Modelo de Entrenamiento

Adaptativo

Modelo de
Entrenamiento
Adaptativo
1
Uso con fines académicos
 Grupo Sobre Entrenamiento
www.sobreentrenamiento.com

MATERIAL DE ESPECIALIZACIÓN

Proceso de Adaptación
al Entrenamiento Físico
Lic. Mauricio Moyano

• Introducción al Entrenamiento
o Aspectos generales
o Enteros.

Perspectivas a cerca de la preparación y el entrenamiento

Preparación, Entrenamiento y Entrenador

Entrenamiento y Entrenamiento Deportivo

Niveles de entrenamiento adición

Nivel Recreativo o Recreacional

Mediano Rendimiento

Alto rendimiento.

Componentes del entrenamiento deportivo

Objetivos del Entrenamiento

Papel de la preparación física en el entrenamiento deportivo

Entrenamiento deportivo y teoría de los sistemas
• Proceso de adaptación
o Teoría de la Adaptación
o Planos en los que se produce los mecanismos de adaptación
o Proceso de Adaptación.

Nivel de Estrés

Respuesta general inespecífica a un estímulo

Relación entre la intensidad del estímulo y el tipo de respuesta adaptativa

Tipos de situaciones de estrés.

Tipos de respuesta a un estímulo.

Tendencia a mantener el equilibrio u homeostasis. Nivel estable de partida

El Efecto de Entrenamiento

Adaptación Aguda, Inmediata o Rápida

Adaptación Crónica o a la Largo Plazo.

Principios del Proceso de Adaptación.
• Componentes de la aptitud física.
o Componentes Funcionales
o Componente Estructural

Resistencia Cardiovascular

Fuerza

Flexibilidad

Resistencia Muscular

Potencia

Composición Corporal
• Relación entre la fisiología del ejercicio y el proceso de entrenamiento
o Adaptaciones fisiológicas a los diferentes estímulos de entrenamiento

Adaptaciones Fisiológicas generales producidas por entrenamiento de resistencia aeróbica

Adaptaciones Fisiológicas generales producidas por entrenamiento de fuerza
o Diferencias fisiológicas en poblaciones sanas

Hipertrofia vs. sexo

Factores sexuales

Diferencias del rendimiento deportivo entre hombres y mujeres

Diferencias Biológicas

Lic. Mauricio Moyano 1/56

 o Entrenamiento en niños

Entrenamiento de fuerza en niños

Entrenamiento de resistencia aeróbica en niños
o Entrenamiento en adultos mayores
• Principios del entrenamiento:
o Principio de la Multilateralidad a la Especialización
o Principio de la Sistematización
o Principio del Incremento Progresivo de las Cargas
o Principio de Periodicidad de cargas.
o Principio de la Variedad.
o Principio de Interdependencia entre intensidad y volumen.
o Principio de la Continuidad.
o Principio de la Especificidad.
o Principio de Sucesión racional de las cargas.
o Principio de la Individualidad.

