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HONORABLE

JUEZ CONSTITUCIONAL (REPARTO)


E. S. D.

REF: Acción de Tutela para proteger el derecho a la


salud en conexidad con el derecho a la vida. CON
MEDIDA PROVISIONAL.

Accionante: XXXXXXXX

Accionado: NUEVA EPS

Yo, XXXXXXXX, identificada como aparece al pie de mi firma, actuando en


nombre propio, invocando el artículo 86 de la Constitución Política, acudo ante su
Despacho para instaurar ACCIÓN DE TUTELA contra LA NUEVA EPS, con el
objeto de que se protejan los derechos constitucionales fundamentales que a
continuación enuncio y los cuales se fundamentan en los siguientes hechos:

HECHOS

A la paciente XXXXXXXX, identificada con Cedula de ciudanía número


XXXXXXXX le fue diagnosticado el día 22-09-2021 CON TUMOR MALIGNO DEL
TEJIDO CONJUNTIVO Y TEJIDO BLANDO DEL MIEMBRO SUPERIOR,
INCLUIDO EL HOMBRO.

Esta paciente tiene 88 años y requiere la valoración con el ORTOPEDISTA


ONCOLOGO, la cual debe ser realizada en las instalaciones del HOSPITAL SAN
IGNACIO con dirección en diagonal 40 14-92 Centro Paliativo en Santa Fe de
Bogotá.
Después de varios días tratándome de comunicar con la Nueva EPS, logré
asignación de cita la cual fue programada para el día 22 de noviembre de
2021 en la ciudad de Bogotá.

No cuento con los recursos suficientes para acceder de manera efectiva al


derecho a la salud y está imposibilitada económicamente para sufragar el costo
del transporte lo que genera un obstáculo para el debido ejercicio de sus derechos
fundamentales a la salud y a una vida digna.

Es de informar Honorable Juez, que se acudí a la NUEVA EPS para solicitar por
medio de un derecho de petición la autorización de los viáticos integrales, pero no
se obtuvo respuesta alguna.

MEDIDA PROVISIONAL

Respetuosamente le solicito al señor Juez de Tutela que de conformidad al


artículo 7° Decreto 2591 de 1991, COMO MEDIDA PROVISIONAL:

SE ORDENE A LA NUEVA EPS QUE AUTORICE A XXXXXXXX, LOS


VIATICOS INTEGRALES, QUE INCLUYEN TRANSPORTE AEREO,
TRANSPORTE EN LA CIUDAD, HOSPEDAJE, ALIMENTACIÓN PARA ELLA Y
UN ACOMPAÑANTE PARA PODER ASISTIR A LA CITA CON EL
ESPECIALISTA EN ORTOPEDIA ONCOLÓGICA, CITA QUE ESTÁ
PROGRAMADA PARA EL DIA 22 DE NOVIEMBRE DE 2021. Y QUE SE
REQUIERE CON URGENCIA LA VALORACIÓN TODA VEZ QUE ES UNA
PATOLOGIA QUE SE AGRAVA CON EL TIEMPO.

La acción de tutela consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política faculta


a toda persona para reclamar ante los jueces, mediante un procedimiento
preferente y sumario, la protección inmediata de los derechos fundamentales,
cuando éstos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de
cualquier autoridad pública, o de los particulares, en los casos en que así se
autoriza.

El Decreto 2591 de 1991, reglamentario de la acción de tutela, establece que el


juez constitucional cuando lo considere necesario y urgente para proteger un
derecho fundamental “suspenderá la aplicación del acto concreto que lo amenace
o vulnere” y, dicha suspensión puede ser ordenada de oficio o a petición de parte,
para el efecto, el artículo 7° de la mentada normatividad dispone:

“Artículo 7°. Medidas provisionales para proteger un derecho. Desde la


presentación de la solicitud, cuando el juez expresamente lo considere necesario y
urgente para proteger el derecho, suspenderá la aplicación del acto concreto que
lo amenace o vulnere. Sin embargo, a petición de parte o de oficio, se podrá
disponer la ejecución o la continuidad de la ejecución, para evitar perjuicios ciertos
e inminentes al interés público.

