del Estado.
(Ibidem).
Por ello dice Gordillo: Luego del orden juridico supranacional, la constitución es la
fuente de más importancia en el derecho administrativo; hablamos, claro está, de
los paises en que la constitución es imperativa, en que es un orden jurídico pleno;
con mayor razón, cuando se halla como la nuestra, integrada al derecho
supranacional en forma expresa y en las condiciones de su aplicación, lo que la
jurisprudencia nacional ha reconocido es comprensivo de la jurisprudencia
internacional, inclusive opiniones consultivas y transacciones que lo interpretan
(Ibidem). Lo mismo sucede en Guatemala, en donde la misma norma constitucional
le da preeminencia a los tratados y convenios en materia de derechos humanos,
sobre el derecho interno.
Para comprender este tema es necesario establecer los caracteres de las normas
constitucionales como fuentes del derecho administrativo y puntualizar respecto al
significado de la constitución las circunstancias más importantes:
c) Se regula con rigor la actividad que desarrollan los organismos del Estado y
de la administración pública en general.
La constitución guatemalteca regula con rigor el ejercicio del poder público, la que
establece que el poder proviene del pueblo y lo delega para su ejercicio en los
organismos del Estado (Legislation, Ejecutivo y Judicial), queda establecido en el
Titulo IV, capítulo I, en los artículos del 157 al 181. El Organismo Legislativo y las
funciones del Congreso de la República, quedan plenamente contenidos en el
capítulo II, en los artículos 157 al 181. El Organismo Ejecutivo, integrado por el
presidente de la República, vicepresidente, el Concejo de Ministros, ministros de
Estado y viceministros y las secretarias de la Presidencia de la República, sus
funciones de manera general, elección del Presidente y Vicepresidente, requisitos
para optar a los cargos etc., quedan contenidos en los artículos 182 al 202. En su
capítulo IV queda contenida la estructura del Organismo Judicial, señala en su
escala jerárquica a la Corte Suprema de Justicia, la Corte de Apelaciones y el
Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
Naturalmente que cada uno de los poderes del Estado cuentan cada uno con su
propia ley (Ley del Organismo Judicial, Ley del Organismo Ejecutivo y Ley Orgánica
del Congreso de la República).
d) Se sientan las bases del régimen jurídico exorbitante propio del derecho
administrativo.
Para Gordillo: Decir que una ley o un acto administrativo puedan perder juridicidad
e imperatividad en algún caso, importa a su vez afirmar que aquello que destruye
dicha juridicidad, es forzosamente algo de más imperatividad que la ley o el acto
administrativo: de otra manera la hipótesis resultaría absurda.
Del mismo modo, todo lo que ese orden supremo exige, se tiene el deber de
cumplirlo, es así un sistema normativo completo, con valor autónomo propio,
inmediato y directo. Algunas doctrinas internacionales sostuvieron que las
disposiciones constitucionales no eran normas jurídicas porque carecen de sanción.
Ello es inexacto: las sanciones no son siempre penas (privación de la libertad, la
vida o la propiedad, a título no de reparación sino de castigo), puesto que pueden
consistir en el establecimiento de una relación jurídica nueva, la extinción de una
relación jurídica preexistente, o la ejecución coactiva del deber jurídico violado.
Si se quiere, en todos estos hay un aliquid de castigo, pero debe apreciarse que
salvo en el caso del derecho penal, lo más importante en la sanción o específica
reacción del derecho ante la violación de un deber jurídico, no es el castigo, sino la
aplicación forzada del objeto del derecho, es decir, el cumplimiento o ejecución
coactiva del deber no cumplido o de la omisión de la aplicabilidad de la norma.
