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Universidad Nacional de San Luis-Facultad de Psicología

Carrera: Licenciatura en Psicomotricidad


Asignatura: Psicología del Desarrollo
Año Académico: 2020
Prof. Responsable: Esp. Cora Alejandra Klement

Adultos y jóvenes en el contexto sociocultural actual

Documento elaborado por Esp. Cora Alejandra Klement

El mundo hoy es percibido desde una subjetividad diferente, los referentes han cambiado, se han
multiplicado exponencialmente, a veces son frágiles y poco duraderos, otras sustancialmente distintos
a los conocidos por lo que puede observarse a un adulto desorientado, sin referencias estables que le
permitan interpretar la realidad y hacerla comprensible para las generaciones más jóvenes.

Los desbordes propios de la época empujan toda frontera conocida, evidenciando la dificultad del
sujeto para oponerse o cuestionar los mandatos del mercado a los que termina sometiéndose
obediente, cosificado. La tecnología, aliada incondicional del modelo capitalista, induce a consumir
rápidamente todo y esta ingesta indiscriminada, “este mandato hecho carne”, evidencia como la
eficacia del inconciente trastabilla ante la potencia de la impronta sociocultural.

Los efectos de un modelo que contraría toda emergencia subjetiva, se multiplican en todos los
órdenes de la vida. El debilitamiento de los lazos sociales y de las tramas simbólicas reducen las
posibilidades de amarrar algo de la perplejidad que jóvenes y adultos sienten ante una realidad que
se presenta desmesurada, por momentos indescifrable.

Los adultos, padres de adolescentes, visibilizan la dificultad de asumir un lugar de mediación entre
el mundo y sus hijos, problemática que se reitera y a la que se refieren con diferentes enunciados sin
encontrar las claves de lo que sucede, pero acusando agobio y malestar. En el intento de dar alguna
respuesta a lo que pone en tensión su función, los culpables se encuentran con facilidad afuera, el
gobierno, la sociedad, los adolescentes, las redes sociales, la escuela. La dificultad para asumirse
desorientados y accionar críticamente en la búsqueda de soluciones, incrementa el desencuentro
entre generaciones y la posibilidad de asumir sus funciones como adulto garante.

Los jóvenes en plena transformación necesitan del tutelaje del adulto para comprender la realidad
particularmente en tiempos donde “tanta fluidez referencial precipita identidades débilmente
hilvanadas”, las que, ante las desmesuras de la realidad, dejan al joven y a sus pulsiones sin carriles,
librados a su suerte. Frente a la emergencia pulsional, sin mediaciones que permitan ordenar,

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reflexionar y darle un sentido a lo que viven, el pasaje a la acción puede reiterarse siendo en casos
extremos, un riesgo para sí mismo y/o para los demás.

Ser padres de adolescentes en tiempos signados por cambios constantes en todos los órdenes , es
mucho más que una empresa movilizadora, cuanto menos es conmocionante. La desazón que siente
el adulto ante la carencia de herramientas para interpretar realidad, en muchos casos se traduce en
el intento de proteger al adolescente contra todo riesgo o posibilidad de sufrimiento. Este cometido
toma formatos muchas veces inconducentes que entorpecen el devenir adolescente. El adulto
paralelamente se encuentra con sus limitaciones personales atravesando sus propias crisis y los
nuevos desafíos que los cambios internos y externos le imponen.

…“prefiero qué se encierre en su pieza y no se junte con nadie, yo le doy todo lo que ella necesita,
estoy más tranquila de que sea así, ya bastante tengo para lidiar todos los días y mantener todo”…

…”Yo sé que no estudia, que se hace la rata y va a perder el año, pero le pongo penitencias y después
me da pena, después de todo es adolescente…”

La responsabilidad del adulto y las diferencias intergeneracionales

La sucesión y celeridad de los cambios parece haber dejado a los adultos en una posición de
ignorancia, “un no saber qué hacer con lo pulsional”. Habitan una realidad que no terminan de
comprender, sin embargo es dable destacar que esta coincidencia con ciertos estados de
vulnerabilidad adolescente no iguala a las generaciones. El adulto aventajado en relación al joven,
posee recursos psicológicos, experienciales y cognitivos con los cuales puede darle un sentido
diferente a las vivencias que conmocionan su integridad. No puede des-responsabilizarse por todo
aquello que compete a las funciones que como adulto ejerce y que dejan huella en las generaciones
más jóvenes.

