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Argumentos Específicos de la Lógica Jurídica

2.1 Argumento de Analogía


Cuando para resolver un problema o conflicto jurídico concreto no se encuentra una norma
específica que pueda servir indubitablemente como premisa mayor para elaborar el
correspondiente silogismo aplicador, se dice que los juristas se encuentran frente a una
«laguna del derecho», esto es, un caso no contemplado por la ley. Ante tal situación, la
lógica jurídica permite la elaboración de un argumento específico denominado
«argumento por analogía», el cual tiene distintas modalidades: argumentum a simili
mile; argumentum a maoire ad minus, argumentum a minore ad maius y  argumentum a
contrario. Veamos enseguida en que consisten cada uno de ellos.

a) Argumento a Simili ad Simile

Este argumento es empleado por la lógica general y posee las siguientes caracteristicas:
1. Se trata de una inferencia mediata, ya que su conclusión no deriva de una sola
premisa si no de dos cuando menos; 2. Es una inferencia de lo particular a lo particular
o en casos muy especiales, de lo general a lo general pero nunca se da una inferencia
analógica de lo particular a lo general o viceversa; y, 3. La conclusión del razonamiento
es siempre un juicio de carácter problemático García Maynez se refiere en los siguientes
términos al razonamiento analógico:

«En dicho razonamiento, de que un objeto A coincide con otro objeto A en ciertas notas
a, b, c, que son comunes a ambos, se concluye que A no poseerá también la nota p;
que sabemos posee A. Es un razonamiento de lo particular a lo particular análogo o de
lo singular a lo singular análogo. Por su forma el razonamiento analógico reviste la
apariencia de un silogismo: la tierra esta poblada de seres vivos; Marte es análogo a la
Tierra (tiene de común con ella las propiedades a, b, c, etc.), luego Marte debe estar
poblado por seres vivos. Pero el razonamiento analogico no posee la fuerza probante
del silogismo legítimo del cual, por otra parte, difiere fundamentalmente...)

Al respecto del autor Pfander afirma que el esquema del namiento analógico es posible
expresarlo así: «Q es P. Ses Q. Ses P», y debe poseer las siguientes condiciones:

1. La semejanza que existe entre S y Q debe descansar sobre un elemento por si solo
sirva de razón suficiente del ser P de Q;

2. La analogía con Q debe derivar igualmente del ser M de S

En lógica jurídica este razonamiento suele aplicarse cuando la norma que prevé cierto
hecho es aplicada a otro distinto que coincide en los aspectos esenciales o
fundamentales con el primero. En estos casos es posible decir también que hay una
aplicación o interpretación extensiva de la ley. El razonamiento analógico se puede
hacer pues, por lo tanto, entre hechos como entre disposiciones normativas
propiamente dichas, entre supuestos jurídicos y consecuencias de derecho. Así, cuando
un tribunal se halla ante dos situaciones, una prevista y la otra no prevista por normas
vigentes, debiendo el juez resolver esta última semejanza entre dos preceptos jurídicos,
que descansa en elementos comunes a ambas normas, permite la aplicación del
argumento a simili, cuyo esquema es el siguiente:
«Si un hecho A cumple los supuestos a, b, c, d, su realización produce la consecuencia
jurídica C,
En el hecho imprevisto A hay una misma razón jurídica para resolverlos de la misma
manera,
Luego, se enlaza el hecho A a la consecuencia jurídica

La analogía consiste pues, como dice García Maynez en «atribuir a situaciones


parcialmente iguales (una prevista y la otra no prevista las consecuencias que señala la
norma aplicable al caso previsto. Ello equivale a formular una nueva norma cuyo
supuesto expresa en abstracto las características de ambos casos, si bien en uno y otro
sólo hay igualdad parcial, por ello mismo se infiere que en realidad no existe una
aplicación analógica de una norma a un caso no previsto, «sino que de creación o
formulación analógica de una norma nueva, cuya disposición es idéntica a la de aquel
precepto, pero cuyos supuestos son sólo semejantes>>  Un ejemplo concreto de este
argumento en el campo del derecho guatemalteco lo tenemos en el caso del artículo
1543 del Código Civil, que preceptúa que el saneamiento tiene lugar por evicción o por
vicios ocultos. En el caso de que un terremoto provocase el derrumbamiento de un
terreno situado en una ladera, es factible considerar que el comprador del terreno en
fecha reciente fue víctima de un «vicio oculto del mismo, esto es, de la falta de
consistencia o solidez del suelo, pero sólo de manera analógica, ya que el concepto de
«vicio oculto» se refiere esencialmente a bienes muebles de naturaleza mecánica o
animales, pero normalmente no se aplica a inmuebles. Por lo tanto, la aplicación
analógica del artículo 1543 a un caso concreto que tuviese esas características
(derrumbe o deslave de un terreno recientemente adquirido a consecuencia de un
terremoto) y que facultara a una persona Xa presentar una demanda contra otra (el
vendedor del terreno) reclamando rescisión contractual o daños y perjuicios, supone en
realidad la formulación de una norma nueva que considera a los suelos deleznables
como «vicio oculto» de los bienes raíces.

