Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EPIDEMIOLOGÍA
PATOGÉNIA
MANIFESTACIONES CLINICAS
Candidiasis cutánea
Las manifestaciones habituales son intertrigo en pliegues o región perineal y onicomicosis. Debe
tratarse con fluconazol o itraconazol.
Vulvovaginitis
Infección orofaríngea
La candidiasis orofaríngea se relaciona con diversos factores de riesgo, como el tratamiento con
antibióticos sistémicos, corticoides o radioterapia y sequedad de mucosas en relación con
enfermedades sistémicas o fármacos. La edad avanzada en sí no es un factor de riesgo para la
candidiasis orofaríngea, por lo que en ausencia de los factores comentados debe investigarse la
presencia de inmunosupresión como la mediada por infección HIV. Se manifiesta por placas
blanquecinas en la orofaringe, mucosa oral y paladar. También aparece en la lengua, pero cuando
hay lesiones aisladas en ésta debe hacer pensar en otras entidades como la leucoplaquia. Existe
una variedad denominada candidiasis crónica atrófica, que se manifiesta como eritema gingival sin
placas. El tratamiento se puede realizar con cotrimazol o nistatina en enjuagues, debiendo
reservar el tratamiento con fluconazol para infecciones más severas, como aquellas desarrolladas
en pacientes con quimio o radioterapia.
Es la cuarta causa de bacteriemia nosocomial en los hospitales y la que mayor mortalidad asocia.
Característicamente se desarrolla en pacientes de edad avanzada hospitalizados en situación
crítica con múltiples tratamientos, especialmente antibióticos de amplio espectro, y sometidos a
procedimientos diagnósticos o terapéuticos invasivos. En estos pacientes la candidemia es un
marcador muy importante de mortalidad y, a su vez, la edad avanzada multiplica la mortalidad por
candidemia siendo del 80% en mayores de 65 años, 15% en menores de 45 y 37% en los de 45-65
años. Debido a la frecuencia con que la candidemia asocia lesiones metastásicas oftalmológicas,
todos los pacientes deben recibir una exploración de fondo de ojo. Todos los hemocultivos
positivos para Candida suponen una infección grave y deben recibir tratamiento antifúngico. Dado
que esta entidad asienta con frecuencia en pacientes con insuficiencia renal, estos deben ser
tratados con fluconazol o caspofungina. Las infecciones locales invasivas más frecuentes son
osteomielitis, endoftalmitis y abscesos intraabdominales. Requieren tratamiento intravenoso
inicial en el hospital seguido de tratamiento prolongado oral. El tratamiento de elección es
amfotericina B o fluconazol. En casos graves puede plantearse el tratamiento combinado con
flucitosina. En los casos de candidemia deben retirarse o cambiarse los catéteres vasculares si es
posible. La eficacia de amfotericina B (0,5-0,6 mg/kg/día) y fluconazol (400 mg/día) son similares.
Cuando es frecuente la infección por especies no albicans, existe neutropenia con fiebre
persistente durante varios días a pesar de tratamiento empírico con antibióticos de amplio
espectro, el paciente ha recibido previamente tratamiento con azoles o la situación clínica es muy
grave o inestable, puede plantearse la prioridad de usar amfotericina B, pero en general la mayor
seguridad de fluconazol hace que éste sea de primera elección. (1)
TRATAMIENTO
ASPERGILLUS
La aspergilosis invasora se caracteriza porque afecta a personas con inmunodepresión y progresa
con rapidez hasta la muerte. El paciente típico es un individuo con leucemia o con
inmunodepresión por un trasplante de médula ósea. La fiebre y tos seca pueden ser los únicos
signos hasta que se demuestra la presencia de infiltrados pulmonares en las radiografías.
EPIDEMIOLOGÍA
PATOGÉNIA
Las conidias de aspergilosis son tan pequeñas que alcanzan con facilidad los alvéolos cuando se
inhalan, pero la enfermedad es poco común cuando no hay alteración de la respuesta inmunitaria.