Muchos no logran mantener la distancia que permita proteger y acompañar al adolescente


apuntalando adecuadamente su psiquismo para que construya y afiance su identidad.

“Me avergüenza que mi vieja me cuente como le fue con el novio y cuando quiero contarle algo de mis
amigas habla ella y termina criticando a los padres”…

“ Mi vieja sabe que la verseo, yo llego refumado y ella se hace la tonta, dejo los porros a la vista y no
los ve…”

“..me da bronca que mi viejo me cuente sus historias y me pregunte qué haría yo”…

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Sabemos que la subjetividad se constituye en relación a los adultos, desconocer que cada una de
nuestras retiradas, marca subjetivamente a los niños y a los jóvenes es, cuanto menos mezquino e
irresponsable, y esta preocupación ha sido el motor de este trabajo.
Si los adolescentes en plena metamorfosis lo que encuentran son adultos endebles, incapaces de
escuchar, acompañar y poner límites, quedan huérfanos, carentes de un blanco donde descargar su
artillería, batalla necesaria para desmontar su trama identificatoria y configurar una nueva, que resulte
del camino recorrido y de los ideales que orientarán su vida adulta.

Padres que afirman orgullosos sentirse amigos de sus hijos y hablar de “todo” con ellos; madres tan o
más jóvenes en apariencia que rivalizan con sus hijas; adultos infantilizados comandados por sus hijos
cuentan con orgullo como ceden a las exigencias de consumo de estos, sin comprender siquiera que
están siendo abusados por el mercado. No asumirse como adultos en función, habilita una especie de
“dictadura de los hijos” generando posiciones invertidas que angustian y confunden a los jóvenes.

Caído el adulto, la regulación y el ordenamiento lo asume la ley del mercado que imprime el sello al
momento histórico que vivimos. Se suplantan los referentes tradicionales por otros que cambian
permanentemente según las lógicas del capitalismo global, dejando sueltos los cabos que sostienen a
la comunidad y agujerando las trayectorias subjetivas personales que afectan particularmente a los
más jóvenes.

“Los adultos tenemos la responsabilidad de sostener la ley, de hacerla circular estableciendo


prohibiciones y generando por tanto, obligaciones. ….recuperando ese lugar .Apelando a todos los
recursos posibles para sostener el lugar de autoridad(no autoritarismo) luchando permanentemente
por sostener nuestro lugar de sujetos de palabra y no devaluados consumidores ……” “El responsable
es el que ofrece garantías y es garante de aquellos que están a su cargo y que también tienen
obligaciones y derechos” Martha Gerez Ambertín (2010)

Para concluir vale destacar que la pluricausalidad y la celeridad de las transformaciones de la


sociedad “atropella” al adulto y genera nuevos fenómenos que, entre otras causas, resultan de la
manera particular en que se subjetivizan las contradicciones entre los formatos sociales tradicionales y
los nuevos paradigmas que desestabilizan el saber construido que el adulto debe recrear una y otra
vez, proceso que demanda una gran exigencia psíquica.

El adulto inhibido, de asumir y sostener aquellas funciones que otrora conformaran la esencia misma
de la adultez queda ubicado en un lugar incierto, ni joven, ni adulto. El trabajo y la reflexión sobre su
propia posición favorece el hacer efectivos aquellos mandatos sociales que permitan reparar el tejido

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simbólico primero entre adultos en pos de fortalecer los lazos que apuntalen sus funciones. Esta
pareciera ser una alternativa válida para sobreponerse a las caídas y sentar las bases desde donde
los jóvenes y ellos mismos, se animen a soñar para hacer del mundo un espacio habitable que incluya
y abrace la diversidad en todos los órdenes, como un modo de apuntalar la potencia de lo colectivo por
sobre las miserias del individualismo, que favorece a unos pocos en detrimento de las mayorías.

Bibliografía:
Gerez Ambertín, M (2010) “¿Autómatas desresponsabilizados o sujetos responsables?”clase 3 Flacso “Algunas
relaciones entre la ley, sociedad y subjetivación”. Diploma superior en psicoanálisis y practicas socioeducativas
Perla Zelmanovich Contra el Desamparo-Artículo publicado en Enseñar Hoy. Una introducción a la Educación
en tiempos de crisis. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires. 2003

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