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UCATECI
Facilitador:
Dr. Miguel Romero Portes
Presentado por:
Francisco Gervacio 2014-0045
Arisbel Rosario 2014-1186
Tema:
Sistema linfático
Fecha:
28 de Marzo del 2020
SISTEMA LINFÁTICO
A partir de este sistema linfático primordial se forman brotes endoteliales que crecen con
el sistema venoso para formar el plexo linfático periférico.
Higromas quísticos se forman al momento que los sacos linfáticos
yugulares iniciales no desarrolla conexiones y drenaje de manera
adecuada con el sistema linfático y posteriormente con el sistema venoso.
Linfoangiomas capilares simples se forman cuando los restos
embriológicos de los tejidos linfáticos no se conectan con los canales
eferentes.
Troncales
Mesentéricos
Intestinales
Treoperitoneales
Hipoplasia ausencia de desarrollo de los canales de drenaje que conectan los sistemas
linfáticos de las extremidades con el sistema linfático principal del torso pueden producir
linfoedema primario de las extremidades.
Función y estructura
El sistema linfático está formado:
Capilares linfáticos iniciales o terminales que absorben la linfa.
Vasos colectores que actúan fundamentalmente como conductos para el
transporte de la linfa.
Ganglios linfáticos que están interpuestos en el trayecto de los vasos de
conducción, que filtran la linfa y que tienen una función inmunitaria
fundamental.
Fisiopatología y estadificación
El linfoedema es la consecuencia de la incapacidad del sistema linfático de acomodarse a
las proteínas y al líquido que entra en el compartimiento intersticial en los tejidos.
Etapas:
I. Alteración del drenaje linfático da lugar a la acumulación de un líquido rico en
proteínas en el compartimiento intersticial. Clínicamente: edema blando con fóvea.
II. Se exacerba más por la acumulación de fibroblastos, adipocitos y macrófagos en los
tejidos afectados. Clínicamente: inflamación local. El edema es más pronunciado, no
deja fóvea y consistencia esponjosa.
III. Los tejidos afectados padecen de una lesión adicional como consecuencia de
respuesta inflamatoria local y episodios infecciosos recurrentes que se deben a
roturas cutáneas subclínicas mínimas.
Esto produce fibrosis y cicatrización subcutáneas excesivas con los cambios cutáneos
graves asociados que son característicos de la elefantiasis linfostatica.
Clasificación
I. No hay etiología conocida. Clasificándose según edad de comienzo y presencia de
agregación familiar.
Congénito: antes del primer año de vida
Enfermedad de Milroy: versión familiar congénita.
Linfoedema precoz: entre el 1er año y los 35 anos
Enfermedad de Meige: versión familiar precoz
Linfoedema tardío: después de los 35 años.
La forma más frecuente es la precoz por un 80%, los demás por un 10%.
II. La causa es una enfermedad o trastorno conocido.
Parasito: Wuchereria bancrofti. Patología: filariosis.
Países desarrollados: resección o ablación de los ganglios linfáticos regionales
por; cirugía, radioterapia, invasión tumoral, traumatismo directo o proceso
infeccioso.
Pruebas diagnostica
En los pacientes en los que se sospechan formas secundarias de linfoidea, la
tomografía computarizada y la resonancia magnética son útiles y de hecho son
esenciales para excluir neoplasias subyacentes. En los pacientes que tienen
edema de etiología desconocida y en los que se sospecha linfoedema, la
linfogammagrafía es la prueba diagnóstica de elección, luego que se
confirme que hay retraso del sistema linfático se manda a realizar una
Tomografía computarizada o resonancia magnética para descartar neoplasias.
Se utiliza linfoangiografía con contraste para ver de forma más detallada los
conductos linfáticos en caso de querer realizar cirugías, La linfogammagrafía
se ha convertido en la prueba de elección en los pacientes en los que se
sospecha un linfoedema.
La prueba reciente más prometedora parece ser la linfoangiografía por
resonancia magnética con contraste.
Tratamiento:
Elevación de la extremidad.
Dispositivo de compresión de alta calidad.
Fisioterapia descongestiva compleja y tratamiento con una bomba de
compresión.
Métodos quirúrgicos (en pacientes complicados).
Medidas terapéuticas generales:
Educar al paciente sobre los cuidados de la piel.
Evitar lesiones.
Ejercicios de la extremidad.
Pedirle al paciente que tenga un peso corporal ideal.
Las infecciones se deben tratar de manera agresiva y rápida con antibióticos
adecuados frente a cocos grampositivos. Se debe tratar el eccema del antepié
y de los dedos de los pies, y se pueden considerar cremas que contienen
hidrocortisona.
