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LIMA-PERÚ
2019
I. INTRODUCCIÓN
El término cenizas se refiere al residuo inorgánico que permanece, bien sea después de la
calcinación o bien tras la oxidación completa de la materia orgánica de una comestible. Para
garantizar unos resultados fiables, es esencial poseer unos conocimientos básicos de las
características de los diversos procedimientos de calcinación y de los equipos utilizados. Se
emplean dos tipos principales de calcinación: la calcinación por vía seca, principalmente para
la composición inmediata y para algunos tipos de análisis específicos de elementos orgánicos,
y la calcinación por vía húmeda(oxidación), como una preparación para el análisis de
determinados elementos inorgánicos (Nielsen, 2003).
El procedimiento para realizar la determinación de cenizas consiste en incinerar una porción
exactamente pesada del alimento en un crisol de porcelana o platino utilizando una mufla a
temperaturas entre 500 y 600°C . El análisis se da por terminado cuando el residuo esté libre
de partículas carbonosas (de color negro) y las cenizas presenten un color blanco o gris
uniforme, ocasionalmente pueden ser rojizas o verdosas. Luego el crisol con las cenizas se
enfría en desecadora y se pesa en balanza analítica hasta peso constante (Márquez,2014).
En el caso de las verduras frescas, estas deben ser secadas previamente a la calcinación, la
mayoría de las muestras secas( es decir, el trigo integral, los cereales, las verduras
deshidratadas) no necesitan preparación. En el caso de los productos ricos en grasas, tales
como las carnes, puede ser necesario secarlos y extraerles las grasas antes de calcinarlos
(Nielsen, 2003).
La determinación del contenido en cenizas puede ser importante por diversas razones, como
en el análisis inmediato para la evaluación nutricional además de detectar posibles
contaminaciones metálicas en los alimentos las cuales pueden ocurrir durante el proceso de
producción o durante el almacenamiento de los productos. Debido a que algunos alimentos
son ricos en determinados elementos inorgánicos, el contenido en cenizas resulta importante.
Podemos esperar un contenido elemental constante de las cenizas de los productos de
animales, pero el obtenido de las fuentes vegetales es variable (Márquez,2014).
3.1.1 Muestras
A continuación se presentan los distintos datos obtenidos en la práctica para el caso de maní,
lenteja, papas chips y leche en polvo.
Tabla 2. Determinación de Grasa en diferentes muestras
Según el Boletín oficial del estado de Madrid (1983), el contenido mínimo de ceniza en la
leche en polvo es de 5.0, lo que resulta mostrar correlación con los resultados obtenidos en la
tabla 2. Asimismo, Fernandini (2017) menciona que los minerales de la leche se determinan
en sus cenizas, los más importantes son el calcio, sodio, potasio y cloro. En pequeñas
cantidades se encuentran presentes hierro, yodo, manganeso y zinc.
Según la Norma Técnica Peruana para productos lácteos (2003), uno de los requisitos físico
químicos (Anexo 4) para la producción de leche es que esta contenga un máximo de 6.5
(g/100 g) de ceniza total, dicha información al ser comparada con nuestros resultados no
difieren significativamente.
Respecto a las papas chips, descartando el resultado de la segunda repetición por motivo de
inexactitud, se obtuvo un promedio de 2,56. Según INIAP-CIP (2002), la cantidad de ceniza
en un tubérculo como la papa, varía de acuerdo a su variedad y condiciones de campo,
asimismo, indica que el contenido de ceniza en una papa varía de 0.44 por ciento a 1.9 por
ciento. Sin embargo comparando el resultado que se obtuvo (tabla 2) , con los de la tabla 1,
estos solo llegan a presentar una pequeña variación.
Los resultados del análisis del contenido de cenizas el maní tostado luego de las tres
repeticiones fueron: 2.74, 2.66 y 2.60, obteniendo un promedio de 2.67, dicho resultado fue
comparado con la Tabla Peruana de composición de alimentos del 2009 donde el porcentaje
de cenizas es de 3.0% para maní tostado sin película, este valor varía a 2.7% en la tabla del
año 1996.
Debido a la fracción lipídica del maní este tuvo un pre tratamiento, se llevó a la estufa para
evitar que parte de la muestra se proyecte fuera del crisol por crepitación producido por el
alto contenido lipídico
La variedad posiblemente usada fue de Italiano Casma, ya que según Sánchez y Villaroel
(2002), El rendimiento promedio de maní en cáscara es de 3000 Kg. /Ha., siendo el
porcentaje de semilla de 73% y el de cáscara 27%. Esta variedad tiene 53,22% de grasa y
25,70% de proteínas, resultando un contenido de cenizas menor
Los resultados del análisis del contenido de cenizas en las lentejas las tres repeticiones
fueron:2.69, 2.78 y 2.68, obteniendo un promedio de 2.72, dicho resultado fue comparado
con la Tabla Peruana de composición de alimentos del 2009 donde el porcentaje de cenizas es
de 2.4% para lentejas chicas.
Además de los requisitos de la Norma General del Codex para el Etiquetado de Alimentos
Preenvasados (CODEX STAN 1-1985) deberán aplicarse las siguientes disposiciones
específicas para el etiquetado: La información relativa a los envases no destinados a la venta
al por menor deberá figurar en el envase o en los documentos que lo acompañen, salvo que el
nombre del producto, la identificación del lote y el nombre y la dirección del fabricante o
envasador deberán aparecer en el envase. No obstante, se trabajó con lenteja comprada el por
menor en el mercado por lo cual no se ubicó una tabla de composición con la cual comparar
directamente.
La lenteja (Lens culinaris) es una buena fuente de micro minerales como hierro (90 mg/kg) y
cinc (30 mg/kg). En cambio es muy deficitaria en calcio, sodio, cloro y magnesio. Una parte
importante del fósforo se encuentra en forma de ácido fítico y fitatos.
Comparando los resultados obtenidos por la Universidad D Salamanca, ellos obtuvieron un
porcentaje de ceniza de 2.49, mientras el resultado del experimento fue de 2.72%, dicho
resultado se puede deber al tipo de lenteja utilizada, en su caso emplearon la variedad
denominada ‘’Rubia de la Armuña’’.
V. CONCLUSIONES
VI. BIBLIOGRAFÍA