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CONCEPTOS BÁSICOS DE LA INFECTOLOGÍA

Las enfermedades infecciosas son un grupo de patologías que contribuyen


a una gran parte de las causas de mortalidad tanto en países industrializados
como en aquellos en vías de desarrollo en todos los grupos de la población.
Actualmente representan una de las etiologías de muerte más importantes
después de las enfermedades del sistema cardiovascular(1). De acuerdo con las
cifras más recientes alrededor de 12 millones de muertes en el mundo al año son
debidas a las enfermedades infecciosas y entre ellas seis son las responsables del
75% que son: infecciones respiratorias bajas, síndromes diarreicos, síndrome de
inmunodeficiencia humana adquirida (SIDA), tuberculosis, malaria y sarampión.
Aunque son innegables los esfuerzos y las políticas en salud pública en la mayor
parte del mundo, estas patologías siguen representando un porcentaje muy alto de
incidencia en todos los grupos etarios y es por tanto que el médico debe conocer
los conceptos básicos detrás de las enfermedades infecciosas para asegurar una
práctica orientada y racional en los escenarios en los que se enfrente a estas
condiciones (1,2). El objetivo de este capítulo es clarificar los conceptos más
relevantes en la identificación y el manejo de las enfermedades infecciosas,
lo que permitirá al clínico una mejor aproximación al uso de las herramientas
farmacológicas y no farmacológicas en el tratamiento de estas patologías.
El estudio de las enfermedades infecciosas tiene unos inicios humildes, al
estar relacionada desde la antigüedad con el misticismo y lo sobrenatural. Fueron
necesarios muchos siglos y avances tecnológicos como el desarrollo del
microscopio para que la concepción de la enfermedad infecciosa como plaga o
castigo divino fuera reemplazada por un abordaje más riguroso y de tipo científico .
El primer intento de crear un paradigma científico que explicara la enfermedad
infecciosa se les debe al anatomista alemán Friedrich Henle y al clínico Robert
Koch, siendo este último más reconocido por la formulación de un grupo de
postulados (Los postulados de Koch) que se publicaron en 1882 (Ver tabla 1).
Este evento dio lugar a lo que algunos historiadores llaman la "Revolución
bacteriológica" del siglo XIX. A pesar de que estos principios permitían un
acercamiento más metodológico a los procesos de patologías infecciosas, por las
limitaciones tecnológicas de la época, no permitían explicar como modelo algunas
entidades como las enfermedades virales y la tuberculosis; así como tampoco
satisfacían la explicación de enfermedades crónicas en las que se sospechaba un
origen infeccioso. Fueron necesarias algunas décadas más con el avance de la
microbiología, la biología molecular y la epidemiología para que fuera posible
desarrollar un modelo más integral en el entendimiento de las infecciones en los
seres humanos.
Los postulados actuales en el modelo de las enfermedades infecciosas
fueron reformulados a partir de las ideas de Koch por el autor británico Alfred
Evans en 1975 y permanecen vigentes hasta la fecha (Ver tabla 2).
A continuación, se describen las definiciones más importantes en la infectología:

Agente infeccioso es el nombre que reciben todos los microorganismos u


organismos macroscópicos capaces de producir una infección o una enfermedad
infecciosa. Previamente se pensaba que todos los agentes infecciosos eran seres
vivos, sin embargo, los virus al no contar con una maquinaria biológica de
replicación o de producción de energía, así como moléculas como los priones no
se incluían. Ahora se conoce que los dos agentes anteriores son responsables de
infecciones y por tanto se incluyen en esta definición junto con bacterias,
protozoos, helmintos y artrópodos entre otros (3).
Infección es el término que define la entrada y el establecimiento de un agente
infeccioso en la superficie o el interior de un cuerpo humano o animal (huésped u
hospedador) ya sea que desarrolle o no una enfermedad. El número de
microorganismos que colonizan de forma transitoria o permanente al ser humano
es 10 veces superior al número total de células que posee, y una proporción muy
importante de nuestro genoma (alrededor del 40%) corresponde a elementos
integrados de contacto con retrovirus. Las consecuencias de las interacciones
mencionadas casi siempre son neutras o producen algún tipo de beneficio
recíproco. A los beneficios similares para ambas partes se les llama mutualismo
(ej. microbioma intestinal) y cuando el beneficio mutuo es mayor para el
microorganismo se le llama comensalismo (ej. ácaros que se alimentan de células
muertas epiteliales sin mayor ventaja para el huésped) (1,3,4).
Un ejemplo fascinante de las interacciones mutuales es el microbioma
gastrointestinal. El tracto gastrointestinal representa una de las mayores
superficies corporales de contacto entre el huésped y distintos agentes
infecciosos, factores ambientales y antígenos en el cuerpo humano. Se define
como microbioma intestinal a la colección de arqueobacterias y eucariotas que
colonizan el tracto gastrointestinal y que ha evolucionado de forma simultánea con
nuestra especie a lo largo de millones de años formando una compleja relación de
beneficio mutuo (1,3–5). El microbioma ofrece muchos beneficios al huésped entre
los que se destacan mantener la integridad física intestinal, dar forma a los
distintos epitelios, ahorro de energía en distintos procesos, protección frente a
patógenos y regular la inmunidad del huésped (4). A su vez este grupo de
microorganismos se benefician al contar con medio selectivo para su proliferación
y fuentes abundantes de nutrientes con una reducción en las necesidades de
competir por alimento.
Agentes patógenos: Son aquellos agentes infecciosos que al proliferar o
establecerse en el huésped, bien sea por su multiplicación o por productos tóxicos
que generan, producen una relación dañina para el huésped con la consiguiente
alteración de la homeostasis y la presentación de signos de enfermedad (1,3,6).
Además, dicha interacción perjudicial debe ocurrir en un huésped susceptible y
que sea transmitida desde otro huésped (persona o animal) o reservorio.
Enfermedad infecciosa: Es la situación en la cual la interacción entre un huésped
y un agente infeccioso tiene consecuencias dañinas en el primero, lo que lleva
alteraciones fisiológicas que se caracterizan por síntomas y signos de
enfermedad. El límite entre infección y enfermedad infecciosa no siempre es claro
y puede cambiar por el desarrollo de nuevas técnicas diagnósticas que permiten
detectar signos y alteraciones cada vez más tempranas o por el descubrimiento de
una relación causal entre la presencia de un microorganismo y una enfermedad
(1,3,6–8). Un ejemplo muy representativo fue el descubrimiento de la relación
entre Helicobacter pylori como agente causal de las úlceras pépticas.
A los agentes patógenos que no suelen hacer parte del microbioma se les
conocen como patógenos principales o primarios y casi siempre son los
mismos. Ocasionalmente los seres humanos entramos en contacto con ellos de
forma accidental y son los que pueden causar interacciones más dañinas con el
huésped. Frente a ellos hay escasos mecanismos de defensa por la ausencia de
interacciones previas y por ende pueden causar enfermedades en huéspedes
aparentemente normales y sistemas de defensa normales (1,3,5,6). Para estos
agentes la capacidad que tienen para producir enfermedades infecciosas depende
principalmente del número de veces de las que se entra en contacto con ellos, de
la vía del contacto y si la cantidad de agentes que ingresan al huésped
(inóculo) es suficiente. En este grupo podemos dar como ejemplos:
Streptococcus pneumoniae o Escherichia coli.
Los agentes patógenos secundarios u oportunistas son los microorganismos
que pueden multiplicarse y causar enfermedad con mayor facilidad en personas
con condiciones crónicas o cualquier otro problema de salud. Por tanto, requieren
una alteración cuantitativa o cualitativa de los mecanismos naturales (innatos o
inespecíficos) o adquiridos (específicos) de defensa del huésped (1,3,5,6,8,9).
Ejemplos de este grupo de agentes son: Pseudomonas aeuriginosa o
Pneumocystis jirovecii.
Es muy importante aclarar que en unas condiciones ambientales y del huésped
cualquier microorganismo tiene el potencial de ser patógeno; por lo que cualquier
interacción con agentes infecciosos podría, si las condiciones fueran favorables,
causar una enfermedad infecciosa. En general las características que diferencian
a los organismos patógenos de los no patógenos son el conjunto de rasgos
genéticos que les aportan la capacidad inherente de violar las barreras
anatómicas, celulares y bioquímicas del hospedero y que habitualmente impiden la
entrada de otros microorganismos en el interior de estructuras tisulares estériles
(1).
Los anteriores conceptos se han basado en una visión intuitiva de la
correspondencia entre un único agente y una entidad patológica. No debemos
olvidar que, aunque la concepción anterior es supremamente útil en la práctica
clínica para los aspectos terapéuticos; las infecciones polimicrobianas representan
un grupo cada vez más frecuente y conforme aumente la precisión y la calidad de
diversas pruebas de diagnóstico su incidencia aumentará. Es así como diversas
enfermedades infecciosas como la periodontitis crónica o patologías crónicas
inflamatorias de piel o mucosas se piensan como causadas por comunidades de
microorganismos de especies diferentes, pero con factores biológicos similares.
Las enfermedades infecciosas pueden ocurrir de diversas formas en las
poblaciones humanas. Se le llama endemia a la ocurrencia continua de una
enfermedad infecciosa a una frecuencia esperable durante un determinado
período de tiempo y en una determinada localización geográfica. El término
holoendemia (holoendemic en su acepción original) se refiere a un alto nivel de
infección que afecta a los individuos más jóvenes de una población y se habla de
hiperendemia cuando la frecuencia aumentada de una población compromete
todos los grupos de edad (3,8).
Epidemia es un concepto que hace alusión a la ocurrencia de una enfermedad
que es mucho mayor de lo esperado en una región geográfica específica. Cuando
una epidemia se generaliza e involucra varios países y un gran número de
población se le conoce como pandemia (1,3,8).

