Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
UNIDAD UNO
DOLTÓ FRANCOISE “LA CAUSA DE LOS ADOLESCENTES”.
La autora plantea a la adolescencia como una fase de mutación. El adolescente pasa por una muda
respecto de la cual nada puede decir, y es para los adultos, objeto de un cuestionamiento que, según los
padres, está cargado de angustia o pleno de indulgencia. El estado de adolescencia se prolonga según las
proyecciones que los jóvenes reciben de los adultos y según lo que la sociedad las impone como límites
de exploración. Los adultos están ahí para ayudar a un joven a entrar en las responsabilidades y a no ser
OM
lo que se llama un adolescente retrasado.
La infantilización es peyorativa viniendo de otro joven, afecta más al niño que si es su madre la que le
dice “No te hagas el pequeñín”. El preadolescente es también muy vulnerables a las observaciones
despectivas procedentes de otros adultos que tienen el papel de mandar a los jóvenes. Así como la
fragilidad de un bebé que nace, el niño no tiene en cuenta las cosas, no hace más que oír que hablan mal
de él, y se lo toma al pie de la letra. Se trata de algo que quede comprometer, de por vida, sus relaciones
con la sociedad. Lo mismo sucede con un joven en pleno desarrollo. Las personas secundarias juegan un
.C
papel muy importante en la educación de los jóvenes durante este período. Aunque no estén encargadas
de dar dicha educación, todo lo que hacen puede favorecer la expansión y la confianza en sí, al igual que
el valor para superar sus impotencias, o, al contrario, pueden estimular el desaliento y la depresión. En
DD
este momento de extrema fragilidad, se defienden contra los demás mediante la depresión o por medio
de un estado de negativismo que agrava aún más su debilidad.
La sexualidad podría ser un recurso para ellos. Con mucha frecuencia penetran en un falso nivel
expansivo de sexualidad, que depende de lo imaginario: la masturbación. Es un momento en el que los
jóvenes se sienten incomodos en la realidad de los adultos por falta de confianza en sí mismos, y su vida
imaginaria les sostiene. La masturbación, de remedio de su depresión, se convierte en una trampa;
LA
trampa porque de este modo se descargan nerviosamente y tienen mayor dificultad para afrontar la
realidad, para vencer las deficiencias, mucho más imaginarias que reales, pero que han sido
alimentadas por frases inoportunas.
En este momento juegan un rol importante los educadores, encargados de darle la voz al niño,
FI
pidiéndole su opinión, su juicio sobre un combate, su parecer sobre una exposición. Se trata de
animarlos. Se trata de una edad frágil pero también maravillosa, porque reacción además a todo lo
positivo que se hace por él.
De once a trece años es un punto de máxima fragilidad: tienen rubores, se tapan el rostro con los
cabellos, azotan el aire con las manos para vencer su malestar, su vergüenza, o pueden incluso
enmascarar una gran herida que quizá sea indeleble.
La época difícil es el momento de la preparación de la primera experiencia amorosa. El joven siento que
hay en ello un riesgo, lo desea y lo teme al mismo tiempo. El riesgo del primer amor es experimentado
como la muerte de la infancia. La muerte de una época. El hecho trascendental que marca la ruptura con
el estado de infancia es la posibilidad de disociar la vida imaginaria de la realidad, el sueño de las
relaciones reales.
A los once años se manifiestan los primeros indicios de una sexualidad que se anuncia con un fortísimo
componente imaginario antes de que el cuerpo entre en juego: en el muchacho las primeras emisiones
involuntarias de esperma, y en las muchachas las primeras reglas. Héroes e ídolos constituyen sus
compañeros en el juego de papeles donde lo imaginario desplaza a la realidad.
Pero a los once años estallará el problema latente: en su segunda vida imaginaria, los temas de interés
que encuentra fuera del campo familiar y que deberían prepararle para la vida real siguen teniendo a
los padres como referencia. Sigue teniendo dificultades en distinguir el sonido de la realidad del sonido
de lo imaginario. Si todo ha ido bien, si no ha habido desgarro familiar, en su segundo mundo
imaginario ya no necesitará tomar sus modelos intramuros de la familia; en lo sucesivo, sus modelos
serán exteriores. Toda su energía se dirige ahora hacia el grupo de compañeros de la escuela, o a los
grupos deportivos y demás, y hacia la vida imaginaria que pueden proporcionar la televisión, las
lecturas o sus invenciones en los juegos.
OM
Cuando llega a la adolescencia en cuando este mundo imaginario exterior le provocará, le hará decir que
quiere salir. Es atraído por pequeñas bandas de jóvenes mayores que él y en las que pretende
integrarse; y entrará así en su adolescencia saliendo de la familia y mezclándose con grupos
constituidos que, para él, tendrán momentáneamente un papel de sostén extrafamiliar. No puede
abandonar completamente los modelos del medio familiar sin antes disponer de modelos de relevo.
.C
Fin de la adolescencia. Un individuo joven sale de la adolescencia cuando la angustia de sus padres no le
produce ningún efecto inhibidor. Los hijos han alcanzado el estado adulto cuando son capaces de
liberarse de la influencia paterna tras alcanzar este nivel de juicio: “mis padres son como son; no los
cambiaría y no trataría de cambiarlos. No me toman como soy; peor para ellos: los abandono”.
DD
Hoy en día, el paso a la edad adulta se traduce muy concretamente en términos de independencia
económica. (No es posible socialmente antes de los 16 años).
A la familia se le es infiel; se es infiel a los padres, esa es la ley. Uno se siente sostenido por la fuerza del
honor que se hace a los padres haciendo por uno mismo lo que se tiene que hacer, y no amándoles
LA
puesto que no le comprenden a uno. Un joven tiene necesidad de amar a las personas de su edad, y de
formarse a través de los de su generación, y no de seguir dependiendo de alguien de una generación
anterior que en un momento dado ha sido un modelo. Si la influencia se prolonga, es un modelo
desestructurador.
La mitología antigua dio cuerpo a los sueños de inmortalidad, y aporto respuestas a los grandes
interrogantes del hombre sobre la muerte de la infancia y la prueba de la adolescencia.
La mitología helénica es dialéctica: el mito de la eterna juventud que vence a la muerte es completado
por el mito antinómico de la juventud efímera, la juventud emparejada constantemente con la muerte. Y
el de la juventud sexuada. Cada sexo tiene su mito fúnebre. (Hebe, diosa de la juventud; hija de Hera,
esposa de Zeus, rey de los dioses.)
(Adonis, primer hijo de afrodita, víctima de una muerte prematura, muere virgen; vaga por el mundo
invisible. Perséfona, víctima de un rapto y una violación que le arranca su adolescencia terrenal;
desciende a los infiernos, al reino de los muertos.)
Hay una intuición genial en los griegos que explica de una manera simbólica que la adolescencia y la
muerte están absolutamente unidas, son íntimas.
La leyenda de Niobe, cuyos seis hijos y seis hijas mueren a manos de Apolo y Artemisa en la flor de la
edad, suma al tema de la muerte adolescente el de los celos de los adultos. Esta matanza es reveladora
Perséfona es arrancada de su madre para convertirse en posesión de otro adulto, Hades, el dios que
reina sobre los muertos. Sabiduría del mito que condena el rapto de los adolescentes que abandonan su
refugio de infancia. Si el adulto dominador no devuelve su libertad al adolescente al que gobierna, el
cautivo no se realizará.
El descenso a los infiernos de Perséfona sería una metáfora de la violencia que sufre la joven que pierde
su virginidad: el parece introducir la obligación del rapto y de la violación inherentes al matrimonio. La
adolescente núbil solo se vuelve mujer por medio de una ruptura brutal. La adolescencia es pasiva, la
maternidad da la madurez. La salida de la adolescencia no es idéntica en el muchacho que en la joven.
OM
El mito de Narciso representaría el extremo, la patología en cierto sentido, del individuo que se niega a
elegir entre una sexualidad u otra.
Con el amor una arriesga demasiado la muerte de todo un pasado, sin esperanza de futuro. Es propio
del ser humano proyectar el futuro. Ahora bien, un muchacho o una joven que se aman no pueden
proyectar los frutos de su amor, no pueden hacer otra cosa que vivir ese amor que está en ellos, y, si
.C
nace un niño, es una catástrofe: no han terminado sus estudios, no tienen vivienda, ni dinero. Así pues,
hay que evitar tener un hijo. Se ha llegado a métodos anticonceptivos seguros que ofrecen la posibilidad
de conocerse, pero siempre de conocerse reservándose, de manera que no hay un fruto de este
conocimiento. La sociedad no avalas las consecuencias de un amor de jóvenes, lo que hace que los
DD
jóvenes no tengan derecho a llevar su propia vida en la época en que aman con más ardor. Es trágico.
En las relaciones sexuales llamadas libres, los seres no se encuentran. Los cuerpos como tales no son
nada si no hay proyectos y si el amor no trasciende aquello que pasa en los cuerpos y que se reduce, en
resumidas cuentas, a meras descargar nerviosas.
LA
Un primer fracaso sentimental provoca una especie de recaída en una homosexualidad prepúber
ocasional, y que es inducida por una sociedad que no alienta a los jóvenes a hacerse adultos. Y es
haciéndose responsables como se convertirán en adultos, en lugar de regresar a una preadolescencia
narcisista.
En la Roma del siglo V a. de C. se representa a Afrodita en un mármol con sus dos acompañantes, que
encarnan cada una de las funciones tutelares de la diosa. Es decir, que hay una dialéctica en la
representación del Amor: por un lado una novia con velo, y por el otro una flautista desnuda; es una de
las primeras representaciones del cuerpo femenino desnudo, pero únicamente como atributo simbólico
de Afrodita. En esta representación, Afrodita aparece como una matrona mientras que las
acompañantes son dos aspectos del encanto femenino, la nubilidad y el poder de seducción. Se trata de
provocar el deseo del hombre, que sabrá fecundarla.
Lo prohibido sigue representado por el vestido. Los griegos representan a la mujer desnuda en la edad
adulta, pero siempre aparece con velo.
Con los romanos, tras los senos, se descubre el trasero femenino, se magnifica. A pesar de todo, el
erotismo del cuerpo desnudo y lascivo se reserva a los modelos de mujeres adultas.
Rafael aparece como uno de los primeros grandes pintores que representó la adolescencia de la mujer.
Lo nuevo es que el pintor apunta al rostro y en la actitud de la mujer a la felicidad amenazada de la
juventud, un carácter adolescente tal como nosotros lo comprendemos actualmente. La Virgen Madre es
el tema impuesto.
El pintor a quien más conmueve el carácter adolescente del cuerpo es Botticelli. Con sus ángeles,
expresa esta fugacidad de la primavera de la vida. En sus mujeres hay una eflorescencia que podría ser
masculina y femenina.
OM
Los frailecillos de la pintura religiosa expresan menos la adolescencia que la inocencia. Sirven de
ornamento. Son los servidores del arte, traen un libro o sostienen blandamente un instrumento de
música, incluso en la pintura marcial consagrada al tema de la guerra, la juventud sigue mostrándose
servil.
.C
La ADOLESCENCIA es un constructo sociocultural que admite múltiples determinaciones. Varias son las
disciplinas que la abordan: sociología, antropología, biología y psicología.
DD
Como concepto que es, no debe confundirse con las modificaciones corporales que tienen lugar en ese
momento de la vida. Recordemos que el término mismo no siempre existió en la historia de las lenguas.
Stephen Porter Dunn y Ethel Deikman señalan que uno de los puntos destacados como diferencia entre
las culturas asiáticas tradicionales y las occidentales es la ausencia de adolescencia.
aprendizaje y preparación por fuera de la familia. En cambio, en las sociedades asiáticas predomina por
sobre el individuo la estructura familiar y otras instituciones jerárquicas que están por encima del
individuo y la familia.
Estas observaciones son congruentes con las de Margaret Mead que destaca que los jóvenes en Samoa
FI
En cuanto a la duración del período, no pueden establecerse pautas cronológicas rígidas. Ni Freud,
Winnicot y Erikson, fijan limites etarios, pero para ellos se trata de un período más bien corto. Todos
estos autores centran el eje no en la cuestión de edades cronológicas, sino en procesos, que implican el
pasaje del seno de la familia al cuerpo social, de adquisición de los típicos interese adultos: pareja,
trabajo, independencia de la autoridad parental. Vigotsky coincide planamente con estas afirmaciones.
Obviamente, sin cambio bilógico no hay pubertad y sin sistema nervioso no podemos pensar, pero lo
que nos saca de la biología es que lo real del cuerpo debe ser trabajado con los auxilios de los simbólico
y lo imaginario.