En todo caso el juez podrá ordenar lo que considere procedente para proteger los
derechos y no hacer ilusorio el efecto de un eventual fallo a favor del solicitante.
La suspensión de la aplicación se notificará inmediatamente a aquél contra quien
se hubiere hecho la solicitud por el medio más expedito posible.

El juez también podrá, de oficio o a petición de parte, dictar cualquier medida de


conservación o seguridad encaminada a proteger el derecho o a evitar que se
produzcan otros daños como consecuencia de los hechos realizados, todo de
conformidad con las circunstancias del caso. […]” (Resaltado fuera de texto) En
este sentido, la Honorable Corte Constitucional ha señalado que las medidas
provisionales pueden ser adoptadas en los siguientes casos:

“(i) cuando resultan necesarias para evitar que la amenaza contra el


derecho fundamental se convierta en una violación o;

(ii) cuando habiéndose constatado la existencia de una violación, estas sean


necesarias para precaver que la violación se torne más gravosa”.

DERECHOS VULNERADOS

Estimo violado el derecho a la SALUD en conexidad con los derechos


fundamentales a la VIDA e INTEGRIDAD PERSONAL, consagrados en los
artículos 1, 11, 48, 49 Y 86 de la Constitución Política de Colombia de 1991.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
Sentencia T-261/17
La salud al ser un derecho fundamental, puede ser protegido mediante la
acción de tutela cuando resulte amenazado o vulnerado y no exista otro
medio idóneo de defensa judicial, presupuesto que cobra mayor relevancia
cuando los afectados son sujetos de especial protección constitucional,
como quienes padecen enfermedades degenerativas, catastróficas y de
alto costo, entre ellas, el cáncer. Este trato diferenciado tiene fundamento
en el inciso 3º del Artículo 13 de la Constitución Política y en los Artículos
48 y 49 del mismo texto.
 
Frente a las personas que padecen cáncer, el Congreso de la República
expidió la Ley 1384 de 2010[22] con el fin de establecer acciones para la
atención integral del cáncer en Colombia y de este modo reducir la
mortalidad por cáncer adulto, así como también mejorar la calidad de vida
de los pacientes, garantizando el acceso, la oportunidad y la calidad a las
acciones contempladas para el control en adulto a través de las
Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud y Entidades Promotoras de
Salud.
Posteriormente, el artículo 8° de la Ley 1751 de 2015 señaló la necesidad
de garantizar el tratamiento integral a quienes, con independencia del
origen de la enfermedad o condición de salud, les hubiese sido negado el
acceso efectivo al servicio de salud, lo que incluye suministrar “todos
aquellos medicamentos, exámenes, procedimientos, intervenciones y
terapias, entre otros, con miras a la recuperación e integración social del
paciente, sin que medie obstáculo alguno independientemente de que se
encuentren en el POS o no”[23]. Igualmente, comprende un tratamiento sin
fracciones, es decir “prestado de forma ininterrumpida, completa, diligente,
oportuna y con calidad”[24].
 
La Corte Constitucional reiteró en Sentencia T-920 de 2013 el deber que
tiene el Estado de proteger de manera especial a sujetos que padecen
cáncer, autorizando todos los medicamentos y procedimientos incluidos o
no en el POS que requiera el paciente para su tratamiento. En esta
providencia se indicó:
 
“Por la complejidad y el manejo del cáncer esta Corporación ha
reiterado el deber de protección especial que deben tener las
entidades prestadoras del servicio de salud, y por lo tanto, ha
ordenado que se autoricen todos los medicamentos y procedimientos
POS y no POS que se requieran para el tratamiento específico e
incluso inaplicar las normas que fundamentan las limitaciones al POS,
razón por la cual se le debe otorgar un trato preferente” [25].