Al comprender como se expresan dentro de individuos y de poblaciones las


interacciones de diversos agentes infecciosos, podemos entender cómo se dan los
procesos de paso de un huésped a otro. La contaminación es una situación en la
cual un sujeto u objeto que hospeda un agente infeccioso se convierte en un
potencial vehículo de diseminación del agente. Cuando la transmisión del agente
es llevada a cabo por un artrópodo, a éste se le da el nombre de vector. El vector
puede ser mecánico cuando transmite el agente, pero no es necesario para la
perpetuación de este o puede ser biológico cuando el agente infeccioso requiere al
vector para el paso de una fase a otra de su desarrollo; por lo que si se eliminara
el vector se suspendería la transmisión de este agente (3,10).
La capacidad vectorial es la propiedad de un vector para transmitir en mayor o
menor medida al agente infeccioso; está condicionada por la cantidad,
supervivencia y población de los vectores (3,8).
El reservorio de una infección o llamada fuente primaria de una infección es un
ente (persona, animal, artrópodo, planta o sustancia) en la cual un agente
infeccioso se encuentra en condiciones de sobrevivir, multiplicarse y ser
transmitido a un hospedero susceptible (1,3).
Finalmente, para completar la comprensión de los procesos patológicos de
etiología infecciosa en las poblaciones, nos referiremos a ciertas características de
los individuos infectados. Aquellos sujetos que son huéspedes de agentes
infecciosos pero que no demuestran signos de enfermedad, es decir sólo están
infectados, se les llama portadores asintomáticos. El estado de portador
asintomático puede durar poco tiempo (portador temporal) o tener una duración
prolongada (portador crónico). Algunos agentes infecciosos pueden permanecer
inactivos o silentes en el huésped por largo tiempo, pero finalmente su presencia
generará enfermedad, esta condición se llama infección latente. Los conceptos
anteriores son cruciales para articular el conocimiento actual en la salud pública de
las enfermedades infecciosas.
En los últimos años se han vivido cambios importantes en los comportamientos de
enfermedades infecciosas debido a las conductas humanas tanto de gobiernos
como de grupos poblaciones puntuales, que han cambiado las incidencias y
dinámicas en la transmisión de muchos agentes infecciosos. En 1992 se acuñó el
término de enfermedades infecciosas emergentes, que hace alusión a
condiciones clínicas de origen infeccioso cuya incidencia en seres humanos se
incrementó en los últimos años y amenaza con seguirse incrementando en el
futuro. La definición más reciente propuesta el Instituto de Medicina de EE. UU es:
"Una nueva enfermedad infecciosa reconocida y clínicamente distinta o una
enfermedad infecciosa conocida cuya incidencia reportada en una población
determinada está aumentando" (1,3). Esta definición, aunque aporta un contexto
claro al hablar de enfermedades previamente documentadas al situarlas en
poblaciones donde era escasa, ha sido criticada por la imprecisión para establecer
cuál es la magnitud de una incidencia aumentada, también al usar esta definición
no es posible diferenciar entre una enfermedad emergente y una reemergente.
Para clarificar la concepción, preferimos por términos de practicidad la definición
de 1992 sobre enfermedades infecciosas emergentes, la cual incluye el concepto
de enfermedades infecciosas reemergentes: "es la reaparición de una
enfermedad conocida después de una disminución de su incidencia" (1,3,11).
Ejemplos de enfermedades emergentes son VIH, virus del Zika o virus
Chikunguña. Por su parte ejemplos de enfermedades infecciosas reemergentes
son: poliomielitis, sarampión y rubeola.
Las enfermedades emergentes cuentan con algunas o todas de las siguientes
características (3):
 La enfermedad existía antes de ser identificada, pero era pasada por alto
desde el punto de vista médico porque no podía ser asociada como una
entidad propiamente.
 La enfermedad existía, pero no podía ser detectada hasta que no hubiera un cambio
cualitativo o cuantitativo en sus manifestaciones, como por ejemplo una epidemia o
un incremento de su mortalidad.
 La enfermedad no existía en una determinada región hasta que no fue
traída de otra parte del mundo.
 La enfermedad nunca había existido en una población
humana pero sí en una población animal.
 La enfermedad es completamente nueva, el agente etiológico no existía antes de las
primeras manifestaciones clínicas.

A las entidades infecciosas de alta prevalencia y que han sido bien caracterizadas,
las conocemos con el nombre de enfermedades infecciosas persistentes.
CONCEPTOS DE LA INFECTOLOGÍA DE CORRELACIÓN DIRECTA CON EL
EJERCICIO CLÍNICO Y LA TERAPIA MÉDICA