Vigotsky comparte el criterio cronológico y difiere del criterio evolutivo y biologicista de Gesell. Para
Vigotsky, lo nuevo que aparece en cada edad no existía de ningún modo antes. Por eso plantea que los
conflictos en la adolescencia vienen marcados por dos crisis: la de los 13 años y las de los 17 años (regla
aproximada). La primera crisis está más ligada a los cambios biológicos propios de la pubertad, y la
segunda, por las preocupaciones de “entrar en el mundo”. Con respecto al final de la adolescencia, dice
que la edad comprendida entre los 18 y 25 años, más que el final de una etapa, marca la entrada en las
edades maduras.
OM
Rebeca Hillert y Guillermina Diaz consideran que la pubertad es el tiempo de la emergencia de lo real
sexual, en que empieza a definirse un nuevo anudamiento de la prohibición del incesto. Indican también
que ese momento simbólico recibe la marca de un rito de entrada, es decir, un acto en el sentido de
marca que traza un punto de inflexión, un antes y un después; es una nueva modalidad de relación con
el Otro parental y el Otro social. La adolescencia seria entonces el tiempo que sigue a ese inicio, tiempo
de re-situarse en la nueva ubicación libidinal.
.C
Alba Flesler propone un indicador subjetivo al que llama el “ya”. Los pasos sucesivos obedecen a una
progresión lógica, no cronológica.
Hay crecimiento en la altura, en el peso corporal y la fuerza muscular, especialmente en los varones.
En suma, desde lo biológico, el cuerpo del varón adolescente promedio se hace más apto para el tipo de
tareas que requieren de esfuerzo físico.
En las mujeres el pico de crecimiento en altura comienza antes que el del varón, la distribución de
músculos y células adiposas acentúan las formas redondeadas de cuerpo, se desarrollan los senos y los
órganos de la reproducción comienzan a prepararse para una eventual maternidad. Es notable cómo ha
variado histórica y geográficamente la edad de la menarca, lo que sugiere que la expresión de los genes
es modulada por factores externos, posiblemente de tipo socio-histórico o psicológico.
El problema con este tipo de enfoques es que, partiendo de un comprobable físico, fallan a la hora de
explicar el por qué o introducen una errónea relación causa-efecto entre sucesos que meramente
aparecen en forma simultánea. Creemos que sería más propicio el camino de investigar cómo simboliza
el adolescente los cambios que experimenta en su cuerpo.
Algunos enfoques de la antropología intentan establecer un nexo entre aquellos datos de la biología y la
experiencia humana, aunque se relativiza fuertemente el peso del factor biológico, en función de las
condiciones materiales de cada cultura y de la llamada superestructura de la sociedad. Marvin Harris
considera que las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, producen una diferenciación de las
tareas, reservando a los varones aquellas más ligadas a la fuerza, la velocidad y el riesgo.
Piaget dedicó su obra a estudiar el nacimiento de la inteligencia en el niño y postuló que se desarrolla
por estadios sucesivos, desde el nivel sensorio motor hasta el operatorio formal. Este último es el que
adviene en la adolescencia. En términos generales, el adolescente dispone de la posibilidad de
razonamientos abstractos, en los que la realidad es sólo un caso de todos los posibles. El pensamiento
deviene hipotético-deductivo. Y puede hacer razonamientos sobre problemas puramente verbales, sin
necesitar de la apoyatura de elementos concretos.
En cualquier cultura, el adolescente será capaz de razonamientos sobre su realidad, que son
superadores y cualitativamente diferentes a los que realiza un niño de la misma cultura.
OM
Los enfoques SOCIOLÓGICOS y ANTROPOLÓGICOS.
.C
Los conflictos de generación que indica Blos suelen ser más de orden cuantitativo que cualitativo.
Esto no quiere decir que la mayoría de los adolescentes no atraviese caminos de cierto dramatismo ni
DD
que estén exentos de stress antes los desafíos nuevos. Lo que sucede es que, en la mayoría de los casos,
el conflicto se desarrolla y resuelve básicamente en forma intrapsíquica, por más que los choques reales
con sus padres sean comunes. El stress aludido es causado por la necesidad de encontrar una nueva
relación con el Otro, familiar y social, relación que concilie la existencia externa con la necesidad de
preservar la subjetividad deseante.
LA
El yo, precipitado de identificaciones no siempre armónicas entre sí, vacila y debe reconstituirse en
forma diferente. Esto implica que habrá momentos en que el soporte identificatorio no provee la
tranquilidad que le daba habitualmente en la niñez.
La sociedad espera del adolescente una definición: que elija un oficio o carrera, que elija una identidad
sexual definitiva.
FI
Según Freud, la adolescencia implica una vuelta de tuerca, una reactualización y revisión del complejo
de Edipo, la castración y la prohibición del incesto. “prohibición del incesto” es equivalente a decir
“introducción de lo simbólico”, porque se necesita de este registro para diferenciar entre procreación y
paternidad.
Rito de iniciación. En todas las sociedades tradicionales existían ceremonias fuertemente ritualizadas
que marcaban el abandono de la niñez y la entrada del sujeto en la edad adulta. Es una ceremonia
pública y tiene un carácter social fuertemente ligado a la introducción del iniciado en la cultura. Es
lógicamente anterior a la primera experiencia sexual. Estos ritos proveían una apoyatura social al
ingreso del niño en la sociedad adulta. Es a la vez marca simbólica.
Martín Gusinde estudió la ceremonia de iniciación de los indios Selk`Nam, de Tierra del Fuego. Se la
conoce como la ceremonia del Klóketen, término que denomina al candidato. La ceremonia es a la vez
social y restringida, sólo pueden participar varones adultos. En cuanto a la edad, no tiene fijeza. Para el
rito de iniciación no cuenta la edad en sí, sino la capacidad de reunir ciertos requisitos: que sepa
guardar un secreto, que se muestre reflexivo y con autodominio, que pueda constituirse en transmisor
de las tradiciones culturales y a la vez, independiente de la familia de origen.
La antropóloga Anne Chapman señala que la diferencia de rituales entre las dos culturas mencionadas
refleja la división del trabajo y las diferencias en las formas en que se maneja el poder. En ambos casos,
es elocuente la escenificación del tiro de iniciación: se teatraliza la muerte del niño y el nacimiento del
adulto.
Peter Heintz señala que el status social del adolescente contemporáneo se caracteriza por la
OM
inseguridad; esta situación nace del abismo entre la vida de la niñez y la adulta, sin que existan
elementos intermedios que permitan al joven prepararse progresivamente para pasar de un lugar al
otro.
Francoise Doltó señala la importancia social de la existencia de algún rito de iniciación como medio de
transitar ese vacío. La ausencia en nuestra cultura de ritos claramente marcados aumenta el
sentimiento de inseguridad y de no pertenencia. Doltó propone que los proyectos que suelen
.C
emprender los adolescentes pueden oficiar de puente entre la niñez y la adultez, tomando así un valor
semejante a los ritos. Se trata de una acción, no de una fantasía; a diferencia del juego infantil, los
objetos son usados por su valor social compartido, no como significante de otra cosa.
DD
En suma, vemos que las distintas disciplinas abordan el tema de la adolescencia desde ángulos que uno
creería complementarios. Sin embargo, no siempre las conclusiones de cada una son compatibles con
las otras, porque pueden estar en juego distintos paradigmas epistemológicos y diversas maneras de
concebir al sujeto humano.
Adolescencia y juventud con dos términos a través de los cuales las sociedades modernas han intentado
ordenar segmentos poblacionales partiendo de la edad. En todo orden social la edad funciona como un
criterio clasificatorio. Estas dos categorías no se pueden definir con base en criterios etarios.
FI
Si bien términos como adolescencia y juventud definen “grupos de edad”, no se los puede demarcar con
la exactitud que suponen los criterios de edad, puesto que sus límites son variables y sus fronteras son
sociales; es decir que están socialmente construidos y por lo tanto, varían histórica, geográfica y
culturalmente.
Es posible constatar con relativa facilidad que la definición de la población adolescente o joven ha
cambiado con el paso del tiempo. Los grupos jóvenes comienzan a existir históricamente cuando se une
a cierta bonanza demográfica la capacidad cultural de elaborar la diferencia que la estructura
reproductiva de esa sociedad hace posible.
Hay sociedades que no tienen jóvenes. Muchas constan de un rito de pasaje que suele consistir en un
período breve de alejamiento de los púberes de sus aldeas, seguido de una ceremonia de marcación
corporal, a través de la cual los miembros de esa sociedad pasan casi sin transición directamente desde
la infancia a la adultez. La madurez corporal es suficiente como condición para entrar en el mundo
adulto. La mayoría de las sociedades han funcionado de esta manera, es decir que lo inusual es que haya
sociedades con juventud.
Tanto adolescencia como juventud son categorías construidas social e históricamente, y articulan un
material escaso. Las diferencias entre estas categorías responderán al tipo de cultura al que nos
refiramos. Por lo tanto, adolescentes y jóvenes serán todos aquellos que una determinada sociedad
considere como tales. Para aclarar de qué se habla cuando se habla de jóvenes, primero hay que
detenerse en las características que definen a un adulto normal, para luego ver qué es lo que conduce
hasta él.
Un adulto se define como alguien que h establecido su vida al margen de su familia de origen, que se
OM
autosustenta, que ha construido su propia familia, que tiene hijos, que ha definido exitosamente un
destino laboral. Entonces, ¿qué sería la juventud? Ese periodo de mora, en el cual cierto segmento de la
población llegado a la madurez sexual, a su plena capacidad biológica para reproducirse, no termina de
consumarse como un adulto y se encuentra a la espera de adquirir los atributos que lo identifiquen
como tal. En esa moratoria, en ese periodo de espera, estarían los jóvenes.
En una sociedad como la nuestra, es necesario plantear la coexistencia de distintas sociedades en una
.C
misma sociedad. Distintas clases sociales tendrán distintos tipos de maduración social. No todos los
individuos que tienen la edad de ser jóvenes se encuentran socialmente en la misma situación. Casi no
hay juventud en los sectores populares.
DD
En la definición social del modelo de la juventud está operando un sistema de dominación social que
hace aparecer como jóvenes sólo a los miembros de una clase, excluyendo implícitamente a los
miembros de otras clases que no acceden objetivamente a la moratoria social. De una o de otra manera,
los enfoques de la moratoria social reproducen este modelo de dominación social en sus esquemas
conceptuales.
LA
La adolescencia aparece como el periodo previo a la juventud o en menor medida como la primera
juventud, y supone el momento problemático en que se consuma la madurez corporal y se discute por
primera vez la herencia familiar en la constitución de la personalidad. De modo que se manifiesta como
un período de crisis en el que se asumen nuevas posiciones de rol junto con una corporalidad en
El período adolescente escenifica una crisis: por un lado un abandono, una pérdida, la del cuerpo y el
lugar del niño, y por otro, una búsqueda, la de la identidad en el mundo adulto. La crisis se manifiesta en
el cuestionamiento que el adolescente hace del sistema de referencias que constituyen la identidad que
ha heredado de la familia. La adolescencia comienza en lo corporal con la madurez sexual y en lo
psicosocial con el cuestionamiento de esta herencia recibida, y a través de las búsquedas posteriores
afirma la necesidad de constituirse frente al mundo de los padres, en oposición y conflicto frente al
mismo. La familia otorga una historia en la que se es individualizado, y la adolescencia supone el primer
paso en la construcción autónoma de esa nueva historia que constituirá la nueva identidad. Es por ello
que aparece como un período crítico en el que sobreviene la madurez psicológica propia de la
constitución del adulto promedio sano: con un nuevo sistema de identificaciones que lo defina y una
forma de sexualidad asumida.
OM
Es difícil negar que la adolescencia se va convirtiendo en un modelo social a imitar, que se extiende cada
vez más por la acción del mercado, los medios masivos y la publicidad, con lo que va dejando de ser una
etapa para convertirse en un estado permanente. La vejez se va convirtiendo en algo vergonzoso, que
habría que esconder. La adolescencia sería una forma de estética muy atractiva que hasta los más viejos
estarían imitando.
Hay modelos dominantes de ser joven o de ser adolescente que tienen por detrás la articulación de
.C
estrategias sociales de dominación, que luchan por establecer esos modelos que funcionan como
herramientas de dominación. Detrás de estas clasificaciones la sociedad disputa el acceso a recursos, a
su distribución, a la lucha por su control y monopolización.
DD
El más importante de estos conflictos es el generacional. Si hay algo que define el ser joven no es tanto
una estética o moratoria social, sino el lugar temporal que marca la experiencia, que sitúa al sujeto en el
mundo de la vida y que le indica las probabilidades de afrontar efectivamente la muerte.
Con esto no se quiere negar la importancia de la estética, sino un planteo que posicione la definición en
una instancia previa: la de la experiencia de vida diferencial que supone tener una edad y no otra. Con
LA
esto se trata de recuperar esa base “material” de la edad pero procesándola culturalmente: tener una
edad y no otra supone pertenecer a una generación y no a otra, supone haber sido socializado en un
momento histórico determinado, ser hijo de una coyuntura y darle un tipo de relieve temporal a la
propia experiencia.
personal en la que cada sujeto construye su propia identidad. La juventud más que una estética o una
moratoria social, es un posicionamiento objetivo en el conjunto de las distintas generaciones que luego
toma características de clase específicas, pero que comparte la definición de situarse en uno y solo en
un momento de la historia, por lo que es una experiencia singular e intransferible de cada uno, común
con aquellos “hermanos de generación”.
