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El Maestro Ignorante, enseñar lo que no se sabe.

En su texto “El maestro ignorante”, Rancière comienza narrando la experiencia de


Jacotot durante su exilio en Holanda. En base a esto, el autor, desarrolla
posteriormente los razonamientos de Jacotot respecto al modelo pedagógico
imperante en ese momento histórico. Este pensador, llegó a la conclusión de que aún
con buena intención, todo docente que intenta explicar su propia ciencia, en vez de
dejar que el alumno se conecte directamente con el contenido, termina generando un
atontamiento, ya que se crea una especie de dependencia de la capacidad de
explicar de un tercero.

Para Jacotot, en el acto de enseñar y aprender hay dos voluntades y dos


inteligencias. Se llamara atontamiento a su coincidencia. En la situación experimental
creada por Jacotot, el alumno estaba vinculado a una voluntad, la de Jacotot, y a una
inteligencia, la del libro, enteramente distintas. Se llamara emancipación a la
diferencia conocida y mantenida de las dos relaciones, al acto de una inteligencia que
solo obedece a si mismo, aunque la voluntad obedezca a otra voluntad.

El rol del docente emancipador es que, mediante la unión de su voluntad de


enseñar y la voluntad del alumno de aprender, logre que este, mediante el uso de su
propia inteligencia, se conecte con la inteligencia del contenido, sin la inteligencia del
docente como intermediario. A esto también hace referencia Cerletti al afirmar que los
contenidos deben ser pretexto para que el otro pueda construir sus propias ideas,
dando lugar a la subjetividad del alumno. O en otras palabras, “enseñar es invitar a
pensar”. Actuando de esta forma, Jacotot afirma que se puede enseñar lo que se
ignora si se emancipa al alumno, es decir, si se le obliga a usar su propia inteligencia.
Teniendo en cuenta esto, llegamos a la conclusión de que en una pedagogía
emancipadora ya no es necesario que el docente sea ese sabio que debe tener una
respuesta para todo, porque el aprendizaje ya no dependerá de su propia inteligencia,
sino de su voluntad de lograr que la inteligencia del alumno se conecte con la
inteligencia del libro; entonces puede permitirse el error.

Ahora bien, ¿por qué todavía cuesta tanto romper con el orden explicador? Cerletti
pareciera responder esto cuando sostiene que en las instituciones educativas mas
que promover el pensamiento lo que se suele hacer es transmitir el pensamiento de
otros en forma de conocimientos. Y la explicación ofrecida desde una postura
reproductivista por dicho autor para este fenómeno, es que la escuela tradicional, es
una institución creada por el capitalismo para reproducir la fuerza de trabajo.

O en palabras de Lewkowicz, es una institución que fue creada por los estados
nacionales como un dispositivo disciplinario y de control. En este sentido, tiene que
ver con la idea de hacer útiles y utilizables a los individuos para la sociedad. Un
ejemplo de esto es la toma de exámenes como instancia de control y duplicación del
saber adquirido, así como también las planificaciones que se les exige entregar a los
docentes.

Sin embargo las demandas que la sociedad de hoy tiene para la escuela son
distintas porque esta misma es distinta. Hoy en día en la escuela se presentan más
conflictos que situaciones de aprendizaje y el docente muchas veces no sabe cómo
desenvolverse. Gran parte de estos conflictos se deben a que las escuelas
actualmente no tienen el carácter de institución que antiguamente les era garantizado
por el Estado- Nación. Ya no se trata de alienación y represión, sino de destitución y
fragmentación; ya no se trata del autoritarismo de las autoridades escolares, sino del
clima de anomia1 que impide algún tipo de ordenamiento, donde ya no hay leyes sino
reglas inmanentes, que solo son válidas dentro de la escuela.

Ya no se trata de lidiar con condiciones estatales sino mercantiles. De esta


manera sin función ni capacidad de adaptarse a esta nueva dinámica, la escuela se
transforma en galpón, ya que fue creada de una determinada forma en base a la
demanda de la sociedad de una época, y como dijimos antes, esta demanda cambió.
Hoy se la vincula con la prestación de un servicio: capacitación.

La anomia que anteriormente mencionamos, es producto de la pérdida de la


capacidad de “amalgamar” que anteriormente poseía el Estado- Nación, dado su
poder de crear leyes universales. En cambio hoy rige el poder de mercado, y al no
haber un organismo con una meta-subjetividad equivalente que cree relaciones
analógicas entre las instituciones, éstas crean sus propias reglas que solo son válidas
dentro de ellas.

A modo de conclusión

Ranciére retoma en “El maestro ignorante” las categorías de “orden explicador” y


“maestro emancipador”. Si bien el orden explicador fue creado por el capitalismo
moderno como medio de reproducción de la fuerza de trabajo, la teoría marxista
sostiene que el capitalismo, a diferencia de otros modos de producción, tiene la
capacidad de mutar para no desaparecer. Por esta razón, el capitalismo actual ya no
se rige por leyes institucionales sino de mercado. Por este motivo la escuela parece
haber perdido la función que poseía. Ante esto hay dos opciones, por un lado la de
crear una escuela que se adapte a las necesidades del mercado, o por el otro, ser
maestros “emancipadores” que ayudemos a los alumnos a crear una forma de pensar
que les sea propia y no que sea servil a las fuerzas dominantes.

1
Falta de normas o incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos de lo necesario para
lograr las metas de la sociedad

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