El tratamiento integral implica la obligación de no fraccionar la prestación


del servicio, por lo que está conexo con el principio de continuidad, que, de
acuerdo a la jurisprudencia constitucional, obliga a prestar los servicios de
salud de modo adecuado e ininterrumpido [26]. Para tal efecto, las entidades
de salud deben actuar con sujeción al principio de solidaridad, de modo que
los trámites administrativos no sean un obstáculo en la prestación de sus
servicios y los mismos sean brindados de forma coordinada y armónica.
 
Dentro de esta perspectiva debe considerarse con toda atención, que las
personas que padecen cáncer, no están en condición de gestionar la
defensa de sus derechos, como podría estarlo una persona sana o que
padezca una enfermedad de menor entidad, por lo que se les debe brindar
un servicio eficiente durante el curso de toda la enfermedad, de forma tal
que puedan sobrellevar sus padecimientos de manera digna.

Los alcances y límites del reconocimiento de atención integral en


salud. Reiteración jurisprudencial[38].
 

La Ley 100 de 1993, estipula en el artículo 156, literal c que “todos los


afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud recibirán un Plan
Integral de protección de la salud, con atención preventiva, médico-
quirúrgica y medicamentos esenciales (...)”. De esta manera, se establece
en dicha ley que el goce efectivo del derecho a la salud requiere acciones
positivas por parte del Estado y de los prestadores del servicio de salud,
encaminadas a garantizar el acceso a los servicios de promoción,
protección y recuperación, con plena observancia de los principios de
eficiencia, universalidad y solidaridad. [39]
 
Es así como, se establece que la ejecución de la totalidad de un tratamiento
médico con ocasión a un diagnóstico emitido por un profesional de la salud,
no constituye una acción facultativa o de buena voluntad, sino el
cumplimiento de las obligaciones estipuladas por el legislador junto con la
materialización de la voluntad del constituyente, en procura de un orden
social y democrático justo.
 
En concordancia con lo anterior, la Corte Constitucional ha dicho que la
atención de los usuarios del sistema de seguridad social en salud debe ser
integral, pues de otra manera no sólo se afecta el derecho a la salud, sino
que la inobservancia del mismo invade la órbita de protección de otros
derechos como la vida y la dignidad.
 
De esta manera, esta Corporación ha señalado que “en la medida en que
las personas tienen derecho a que se les garantice el tratamiento de salud
que requieran, integralmente, en especial si se trata de una enfermedad
‘catastrófica’ o si están comprometidas la vida o la integridad personal, las
entidades territoriales no pueden dividir y fraccionar los servicios de salud
requeridos por las personas.”[40].
 
Ahora bien, como la integralidad hace referencia a un conjunto de
medicamentos, tratamientos y procedimientos necesarios para la
materialización del derecho a la salud, ello implica que el paciente reciba
toda la atención, sin tener que acudir al ejercicio de acciones legales. En
Sentencia T-289 de 2013, esta Corte expuso que el juez de tutela estaba
obligado a “ordenar el suministro de los servicios médicos que sean
necesarios para conservar o restablecer la salud del paciente, ello con la
finalidad de que las personas afectadas por la falta del servicio, obtengan
continuidad en la prestación del mismo. La Corte ha indicado que con ello
se evita la interposición de acciones de tutela por cada servicio que le sea
prescrito a un afiliado por una misma patología” [41].
 
Además de lo anterior, esta Corporación señaló en Sentencia T-790 de
2012, que:
 
“[L]as EPS están constitucionalmente obligadas a prestar los servicios
de salud requeridos de manera ininterrumpida aun cuando se trate de
servicios no P.O.S. que fueron autorizados de manera previa y no
existe razón válida para su interrupción. Con la aplicación de éste
principio se busca que los servicios en salud requeridos, que deban
suministrarse por un período prolongado de tiempo, no se terminen
por razones distintas a las médicas y se deje a los pacientes carentes
de protección con las consecuencias que ello conlleva en sus vidas e
integridad.”
 