INTRODUCCIÓN.
La supervivencia depende del apoyo que reciban necesidades biológicas y de contacto humano, de
naturaleza tanto física como emocional, y que se sintetizan en la reciprocidad de la conducta vincular.
Las variantes de adaptabilidad y la presencia empática de la persona que brinda los cuidados maternos
durante el proceso madurativo del bebé, determinan un equilibrio óptimo. Desde el comienzo de la vida
el organismo humano es un animal social. En un debido momento tiene lugar una declinación de la
dependencia total respecto del entorno. El avance hacia la etapa de la autonomía se funda en la
formación de la estructura psíquica; este proceso representa la transformación de las influencias
vivenciales en una realidad interior dotada de un orden legal propio. Son instituciones o sistemas que
OM
comprenden el ello, el yo, el superyó y el ideal del yo.
.C
El efecto inexorable de las influencias ambientales se vuelve a lo largo de la vida un requisito
imprescindible para el mantenimiento de un funcionamiento organísmico óptimo. La autonomía
psíquica y la madurez emocional se logran merced al uso selectivo que hacen el niño y el adolescente se
sus particulares elementos ambientales y constitucionales dados, que con el tiempo configuran pautas
DD
adaptativas peculiares. Sea cual fuese la pauta adaptativa, es escogida y organizada activamente por el
niño en crecimiento a fin de proteger su integridad psíquica, su sensación de bienestar, y mantener
intacto su cuerpo y alerta y sensible su mente.
Con el advenimiento de la maduración sexual se tornan no sólo factibles sino imperiosos los saltos
cognitivos a niveles superiores y nuevas aptitudes físicas, un desprendimiento de las dependencias
LA
infantiles de la familia en busca de un medio social más amplio. El ambiente del niño y el niño mismo se
vuelven más complejos a medida que pasan los años y a medida que encuentran un mundo, en
permanente expansión, de fuerzas interactuantes que se provocan, se rechazan y se neutralizan
mutuamente. Entre la gama de influencias que constituyen la matriz familiar, puede siempre
descubrirse un conjunto de vivencias prototípicas. La posibilidad de combinar estas influencias en una
totalidad unitaria decisiva, a la que suele titularse “identidad y carácter”, dependerá el grado de
FI
dirección avance la adolescencia, pronto se observa que el nuevo entorno adolescente hereda funciones
y significados que antaño pertenecieron a la matriz familiar, y que en la adolescencia son sometidos a
modificación por rechazo parcial o absoluto, transitorio o permanente (“modulación idiosincrásica y la
selectividad crítica). Solo utilizando un entorno social más amplio, como continuación, rechazo o
revisión de las pautas familiares habituales, adquiere el adolescente pautas propias estables, duraderas,
acordes a su yo, y se convierte en un adulto.
El primer capítulo da cuenta de la lucha en pro de la autonomía llevada a cabo por jóvenes incapaces de
lograrle sin el apoyo y la servicial ayuda de la generación de sus padres.
La inestabilidad y vulnerabilidad psíquicas del adolescente son bien conocidas. Esta labilidad hace
posible que un desarrollo anormal se torne permanente, pero también que se superen potencialidades
anómalas anteriores ya sea compensando su influjo debilitador o aislando sus penosos interferencias.
Los residuos de la historia infantil de la formación de la estructura psíquica permanecen activos en
10
Se sabe desde siempre que los adolescentes participan intensa y apasionadamente en su ambiente
global, y en las relaciones con sus pares en particular. La teoría psicoanalítica de la adolescencia ha
tendido a poner de relieve las vicisitudes del hallazgo de objeto fuera de la familia.
La involucración sociocéntrica del adolescente en las relaciones con los pares no sólo contiene metas de
libido de objeto, sino que representa un esfuerzo por llegar a una conciliación con los restos
interiorizados de la escisión infantil preambivalente en objetos “bueno” y “malos”.
OM
La creación de un conflicto entre las generaciones y su posterior resolución es la tarea normativa de la
adolescencia. Sin este conflicto no habría reestructuración psíquica adolescente. No debemos olvidar
que la maduración sexual o pubertad progresa en forma independiente del desarrollo psicológico. No
existe correlación directa entre la actividad genital per se y la genitalidad como etapa del desarrollo.
Este desarrollo progresivo en términos de cambios internos y desplazamientos internos de investidura,
no son necesariamente advertibles en lo exterior por el observador casual o ambiente; son cambios
.C
intrapsíquicos.
El conflicto generacional es esencial para el crecimiento del self y de la civilización. La inmadurez física
y emocional del niño determina su dependencia de la familia y, consecuentemente, establece los
DD
modelos esenciales de relaciones de objeto. Las instituciones psíquicas se originan en la interiorización
de las relaciones de objeto y son una manifestación de estos orígenes cuando se instaura la
individuación adolescente. El conflicto entre las generaciones es generado por una desvinculación
emocional respecto de lo antiguo y un acercamiento a lo nuevo, que sólo puede alcanzarse a través de la
gradual elaboración de una solución transaccional o transformación: la estructura psíquica no se
modifica, pero en cambio se alteran radicalmente las interacciones entre las instituciones psíquicas. El
LA
superyó sigue existiendo y funcionando, pero la influencia crítica del yo y su creciente autonomía
alteran el absolutismo superyoico y modifican su cualidad así como su influjo en la personalidad.
En la adolescencia el self ilusorio alimentado por los padres a lo largo de los años de la latencia es
finalmente rechazado, en un empeño por lograr una definición más adecuada de uno mismo. Los actos
de rebeldía o de independencia, desde la desobediencia civil hasta la libertad sexual, son con frecuencia
FI
resultado de rupturas violentas de las dependencias, más que señales madurativas de la elaboración o
resolución del conflicto.
La brecha generacional es un mecanismo de distanciamiento, merced del cual los conflictos internos y el
desapego emocional son reemplazados por separaciones espaciales e ideológicas. Es resultado es una
detención en el nivel adolescente, a causa de la evitación del conflicto; se pierde así la maduración a que
da lugar la resolución del conflicto.
En hogares de clase media por lo general liberales o progresistas, los lazos afectivos son una
permanente expresión de la pronta gratificación de las necesidades; este tipo de crianza obstaculiza el
normal desarrollo de la latencia. Los avances del yo característicos de esta etapa, nunca se desprenden
lo suficiente de las relaciones de objeto y en consecuencia nunca adquieren autonomía esencial. Esos
niños carecen totalmente de preparación para elaborar la regresión normativa adolescente porque
viven con un temor mortal a quedar sumidos en la regresión. No tienen otra opción que la ruptura total
con el pasado, el autoexilio espacial y el absolutismo opositor.
Tan pronto como surge una discrepancia, el totalitarismo juvenil se afirma en esta alternativa: se está a
favor de los jóvenes o se está en contra de ellos. Lo que el adolescente quiere es que el adulto
estereotipado admita su equivocación, su egoísmo y su incompetencia. Todo esto tiene validez
11
OM
En la teoría, los adolescentes han corrido la misma suerte que corren en la vida: como no se sabe dónde
situarlos, se los condena al silencio del que sólo han podido salir dando gritos, causando molestias. Con
los adolescentes se puede jugar, pero no como se juega con los niños. Con los adolescentes se puede
hablar, pero no como se habla con los adultos.
.C
“porque yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa”, Federico García Lorca.
Una problemática fundamental de la adolescencia es una pregunta que se reitera en el discurso de los
adolescentes “¿Quién soy?”.
DD
Puede decirse que estamos ante un cuerpo que interpreta: entre el primer y el segundo “yo” del verso
hay una diferencia. Si anatomía es destino, es en la pubertad donde se descubre el número uno de la
serie. El cuerpo es el sonido que produce, en su materialidad, el significante. Pero no es el significante
presente, sino aquel que denuncia su encadenamiento de ausencias, las modificaciones corporales
certifican lo que antes faltaba. Si la identificación consiste en los cambios que se producen en un sujeto
LA
cuando éste asume una imagen, entonces la imagen a la que el sujeto se enfrenta en la pubertad es una
imagen tambaleante e insegura que, en su cambio constante, se sustrae de la posibilidad de su asunción.
Los cambios corporales trastocan lo imaginario retorna el cuerpo, fragmentado con violencia y sin
piedad, abriendo la dimensión de la angustia frente a los otros que no lo comprenden.
“Los adolescentes no son comprendidos”; ese es el modo en el que el cuerpo habla de su fragmentación.
FI
El cuerpo aparece en sí mismo como una transgresión: hay algo que antes no había, no es el mismo
cuerpo, no es la misma voz. Se inaugura un nuevo dominio del goce del cuerpo: el goce del cuerpo para
Otro. Los ritos de iniciación funcionan como un “debes gozar”. Y si el goce es fálico, la tensión narcisista,
cuyo correlato es la agresividad, hace que aquellos descubran la transgresión de sus progenitores, que
como ellos, debutaron transgrediendo.
Si la posibilidad del coito redimensiona el cuerpo como significante para Otro en tanto goce, el otro
sentido de “para Otro” es un hijo. La apoyatura en lo fisiológico permite la posibilidad de la
reproducción, perite un cambio de lugar: el de hijo de un padre al de padre de un hijo. El asesinato del
Padre consiste en ocupar el lugar de éste sosteniendo sus emblemas, identificándose con él.
12
Si cuando se está ante esa mirada se sabe que se debe trasgredir, yo que estoy ante ella, ¿qué se de mí?
Se inicia así un tiempo en el que es necesario comprender, hallar una respuesta acerca de sí. El dialogo
se convierte en monologo impenetrable. En su rigidez monolítica, las teorizaciones del adolescente
acerca del amor, del sexo, la pareja, la vida, la muerte, la sociedad, esconden la incertidumbre de una
reciprocidad que es siempre ajena. Pero ese tiempo no puede ser infinito.
OM
Dice Laca que el juicio asertivo se manifiesta en un acto, que es en la pubertad aquí acto sexual, y que
asume carácter concluyente. Es la confirmación de una aserción anticipada, del encuentro con algo de lo
que ya se sabía.
Resumiendo.
.C
1. Tiempo de la mirada.
2. Tiempo de comprender.
3. Tiempo de concluir.
DD
UNIDAD DOS
FREUD – LA METAMORFOSIS DE LA PUBERTAD.
Con la pubertad se introducen cambios que llevan la vida sexual infantil a la conformación normal
definitiva. La pulsión sexual era predominantemente auto erótica y ahora halla al objeto sexual; hay una
nueva meta sexual. Todas las pulsiones parciales cooperan subordinándose al primado de la zona
LA
genital. LA NUEVA META SEXUAL ASIGNA A LOS DOS SEXOS FUNCIONES DIFERENTES.
En el hombre el desarrollo es más consecuente y el más accesible para comprender. La meta sexual
consiste en la descarga de los productos genésicos. La pulsión sexual se pone al servicio de la función de
reproducción.
FI
En la mujer la vida sexual es garantizada por la coincidencia de las dos corrientes dirigidas al objeto y a
la meta sexual: La tierna y la sensual.
Lo esencial de los procesos de la pubertad: Crecimiento de los genitales externos y; al mismo tiempo el
desarrollo de genitales internos avanzando hasta el punto de ofrecer o recibir productos genésicos para
la gestación.
El aparato debe ser puesto en marcha mediante estímulos que pueden alcanzarse por tres caminos:
A través de los tres caminos se provoca lo mismo: EXCITACIÓN SEXUAL. Se da a conocer por dos clases
de signos:
- Signos anímicos: peculiar sentimiento de tensión, carácter esforzante.
- Signos somáticos.
13
OM
previo por oposición con el placer final.
.C
Peligros del placer previo.
El nexo del placer previo con la vida sexual infantil se acredita por el papel patógeno que puede
corresponderle. El malogro de la función del mecanismo sexual por culpa del placer previo se evita
DD
cuando en la vida infantil se prefigura el primado de las zonas genitales. En la segunda mitad de la niñez
(8 años hasta la pubertad) las zonas genitales se comportan de manera similar a la época de la madurez
pasando a ser la sede de sensaciones de excitación y alteraciones preparatorias cuando se siente alguna
clase de placer por satisfacción de otras zonas; carece de fin: no contribuye al curso del proceso sexual.
2. EL PROBLEMA DE LA EXCITACIÓN SEXUAL.
LA
Puede vincularse la tensión sexual con productos sexuales, el aparato genésico suele descargarse de sus
materiales por la noche en periodos variables (polución nocturna); esto ocurre con una sensación de
placer y mediante una alucinación onírica de un acto sexual.