Como hemos visto anteriormente, muchos de los conceptos de la infectología


tienen una alta relevancia en las áreas de la microbiología, la salud pública y la
epidemiología. Estas nociones están presentes de forma implícita en la práctica
clínica y el ejercicio académico a diario. Sin embargo, hemos querido plantear
separadamente un grupo de términos cuya aplicación en el quehacer médico son
fundamentales a la hora de muchos procesos diagnósticos y terapéuticos.
Nuestro entendimiento de muchos aspectos entre las interacciones entre
huéspedes y agentes infecciosos nos permitió conocer implicaciones
poblacionales de las infecciones, pero no fue sino desde mediados del siglo XX
que con el advenimiento de la biología molecular pudieron conocerse más detalles
de las respuestas inmunes y mecanismos de ataque de agentes patogénicos. Este
conocimiento permitió descifrar la gran variabilidad en la gravedad de ciertas
infecciones entre individuos (1,12) .
La virulencia es una medida cuantitativa de la patogenicidad de un agente
infeccioso, es decir la probabilidad que por sus características sea capaz de
producir enfermedad en un huésped. Desde este punto de vista, entre más
características específicas con las que cuente un microorganismo, mayor
virulencia tiene. Esto es mediado por el material genético y su expresión, es decir
por factores genotípicos y fenotípicos (5–7).
Los factores de virulencia son las propiedades puntuales que permiten a un
microorganismo establecerse y reproducirse en el interior o exterior de un
huésped, lo que incrementa el potencial de ese organismo para alterar la fisiología
del hospedero y causar enfermedad. Evolutivamente los factores de virulencia han
servido tanto para evadir las respuestas inmunes del hospedero, atenuarlas,
adquirir nutrientes o como para permitir la invasión directa de un tejido (1,5–8,12).
En la literatura hay gran variabilidad en la forma de clasificación de los factores de
virulencia, en el 2009 se propuso un primer consenso desde lo molecular para
usar una nomenclatura universal en investigación, permitiendo la agrupación de
los factores de virulencia conocidos; no obstante, este consenso no tiene
aceptación unánime y no es infrecuente ver distintas formas conceptuales de
separar los factores de virulencia. Por lo anterior, describiremos una
conceptualización sencilla y práctica para el clínico (5–8,12) :
Adhesinas: Son partículas que permiten a ciertas bacterias el unirse a ciertas
células, lo cuál es el primer paso del proceso infeccioso. Algunos ejemplos: Los
pilis o los flagelos.
Toxinas: Son sustancias producidas por distintos grupos de bacterias, que
permiten eludir el sistema inmune del hospedero o la invasión de tejidos. Estas se
dividen en:
 Exotoxinas como proteínas secretadas por bacterias gram positivas y gram
negativas. Ej. Toxina tetánica o toxina de la difteria.
 Endotoxinas: Son lipopolisacáridos estables que se encuentran en la pared
celular de bacterias gram negativas.
Los sistemas de secreción son sustancias que permiten perforar la membrana
de células del huésped para que los microorganismos puedan pasar sus toxinas o
por el contrario pueden actuar como bombas de expulsión de sustancias que
pueden ser lesivas para ellas, como por ejemplo antibióticos.
Los sistemas de regulación génica consisten en complejos conjuntos de
sustancias de actuación en el material genético que permiten la activación y la
supresión de distintos segmentos del genoma en respuesta a condiciones
ambientales principalmente.
PATOLOGIAS: Parte de la medicina que estudia los trastornos anatómicos y
fisiológicos de los tejidos y los órganos enfermos, así como los síntomas y signos
a través de los cuales se manifiestan las enfermedades y las causas que las
producen.
La SALUD, según la definición que la OMS hace del término, es un estado de
completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades.
CONTAGIO: Transmisión de una enfermedad por contacto con el agente patógeno
que la causa.
Agente biológico 1. Son todos aquellos organismos vivos y sustancias derivadas
de los mismos, presentes en el puesto de trabajo, que pueden ser susceptibles de
provocar efectos negativos en la salud de los trabajadores. Estos efectos
negativos se pueden concretar en procesos infecciosos, tóxicos o alérgicos.
Factor de Riesgo 5. Cualquier elemento, material o condición presente en los
ambientes laborales de los establecimientos que ofrecen servicios de estética
ornamental que por sí mismo, o en combinación puede producir alteraciones
negativas en la salud de los trabajadores y usuarios, cuya probabilidad de
ocurrencia depende de la eliminación o control de dicho factor.
 Microorganismos (u organismos microscópicos)  1. Son Organismos dotados
de individualidad, que presentan una organización biológica elemental. En su
mayoría son unicelulares, y por lo general corresponden a virus, bacterias, algas
hongos o protozoos.
 Prevención 1. Conjunto de acciones o medidas adoptadas o previstas, que evitan
o dismininuyen los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales,
proporcionando  una mejor calidad de vida a los miembros de una comunidad.
Protocolo 1. Conjunto de técnicas basadas en normas, y medidas preventivas,
que conforman un estándar que nos permite examinar nuestros procesos,
compararlos con modelos que nos fijamos como deseables y necesarios, para la
correcta organización y desarrollo de un procedimiento, ocupación u oficio.
 Residuo Biosanitario 1. Son todos aquellos elementos o instrumentos utilizados
durante la ejecución de un procedimiento que tiene contacto con materia orgánica,
sangre o fluidos corporales del usuario.
Residuos infecciosos o de riesgo biológico 1. Son aquellos que contienen
microorganismos patógenos tales como bacterias, parásitos, virus, hongos, virus
oncogénicos y recombinantes como sus toxinas, con el suficiente grado de
virulencia y concentración que pueda producir una enfermedad infecciosa en
huéspedes susceptibles.

CONCLUSIONES
 Las infecciones son procesos de establecimiento de un organismo en un
huésped u hospedero, usualmente con resultados beneficiosos para ambos
y sin alteración de la fisiología del primero.
 Las enfermedades infecciosas son procesos de interacción entre agentes
infecciosos y un hospedero, con alteración de la homeostasis del último,
que se manifiestan con signos clínicos.
 No todos los agentes infecciosos son causantes de enfermedad, son
determinantes la cantidad, las condiciones del huésped y sus mecanismos
de defensa.
 Las enfermedades infecciosas que aumentan en incidencia en una
población y espacio geográfico determinado más allá de los esperado
reciben el nombre de epidemias. Si se trata de altas prevalencias ya
establecidas se conocen con el nombre de endemias.
 La situación en sujetos infectados por un agente puntual que eventualmente
puede dar lugar a enfermedad la conocemos con el nombre de infección
latente.
 La virulencia es la medida de posibilidad de causar enfermedad en un
huésped y está determinada por características biológicas conocidas como
factores de virulencia.
Tabla 1
POSTULADOS DE KOCH
1. El parásito* ocurre en cada caso de la enfermedad en cuestión y bajo circunstancias en las cuales se
puedan observar los cambios patológicos y el curso clínico de la enfermedad.
2. El parásito no está presente en otras enfermedades como un agente fortuito o no patógeno.
3. Después de ser completamente aislado del cuerpo y que crezca en repetidas ocasiones en un cultivo
puro, el parásito puede inducir la enfermedad nuevamente.
4. El parásito puede ser aislado nuevamente desde un hospedero inoculado experimentalmente.
*El término parásito hace mención al agente etiológico y no a la clasificación taxonómica de un
organismo.

Adaptado de la referencia 2.

Tabla 2
PRINCIPIOS DE EVANS:
La prevalencia de La enfermedad debe ser significativamente mayor en aquellos expuestos a La supuesta
causa que en los controles no expuestos.
La exposición a La supuesta causa debe estar presente más frecuentemente en aquellos
con La enfermedad que en los controles sin La enfermedad cuando todos los factores de
riesgo son constantes.
La incidencia de la enfermedad debería ser significativamente mayor en aquellos expuestos a la supuesta
causa que en aquellos no expuestos, como se puede evidenciar en estudios prospectivos.
La enfermedad debería seguir en el tiempo a la exposición del supuesto agente con una
distribución en los tiempos de incubación en forma de una curva de campana (bell-shaped
curve).
Un espectro de respuestas por parte del huésped debería seguir a la exposición del supuesto
agente, variando entre un rango desde lo leve a lo más grave.
Una respuesta del huésped medible después de la exposición a la supuesta causa
debería aparecer regularmente, como no lo haría en aquellos no expuestos.
La reproducción experimental de la enfermedad debería ocurrir en mayor incidencia
en los animales o humanos expuestos apropiadamente a la posible causa que en
aquellos no expuestos; esta exposición debería ser deliberada en voluntarios,
experimentalmente
La eliminación o modificación de La causa probable o del vector que La transmita
debería disminuir La incidencia de La enfermedad.
La prevención o la modificación de la respuesta del huésped a la exposición de la
supuesta causa debería disminuir o eliminar la enfermedad (ej. inmunización o
medicamentos).
Todo lo anterior debe tener sentido desde lo biológico y lo epidemiológico.