Decir que el Estado Nación Argentina puede integrar relaciones jurídicas como es
indubitable implica necesariamente afirmar que es un sujeto de derecho, esto es,
una persona jurídica; el poder, como fuerza social no sujeta al derecho, puede crear
relaciones jurídicas para terceros, pero no integrarlas él mismo, por cuanto la
juridicidad de la relación depende precisamente del hecho de que sea una fuerza
superior a ambas la que la declare imperativa
1. Su proceso de constitucionalización
Se habla del fenómeno o proceso de constitucionalización del derecho
administrativo y esto significa, que la constitución se encuentra en un lugar de
supremacía, frente a otras leyes y reglamentos, implica entonces que la constitución
ocupa el lugar más alto en la pirámide.
Por otro lado hay que ver a la Constitución como la ley superior del Estado, la
estructura del Estado y de sus organismos se encuentra regulada en la Constitución
Politica de la República de Guatemala, por consecuencia el actuar de la
administración pública queda supeditada a las normas constitucionales.
Sehablaqueelderechoadministrativohasufridodelfenómenodeconstitucionalización
o proceso de constitucionalización, pero como se analizó, la Constitución es la ley
superior del Estado y tiene supremacía frente a otras leyes. Esto implica no hablar
del proceso o fenómeno de constitucionalización del derecho administrativo, es
innecesario, sino es más conveniente hablar de la subordinación del derecho
administrativo a las normas constitucionales, pues como se estableció
anteriormente, al igual que otras ramas de las ciencias jurídicas, una de sus
características es la subordinación la constitución, puesto que ocupa el más alto
grado en la cúspide de la jerarquía de las leyes.
c) Las Normas ordinarias de derecho administrativo
1. Consideraciones generales
Los tratadistas están acordes en que en sentido general, ley es "toda norma
jurídica", o sea cualquier regla de derecho. Consigna el carácter de fuente de la ley
atendiendo a su contenido y aplicación. Dentro de esta amplitud se comprende, no
sólo el derecho escrito, sino también la costumbre y los principios jurídicos
generales. Según Garcia Oviedo: "Es ley en sentido lato todo precepto jurídico, sea
cual fuere la autoridad de quien emane, la forma de que revista y el contenido que
lo integre. Para Villegas Basailbaso, la ley considerándola en sentido amplio, "es la
forma más reflexiva de la producción de derecho. Es una categoría histórica, porque
está condicionada por el predominio de determinadas formas estatales.
Máximo Pacheco, nos explica las diferentes definiciones que de la ley se han
elaborado y dice: "Según Aristóteles "La ley es el común consentimiento de la
ciudad."
Para San Agustin, "La ley es el deredro que se contiene en aquel escrito que ha
sido expuesto al pueblo para que lo obserde"
El jurista francés Marcel Planiol la define como: "una regla social obligatoria,
establecida con carácter permanente por la autoridad pública y sancionada por la
fuerza."
Giorgio del Veoduiro considera que "la ley es el pertsamiento jurídico deliberado y
consiente, expresado por órganos adecuados, que presentan la voluntad de una
multitud asociada" (Máximo Pacheco G. Introducción al Derecho, Pág. 325).
Dentro de las definiciones dadas por Pacheco, expresa que dentro de las
definiciones expuestas, la definición de Santo Tomás de Aquino es la más exacta,
pues para este la ley es "una prescripción de la razón, en orden al bien común,
promulgada por aquel que tiene el cuidado de la comunidad."
La definición recoge magistralmente los elementos esenciales de la ley que son los
siguientes:
a) Una ordenación racional, es decir, una prescripción de la razón práctica
del que
la dicta con auténtica autoridad;
Desde el punto de vista práctico, se puede decir que ley se le puede denominar al
acto estatal, general o particular, emitido por el Congreso de la República de
acuerdo con el procedimiento previsto para la formación y sanción de las leyes.
A tenor de los criterios expuestos, podemos decir que para la corriente formalista
sólo es ley aquello que dispone el órgano al que corresponden las funciones
legislativas del Estado, y no pueden serlo las decisiones de otros órganos estatales
a los que no están atribuidas especificamente dichas funciones.
