Está en la página 1de 6

ANÁLISIS INTERDISCIPLINAR

Y BIOÉTICO DE LA MEDICINA
CLÍNICA III
Proceso de deliberación de Diego Gracia

Dr. Jaime Enrique Encinas Reza


Módulo 4. Proceso de deliberación de Diego Gracia

CONTENIDO

1 INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 3

2 ANÁLISIS DEL MÉTODO DE DELIBERACIÓN .............................................................. 3

3 PROBLEMA MORAL ....................................................................................................... 3

4 ANÁLISIS DE PROBLEMAS MORALES ........................................................................ 4

5 CONCLUSIÓN ................................................................................................................. 5

6 RESUMEN ........................................................................................................................ 6

7 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................ 6

ANÁLISIS INTERDISCIPLINAR Y BIOÉTICO DE LA MEDICINA CLÍNICA III


© Editorial Médica Panamericana / Universidad Anáhuac, Facultad de Ciencias de la Salud
2
Módulo 4. Proceso de deliberación de Diego Gracia

PUNTOS CLAVE
●● El proceso de deliberación dentro de la metodología de Diego Gracia
●● Hechos, valores y deberes
●● Curso o línea de acción y decisión final

1 INTRODUCCIÓN
En esta lectura se retoman las palabras del autor el Dr. Diego Gracia quien ha propuesto la deliberación como una
forma sistematizada para la argumentación y resolución de problemas de carácter propiamente bioético. Para resolver
los problemas derivados de conflictos de valores en las sociedades pluralistas (democráticas), utilizó dicho método
deliberativo como propio de la bioética. El método busca colocar el concepto de prudencia aplicado a conflictos de
valores. Gracia dice: “La bioética es un proceso de deliberación acerca de los fines individuales y colectivos de la vida
humana… La deliberación es el método de la razón práctica. Así pues, debe ser promovida cuando los valores y los
fines de la vida humana, individual y colectivamente, están en juego. Y la bioética debe colaborar en esta tarea.”

La deliberación tiene por objeto discutir sobre los diferentes valores (principios éticos) que se argumentan, para conocer
los fundamentos de estas diferencias y llegar a acuerdos razonables. En el transcurso del diálogo surge la discusión
con intercambio de razones y motivos; es así como se consigue la propia explicación de nuestro mundo interior y la
explicación de los demás: escuchar al otro, sobre sus sentimientos, enriquece el diálogo. Gracia aclara, que si yo pienso
que mi creencia es la correcta y que todos los demás están equivocados, no hay modo de deliberar. Las sociedades
en ética deben ser plurales. Por lo que recomienda hacer una revisión de nuestras creencias y valores, y someterlas
a un proceso de autocrítica y autoevaluación. Todos los involucrados en un problema ético deben formar parte de la
deliberación para la toma de decisiones, por la razón fundamental basada en la objetividad. Gracia, señala que, los
valores y los sentimientos que todos tienen no son impuestos. Son resultado de la argumentación y la exhortación.
Esta última entendida como un acto de reflexión es objetivo básico de la deliberación, ya que todos los involucrados
(profesionales de la salud) pueden deliberar en el problema.

2 ANÁLISIS DEL MÉTODO DE DELIBERACIÓN


La deliberación es un método de análisis y evaluación de ideas, creencias, valores, etcétera, de contenido moral en
general. Conforme ha pasado el tiempo el método se ha extendido a campos prácticos como la política, la economía, el
derecho y la medicina. El método de mayor éxito en la práctica ha sido con la bioética en el campo de la biomedicina. La
bioética médica es el intento de gestionar los valores relacionados con la salud y la enfermedad de modo responsable
y prudente, evaluando las circunstancias y las consecuencias de las decisiones, y en ello tiene un papel fundamental
la deliberación. La deliberación es el método que más se acerca al modelo “democrático” de tomar decisiones;
otra ventaja de este método es la interdisciplinariedad con los saberes médicos pues nadie es capaz de conocer
suficientemente, en todas sus perspectivas, el problema dilemático a resolver. La deliberación permite, así, tratar con
respeto a todos los seres humanos ayudándoles a tomar decisiones más libres con mayor conocimiento. De esta forma,
contribuye o permite un reparto más justo de los recursos disponibles en la asistencia sanitaria y, quizás, también a un
gasto más racional.