Adaptado de la referencia 2.
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CONTAGIO E INFECCION
(Tomado de La Voz de Job. Número 5, Diciembre de 1904). El contagio de las
enfermedades, en contraposición con la heredad o facultad de heredarse éstas
por transmisión de padres a hijos por medio de las generaciones sucesivas, es
uno de los temás más' antiguos, más debatidos y de los que más controversias
han ocasionado en todo tiempo. Inútil nos parece insistir más sobre este asunto,
que consideramos definitivamente resuelto: no hay enfermedades hereditarias en
este sentido; las que como tales figuran antes en los cuadros nosológicos, han
venido a colocarse hoy en la categoría de contagiosas e infectivas; ya no hay más
que uno que otro autor que se obstinan en sostener a todo trance sus opiniones, a
despecho de la razón y de la evidencia de los hechos. El contagio, empero, puede
interpretarse de distintas maneras y prestarse a errores cuyas consecuencias
pueden ser trascendentales y funestas en muchos casos. Con los progresos de la
medicina se han ido obteniendo conocimientos más precisos acerca de la
naturaleza de algunas enfermedades, lo que ha obligado a los investigadores a
emplear ciertas voces nuevas, o a servirse de las usuales y corrientes en
acepciones figuradas o en sentido restringido, para poder expresar con la debida
claridad sus pensamientos. Contagio, según la definición del Diccionario, es:
"transmisión, por contacto inmediato o mediato, de una enfermedad específica,
desde el individuo enfermo al sano". El adjetivo "contagioso" aplícase a las
enfermedades que se pegan y comunican por contagio, y "contagiar" es
"comunicar o pegar una enfermedad contagiosa". Según estas definiciones, el
hecho de transmitirse una enfermedad específica, del individuo enfermo al sano,
por contacto mediato o inmediato, constituye el contagio, lo que deja suponer que
la enfermedad específica de que se trata es contagiosa, es decir, que es
comunicable por contacto, o que se pega porque es contagiosa, en lo que hay
petición de principio, puesto que se sienta como hecho lo mismo que es objeto de
la cuestión. Volumen I-NQ 10-Marzo, 1933. - 828 -- Hay cierto número de
enfermedades que se transmiten desde el individuo enfermo al sano, que no son,
propiamente hablando, contagiosas; a esta clase de enfermedades, a la cual
pertenecen la malaria o paludismo, la fiebre amarilla, la lepra, la filiarosis y otras
varias, se les aplica en medicina la denominación de infectivas, aunque en rigor, y
ateniéndonos sólo a la definición, podrían-y así sucede en el lenguaje común-
llamarse también contagiosas, porque infectivo viene de inficionar, y este verbo
significa corromper y contagiar. Cuando la Medicina estaba mas atrasada que
ahora, se creía que infección era-y así la definían los diccionarios-"el estado de
aire que contiene efluvios pantanosos, emanaciones pútridas animales o vegetales
y miasmas o exhalaciones del cuerpo del hombre enfermo". A estas voces vagas,
efluvios, emanaciones, miasmas o exhalaciones, que nada dicen, se han
sustituído otras que precisan y declaran cuáles son los agentes de la infección y
cómo obran en la transmisión de las enfermedades. Tomemos el paludismo como
ejemplo del grupo de las enfermedades infectivas, para tratar de establecer la
diferencia que existe entre éstas y las propiamente contagiosas. Un individuo sano
entra a una sala de enfermos palúdicos, permanece en contacto con ellos, se
acuesta en sus camas, duerme en la misma sala y en la misma cama, usa su ropa
y los enseres de servicio, respira, por consiguiente el aire que contiene las
exhalaciones de los enfermos y las de sus deyecciones, yeso por largo tiempo, sin
riesgo ninguno de que se le pegue la enfermedad palúdica, si el hospital está
situado en una región exenta de endemia. A un lugar, a Bogotá, por ejemplo llega
un palúdico que viene de tierra caliente, de una localidad palúdica, donde ha
contraído la enfermedad; se instala en casa de una familia, vive con ella en
intimidad, en contacto inmediato, puede dormir en la misma pieza y aun en la
misma cama que los miembros sanos de la familia, y hacer uso de los enseres
que a ella le sirven, sin el menor riesgo, sin peligro alguno de que la familia
contraiga el paludismo por causa del enfermo. En tales casos, preciso es
reconocer que el paludismo no es contagioso, que no se pega, que no hay
transmisión de la enfermedad específica-como lo es el paludismo-e-desde el
individuo enfermo al sano, no contacto inmediato, porque lo hemos supuesto tan
próximo, contiguo y cercano como se es posible, ni por contacto mediato, pues no
habiendo enfermado ninguna de las personas sanas no ha podido existir ninguna
cosa que mediara entre sanos y enfermos Revista de la Facultan de Medicina-c-
Bogotá, 829 - capaz de contagiarlos. Luego la acepción de contagiosa, según la
definición de esta voz, no le es aplicable a esta enfermedad en este caso. El
paludismo, sin embargo, es comunicable, es transmisible del enfermo al sano,
como lo demostró el profesor Bacceli, de Roma, hace mucho tiempo, tomando
sangre de un palúdico e inoculándosela a un sano, en el cual se manifestó,
pasado un espacio de tiempo llamado período de incubación, la enfermedad
palúdica, con los mismos caracteres y síntomas que se observaron en el sujeto de
quien se tomó la sangre. Para designar este modo de transmisión de ciertas
enfermedades, se emplea, con propiedad, la voz infección que, como se ve, no es
en este caso sinónima de contagio. Mas, como este modo de transmisión,
puramente experimental, no es el que la naturaleza emplea, había que averiguar
cómo se adquiere la enfermedad, sabiéndose ya que no se contagia de la manera
ordinaria, y que sin embargo es transmisible. Aunque desde el año de 1880
descubrió el doctor Laveran en la sangre de los palúdicos un parásito que vive en
los glóbulos rojos, consumiendo su estroma o contenido, no se vino a saber sino
después de algún tiempo, en 1898, por los experimentos del sabio inglés Patrick
Manson, y de su alumno Ronald Ross, que es un mosquito o zancudo el que
transmite la enfermedad. Hay, pues, en el paludismo-y esto sucede en toda
enfermedad infectiva-que considerar dos puntos de importancia capital: la causa
de la enfermedad, o sea el agente que la produce, y el modo o manera especial de
hacerse la contaminación, de inficionarse el organismo. En el paludismo se
conoce muy bien el agente infectivo desde el descubrimiento de Laveran,
confirmado después en el transcurso de veinticinco años por innumerables
microbiólogos, que no han cesado en todo este tiempo de estudiar este organismo
y han dejado fuera de duda su existencia, en todo el mundo, donde quiera que
reine el paludismo. No podemos aquí entrar en la descripción de sus caracteres-lo
que ya hemos hecho en otras publicaciones-y sólo queremos hacer constar que sí
existe el hematozoario de Laveran en la sangre de los palúdicos, en Colombia, a
pesar de las afirmaciones contrarias que se han hecho recientemente. En cuanto a
la manera de hacerse la infección por medio de los mosquitos, los trabajos de
Orassi y de otros muchos autores ilustran suficientemente este punto, aunque
sujeto a muchísimas objeciones que el tiempo se encargará de resolver. Volumen
I-NQ 10-Marzo, 1933. - 830- Por hoy, basta con este ejemplo para explicar 10 que
ha de entenderse por contagio y por infección, que son dos modos de
contaminación cuya distinción es harto importante, porque en ella se funda la
profilaxis de esta cIase de enfermedades, y bien sabido es que más vale precaver,
que curar, y que, en todo caso, la aplicación de las medidas profilácticas carece de
eficacia si se hace empíricamente, sin conocimiento de la naturaleza de la
enfermedad y sobre todo del modo de hacerse la contaminación. JUAN DE D.
CARRASQUILLA L. Diciembre de 1914.

Infección
Según un artículo del portal de salud Kids Health, las infecciones se producen
por gérmenes microscópicos que ingresan al cuerpo humano y generan
problemas de diversa índole. Estos gérmenes suelen ser bacterias o virus que
se encuentran en el ambiente.
Los gérmenes microscópicos pueden ingresar al cuerpo a partir de un animal o
insecto. El dengue, por ejemplo, es una enfermedad infecciosa ocasionada por la
picadura de determinados zancudos.
Contagio
Hablamos de contagio cuando una enfermedad pasa de persona a persona por
contacto directo o indirecto, el contacto directo se produce en el tocamiento de las
personas entre sí, mientras que el indirecto ocurre cuando tocas un objeto que una
persona anterior a ti ha tenido.

Los contagios ocurren también si absorbes microbios infecciosos de otra


persona a partir de su estornudo o tos, razón por la que el uso de tapabocas se
vuelve tan importante, así como mantener cierta distancia física en entornos
públicos.
Algunas enfermedades contagiosas son el resfriado, gripe, VIH, y faringitis por
estreptococos. Estas son enfermedades que pueden transmitirse de diferentes
maneras, pero todas tienen en común que el contagio se produce entre individuos
u entre objetos que ellos posean o hayan poseído.

Historia de la infectología y la medicina tropical y su importancia en


latinoamerica

Dr. Ciro Maguiña Vargas(*)

Introducción

En la historia de la humanidad han existido muchas dolencias tropicales e


infecciosas, que causaron y causan hasta hoy gran impacto en las poblaciones,
así se describió que la malaria precipitó la caída de la legendaria Grecia; en la
edad Media, gran parte de Europa fue diezmada por la peste negra y durante la
conquista de los imperios Incaico y Azteca; la viruela, el sarampión entre otras
enfermedades transmisibles causaron cientos de miles de muertos en los
habitantes americanos, lo que facilitó la penetración y conquista de la América
precolombina.
En 1918 se presentó en el mundo una severa epidemia de influenza, que afecto a
25 millones, de los cuales murieron el 50%.

La medicina tropical se desarrolló a fines de 1800, inicialmente impulsado por las


potencias económicas europeas como Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, etc,
quienes poseían colonias en Africa, India y América. Sus colonos y descendientes
eran diezmados y afectados por las "plagas o fiebres tropicales" y por ello hubo
necesidad de desarrollar este nuevo campo de la medicina.

En cambio la rama de la infectología, desde su nacimiento estuvo ligado a la


aparición de la bacteriología y a otras ramas conexas y en teoría es más antigua
que la medicina tropical.

Gracias al descubrimiento del microscopio de luz, al desarrollo y la aparición de la


microbiología moderna es que la infectología comienza a cobrar auge a partir de
1870 y se desarrolla más con el descubrimiento de la quimioterapia,
especialmente con el descubrimiento de los antibióticos en la Segunda Guerra
Mundial y en las últimas dos décadas se impulsa más con los avances en la
biología molecular.

