Está en la página 1de 7

IES N° 1 Alicia Moreau de Justo

SUJETO DEL NIVEL - Parcial Domiciliario

ENSAYO SOBRE LA VULNERABILIDAD DEL


ADOLESCENTE Y/O JUVENTUD

Autor: Diego Dabul


Profesor: Eduardo Corbo Zabatel

1
Síntesis de la película: El Polaquito.
de Juan Carlos Desanzo

Las vías del ferrocarril Roca, habitual escenario de abusos que cotidianamente
sufre, por parte de un adulto violento y dominante, el Polaquito, protagonista de
la película.
Un adolescente que además de vivir en los vagones del tren, sufre algunos
conflictos en relación con la ley. En las calles conoce a una compañera de vida
de la que rápidamente se enamora, una joven que gana sus días
prostituyéndose en beneficio del mismo opresor, el que domina el trabajo de
varios niños de la estación Constitución.
Juntos intentan librase de la opresión, pero no tienen demasiado éxito. El
Polaquito posee una familia abandónica con un padre agresivo, lo que
mantiene su vida en las calles, pero a partir de este momento ya no está tan
solo y juntos deciden volver a empezar. Por el contrario, por diversos conflictos
y traiciones, el Polaquito será alojado en un instituto de menores, para luego
ser devuelto a su familia. Ante esta situación mantendrá una fuerte oposición
tomando en cuenta también la noticia del embarazo de La Pelu .lo que lo lleva
a permanecer tutelado hasta recibir la oportunidad de salir a cometer delitos
para beneficio de las autoridades.
Un día libre y un sólo robo, le permiten conseguir el dinero que él cree será la
ayuda que les permita concretar su sueño de formar una familia. Pero una vez
más los actos del personaje opresor los envuelve en denigraciones y dudas
rompiendo con sus procesos de subjetividad y finalmente sus vidas.

2
Introducción:

La adolescencia es una etapa que al atravesarla puede generar nuevas


sensaciones como también frustraciones que en algunos casos dejan marcas,
al salir de ella y para el resto de la vida. Otorga o por lo menos intenta hacerlo,
elementos con los que se construye el proceso de subjetividad, el que nos
permite modelar la identidad en presencia del otro. Su emancipación depende
de la liberación del mundo imaginario y casi definitivamente, de la
independencia económica hacia su familia, sostén que será asimismo relevado
por modelos adultos que acompañarán al sujeto en esta construcción del
territorio adolescente, otorgándole una pieza fundamental, su voz.
Es aquí donde los educadores cumplen un papel significativo en los jóvenes,
donde el diálogo se manifiesta como una acción liberadora.
La escuela como ámbito social altamente significativo en esta construcción, en
la que el joven adquiere un nuevo rol ante sus pares y otros actores, quienes
resultan generadores de confianza o desaliento.
Por diferentes motivos, muchas veces pueden producirse determinadas
desviaciones del desarrollo esperado en un adolescente, como ser la
emancipación temprana, la cual puede estar dada por algunos motivos como:
embarazos adolescentes, familias expulsivas o abandónicas, necesidades
económicas que generan inserción laboral temprana a un individuo que aún no
cuenta con las herramientas psíquicas necesarias para ese rol.

En este ensayo basado en la película “El polaquito”, dirigida por Juan Carlos
Desanzo, intentaré pesquisar los rasgos y vulnerabilidades más sobresalientes
del adolescente, las consecuencias que pueden generar la ausencia de
escolaridad del mismo, la posible estigmatización como parte de una
“prevención” y cuáles podrían ser los caminos correctos, o por lo menos los
más adecuados que pueda recorrer un joven en estas circunstancias.

Desarrollo:

En un contexto en el que sólo importa el presente, donde existe muchas


veces la imposibilidad de construcción de un futuro y un desarrollo esperado en
un adolescente, donde los riesgos por estar al margen de la ley y los
sometimientos son lo cotidiano. La estigmatización como la cara de una
moneda que difícilmente puede ser revertida mantiene al sujeto excluído, como
menciona Rubén Efron, “La transgresión a valores socialmente instituídos que
llevan a la represión y control que permitan defender a la sociedad de esos
sujetos peligrosos”.1
De esta manera el adolescente marginado además de no contar con el
sistema educativo, como espacio de pertenencia, contención e identificación es
asociado directamente con la delincuencia y el consumo de drogas, entre otras
actividades, que pueden dificultar aún más su realidad ante el resto de la
sociedad, imposibilitando a oportunidades futuras.