3 PROBLEMA MORAL
De acuerdo con Diego Gracia, se puede definir un problema moral como un conflicto de valores. Un conflicto de
valores no es más que una confrontación entre dos valores, no porque esos valores sean opuestos, sino porque en
una situación concreta puede ser difícil llevar a cabo uno sin “perjudicar” al otro. Por ejemplo: un paciente en el que se
debe realizar una intervención quirúrgica para preservar su vida, pero él no quiere que se le realice, se ve enfrentada
tanto el principio de autonomía como el principio de no maleficencia. Muchas veces, conseguir calidad de vida para un
paciente puede significar restarle cantidad de vida, o hacerle un bien desde el punto de vista médico, puede suponer
quitarle autonomía o capacidad de decisión.

Siempre que dos o más valores están en conflicto estamos ante un problema moral. Por lo tanto, todo problema moral
tiene al menos tres características.

ANÁLISIS INTERDISCIPLINAR Y BIOÉTICO DE LA MEDICINA CLÍNICA III


© Editorial Médica Panamericana / Universidad Anáhuac, Facultad de Ciencias de la Salud
3
Módulo 4. Proceso de deliberación de Diego Gracia

Primera

Consiste en un conflicto que desde el punto de vista lógico implica una contradicción; lo que se dice de modo opuesto o
contrario. Por eso el conflicto frena nuestra actividad, no nos deja decidir por una cosa ni por la otra, nos obliga a optar
por una cosa en contra de la otra.

Segunda

El conflicto debe ser de valores; esto no significa que ante la imposibilidad de actuar, percibamos de modo claro cuáles
son los valores en conflicto. Identificar valores requiere esfuerzo y práctica. Pero, puede ser complicado identificar
valores en conflicto y qué hay detrás de ellos, por la razón de que los deberes (o los cursos de acción) son siempre la
realización de valores. Un conflicto de deberes siempre es un conflicto de valores que hay que identificar.

Tercera

Los valores conflictivos deben ser positivos, ya que no puede haber un valor negativo. Esto es esencial para que haya
conflicto.

4 ANÁLISIS DE PROBLEMAS MORALES


Analizar y deliberar sobre los tres o cuatro niveles que se han visto, el de los hechos, el de los valores y el de los
deberes, hasta llegar al de las responsabilidades. Estos niveles deberían respetarse siempre en el análisis de un
problema moral complejo. Aquí la deliberación consiste en un procedimiento de ponderación de los diferentes puntos de
vista, dadas por las experiencias, conocimientos y valores que posee cada participante, para llegar a tomar decisiones
prudentes.

Una decisión prudente es aquella que brota del análisis de hechos, valores y deberes en una situación de incertidumbre.

Deliberación sobre los hechos

Todo aquello que es dato de percepción, por tanto, algo perfectamente objetivo, contundente e impositivo. Si los
hechos no son claros, se debe indagar más. En medicina, en el paciente, se integra el diagnóstico (lo que le ocurre), el
pronóstico (lo que le pasará) y el tratamiento (cómo se manejará médicamente). La aclaración de los hechos tiene por
objeto disminuir la incertidumbre hasta lo razonable en su dimensión técnica o su dimensión clínica.

Deliberación sobre los valores

Se refiere a la identificación de los problemas morales o conocer los posibles valores que pueden estar en conflicto.
Aunque se trata de identificar problemas que de modo general se denominan problemas de calidad (para distinguirlos
de otro tipo de problemas). Un problema moral es preguntarse o plantearse como pregunta ¿hasta dónde llegan las
obligaciones del médico en este caso? por ejemplo, el caso de violencia familiar hasta dónde le corresponde al médico
participar o actuar; es decir, reconocer las limitaciones de su profesión. Por lo tanto, un problema siempre será una duda
o una dificultad a enfrentar. Se recomienda ante varios o todos los problemas morales, elegir los más relevantes. ¿Quién
decide cuál es el problema principal o fundamental? Normalmente lo elige el médico que presenta el caso, aunque pudiere
haber otro tipo de criterios. Los valores surgen en nosotros por un proceso mental que suele conocerse con el nombre de
estimación. Se estiman y nada más. Pero sucede que aquello que estimamos nos obliga a su realización. Los valores son
diferentes a los deberes, pero las cosas que valoramos están en la base de nuestros deberes.