Lic. Mauricio Moyano 2/56

INTRODUCCION AL ENTRENAMIENTO
Aspectos generales de la teoría del entrenamiento
La Teoría del Entrenamiento compone un cuerpo de
conocimientos que podemos englobar dentro de las
“Ciencias del Movimiento”, las cuales tienen como
fundamento de estudio el hombre en movimiento, pero
también se admite la necesidad de aceptar el
entrenamiento como algo incorporado a lo que se
denomina como la “acción motriz” y la “conducta
motriz”.
Ahora bien, se coincide con el planteo de Parlebas
(1989), donde se rechaza al movimiento como objeto
principal de estudio de la educación física, si no que se
toma como objeto el de conducta motriz que coloca al
individuo como principal referente y al movimiento
como resultado de la expresión de su personalidad.
En nuestro caso, coincidiendo con García Manso
(1999) y Di Santo (2006), partimos del criterio de que
la teoría del entrenamiento trata de estudiar los
procesos que se producen, por la aplicación mediante
cargas controladas de trabajo, en un sujeto con el fin de
mejorar los logros deportivos, o incrementar su
capacidad de movimiento; pero sin dejar de tener en
Lic. Mauricio Moyano
cuenta de que cada sujeto es una persona en sí misma,
por lo tanto diferente y, en consecuencia, su respuesta
deberá ser distinta en cada caso y circunstancia.
Ahora bien, la realidad nos manifiesta que cada día la
complejidad que rodea a los deportistas a obtener
mejoras en sus rendimientos y resultados en el contexto
nacional o internacional es mayor. Esto nos lleva
indefectiblemente a la necesidad de afrontar el proceso
de entrenamiento con mayor rigurosidad y
profundidad, dando lugar a la aplicación de una
metodología científica que se combine de la mejor
manera posible con el trabajo tradicionalmente
empírico del entrenador.
Matveiev (1982) engloba a la “Teoría del
Entrenamiento” dentro de los aspectos filosóficos y
metodológicos de la “Teoría del Deporte”,
demostrando que su contenido se apoya en el
conocimiento desarrollado por otras ciencias, a las
cuales les aporta el criterio de especificidad propia de
la mejora de la capacidad de movimiento,
especialmente cuando éste se orienta a un fin único. A
pesar de esa dependencia interdisciplinar, García
Manso (1999) asume la independencia de sus
contenidos, tanto desde su óptica general, como de la
específica de cada modalidad deportiva (Figura 1).
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 Figura 1. La teoría del entrenamiento dentro de la teoría del deporte (Matveiev, 1982; en García Manso, 1999).
La teoría del Entrenamiento debería abarcar entre
otros:
• La adaptación biológica a las cargas del
entrenamiento, en las distintas etapas del
desarrollo.
• La adaptación de la conducta de la persona a la
aplicación de cargas de entrenamiento físico,
técnico, táctico, estratégico, etc., en distintas etapas
del desarrollo.
• La sistematización en la preparación, con sus
ciclos, dirección y control del proceso de
entrenamiento.
• Los medios y métodos de entrenamiento más
efectivos, fundamentados en las leyes de
adaptación humana.
• Las teorías y las leyes de la acción y el
comportamiento humano.
Lic. Mauricio Moyano
Perspectivas a cerca de la preparación y el
entrenamiento
El objetivo de todo deportista, independientemente de
su nivel, es lograr alcanzar su máximo rendimiento
deportivo. Para lograr esta meta, debe someterse a un
riguroso proceso de trabajo que habitualmente se
denomina preparación o entrenamiento.
Según García Manso (1999), desde la perspectiva de la
actividad física, las dos palabras son coincidentes pero
no iguales en su contenido. Desde el punto de vista del
lenguaje y atendiendo al significado que puede
englobar una palabra, podemos asimilar la preparación
a una estructura conceptual, mientras que el
entrenamiento es un tecnicismo. La preparación es la
acción y efecto de preparar o prepararse, mientras que
el entrenamiento es la acción específica de
adiestramiento que realiza el deportista.
El objetivo de la preparación de una persona con la
intención de incrementar su eficacia motriz puede ser
analizado desde perspectivas diferentes. Según Di
4/56
Santo (2006) y García Manso (1999), actualmente son
dos los paradigmas que se utilizan para el análisis de
este proceso: el biofísico y el ecológico.
El paradigma biofísico, comprende los procesos de
preparación del deportista desde la óptica de ciencias
como la biología o la física, por nombrar solo algunas,
pero consideramos que esta forma de comprender el
fenómeno de preparación y entrenamiento de un sujeto
resulta insuficiente y algo alejado de la situación real
en la que se desarrolla el proceso. Este único abordaje
de la actividad física tendría un carácter más bien
reduccionista del hecho.
Por otro lado, el estudio de la preparación de un
deportista desde la visión ecológica (resultado) supone
un complejo proceso de interpretación de lo que ocurre
en su desarrollo, tratando de crear modelos de
intervención que alteren la situación. Por lo cual es un
planteamiento más amplio acorde con las necesidades
directas de un entrenador y un deportista o conjunto de
ellos. Parte, por lo tanto, de la lógica de la complejidad,
de que todo incide sobre todo, de la realidad de lo
múltiple y diverso que actúa de forma simultánea, de la
afirmación de que los fenómenos fluyen de las
interacciones y las diferencias de las partes que
intervienen, de la aleatoriedad de las cosas, etc.
Un enfoque ecológico de la preparación y
entrenamiento del deportista supone asumir principios
como los siguientes:
• Conocer y comprender la realidad como praxis.
• Unir teoría y práctica: conocimiento, acción y
valores.
• Orientar el conocimiento a emancipar y liberar al
hombre.
• Implicar al docente a participar de la
autorreflexión.
Esta forma globalista, reflexiva, dinámica y
participativa de afrontar el proceso de mejora de los
niveles de rendimiento motor de un individuo, se ajusta
con mayor precisión a lo que hoy en día, supone, o
intenta abordar, la teoría del entrenamiento deportivo.
Así representa una variante al planteamiento biofísico.
Frente a la investigación experimental que caracteriza
al modelo biofísico, el planteo ecológico, trata de
estudiar los fenómenos relacionados con el
entrenamiento en sus diversas manifestaciones
(deportivo, preventivo, estético, adaptado, etc.), dentro
del propio contexto donde se produce, respetando los
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aspectos ambientales, la espontaneidad, el reglamento,
etc., que marcan la identidad de la práctica en
cualquiera de sus ámbitos. Ahora bien, no por esta
consideración, deja de tener en cuenta los aportes del
planteo biofísico, sino que los considera en la situación
en que se generan y a partir de esto trata de
incorporarlos en su justa medida.
En opinión de García Manso, el ambiente es un
elemento de extraordinaria importancia en el
paradigma ecológico. A diferencia del paradigma
cognitivo, no centra su atención en el sujeto y en los
procesos centrales que dan lugar a los cambios y al
desarrollo, sino que orienta su atención hacia el
escenario donde tienen lugar las conductas como
explicación de los cambios o adaptaciones.
Con este análisis no se desea dar la idea de que no son
válidas las propuestas de los experimentos cognitivos,
en donde se intenta mantener controladas las variables
perturbadoras fuera del escenario de la investigación,
ya que grandes aportes han realizado de ésta manera las
ciencias relacionadas con el ejercicio para lograr
avances muy significativos. El punto es que en la
preparación y entrenamiento de sujetos deportistas o
no, mucho más aportan los experimentos ecológicos,
donde no se intentan mantener controladas las variables
del entorno, dentro del escenario donde se intenta
llevar a cabo el experimento, o en nuestro caso el
entrenamiento y/o competición.
Preparación, Entrenamiento y Entrenador
El abordaje ecológico de la actividad física relacionada
con el deporte, la prevención y recuperación de
lesiones, la estética corporal, etc. es el que nos permite
analizar de forma globalista, reflexiva, dinámica y
participativa el proceso de mejora de los niveles de
rendimiento motor de un individuo y se ajusta con
mayor precisión a hoy en día, supone, o al menos,
intenta abordar y construir la teoría del entrenamiento.
El prestigioso metodólogo ruso Matveiev (1985),
citado por García Manso (1999), aceptando la dualidad
entre preparación y entrenamiento, definió la
