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Aproximación a las representaciones sociales de la política en Ensenada Baja

California

Introducción

La presente investigación busca realizar un primer acercamiento hacia las actitudes que los

universitarios en Ensenada, Baja California, poseen respecto a figuras y eventos políticos a nivel

estatal y federal. Estas actitudes, significarían un primer acercamiento hacia las representaciones

sociales que este grupo social posee respecto a la política, pues tanto las opiniones, las creencias y

las actitudes son constitutivas de las representaciones sociales.

Para este primer acercamiento, se propone estudiar el tipo de actitudes, opiniones y creencias que

originan dos discursos políticos diametralmente opuestos en un grupo de estudiantes y egresados

universitarios en el municipio de Ensenada. De este modo, se pueden obtener opiniones que

signifiquen una aproximación a representaciones más o menos específicas, que en una futura

investigación signifiquen un estudio más amplio de las representaciones sociales donde se tomen en

cuenta su estructura, así como cuestiones socio-históricas y etnográficas que expliquen la

conformación y aplicación de estas representaciones en un enfoque procesual de las

representaciones sociales. Es importante recalcar que se pone especial énfasis no sólo en la

articulación generacional de los estudiantes, sino también en el componente de género que también

es capaz de ofrecer sus propias características en la conformación de una representación.

Justificación

Baja California se encuentra desde finales del siglo XX entre los primeros lugares de baja

participación electoral, y aunque se ha intentado explicar este fenómeno mediante factores clásicos

considerados por las ciencias políticas y la sociología como lo son la calidad de vida, el grado de

educación y la urbanización, estos han sido insuficientes en la comprensión de dicho fenómeno no

sólo en un nivel académico, sino también social. Es importante considerar que la falta de
participación social en la política tiene consecuencias que podrían parecer paradójicas, es decir, que

mientras que muchos de los factores utilizados en la investigación de la baja participación conducen

a la conclusión de una decepción de la población hacia el sistema político por sus incompetencia y

corrupción, dejan de lado la responsabilidad que la baja participación social en la política, no sólo

en elecciones, de algún modo u otro podrían influir en la perpetuación de esa incompetencia y

corrupción dentro de la esfera política. De modo que la presente investigación propone ir un paso

más allá de la conclusión de la decepción social, y mediante las representaciones sociales que el

discurso es capaz de develar, busca hacer un intento por mostrar a la sociedad que se comparten

ciertos aspectos de una realidad política, lo cual podría llevar a la dialogicidad en esta sociedad del

noroeste de México, con la cual será posible, en menor o mayor grado, la apreciación de la

responsabilidad social en la perpetuación de un sistema de gobierno fallido y la necesidad de

cooperación para reducir la artificialidad de la democracia que subsiste en la región.

Metodología

Los participantes son estudiantes y egresados universitarios, los cuales se seleccionaron de los 18 a

los 40 años. Esta elección se basó en los datos del INE (2012), donde se presenta que, a menor

edad, existe mayor abstención, de modo que se busca ahondar en el cambio, si es que existe, de

representaciones sobre la política que se van reconstruyendo con el paso de los años en un

individuo. Como requisito, es indispensable que los participantes tengan al menos 10 años

residiendo en Baja California.

En una primera fase se diseña un cuestionario donde se presentan dos tuits relacionados a la política

con una polarización ideológica entre uno y otro. Se les explica a los participantes que deberán leer

los tuits, y posteriormente evaluar cada uno en una escala de Likert según el grado de acuerdo o

desacuerdo que tienen con el tuit. A su vez, se añade una sección de opción libre para dejar algún

comentario si lo consideran necesario. Esto con el fin de poder analizar el tipo de discurso que estos
tuits polarizados provocan en los distintos participantes en términos de grupos de edad y género, y

el tipo de temas, eventos y sujetos a los que hacen referencia.

Una vez que se recolectan los datos, se hace la agrupación por edades y por género, posteriormente

se analizan las reacciones, y se clasifican los referentes, eventos y sujetos más comunes entre los

participantes, así como las actitudes y creencias que se vislumbran.