La Corte ha establecido también, que las Entidades Promotoras de Salud
(EPS) deben tener en cuenta ciertos criterios, con el fin de garantizar la
continuidad en la prestación del servicio público de salud, sobre
tratamientos médicos ya iniciados, así:
 
 “(i) las prestaciones en salud, como servicio público esencial, deben
ofrecerse de manera eficaz, regular, continua y de calidad, (ii) las
entidades que tienen a su cargo la prestación de este servicio deben
abstenerse de realizar actuaciones y de omitir las obligaciones que
supongan la interrupción injustificada de los tratamientos, (iii) los
conflictos contractuales o administrativos que se susciten con otras
entidades o al interior de la empresa, no constituyen justa causa para
impedir el acceso de sus afiliados a la continuidad y finalización
óptima de los procedimientos ya iniciados”  [42].  
 
Adicionalmente, la prestación del servicio de salud debe darse de forma
continua. Este principio implica que la atención en salud no podrá ser
suspendida al paciente, en ningún caso, por razones administrativas o
económicas, entre otras razones, porque ello constituiría un agravio a la
confianza legítima. La Corte ha manifestado que: “Una de las
características de todo servicio público, atendiendo al mandato de la
prestación eficiente (Art. 365 C.P.), la constituye su continuidad, lo que
implica, tratándose del derecho a la salud, su prestación ininterrumpida,
constante y permanente, dada la necesidad que de ella tienen los usuarios
del Sistema General de Seguridad Social. (…) [La] Corte ha sostenido que
una vez haya sido iniciada la atención en salud, debe garantizarse la
continuidad del servicio, de manera que el mismo no sea suspendido o
retardado, antes de la recuperación o estabilización del paciente.” [43]
 
En conclusión, la jurisprudencia de la Corte Constitucional establece el
derecho a que a toda persona tenga garantizada la continuidad del servicio
de salud. Es decir, que una vez que se ha iniciado un tratamiento éste no
puede ser interrumpido de manera imprevista, antes de la recuperación o
estabilización del paciente. No es suficiente que el servicio de salud sea
continuo, si no se presta de manera completa. Por lo tanto, es importante
que exista una atención integral en salud por parte de todas   las EPS, las
cuales deben realizar la prestación del servicio de salud, con el propósito
de brindar una respuesta efectiva a las necesidades del usuario, lo que
implica brindar la totalidad de tratamientos, medicamentos y procedimientos
disponibles basados en criterios de razonabilidad, oportunidad y eficiencia.
Frente a las personas diagnosticadas con cáncer deben garantizarse los
tratamientos necesarios de manera completa,   continua y sin dilaciones
justificadas, de acuerdo con lo prescrito por el médico tratante, para evitar
un perjuicio irremediable en su salud y vida.

Sentencia T-259/19

El cubrimiento de los gastos de transporte, alojamiento y  alimentación


para el paciente y un acompañante. Reiteración jurisprudencial:
 
4.1. Transporte. Según la Ley 1751 de 2015, artículo 6º, literal c, “(l)os
servicios y tecnologías de salud deben ser accesibles a todos, en
condiciones de igualdad, dentro del respeto a las especificidades de los
diversos grupos vulnerables y al pluralismo cultural. La accesibilidad
comprende la no discriminación, la accesibilidad física, la asequibilidad
económica y el acceso a la información” (Resaltado propio). En
concordancia, el transporte y los viáticos requeridos para asistir a los
servicios de salud prescritos por los médicos tratantes, si bien no
constituyen servicios médicos[27], lo cierto es que sí constituyen elementos
de acceso efectivo en condiciones dignas.
 