preparación de un deportista “como un proceso
multifacético de utilización racional del total de
factores (medios, métodos, formas y condiciones) que
permiten influir de forma dirigida sobre la evolución
del deportista y asegurar el grado necesario de su
disposición a alcanzar elevadas marcas deportivas”.
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Por medios se entiende todos los aparatos o materiales
utilizados durante la realización de la preparación del
deportista y que sirven para desarrollar la capacidad de
rendimiento de forma sistemática. Son generalmente
los aparatos deportivos y los instrumentos de medición.
Por métodos se entiende el procedimiento sistemático y
planificado de ordenación de los contenidos propios de
la preparación de un deportista, de la determinación de
objetivos parciales, de las formas de organización, de
las interacciones entrenador atleta, de la elección de los
medios de trabajo y su dosificación, todo ello con el fin
de alcanzar los objetivos marcados de antemano. Por
forma describimos la manera en que se emplean los
métodos de entrenamiento, guiándose por los
principios metodológicos que caracterizan cada carga
de trabajo. Por condiciones hacemos referencia a la
situación en que vamos a poder desarrollar los dos
aspectos anteriores. Algunos aparecen intrínsecos al
deportista, pero otros son externos a él (instalaciones,
entrenador, club, gimnasio, situación económica, etc.).
Lo anteriormente expuesto nos manifiesta que la
preparación es un término más amplio de lo que
habitualmente se le reconoce, y que incluye no solo el
entrenamiento, sino también, otros aspectos como las
competiciones y cualquier otra circunstancia o
fenómeno que incida sobre la capacidad de rendimiento
de un deportista o sujeto no deportista que realiza
actividad física recreacional.
Esta realidad obliga al entrenador a desarrollar un
complejo y variado campo de acción en el que se
incluyen perspectivas poco conocidas o bien
desvalorizadas, pero que en la actualidad justifican en
gran medida la necesidad de una formación específica
que nace del conocimiento científico aplicado al
mundo de la actividad física y el deporte.
El entrenador, en cuanto persona que instruye a otras
personas en el arte de la práctica de una modalidad
deportiva, o bien en la ejecución de métodos de
entrenamiento a sujetos que poseen otros objetivos no
relacionados al deporte, cumple una importante función
pedagógica y educativa, que complementa las
intervenciones técnicas propias del proceso de
entrenamiento, coordinando la utilización de los
medios disponibles y la participación (en el mejor de
los casos) de un grupo de profesionales de muy diversa
especialización y función, que aportan desde sus
campos, aspectos básicos y determinantes para la
preparación del deportista, o mejora de la aptitud física
del sujeto no deportista.
Lic. Mauricio Moyano
Así es que Sánchez-Bañuelos (1993) presenta al
entrenador como “la figura del líder formal del grupo
deportivo que tiene a su cargo, y sobre el cual ostenta
la responsabilidad de articular medios y acciones para
que los objetivos se cumplan al máximo nivel posible”.
Reobserva como Sánchez-Bañuelos hace una correcta
interpretación del proceso de entrenamiento, la cual se
basa en una adecuada interacción de sus dos pilares
básicos: el deportista o sujeto que realiza actividad
física y el entrenador.
Para ello, adjudica al entrenador una dimensión que
sobrepasa la puramente psicopedagógica que
tradicionalmente se le venía dando. A esta dimensión,
que sin duda supone el sustrato fundamental, le añade
las dimensiones de coordinador y de líder más la de
gestor y manager, además de la imprescindible
dimensión humana. Figura 2.
Figura 2. Dimensiones con las que debe cumplir el entrenador
(Sánchez Bañuelos, 1993; en García Manso, 1999).
Para poder llevar a cabo esta función por demás
compleja, el entrenador debe cumplir con la función de
liderazgo que permita realizar de forma eficaz el
trabajo de cada uno de los estamentos antes señalados,
dando unión verdadera al grupo y enfocando las
intervenciones a los objetivos planteados a comienzo
del programa de trabajo.
Entrenamiento y Entrenamiento Deportivo
Elegimos definir al entrenamiento como un proceso
sistematizado de larga duración, que, a través del
estímulo (movimiento), busca provocar cambios,
adaptaciones, en el organismo de un individuo, en
busca de incrementar su aptitud física, mejorar el
rendimiento y su posterior mantenimiento.
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Es decir que el entrenamiento físico es la sistemática
aplicación de cargas o estímulos de orientación
principalmente físicas, en forma continua y progresiva,
con el fin de conseguir una serie de logros según
distintas orientaciones, como ser:
• Entrenamiento para la mejora de la aptitud física.
• Entrenamiento para estética corporal.
• Entrenamiento preventivo de lesiones en
deportistas.
• Entrenamiento de recuperación de lesiones en
deportistas.
• Entrenamiento deportivo en el ámbito recreacional.
• Entrenamiento deportivo en el ámbito amateur,
pero que busca mejorar el rendimiento.
• Entrenamiento deportivo en el ámbito profesional.
Así es como se puede hacer una gran diferenciación del
entrenamiento deportivo según sean los objetivos del
sujeto, sus potencialidades y los recursos con los que
cuenta.
Niveles de entrenamiento
Nivel Recreativo o Recreacional
Este nivel de entrenamiento comprende a una gran
parte de la población, debido a que está caracterizado
por adaptarse a distintas necesidades o requerimientos,
como puede ser: el entrenamiento estético corporal,
para la mejora de la aptitud física en general, para la
disminución de factores de riesgo cardiocoronario, para
la prevención y/o recuperación de lesiones, como
complemento de la práctica eventual o espaciada de
deportes, etc.
Este nivel de entrenamiento requiere generalmente una
baja frecuencia de trabajo semanal (de 2 a 3 veces),
intensidades medias o bajas, volúmenes medios o bajos
y duraciones de sesiones que rondan los 60 a 90
minutos.
Si bien debería realizarse un programa nutricional
acorde a los requerimientos de las personas que se
encuentran n este caso, no siempre existe, y a pesar de
ello el programa de trabajo puede llegar a cumplirse.
También podemos decir que este nivel apunta a
objetivos de tipo social o psicológico, y la persona
toma a la actividad física como un elemento que le
permite recrearse en su tiempo libre, no como una
obligación ni mucho menos (Figura 3).
Lic. Mauricio Moyano
Figura 3. Entrenamiento recreacional.
Mediano Rendimiento
Este nivel de entrenamiento comprende a aquellos
sujetos que practican algún deporte y que buscan
mejorar su rendimiento en el mismo, pero que su nivel
de compromiso no llega a ser el más alto posible.
Ingresan en este nivel todos aquellos sujetos que
practican deportes a nivel federado, pero que en la
mayoría de los casos son deportistas amateurs o bien
semiprofesionales (es decir que reciben un pequeño
apoyo económico para costear los gastos que ocasiona
la práctica deportiva).
Un factor limitante de este nivel de entrenamiento son
las potencialidades que el deportista posea, es decir, el
nivel de desarrollo manifiesto o potencial de las
distintas capacidades físicas, como también de aspectos
relacionados con el desarrollo técnico, táctico,
estratégico, psicológico, social y emocional. Es decir
que todo esto lo va a diferenciar de un nivel
recreacional, como también de un alto nivel o alto
rendimiento.
Otro aspecto característico del mediano rendimiento es
que debido a la práctica amateur del deporte, obliga a
la persona a dedicar una determinada cantidad de horas
al día a actividades laborales, con lo que los tiempos de
entrenamiento se ven resentidos en forma notable.
También podemos manifestar que en muchos casos (no
en todos por supuesto), la falta de apoyo económico
para el desarrollo de un mejor nivel de rendimiento
termina siendo un escollo insalvable para el deportista
y el entrenador, a los cuales les resulta muy dificultoso
el acceso a equipamiento de entrenamiento y de
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recuperación, infraestructura, equipo multidisciplinario para así poder dedicarse en forma completa a mejorar
que apoye el trabajo, etc. que se requieren para generar su rendimiento (Figura 5).
un salto de calidad que posibilite un nuevo nivel de
rendimiento deportivo.