Otro criterio es el que considera la ley en sentido material. Para Carizares Abeleda.
citado por el Doctor Garcini la ley responde completamente a determinados
intereses sociales, ya sean los de una clase minoritaria o de la mayoría." Según
Laband, "ley en sentido material- es todo acto enmarcado del Estado que contenga
una regla de derecho objetivo", para Garcia Oviedo, lo importante es el sentido
material de la ley, es decir, su contenido o sustancia; este criterio lo siguen entre
otros, Zarobinsi y Donati. Para Garrido Falla, con la aplicación del punto de vista
material de la ley, obtendremos un concepto de la norma jurídica de carácter general
y obligatorio. (Garcini Guerra derecho administrato Pág. 89).
Todos los criterios expuestos, señalan como presupuesto, que la ley en sentido
material atiende a su contenido o sustancia.
En resumen podemos decir, con Garrido Falla que concilia ambos criterios que "la
ley como fuente de derecho es el resultado de una combinación de los puntos de
vista formal y material."
3. Características de la ley
Las disposiciones normativas presentan determinadas características como la
obligatoriedad, la coercibilidad y la permanencia, sin embargo, la ley, además de las
características señaladas, que son objeto de estudio por otras disciplinas jurídicas,
presenta la generalidad y la novedad.
4. Generalidades de la ley
Para la mayoría de los tratadistas la generalidad es una característica esencial de
la ley, es decir que el precepto se dicta no para un caso especifico, sino para todas
las situaciones idénticas que puedan presentarse, esto es, la norma se estatuye
impersonalmente. Así tenemos que lo constituye la virtud protectriz de la ley en su
misma concepción, no estatuye para un interés particular, sino para un interés
común, no con respecto a un individuo aislado, sino con respecto a todos. La
actividad primaria del Estado es la legislación de reglas generales que determinan
las relaciones de los particulares con el Estado y también las relaciones de los
ciudadanos entre sí, otros autores consideran que el derecho, como regla de
convivencia social, significa orden, igualdad, capacidad de engendrar derechos
subjetivos, lo que requiere generalidad en la regla.
5. Novedades de la ley
Esta es otra característica inminente de la ley, ya que en ella hay siempre novedad
jurídica, es decir, dispone algo que no aparecía en el ordenamiento juridico anterior
o modifica algún aspecto del mismo. No todos los autores están de acuerdo con el
criterio expresado de que la generalidad es una característica esencial de la ley y
entre sus principales impugnadores encontramos a algunos autores alemanes que
han pretendido sustituir la generalidad por la novedad jurídica.
6. La legislación
En los países de derecho escrito, la legislación es la más importante de las fuentes
formales de derecho y principalmente para la ciencia del derecho administrativo,
que nos ocupa.
García Máynez dice: podríamos definirla (la Legislación), como el proceso por el
cual uno o varios órganos del Estado formulan y promulgan determinadas reglas
jurídicas de observancia general, a los que se les da el nombre específico de leyes.
(García Máynez, Introducción al Estudio del Derecho, Pág. 52).
Para que la ley sea revestida como reglas de observancia general, necesita de
pasar por diversas etapas, las que pueden ser resumidas de la siguiente manera:
a) Iniciativa;
b) Discusión;
c) Aprobación;
d) Sanción;
e) Publicación;
f) Iniciación de la vigencia.
Esto es lo que los autores del derecho denominan el proceso legislativo, que
corresponde normalmente y en un Estado de Derecho o Estado constitucional, al
Organismo Legislativo o Congreso de la República.
1.2 Discusión
La discusión de una Ley implica que el pleno del Congreso de la República, delibera
acerca de las iniciativas, a fin de determinar si deben o no ser aprobadas.
7.3 Aprobación
7.4 Sanción
La sanción significa la aceptación de una iniciativa por el Poder Ejecutivo. La
sanción de una ley se da posteriormente a la aprobación por el Congreso de la
República
7.5 Publicación
La publicación es el acto por el cual la ley ya aprobada y sancionada se da a conocer
a quienes deban cumplirla.
