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ESTUDIO DE LA OPINIÓN PÚBLICA DESDE LAS TÉCNICAS E

INSTRUMENTOS CUANTITATIVOS Y CUALITATIVOS

De entre todas las maneras de indagar en la opinión pública, los sistemas más
fiables suelen ser los que usan los elementos y los recursos de la estadística. En
esta línea, las encuestas de opinión pública han alcanzado un lugar privilegiado en
las sociedades modernas.

Además, con el crecimiento exponencial de la tecnología y la cobertura de los


medios de comunicación, las encuestas están cada vez más presentes en la
agenda pública, constituyéndose en un recurso indispensable para orientar las
decisiones de los actores públicos y privados. Efectivamente, las encuestas y
otros estudios de carácter demoscópico posibilitan, mediante muestras
estadísticas representativas, el abordaje de determinados aspectos de la realidad
social que de otro modo resultarían inabordables.

En este sentido, las encuestas resultan únicas a la hora de obtener información


directa a través de las respuestas de la gente sobre una infinidad de temas y en
diferentes niveles. Así, una encuesta de opinión pública permite elaborar un
diagnóstico sobre hábitos sociales y valores culturales relativamente estables,
medir la volátil evolución de la aprobación de un gobierno en tiempos de crisis o
aportar los elementos centrales de la estrategia discursiva de un líder político o
social.

Según Vázquez Fernández, os estudios de opinión pública, y en especial las


encuestas, tienen el gran valor de abordar un objeto de conocimiento de carácter
macro social desde el individuo. En este sentido, el análisis demoscópico
materializa un vínculo tangible entre la eterna dicotomía sociológica de la
subjetividad y la objetividad.

Las encuestas constituyen entonces una herramienta de enorme utilidad ya que


son investigaciones sociales realizadas sobre una muestra de sujetos
representativa de un colectivo más amplio que se desarrolla mediante
procedimientos estandarizados de indagación con el fin de tener mediciones
cuantitativas de ciertos aspectos cuantitativos y cualitativos de la población.

Abordaje de la Investigación

Enfoque Cualitativo:

El comportamiento no siempre obedece a lo consciente, ni a la voluntad ni a la


razón. Conocer las causas y motivaciones de comportamientos y conductas.
Busca descubrir asociaciones y elementos explicativos de conducta en un nivel
más profundo.

Estrategias utilizadas:

 Grupos focales
 Entrevistas en profundidad
 Análisis de discursos.

Enfoque Cuantitativo:

El emergente de opiniones individuales puede ser medido y agregado


estadísticamente ante el estímulo directo de una pregunta.

Cuantifica, mide, describe y dimensiona.

Estrategias:

 Muestras probabilísticas de criterio.


 Análisis estadístico, distribuciones, correlaciones, análisis multivariados.

Niveles en los cuales se pueden platear estos abordajes de la investigación

Nivel individual, grupal y organizacional. En estos niveles, los individuos


pertenecen a varios grupos sociales, que a su vez se mue- ven en determinadas
organizaciones o instituciones que regulan, acotan y delimitan su espacio de
acción social. Las dimensiones que cruzan estos tres niveles están presentes y
pueden observarse en todo momento, ya que constituyen una forma específica de
acción, definida por la construcción de una determinada forma de ser, percibir,
ordenar, interpretar y organizar el mundo.

Este esquema describe un proceso heurístico para observar la construcción de la


opinión pública a partir de los distintos niveles en los que la sociedad opera y a
partir de los cuales habla. La articulación de su discurso se encuentra atravesada
por tres dimensiones: lo cognitivo, lo social y lo sistémico. Se refiere a un proceso
integrado por actores sociales que se mueven en diferentes niveles a través de
dimensiones diferenciadas. La opinión pública es el resultado de las fuerzas que
se mueven y atraviesan los diferentes niveles en la forma de las dimensiones que
ya hemos señalado.

Los niveles hacen referencia a las diferentes formas de acción social y las
dimensiones a las particulares formas en que la acción social se constituye. Así, lo
individual suele caracterizarse por lo cognitivo, lo grupal por lo social y lo
organizacional/institucional por lo sistémico. Pero más allá de esta primera
asociación entre niveles y dimensiones, se plantea que las tres dimensiones están
presentes en todos los niveles. No son excluyentes, es decir, no hacen referencia
a una en detrimento de la otra. Las tres dimensiones acaban por definir,
conjuntamente, los niveles.

El nivel individual está asociado con lo que McLeod et al. (1995) denominarían la
relación micro-micro de análisis. Se refiere a las opiniones construidas por
individuos concretos. El nivel individual se describe en términos de la comprensión
de la formación y cambio de actitudes asociadas con la dimensión cognitiva.

La dimensión cognitiva se relaciona con las formas que tienen los sujetos sociales
para construir su conocimiento. Entendemos, en el sentido que plantea Schütz
(1962), que la construcción del conocimiento es siempre una cuestión social.

Siguiendo a este autor (Schütz), el conocimiento de sentido común se constituye a


partir de experiencias, pero también de las informaciones, conocimientos y
modelos de pensamiento que recibimos y transmitimos a través de la tradición, la
educación y la comunicación social.

El nivel grupal está definido por lo social, es decir, por la manera en que grupos de
individuos reaccionan a través de opiniones o acciones concretas. La diferencia
con el nivel individual está dada por la definición del contexto social como el
elemento clave en la comprensión de la formación de la opinión pública en grupos
de individuos concretos que se comunican entre sí. En este nivel “no nos
corresponde preguntarnos por las formas individuales de la conciencia de los
actores sociales, sino más propiamente por los modos en que los hombres en
sociedad se relacionan entre sí.

El nivel organizacional/institucional alude a la relación macro-macro de la que


hablan McLeod et al. (1995). Aquí suelen situarse las cuestiones relacionadas con
la comunicación pública, los grupos de presión y en general con las instituciones
sociales. Este nivel opera en una dimensión sistémica; son las grandes
organizaciones que ordenan la vida social. A nosotros, de este nivel, nos interesa
explorar particularmente el papel de los medios masivos de comunicación. A
través de ellos se ventila, se discute, se canaliza y se da forma a los debates
públicos.

Esta forma de entender la opinión pública como un proceso comunicativo, como


ya señalábamos anteriormente, nos permite pensarla heurísticamente en tanto
que dinámica cambiante, articuladora de niveles sociales que interactúan a través
de distintos mecanismos, lo cual hace posible “trabajar con los aspectos
individuales y colectivos de la opinión pública como aspectos distintos pero
interrelacionados”.

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