Este nivel de entrenamiento se caracteriza por un

incremento en la manifestación de algunos
componentes de la carga de trabajo (con respecto al
nivel recreacional), como ser aumento de frecuencia (3
a 6 veces por semana), intensidades medias a altas,
volúmenes medios y altos, y duraciones de sesiones
que en algunos casos rondan los 120 o 150 minutos
(Figura 4).

Figura 5. Alto rendimiento.

Este último aspecto debe manifestarse en el deportista

y en el entrenador o mejor en el cuerpo técnico por
completo.

Con la llegada del profesionalismo al mundo del

deporte y el cada vez más elevado nivel de rendimiento
obtenido por sus practicantes, nos encontramos con que
el logro de máximos rendimientos está vinculado con
un complejo entramado que constituye el sistema de
preparación del deportista (García Manso, 1999). Este
Figura 4. Mediano rendimiento.
complejo se encuentra sustentado por el binomio
deportista/s – entrenador, debiendo ser éste el eje
Alto rendimiento
central sobre el cual se ponga en marcha de forma
coordinada y sincronizada todos los tipos de
Este nivel de entrenamiento se caracteriza por
intervención a los que se ve sometido el proceso de
manifestar los máximos rendimientos de los deportistas
preparación de un equipo o deportista.
en las distintas especialidades a nivel nacional,
continental o mundial.
Para poder lograr el correcto funcionamiento del
entrenador y el o los deportistas, se deben determinar
El aspecto diferenciador de éste nivel con respecto a
una serie de principios básicos que garanticen
los demás niveles es el constituido por el grado de
adecuadamente el mismo. Teniendo en cuenta la
desarrollo o el potencial de las capacidades físicas,
planificación de empresas que realiza Fayol.
técnicas, tácticas, psicológicas y emocionales del
sujeto.
Si se tiene en cuenta este planteo, se puede observar
que tiene una aplicación directa y real a como debe ser
Otro elemento a tener en cuenta es la dedicación casi o
el funcionamiento ideal de ese microsistema que
totalmente del deportista a la práctica de su
constituye el proceso de formación de un deportista en
especialidad y a todo lo que ésta le demande en cuanto
búsqueda del alto rendimiento deportivo.
a preparación física, programa nutricional, preparación
psicológica, prevención y recuperación de lesiones, etc.
Así es que se enumeran los siguientes principios
(Figura 6):
Por último, un aspecto sumamente importante para
manifestar la diferencia en cuanto a la calidad y
• La Iniciativa.
cantidad de entrenamiento (expresada por el aumento
de la frecuencia, intensidad, volumen y duración del • La Unión del Personal.
entrenamiento) es la profesionalización de la persona, • La División del Trabajo.

Lic. Mauricio Moyano 8/56

• La Autoridad y Responsabilidad.
• La Disciplina.
• La Unidad de Mando (un único responsable).
Figura 6. Principios básicos de la preparación del deportista.
La actuación del entrenador en el ámbito del
entrenamiento deportivo (como en todos los otros
también) debería regirse por una profunda valoración
ética de su responsabilidad, en la que primará sobre
cualquier otra cosa los derechos del deportista. Así es
que la Sport Quality Internacional edita un documento
en el que señala cuáles son esos derechos que a
continuación se enumeran:
1. A la salud y a la integridad física y moral dentro
del ámbito deportivo.
2. A la información sobre los efectos de los planes de
entrenamiento.
3. Al honor y a la buena imagen con independencia de
los resultados o éxitos deportivos.
4. A la perfección humana, física y técnica, con
ocasión de la actividad deportiva.
5. A la libertad de elección o rechazo de los medios,
acorde con la propia conciencia.
6. A la participación en las decisiones que repercuten
a su desarrollo individual.
7. A la intimidad y al respeto de las propias creencias
y formas de comportamiento en concordancia y el
respeto por los demás.
8. A realizar una actividad físico-deportiva adecuada
a la edad, aspiración y nivel de condición físico-
técnico personal.
9. A la satisfacción de los nobles intereses personales
a través de la práctica deportiva.
10- A una instrucción técnica de calidad.
Esta misma responsabilidad conlleva la necesidad de
disponer del adecuado equipo de personas y medios
Lic. Mauricio Moyano
• La Unidad de Dirección (un solo programa).
• La Centralización.
que permitan marcar y obtener elevadas metas
deportivas. Con este fin y para lograr el perfecto
engranaje de este grupo de personas y circunstancias,
Sánchez-Bañuelos (1994) (citado por García Manso,
1999), propone distinguir las siguientes condiciones
que engloban un proceso de preparación que debe
concluir con el logro de altos rendimientos deportivos:
entorno vital y entorno de entrenamiento. Tabla 1.
PREPARACIÓN DEL DEPORTISTA
A-ENTORNO VITAL
Condiciones básica de vida.
Estabilidad emocional.
Reconocimiento social.
Perspectivas de futuro.
B-ENTORNO DE ENTRENAMIENTO
Apoyo técnico.
Apoyo científico.
Apoyo tecnológico.
Infraestructura.
Dedicación prioritaria.
Tabla 1. Condiciones que engloban el proceso de preparación del
deportista (Sánchez-Bañuelos, 1994).
Teniendo en cuenta todo lo manifestado hasta el
momento, se presenta una definición de entrenamiento
deportivo, manifestada por García Manso: “proceso
metodológicamente estructurado por el técnico
deportivo, que consiste en la aplicación de cargas de
trabajo que provocan en el deportista la ruptura de su
estado de equilibrio mediante una fatiga controlada, la
cual tras una adecuada recuperación permite una vuelta
a la situación de normalidad que con el tiempo se
transforma en adaptaciones que conducen a una mejora
en el rendimiento.”
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Componentes del entrenamiento deportivo

Como ya hemos expuesto, coincidimos con la

perspectiva ecologista del entrenamiento. Por ello el
ambiente en el que se reproduce el sistema de
entrenamiento se concibe como un conjunto de
estructuras seriadas integradas, es decir, cada una de
las cuales va incluida dentro de la siguiente o de la
anterior de forma ordenada.