Para Garrido Falla, citado por Serra Rojas, expresa: la caracterización de una ley
como administrativa se hace en base a las siguientes notas:
1. Que sus preceptos tengan carácter imperativo (ius congens) y, por tanto, no
dispositivo; y,
2. Que la ejecución de tal ley aparezca encomendada precisamente a un
organismo dependiente de la administración pública. (Op. Cit. Pág. 185).
Para que una ley se considere como administrativa se requiere: en primer lugar que
regule la actividad administrativa del Estado a través de la administración pública; y
en segundo, que regule las relaciones que son típicas del derecho administrativo,
entre la administración pública y los particulares; y, en tercer lugar que estructure
un órgano administrativo y que otorgue las correspondientes competencias
administrativas.
e) Sancionar, promulgar, ejecutar y hacer que se ejecuten las leyes; dictar los
Decretos para los que estuviere facultado por la Constitución, así como los
acuerdos, reglamentos y órdenes para el estricto cumplimiento de las leyes, sin
alterar su espíritu.
f) dictar las disposiciones que sean necesarias en los casos de emergencia grave o
calamidad pública, debiendo dar cuenta al Congreso, en su sesiones inmediatas..."
1. Estado de Prevención;
1. 2 Estado de Alarma;
2. Estado de Calamidad Pública;
3. Estado de Sitio;
4. Estado de Guerra (esta es facultad del Congreso, a petición del Ejecutivo).
1. Lo conozca;
2. Lo ratifique;
3. Lo modifique; o
4. Lo impruebe.
En este caso si el Congreso estuviere reunido, deberá conocerlo inmediatamente.
h) Los efectos del Decreto no pueden exceder de treinta dias cada vez. Si
antes que se venza el plazo señalado, hubieran desaparecido las causas que
motivaron el decreto, se hará cesar en sus efectos y para ese fin, todo ciudadano
tiene derecho a pedir su revisión.
k) Cuando hubieren desaparecido las causas que motivaron el decreto, las personas
tienen derecho a deducir las responsabilidades por actos innecesarios y medidas
no autorizadas por la Ley de Orden Público. La declaratoria de cualquiera de las
disposiciones de orden público traen un sin número de consecuencias, pero una de
las más importantes es que se puede ordenar la militarización de los servicios
públicos o intervenir o militarizar cualquier otro servicio o actividades que se
consideren necesarias, incluso centros de enseñanza.
e) El decreto ley de facto
Decreto Ley dice Osorio es: Disposición de carácter legislativo que, sin ser sometida
al órgano adecuado, se promulga por el Poder Ejecutivo, en virtud de alguna
excepción circunstancial o permanente, previamente determinada.
Como lo dice García Máynez: las leyes ordinarias representan un acto de aplicación
de preceptos constitucionales. De manera análoga, las reglamentarias están
condicionadas por las ordinarias. (Ibidem).
Los reglamentos adquieren importancia desde el momento que son el medio por el
cual se dinamiza la administración pública.
Ese conjunto de normas en número superior al de las leyes, son creadoras de una
situación jurídica general, abstracta, que en ningún caso regula una situación
jurídica concreta o relaciones de derecho y que son dictadas para la atención
pormenorizada de la prestación de un servicio público o la regulación de los
procedimientos administrativos. Para la ejecución de la ley y la regulación de los
procedimientos y condiciones en que se va a prestar un servicio público, con lo que
se pueden cumplir los fines que pretende la administración pública para el logro del
bien común. En algunos casos, en la administración pública se les denomina
ordenanzas municipales. Lo que se pretende con los reglamentos es facilitar la
aplicación de una ley, establecer los procedimientos que se requieren para la
prestación del servicio público. También pueden ser internos de la administración
para regular las relaciones patrono-laborales y las del funcionamiento interno del
órgano administrativo.
Visto el reglamento desde los puntos de vista analizados, se puede decir que el
reglamento, como un instrumento operativo o de dinamización de la administración
pública, lo podemos ubicar como una fuente importante de derecho administrativo,
pues por un lado la Ley le da la competencia a los órganos administrativos, el
reglamento les da procedimiento.