El campo de la infectología en muchos países esta circunscrito básicamente a las


infecciones nosocomiales, impulsada especialmente en la década de 1950 en los
grandes hospitales universitarios de Europa y Estados Unidos, y que ahora se ha
extendido a los países en vías de desarrollo.

Pero debido a múltiples causas hasta hoy, ambas especialidades muy afines se
han ido desarrollando por campos separados o paralelos, salvo en algunos países
como Perú, Venezuela, Colombia, donde ambas especialidades han confluido,
pero en la gran mayoría de los países de América hasta hoy la infectología es
enfocada en forma separada de la medicina tropical, lo cual lo considero erróneo.

En mi opinión, con la aparición del SIDA en 1980, donde en un mismo paciente se


presentan tanto las enfermedades infecciosas como tropicales, es que se ve la
necesidad en muchos médicos, de conocer con más profundidad ambas
especialidades, especialmente las dolencias tropicales (toxoplasmosis,
crytosporidiasis, criptococosis, etc.).

Hoy en día en diversos congresos internacionales y locales, sea de infectología o


de medicina tropical, se tocan aspectos concernientes de ambas especialidades
tanto en las conferencias, trabajos científicos y en otras ponencias, lo que revela la
gran confluencia de ambas ramas, lo cual creemos que es necesaria y oportuno.

Aspectos históricos de la infectología y medicina tropical

Algunos de los principales hitos históricos de la infectología y la medicina tropical


son:

En 1675, el holandés Antony Van Leewenhoech descubre el microscopio y


observa por primera vez las bacterias y también fue el primero en describir los
espermatozoides y los glóbulos rojos en la sangre del ser humano.

En 1869 Hoffman utilizó el carmín para colorear bacterias;, en 1875 Weigert uso el
azul de metileno sintético para colorear bacterias; en 1876 el genial investigador
Koch describe las endosporas bacterianas del Bacillus Anthracis, en 1884, el
patólogo danes Hans Christian Gram desarrolló la tinción de Gram (hoy famosa),
que permitió diferenciar las bacterias grampositivas de las gramnegativas. Por esa
época Ziehl y posteriormente Neelsen desarrollan la coloración para el bacilo
tuberculoso.

Pasteur, el gran investigador francés, es el iniciador de la bacteriología y


microbiología moderna y entre sus notables contribuciones destaca el haber
iniciado los estudios sobre las fermentaciones y, por lo tanto, se lo considera como
el iniciador de la era de los cultivos, otros aportes de su escuela, son el haber
iniciado el uso de la llama, el uso del horno de aire caliente, el autoclave para
esterilizar los medios de cultivo, etc.

El Dr. Robert Koch, gran investigador alemán es el genio que descubrió el germen
de uno de los grandes flagelos antiguos y actuales de la humanidad, la
tuberculosis, que fue descubierto en 1882. Otros aportes son los clásicos
postulados de Koch y su escuela; se le considera como el iniciador de la técnica
de los cultivos sólidos, y el desarrollo de las placas de Petri.

Entre 1875 y 1905 se habían aislado casi todas las bacterias causantes de las
principales enfermedades prevalentes en Europa, lo que reveló el gran desarrollo
de la bacteriología en las principales escuelas médicas de Francia, Alemania, etc.

En la tabla 1 se describen los años y su (s) descubridor (es).

Con la aparición de nuevas enfermedades y el resurgimiento de enfermedades


ancestrales (Malaria, TBC, Cólera, etc), y con el desarrollo de la bacteriología y
microbiología, la aparición del SIDA, los viajes frecuentes, etc., en muchos países
desarrollados aparecen muchas dolencias tropicales, a las que denominan
"exotique pathologie", en la que los infectólogos modernos de dichos países no
pueden enfrentarlas, especialmente porque no fueron formados ni preparados en
este campo de la Medicina Tropical.

TABLA 1
1873 Obermeier descubre la Borrelia recurrentes (Borreliosis).
1873 El médico noruego Hansen descubre el Mycobacterium Leprae.
1875 El ruso Losch descubre la ameba hystolítica (Amebiasis).
1876 Koch describe el Bacillus anthracis (Carbunco).
1879 Albert Neisser descubre la N gonorrea (Gonorrea).
1880 Carl Eberth descubre la Salmonella typhyca (fiebre Tifoidea).
1880 Charles Leveran descubre el Plasmodium (Malaria).
1883 Roberto Koch, descubre el Mycobacterium tbc (TBC).
1883 Friedrich Loffler descubre el Corynebacterium diphteriae.
1885 Arthur Nicolaier descubre el Clostridium tetani (Tétanos).
1886 Albert Fraenkel descubre el Diplococcus pneumoniae (Neumonía).
1887 David Bruce descubre la Brucella melitensis (Fiebre Malta).
1887 Anton Weichselbaumdescubre la Neisseria meningitidis.
1888 Anton Gartner descubre la Salmonella enteritidis.
1889 Ducrey, describe el bacilo ducrey (chancro blando).
1894 lexandre Yersin dewcubre la Pasteurella pestis (Peste).
1897 Emile Van Ermengem descubre el Clostridium botulinum (Botulismo).
1898 Kiyoshi Shiga descubre la Shigella dysentería (Shigellosis).
1905 Ausgust Wassermann y Albert Neisser y Carl Bruck dewcubren el
Treponema pallidum (Sifilis).
En cambio en algunos países de América, como Brasil, Perú, Cuba, Venezuela,
Colombia, etc, dado que las afecciones tropicales afectaban y siguen afectando a
millones de personas y por la necesidad propia de las escuelas médicas de dichos
países, se fue desarrollando desde 1880 hasta hoy, un grupo de notables
investigadores nativos como Oswaldo Cruz y Carlos Chagas, (descubridor de la
enfermedad de Chagas) Lutz-Splendore-Almeida (descubridores de la
Paracoccidioidomycosis), Da Rocha Lima en Brasil, Salvador Mazza, Alejandro
Posadas (primer caso de Coccididomicosis), Guillermo Seeber (Rinosporidiosis)
en Argentina, Carlos Finlay (descubridor del vector de la fiebre amarilla) en Cuba,
Daniel A. Carrión (mártir de la medicina peruana), Alberto Barton (descubridor de
la Bartonella bacilliformis causante de la Enfermedad de Carrión) en Perú. Barton
fue otro médico peruano, notable bacteriólogo, formado en Inglaterra que gracias a
su inteligencia y sapiencia, fue el descubridor del germen de la Verruga Peruana
en 1905, dicho hallazgo fue ratificado por la famosa Comisión Científica Strong de
la Universidad de Harvard en 1914. Hoy día el nombre de Barton se ha hecho
universal debido al descubrimiento de otras bartonellas, que hoy día suman 14
especies y por ello la bartonella es considerada hoy una de las principales
enfermedades emergentes y re-emergentes del mundo moderno; además, Barton,
fue el primer médico que describió el meningococo y cultivó y sembró el bacilo de
la Tifoidea.

William Gorgas, Walter Reed, Leonard Wood (EEUU) estudiaron y controlaron la


fiebre amarilla, malaria en Panamá y Cuba, son considerados como grandes
pioneros sanitaristas mundiales de la década de 1900.

Gracias a todos ellos y a otros importantes investigadores americanos se lograron


estudiar y controlar la Fiebre Amarilla, la Malaria, Leishmaniasis, Peste, Lepra,
Chagas, Histoplasmosis, Coccidiodomicosis, Blastomicosis sudamericana, etc. .
El nacimiento de la medicina tropical se debe en gran medida al impulso que
dieron tanto las escuelas médicas inglesa, alemana y francesa.

La escuela inglesa produjo notables científicos como el Dr. Ronal Ross (1857-
1932), Patrick Manson (1844-1922), Joseph Duton (1874-1905) expertos
mundiales en Malaria, Trypanosomiasis africana, etc.

El surgimiento de la medicina tropical obligó a crear instituciones para conocer,


tratar y prevenir dichos padecimientos y así evitar su propagación, así se crearon:

a) En 1899 se funda por iniciativa del Dr. Manson, la London School of Tropical
Medicine (la más importante del mundo en ese tiempo).

b) En 1899 se funda The Liverpool School of Tropical Medicine.

c) En 1900 se funda el Instituto de Higiene Marítima y Tropical de Hamburgo,


dirigido por el Dr. Bernhard Nocht y un Hospital para enfermedades tropicales
(Unidad de Hamburgo).

d) En 1912 se funda el Instituto de Medicina Tropical de Amsterdan.

e) En 1913 se funda el Instituto de Medicina Tropical de Tulane, (USA).

f) En 1914 se funda el Instituto de Medicina Tropical de Harvard (USA).