Sabemos que tenemos una gran responsabilidad para
con nuestros deportistas, por lo que esto mismo
conlleva a la necesidad de disponer del adecuado
equipo de personas y medios que permitan marcar y
obtener elevadas metas deportivas.
Como expusimos anteriormente, Sánchez-Bañuelos
(1994) propone distinguir las siguientes condiciones
que engloban un proceso de preparación que debe
concluir con el logro de altos rendimientos deportivos:
entorno vital y entorno de entrenamiento.
Así los componentes del entono vital que hace al
entrenamiento deportivo son los siguientes:
Figura 7. El entorno familiar es de suma importancia en el
deportista.
Por su parte el entorno del entrenamiento, que
constituye uno de los aspectos, si no el más importante,
en la preparación del deportista suele ser definido de
forma muy similar por casi todos los teóricos del
entrenamiento deportivo. En ésta área, el entrenador se
hará cargo directamente de los aspectos técnicos,
siendo el resto de aspectos (infraestructura, tecnología,
etc.) en los que cumpla la función de coordinador de
forma similar a como debiera organizar las variables
que constituyen el entorno vital. Figura 8.

• Condiciones básicas de vida.

• Estabilidad emocional.
• Reconocimiento social.
• Perspectivas a futuro.

Los componentes del entorno de entrenamiento que

hace a su vez al entrenamiento deportivo son los
siguientes:
• Apoyo técnico.
• Apoyo científico.
• Apoyo tecnológico.
• Infraestructura.
• Dedicación prioritaria.
El entorno vital hace referencia todo aquello
relacionado con el deportista, lo que incluye su vida
cotidiana y de relación. No se puede olvidar, bajo
ningún concepto o interés, que en el deporte (y en
todos los ámbitos de la actividad física) se trabaja con
seres humanos, no con simples máquinas que pueden
ser reemplazadas en cualquier momento del proceso
cuando no cubran objetivos o necesidades. Figura 7.
Figura 8. Equipamiento de muy buena calidad.
Objetivos del Entrenamiento
El entrenamiento deportivo específicamente debería
cumplir con los siguientes objetivos según Bompa
(1983), con el cual coincidimos:
1. Lograr y aumentar un desarrollo multilateral y
físico.
2. Asegurar y mejorar los desarrollos físicos
específicos determinados por las necesidades de
cada deporte en particular.
3. Realizar y perfeccionar la técnica del deporte
escogido.
4. Mejorar y perfeccionar las estrategias necesarias.
5. Cultivar las cualidades volitivas.
6. Asegurar procurar una preparación óptima para el
equipo.

Lic. Mauricio Moyano 10/56

7. Fortalecer el estado de salud de cada atleta. directamente relacionados con el entrenamiento, ya sea
8. Prevenir lesiones. para generar aspectos positivos o negativos. Figura 10.
9. Incrementar el conocimiento teórico del atleta.

Papel de la preparación física en el entrenamiento

deportivo

Mucho se ha escrito sobre las funciones de la

preparación física en el entrenamiento deportivo. Pero
de todo lo expuesto, nosotros resaltamos dos puntos
que nos son los únicos, pero que resultan ser la base
para posteriores desarrollos.
El primer aspecto es el que tiene que ver con el
desarrollo general y específico de las diversas
cualidades físicas, dentro de las cuales podemos
nombrar a la agilidad, coordinación, flexibilidad,
fuerza, velocidad, potencia y resistencia. Es de
entender que la preparación física debe sustentar un
desarrollo armónico, sistematizado, y adaptado a las
necesidades y características de la modalidad
deportiva, como también las características de los
sujetos en cuestión. Figura 9.
Figura 10. El descanso y la nutrición están directamente
relacionados con el entrenamiento.
Es evidente que si se tiene en cuenta el papel que
cumple la preparación física manifestado
principalmente en estos dos aspectos, el proceso de
entrenamiento podrá seguir un camino ascendente y de
mayores logros, pudiendo alcanzar el mejor
rendimiento o mayor expresión del deportista o
conjunto de ellos.
Entrenamiento deportivo y teoría de los sistemas
Según García Manso (1999), se puede expresar el
siguiente modelo básico del sistema entrenamiento
deportivo, que funciona e forma casi previsible y
evolutiva (Figura 11):

Figura 9. Desarrollo general y específico de capacidades físicas en

el deportista.

El segundo aspecto es el que tiene que ver con la

prevención de lesiones y por ello está íntimamente
relacionado con la salud del deportista.
Para cumplir con este papel, la preparación física debe
ser parte total del proceso de trabajo general del
deportista, y estar en completa relación con diversos
aspectos que hacen a la vida del deportista, ya que
elementos como la nutrición y el descanso están
Figura 11. Modelo de sistema aplicado a la teoría del
entrenamiento deportivo (García Manso, 1999).
Este sistema nos muestra como el entrenamiento
consiste en el proceso de aplicar en un deportista, por
parte del entrenador, un proceso de intervención
conformado por estímulos conocidos, los cuales
producen en el organismo una alteración controlada de
diversos microsistemas y conseguir diferentes niveles