Resulta importante diferenciar entre el transporte intermunicipal (traslado
entre municipios) e interurbano (dentro del mismo municipio) [28]. En
relación con lo primero, el Ministerio de Salud y Protección Social emitió la
Resolución 5857 de 2018-“Por la cual se actualiza integralmente el Plan
de Beneficios en Salud con cargo a la Unidad de Pago por Capitación
(UPC)”, el cual busca que “las Entidades Promotoras de Salud (EPS) o las
entidades que hagan sus veces, garanticen el acceso a los servicios y
tecnologías en salud bajo las condiciones previstas en esta resolución”
(Resalta la Sala).
 
Bajo ese entendido, dicha Resolución consagró el Título V sobre
“transporte o traslado de pacientes”, que en el artículo 120 y 121
establece las circunstancias en las que se debe prestar el servicio de
transporte de pacientes por estar incluido en el Plan de Beneficios en
Salud (PBS), con cargo a la UPC. En términos generales “el servicio de
transporte para el caso de pacientes ambulatorios se encuentra incluido
en el PBS y debe ser autorizado por la EPS cuando sea necesario que el
paciente se traslade a un municipio distinto al de su residencia
(transporte intermunicipal), para acceder a una atención que también
se encuentre incluida en el PBS”[29] (Resaltado propio).
 
Siguiendo lo anterior, en principio el paciente únicamente está llamado a
costear el servicio de transporte cuando no se encuentre en los eventos
señalados en la Resolución 5857 de 2018 [30]. Sin embargo, la
jurisprudencia constitucional ha precisado que cuando el servicio de
transporte se requiera con necesidad y no se cumplan dichas hipótesis,
los costos de desplazamiento no se pueden erigir como una barrera que
impide el acceso a los servicios de salud prescritos por el médico tratante.
Por consiguiente, “es obligación de todas las E.P.S. suministrar el costo
del servicio de transporte, cuando ellas mismas autorizan la práctica de
un determinado procedimiento médico en un lugar distinto al de la
residencia del paciente, por tratarse de una prestación que se encuentra
comprendida en los contenidos del POS” (Negrilla fuera de texto original).
 
En consideración a lo anterior se han establecido las siguientes subreglas
que implican la obligación de acceder a las solicitudes de transporte
intermunicipal, aun cuando no se cumplan los requisitos previstos en la
Resolución 5857 de 2018:
 
“i.   El servicio fue autorizado directamente por la EPS, remitiendo a un
prestador de un municipio distinto de la residencia del paciente [31].
 
ii.                Ni el paciente ni sus familiares cercanos tienen los recursos
económicos suficientes para pagar el valor del traslado.
 
iii.              De no efectuarse la remisión se pone en riesgo la vida, la
integridad física o el estado de salud del usuario.
 
En relación con el transporte intramunicipal, esta Corporación ha evidenciado
que “no se encuentran incluidos expresamente en el PBS con cargo a la
UPC”, por consiguiente, cuando el profesional de la salud advierta su
necesidad y verifique el cumplimiento de los requisitos señalados en los
anteriores párrafos, deberá tramitarlo a través del procedimiento de recobro
correspondiente[32].
 
4.2. Alimentación y alojamiento. La Corte Constitucional reconoce que
estos elementos, en principio, no constituyen servicios médicos, en
concordancia, cuando un usuario es remitido a un lugar distinto al de su
residencia para recibir atención médica, los gastos de estadía tienen que ser
asumidos por él o por su familia. No obstante, teniendo en consideración que
no resulta posible imponer barreras insuperables para asistir a los servicios
de salud, excepcionalmente, esta Corporación ha ordenado su
financiamiento.
 
Para ello, se han retomado por analogía las subreglas construidas en
relación con el servicio de transporte. Esto es, (i) se debe constatar que ni
los pacientes ni su familia cercana cuentan con la capacidad económica
suficiente para asumir los costos; (ii) se tiene que evidenciar que negar la
solicitud de financiamiento implica un peligro para la vida, la integridad física
o el estado de salud del paciente; y, (iii) puntualmente en las solicitudes
de alojamiento, se debe comprobar que la atención médica en el lugar de
remisión exige “más de un día de duración se cubrirán los gastos de
alojamiento”[33].
 