Deliberación sobre los deberes

Si el conflicto de valores es real y positivo, se pueden tomar diferentes cursos de acción. Un curso extremo es aquel
que, optando por un valor (de los dos que hemos identificado), afectamos por completo el otro. Es importante reconocer

ANÁLISIS INTERDISCIPLINAR Y BIOÉTICO DE LA MEDICINA CLÍNICA III


© Editorial Médica Panamericana / Universidad Anáhuac, Facultad de Ciencias de la Salud
4
Módulo 4. Proceso de deliberación de Diego Gracia

estos cursos, ya que son los más imprudentes y, por los que nunca deberíamos optar. Cursos intermedios son todos
aquellos que se mueven desde ambos extremos hacia el centro. Este paso tiene dos puntos. Uno es que la prudencia
suele ser un término medio, intentar salvar de la mejor manera los valores en conflicto es siempre un objetivo esencial.
Por otro lado, es el momento en el que se pasa de interpretar el problema de modo dilemático (caso de los cursos
extremos) a interpretarlo de modo problemático. Dar este paso es fundamental. Si un problema no tiene ninguna salida
es una “tragedia”, si tienen dos salidas es un dilema, se debe buscar que tenga más de dos salidas. Un dilema es un
problema mal planteado porque en todo conflicto hay por lo general más de dos cursos de acción, que es lo propio del
dilema. Por lo que se debe intentar buscar diferentes salidas, de preferencia intermedias, para evitar que un problema
siga un curso dilemático, sino problemático. Lo problemático invita a la búsqueda de diferentes salidas, entre las cuales
es posible la deliberación sin oposición total, enriqueciendo nuestro punto de vista y el de otros con matices importantes.

Identificación del curso o línea de acción óptima

El curso óptimo siempre debe ser el que perjudica menos los valores en conflicto; aquél que toma en cuenta las
circunstancias y las consecuencias de la decisión, suelen ser el mejor de los cursos intermedios. Éste es un paso
específicamente moral, ya que la ética trata de esto, de lo mejor, de lo que es bueno. Cursos buenos puede haber
muchos, pero uno ha de ser el mejor.

Decisión final

La decisión final suele ser la más prudente, aquélla que toma el responsable del caso, no la que se decide recomendar
por consenso (aunque no se niega que pueda haberlo). Quien pide ayuda al comité tiene la responsabilidad de hacerse
cargo del rendimiento de la sesión deliberativa y de tomar la decisión. Su punto de vista debería ser siempre el más
enriquecedor, dada la posición que ocupa en el proceso. Con el consejo de un comité se tiene una oportunidad única de
aclarar muchas de las dudas por medio de la opinión de una serie de especialistas en distintos campos (multidisciplinaria
e interdisciplinaria). La convocatoria del comité es la mejor oportunidad de ampliar la visión de consejo posible. En esto
consiste el método deliberativo convertido en un procedimiento de resolución de problemas de bioética médica.

Deliberar

●● Es argumentar, no calcular. Se argumenta para saber más y actuar mejor, con prudencia.
●● Sin argumentación no hay deliberación.
●● La argumentación ha de ser dialéctica (dialogar, argumentar y discutir) y, a la vez, retórica.
●● No cabe hacer argumentos de tal fuerza que impidan opiniones contrarias. Lo cual nos lleva al siguiente punto.
●● La deliberación es, antes que un método, una actitud que requiere una serie de condiciones de tipo intelectual y emocional
(motivos) que están en la base de cualquier proceso deliberativo.
●● La disposición al cambio de opinión, a la solicitud de ayuda, a una actitud participativa, al afán de la veracidad.
●● Ninguna de estas condiciones es natural, sino moral, y por eso es preciso ganarlas con base en una práctica constante del
método deliberativo.
●● No es suficiente con conocerlas.
●● Deliberar no es fácil, en realidad no es un método que se practique mucho. Ni siquiera se enseña en los lugares en que
se debería (escuelas, colegios, universidades, etcétera), tampoco a las edades tempranas, como correspondería. Se cree
más en el olfato moral, ojo clínico, sentido común, por ejemplo, que en el propio proceso deliberativo, lo cual es un gran
obstáculo a la hora de tomar decisiones prudentes o responsables.