Lic. Mauricio Moyano 11/56

de adaptación que, normalmente, se ajustan a
previsiones iniciales, los cuales conducen a la mejora
Figura 12. Modelo de sistema aplicado a la teoría del entrenamiento deportivo (García Manso, 1999).
Aceptando de partida la simplicidad del modelo
propuesto, creemos que explica con claridad las
principales interacciones existentes entre los diferentes
mecanismos que se producen a lo largo del
entrenamiento deportivo.
Hay que recordar que este sistema se desarrolla en un
microsistema que es un sujeto determinado, y a su vez
en un macrosistema constituido por sus compañeros de
equipo y los constituyentes del cuerpo técnico, por lo
que el sujeto va a actuar respondiendo a estímulos
específicos, pero teniendo en cuenta todo lo que lo
rodea.
Ampliamos este concepto añadiendo que todo gesto
deportivo, sea cual fuere su naturaleza, se debe
comprender con un sentido más amplio al que
representa lo simplemente observable por el ojo
humano, es decir el componente biofísico del
movimiento. Incluye, además, pensamientos,
sentimientos, aspiraciones, miedos, deseos, etc. Este
planteo, permite asociar al entrenamiento con la teoría
de la acción propuesta por Parsons, según la cual, la
acción o comportamiento humano responde siempre a
la interacción de cuatro contextos diferentes que
aparecen en forma simultánea durante el mismo:
• Contexto fisiológico.
• Contexto psicológico.
• Contexto cultural.
Lic. Mauricio Moyano
del rendimiento en una modalidad deportiva concreta.
Ver Figura 12.
• Contexto social.
Es fácil comprender que todo deportista (y ser humano)
supedita su actividad a infinidad de factores que,
incluso de forma inconsciente, alteran y regulan su
conducta por muy desarrollado que sea el nivel de
rendimiento y experiencia del que la ejecuta. Al igual
que ocurre en cualquier sistema, los niveles de
funcionamiento quedan supeditados a la estabilidad del
mismo, y no tanto a la maximización de uno de los
subsistemas (contextos).
PROCESO DE ADAPTACION
Teoría de la Adaptación
En líneas generales podemos comprender el proceso de
adaptación como la sucesión de cambios que se van
generando en un objeto, mecanismo o sistema, para
que funcionen de manera diferenciada con respecto a la
función que vienen cumpliendo.
Meerson (1981) define a la adaptación como el proceso
a través del cual el hombre se adecua a las condiciones
naturales, de vida, trabajo, estudio, entrenamiento
físico, etc., que llevan a una mejora morfológico-
funcional del organismo, y a un aumento de su
potencialidad vital y de su capacidad no específica de
resistir a los estímulos extremos del ambiente.
12/56
Manno (1991) conceptualiza la adaptación como la
cualidad de los organismos vivientes que a través del
desarrollo corporal, formas funcionales, rendimiento,
comportamientos y exigencias diversas pueden
estabilizar sus condiciones de existencia.
García Manso (1999) aporta lo siguiente con respecto
al concepto de adaptación: “si se somete al organismo
en formación de debutantes a cargas cada vez más
intensas, aunque controladas y posibles de asimilar,
podemos incrementar los niveles de adaptación,
pudiendo ser ésta una de las razones de la imparable
mejora que sufren las marcas de cualquier disciplina
deportiva con el paso de los años”.
En este último caso, este concepto forma uno de los
elementos principales en el proceso de formación de un
deportista, ya que el entrenamiento requiere un estado
de adaptación específica en la que se solicitan máximos
niveles de respuesta a uno o varios sistemas implicados
en la motricidad del hombre.
La aplicación controlada de cargas de entrenamiento
debe conducir, al final del proceso, a un estado de
adaptación óptima y específica del sujeto a las
exigencias de su actividad en el nivel en el que se
encuentre (actividad deportiva recreacional, mediano o
alto rendimiento). Las adaptaciones en el deporte,
siendo muy específicas de acuerdo a la modalidad que
se considere, mejoran los mecanismos de adaptación de
otros sistemas del deportista, sobre todo en el ámbito
de mecanismos de regulación nerviosa, hormonal y de
las adaptaciones entre los sistemas fisiológico y motor,
comportamiento que autores como Boiko (en Reiss,
1998) denominan “sistema funcional de movimiento”.
Según Bondarchuk (1992), estos mecanismos de
adaptación vienen determinados por dos tipos de
procesos: los procesos biológicos y los pedagógicos,
aunque se podrían agregar dos tipos de procesos más,
como los psicológicos y los cognitivos.
Los procesos biológicos dependen de las acciones que
ejercen, sobre el organismo, en sus distintos sistemas
estructurales y funcionales, determinadas formas de
entrenamiento con sus diversos componentes de la
carga (intensidad, volumen, frecuencia, medios, etc.)
empleados en las distintas estructuras intermedias en
que organiza el proceso (microciclos, mesocilclos,
períodos, etc.).
Lic. Mauricio Moyano
Los procesos pedagógicos se caracterizan por la forma
en que pueden ser aplicadas las cargas de trabajo
(entrenamiento) para alcanzar mayor rentabilidad de
las mismas durante el proceso de preparación
deportiva. Así es que la Pedagogía es la ciencia que se
encarga de los procesos educativos y de enseñanza,
mientras que la didáctica, constituye el arte de su
aplicación, es decir el arte de enseñar. Por este motivo,
en el transcurso del entrenamiento, en cualquier ámbito
(estético, preventivo o de recuperación de lesiones,
deportivo, etc.) este mecanismo es determinante para
obtener los objetivos deseados.
Ahora bien, el objeto sobre el cual se llevan a cabo los
distintos procesos de entrenamiento es el ser humano
(deportista o no), el cual a diferencia de las máquinas
está sujeto a la percepción intelectual de las situaciones
y, por lo tanto, a un complejo proceso de emociones y
sensaciones que transforman los momentos en que
éstos se producen (por lo tanto tiene un contexto más
amplio que el que le permite el paradigma biofísico).
Por este motivo, los procesos psicológicos (atención,
motivación, activación, etc.) se modifican y adaptan a
lo largo del proceso de entrenamiento (García Manso,
1996). De ésta manera terminan siendo un elemento
más que importante para el logro de resultados en la
práctica deportiva (en cualquier nivel) o bien en la
actividad física con otros objetivos.
Planos en los que se produce los mecanismos de
adaptación
En la actualidad, el movimiento humano se concibe
como un proceso consciente y voluntario del ser
humano, por lo que se considera que la acción motriz
siempre tiene un significado para el hombre. Por esto
los comportamientos humanos expresados a través del
movimiento, son susceptibles de ser aprendidos y
mejorados, llevando esto a un proceso adaptativo
específico que posibilita la mejora en los distintos
ámbitos donde se desarrolle la actividad física.
Jochachka y Somero (1977), citados por Monogarov y
Mischenko (1995) y García Manso (1999), abordan el
proceso de adaptación desde la óptica de los niveles en
los que se producen la misma, de forma que reconocen
tres planos diferentes de adaptación, los cuales
aparecen, durante el entrenamiento, de forma no
secuencial sino simultánea: fisiológico, bioquímico y
conductual. El primero de ellos, el fisiológico, hace
referencia al conjunto de reacciones que adaptan el
funcionamiento de los sistemas del organismo al
13/56
cambio de las condiciones circundantes. La adaptación
bioquímica se considera un recurso extremo de
acomodación, el cual sirve para el tipo, la cantidad y la
concentración de las macromoléculas o para regular sus
funciones. Por último, la adaptación conductual hace
referencia a los aspectos cognitivos y motivacionales
que orientan al deportista o sujeto no deportista durante
el proceso de adaptación (Figura 13).
Figura 13. Esquema de los procesos adaptativos que conducen a la
mejora del rendimiento (García Manso, 1999).
Algunos autores (Di Santo, 2006 y García Manso,
1996) plantean que es necesario hablar de un nuevo
plano o nivel, diferente de los mencionados
anteriormente, el cual hace referencia a la creación,
control y regulación del movimiento. Incluye a
aquellas estructuras nerviosas que optimizan el
movimiento, haciéndolo más eficaz, más económico y
preciso. Este nuevo plano se denomina Neuromotor, y
se presenta en la figura 14.
Figura 14. Esquema modificado de los procesos que conducen a la
mejora del rendimiento (García Manso, 1999).
Coincidiendo con el planteo de García Manso (1996) y
Di Santo (2006), los cuales plantean una concepción
globalista de los procesos adaptativos característicos de
la actividad física y el deporte, se puede concluir que
las respuestas del organismo a los estímulos que se le
somete son de muy diversa magnitud, llevándose a
cabo en los diferentes planos, en función del tiempo de
aplicación y la intensidad de los mismos a lo largo del
proceso de preparación a que fue sometido el
organismo.
Lic. Mauricio Moyano
• Adaptación de la conducta (cognitiva, psicológica y
volitiva).
• Adaptación neuromotora (sistema nervioso central
y periférico).
• Adaptación fisiológica (sistemas biológicos
principales).
• Adaptación bioquímica (cantidad y concentración
de macromoléculas).
• Adaptación estructural (huesos, músculos, tendones
y ligamentos).
A su vez, en concordancia con la visión globalista del
entrenamiento con la que coincidimos y a su vez
queremos manifestar en esta capacitación, las
adaptaciones que constituyen el nivel de la conducta
(cognitivas, psicológicas y volitivas) deberían ocupar
por sí mismas, un grado o nivel similar al que se les da
a los otro cuatro niveles descritos (neuromotor,
fisiológico, bioquímico o estructural).
• Adaptaciones a escala cognitiva (comprensión,
concentración, análisis y toma de decisión).
• Adaptaciones psicológicas (motivación, control de
reacciones afectivas y emocionales, resistencia
psíquica al estrés y al fracaso).
• Adaptaciones de la voluntad (perseverancia,
capacidad agonística, aceptación del riesgo
asumible).
Proceso de Adaptación
Queda claro después de lo expuesto anteriormente, que
el proceso de adaptación del organismo a las cargas
físicas, como las utilizadas en el entrenamiento,
conlleva a una adaptación múltiple y compleja de los
diferentes sistemas que intervienen. Pero la mayoría de
las definiciones de adaptación en ámbito deportivo o de
actividad física, utilizan el modelo fisiológico para la
interpretación de los fenómenos que tienen lugar
durante el proceso de entrenamiento.
Una concepción de éste tipo puede resultar incompleta
desde el punto de vista global con que encaramos el
proceso de entrenamiento, aunque resultaría eficaz
desde la concepción biofísica, que en muchos casos
domina a la comunidad relacionada con la actividad
física y el entrenamiento deportivo.
Lo que hay que tener en claro es desde el nivel en que
se considera el fenómeno de adaptación en el sujeto, ya
que si el nivel de análisis solamente abarca el plano o
nivel fisiológico o bioquímico, pero no el de la
14/56
conducta, se debería considerar como un análisis
parcial del proceso y no global.
Para el planteo metodológico de cómo se llevan a cabo
los procesos de adaptación durante el tiempo en que un
sujeto es sometido a las cargas de entrenamiento es
necesario tener en claro el significado de tres aspectos
determinantes de los mismos (Tabla 2):
a. Grado de Estrés o nivel de Estimulación.
b. Tendencia al equilibrio u homeostasis (situación de
partida).
c. Efecto del entrenamiento.
Procesos de Adaptación
Grado de Estrés o Nivel de Estimulación
Tendencia al Equilibrio Situación de Partida
Efecto del Entrenamiento
Tabla 2. Planteo metodológico de cómo se llevan a cabo los
procesos de adaptación (García Manso, 1999).
Nivel de Estrés
Se considera estrés como la tensión que se produce en
el organismo cuando se ve sometido a un estímulo. En
el ámbito de la actividad física, significa el nivel de
activación en que se encuentra un ser vivo o alguno de
sus órganos o sistemas, con el objeto de exigirle un
rendimiento superior al normal y así afrontar con éxito
cualquier situación que se le presente a lo largo de la
práctica deportiva o de actividad física recreacional. El
grado de estrés será, por lo tanto, el nivel de excitación
y el nivel de respuesta alcanzada, aspectos que no
siempre alcanzan el mismo nivel o situación, lo que da
lugar a desajuste de la situación.
De ésta manera se pueden nombrar tres tipos de
respuesta durante los procesos de adaptación:
• Respuesta general inespecífica.
• Respuesta global de los principales sistemas
funcionales.
• Respuesta específica predominante en cada tipo de
estímulo.
Respuesta general inespecífica a un estímulo
Teniendo en cuanta lo expresado por García Manso
(1999), los trabajos de Cannon (2932) fueron el
referente de partida para los estudios sobre la respuesta
neuro-endócrina en situaciones de estrés. Sus trabajos
fueron realizados con animales.
Lic. Mauricio Moyano
Pero el primer estudio serio y con profundidad del
término estrés fue realizado por el endocrinólogo
canadiense H. Seyle (1936). Este investigador lo define
como “respuesta inespecífica del cuerpo a cualquier
exigencia”. A esta conclusión llegó al observar que al
lado de reacciones típicas, surgen, independientemente
del carácter del estímulo actuante, unas reacciones
atípicas, siempre las mismas que aparecen
paralelamente a las reacciones típicas, propias de cada
enfermedad. El autor explicó que es la glándula
pituitaria y la corteza suprarrenal las principales
desencadenantes de lo que denominó Síndrome
General de Adaptación (S.G.A.).
La teoría desarrollada por Seyle a cerca del S.G.A.
estaba constituida por tres etapas. En primer lugar se
produce en el organismo un estado de alarma ante la
aparición de un estímulo (interno o externo) que altera
la situación de reposo en que se encontraba el
organismo antes de la aparición del mismo. Durante
esta etapa él reconoce dos grados de estadios que
denomina shock y contra-shock, los cuales representan
por un lado la respuesta inicial del organismo (shock)
al exponerse a los efectos estresantes a los que el
organismo no se encuentra adaptado, mientras que
posteriormente (contra-shock), la respuesta fisiológica
inicial tiende a invertirse aumentando los niveles de
adaptación a los denominados efectos estresantes.
En la segunda etapa el organismo reacciona (estado de
resistencia) intentando mantener la respuesta de
adaptación a la nueva situación ante la que se
encuentra, conduciendo al organismo, de forma
progresiva, hacia la etapa posterior, momento en que el
organismo se hace más vulnerable a otros agentes
estimulantes, los cuales si son suficientemente
intensos, provocan un nuevo estado de alarma.
La tercera y última fase, representa el resultado final de
la respuesta al estímulo, pudiéndose llegar a dos tipos
de situaciones: a) el estímulo es muy intenso o
prolongado, y por ese motivo el organismo no se puede
adaptar llegándose al agotamiento; b) el estímulo no
llega a esos límites extremos y por lo tanto el
organismo no se adapta (Ver Figura 15).
15/56