La acumulación de los materiales sexuales crea y sostiene a la tensión sexual; si la excitación de zonas
erógenas aumenta la tensión sexual, puede deberse a que tienen una prefigurada conexión anatómica
con centros que elevan el tono de la excitación y, cuando la tensión es suficiente, ponen en marcha el
acto sexual. Cuando la tensión no es suficiente se incita a la producción de sustancias genésicas.
3. LA TEORÍA DE LA LIBIDO.
Libido: “fuerza susceptible de variaciones cuantitativas que podría medir procesos y trasposiciones en
el ámbito de la excitación sexual”.
La excitación sexual no es brindada solo por las partes genésicas, sino por todos los órganos del cuerpo;
se llega a una representación de un “quantum” de libido llamado libido yoica.
14
En cuanto a los destinos de la libido de objeto, que es quitada de los objetos se mantiene en particulares
estados de tensión para ser recogida en el interior del yo y convertirse nuevamente en libido yoica.
OM
la pubertad.
En la niña la zona erógena rectora se sitúa en el clítoris siendo homologa a la zona genital masculina: el
.C
glande. Las descargas espontaneas del estado de excitación sexual se exteriorizan en contracciones del
clítoris y las frecuentes erecciones de este posibilitan juzgar a la niña las manifestaciones sexuales del
varón. Le transfiere las sensaciones de sus propios procesos sexuales.
DD
La pubertad en la niña se caracteriza por una nueva oleada de represión que afecta la sexualidad del
clítoris; en cambio, la pubertad del niño trae aparejado un gran empuje de libido.
El refuerzo de las inhibiciones sexuales en la niña, creado por la represión en la pubertad le
proporciona al varón un estímulo a la libido que se ve forzada a intensificarse aumentando la
sobrestimación sexual que va a tener un valimiento para la mujer que desmiente su sexualidad.
LA
Cuando por fin el acto sexual es permitido, el clítoris mismo es excitado y recae sobre el mismo, el papel
de retransmitir esa excitación a las partes femeninas vecinas. Para que esta transferencia se realice, se
requiere de cierto tiempo. Durante ese lapso la joven es anestésica.
La anestesia de la mujer puede ser duradera cuando la zona del clítoris se rehúsa a ceder su
FI
excitabilidad. Es anestésica en la vagina siendo inexcitable, de algún modo, desde el clítoris o desde
otras zonas.
Cuando se logra transmitir la estimulabilidad erógena del clítoris a la vagina, la mujer ha mudado la
zona rectora para su práctica sexual posterior. A diferencia de esto, el hombre conserva desde la
Cuando la primerísima satisfacción sexual estaba todavía conectada con la nutrición, la pulsión sexual
tenía un objeto fuera del cuerpo propio: el pecho materno. Este se pierde más tarde cuando el niño
pudo formarse la representación de la persona a quien pertenecía el órgano que le daba cierta
satisfacción.
Después la pulsión para a ser auto erótica y pasado el periodo de latencia se restablece la relación
originaria; EL HALLAZGO (ENCUENTRO) DE OBJETO ES PROPIAMENTE UN REENCUENTRO.
Objeto sexual del periodo de lactancia.
A lo largo del periodo de latencia, el niño aprende a amar a personas que remedian su desvalimiento y
satisfacen sus necesidades; lo hace siguiendo el modelo de sus vínculos de lactante.
15
Angustia infantil.
La angustia de los niños es la expresión de su añoranza de la persona amada, responden a todo extraño
con angustia; tienen miedo de la oscuridad porque en esta no se ve la persona amada y se dejan calmar
si pueden tomarle la mano.
La barrera del incesto.
Cuando la ternura que los padres vuelcan sobre el niño evita despertarle la pulsión sexual de forma
OM
prematura; la pulsión puede cumplir su cometido: conducir a este niño, llegado a la madurez, hasta la
elección del objeto sexual.
La elección de objeto se consuma en la representación y es difícil que la vida sexual del joven que
madura pueda desplegarse en otro espacio de juego que en el de las fantasías.
A raíz de las fantasías vuelven a emerger en todos los hombres las inclinaciones infantiles con un
.C
refuerzo somático; entre estas se encuentra la moción sexual del niño hacia sus progenitores: la del
varón hacia su madre y la de la niña hacia el padre.
Contemporáneo al doblegamiento y la desestimación de las fantasías incestuosas, se consuma uno de
DD
los logros psíquicos más importantes: el desasimiento respecto de la autoridad de los progenitores, el
único que crea la oposición tan importante para el proceso de la cultura.
Efectos posteriores de la elección infantil de objeto.
La elección de objeto se produce mediante un apuntalamiento. El varón persigue la imagen mnémica de
la madre, tal como gobierna en el desde el principio de su infancia.
LA
La inclinación infantil hacia los padres es uno de los hechos más importantes ya que renovadas en la
pubertad, marcaran el camino a la elección de objeto.
Una de las tareas que plantea la elección de objeto consiste en no equivocar el sexo opuesto; es decir,
prevenir la inversión de los mismos.
FI
_______________
Tp 3.
El hallazgo (encuentro) de objeto es propiamente un reencuentro. Cuando la primera satisfacción
sexual estaba todavía conectada con la nutrición, la pulsión sexual tenía un objeto fuera del cuerpo
propio: el pecho materno, después la pulsión sexual pasa a ser auto erótica y luego de superado el
periodo de latencia se restablece la relación originaria.
16
“con el advenimiento de la pubertad comienzan las transformaciones que han de llevar la vida sexual
infantil hacia la definitiva constitución normal”; una nueva organización recaerá sobre la vida sexual
infantil.
OM
“la tieb sexual es predominantemente auto erótica, encuentra por fin el objeto sexual”. Trieb, es un
concepto más cercano a la vida sexual. Excluye la relación al otro y su participación en las prácticas
sexuales.
La pulsión sexual que antes se relacionaba con partes del cuerpo propio, encuentra por fin su objeto en
el cuerpo del semejante.
.C
Según Freud, lo novedoso de la pubertad es el acto sexual. Las pulsiones parciales tenderán al logro de
un nuevo fin habiendo una relación de subordinación entre las zonas erógenas y NO entre las pulsiones.
Una de las primeras cuestiones que plantea es que el nuevo fin sexual determina funciones diferentes
para cada uno de los sexos y de ahí partirán evoluciones sexuales que se van a divergir de manera
DD
notable. Son dos posiciones diferentes con respecto de la función fálica.
La posición masculina es más “asequible” a nuestro conocimiento; en cambio la de la mujer supone una
“regresión”.
La pulsión sexual se pondrá al servicio de la reproducción y se hace altruista.
LA
El lugar del niño es asimilable al del objeto a. se busca diferenciar al niño del objeto.
El objeto a, es una parte del cuerpo separable y profundamente ligada a él. El niño tenía relaciones con
partes de su cuerpo, estos objetos a. En la relación sexual estas partes serán portadas por el semejante,
será en el “más” que a él que el niño deberá amar. Las relaciones con el objeto serán las cuatro que
supone el losange.
La relación sexual pone en juego algo del orden de la reproducción pero al mismo tiempo algo del orden
del altruismo, en tanto es el “alter” el portador del objeto. En la pubertad se produce un fenómeno de
consolidación, de cristalización y de estabilización de la lógica fantasmatica.
____________
Freud recurre a la teoría de la libido para llegar a comprender las manifestaciones psíquicas de la vida
sexual. Libido fuerza cuantitativamente variable, que hace posible la medida de la excitación sexual.
La alusión a la libido será el antecedente que le permite articular las diferencias entre los sexos y el
hallazgo de objeto. Los sexos se diferenciarían a partir de las nominaciones que marcan desde el Otro lo
que cada uno es.
Tres protofantasias que resurgen en la pubertad y corresponden a la investigación sexual infantil:
17
OM
EL HALLAZGO DE OBJETO.
Por los procesos de la pubertad queda fijada la primacía de las zonas erógenas y la erección del
miembro viril indica al sujeto su nuevo fin sexual. La penetración en una cavidad excitadora de la zona
genital, tiene lugar en los dominio psíquicos el hallazgo de objeto, momento que se prepara desde la
niñez temprana.
El objeto no está en el cuerpo propio lugar que si tenía en el autoerotismo. Ocurre un corte entre $ y a
.C
como condición de posibilidad del acto sexual.
La elección de objeto va a estar determinada por una estructura esencial que le viene desde el Otro.
DD
ABERASTURY, A. Y KNOBEL, M. – ADOLESCENCIA Y PSICOPATIA. CAP 3.
La definición del rol femenino o masculino en la unión y procreación y los cambios corporales que se
producen durante ese proceso son el punto de partida de los cambios psicológicos y de adaptación
social que también lo caracteriza.
LA
Las modificaciones corporales incontrolables y los imperativos del mundo externo exigen al
adolescente nuevas pautas de convivencia que son vividos como una invasión. Los cambios, en los que
pierde su identidad de niño conllevan la búsqueda de una nueva identidad que se construye en un plano
consciente e inconsciente. El adolescente no quiere ser como determinados adultos, buscara a otros
FI
como ideales.
La pérdida que debe aceptar el adolescente al hacer el duelo por el cuerpo es doble:
- La de su cuerpo de niño cuando los caracteres sexuales secundarios lo ponen ante la evidencia
de su nuevo status.
- La aparición de la menstruación en la niña y del semen en el varón, que les impone el testimonio
de la definición sexual y del rol que tendrán que asumir, no solo con la pareja; sino en la
procreación.
En la adolescencia se repite el proceso que en la segunda mitad del primer año conduce al niño al
descubrimiento de sus genitales y a la búsqueda simbólica de la otra parte. Búsqueda realizada a través
de la actividad del juego con objetos del mundo exterior ya sean animados o inanimados. Esa
exploración tiene la finalidad de ELABORAR LA DESAPARICION DE LA FANTASIA DEL OTRO SEXO EN
SI MISMO.
Se produce además, una actividad masturbatoria intensa como un intento de descargar las tensiones
genitales y para negar omnipotentemente que se dispone de un solo sexo y que para la unión se
necesita de la otra parte. La masturbación deja siempre un resto de angustia aun cuando se logre la
descarga de tensiones.
18
El duelo frente al crecimiento implica al yo y al mundo exterior y los desniveles entre el crecimiento del
cuerpo y la aceptación psicológica de ese hecho son mayores cuando el cuerpo cambia rápidamente y se
incrementa la angustia de ser invadido.
Solo cuando el adolescente es capaz de aceptar simultáneamente los dos aspectos: el del niño y el de
OM
adulto, puede empezar a aceptar la forma fluctuante del cambio de su cuerpo y comienza a surgir una
nueva identidad. Esto es un proceso largo, el de búsqueda de identidad, ocupa gran parte de la energía y
es la consecuencia de la pérdida de la identidad infantil produciéndose cuando comienzan los cambios
corporales.
En la búsqueda de identidad pueden aparecer patologías que pueden llevar a confundir una crisis de un
cuadro psicopático.
.C
Cuando el adolescente adquiere una identidad, acepta su cuerpo y decide habitarlo, se enfrenta con el
mundo y lo usa de acuerdo con su sexo.
- Técnicas defensivas como la desvalorización de los objetos para eludir los sentimientos de dolor
y pérdida.
- Búsqueda de figuras sustitutivas de los padres.
Rasgos característicos de las psicopatías y adolescencia:
FI
- El psicópata
o necesita estar con gente, se comunica a través de la acción y necesita de otros para
realizarla. Busca compañía para no sentir soledad.
o Tiene un insight defensivo sobre lo que el otro necesita y lo utiliza para su manejo.
- El adolescente
o necesita estar solo y replegarse en su mundo interno. Es necesario que ocurra eso para
poder salir al mundo exterior.
o Piensa y habla mucho más que lo que actúa. Cree en la comunicación verbal y la necesita.
Se frustra si no es escuchado o comprendido.
o Cuando se produce fracaso en la comunicación recurre al lenguaje de acción.
o La comunicación verbal adquiere singular significado de un preparativo para la acción y
como la palabra esta investida de omnipotencia similar a la que tenía en la infancia. El
hablar de amor equivale a amor mismo.
19
La posmodernidad ofrece una vida soft, emociones light, todo se desplaza suave, sin dolor, sin drama.
Sobrevuela la realidad. ¿hay lugar para el dolor, la tristeza, el duelo?
Según Aberastury, los duelos son procesos inherentes al pasaje por la adolescencia.
OM
a. El duelo por el cuerpo perdido.
- adolescente de la modernidad:
- pierde el idealizado y mimado cuerpo de la infancia aunque tiene una perspectiva de un periodo
glorioso de juventud. El adulto joven constituye el ideal estético por excelencia y el adulto
maduro por parte alcanza un cuerpo con características definidas:
o mujeres con cuerpo redondeado, pesado, matronal que daba cuenta de su capacidad
.C
de procreación. Cuerpo que se envejece, adquiere arrugas y canas.
o Hombres con kilos, abdomen, con aspecto digno de admiración de generaciones más
jóvenes.