En una segunda etapa, se diseña una entrevista con base en los datos obtenidos en la primera fase, a

fin de profundizar en aquellos temas, sujetos y referentes mencionados previamente. Una vez que se

diseñan el guion de la entrevista, se procede a realizar entre los participantes dos tipos de

entrevistas. La primera de éstas consistirá en entrevistas individuales, a fin de obtener las opiniones

y representaciones que poseen de ciertos aspectos de la política local y federal. El segundo tipo de

entrevista será de tipo focal, misma que tendrá dos variaciones: la variación de igualdad, se

enfocará en grupos con opiniones homogéneas, es decir, aquellos que comparten grados de acuerdo

semejantes con alguno de los tuits; la variación de desigualdad, por otro lado, contará con

participantes de opiniones opuestas. Esto con el fin de observar si existen variaciones de opinión

cuando se activan mecanismos de defensa para proteger los posibles núcleos de representaciones

sociales de la política.

Con la información obtenida, se espera que en un futuro sea posible iniciar una investigación más

profunda con un enfoque procesual de las representaciones sociales que tome en cuenta aspectos

sociohistóricos, socioeconómicos y sociopsicológicos.

Marco teórico

En este apartado, se añaden las referencias básicas que sirven como sustento de investigación a

partir de lo que distintos autores han planteado en áreas de comunicación, sociología y lingüística.
Dado que esta investigación se enfoca en gran medida en la realidad de la política, y se entiende que

la realidad se interpreta según el observador, es importante en primer lugar hacer una aclaración de

lo que implica la construcción de una realidad social, así como el papel que las representaciones

sociales juegan dentro de esa construcción. En segundo lugar, se hará un recuento breve de la

conceptualización teórica de las representaciones sociales, así como de la importancia para la

investigación.

Construcción de la realidad

La comunicación de la realidad en la actualidad difícilmente se entiende como un proceso unívoco.

Sin embargo, entre las oposiciones teóricas se encuentran aquellas que ven a los individuos como

seres pasivos que reproducen la información que las estructuras dominantes propagan. Del otro lado

se encuentran aquellos que no niegan el efecto de estas estructuras dominantes, pero no admiten la

visión de los individuos como seres pasivos y en su lugar, proponen una interacción del individuo

con la sociedad y con el objeto que se busca explicar o asimilar.

Explicar las relaciones entre los tipos de información disponibles y la influencia directa que

ocasiona en la población para tener una conducta política más o menos homogénea, partiría más de

una concepción venida del conductismo. El rigor del conductismo lleva a intentar explicar la

realidad social con el rigor que se utiliza en la biología y la física, inclusive tomando prestados

conceptos de estas áreas para describir la realidad social. Sin embargo, deja de lado diferencias

cualitativas las diferencias cualitativas existentes entre el estudio de fenómenos materiales y

humanos (Ortiz, 2013). De este modo, en ciencias sociales se ha tendido a hacer estudios del tipo

binario, donde objeto y objeto se describen por separado; en términos de la construcción del

conocimiento, se podría ejemplificar mediante el conductismo que son las características del objeto

humano, a menudo sustentadas por la biología, las que interpretan lo que el ambiente proporciona y

posteriormente llevan a asumir una conducta específica. Sin embargo, este tipo de visión asume que
el ser humano al construir conocimiento, así como con otro tipo de actividades, está imposibilitado

a la reflexión de aquello que realiza; de este modo se limita o despoja al ser humano de la

consciencia y del nivel afectivo. Esto sin duda ha traído distintas críticas, pues el determinismo

propuesto se considera una especie de reduccionismo, sobre todo en la época actual de la ciencia, en

la que dentro de la misma física se pueden encontrar teorías que explican la realidad material con

una apertura de interpretaciones distintas.

Ante este tipo de investigaciones, semejantes a las motivadas por el conductismo, Moscovici

propone dejar de lado el esquema diádico que el conductismo y la ciencia en occidente suele

generalizar a los eventos de la realidad, y para esto propone un sistema de interacción triádico.