Figura 15. Fases o etapas de respuesta del organismo ante un
estímulo (García Manso, 1999).
Todos lo procesos que dan lugar al S.G.A. están
explicados por los cambios originados a nivel del
sistema nervioso y del sistema hormonal sobre distintos
órganos y sistemas.
Relación entre la intensidad del estímulo y el tipo de
respuesta adaptativa.
El fenómeno de adaptación sigue un comportamiento
similar, tanto en la eficacia de su efecto, como en el
aspecto temporal en el comienzo de su producción, que
viene condicionado por el estímulo excitador. El
organismo responde de forma proporcional a la
magnitud del mismo (relación dosis-efecto). En este
sentido Mensikov y Volkov (1990) presentan un
modelo teórico de cinco tipos de relación recíproca
entre las variaciones que se producen en un sistema
determinado y la magnitud del esfuerzo realizado, los
cuales quedan representados en la figura 16.
Figura 16. Variantes de relación recíproca entre la magnitud de la
carga y sus adaptaciones (García Manso, 1996).
Lic. Mauricio Moyano
La etapa inicial (zona 1), la relación dosis-efecto está
representada por una curva exponencial creciente de
poca pendiente inicial. En la segunda zona (zona 2), la
relación es prácticamente lineal, indicando que todavía
no se han alcanzado los niveles máximos de
adaptación. En la tercera zona (zona 3),
correspondiente al empleo de esfuerzos próximos al
límite, corresponde una curva exponencial decreciente,
significando que se aproxima a los límites de
adaptación. En la siguiente zona (zona 4), el deportista
se encuentra en una situación límite que puede
conducir a un estado de desadaptación crónica,
mostrando un comportamiento de curva parabólica. En
los casos en que esta circunstancia aparezca (marcando
una inadecuada relación dosis-efecto), aparece la zona
final (zona 5), la cual se revela como disminución
exponencial. Si analizamos detenidamente esta curva
es coincidente en su forma a la forma que se le asigna
al comportamiento de la forma deportiva durante una
temporada de competencia o bien en la vida deportiva
de un sujeto deportista.
Menshikov y Volkov (1990) observan que el desarrollo
temporal de los procesos adaptativos (en el deporte),
tienen aspecto de una curva en las que las fases de
“silencio” o zona 1, la fase de aceleración o zonas 2, 3
y 4 y la de retardo o zona 5 se manifiestan de forma
clara.
La duración de la fase 1 (Silencio) se determina por el
tiempo necesario para establecer la dominación del
sistema funcional dado sobre otros sistemas rectores
que puedan participar en el aseguramiento del
desarrollo de la adaptación requerido. La fase de
aceleración manifiesta el crecimiento de la velocidad
de las modificaciones adaptativas que tienen lugar en el
organismo a medida que desaparezca seleccionada para
actuar sobre una función o cualidad determinada. La
fase de retardo se debe al agotamiento del potencial
adaptativo de cada capacidad. Un comportamiento de
esta naturaleza, permite ir alternando fases, de manera
ondulante, con el fin de optimizar los procesos de
adaptación que se presentan en el entrenamiento
deportivo en cualquiera de sus niveles (García Manso,
1996).
Partiendo de este comportamiento, similar tanto en su
efecto como en el aspecto temporal en el comienzo de
su producción, debemos entender que los procesos de
adaptación una vez estimulados, manifiestan una
heterocronía en las modificaciones estructurales y
funcionales de cada uno de los sistemas, a la vez que la
16/56
intensidad de los mismos, varían de acuerdo al
principio de especificidad de las cargas respecto a los
mismos. Los potenciales de adaptación o las reservas
adaptativas de cada sistema serán básicas en la
respuesta obtenida.
Engel (1972) manifiesta dos conceptos secundarios que
posibilitan demostrar que los patrones de respuesta
automática están específicamente relacionados con los
estímulos que la provocan, y a los que denomina:
especificidad en la respuesta al estímulo y
especificidad e respuesta individual. Es decir, que por
un lado nos manifiesta de la relación entre estímulo, su
intensidad y características, y la respuesta que genera,
mientras que por otro lado describe las diferentes
posibilidades de respuesta que proceden darse como
resultante a un estímulo según el individuo en la que se
produce.
Levi (1972) describe el comportamiento de la respuesta
al estímulo que la provoca, abordándolo desde la
propuesta que en su momento realizó Seyle sobre lo
que entendía como estrés bueno (eutress) y estrés malo
(distress), proponiendo que los niveles de estrés pueden
ser alterados por la intensidad del estímulo excitador o
por las características del mismo, fenómeno que puede
ser representado en forma de U (Ver Figura 17).
Figura 17. Relación entre la intensidad del estrés y el nivel de
respuesta (García Manso, 1999).
Más adelante en el tiempo Karasek y cols. (1980)
perfeccionaron el enfoque en el que se intentaba
representar a los mecanismos de respuesta, en una
nueva dimensión muy interesante para su aplicación a
los procesos de adaptación que tienen lugar en
deportistas de distinto nivel o sujetos que realizan
actividad física recreacional. La importancia de los
moderadores ambientales de estrés fue tenida en cuanta
por este autos y sus colaboradores y denominaron a
este proceso “enfoque bidimensional del estrés”, el
cual es explicado a partir de dos dimensiones: el estrés
Lic. Mauricio Moyano
excitador y el control que se puede ejercer sobre él”.
(Ver Figura 18).
Figura 18. Enfoque bidimensional del estrés (Karasek y cols.,
1980).
En la figura se puede observar que altos niveles de
estrés que el sujeto no puede controlar, responden a lo
que se denominan “situaciones de distress” que
desencadenan procesos catabólicos en el organismo.
Por el contrario, si esas situaciones altamente
estresantes pueden ser controladas con facilidad,
corresponden a lo que se califica como “situaciones
activas” que caracterizan los procesos anabólicos en el
organismo. Aunque también, las situaciones de bajo
estrés que se acompañen de un bajo nivel de control,
corresponden a las “situaciones pasivas”, mientras que
en el lado opuesto encontramos las “situaciones
relajadas”, que corresponden a situaciones de bajo
estrés y alto control.
Es necesario recordar, una vez más, que durante la
práctica de actividad física los estímulos que rompen el
equilibrio natural de funcionamiento del organismo,
pueden ser de muy variada índole, que en función de
sus características producen alteraciones a escala
somática y conductual que pueden tener su origen en el
ámbito biológico (físico), cognitivo o afectivo
(psicológico).
Tipos de situaciones de estrés
Al comprender el estrés como un estímulo que
desencadena una alteración del equilibrio normal de un
sujeto, podemos ver que el agente desencadenante
(estresor) depende, fundamentalmente, de la situación
que provoca y de las características del sujeto.
17/56
Los estímulos que se producen a escala física son los
que van a constituir el estudio de este curso, aplicando
los mismos al objetivo de la prevención y recuperación
de lesiones en deportistas y sujetos no deportistas. Los
estímulos a escala psicológica, como fue analizado
previamente, tienen su importancia en la actividad
física y el deporte, pero al no ser motivo específico de
esta capacitación, se les dará un tratamiento secundario
o bien se los omitirá.
García Manso (1999) considera tres tipos de estrés a
nivel deportivo (Tabla 3):
1. Estrés Psicológico.
2. Estrés Físico.
3. Estrés Cognitivo.
Tipos de Estrés Deportivo
1-Estrés Psicológico
2-Estrés Físico
3-Estrés Cognitivo
Tabla 3. Tipos de Estrés a nivel deportivo (García Manso, 1999).
Por su parte Brown (1980) plantea cuatro categorías de
estrés:
1. Psicológico: que corresponde a estímulos
emocionales que afectan a situaciones de amenaza
para la integridad física y oral de la persona.
2. Social: que corresponde a los fenómenos generales
por cambios, forzados o no, en la forma de vida del
sujeto.
3. Económico: que hace referencia a las necesidades o
alteraciones de la capacidad adquisitiva y de
supervivencia del sujeto.
4. Fisiológico: que supone una alteración del normal
funcionamiento de órganos y sistemas.
Tipos de respuesta a un estímulo
Es evidente que son las características del estímulo las
que determinan, a su vez, las formas y niveles de
respuesta del organismo, pudiendo estar la respuesta
orientada a neutralizar el estímulo o sus efectos,
orientada a incentivar el estímulo o sus efectos, o bien
provocando una respuesta atípica no dirigida
directamente hacia el estímulo que la genera.
En el primer caso la respuesta tiende a mantener
relativamente constante cualquier elemento o variable
biológica perturbada por el estímulo, siendo este
comportamiento la base de los principios de adaptación
Lic. Mauricio Moyano
que persiguen mediante el entrenamiento deportivo. En
el segundo caso, la respuesta es insuficiente para
compensar las alteraciones orgánicas producidas por la
carga de trabajo o entrenamiento. Ferreti (1989) cita un
tercer tipo de respuesta, las cuales no ven dirigidas al
estímulo ni a sus efectos, y que son de gran
importancia en las formas superiores de vida en las que
resulta trascendente su comportamiento social (vida de
relación) (García Manso, 1996).
De todos modos, la reserva de respuestas que dispone
el organismo para hacer frente a un estímulo que altera
su funcionamiento normal, son de muy variada índole,
aunque como se desprende de lo dicho hasta el
momento, éstas se pueden englobar en dos grupos:
respuestas adaptativas generales y respuestas
adaptativas específicas.
Las primeras corresponden al grupo de reacciones que
siempre se dan en el sujeto independientemente del
estímulo que las provoca, mientras que la segunda hace
referencia a las respuestas propias para cada tipo de
estímulo, haciéndole diferente al resto de opciones
adaptativas potenciales de que dispone el organismo.
Tendencia a mantener el equilibrio u homeostasis.
Nivel estable de partida
La homeostasis o equilibrio (estabilidad de las
condiciones vitales) puede definirse, en general, como
el equilibrio dinámico entre los procesos que concurren
al mantenimiento, y los que tienden a la destrucción de
un sistema biológico.
Si un estímulo rompe el equilibrio orgánico
(heterostasis), éste reaccionará intentando reestablecer
la situación alterada, pudiendo en determinadas
ocasiones, llevarlo temporalmente a un nivel superior
de rendimiento atendiendo a los principios de la ley de
sobrecompensación. En el ámbito deportivo, la carga
de entrenamiento constituye el estímulo necesario para
provocar una compleja respuesta del organismo que
trata de afrontar con éxito el nuevo nivel de exigencia,
evitando que su funcionamiento se descontrole y pueda
dañar aspectos estructurales o funcionales de su
existencia (Bertalanffy y cols., 1987) (Figura 22).
18/56
 Figura 19. Relación entre elementos inherentes al proceso de homeostasis (Bertalanffy y cols., 1987).
En el ser humano los niveles de desequilibrio de cada
sistema o de su conjunto responden a un rango de
alteración, en ocasiones extremadamente amplio,
incluso desconocido en algunos casos. Se denomina
Regulación Homeostática a la suma de reacciones
integradas que permiten al organismo mantener o
recuperar su estado de equilibrio.
En cualquier caso, una vez que un estímulo altera el