DD
- En ese contexto el adolescente se ve con aspecto desgraciado. Nada hay admirable en él.
- Adolescente de la posmodernidad:
- Recae una mirada diferente. Su cuerpo se idealiza ya que constituye el momento en el cual se
logra cierta perfección que habrá que mantener todo el tiempo posible:
o Mujeres: modelos de 12, 14,15 años muestran el ideal de la piel fresca, sin marcas,
cabello abundante y brillante, cuerpo fuerte pero magro, tostado, ágil, con estado
LA
Los padres de los adolescentes actuales, crecieron en los años ’60. Incorporando un modo de
relacionarse con sus hijos diferentes del que planteaban los modelos clásicos, desarrollaron un estilo
diferente al de sus padres.Las diferencias residen en que estos padres buscan ser jóvenes el mayor
tiempo posible, desdibujando al hacerlo el modelo de adulto que consideraba la modernidad. Creen que
la verdadera sabiduría está en sus hijos sin necesidad de agregados y que su tarea es dejar que la
creatividad y el saber surjan sin interferencias.
20
OM
omnipotente. No puede esperar para satisfacer sus deseos y no es capaz de considerar al otro.
- Ideal del yo: los padres primero y los maestros después tienen la tarea de introyectar al niño en otra
estructura, el ideal del yo. Se manifiesta a través de sus propios valores: esfuerzo, reconocimiento,
consideración hacia el otro, postergación de los logros. En la adolescencia se termina de consolidar
el ideal del yo gracias a los padres, los maestros y la sociedad en sí.
La sociedad moderna consagraba valores de un ideal del yo: idea de progreso en base a esfuerzo, el amor
.C
como consideración hacia el otro, capacidad de espera para lograr lo deseado.
En la sociedad posmoderna, los medios divulgan los valores del yo ideal, allí donde estaba el ideal del yo,
está el yo ideal y hay que atenerse a las consecuencias.
DD
El adolescente, no tendrá que abandonar ningún rol de la niñez. Podrá seguir actuando y deseando
como cuando era niño por lo cual tampoco habrá duelo claramente establecido. La nueva identidad se
estructura sin que apareciera la idea neta de un duelo en tanto no hay pérdida conflictiva que lo
provocara.
LA
FI
21
EGOCENTRISMO
OM
Piaget concebía al egocentrismo como una confusión o falta de diferenciación entre los aspectos internos
del pensamiento y los elementos externos de la realidad que rodea al sujeto. La causa general del
egocentrismo seria el desequilibrio cognitivo que acompaña a las fases de preparación de cada estadio del
desarrollo intelectual.
En este sentido el egocentrismo intelectuales una cierta incapacidad para ponerse en el punto de vista del
interventor. El comienzo de la adolescencia supone la utilización de un pensamiento abstracto a partir del
.C
cual el individuo empieza a reflexionar sobre sí mismo y a abordar sus propias teorías y sistemas de
creencias. Pero esta misma capacidad, que permite al adolescente percibir distintas alternativas posibles al
mundo que lo rodea, lo lleva a una posición egocéntrica que se pone de manifiesto por una especie de
mecanismo mediante los cuales se centra en la actividad reformadora que va a desempeñar en el futuro.
DD
El egocentrismo de la adolescencia se configuraría, por un lado, como la incapacidad para concebir con
realismo las posibilidades de aplicación de las teorías que se conciben y, por lo tanto, como un exceso de
confianza en el poder de ciertas ideas como elementos de transformación de la realidad. Este
egocentrismo se supera a partir de dos factores:
Por un lado, la creciente inserción en la sociedad que proporciona al adolescente una diversidad de
perspectivas que le obligan a pensar y reconsiderar las suyas y a descentrarse.
LA
Por otro lado, el avance en su desarrollo cognitivo que le supone disponer de unos mejores
instrumentos intelectuales para buscar una coordinación más adecuada entre las teorías.
Una de las mayores deficiencias de las teorías, tanto clásicas como actuales, sobre al adolescencia es la falta
de un nexo entre los aspectos afectivo y cognitivo. Este egocentrismo que consiste en una falta de
diferenciación entre lo interno y lo externo, y que lleva al sujeto de estas edades a posiciones un tanto
FI
idealistas y mesiánicas, produce dos fenómenos analizados por Elkind, la audiencia imaginaria y la fabula
personal. Parece confirmarse la hipótesis de que las operaciones formales serian una condición necesaria,
pero no suficiente, para la adquisición de una plena identidad personal.
CARACTERÍSTICAS FUNCIONALES:
Lo real concebido como un subconjunto de lo posible: el sujeto de este estadio enfoca la resolución de
un problema invocando todas las situaciones y relaciones causales entre los elementos, que luego
confrontara experimentalmente con la realidad.
Carácter hipotético- deductivo: además de formular hipótesis, las pueden manejar y seleccionar
sistemáticamente y someter los resultados a las pruebas de un análisis deductivo.
22
OM
representa la capacidad del sujeto de este estadio de concebir todas las relaciones posibles entre los
elementos de un problema.
La segunda estructura es el grupo de las cuatro transformaciones que posee 4 propiedades:
Composicion: cualquier operación que combina dos elementos del conjunto da como resultado un
elemento que también pertence al conjunto.
Asociatividad: la combinación de una serie de elementos del conjunto es independiente de la forma
.C
en que se las agrupe.
Identidad general: Hay un solo elemento, el elemento de identidad que cuando se combina con otro
elemento deja a ese otro elemento de indentidad.
Reversibilidad: Para cada elemento del conjunto existe otro elemento que combinado con el da
DD
como resultado el elemento de identidad.
A estas le corresponden cuatro tipos de operaciones:
Identidad: no cambiar una proposición de términos.
Negación: llevar a cabo una inversión de la proposición idéntica
Reciprocidad: producir el mismo efecto que la operación idéntica pero actuando sobre otro sistema
Correlativa: consiste en la negación o inversión de la operación anterior.
LA
La posibilidad de usar este grupo permite al sujeto el uso simultaneo de las reversibilidad, por negación y por
reciprocidad.
Los esquemas operatorios formales son:
Operaciones combinatorias: capacidad de combinar objetos y proposiciones de todas las maneras
FI
posibles.
Las proposiciones
La coordinación de los dos sistemas de referencia y la relatividad de los movimientos o las
velocidades
23
OM
hipotéticos-deductivos y que es propia del conocimiento científico.
.C
explicaciones:
1) La primera se ubica en la línea habitual de su pensamiento, según se admitan las diferencias
individuales, pero manteniendo el orden secuencial del desarrollo. Las diferencias del desarrollo
podrían ser el resultado de la pertenencia de los individuos a medios sociales más o menos
DD
desfavorecidos, se ubicaría en la desigualdad de las condiciones sociales, que ofrecen diferentes
estímulos a la construcción del pensamiento formal.
2) La segunda llevaría a tener en cuenta una diferenciación de las aptitudes con la edad. A partir de un
corto nivel de desarrollo deja de ser homogéneo, ya que ciertos individuos adquieren aptitudes en un
dominio del saber, más que en otro. Se trataría de un progreso en dominios especializados.
3) La tercera platea que todos los individuos normales alcanzarían el nivel formal, a los 11- 12 años a los
LA
15 a los 20 años, pero llegarían a dominios diferentes, aquellos que depende de sus aptitudes y de
sus especializaciones profesionales, sin que la utilización de estas estructuras formales sea
exactamente la misma de todos los casos. Lo característico de su pooensamiento es que dentro del
campo de su practica pueden disociar los factores involucrados en una situación problemática,
combinarlos en todas sus posibilidades de razonar de modo hipotético-deductivo. Que enfrentados a
FI
situaciones que escapan a su campo proceden como si pertenecieran al nivel concreto del
pensamiento.
La forma se refería a las interferencias que los sujetos podían efectuar, sin importar el material sobre el
cual trabaja el pensamiento. Piaget trato de establecer el alcance de la diferenciación entre forma y
contenido. Surgio una cierta especificación de las condiciones dentro de las cuales se cumple efectivamente
tal diferenciación. Trazo una distinción entre las dificultades inherentes al pensamiento concreto y las que se
observan en la constitución del pensamiento formal.
En el caso del pensamiento concreto se puede hablar de la indiferenciación si se considera que una misma
forma de pensamiento no es inmediatamente generalizable a diversos contenidos; mientras que el
pensamiento formal, estructura de inmediato los problemas de su campo, pero no puede pasar a otro. El
pensamiento formal tiene dificultades para salir de las actividades vitales donde se ejerce.
24
OM
epistemológicas. Piaget plantea la cuestión en torno a la naturaleza de la autorreflexión: llegar a pensar en
cierto nivel de subjetividad no parece ser solamente una cuestión de la lógica del adolescente, sino que es
inherente a su propio proceso de conocimiento, a la reconstrucción de su relación cognoscitiva con el
mundo.
Castorina plantea que le pensamiento formal no alcanza para generar una reflexión sobre el propio
pensamiento. Solo accedemos a ella por una construcción de las herramientas cognitivas que son parte del
.C
desarrollo. Se ha considerado erróneamente la organización formal como estática, independiente del
dinamismo de su actividad y de las condiciones de su constitución. No es válido postular un finalismo.
Lo típico del pensamiento adolescente es una “autoconciencia teórica”, una competencia intelectual que
nos capacita para articular y comunicar justificaciones sistemáticas correspondientes al rigor experimentado
DD
de nuestras ideas (Broughton).
Entre los indicadores psicológicos del surgimiento de las reflexiones sobre el conocimiento se pueden
destacar dos:
a) La formación de un punto de vista propio sobre el mundo o el conocimiento, es decir, la creación de
teorías y la interrogación sobre su sentido.
b) Un indicador más bien afectivo: una cierta retracción de la acción directa en el mundo, un largo periodo
LA
La constitución de este estadio, si es legítimo llamarlo asi, abarca toda la adolescencia y se extiende hasta la
adultez, presentando muchas dificultades. No podría esperarse que todos los adolescentes lleguen
efectivamente al modo de reflexión epistemológico. No todo lo que piensa un adolescente sobre cuestiones
FI
PIAGET E INHELER DE LA LÓGICA DEL NIÑO A LA LÓGICA DEL ADOLESCENTE. CAPITULO 18: El
pensamiento adolescente
Desde el punto de vista de las estructuras lógicas hay bastante diferencia entre el niño y el adolescente.
El niño solo consigue la manipulación de las operaciones concretas de clases, relaciones y números cuya
estructura no va más allá del nivel de las agrupaciones lógicas, elementales, de los números aditivos y
multiplicativos. De este modo utiliza la reversibilidad de inversión para clases y los números, y reciprocidad
para las relaciones, pero sin fusionarlas, que es lo que caracteriza la lógica formal.
El adolescente superpone la lógica de las proposiciones a la de las clases y las relaciones, y elabora asi poco a
poco un mecanismo formal fundado sobre las estructuras del reticulado y el grupo de las 4
transformaciones, estas le permiten reunir en un mismo todo a la inversión y a la reciprocidad, y dominar
además del razonamiento h-d, y la prueba experimental, fundados sobre la variación de un solo factor, un
cierto número de esquemas operatorios que aplicara n su pensamiento experimental y lógico matemático,
alcanzando asi un equilibrio entre los 14 o 15 años.
La transformación de las estructuras constituye un centro del cual irradian modificaciones, en el
pensamiento del adolescente.
25
OM
El advenimiento de la adolescencia incorpora al adolescente a la sociedad adulta pero también influyen
factores sociales y neurológicos.
Las estructuras formales no son formas innatas del entendimiento, ni representaciones colectivas que están
elaboradas por encima y por fuera de los individuos, sino que son formas que se imponen y se equilibran.
Son sistemas de intercambio entre individuos y medio social.
Entre el sistema nervioso y la sociedad existe la actividad individual que son las experiencias propias del
.C
sujeto para adaptarse al mundo físico y social.
El pensamiento del adolescente tiene modificaciones espontaneas que traducen en la construcción de
estructuras formales que aseguran la inserción de los sujetos al medio social.
El Adolescente es un individuo que empieza a considerarse como un igual ante un adulto, juzgados con igual
DD
y reciprocidad, mientras que el niño se siente inferior o subordinado al adulto. El adolescente busca formar
parte de la sociedad adulta, atravesando conflictos y tiene compensaciones generales. Comienza a construir
sistemas o teorías, a diferencia del niño que no construye sistemas, su pensamiento es espontaneo y menos
sistemáticos, no tiene pensamientos reflexivos.
El adolescente reflexiona sobre su pensamiento y construye teorías, hay significación de estos sistemas,
porque le permiten su inserción moral e intelectual. Son indispensables para asimilar las ideologías que
LA
Puede manifestarse egocentrismo y crisis de originalidad en la adolescencia. Hay una necesidad de ser
diferente de otro igual. El pasaje del egocentrismo a la descentración lo constituye la subordinación del
progreso del conocimiento re-manipulando perspectivas.