1
Rubén D. Efron, “Subjetividad y adolescencia” en Adolescencia y pobreza , educación y trabajo.
Buenos Aires 1996.

3
El protagonista suele a diario ganar algún dinero interpretando sus tangos
favoritos, en algunos de los vagones del tren Roca. De esta manera lejos de
todo acto delictivo y sin contar con las herramientas y la contención necesaria,
intenta construir su propio camino. Camino que se muestra muy difuso y
entorpecido tomando en cuenta la fragilidad de esta etapa y el lugar que ocupa
un adulto en su vida, como explotador y opresor de sus actos, manteniéndolo,
sometido lejos de toda posibilidad de emancipación. Según Francoise Dolto
“Un sentimiento de dependencia que no se tiene respecto de los padres, la
protección y la ayuda material de una tercera persona culpabilizan mucho más.
La influencia de estos protectores puede alienar la vida de libertad de sus
protegidos”.2 La apropiación del cuerpo es otro momento que constituye la
subjetividad del joven. El protagonista se muestra afectado ya que su debut
sexual estaba por consumarse y tomando en cuenta la falta de información
algunos miedos comenzaban a manifestarse.
Muy lejos de una familia contenedora que protege a sus hijos, por lo menos
hasta la mayoría de edad, el protagonista se encuentra en una situación de
calle donde la distancia a las “buenas oportunidades” se hace cada vez más
larga. Esta figura de “protección” que adopta el adulto es en realidad muy
engañosa ya que los objetivos que éste tiene con el adolescente, quien
además cree estar en deuda, son únicamente en beneficio propio,
abandonando así todo derecho o ayuda real hacia el joven. El adulto mantiene
así en forma permanente, un sometimiento feroz, que hace sumisa la mirada
del adolescente a una sociedad que cotidianamente lo estigmatiza, un sello o
una etiqueta que nos advierte de una supuesta peligrosidad de la cual
“debemos estar alejados”.
Sacando provecho de los jóvenes que se encuentran fuera de lo que se
establece como límite en una sociedad, en la que las normas y la ley se
desarrollan en lo cotidiano, El rengo, un lustrador de zapatos de la estación de
trenes, tiene entre otras changas la intención de dominio y control hacia la vida
de muchos chicos. Este tutor inicia en la prostitución a una de las jóvenes como
forma de retribución hacia la supuesta “protección” que dice brindarle. Es ésta
otra manera de denigración del sujeto que opera dentro de un sistema de
dominación del que muchas veces no encuentra una salida del todo visible.
En este caso donde se demuestra una extrema peligrosidad, así como
describe Marcelo Urresti “casi no hay juventud en los sectores populares”.
“Surgen nuevos obstáculos: en la definición social del modelo de juventud está
operando un sistema de dominación social que hace aparecer como jóvenes
sólo a los miembros de una clase”.3
El polaquito como todo adolescente que necesita de sus pares comparte todo
o lo poco que su vida de calle pudo darle como también su propia amistad, es
de esta manera como participa de algunos actos de delincuencia de los que es
empujado por alguna influencia dominante y la simple tentación de un joven
que nada tiene pero no deja de desear o soñar. La tentación como una vidriera
de lo que no hay, de lo que otros tienen y la fantasía de pertenecer por lo
menos a través de un par de zapatillas de buena marca, “un atractivo hipnótico
sobre los adolescentes”4, a una sociedad que nada les ofrece, por el contrario,

2
Francoise Dolto, “El concepto de adolescencia: puntos de referencia, puntos de ruptura” en La causa de
los adolescentes. Buenos Aires 1990.
3
Marcelo Urresti,
4
Ibidem

4
que generalmente ignora y repele manteniendo la mayor distancia posible,
separando y excluyendo. “En un escenario económico en el que las diferencias
sociales se agrandan, la brecha que separa los que más y los que menos
ganan se hace cada vez más amplia”.5

Conclusión:

Es necesario que el adolescente en este caso forme parte del sistema


educativo, la escuela media es una herramienta necesaria para el desarrollo de
la subjetividad la que permite además de participar de un curso, también
sentirse parte, la sensación de pertenencia es una forma de involucrarse,
asumir objetivos y principalmente responsabilidades. Un fortalecimiento que le
será muy útil en su adultez.
Es aquí donde nos encontramos con la necesidad de políticas públicas y la
presencia de un espacio, preferentemente la escuela media, como lugar de
contención e identificación, además de brindar los conocimientos. Un espacio
que actúe como sostén en la construcción de la subjetividad del adolescente,
evitando la alienación ú opresión del mismo, generando toda oportunidad de
identificación, comunicación y diálogo, evitando quedar sumergida en la
pasividad dominante de un pensamiento único. Como menciona Francoise
Dolto “Se trata de una edad frágil pero asimismo maravillosa, porque reacciona
también a todo lo positivo que se hace por él “.
La escuela media funciona con un alumnado absolutamente heterogéneo en
relación a su condición económica, donde solo la edad tienen en común.
Cuando se trata de las clases más pobres, muchos jóvenes se sienten
excluídos tomando en cuenta sus propios valores, intereses y esperanzas que
colisionan con una realidad que llenan de desilusiones, junto con la necesidad
de un empleo laboral temprano, en una institución con graves problemas de
adaptación al “nuevo sujeto”. Pero a pesar de ello, es la escolarización una
entrada a la juventud donde el sujeto encuentra en este espacio oportunidades
que fuera de él muy probablemente no hubiera encontrado “La escolarización,
por una parte crea juventud, es decir, contribuye fuertemente a la construcción
de estos nuevos sujetos sociales”.6
Pero también es importante un cambio en las escuelas, crear nuevos espacios
y dispositivos extraescolares, además de pensar al alumno sin dejar a un
costado su juventud y lo que ella implica, la misma que trae consigo múltiples
cuestionamientos para pensar la escuela. Acompañar a un alumno con
necesidad de diálogo e interacción, el que no se conforma con ser un
“depósito de información” durante las clases, sino que además intercambia y
comparte con el docente experiencias de las que ambos se nutren o
enriquecen.
“En los dichos de los alumnos aparece evidente una trayectoria que
paulatinamente los conduce de aquella manifiesta simetría inicial a una relación
con sus profesores cercana a una relación de paridad, los alumnos refieren
sentirse tratados como iguales”. 7

5
Ibidem
6
Emilio Tenti Fanfani, “Culturas juveniles y cultura escolar”.
7
Eduardo Corbo Zabatel, “Escuelas medias exitosas” representaciones y prácticas. Proyecto de
investigación.

5
“El involucramiento se ha considerado un posible antídoto contra la
desmotivación y el bajo rendimiento del estudiantado, ya que es modificable
por influencias contextuales y ajustes en el ambiente escolar..”. 8
La exclusión está vinculada directamente con el involucramiento del
adolescente, el que podría concretarse si sus intereses se manifestaran a
través de una de estas actividades, más allá de la desventaja económica que
posea. Una de las pocas oportunidades que una buena contención en esta
etapa tan frágil va a ofrecerle.

Sería interesante pensar en proyectos que despierten o motiven la curiosidad y


constancia ante propuestas que normalmente no tendría acceso, donde las
responsabilidades, frustraciones, pero también las satisfacciones fueran algo
cotidiano como lo son en la vida misma.
Espacios de inserción desarrollados en sus propios intereses lejos de una
alienación del individuo en una práctica que poco le sume, como también la
atención e información a distintos temas como la educación sexual, la violencia
de género y la psicología entre otros ámbitos de atención.
La presencia de un adulto que ante las diversas necesidades pueda alojar y
orientar al adolescente en un contexto de contención y buen desarrollo. La
posición del adulto ofrece acompañamiento mientras el adolescente soporta
todo tipo de confrontaciones dentro y fuera de la escuela, en el contexto de una
etapa donde lo más importante es la mirada del otro, que descubre, identifica y
reconoce, ofreciendo en principio un espacio donde es vital el mirar y ser
mirado, como una forma más de aceptación

En el caso del protagonista, desarrollar su arte, su deseo, depositado en el


Tango, una manifestación cultural que podría ofrecerle un camino, que aunque
sin la seguridad de ser sólidamente mantenido en el transcurrir del tiempo,
pudiera abrirle otras puertas al “pensamiento abierto” que le permitan soñar y
desear de manera más tangible, sin esa sensación de desventaja que lo
excluye desde el primer instante hacia otra realidad.
“En la medida en que la vida en sociedad no es capaz de ofrecer explicaciones,
caminos ni respuestas, muchos adolescentes y jóvenes de hoy en día, al igual
que tantos adultos, se ven tentados o empujados a explorar lo extremo, a
merodear la muerte”9

“.. primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y, al fin,
andar sin pensamientos”.

Tango, Naranjo en flor, Intérprete: Roberto Goyeneche, El Polaquito.

8
Irma Agredas Negrini, “Involucramiento de las estudiantes y los estudiantes en el proceso educativo”.
9
Débora Cantor, “Las formas de lo escolar”. El lugar del joven en la escuela.

6
Bibliografía:

Francoise Dolto, “El concepto de adolescencia: puntos de referencia, puntos de


ruptura” en La causa de los adolescentes. Buenos Aires 1990.

Rubén D. Efron, “Subjetividad y adolescencia” en Adolescencia y pobreza ,


educación y trabajo. Buenos Aires 1996.

Marcelo Urresti. Las culturas juveniles.

Emilio Tenti Fanfani, “Culturas juveniles y cultura escolar”.

Eduardo Corbo Zabatel, “Escuelas medias exitosas” representaciones y


prácticas. Proyecto de investigación.

Débora Cantor, “Las formas de lo escolar”. El lugar del joven en la escuela.

Irma Agredas Negrini, “Involucramiento de las estudiantes y los estudiantes en


el proceso educativo”.

También podría gustarte