4.3. Transporte, alimentación y alojamiento para un acompañante. En
algunas ocasiones el paciente necesita un acompañante para recibir el
tratamiento médico. Al respecto, la Corte Constitucional ha determinado que
las EPS deben costear los gastos de traslado de un acompañante
cuando (i) se constate que el usuario es “totalmente dependiente de un
tercero para su desplazamiento”; (ii) requiere de atención “permanente” para
garantizar su integridad física y el ejercicio adecuado de sus labores
cotidianas; y (iii) ni él ni su núcleo familiar tengan la capacidad económica
para asumir los costos y financiar su traslado[34].
 
4.4. Falta de capacidad económica. En relación con el requisito
consistente en demostrar la carencia de recursos económicos para cubrir
los gastos de alimentación, alojamiento y transporte para un acompañante
debe precisarse que la ausencia de capacidad financiera puede
constatarse con los elementos allegados al expediente, cuando el
paciente afirme la ausencia de recursos, la carga de la prueba se invierte
y le corresponde a la EPS desvirtuar lo dicho [35] pero, en caso de guardar
silencio, la afirmación del paciente se entiende probada [36] y,
puntualmente, respecto de las personas afiliadas al Sistema de Seguridad
Social en Salud mediante el Régimen Subsanado o inscritas en el
SISBEN “hay presunción de incapacidad económica (…) teniendo en
cuenta que hacen parte de los sectores más pobres de la población” [37].
 
4.5. Financiación. Según la Resolución 5857 de 2018, artículo 121 “(e)l
servicio de transporte en un medio diferente a la ambulancia, para acceder a
una atención descrita en el Plan de Beneficios en Salud con cargo a la UPC,
no disponible en el lugar de residencia del afiliado, será financiado en los
municipios o corregimientos con la prima adicional para zona especial por
dispersión geográfica”. Por consiguiente, el traslado de pacientes
ambulatorios desde su lugar de residencia hasta el lugar de atención está
incluido en el PBS, “con cargo a la prima adicional por dispersión establecida
sobre la unidad de pago por capitación para algunas zonas geográficas” [

Actuando en nombre propio, acudo ante su Despacho para solicitar la protección


de los derechos mencionados anteriormente.

Es preciso establecer que la NUEVA EPS no puede imponer barreras


insuperables para asistir a los servicios de salud en este momento, debido a que
constituye una grave violación al derecho a la salud que constitucionalmente me
asiste, y a mi calidad de vida, según ha determinado mi médico tratante padezco
de TUMOR MALIGNO DEL TEJIDO CONJUNTIVO Y TEJIDO BLANDO DEL
MIEMBRO SUPERIOR INCLUIDO EL HOMBRO, y que si no es tratada de esta
manera podría ocasionar graves deterioros en mi salud.

El derecho a la salud es un derecho constitucional y un servicio público a cargo del


Estado y en favor de todos los habitantes del territorio nacional. Sin embargo, vía
jurisprudencial, se ha señalado que se puede entender como derecho fundamental
cuando busca protegerse por su conexidad con un derecho fundamental.

Cuando la negación al derecho a la salud pone en riesgo el derecho fundamental


a la vida, y a la vida en condiciones dignas, se configura la posibilidad de reclamar
vía acción de tutela la protección de este derecho.
En conclusión, la negación por parte de LA NUEVA EPS al no AUTORIZARME
VIATICOS INTEGRALES CON ACOMPAÑANTE, por no estar incluidos en la lista
del Plan Obligatorio de Salud es una violación evidente a mi derecho fundamental
a la salud, a la cual se llega por desamparar y poner en riesgo mi calidad de vida,
atentar contra mi dignidad humana, mi integridad personal y en consecuente mi
vida, toda vez que la EPS no puede colocar Barreras para la prestación de
servicios médicos para el manejo de mi DIAGNÓSTICO de TUMOR MALIGNO
DEL TEJIDO CONJUNTIVO Y TEJIDO BLANDO DEL MIEMBRO SUPERIOR
INCLUIDO EL HOMBRO, ya que esta enfermedad debe ser tratada con mayor
celeridad pues pone en riesgo mi vida.