Entre los principales descubrimientos en el campo de la medicina tropical tenemos


en la tabla 2.

TABLA 2
1852 Theodor Bilharz realiza la primera descripción en Egipto del helminto
causante de la esquistosomiasis (Esquistosomiasis haematobium).
1863 Demarquay descubre otras microfiliarias.
1868 Otto Wucherer descubre microfiliaria en orina.
1876: Bancroft descubre la forma adulto de la filaria bancrofti.
1875 O'neill descubre la microfiliaria en piel (Onchocerciasis).
1881 Laveran descubre el P. Malariae.
1888 Blauchard descubre la Giardia Lamblia.
1890 Grassi y Feletti describen el Plasmodium Vivax.
1897 Welch descubre el Plasmodium Falciparum.
1898 Gilchrist descubre en Baltimore la Blastomicosis Norteamericana.
1892 Posadas descubre el primer caso de Coccidiodomicosis.
1894 Busse dewcubre el primer caso de Criptocococis.
1898 Benjamín Schenk descubre la Esporotricosis.
1900 Walter Reed demuestra la transmisión de la fiebre amarilla por el Aedes
aegypti.
1902 Schaudin diferencia la Entoameba histolytica patógena de la E coli no
patógena.
1902 Joseph dutton descubre el Trypanosoma gambiense en Gambia.
1902 David Bruce establece que el T. Gambiense es el agnete de la enfermedad
del sueño.
1902 Stiles descubre el Necator Americano.
1902 Manson descubre otra especie de Esquistosomiasis, La Mansoni.
1904 Katsurada descubre el Eschistosoma Japonicum.
1905 Samuel Darling en Panamá descubre el primer caso humano de
Histoplamosis.
1907 Tyzzer descubre el Crystosporidium.
1908 Lutz descubre el primer caso de Paracoccidiodomicosis Suramericana.
1908 Nicolle and Manceaux describen el Toxoplasma gondii.
1910 Se descubre el Onchocerca volvulus.
1917 El Dr. Robles (Guatemala) describe el primer caso de Oncocerciasis en
América.
(Nódulos subcutáneos con lesiones oculares).
1931 Jorge Lobo en Recife descubre el primer caso de Lobomicosis.

Situación en el Perú

Las enfermedades infecciosas y tropicales han sido y son históricamente una de


las principales patologías que afectan a cientos de miles de nuestros compatriotas.
Dichos males han sido estudiados por diversas ramas de la medicina: medicina
interna, parasitología, infectología, microbiología, medicina tropical, etc; pero ha
sido difícil separar muchas veces la infectología de la medicina tropical, ya que el
desarrollo histórico de ambas especialidades ha sido muy paralelo. Al estudio de
dichos males, han contribuido destacados profesionales médicos y de otros
especialidades de la salud, que en base a su inquietud científica, vocación
humanista y visión patriótica, pudieron contribuir al conocimiento de las
enfermedades prevalentes de nuestro país, algunos de ellos se nutrieron de los
aportes de la escuela médica francesa, alemana, española, inglesa y
norteamericana.

Entre las enfermedades que más se han investigado destacan la Verruga Peruana
(Fiebre de la Oroya), Leishmaniasis, Tuberculosis, Peste, Lepra, Viruela,
Histoplasmosis (Fiebre de Tingo Maria), Fiebre Amarilla, Cólera, Paragonimiasis,
Enteroparasitosis (Strongyloidiasis, Giardiasis, etc), Cisticercosis, etc.

La infectología y la medicina tropical en el Perú han tenido hitos importantes de


investigación, de ellos destacan los estudios realizados desde 1854, sobre la
enfermedad de Carrión, en diversos aspectos: clínicos, epidemiológicos,
terapeúticos, histopatológicos, bacteriológicos, etc.

El hecho histórico que tal vez contribuyó de manera notable al desarrollo de la


medicina peruana, fue el sacrificio del estudiante de medicina, Daniel Alcides
Carrión, que gracias a su sacrificio en 1885, permitió comprobar que la Fiebre de
la Oroya y la Verruga Peruana eran una misma entidad.
Otros destacados investigadores nacionales de la enfermedad de Carrión han
sido: Tomás Salazar, Alberto Barton, Oswaldo Hercelles, Ernesto Odriozola,
Telémaco Battistini, Daniel Mackehenie, Pedro Weiss, Luis Aldana, Carlos Monge,
Hideyo Noguchi, Raúl Rebagliati, Héctor Colichón, Manuel Tamayo, Manuel
Cuadra, Arístides Herrer, Hernán Miranda C, Juan Takano, Sixto Recavarren, Uriel
Garcia, Guillermo Contreras, Raúl Patrucco, Javier Arias-Stella, Hugo Lumbreras,
Luis Solano, Hugo Vizcarra, Fernando García, Eduardo Gotuzzo, Ciro Maguiña,
Enrique Pérez, Abraham Cáceres, etc.

En el campo de la Lepra, destacados médicos tropicalistas, como el Dr. Hugo


Pesce, considerado el padre de la leprología, desde 1940 realizaron notables
aportes a la clínica y epidemiología de la enfermedad; su tesis doctoral fue sobre
la Lepra y fue el fundador del Comité Antileproso del Ministerio de Salud, otros
investigadores de esta dolencia bíblica fueron: David Alfaro, Juan Noria, José
Neyra, etc.

La Peste, otra grave enfermedad infecciosa, que mató a millones de personas de


Europa y Asia en siglos pasados, llegó al Perú en 1903, y desde ese tiempo causó
un gran pánico y hasta 1930 produjo 19,829 casos, de los cuales fallecieron cerca
de un un 50% de pacientes. La enfermedad inicialmente se localizó en diversos
puertos de Piura, Lima, y luego se extendió a otras regiones andinas de Lima,
Piura, Lambayeque, Cajamarca; esta enfermedad fue también estudiada por
Alberto Barton quien en 1906 identificó por primera vez el germen de la Peste.

En 1919 un interno de medicina de la Facultad de Medicina de San Marcos,


Ricardo García Gastañeta, trabajando con pacientes afectados con la Peste
bubónica falleció tragicamente y es también otro mártir de la medicina peruana, al
cual debemos recordarlo. La peste hasta 1949 fue una enfermedad urbana y
desde 1950 es una dolencia básicamente del ámbito rural; actualmente la
enfermedad es endémica en algunas zonas rurales del norte del Perú
(Lambayeque, Cajamarca, Piura) y en ocasiones se producen brotes. La Peste ha
sido estudiada durante décadas por el Dr. Nicho .

La fiebre amarilla es una enfermedad muy antigua de América, también afectó a


los habitantes de algunas zonas costeras peruanas (Lima, Callao, Paita, etc);
produjo gran pánico y zozobra de la comunidad en general; con la aplicación de
diversas medidas sanitarias, se pudo controlarla y en 1918 se produjo el último
brote de fiebre amarilla urbana y desde esa fecha desapareció. Con el
descubrimiento de la otra forma rural y selvática, esta es la única forma que existe
actualmente, la cual es endémica en algunas zonas de la Selva Central
(Chanchamayo), Selva de Tarapoto, Cuzco, Puno.

La Viruela fue una de las más grandes plagas de la humanidad, dicho mal llegó
con la conquista de América en 1492; durante la colonia causó gran mortalidad en
la población nativa, pero con la aplicación de la vacunación masiva obligatoria y
otras medidas sanitarias, esta dolencia comenzó a disminuir en forma notable y
solo durante 1940,1953 y 1954 se produjeron importantes epidemias en el Sur del
Perú (Puno, Cusco). De los médicos importantes que colaboraron a su control
destacan el Dr. Manuel Nuñez Butron (pionero mundial de la atención primaria de
la Salud), David Frisancho, etc.

En 1967 la viruela desapareció en el Perú y el 31 de octubre de 1977, se reportó


en Somalia (Africa) el último caso de Viruela del mundo y el 8 de Mayo de 1980 la
OMS declaró la erradicación de la Viruela del mundo.

La Leishmaniasis ha sido estudiada en los inicios de 1900 por el gran médico


arequipeño Edmundo Escomel, quien denominó a la forma mucocutánea como
"Spundia" (hoy en día, es el término conocido mundialmente), otros investigadores
de esta enfermedad han sido Hernán Miranda (Trujillo), Abelardo Tejada,
Alejandro Llanos, etc.

A pesar de todo lo avanzado en el conocimiento e investigación de todos estos


males infecciosos, en el Perú, todavía hoy existen males como la Leishmaniasis,
Malaria (vivax, falciparum) Enfermedad de Carrión, Tuberculosis, Peste, Tifus,
Fiebre Amarilla, Enfermedad de Chagas, Micosis profunda, Enteroparasitosis, etc,
que requieren todavía grandes esfuerzos para su control.

