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mycobacterium tuberculosis

Estructura

Las bacterias de género Mycobacterium tienen la característica de poseer una envoltura


compuesta de una membrana de citoplasma en conjunto con una pared celular, la última
muy diferente de las bacterias Gram positivas debido a su gran contenido de lípidos,
aproximadamente de 60%. Por otro lado, los compuestos que se pueden encontrar en la
pared celular son: glicolípidos fenólicos o sulfolípidos, grupos heterogéneo de
peptidolípidos (Florez y Guerra, 2018). Esto se puede observar a más detalle en la
siguiente gráfica:

Gráfica 1. Envoltura de Mycobacterium tuberculosis

Internamente, los componentes de la estructura de las bacterias del género


micobacterias, tienen una naturaleza sacarídica y se los conoce por contener diversos
receptores, entre los que destacan los macrófagos. Varios de estos son los causantes de
que se minimicen los mecanismos de inmunidad de las personas que están como
huéspedes de la bacteria, debido a que tienen la capacidad de interferir en las acciones
que matan a los macrófagos (Gagneux, 2018).

En este sentido, las condiciones de vida dentro de la célula brindan las características
necesarias para que se pueda dar protección contra las acciones inmunes del huésped.
Incluso, la capacidad de protección de la envoltura es tanta que se pueden proteger
contra el efecto de productos microbiocidas o la aplicación de calor. De modo que la
envoltura posee los suficientes componentes glicosilados como para poder infectar a las
células de hospedador, mediante la infección del macrófago (Fuentes y Arredondo,
2017). En este sentido, la parte de la envoltura que está en constante contacto con el
exterior de la bacteria es la cápsula, dado que es quien está en la capa más alejada de la
bacteria. Su composición y forma va a cambiar dependiendo de la variación de una cepa
a otra, sin embargo, en todas se pueden encontrar ácido glicolípido y micólico,
responsables de brindar a la bacteria las características antigénicas (Fuentes y
Arredondo, 2017).

Debajo de la cápsula se encuentra la pared de la bacteria, estructura compuesta en su


mayoría por contenido graso, alrededor del 50 – 60 %, lo que la convierte en una
superficie difícil de atacar por medio de una hidrólisis enzimática. Los componentes que
ayudan a que esto se cumpla, se encuentran dentro del complejo de ácidos: micólico-
arabinogalactónico-peptidoglucano. El ácido que más domina en las micobacterias es el
ácido micólico: este es un ácido graso que tiene una función especial de conceder la
propiedad a la envoltura de la estructura de repeler el agua. Esto se da en todas las
bacterias de este género y se debe en pocas palabras a la cantidad de carbono que hay en
cada una de las moléculas de ácido micólico, pudiendo llegar hasta más de 70 átomos de
carbono (Lara, 2017).

Epidemiología

La enfermedad de la tuberculosis tiene una gran cantidad de casos de infecciones a nivel


mundial, mismos que datan desde tiempos antes de Cristo, debido a que se han
encontrado evidencias de esta enfermedad en momias egipcias. Alcanzando niveles
exageradamente altos de contagios a inicios del siglo XIX en Reino Unido, para luego
extenderse por toda Europa y América, logrando expandirse cada vez más gracias al
flujo de personas que se dio durante ese periodo de tiempo (Meehan et al., 2018).
Los contagios por tuberculosis son iguales a cualquier enfermedad que se puede
transmitir de una persona infectada a otra, de modo que, si se trazara una curva con los
datos de contagios, esta tiende a ir a un punto máximo en un momento dado, para luego
comenzar su descenso. El problema con la tuberculosis es que el periodo de
decrecimiento de los contagios no ha sido rápido, del contrario, este ha tomado décadas
para que las cifras puedan reducirse de poco en poco, debido a la alta tasa de
transmisión que tiene la infección por la bacteria (Guthrie y Gardy, 2017).