equilibrio natural en el que se desenvuelve el
organismo, éste responde con una activación o
alteración de todos sus sistemas, funcionales o no,
aunque los niveles de respuesta dependerán de as
características del estímulo. Por un lado siempre
existirán comportamientos de sistemas que responden
provocando adaptaciones generales del organismo,
pero en definitiva y desde el paradigma del
rendimiento se buscarán respuestas específicas e
individualizadas que logren profundas adaptaciones
favorables en aquellos sistemas más directamente
Lic. Mauricio Moyano
implicados en el desarrollo de dicha modalidad
deportiva (García Manso, 1999).
La respuesta adaptativa general a un estímulo
comprende las siguientes características:
1. La movilización de las reservas energéticas.
2. La activación de la síntesis proteica.
3. La activación de las defensas del organismo.
Estos tres procesos son la base de formación de la
huella estructural sistemática, objetivo último al que se
aspira en un entrenamiento sistemático que pone sus
metas a medio y largo plazo. Para Viru (1994) la
reacción de adaptación específica forma parte del
proceso de adaptación general, o al menos siempre
aparece de forma paralela al resto de respuestas,
produciéndose con la repetición suficiente de los
estímulos, las transformaciones esperadas para poder
incrementar el rendimiento en la modalidad deportiva
trabajada (Figura 20).
19/56
 Figura 20. Formación de la huella estructural sistémica (García Manso, 1999).
En este sentido, la alteración de los niveles de
equilibrio que posee un organismo o de los precursores
de este estado, son el estímulo que afecta a los centros
reguladores provocando una hiperactivación de los
sistemas específicos involucrados en la respuesta junto
a otros de tipo general.
Esta situación moviliza los recursos energéticos y
estructurales necesarios para responder de forma eficaz
ante la alteración producida en el estado inicial de
equilibrio que tenía el organismo. Si estos mecanismos
de activación y respuesta son lo suficientemente
intensos y se prolongan en el tiempo, se produce una
estimulación intensa del aparato genético que conlleva
lo que Meerson (1986) denominó “huella sistemática
estructural”, la cual es la base de los procesos de
adaptación crónica.
Mischenko y Monogarov (1995) recuerdan que el
organismo del deportista poco a poco va disminuyendo
sus posibilidades adaptativas, lo que representa que el
sujeto va utilizando gran parte de su reserva de
adaptación, cuyo potencial es limitado.
El Efecto de Entrenamiento
La Heterostasis (desequilibrio o alteración) generada
por la aplicación de cargas de entrenamiento, busca
Lic. Mauricio Moyano
conseguir un efecto deseado (adaptación específica
pretendida) en el organismo en que tiene lugar, el cual
viene condicionado por el potencial de mejora o
respuesta (capacidad potencial de entrenamiento) de
que dispone el sujeto en cuestión (deportista o no).
Estos procesos de adaptación que se producen en el
deporte es lo que se conoce como efecto de
entrenamiento.
Ahora bien, si algún agente externo (como ser la carga
de entrenamiento) interrumpe la homeostasis, el
organismo intentará buscar nuevamente el equilibrio en
sus funciones. Si esta carga de trabajo logra producir
un gran estrés en el organismo, la ruptura de la
homeostasis estará determinada por el aumento en los
procesos catabólicos, de ruptura o degenerativos, los
cuales se mantendrán hasta que dure la influencia de la
carga de entrenamiento. Pero el organismo reacciona
rápidamente a este proceso con un incremento de los
procesos anabólicos, o de construcción, para producir
en él una recuperación adecuada de estructuras y
nutrientes energéticos y reguladores.
Estos procesos de recuperación, posteriores a la
aplicación de la carga de trabajo, no solo vuelven al
punto de partida al organismo, sino que mas bien
tienden a pasar los niveles iniciales de capacidad (en
cuanto a estructuras, reservas energéticas, niveles de
20/56
fuerza, resistencia, etc.), lo cual se conoce como
Supercompensación (Matveiev, 1977) (Figura 21).
Figura 21. Síndrome General de Adaptación. Fenómeno de Supercompensación (Matveiev, 1977).
El efecto que las cargas de entrenamiento producen en
el organismo puede ser estudiado desde dos
perspectivas: el orden temporal en que se produce y el
origen de las transformaciones que provocan.
En el caso del orden temporal en que se producen los
efectos de entrenamiento, Matveiev (1985) entiende
por efecto de entrenamiento “los cambios que
acontecen en el organismo y que son resultado de la
aplicación del mismo (entrenamiento). Los procesos
adaptativos que se producen como consecuencia de la
aplicación de cargas de entrenamiento (de los
diferentes sistemas) no se producen de una forma
simultánea, sino que se llevan a cabo en forma
asincrónica (heterocronismo)”. Este mismo autor
distingue tres niveles entre los efectos producidos por
entrenamiento, los cuales tienen un comportamiento
muy similar al que se observa en los procesos de
recuperación o lo que se analiza en lo que se denomina
respuesta al estímulo: Efecto inmediato; efecto
resultante; efecto acumulativo (García Manso, 1999).
El efecto inmediato es aquel que produce una carga de
entrenamiento inmediatamente que se produce y se
mantiene hasta que la misma haya finalizado.
El efecto resultante hace mención a los cambios que se
van sucediendo en el organismo como resultado de una
carga y los cuales se mantienen a diferente escala hasta
que se ejecuta la siguiente. Variará en cada caso según
como se produzca la recuperación.
El efecto acumulativo es el resultado de los efectos
inmediatos y resultante que se producen durante un
proceso prolongado de entrenamiento.
Lic. Mauricio Moyano
A su vez estos efectos que generan las cargas de
entrenamiento responden a una serie de adaptaciones
específicas de las mismas que siguen un orden
secuencial complementario que permite explicar la
evolución de los niveles de rendimiento a lo largo de
una sesión, período de tiempo o vida deportiva.
Platonov (1991) manifiesta que “cuando la adaptación
a ciertas cargas de características concretas es efectiva,
los centros nerviosos, los órganos aislados y los
mecanismos de funcionamiento correspondientes a las
distintas estructuras del organismo, se unen para
formar la base de las reacciones de adaptación agudas y
crónicas”.
Viru (1997) plantea que el núcleo central de la
respuesta del organismo, a una carga de entrenamiento,
pasa por cuatro niveles básicos: el control directo o
indirecto (conciente o autónomo) del movimiento por
arte del sistema nervioso central; la estructura muscular
utilizada; la respuesta hormonal específica y la
activación de órganos y sistemas propios.
Navarro Valdivielso (1995), dentro del orden temporal
de los procesos adaptativos, propone destacar lo que
denomina efecto residual, entendiendo por el mismo la
capacidad que tiene el sujeto de conservar las
adaptaciones alcanzadas por el entrenamiento, una vez
que éste haya finalizado. En general, los procesos de
adaptación que hayan sido conseguidos en períodos de
tiempo largos suelen traducirse en una mayor duración
de las mismas, en comparación con las que se logran en
tiempos más cortos. Algo similar sucede con las
adaptaciones más profundas que se logran con cargas
de carácter intensivo. La estabilidad de los procesos
adaptativos depende, por lo tanto:
21/56
• De la calidad de los estímulos.
• De su especificidad.
• Del tiempo que dure el proceso de entrenamiento.
Se puede afirmar con seguridad, que el efecto residual
varía para cada cualidad y su nivel de desarrollo. De
esta manera, García Manso (1999) propone la siguiente
tabla (Tabla 4) sobre el tiempo que el organismo tarda
en manifestar los síntomas de desentrenamiento:
Cualidad Desentrenamiento
Productividad metabólica anaeróbica Días a semanas
Productividad metabólica aeróbica Semanas a meses
Sistema cardiovascular respiratorio Meses a años
Sistema muscular Meses a años
Sistema neuromuscular Años
Tabla 4. Tiempo en que el organismo tarda en manifestar los
síntomas del desentrenamiento (García Manso, 1996).
El heterocronismo en los procesos de adaptación hace
referencia a la diversidad de tiempos que se precisan
para establecer las diversas transformaciones que se
producen en el organismo del deportista en función de
los órganos y sistemas solicitados por las cargas de
entrenamiento de una misma orientación. Verjoshanski
(1990) señala que las causas por las que el organismo
tiene este comportamiento desigual en los aspectos
temporales de los mecanismos de adaptación pueden
ser muy variadas, proponiendo tres de ellas como las
destacables:
• La diversidad intrínseca de los tiempos de
adaptación de las distintas funciones vinculadas
con la inercia biológica de los procesos que están
en la base.
• Los diferentes niveles de participación e
importancia que tienen los distintos órganos y
sistemas en las cargas de entrenamiento de
diferente orientación.
• La capacidad de evolución de los sistemas
funcionales implicados, los cuales pueden
modificar el rol asignado en función de las
capacidades de rendimiento.
En el caso del origen de los efectos de
entrenamiento, se puede observar como los mismos
están mediatizados por un amplio número de factores,
los cuales no siempre constituyen aspectos controlables
de la carga de entrenamiento. Según Weineck (1992),
los factores más importantes que determinan el grado o
nivel de adaptación de entrenamiento son de dos tipos:
factores endógenos y factores exógenos.
Lic. Mauricio Moyano
Los factores endógenos son intrínsecos y propios de
cada sujeto. Están directamente relacionados con sus
características genéticas y el grado de solicitación de
las mismas. Hoy en día nadie duda de lo complicado
que resulta poder alcanzar un elevado rendimiento
deportivo si no se dispone de una dotación genética
adecuada.
El hecho de poder transmitir rasgos de los padres a
hijos, nos aporta una importante información sobre las
posibilidades futuras de un sujeto, o al menos, nos
permite aproximar las tendencias que pudieran
predominar de cara al futuro.
No se puede olvidar, que el simple hecho de disponer
de un potencial genético (genotipo) favorable para la
práctica de una modalidad deportiva no garantiza el
éxito en la misma, necesitando de un adecuado
desarrollo a través del entrenamiento.
Los factores exógenos son externos al deportista
aunque no ajenos al mismo. Están ligados a sus hábitos
de vida (sueño, nutrición, etc.) y de entrenamiento
(planificación, tipos de cargas, etc.), lo que les hace ser
más fácilmente controlables y modificables por parte
del sujeto que realiza actividad física o de las personas
responsables del proceso (García Manso, 1996).
Todo aquello que rodea el proceso de planificación del
deportista si puede y debe ser controlado
minuciosamente. Las cargas de entrenamiento, las
cuales son más precisas y eficaces, igual que lo que
ocurre en el complejo entramado que rodea al
entrenamiento (ayudas ergogénicas, estimulantes, etc.)
potencian de forma considerable las posibilidades
adaptativas de partida.
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 Modelo de Entrenamiento
Adaptativo

BIBLIOGRAFÍA

• MOYANO, M. Proceso de adaptación al entrenamiento físico. Grupo Sobre

Entrenamiento. 1

1
Uso con fines académicos