Dentro de este sistema, es posible encontrar la intervención e incidencia de otros sujetos en la

construcción del conocimiento que el sujeto hace de un objeto. Esta forma de pensamiento es

importante, sobre todo en el estado del mundo en el que nos encontramos, donde la globalización ha

logrado romper barreras de comunicación que en el siglo XX parecían inamovibles. Esto ha llevado

a una sociedad distinta de la homogénea, ahora la diferenciación y la heterogenización de los grupos

sociales ha llevado a distintas formas de interpretar la realidad, de un conocimiento del sentido

común (Ortiz, 2013).

Ahora bien, si se piensa la realidad política, tal como cualquier otro aspecto o evento de la vida, ésta

no se comunica tal y como es de una persona a otra, sino que es a través de la percepción social y de

la representación que aspectos sociales, culturales y emocionales propician en un individuo inmerso

en una comunidad determinada en un momento determinado. Esto de ningún modo implica que esta

forma de representar sea estática, pues como la lengua, herramienta mediante la cual se construye y

reconstruye el conocimiento, la representación es dinámica y socialmente elaborada en nuestras

acciones cotidianas (Cruz, 2006). A su vez, dado que la presente investigación pone especial énfasis

en jóvenes estudiantes, es necesario considerar que aunque el imaginario juvenil no se constituye

enteramente autónomo frente a las instituciones y grupos de poder, al mismo tiempo se opone a la
visión de que éstos son simples reproductores de las retóricas y discursos de estas instituciones y

grupos de poder ( Santibáñez & Ganter, 2016).

En este sentido, Cruz menciona que el aspecto socio-histórico en la investigación social propuesto

por Sampson (1991), tiene la importancia de buscar describir las diversas perspectivas de la realidad

que se desarrollan en distintos grupos de personas, esto lleva al investigador a una comprensión de

las bases sociales e históricas, así como el papel que estas perspectivas juegan en la vida de las

personas. Después de todo, las personas no realizan sus interacciones únicamente en función del

modo en que perciben las circunstancias en cada momento de la vida, sino que hay una serie de

referencias, significados o representaciones que son socialmente construidas e internalizadas y las

cuales llevan a un modo de actuar más o menos específico, que de ningún modo debería verse como

una cuestión determinista (Cruz, 2006).

De este modo, un evento o situación de la realidad puede devenir en una representación más o

menos positiva según las características del individuo y de la comunidad y entorno en que éste se

encuentra inmerso. Por ejemplo, la representación que espacios nocturnos en la ciudad puede variar

en una comunidad con bajos índices de inseguridad que en una con altos índices de inseguridad. La

misma representación de los espacios nocturnos además puede variar en función del género, pues si

bien para los hombres la representación podría ir encaminada hacia actos delictivos como el asalto o

el secuestro, las mujeres además de estas representaciones también podrían añadir el de las

afectaciones físicas como lo son el acoso sexual y la violación, afectaciones que sólo se pueden

entender en tanto cuerpo y como comunidad de género (Roque, 2012).

Representaciones sociales – Conceptualización e importancia de su abordaje en la realidad

política.

Antes de continuar, lo normal sería ofrecer una definición precisa de las representaciones sociales.

Sin embargo, es difícil proponer una definición exacta, el propio Moscovici se negó a esta tentativa,
pues más que clarificarla, resultaría perjudicial para la evolución de la teoría de las representaciones

sociales (Cruz, 2006). Este tipo de postura, se repite en varios autores que han estudiado la

comunicación social desde la teoría propuesta por Moscovici, y consideran que el concepto de

representaciones sociales posee un carácter abierto y distintos modos de apropiación que esa misma

apertura permite (Banchs, 2000). Para Ibañez (1988), quien toma elementos de Moscovici y Jodelet,

las representaciones sociales se encargan de producir los significados necesarios para la

comprensión, la orientación y la actuación en el medio social. Se puede decir que son teorías de

sentido común que permiten a las personas describir, clasificar y explicar los fenómenos de las

realidades cotidianas, esto con la precisión necesaria para que las personas logren desenvolverse en

la cotidianeidad.