Red de transmisión

Como la tuberculosis se da por la acción de un microorganismo, las personas infectadas


se tienen que poner en contacto con otras personas para que estas puedan contagiarse,
de modo que cada vez las personas más débiles serán las que primero se contagien. En
este sentido este mecanismo de transmisión tiene el nombre de cadena de infección
asistida, debido a la acción de la bacteria frente a otras personas susceptibles a contraer
la enfermedad (Ragonnet et al., 2019)

La forma más común de transmisión de esta enfermedad es por medio del ambiente,
específicamente por vía aérea, debido a que las personas infectadas al momento de
hablar, respirar o estornudar tienden a arrojar cantidades considerables de la bacteria
que pueden infectar a otras personas. Claro está de que estas sólo se van a desarrollar si
las condiciones del huésped son las correctas para su buen desarrollo y posterior
infección. De esta forma los pacientes con más probabilidad de contagio son aquellos
que tienen desarrollada la enfermedad en gran medida, por lo que al toser pueden emitir
considerablemente una infección hacia otras personas (Holt et al., 2018).

Taxonomía

Robert Koch fue la persona que descubrió a la bacteria de Mycobacterium tuberculosis,


determinando que pertenece al género de las Micobacterias, mismo que tiene dentro de
sí más de 120 especies; pero casi en su totalidad no son consideradas como bacterias
patógenas o infecciosas para el ser humano. La bacteria es un bacilo Gram positivo,
aerobio que requiere obligadamente de condiciones intracelulares para poder
desarrollarse a plenitud (Barberis et al., 2017).
La tuberculosis no solamente se produce por la acción de la bacteria Mycobacterium
tuberculosis, sino también por la acción de otras bacterias del mismo género, tales
como: M. bovis, M. africanum y M. microti, debido a que forman un complejo entre
todos y cualquiera de ellos puede ser el iniciador de la enfermedad. Sin embargo, el más
frecuente y con más poder de infección es la bacteria del M. tuberculosis, que es la que
produce casi todos los casos de infecciones detectados por tuberculosis. Esta bacteria
tiene una característica muy importante, presenta una alta sensibilidad a la acción de
calor, por lo que, en otra perspectiva, resiste muy bien a temperaturas bajas como la
congelación además de poder sobrevivir en condiciones de baja cantidad de agua. Otros
factores que influyen en el desarrollo de esta bacteria es el pH del medio y el oxígeno,
por lo que variaciones de estos factores pueden provocar que la bacteria demore más
tiempo de lo normal en duplicarse, lo que podría provocar un periodo de latencia (Zhai
et al., 2019).

Bibliografía

Barberis, I., Bragazzi, N., Galluzzo, L., y Martini, M. (2017). The history of
tuberculosis:
from the first historical records to the isolation of Koch's bacillus. Journal of
preventive medicine and hygiene, 58(1), E9.
Florez, A., y Guerra, G. (2018). Crío-microscopía electrónica. Resolviendo la estructura
molecular de la vida al detalle atómico. Acta Herediana, 61, 99. doi:
10.20453/ah.v61i0.3300
Fuentes, S., Arredondo, P. (2017) La dihidrolipoamida deshidrogenasa: estructura,
función y patología. Revista Educación Bioquímica, 36(3), 82-88.
Gagneux, S. (2018). Ecology and evolution of Mycobacterium tuberculosis. Nature, 16,
203-213. doi:10.1038/nrmicro.2018.8
Guthrie, J., y Gardy, J. (2017). A brief primer on genomic epidemiology: lessons
learned from Mycobacterium tuberculosis. Annals of the New York Academy of
Sciences, 1388(1), 59-77.
Holt, K., McAdam, P., Thai, P., Thuong, N., Ha, D., Lan, N., ... y Dunstan, S. (2018).
Frequent transmission of the Mycobacterium tuberculosis Beijing lineage and
positive selection for the EsxW Beijing variant in Vietnam. Nature
genetics, 50(6), 849-856.
Lara, M (2017) Caracterización molecular de los factores involucrados en la regulación
de la biosíntesis de ácidos micólicos en Mycobacterium tuberculosis. UNR, (2)
Meehan, C., Moris, P., Kohl, T., Pečerska, J., Akter, S., Merker, M., ... y De Jong, B.
(2018). The relationship between transmission time and clustering methods in
Mycobacterium tuberculosis epidemiology. EBioMedicine, 37, 410-416.
Ragonnet, R., Trauer, J., Geard, N., Scott, N., y McBryde, E. (2019). Profiling
Mycobacterium tuberculosis transmission and the resulting disease burden in the
five highest tuberculosis burden countries. BMC medicine, 17(1), 1-12.
Zhai, W., Wu, F., Zhang, Y., Fu, Y., y Liu, Z. (2019). The immune escape mechanisms
of Mycobacterium tuberculosis. International journal of molecular
sciences, 20(2), 340.

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