El adolescente pasa por una fase de potencia ilimitada a su pensamiento y a soñar con su futuro o a
transformar el mismo con sus ideas. Es el proceso de descentración el que permite que salga de ese periodo
de indiferenciación y se cura de la crisis idealista para alcanzar lo real y lo conduce al estado adulto. Esta
descentración se da en el plano social y del pensamiento.
La adolescencia es una edad de la inserción de los individuos en un periodo de formación en el cuerpo social
adulto y complementariamente es la etapa de construcción de la personalidad. Esta adaptación social
implica la correlación con el desarrollo de las operaciones proposicionales o formales, que se aseguran la
estructuración intelectual, sentimientos y personalidades. Se produce la superación de los ideales
encarnados, por lo que se independiza de ellos. El niño no supera ni sale de esos ideales, porque sus únicos
ideales sensibles son ideales encarnados.
UNIDAD 5
26
La autora plantea a la adolescencia como una fase de mutación. El adolescente pasa por una muda respecto
de la cual nada puede decir, y es para los adultos, objeto de un cuestionamiento que, según los padres, está
cargado de angustia o pleno de indulgencia. El estado de adolescencia se prolonga según las proyecciones
que los jóvenes reciben de los adultos y según lo que la sociedad las impone como límites de exploración.
Los adultos están ahí para ayudar a un joven a entrar en las responsabilidades y a no ser lo que se llama un
adolescente retrasado.
La infantilización es peyorativa viniendo de otro joven, afecta más al niño que si es su madre la que le dice
“No te hagas el pequeñín”. El preadolescente es también muy vulnerables a las observaciones despectivas
OM
procedentes de otros adultos que tienen el papel de mandar a los jóvenes. Así como la fragilidad de un bebé
que nace, el niño no tiene en cuenta las cosas, no hace más que oír que hablan mal de él, y se lo toma al pie
de la letra. Se trata de algo que quede comprometer, de por vida, sus relaciones con la sociedad. Lo mismo
sucede con un joven en pleno desarrollo. Las personas secundarias juegan un papel muy importante en la
educación de los jóvenes durante este período. Aunque no estén encargadas de dar dicha educación, todo lo
que hacen puede favorecer la expansión y la confianza en sí, al igual que el valor para superar sus
.C
impotencias, o, al contrario, pueden estimular el desaliento y la depresión. En este momento de extrema
fragilidad, se defienden contra los demás mediante la depresión o por medio de un estado de negativismo
que agrava aún más su debilidad.
DD
La sexualidad podría ser un recurso para ellos. Con mucha frecuencia penetran en un falso nivel expansivo
de sexualidad, que depende de lo imaginario: la masturbación. Es un momento en el que los jóvenes se
sienten incomodos en la realidad de los adultos por falta de confianza en sí mismos, y su vida imaginaria les
sostiene. La masturbación, de remedio de su depresión, se convierte en una trampa; trampa porque de este
modo se descargan nerviosamente y tienen mayor dificultad para afrontar la realidad, para vencer las
deficiencias, mucho más imaginarias que reales, pero que han sido alimentadas por frases inoportunas.
LA
En este momento juegan un rol importante los educadores, encargados de darle la voz al niño, pidiéndole su
opinión, su juicio sobre un combate, su parecer sobre una exposición. Se trata de animarlos. Se trata de una
edad frágil pero también maravillosa, porque reacción además a todo lo positivo que se hace por él.
De once a trece años es un punto de máxima fragilidad: tienen rubores, se tapan el rostro con los cabellos,
FI
azotan el aire con las manos para vencer su malestar, su vergüenza, o pueden incluso enmascarar una gran
herida que quizá sea indeleble.
La época difícil es el momento de la preparación de la primera experiencia amorosa. El joven siento que hay
en ello un riesgo, lo desea y lo teme al mismo tiempo. El riesgo del primer amor es experimentado como la
muerte de la infancia. La muerte de una época. El hecho trascendental que marca la ruptura con el estado de
infancia es la posibilidad de disociar la vida imaginaria de la realidad, el sueño de las relaciones reales.
A los once años se manifiestan los primeros indicios de una sexualidad que se anuncia con un fortísimo
componente imaginario antes de que el cuerpo entre en juego: en el muchacho las primeras emisiones
involuntarias de esperma, y en las muchachas las primeras reglas. Héroes e ídolos constituyen sus
compañeros en el juego de papeles donde lo imaginario desplaza a la realidad.
La primera vida imaginaria se inicia a los tres-cuatro años. Los niños son enteramente de la opinión que el
padre, incluyendo sus opiniones políticas; está en relación con el mundo exterior mediantes las opiniones de
los padres.
27
Cuando llega a la adolescencia en cuando este mundo imaginario exterior le provocará, le hará decir que
quiere salir. Es atraído por pequeñas bandas de jóvenes mayores que él y en las que pretende integrarse; y
entrará así en su adolescencia saliendo de la familia y mezclándose con grupos constituidos que, para él,
OM
tendrán momentáneamente un papel de sostén extrafamiliar. No puede abandonar completamente los
modelos del medio familiar sin antes disponer de modelos de relevo.
Fin de la adolescencia. Un individuo joven sale de la adolescencia cuando la angustia de sus padres no le
produce ningún efecto inhibidor. Los hijos han alcanzado el estado adulto cuando son capaces de liberarse
de la influencia paterna tras alcanzar este nivel de juicio: “mis padres son como son; no los cambiaría y no
trataría de cambiarlos. No me toman como soy; peor para ellos: los abandono”.
.C
Hoy en día, el paso a la edad adulta se traduce muy concretamente en términos de independencia
económica. (No es posible socialmente antes de los 16 años).
DD
A la familia se le es infiel; se es infiel a los padres, esa es la ley. Uno se siente sostenido por la fuerza del
honor que se hace a los padres haciendo por uno mismo lo que se tiene que hacer, y no amándoles puesto
que no le comprenden a uno. Un joven tiene necesidad de amar a las personas de su edad, y de formarse a
través de los de su generación, y no de seguir dependiendo de alguien de una generación anterior que en un
momento dado ha sido un modelo. Si la influencia se prolonga, es un modelo desestructurador.
LA
que es muy evidente durante la etapa temprana de la adolescencia pierde su nitidez cuando se llega a la fase
final de la adolescencia. Esta disparidad debería ser una razón suficiente para adecuar nuestra terminología y
hablar de pubertad solo cuando nos referimos al proceso somático, reservando el término adolescencia para
denotar los cambios psicológicos. No debemos olvidar que el cambio psicológico adolescente no solo
responde al acontecimiento somático que se está produciendo (la pubertad) sino que igualmente y quizá con
mayor urgencia aún se recurre a él para integrar la realidad social inmediata del individuo con su pasado
todavía activo y su futuro anticipado.
Se debe hablar de pubertad solo cuando nos referimos al proceso somático y utilizar el término
adolescencia para dar cuenta de los cambios psicológicos que reflejan la adaptación o acomodación psíquica
y social a la pubertad. Por eso se dice que la pubertad es un acto de la naturaleza, mientras que la
adolescencia es un acto humano.
Se utiliza el término adolescencia tardía para determinar el lapso de prolongada vida pre adulta como la
última etapa de la adolescencia porque el desarrollo psicológico típico de este periodo, denominado
consolidación, es una continuación directa del proceso adolescente.
Considero este lapso de prolongada vida pre adulta como la última etapa de la adolescencia porque el
desarrollo psicológico típico de este periodo denominado consolidación es una continuación directa del
28
La disolución del conflicto edípico hacia el final de la fase fálica es normalmente parcial, se produce una
mera suspensión de algunas cuestiones. En la adolescencia se pone de manifiesto no solo una recapitulación
del conflicto edípico sino también una continuación. A partir de una resolución incompleta o la suspensión
del conflicto del complejo de Edipo inverso o negativo: el amor del niño hacia el padre del mismo sexo.
La disolución del complejo de Edipo negativo debe lograrse durante la última parte de la adolescencia ya que
el logro de la identidad sexual depende de ella.
Es debido a la continuación y no meramente a la repetición de los conflictos infantiles que he propuesto
extender la niñez psicológica hasta la finalización de la adolescencia.
OM
La teoría psicoanalítica hizo siempre hincapié en la tendencia dual, normalmente con predominio de una de
las orientaciones de la sexualidad infantil dirigida hacia el objeto, que culmina en la constelación edípica. La
maniobra defensiva en relación con el complejo de Edipo negativo suele adoptar la forma de una actitud
hostil o agresiva hacia el padre del mismo sexo y de un aferrarse obstinado, incluso obsesivo e ingobernable,
al componente positivo o heterosexual del complejo de Edipo. En otras palabras, la vinculación edípica del
niño con el padre del sexo opuesto es forzada reactivamente a ocupar el primer plano. Mis observaciones en
.C
el análisis adolescente me han demostrado, una y otra vez que el amor edípico del varón hacia el padre o de
la mujer hacia la madre es inalcanzable o se halla bien defendido durante largo tiempo. He caracterizado
esto como la defensa edípica adolescente. Es debido a la continuación y no meramente a la repetición de los
conflictos infantiles que he propuesto extender la niñez psicológica hasta la finalización de la adolescencia.
DD
Es el grado de coordinación e integración de las funciones yoicas, viejas y nuevas, lo que determina la
conclusión de cualquier etapa evolutiva.
Se abandona el examen de los criterios fenomenológicos para referirse a las cuatro tareas evolutivas que,
de modo conjunto y sinérgico, conducen al adolescente hacia la adultez.
1. EL SEGUNDO PROCESO DE INDIVIDUACION: No estos diciendo nada nuevo cuando afirmo que el
adolescente tiene que liberarse de las dependencias infantiles. Anna Freud ha caracterizado esto
como el aflojamiento de los lazos objétales infantiles. Adoptando la terminología utilizada por
Mahler, he postulado un segundo proceso de individualización de la adolescencia. La
individualización infantil se produce en relación con la persona que tiene al niño a su cuidado, la
madre. En la fase de separación-individuación, la existencia de la madre como un objeto
independiente surge mediante el proceso de interiorización. Los padres interiorizados y a través de
ellos, la cultura interiorizada en el sentido más amplio no son cuestionados, en términos relativos,
hasta la pubertad. Durante la adolescencia, estas viejas y familiares dependencias, así como los
objetos infantiles de amor y de odio, vuelven a ocupar un lugar en la vida emocional. La
desvinculación objetad mediante la individualización en el nivel adolescente no ocurre en relación
con objetos externos, tal como sucedió en la niñez temprana, ahora tiene lugar en relación con los
objetos interiorizados de la niñez temprana. Los cambios de humor de la adolescencia son un
29
OM
concluir el proceso adolescente. El término que he elegido es continuidad yoica. Para que el niño
sobreviva en el mundo en que ha nacido, necesita durante muchos años del apoyo, la guía y la
orientación proporcionados por las personas que lo tienen bajo su cuidado. Los padres funcionan
como extensiones del yo del niño, la adolescencia modifica este estado radicalmente. Durante la
adolescencia normal, el niño en crecimiento utiliza su facultad cognitiva y su madurez somática
mayores para obtener independencia emocional, moral y física. Esta es la época en que se forma su
.C
propia opinión sobre su pasado, presente y futuro. En este momento asistimos al advenimiento del
hombre consciente de sí que por primera vez se percata de su vida ordinaria y al mismo tiempo
único, que se extiende entre el nacimiento y la muerte. La denominada angustia existencial no
puede experimentarse antes de la adolescencia.
DD
3. EL TRAUMA RESIDUAL: Trauma constituye una experiencia dañina inevitable en el periodo infantil.
Las vulnerabilidades idiosincrásicas debidas al trauma residual forman parte de la condición humana.
Trauma residual, es decir, a ese aspecto del trauma que nunca se resuelve y que de hecho nunca
puede resolverse. Este incentivo persistente empuja al adolescente tardío hacia un conjunto de
compromisos más o menos definitivos de índole personal así como impersonal. Socialización del
trauma residual durante la adolescencia tardía. Este proceso coincide con la declinante intrusión de
LA
las fantasías infantiles en el sistema motivacional. El trauma residual sirve como un organizador que
promueve la consolidación de la personalidad adulta y explica su singularidad. La socialización del
trauma residual es anunciada en terapia cuando el joven paciente asume la responsabilidad de su
propia vida tolerando un mínimo de tensión y dejando de hacer el duelo por sus fantasías y
expectativas infantiles.
FI
garantía de que se haya logrado la identidad definitiva específica de cada sexo. La formación de la
identidad sexual depende de la transmutación del componente de la pulsión sexual inadecuado al
sexo en una nueva estructura psíquica, el ideal del yo. Requiere el abandono de las idealizaciones
infantil del self y del objeto. La típica regresión adolescente, que llame regresión al servicio del
desarrollo incentiva la dicotomía infantil entre el objeto todo bueno y el objeto todo malo. Este
estado refleja un vínculo objetal primitivo, preambivalente. Solo habrá una relación adulta duradera
cuando el estado de ambivalencia madura se estabilice estructuralmente en la adolescencia tardía.