PRETENSIONES

Con fundamento en los hechos relacionados, solicito al señor Juez disponer y


ordenar a favor mío lo siguiente:

PRIMERO: Tutelar el derecho fundamental a la salud, a la vida, y la integridad.

SEGUNDO: Ordenar MEDIDA PROVISIONAL, QUE SE ORDENE A LA NUEVA


EPS QUE AUTORICE A XXXXXXXX, LOS VIATICOS INTEGRALES, QUE
INCLUYEN TRANSPORTE AEREO, TRANSPORTE EN LA CIUDAD,
HOSPEDAJE, ALIMENTACIÓN PARA ELLA Y UN ACOMPAÑANTE PARA
PODER ASISTIR A LA CITA CON EL ESPECIALISTA EN ORTOPEDIA
ONCOLÓGICA, CITA QUE ESTÁ PROGRAMADA PARA EL DIA 22 DE
NOVIEMBRE DE 2021.

TERCERO: Ordenar a la NUEVA EPS que garantice y AUTORICE EL


TRATAMIENTO INTEGRAL PARA LA PATOLOGIA DE TUMOR MALOGNO
DEL TEJIDO CONJUNTIVO Y TEJIDO BLANDO DEL MIEMBRO SUPERIOR
INCLUIDO EL HOMBRO y todo lo que se puede derivar de esta patología.
CUARTO: Ordenar a la NUEVA EPS que asuma los gastos de TRANSPORTE Y
VIATICOS INCLUIDOS TRANSPORTE AEREO, ALIMENTACIÓN, HOSPEDAJE
PARA LA señora MARIA DELIA MONSALVE Y SU ACOMPAÑANTE para
CUMPLIR CON TODAS LAS CITAS Y PROCEDIMIENTOS QUE SE LLEGUEN
A AUTORIZAR PARA LAS CIUDADES DIFERENTES A LA DE SU DOMICILIO
Y/O las ciudades donde se pueda remitir para el manejo de la patología de
TUMOR MALIGNO DEL TEJIDO CONJUNTIVO Y TEJIDO BLANDO DEL
MIEMBRO SUPERIOR INCLUIDO EL HOMBRO y todo lo que se puede derivar de
esta patología.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Fundamento esta acción en el artículo 86 de la Constitución Política de 1991 y sus


decretos reglamentarios 2591 y 306 de 1992.

PRUEBAS

Con el fin de establecer la vulneración de los derechos, solicito señor Juez se sirva
tener en cuenta las siguientes pruebas:

-Historia Clínica, donde se evidencia patología que padezco.


- Autorización de cita con especialista en ortopedia oncológica.
-Soporte de asignación de cita para el día 22 de Noviembre de 2021 a la 1:50 PM,
en el Hospital San Ignacio de Santa Fé de Bogotá.

ANEXOS

 Fotocopia de la cedula de ciudadanía.


 Certificado de Afiliación.

CUMPLIMIENTO AL ARTÍCULO 37 DE DECRETO 2591/91: JURAMENTO

Manifiesto bajo la gravedad del juramento que no se ha presentado ninguna otra


acción de tutela por los mismos hechos y derechos.

NOTIFICACIONES

Recibo notificaciones al correo electrónico de mi hijo:


e-mail: XXXXXXXX
Celular: XXXXXXXX

Correo electrónico de la NUEVA EPS:


s XXXXXXXX
Teléfono: XXXXXXXX

Atentamente,

XXXXXXXX
C.C. XXXXXXXX

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