Las especies más virulentas producen elastasas, proteinasas y fosfolipasas extracelulares. La
aparición de anticuerpos contra estas enzimas durante y después de una aspergilosis invasora es
un factor que apoya su importancia, pero aún debe demostrarse su participación específica en la
patogenia.
MANIFESTACIONES CLINICAS
La aspergilosis crónica necrotizante suele afectar a pacientes con algún grado de compromiso
inmunológico, como diabetes, alcoholismo, corticoterapia y algunos pacientes con SIDA. Presentan
una clínica no tan crónica (semanas más que meses), por lo que algunos prefieren denominarla
como aspergilosis pulmonar subaguda.
Aspergilosis invasiva
Las formas clínicas locales más frecuentes de aspergilosis invasiva (AI) tienen lugar a nivel
pulmonar y en los senos paranasales, aunque también pueden afectar al tracto gastrointestinal o a
la piel, por inoculación directa.
La aspergilosis pulmonar puede cursar con una sintomatología inespecífica. La clásica triada
descrita en pacientes neutropénicos asocia: fiebre, dolor pleurítico y hemoptisis. No obstante, en
cualquier paciente con factores de riesgo la presencia de síntomas respiratorios junto a la
presencia de nódulos o infiltrados pulmonares deben hacer pensar en una aspergilosis pulmonar.
La aspergilosis pulmonar suele presentar uno o múltiples nódulos, con o sin cavitación, con
consolidación segmentaria o infiltrado peribronquial o derrame pleural. Al igual que las
manifestaciones clínicas, los hallazgos radiológicos dependen de las características del huésped.
Con el tratamiento y evolución favorable estos nódulos aumentan, pueden necrosarse en su parte
central, lo cual hace disminuir su densidad y favorecer el atrapamiento aéreo.
Los pacientes con trasplante pulmonar pueden desarrollar aspergilosis traqueobronquial como
infección del material de sutura. Esta complicación puede reducirse si se utilizan suturas de
monofilamentos de nylon en lugar de sedas. También se pueden observar formas
traqueobronquiales en pacientes con neoplasias hematológicas, trasplante de progenitores y
EPOC.
La aspergilosis cutánea suele ser primaria, tras inoculaciones locales, traumatismos abiertos,
catéteres vasculares, quemaduras, vendajes contaminados, etc.; y más rara vez se produce en el
contexto de infecciones diseminadas. La angio-invasividad de Aspergillus spp. hace que estas
lesiones sean frecuentemente necróticas y para su diagnóstico sea necesario una biopsia
profunda, con extensión subcutánea y confirmación de invasión tisular por hifas.
La aspergilosis gastrointestinal puede producir invasión local y expresarse como tiflitis, úlceras
colónicas, dolor abdominal, y/o sangrado intestinal. (2)
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
PATOGÉNIA
Pneumocystis jirovecii es un organismo de baja virulencia, que rara vez produce enfermedad en un
hospedador con función normal de linfocitos T. En tanto que en pacientes con SIDA el riesgo de
desarrollar neumocistosis se incrementa de forma espectacular una vez que el recuento de
linfocitos T CD4+ disminuye a 200 células/mm3 o menos. Con frecuencia se encuentran
infecciones simultáneas por virus, bacterias, hongos y protozoarios en seres humanos con
neumonía por Pneumocystis, lo que sugiere que Pneumocystis puede requerir la presencia de otro
agente microbiano para su multiplicación.
MANIFESTACIONES CLINICAS
– Descrita en Europa durante la II Guerra Mundial, afecta a niños prematuros o con malnutrición
proteico-energética.
– Principales manifestaciones: taquipnea, disnea progresiva, cianosis periorbital y perioral; se
asocia con diarrea y alteración del estado general, con anorexia y pérdida de peso.
Neumocistosis extra-pulmonar
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN
BIBLIOGRAFIA
CANDIDIASIS. TRATADO de GERIATRÍA para residentes. M. del Mar Magariños Losada Carlos
Rodríguez Pascual [internet] citado el 11 de julio del 2020. Disponible desde:
file:///C:/Users/Mily/Downloads/S35-05%2044_III.pdf (1)
OBJETIVOS