Situación actual de las enfermedades infecciosas y tropicales

La Organización Mundial de la Salud (OMS) surgida en 1948, despúes de la


segunda guerra mundial creó organismos (Oficina Panamericana Sanitaria: OPS
para América) para el control de muchas endemias mundiales y su orientación fue
hacia el control de algunas importantes enfermedades immunoprevenibles
(viruela, sarampión, tétanos, difteria, tuberculosis, fiebre amarilla, etc) y al control
mundial de la malaria. De todas ellas la única enfermedad controlada a nivel
mundial por vacunas ha sido la viruela, erradicada en 1977. En el caso de la
poliomielitis infantil, en América se reportó el último caso en 1991. Para el control
de la malaria se invirtieron millones de dólares (especialmente para la compra del
DDT) en la década de 1950-1960, lo que produjo una notable disminución de los
casos durante algunos años, para más tarde resurgir con formas más graves y
alarmantes. La fiebre amarilla urbana y selvática fue una de los grandes azotes
tropicales en los siglos XV al XIX, dicha dolencia afectó a muchos viajeros que
llegaban a los puertos famosos como los de Rio de Janeiro, New Orleans,
Cartagena, La Habana, etc. Con el mejor conocimiento del control del vector y la
aparición de la vacuna antiamarílica, se logró erradicar y controlar la fiebre
amarilla urbana y actualmente sólo se tiene la forma de fiebre amarilla selvática en
algunos países de Suramérica ( Brasil, Bolivia, Perú).

Desde 1950 comienzan a describirse en muchas regiones tropicales del mundo


otras desconocidas fiebres hemorrágicas, parecidas a la fiebre amarilla, muchas
de ellas de gran letalidad como el Virus Ebola en Africa descrito en 1977 ( 88%
letal ), virus Lassa en Africa (50% letal), virus Hemorrágico del Valle Riff de Africa
(50% letal), virus Hantanvirus en Corea y América (50%),virus Junín en Argentina
(15-30% Letal), virus Machupo en Bolivia, virus Guaranito en Venezuela.

En 1950, en la guerra de Corea se contagiaron del virus Hantanvirus 2500


soldados de los EEUU, 121 de los cuales fallecieron. En 1993 se describió la
"gripe de los navajos" en los Estados Unidos de Norteamerica, que causó una
letalidad de cerca de un 50% describiéndose la forma pulmonar; ello generó y
genera actualmente gran pánico en la población, tal como sucedía antiguamente
con la terrible peste que diezmó la Europa medieval. Estas enfermedades virales
letales han causado una gran preocupación en toda la comunidad científica de
todos los países y están siendo estudiadas a fin de conseguir vacunas y drogas
efectivas para así poder controlarlas y evitar su diseminación mundial.

Otra enfermedad nueva aparecida en 1981, el Síndrome de immunodeficiencia


adquirida (SIDA), producido por el virus de immnodeficiencia humano (VIH) su
historia es mas reciente y todavía no se conoce el origen real.

En 1981, el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Atlanta emite un


informe llamando la atención sobre un síndrome hasta entonces desconocido:
Habían observado que unos jóvenes varones, de raza blanca, habitantes de San
Francisco, Los Angeles y Nueva York presentaban una enfermedad que afectaba
severamente su immunidad celular, que a su vez provacaba infecciones
respiratorias por gérmenes poco habituales y tumores como el Sarcoma de Kaposi
(tumor frecuente en Africa Ecuatorial). Estos pacientes eran en su totalidad
homosexuales. Posteriormente se describen en otras partes de los Estados
Unidos pacientes homosexuales con cuadros graves de meningitis, encefalitis y
cuadros gastrointestinales por gérmenes oportunistas. En mayo 1981, Gotlieb
publica en el New England Journal of Medicine, el famoso trabajo:"Pneumocystis
carinii pneumonia and mucosal candidiasis in previously healthy homosexual men.
Evidence of a new acquired cellular inmunodeficency". A partir de esta publicación
se inicia el estudio y la difusión de esta nueva e intrigante enfermedad.

Dado que los primeros casos surgieron en varones homosexuales blancos de


Nueva York y de California, se pensó que el virus había "nacido" en EE.UU.
Posteriores estudios indicaron que el SIDA surgió antes en el Africa (parte central,
década del 70). Actualmente se postula que el mono verde africano sea el
reservorio del virus; se cree que la transmisión inicial ocurrió en Africa y de ahí
paso a Haití, dado que las relaciones entre Zaire y Haití han sido muy activas en
los años 70. Una vez importado el virus al Caribe, los homosexuales
norteamericanos se infectaron durante sus visitas a Haití y posteriormente lo
diseminaron a sus comunidades, de donde pasó a otros grupos (bisexuales,
drogadictos, etc) y posteriormente se diseminó a Europa y a otras partes del
mundo.

En Europa (Bélgica, Francia, Holanda,) también llegó directamente del Africa. El


resto de la historia es conocida y su difusión a nivel mundial ha creado un gran
impacto y preocupación por no tener todavía la vacuna disponible.

En el Perú, en mayo de 1983 tuvimos la oportunidad de diagnosticar el primer


caso de SIDA, se trataba de un varón homosexual peruano, residente en Nueva
York, y que vino al Perú con un cuadro severo de diarrea crónica y neumonía
bilateral y que a pesar de la terapia falleció, a partir de allí, los casos de SIDA en
nuestro país, se han ido incrementado en forma notable y hasta 1999 se han
reportado cerca de 10,000 pacientes con SIDA.

El SIDA constituye en el mundo uno de los grandes problemas de salud pública a


enfrentar y resolver.
Asimismo en las últimas dos décadas asistimos al resurgimiento de enfermedades
muy antiguas, que a inicios de 1960 se pensaba que estaban controladas y en
fase de eliminación, entre estas tenemos al incremento notable a nivel mundial en
la morbilidad y mortalidad que causan la malaria (especialmente la especie
falciparum) y la TBC.

Para 1996 la malaria afectó a 500 millones de personas, de ellas fallecieron cerca
de tres millones, especialmente los niños, en ese año la malaria afectó 99 países.

La tuberculosis, no se queda muy atrás, cada año mueren en el mundo cerca de


dos millones de personas y cada año aparecen cepas multiresistentes a las
antibióticos clásicos, lo que agrava el problema sanitario.

Con la mejoría de los diagnósticos y el avance de la biología molecular


particularmente desde la década de 1970 han aparecido numerosos nuevos
agentes infecciosos tal como se muestra en la tabla 3.

Culminada la segunda guerra mundial surgieron nuevos fenómenos que persisten


y se han profundizado como son las guerras y los conflictos entre diversos países,
las migraciones de millones de personas que se desplazan, el deterioro del medio
ambiente (pérdida de la capa de ozono, desglaciación, calentamiento del planeta),
las inundaciones, el Fenómeno de El Niño, huracanes, tifones, inmigraciones,
estilos de vida moderno, etc; han producido la aparición de nuevas enfermedades
o la reaparición de las viejas dolencias infecciosas y tropicales.

Como ejemplo de los estilos de vida moderna tenemos a la enfermedad de la


Legionarios, esta se produjo cuando el aire acondicionado usado en las torres de
enfriamiento fue el mecanismo causante de la neumonía de los asistentes, que en
su mayoría eran legionarios de combate (Veteranos de Guerra).

TABLA 3
1969: virus Lassa virus (Nigeria).
1973: Rotavirus
1975: Parvovirus B19.
1976: Criptosporidium parvumn.
1977: Virus Ebola, Legionella Pneumophila, Hantanvirus, Campylobacter, Virus
Hepatitis Delta.
1980: Virus HTLVI.
1981: Toxina estafilocócica.
1983: E colio o 157, HTLVII, Borelia Burdofi (enfermedad Lyme)
1983: VIRUS VIH_SIDA, Helycobacter pylori.
1988: Herpes virus humano.
1989: Erhlichia Chafensis, Heptitis C.
1991: Virus Hemorrágico Guaranito (Venezuela).
1992: V. Cólera 0 139, Nuevas Bartonellas: B Henselae, B Elizabathae.
1993: Virus Hantanvirus (forma pulmonar).
1994: Virus Sabia (Brasil).
Otro ejemplo se produjo al constatar que algunos habitantes de EEUU
procedentes de la clase media superior gustaban de vivir en suburbios que
estaban en áreas boscosas; en tales condiciones entraban en contacto con la
fauna silvestre y sus ectoparásitos, así adquirieron La babesiosis y la enfermedad
de Lyme a través de las garrapatas infectadas por la babesia bigemina y borrelia
burdorferi presente en bovinos, venados o ratones.