Elevación y dispositivos de elevación: pacientes que tienen linfoedema es
necesario el tratamiento con medias elásticas en todo momento, excepto
cuando las piernas están elevadas por encima del corazón. Los pacientes
deben evitar estar de pie durante períodos prolongados y deben elevar las
piernas por la noche apoyando el pie de la cama sobre tacos de 15 cm.
Fisioterapia de congestión compleja: para los pacientes que tienen
linfoedema pretende estimular los vasos linfáticos que aún funcionan, para
evacuar el líquido estancado rico en proteínas, produciendo rotura de los
depósitos subcutáneos de tejido fibroso, y redirigir el líquido linfático hacia
zonas del cuerpo en las que el flujo linfático es normal.
Cuando se deriva por primera vez al paciente a una fisioterapia
descongestionante compleja, al paciente se le hacen sesiones de masaje entre
diarias y semanales durante 8-12 semanas.
Tratamiento farmacológico: Las benzopironas han suscitado interés como
potenciales medicamentos eficaces contra el linfoedema. Reduce el linfoedema
mediante la estimulación de la proteólisis por los macrófagos tisulares y la
estimulación del peristaltismo y de la acción de bombeo de los linfáticos
colectores.
Los diuréticos pueden mejorar de manera transitoria el aspecto de la
extremidad linfoedematosa que tiene enfermedad en estadio I, pero no aportan
beneficios a largo plazo.
Tratamiento quirúrgico: Se puede considerar la intervención quirúrgica en los
pacientes que tienen linfoedema en estadios II y III y que tienen un deterioro
funcional grave, episodios recurrentes de linfangitis y dolor grave a pesar de un
tratamiento médico óptimo. Existen dos categorías para el tratamiento en
pacientes con linfoedema que son reconstructora y resección.
Se deben considerar las operaciones reconstructoras en los pacientes que
tienen obstrucción proximal (primaria o secundaria) de la circulación linfática de
la extremidad con linfáticos periféricos a la obstrucción conservados y
dilatados.
Las operaciones de resección son esencialmente la única opción viable en
los pacientes que no tienen linfáticos residuales de un tamaño adecuado para
intervenciones de reconstrucción. En los pacientes que tienen linfoedema
recalcitrante en estadio II y en estadio III temprano y en los que el edema es
moderado y la piel está relativamente sana, la intervención de elección es una
intervención de resección que reseca un gran segmento de los tejidos
subcutáneos linfoedematosos y de la piel que los recubre.
Descripciones recientes han demostrado que el uso de la liposucción a
través de pequeñas incisiones es seguro y capaz de conseguir el control, a
menos a corto plazo, de los trastornos clínicamente incapacitantes asociados a
los estadios avanzados del linfoedema.
Quilotórax
Quiloperitoneo
Al contrario que el quilotórax, las causas más frecuentes de ascitis quilosa son
malformaciones linfáticas congénitas en niños y neoplasias malignas que
afectan a los ganglios linfáticos abdominales en adultos. La presencia de
quilomicrones en el análisis de las lipoproteínas y una concentración de
triglicéridos mayor de 110 mg/dl son diagnósticas. El tratamiento inicial incluye
paracentesis seguida de una dieta con triglicéridos de cadena media o nutrición
parenteral total. En pacientes con quiloperitoneo postoperatorio, si la ascitis no
responde tras 1-2 semanas de tratamiento no quirúrgico, se deben realizar una
embolización percutánea o una exploración quirúrgica, para identificar y ligar el
conducto linfático con fuga. En las causas congénitas y malignas se deben dar
períodos más largos (hasta 4-6 semanas) de tratamiento quirúrgico. Si la ascitis
persiste en los pacientes que tienen ascitis congénita, se realiza una
linfogammagrafía o una linfoangiografía antes de intentar controlar la fuga con
una celiotomía.
Tumores del sistema linfático
Los linfoangiomas son el análogo linfático de los hemangiomas de los vasos
sanguíneos. Generalmente se dividen en dos tipos:
1) linfoangioma simple o capilar
2) linfoangioma cavernoso o higroma quístico.
Se piensa que representan segmentos aislados y secuestrados del sistema
linfático que mantienen la capacidad de producir linfa. A medida que aumenta
el volumen de linfa en el interior del tumor quístico, crece en el interior de los
tejidos circundantes. Clínicamente los pacientes refieren empeoramiento agudo
del edema y la aparición de nódulos subcutáneos que tienen tendencia a
sangrar y a ulcerarse. Este tumor se puede tratar con quimioterapia y
radioterapia perioperatorias, seguidas de resección quirúrgica, que
habitualmente adopta la forma de amputación radical. En conjunto este tumor
tiene un pronóstico muy malo.