La experiencia subjetiva más angustiante y dolorosa en el contexto de la reestructuración psíquica
adolescente se relaciona con el proceso de desidealización. Los problemas psicológicos no resueltos
necesariamente subsisten es su integración estable en la personalidad adulta. Lo que proporciona a
estos problemas persistentes una estructura pautada e irreversible. La estabilidad caracterológica
obtenida de este modo indica que la adolescencia ha terminado.
30
OM
podemos renunciar a nada, solo permutamos una cosa por otra, lo que parece ser una renuncia es en
realidad una formación de sustituto o subrogado. Asi el adulto cuando cesa de jugar, solo resigna el
apuntalamiento en objetos reales, en vez de jugar, ahora fantasea. Crea lo que se llama sueños diurnos.
El fantasear de los hombres es menos fácil de observar que el jugar de los niños. El niño juega solo o forma
con otros niños un sistema psíquico cerrado a los fines del juego, pero asi como no juega para los adultos
como si fueran su público, tampoco oculta de ellos su jugar. En cambio, el adulto se avergüenza de sus
.C
fantasías y se esconde de los otros, por lo común preferiría confesar sus faltas a comunicar sus fantasías.
El jugar del niño estaba dirigido por deseos, en verdad por un solo deseo que ayuda a su educación, helo
aquí: ser grande adulto. Juega siempre a ser grande, imita en el juego lo que le ha devenido familiar de la
vida de los mayores. Ahora no hay razón alguna para esconder este deseo. Diverso es en el caso del adulto,
DD
por una parte este sabe lo que de él esperan, que ya no juegue ni fantasee sino que actúe en el mundo real,
y por otra parte, entre los deseos productores de sus fantasías hay muchos que se ve precisado a esconder,
entonces su fantasear lo avergüenza por infantil y por no permitido. Son los neuróticos que se ven forzados
a confesar al médico, de quien esperan su curación, también sus fantasías; de esta fuente proviene nuestro
mejor conocimiento. Es lícito decir que el dichoso nunca fantasea, solo lo hace el insatisfecho. Deseos
insatisfechos son las fuerzas pulsionales de las fantasías y cada fantasía singular es un cumplimiento de
LA
deseo, una rectificación de la insatisfactoria realidad. Estos deseos se dejan agrupar siguiendo dos
orientaciones rectoras: son deseos ambiciosos, que sirven a la exaltación de la personalidad o son deseos
eróticos.
Productos de la actividad fantaseadora: las fantasías singulares, castillos en el aire o sueños diurnos. Se
alteran a cada variante de las condiciones de vida, reciben de cada nueva impresión eficaz una marca
FI
temporal, según se la llama. Una fantasía oscila entre tres tiempos, tres momentos temporales de nuestro
representar. El trabajo anímico se anuda a una impresión actual presente, que fue capaz de despertar los
grandes deseos de la persona; desde ahí se remonta al recuerdo de una vivencia anterior infantil, en que
aquel deseo se cumplía y entonces crea una situacion referida al futuro, que se figura como el cumplimiento
de ese deseo, justamente el sueño diurno o la fantasía, en que van impresas las huellas de su origen en la
ocasión y en el recuerdo.
El hecho de que las fantasias proliferen y se vuelvan hiperpotentes crea las condiciones para la caída en una
neurosis, o una psicosis; además, las fantasias son los estadios previos más inmediatos de los síntomas
patológicos de que nuestros enfermos se quejan.
No puedo omitir el nexo de las fantasias con el sueño. Tampoco nuestros sueños nocturnos son otras cosas
que unas tales fantasias. El lenguaje ha decidido el problema de la esencia de los sueños, llamando también
sueños diurnos a los castillos en el aire de los fantaseadores. Esos sueños son unos cumplimientos de deseo
como los diurnos, esas fantasias familiares a todos nosotros.
¿estamos autorizados a comparar al poeta con el soñante a pleno día y a sus creaciones con unos sueños
diurnos?
Para que posea algún valor nuestra equiparación del poeta con el que tiene sueños diurnos y de la creación
poética con el sueño diurno mismo, es preciso ante todo que muestre su fecundidad de cualquier manera.
31
OM
WINNICOTT- CAP 5: LA CREATIVIDAD Y SUS ORIGENES TP9 Falta cap4
Lo que hace que el individuo sienta que la vida vale la pena de vivirse es la apercepción creadora. Existe una
relacion con la realidad externa que es de acatamiento, se reconoce el mundo y sus detalles pero solo como
algo en que es preciso encajar o que exige adaptación. El acatamiento implica un sentimiento de inutilidad
en el individuo. Muchos individuos han experimentado una proporción suficiente de vida creadora como
para reconocer que la mayor parte del tiempo viven de manera no creadora, como atrapados en la
.C
creatividad de algún otro. Nuestra teoría incluye la creencia de que vivir en forma creadora es un estado
saludable y que el acatamiento es una base enfermiza para la vida.
Estas dos alternativas de vivir o no en forma creadora pueden ofrecer un contraste muy agudo.
Debemos tomar nota de que para muchos la realidad exterior es en alguna medida un fenómeno subjetivo.
DD
En el caso extremo el individuo tiene alucinaciones en ciertos momentos o en forma generalizada y se los
llama esquizoides. En ocasiones ven el mundo en forma subjetiva y se engañan con facilidad, o bien, aunque
posean bases firmes en la mayoría de las zonas, aceptan un sistema ilusorio en otras.
En el plano clínico no encontramos una clara línea de separación entre la salud y el estado esquizoide,
miramos con suspicacia cualquier teoría que separe al sujeto de los problemas de la vida corriente en
determinado ambiente. Advertimos la importancia del medio.
LA
Las personas pueden vivir una vida satisfactoria y aun realizar tareas de excepcional valor y sin embargo ser
esquizo. Para equilibrar esto seria precisos afirmar que existen otros arraigados con tanta firmeza en la
realidad percibida de manera objetiva que son enfermos en el sentido contrario, es decir, en el de no tener
contacto con el mundo subjetivo y con el enfoque creador de la realidad.
Le interesa el punto exacto en que un bebe es esquizoide. Los esquizoides son personas tan pocos
FI
satisfechas consigno mismas como los extravertidos que no logran ponerse en contacto con el soñar. Tienen
la sensación de que algo anda mal y que en su personalidad existe una disociación y les gustaría que se los
ayudase a lograr una unidad, en lugar de elementos disociados.
Con el fin de estudiar la teoría que usan los analistas es precioso separar la idea de creación de las obras del
arte. Lo cierto es que una creación puede ser un cuadro, una casa, un jardín, cualquier cosa. Podríamos decir
que estas cosas podrían ser creaciones. La creatividad es universal. Corresponde a la condición de estar vivo.
Tiene que ver con la característica d ela vivacidad pero sin duda resulta menos significativa en unos u otros,
cuando tienen una escasa capacidad intelectual. La creatividad que estudiamos se refiere al enfoque de la
realidad exterior por el individuo. Si se da por supuesta una capacidad cerebral razonable, todo lo que se
produce es creativo, salvo en la medida en que el individuo está enfermo o se encuentra frenado por
factores ambientales en el desarrollo que ahogan sus procesos creadores. Quizá sea un error pensar en la
creatividad como algo que puede ser destruido por completo. Aquí intentamos encontrar una forma de
estudiar la perdida, por los individuos, de su ingreso creador en la vida o del enfoque creador inicial de los
fenómenos exteriores. En el caso extremo, existe un fracaso relativo en lo que respecta al establecimiento
de una capacidad personal para el vivir creador. (etiología)
Es preciso sobreentender la posibilidad de que no se produzca una destrucción total de la capacidad un
humano para ese vivir creador y de que, aun en la circunstancia mas extrema de acatamiento y de
32
OM
Es de esperar que los psicoanalistas puedan usar la teoría de los fenómenos transicionales para describir la
manera en que la formación de un ambiente lo bastante bueno en las primeras etapas permite que el sujeto
haga frente al inmenso golpe de la perdida de omnipotencia. Lo que denomine objeto subjetivo se relaciona
poco a poco con objetos que se perciben de manera objetiva, pero ello solo ocurre cuando la fomracion de
un ambiente bueno permite que el bebe se enfurezca en la forma particular que se acepta en los bebes. En
la etapa de la infancia es el mismo tema al que me referi cuando hable de la aceptación de la paradoja.
.C
Advertimos o bien que los individuos viven en forma creadora y sienten que la vida es digna de ser vivida o
que no pueden hacerlo y dudan del valor de vivir. Esta variable tiene vinculación directa con la calidad y
cantidad de la formación de un ambiente al comienzo o en las primeras etapas de la experiencia vital de
cada bebé. Asi en este punto en que nace o deja de nacer la creatividad, o se pierde, el teorico debe tener en
DD
cuenta el amniente y exposición alguna que tome el individuo aislado puede llegar a ese problema central de
la fuente d ela creatividad.
y el ambiente (al principio el objeto). Lo mismo puede decirse del juego. La experiencia cultural
comenzó con el vivir creador, cuya primera manifestación es el juego.
2. La utilización de dicho espacio la determinan las experiencias vitales que surgen en las primeras
etapas de su existencia.
3. El bebe vive experiencias de máxima intensidad en el espacio potencial que existe entre el objeto
FI
subjetivo y el objeto percibido en forma objetiva, entre las extensiones del yo y el no-yo. Ese espacio
se encuentra en el juego reciproco entre el no existir otra cosa que yo y el existir de objetos y
fenómenos fuera del control omnipotente.
4. El espacio potencial se da solo en relación con un sentimiento de confianza por parte del bebe
¿Qué ocurre cuando la madre consigue pasar a un fracaso en lo que respecta a la adaptación, a partir de una
posición de plena adaptación? En la buena experiencia, en este terreno de la manipulación el bebe
encuentra una placer intenso y angustioso vinculado con el juego imaginativo. No existe un juego prefijado
de modo que todo es creador y aunque el jugar forma parte de la relación de objeto, lo que ocurre es
personal para el bebe. Advertimos que todo lo que sucede en el juego se ha hecho antes, y cuando aparecen
símbolos de la unión entre el bebe y la madre, dichos objetos fueron adoptados, no creados. Pero para el
bebe si la madre ofrece las condiciones correctas cada uno de los detalles de su vida es un ejemplo de vivir
creador. Cada objeto es un objeto hallado. Si se le ofrece la posibilidad, el bebe empieza a vivir de manera
33
OM
cultural.
En la buena experiencia, en este terreno de manipulación, él bebe encuentra un placer intenso vinculado
con el juego imaginario. Todo es creador y aunque el jugar forma parte de la relación de objeto, lo que
ocurre es personal para el bebe. Cuando aparecen símbolos específicos de la unión entre el bebe y la
madre (objetos transicionales) dichos objetos fueron adoptados, no creados.
Sugiero que ha llegado el momento de que la teoría psicoanalítica rinda atributo a esa tercera zona, la de la
.C
experiencia cultural que es un derivado del juego. E intentado llamar la atención hacia la importancia teórica
y práctica de la tercera zona, la del juego que se ensancha en el vivir creador y en toda la vida cultural del
hombre. La confronte con nuestra realidad psíquica, personal o interna y con el mundo real en el que vive el
individuo, que se puede percibir de en forma objetiva. Ubique esta importante zona de experiencia en el
DD
espacio potencial que existe entre el individuo y el ambiente que en principio une y al mismo tiempo separa
al bebe y la madre. Ese espacio potencial es un factor muy variable en tanto que las otras dos ubicaciones
(realidad psíquica y el mundo real) son más o menos constantes, siendo la una determinada biológica mente
y la otra de propiedad común. El espacio potencial depende de la experiencia que conduce a confiar. Se lo
considera sagrado para el individuo en el sentido que allí experimente el vivir creador.
LA
UNIDAD 6.
FICHA DE CATEDRA ARCAUTE
WAINSTEIN. CAPITULO 9: el tercer despertar
La clínica con pacientes que atraviesan la edad media de la vida me llevo a postular la idea del tercer
despertar. Siguiendo a Freud en el tercer despertar leemos los ecos retrospectivos del 2do (propio de la
FI
pubertad) y del primero (infancia). Los títulos que inscriben las 3 identificaciones en la primera vuelta edipica
se ponen a prueba en la pubertad y en el mejor de los casos promueven el 2do. Es que a partir de la
pubertad se juega la articulación freudiana entre a la sexualidad y la muerte.
Wainstein introduce una reflexión a la cual llamo tercer despertar. Este tercer tiempo no es del orden de la
estructura como sí lo son los dos primeros. El tercer despertar es contingente, es decir se presenta en
algunos sujetos. Este despertar permite una lectura que resignifica los dos anteriores y le permite al sujeto
eventualmente introducir en su vida modificaciones creativas cuando parecía que muchas puertas ya
estaban cerradas. El tercer despertar promueve un reordenamiento subjetivo que permite conmover al
dramatismo con el que solemos pasar la vejez.