Cerca del 80% de la población mundial vive en áreas tropicales y subtropicales,


especialmente de Asia, América y Africa, a estas áreas acuden millones de
turistas y de estas áreas surgen cada día miles de inmigrantes a los países más
desarrollados; es decir se produjo un flujo continuo de personas, de enfermos y de
enfermedades, por ello que en muchos países desarrollados han resurgido el
interés por el estudio de las enfermedades tropicales, dado que afectan y matan a
millones en el mundo, ejemplo de ellos son la malaria, tuberculosis, amebiasis,
rabia, etc.

La Organización Mundial de la Salud ante esta situación, en los primeros años de


1990 definió dos grupos de enfermedades:

1.- Las nuevas que han aparecido en las últimas dos décadas y amenazan con
aumentar su incidencia en los humanos en un futuro cercano, se les considera
como enfermedades emergentes (VIH, Ebola, crytosporidium, Fiebre Manyaro,
legionella, etc) 2.- Las viejas enfermedades que se incrementaron nuevamente
como enfermedades Reemergentes (Malaria, TBC, Cólera, Difteria, etc).

Las causas de dichos incrementos se deben a:

1.- Viajes, comercio internacional (malaria, cólera).


2.- Descuido programas de control (TBC, difteria en Rusia).
3. - Cambios ecológicos (Hantanvirus, Esquistosomiasis).
4.- Importación de alimentos (intoxicaciones alimenticias).
5.- Falta de vigilancia epidemiológica (malaria, bartonellosis, dengue, peste).
6.- Conceptos erróneos comunidad científica médica.
7.- Problemas medio ambiente.
8.- Guerras, migraciones (cólera, peste, malaria).
9.- Cambios de política de salud (peste neumónica en India).
10.- Resistencia de los microorganismos a las terapias clásicas.

En la tabla 4 presentaremos algunas cifras de las principales enfermedades


tropicales que afectan el mundo moderno.

Las plagas tropicales afectan a los individuos en forma variada, así en el caso de
las mujeres muchas tienen altas tasas de infertilidad debido a una serie de causas,
entre las cuales estan la filiariasis o esquistosomiasis que a su vez producen o
condicionan la enfermedad inflamatoria pélvica, a ellas se suman la malaria,
anemia, desnutrición, las ETS y el VIH que agravan el problema, así en el Congo,
las mujeres entre 30-34 años son 50% infértiles (Network español, 1998).

TABLA 4
ALGUNAS CIFRAS DE LAS PRINCIPALES ENFERMEDADES TROPICALES
QUE AFECTAN AL MUNDO
Leishmaniasis
Enfermedad Chagas
Filariasis
Esquistosomiasis
Malaria
12 millones
18 millones
120 millones
200 millones
500 millones
Actualmente la malaria afecta anualmente con 500 millones de casos y causa más
de dos millones de muertes (mayoría en niños), especialmente debido a la especie
falciparum, siendo los lugares más afectados la India, Pakistan, Brasil, Afganistán,
Sry Lanka, Tailandia, Indonesia, Vietnam, Camboya y China.

La Filariasis es endémico en 73 países del mundo y afecta cerca de 120 millones


de personas

La Trypanosomiasis Sudamericana, según cifras de la OPS, afecta cerca de 18


millones de habitantes y produce 43,000 muertes anuales, en USA se estima que
entre 50,000 - 100,000 personas viven infectadas con el Trypanosoma cruzi.

La Leishmaniasis está presente en cuatro continentes y afecta 88 países, 22 del


nuevo mundo y 66 del viejo mundo. Cada año se detecta dos millones nuevos,
siendo 1.5 millones afectados por la forma cutánea y 500,000 la forma visceral, se
estima una prevalencia de 12 millones de afectados en todo el Mundo, a nivel
mundial cerca de 300 millones de personas viven en áreas de alto riesgo de
enfermar de Leishmaniasis.

La amebiasis afecta cerca del 10% de la población mundial, y cada año se


detectan 50 millones de casos invasivos, de los cuales fallecen 100,000 personas.
Los lugares más endémicos son la India, Africa India y Sudámerica (México,
Colombia, Brasil).
La ascariasis es la enteroparasitosis más prevalente afectando un 25% de la
población mundial, en los EEUU afecta a 4 miillones de personas, la mayoría de
los cuadros son asintomáticos, esta enfermedad cuando produce cuadro
sintomáticos junto a otros nématodos causa hasta 100,000 muertes por año.

La histórica y temida Lepra, es tal vez una de las pocas enfermedades en fase de
control y en fase de erradicación en algunos países del Mundo, actualmente la
OMS estima que existen cerca de 2 millones con enfermedad activa, el 75% esta
en el Sureste Asiático (65% India), 12% Africa y 8% en América, en los EEUU
existen 6000 casos con historia de Lepra y en este país se han detectado 144
casos nuevos en 1998 .

La hepatitis viral B importante enfermedad viral presente en los trópicos y en áreas


no tropicales es uno de los grandesoblemas que enfrentamos, se calcula que
existen alrededor de 300 millones de portadores crónicos, esta enfermedad es
hiperendemica en zonas del Norte Africa, Africa Subsahara , Arabia Este, Sureste
Asia, Filipinas, Polinesia, Indonesia, Amazonía Sudamericana.

En América los índices de prevalencia son: 0.5%-1% en Chile, Argentina, Uruguay


y Sudeste de Brasil, 1.5- 3 % en el medio y Norte de Brasil y Centro américa.
Entre 5-15% en la la región central amazónica, Colombia, Perú, Venezuela, Haití,
República Dominicana.

La hepatitis C un nuevo problema, se estima una prevalencia a nivel mundial del


1%; 0.3% en Australia, 3% en Filipinas, Indonesia, Tailandia, Vietnam, 1% en
Taiwán y China, 3-4% en Japón, 6% en Africa Subsahariana, 9-13% en el Norte
Africa (Egipto, Arabia Saudita).

De las bartonellas, históricamente la enfermedad de Carrión producida por la


Bartonella bacilliformis fue la única hasta 1992, la cual es endémica en Perú,
Ecuador y Colombia. A partir de 1993 se describen nuevas bartonellas y
actualmente existen 14 especies de bartonellas, de ellas destacan la B. henselae,
quintana, elizabethae, vinsonii, clarridgeiae, grahaami, taylori, peromyscy, doshiae,
alsática, tribocarum, khoelare, etc.
La Bartonella Henselae principal agente del Arañazo del gato, es agente de
diversos síndromes clínicos: angiomatosis bacilar, encefalitis, parálisis facial,
neuroretinitis, fiebre de origen oscuro, microabscesos hepáticos, etc.

La Bartonella quintana esta asociada a la fiebre de las trincheras, endocarditis


infecciosa, angiomatosis Bacilar, peliosis bacilar, etc.

La importancia de la Medicina Tropical en América Latina se debe a que han


resurgido antiguas enfermedades o aparecido nuevas, es por ello que la
comunidad científica deben conocer esta importante rama de la medicina que
causa enfermedades como la meloidosis, dengue, fiebre de Manyaro, fiebre de
Oropuche, filariasis, cisticercocis, etc., estas dolencias no sólo pertenecen al
Tercer o Cuarto mundo, sino que estas y otras enfermedades tropicales están
circulando y viajando a otras áreas del mundo, diríamos como los economistas
modernos "se están globalizando las enfermedades tropicales e infecciosas"

Bibliografía

1. R. Guerrant; Walker and Weller. Tropical Infectious Diseases. Principles,


Pathogens & Practice, USA, 1999.

2. Weatherall, Ledingham and Warrell. Oxford textbook of Medicine Third Edition,


vol 1. 1996.

3. Cook, Gordon. Manson's Tropical Diseases.Twentieth Edition. 1996.

4. Cook, Gordon. Gastrointerological problems from the tropics. 1995.

5. R. Isturiz and E. Gotuzzo. Infectious Disease Clinics of North America. Diseases


of Latin America,vol 8 (1), march 1994.
6. Crónica de la Medicina. Plaza Janes Editores S.A.1993.

7. Bouree, P. Manual de Medicina Tropical. España,1990.

8. Manual Sida. Guía practica para el médico general, 1993. O.M.G: España.

(*) Profesor Principal Universidad Peruana Cayetano Heredia. Médico Especialista


en Enfermedades Infecciones y Tropicales. Past Presidente de la Sociedad
Peruana de Enfermedades infecciosas y Tropicales.

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