Desde estos dos puntos de vista se puede establecer que el reglamento no es una
facultad legislativa del presidente, pues dentro de las normas reglamentarias no se
están creando situaciones de derecho, ni se puede dotar de competencia
administrativa a los órganos, pues como ya se analizó los reglamentos dependen
de una ley. En Guatemala, la misma constitución establece que los reglamenios y
órdenes que emite el Presidente son para el estricto cumplimiento de la ley y no se
puede alterar el espíritu de la ley. Naturalmente se puede establecer que el
reglamento solamente es un instrumento operativo y dinamizador de la
administración, razón por la cual no puede ser considerado éste como una facultad
legislativa del presidente.
Las normas reglamentarias en este caso son necesarias para disponer del modo en
que la administración pública deben actuar o prestar el servicio público, tanto en su
aspecto procedimental, como el comportamiento en lo que respecta a los criterios
que deban obedecer en cuestiones de fondo, como condición para cumplir los
objetos que dispone la ley:
La omisión reglamentaria por parte del Organismo Ejecutivo puede ser controlada
judicialmente y originar, incluso, un mandato judicial en ese sentido, para obligarlo
a dictar un reglamento ordenado por la ley.
9. Reglamentos jurídicos
Los reglamentos jurídicos son aquellos que el Presidente de la República dicta para
el cumplimiento de competencias que la misma ley le otorga y como bien lo
manifiesta la misma Constitución al darle esta potestad al Presidente, queda
prohibido alterar el espíritu de la ley.
Los reglamentos jurídicos son aquellos que regulan el procedimiento que los
órganos de la administración deben seguir de una competencia que la ley le otorga
al mismo.
Hay que recordar que la competencia es otorgada por la ley, para poder ejercerla
debe haber una forma y esta forma, manera o procedimiento la otorga el
reglamento.
La promulgación de los reglamentos es una facultad de los órganos administrativos,
cuando son centralizados es facultad del Presidente de la República, con el refrendo
del ministro correspondiente y si se trata de una entidad llamadas
constitucionalmente como autónomas, corresponde al órgano colegiado, que es la
máxima autoridad de estas instituciones, el Concejo Municipal en las
municipalidades, el Consejo Superior Universitario en la Universidad de San Carlos
de Guatemala y la Junta directiva en el caso del Instituto Guatemalteco de
Seguridad Social.
Esto hay que aclarar que rige con mayor rigidez a la administración central,
encabezada por el Presidente de la República, puesto que es aquí donde se
desarrolla toda la actividad reglamentaria, puesto que de cualquier norma que se
dicta y que requiere de reglamentación, corresponde con exclusividad al Presidente
de la promulgación del mismo.
Naturalmente que hay que hablar de las excepciones, es decir de las entidades
autónomas como la Universidad de San Carlos de Guatemala, el Municipio, el
Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, en los que sus propias leyes orgánicas
y leyes especiales les otorgan este poder reglamentario, para que puedan
desarrollar sus leyes, para prestar el servicio público con mayor eficiencia y eficacia,
pero no obstante la flexibilidad de la reglamentación en este caso, veremos que
existe una total subordinación de estos órganos a la ley.
Pero en ambos casos en el primer caso rígido en este último caso de alguna manera
flexible, sin la ley no hay espacio para el reglamento.
Cabe señalar, sin embargo, que todas las acotaciones que se han realizado en este
apartado, no incluye la posibilidad que la administración pueda dictar actos internos
a manera de reglamentos, para el funcionamiento interno del órgano, por ejemplo
los reglamentos de personal de los ministerios de Estado, pero nótese que estos no
son de efectos generales, sino de efectos hacia adentro de la administración.