El encuentro que se plantea entre la sexualidad y la muerte no es sin inhibición, síntoma o angustia. En la
edad adulta se acentúa la proximidad de la muerte. Puede que la realidad del cuerpo irrumpa, añadiendo
más relevancia a la cuestión. Como enfrentara el adulto este desafío, de su respuesta dependerá la
posibilidad o no de ese tercer despertar. Pero este no será sin haber transitado suficientemente los
problemas pendientes delos dos primeros tiempos.
Muchos adultos mayores toman el camino de la renuncia de la sexualidad con lo cual de antemano se
clausura el acceso a este tercer despertar. La objeción por le varón, recae sobre el órgano que por temor a
su desfallecimiento no funciona como representante fálico del goce. En la mujer la piel es el blanco preferido
34
OM
afectando con su sombra el campo del deseo. De no ser asi sucede imaginariamente la renuncia a la
sexualidad que implicara alejar la perspectiva de la muerte. En el varón posedipico ya existe una
antecedente de este pensamiento, la renuncia a la sexualidad a cambio de preservar su miembro. En las
mujeres se indica que algunas pueden vivir el encuentro sexual con alguien más joven como deslizándose en
el terreno del incesto con el hijo.
.C
POSIBILIDAD DEL TERCER DESPERTAR:
El trastrocamiento de la imagen del cuerpo en las mujeres, situada en el cuerpo como falo y en los varones,
en el órgano como caída del mismo, demanda la creación de nuevos velos que permitan recuperar el valor
del falo en tanto significante del deseo. El hombre cubriendo su órgano y la mujer la totalidad de su ser.
DD
La mirada deseante de la mujer pone erecto el valor fálico del hombre es decir provoca la erección. Esto es
lo que dice Lacan sobre la mascarada, sostenerla permite la circulación de la falta: dar lo que no se tiene a
alguien que no lo es. La mujer esta atenta a la mirada del hombre y la pulsión actúa según la segunda
modalidad, en este caso el asunto para ellaes atreverse a hacerse mirar, debe permitirse el juego de hacerse
objeto del deseo del Otro, lo cual implica no haber renunciado a su condición deseante. La mirada del
hombre garantiza su identidad femenina. Cuando la imagen del cuerpo entra en crisis (menopausia) su
LA
búsqueda se centrara en esa mirada que le rearme la imagen corporal, siempre y cuando no este en posición
de renuncia o de reivindicación frente al otro. La importancia de la imagen esta dada por la recuperación
fálica que conlleva. En los varones la pregunta por el funcionamiento del órgano puede culminar en algunos
casos en la hipocondría o llevarlo a la impotencia.
FI
A veces sucede que en lugar de ese tercer despertar se observan manifestaciones grotescas como las del
viejo verde, o la mujer madura que se hace la pendeja.
Se hace preciso recordar la función del estadio del espejo. La constitución del narcisismo inviste
libidinalmente la imagen que se hace deseable para el otro, siempre y cuando sea reconocida como tal. La
segunda identificación es la que arroja la donación del rasgo unario, estabiliza la función del espejo en
relación con la imagen narcisista. Los cortes que los cambios en lo real del cuerpo producen, amenazan el
retorno del yo ideal en una relación de dependencia absoluta de la mirada del otro. Solo si se cuenta con una
pantalla, con un fantasma, alguien puede hacerse mirar, es que la función del fantasma resulta indispensable
para el encuentro con el otro. Pero si el objeto no cuenta con la investidura, aparece en su faz de desecho y
la salida es la melancolía.
El varón apunta al objeto a causa de su deseo, al recorte del cuerpo de ella que hace de fetiche que enciende
su erección sosteniéndose de su falo. Ella en tanto mujer debe reconocer que el falo está en el campo de él y
que de eso ella carece. Esta lógica mínima del deseo se ve amenazada en el tercer despertar. El varón teme
35
OM
me va a llegar. Cuando esta negación es ejercida por los propios adultos mayores puede aparecer el hacerse
el joven. Esta maniobras suelen presentarse en aquellos que de jóvenes adirieron a criticimente al prejuicio
discriminador, a una actitud que se denomina viejismo.
En la obra de Fausto la interpretación que nos da el autor es que tanto en la opera francesa como en la
versión criolla predomina el punto de vista del imaginario popular: el amor, el deseo y la pasión, son
patrimonio de los jóvenes. Este imginario que reserva todo esta para lo jóvenes, atribuye a los viejos como
.C
consuelo la sabiduría. Tanto esta como el erotismo, no es patrimonio de ninguna etapa etaria. Pero cuando
un viejo manifiesta sus deseos eróticos, no es nada raro que de inmediato le caiga la expresión de “viejo
verde”, o vieja loca si es mujer. De ante mano se los descalifica como sujetos vitales. Este imaginario social
compaortido con muchos por amplios estratos incluye a los propios viejos. Algunos ensayan débil protesta
DD
pero desisten pronto porque ellos también tienen esa visión de la vejez arrastrada desde su juventud. La
diferencia es que ahora victimarios pasan a victimas del prejuicio. Junto con este hay otro que confunde
vejez con enfermedad. El rechazo del paciente mayor en tanto sujeto es no solo del médico sino muchas
veces de la familia y el resto de la sociedad. Por lógica se produce una confirmación del prejuicio.
LA VEJEZ EN LA EDUCACIÓN BÁSICA ARGENTINA.A fines del siglo XIX y principios del XX, el anciano aparece
LA
como alguien respetable y no se considera la palabra “viejo” con una connotación denigratoria.
El tipo de familia presentado como “normal” es la familia extensa, en la que conviven bajo un mismo techo
no menos de tres generaciones. El lugar que se les reserva a los mayores es el de consejero patriarcal, donde
es educador y transmisor de los valores fundamentales.
Pero la acepción en la que es usada por Oddone es la del diccionario y la tradición histórica: un sujeto
FI
anciano, venerado por su sabiduría y su equilibrio, cuya autoridad es respetada porque nace de sus virtudes
y no de un abuso de poder.
Volviendo al trabajo de Oddone, en los textos de esta época, los ancianos deben ser respetados por el resto.
Indica también que la convivencia habitual que se observaba entre abuelos y nietos favorecía la sociabilidad
36
OM
la apropiación y goce de los objetos de consumo. Para decirlo crudamente: la ley de la selva.
.C
En la cultura judía tradicional, el anciano ocupaba un lugar venerable y se lo suponía fuente de sabiduría.
En la España medieval, Maimónides, el más célebre intelectual judío, que era a la vez médico y filósofo,
distinguía perfectamente entre vejez y enfermedad y afirmaba que era posible llegar a la vejez gozando de
vigor y buena salud si se seguían recomendaciones que tenían que ver con la moderación y el apego a las
DD
máximas de la ética y la ley.
En cambio, en la tan promocionada sociedad ateniense, el lugar del viejo era frecuentemente despreciado y
se tenía por excelsos los valores de la juventud, la belleza y el erotismo atribuidos a este grupo.
Dentro del mundo griego, la posición de Esparta era sensiblemente diferente a la ateniense, y los ancianos
ocupaban un lugar de dignidad.
Con estos antecedentes, se entienden un poco mejor las oscilaciones que sufrió el concepto de vejez en
LA
Occidente, aunque el predominio es hacia la valoración positiva. Ese status se rompe con la irrupción del
modo capitalista avanzado de producción y su modificación sustancial de los valores e ideales.
Por motivos diferentes que los de los griegos de Atenas, vamos a encontrar nuevamente una discriminación
hacia el grupo de los mayores, pero esta vez por consideraciones mercantilistas y de aprovechamiento
económico.
FI
Aparece una vez más la exaltación como ideal de los cuerpos jóvenes y un rechazo discriminatorio, desprecio
y finalmente marginación y confinamiento del grupo de los ancianos.
Estos ideales propiciados por la sociedad inducen en el sujeto mayor a la cancelación de sus proyectos
personales y a una deserotización de su cuerpo.
Claro está que no a todos los viejos les sucede esto. Con mayor probabilidad, es algo que incidirá
especialmente en aquellos que no hayan podido defenderse de la mirada discriminatoria del Otro,
aceptando pasivamente esos lugares degradados.
Cuanto mayor fue el énfasis con que en su juventud un individuo repudió la idea de su propia vejez, mayor
probabilidad hay de que al llegar a esta edad sufra enfermedades o limitaciones, en una especie de profecía
de autocumplimiento. Confirma así con su cuerpo la falsa ecuación vejez=enfermedad.
El Otro social objetiva (es decir: des-subjetiviza) a los viejos en términos puramente negativos, de lo que no
se tiene, de los déficits.
LA PIEL
Ese verdadero órgano que es la piel, además de proteger y cubrir todo el cuerpo tiene la doble función de
aislar y comunicar con el medio externo. Es además fuente de sensaciones eróticas y se relaciona
37
OM
Está demostrado ya hace mucho que el “vagabundeo nocturno” (wandering) y la confusión mental que
muchas veces aquejan a los ancianos no son en general debidos a fatiga o a supuestas patologías, sino una
consecuencia de la reducción de estímulos sensoriales. (Cameron, 1941, citado por Salvarezza).
.C
la vejez y, en particular, a la sexualidad en esa etapa. A ésta se la descalifica o se la piensa en términos de
perversión (“viejo degenerado”) o como patología.
A mayor identificación del sujeto con estos ideales (no se piense que “ideales” refiere sólo a lo bueno y
bello), mayor culpa sentirá el adulto al experimentar sus deseos sexuales. Pero, subraya el autor: “esta
DD
desexualización no tiene pie alguno en la realidad”.
El imaginario social asimila la disminución objetiva en el funcionamiento físico general con un correlato
simétrico del lado de la función erótica, sin advertir que esta última tiene otras bases que el rendimiento
físico y se conecta, en última instancia, con lo comentado al principio de esta ficha acerca del reencuentro
con el objeto perdido y lo pulsional instaurado por la demanda del Otro.
LA
Rozitchner, luego de una prolija enumeración de los cambios fisiológicos que se observan en hombres y
mujeres mayores, todos descriptos en términos negativos de déficits, disminución, deterioro, plantea su
propio punto de vista:
“Ninguno de estos fenómenos fisiológicos y anatómicos en la vejez inhibe el desarrollo de una vida sexual
plena” en vista de que la sexualidad humana se inscribe en el campo psicosocial.
FI
Más adelante, Rozitchner advierte que la adscripción a los modelos culturales falocéntricos perjudica el
erotismo en la vejez.
Estos modelos, tan difundidos en la sociedad, privilegian los aspectos de potencia, velocidad, rendimiento
físico (en total armonía con los ideales productivistas del mercado) y deja de lado o minimiza el juego, la
¿Cómo influyen los roles tradicionales sobre la sexualidad de las parejas en las que ambos envejecen juntos?
Al envejecer se acentúa en las mujeres el rol de cuidado familiar, se maternaliza, y el hombre, ya jubilado,
tiende a bajar su autoestima porque ya no es tan importante como proveedor material. Esto repercute
negativamente en su actividad sexual.
Sin embargo, y como signo de que no es “la sexualidad” la que disminuye, como si fuera una variable
autónoma, aparecen en muchos hombres la búsqueda de relaciones extraconyugales no tanto como
reafirmación de potencia (como el caso de los padres de adolescentes), sino simplemente porque en el seno
de su hogar ve profundizarse la nefasta disyunción entre amor tierno (que se mantiene y acrecienta) y amor
sensual (que tiende a desaparecer).
38
OM
autoestima en desmedro de la búsqueda de amor de objeto. Esa solución errada conduce al retorno del
narcisismo infantil y a la supuesta inferioridad de órgano por el envejecimiento.
El enamoramiento, cuando se da libre curso al amor de objeto tierno y sensual, no sólo aumenta la estima
sino que protege al cuerpo de mayores deterioros.
Es conocida la mejoría vital que experimentan muchos sujetos de edad, internados en geriátricos, cuando la
institución permite los encuentros privados entre los sexos. Lamentablemente suelen funcionar al revés.
.C
Por los prejuicios mencionados, si bien suele encomiarse el amor tierno, no sucede lo mismo con el sensual.
El erotismo es erradicado, reprimido, se lo considera escandaloso, inadecuado y se hace del amor una
caricatura que excluye al sexo. La vejez, al estar próxima a la muerte, y por otro lado, la sexualidad que
siempre remite a aquella (recordar “Más allá del principio de placer”) nos recuerdan en forma reforzada ese
DD
par de enigmas. Esa es la razón por la que, al restringir imaginariamente la sexualidad y el erotismo a la
juventud, se obtiene un amparo, una protección también imaginaria, ante la inexcusable muerte.
LA
FI
39