b) Argumento a Maoire ad Minus

Este argumento consiste en tener por ordenado o permitido, de manera implícita, que
se haga algo menor de lo que está ordenado o permitido expresamente. Así, si está
permitido divulgar de manera escrita (por medio de certificaciones) el contenido de las
actas de las sesiones del Congreso de la República,

analogía de mayor a menor se entiende que también está permitido divulgarlas en


forma verbal, si un artículo del Código Penal establece una exención de la pena para
aquella persona miembro de una banda criminal que denuncie el plan de cometer un
acto delictivo, por analogía «de mayor a menor se entiende que también dicha exención
se aplicará si personalmente esta persona evita la comisión del hecho delictivo en el
momento de realizarse el mismo. Visto con relación a la conducta prohibida este
argumento puede aplicarse también, ya que si en los procesos penales (conforme al
Código Procesal Penal Dto. No. 52-73, Derogado) está prohibido extender
certificaciones durante la fase sumarial, o bien permitir la inspección ocular del
expediente por personas particulares, obviamente también se encuentra prohibido
proporcionar informaciones verbales o conceder entrevistas periodísticas.

c) Argumento a Minore ad Maius II

En el caso de este argumento se trata también de dos situaciones diferentes, una


prevista y la no prevista por la ley, en cuyo caso el juez aplica la norma expresa de
modo extensivo y considera que de manera implícita (por razones teleológicas) se
prohíbe por ejemplo, también aquello que posee un carácter mayor, esto es, de más
importancia o gravedad. Así, si una norma explícita prohíbe caminar sobre la grama, de
manera análoga, a fortiori, de menor a mayor, sabemos que existe una norma implícita
que prohibe también arrancarla. Si, como preceptúa el artículo 151 del Código de
Trabajo, se prohíbe hacer diferencias entre casadas y solteras para los efectos del
trabajo, a fortiori de menor a mayor, sabemos también que es prohibido hacer
diferencias entre unidas de hecho y solteras, o entre viudas y solteras, por ejemplo.

limita la aplicabilidad de su disposición solamente a determinada clase de sujetos, de tal


precepto puede inferirse interpretando a contrario, la existencia de otro cuya
disposición se opone contradictoriamente al primero, y cuyo ámbito personal de validez
está formado por los no comprendidos en el ámbito personal de la otra norma. Un
ejemplo práctico de este argumento lo tenemos analizando el artículo 147 de la
Constitución Política de la República de Guatemala que establece que: «Son ciudadanos
los guatemaltecos mayores de dieciocho años de edad...» que nos permite inferir por
analogía «a contrario»: «que no son ciudadanos los guatemaltecos menores de
dieciocho años...>>

Así pues, la norma explícita tiene un ámbito personal de validez formado por los
ciudadanos guatemaltecos mayores de dieciocho años (norma permisiva), mientras que
el ámbito personal de la norma implícita, está formada por los guatemaltecos menores
de edad y por los extranjeros que aún siendo mayores de edad no están comprendidos
dentro de la categoría de ciudadanos y consecuentemente no pueden ejercer los
derechos inherentes a la calidad de ciudadano, tales como: elegir, ser electos, ejercer el
derecho de sufragio, etc. De conformidad con lo estipulado en los artículos 144 y 147
Constitucionales y 20. y 3o. de la Ley Electoral y de Partidos Políticos que nos permite
inferir por analogía «a contrario que no son ciudadanos los no guatemaltecos -
extranjeros menores de dieciocho años de edad. O que no son ciudadanos los
guatemaltecos menores de dieciocho años de edad. Dicho en otras palabras, los no
guatemaltecos y los guatemaltecos menores de dieciocho años de edad no son
ciudadanos.

Así pues, la norma explícita tiene un ámbito personal de validez formado por los
guatemaltecos mayores de dieciocho años de edad, mientras que el ámbito personal de
la norma implícita

Ciudadanos

Los guatemaltecos mayores de


18 años de edad

Argumento a Contrario

No son ciudadanos los no No son ciudadanos los


guatemaltecos menores guatemaltecos menores de
de 18 años de edad 18 años de edad

está formada por los extranjeros (no guatemaltecos) y los guatemaltecos menores de
dieciocho años. Artículos 147 de la Constitución Política de la República de Guatemala;
20. y 30. de la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

Otro ejemplo adecuado lo obtenemos examinando el artículo 43 del Código Civil que
estipula que: «toda persona que tenga derechos que ejercitar y obligaciones que
cumplir en la República, y se ausente de ella, deberá dejar mandatario legalmente
instituido...», que en virtud del razonamiento «a contrario» nos nite inferir que aquellas
personas que no tengan derechos que ejercitar ni obligaciones que cumplir pueden
ausentarse de Guatemala sin dejar mandatario, ya que no están juridicamente
obligadas a hacerlo 

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