1. Fuerza obligatoria para la administración, dado que valen tanto como normas
jurídicas; en tal sentido, las decisiones o resoluciones que violen los
principios pueden ser anuladas por el juez administrativo (o Judicial) y si
llegan a causar daños y perjuicios, el Estado debe responder restableciendo
las cosas al estado anterior o en su defecto, pagando indemnización.
2. 2 aplicación supletoria siempre que falte texto legal y reglamentario, con
autoridad independiente de todo elemento formal; por lo tanto, la fuerza
obligatoria de todo principio no proviene de ningún texto escrito.
3. Valor propio en el sentido que valen por sí mismos, y no se deben confundir
con la costumbre, la tradición o el consentimiento de la opinión pública; y
4. Independencia de la jurisprudencia. El juez no crea los principios,
simplemente comprueba su existencia. Para aplicar la jurisprudencia, antes
hay que comprobar su existencia. (Castillo González, Derecho
Administrativo, Pág. 150).
Se puede concluir diciendo que los principios generales, al equivaler tanto como a
normas jurídicas, la aplicación supletoria y el valor propio que estos tengan,
constituyen una fuente importante de derecho administrativo. En el derecho
administrativo, existen una serie de principios que le son propios, y son de
obligatoria aplicación, tales como la juridicidad y la legalidad, los principios de la
administración, los principios del procedimiento administrativo, los principios del
acto administrativo, etc.
Por otro lado se define la doctrina como los estudios de carácter científico que los
juristas realizan acerca del derecho, ya sea con el propósito puramente teórico de
sistematización de sus preceptos e instituciones, ya sea con la finalidad de
interpretar sus normas jurídicas y señalar las reglas de su aplicación en un caso
concreto. Como la doctrina representa el resultado de una actividad especulativa de
los juristas, sus conclusiones carecen de fuerza obligatoria, por grande que sea el
prestigio de aquellos o profunda influencia que sus ideas ejercen sobre el autor de
la ley o las autoridades encargadas de aplicarlas. (Garcia Máyriez, Introducción al
Derecho, Pág. 76).
Para una mejor comprensión de la doctrina se hace necesario tratar de establecer
una definición más o menos cercana de su concepción.
Las fuentes del conocimiento de las normas se encuentran en las ciencias jurídicas,
en nuestro caso en la ciencia del derecho administrativo. La doctrina nacional e
internacional nos ayuda a conocer el conjunto de normas elaborando
científicamente sus fuentes reales. Además, la elaboración doctrinaria de los
principios que inspiran a la ciencia y que son su base fundamental, son parte de la
doctrina jurídica. Es de considerar que la misión de la doctrina jurídica y la ciencia
jurídica, está en convertir las fuentes reales de las normas del ordenamiento jurídico,
en fuentes de su conocimiento intelectivo. Los resultados investigativos de las
ciencias jurídicas forman parte del caudal de consideraciones que gravitan en el
caudal de conocimientos científicos, de donde el jurista y los juzgadores adquieren
mayor discernimiento al aplicar el derecho. Así se produce una continua penetración
de la ciencia en el ámbito jurídico, esto trae como consecuencia que las fuentes del
conocimiento humano se conviertan en fuentes reales del derecho administrativo.
Ahora bien, parte de la doctrina son los principios que inspiran al derecho
administrativo, consecuentemente todos aquellos que son los que le dan el carácter
de ciencia son fundamentalmente parte de la doctrina del derecho administrativo,
siempre que éstos no estén debidamente regulados en el ordenamiento jurídico
establecido, porque entonces la fuente será la ley.
Es la única manera en donde podemos concluir que la doctrina tenga una limitada
importancia en el ejercicio de la función administrativa y de una mínima posibilidad
de aplicarla, de lo contrario no tiene ninguna incidencia de carácter obligatorio. En
la práctica la incidencia de la doctrina se produce por su propia fuerza de convicción
y si es adoptada por la comunidad queda legitimada. Pero en lo estrictamente
jurisdiccional si puede existir una tendencia a utilizar la doctrina expuesta por
prestigiosos juristas, pero únicamente para la interpretación de algunas normas.