Para fines de esta investigación, entenderemos la representación social como el proceso de

clasificación, explicación, valoración y evaluación mediante el cual el ego en colaboración con el

alter logra de un objeto. De este modo se puede entender la triáda propuesta por Moscovici que es

mencionó en el apartado anterior. Ninguno de los elementos de esta triada se circunscribe al otro,

pues existe una relación de imbricación entre cada uno de estos elementos en su propia

construcción. La representación es individual, cognitiva, en tanto que la persona se apropia de un

conocimiento, recreándolo de diversas maneras, pero es social, al mismo tiempo, porque la materia

prima con que lo ha construido es de carácter social. Las representaciones se actualizan, se

construyen y se recrean en la interacción comunicativa cotidiana de los individuos (Ortiz, 2013). De

modo que cuando las personas se refieren a los objetos sociales, es porque tienen una representación

social de esos objetos que han creado como seres cognoscitivos que interactúan en una comunidad.

De esta manera las personas logran asir la realidad a través de las explicaciones que surgen en los

procesos de comunicación y, en general del pensamiento social. Por esto motivo, analizar las

representaciones sociales mediante el discurso permite entender la dinámica de las interacciones y

las prácticas sociales, toda vez que la representación, el discurso y la práctica se generan

mutuamente.
La importancia de abordar la política desde las representaciones sociales, reside en el la priorización

que se hace a los lazos intersubjetivos y sociales más que a los lazos sujeto-objeto. Hay que

recordar que para Moscovici, dentro de la interacción sujeto-objeto, no existe un solo sujeto, pues

son varios los sujetos que intervienen por la relación que mantienen entre ellos así como la relación

íntima que mantienen hacia el objeto social (Barberena, 2008). Encontrar a partir del discurso las

representaciones que un grupo social posee sobre la política, implica un reconocimiento colectivo

de una construcción que, si bien es compartida, podría no ser del todo explicita. La explicitación de

esta realidad por medio de las representaciones sociales implicaría, quizá, una mejor organización

social con respecto a las demandas de la sociedad hacia el gobierno. A su vez, desde el sistema de

gobierno, se pueden observar los criterios que se necesitan resolver a fin de mejorar la participación

electoral y política de la sociedad. Por otro lado, es importante recalcar que, como menciona

Speckman (2006), las realidades homogéneas, la nación comunidad como tal, no existen, en su

lugar es necesario hablar de realidades heterogéneas que viven la política de formas distintas, por lo

tanto, es necesario ajustar la política a las prácticas y representaciones que distintas comunidades

poseen en su entorno.

Referencias

-Banchs, M. A. (2000). Aproximaciones procesuales y estructurales al estudio de las

representaciones sociales. Papers on Social Representations , 9(3), 1-3. Recuperado

de: http://www.psych.lse.ac.uk/psr/PSR2000/9_3Banch.pdf

-Barberena Serrano, D. (2008). Las Representaciones Sociales de los alumnos de sexto semestre de

bachillerato sobre las carreras de Técnico Superior Universitario en la Universidad Tecnológica de


Tulancingo y su repercusión en la matrícula. (tesis de doctorado). Universidad Autónoma del

Estado de Hidalgo, Pachuca, Hidalgo.

-Cruz Souza, F. (2006): Género, psicología y desarrollo rural: la construcción de nuevas

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Ibáñez, T. (1988). Representaciones Sociales: Teoría y Método. En: Ibáñez, T. (Coord). Ideologías

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Ortiz Casallas, E. (2013). Las representaciones sociales: un marco teórico para abordar la

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Recuperado de: https://www.produccioncientificaluz.org/index.php/rcs/article/view/25615/0

-Sampson, E.E. (1991). Social Worlds, Personal Lives: An introduction to Social Psychology. San

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-Santiago Roque, J. (2012). Análisis de las representaciones sociales sobre la inseguridad y el

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-Santibáñez Rodríguez, P., & Ganter Solís, R. (2016). Representaciones Sociales de lo político.

Convergencias y Divergencias del Relato Generacional En el Gran Concepción. Última Década,

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-Speckman Guerra, E. (2006). Del antiguo régimen a la modernidad. Reflexiones en torno a la

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