5 CONCLUSIÓN
Desde el inicio, la bioética quiso ser, una ética de la vida en un sentido muy amplio; hoy es una ética de casi todo lo que
corresponde al ser humano, un saber que aporta soluciones meditadas o de urgencia a la economía, al derecho, a la
política, a la medicina y a cualquier otra ciencia práctica. Pero además de esta dimensión práctica, la bioética ha tenido

ANÁLISIS INTERDISCIPLINAR Y BIOÉTICO DE LA MEDICINA CLÍNICA III


© Editorial Médica Panamericana / Universidad Anáhuac, Facultad de Ciencias de la Salud
5
Módulo 4. Proceso de deliberación de Diego Gracia

que ir dando soporte teórico a sus propias soluciones. De manera general ha contribuido a fundamentar los juicios mo-
rales relacionados con la vida y la muerte, el cuerpo y la sexualidad, la calidad profesional, la gestión de recursos naturales,
etcétera.

Diego Gracia comenta que la bioética ha contribuido a que se traten estos problemas desde una óptica secular, plural,
autónoma, razonable, responsable y deliberativa.

Secular porque las obligaciones morales no pueden hoy establecerse de acuerdo con mandatos religiosos, sino desde
criterios civiles y racionales.

Plural porque, por principio, una acción es inmoral cuando no resulta universal al conjunto de la humanidad o no es
aprobada por todos los afectados.

Autónoma porque el criterio de moralidad no puede venir impuesto desde fuera, sino que ha de ser elaborado por la
propia persona desde sí misma.

Razonable y no estrictamente racional, porque ya no cabe deducir los principios morales desde la pura razón, sino que
se ha de aceptar que el conocimiento humano es siempre abierto y provisional, expuesto a nuevos descubrimientos.

Responsable porque es el criterio de fundamentación o construcción de los juicios morales por el que se está
decantando la bioética desde su nacimiento. Evita que las decisiones sean meramente estratégicas, fruto de intereses
parciales, pero evita también que sean excesivamente rígidas.

Deliberativa porque es su método de aplicación en bioética. En las sociedades “avanzadas” ya no valen imposiciones
arbitrarias, sino la sola deliberación. La deliberación es, en efecto, el nuevo horizonte de análisis de los conflictos
humanos.

La actitud prudente tiene extrema importancia ahora en la gestión de los nuevos valores que representan a una
sociedad democrática, en la que todos tienen, pueden y deben participar.

Su puesta en marcha se debe en buena medida a la bioética. Lo habitual y erróneo es tratar de identificar la deliberación
con un simple diálogo, o creer que se trata de ayudar a tomar decisiones por consenso.

La deliberación es un método (técnica), un modo de conocer cuáles son los mejores cursos o líneas de acción en una
situación concreta, y su puesta en marcha requiere seguir unos pasos y afinar la percepción de los valores, además
de asumir algunas actitudes de carácter emocional.

La bioética ha supuesto un cambio de rumbo en el modo de plantear los problemas en ética. Ha rescatado los hechos,
ha fomentado la estimación de los valores, ha desarrollado los deberes en dos niveles, el ideal y el real, y, en definitiva,
ha buscado soluciones prudentes o responsables en la toma moral de decisiones.

6 RESUMEN
Diego Gracia es un autor importante en bioética, el cual basa su metodología en la deliberación, en el curso anterior
conocimos la metodología; en esta lectura se analiza el uso de la deliberación en esta metodología para llegar a la toma
de decisiones en bioética.

7 BIBLIOGRAFÍA
»» Capilla, D. J. G. (2011). La deliberación moral en bioética: interdisciplinariedad, pluralidad, especialización. Ideas y
valores: Revista Colombiana de Filosofía, 60 (147), 25-50.
»» Gracia D. (2007). Fundamentos de Bioética. Madrid: Eudema, 1989. 2ª ed. Madrid: Triacastela.
»» Pose, C., & Gracia, D. 07 Procedimiento o método de toma de decisiones. https://www.ffomc.org/CursosCampus/
Experto_Etica_Medica/U7_Procedimiento%20o%20metodo%20de%20toma%20de%20decisiones.pdf
(05/06/2019).

ANÁLISIS INTERDISCIPLINAR Y BIOÉTICO DE LA MEDICINA CLÍNICA III


© Editorial Médica Panamericana / Universidad Anáhuac, Facultad de Ciencias de la Salud
6

También podría gustarte