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Por lo que se refiere a la eficacia del contrato respecto a terceros, diremos que ésta se produce
cuando el contrato afecta de alguna manera la situación de personas que han sido totalmente
ajenas a su realización, sin ser tampoco destinatarias de las declaraciones de las partes (art.
1257).
Los contratos pueden producir algunos efectos respecto de terceros que no sean destinatarios
de las declaraciones de voluntad de las partes. Ej: yo contrato con mi vecino una servidumbre
para que no eleve una pared en su propiedad, pero de ella se aprovecha también B (que no fue
parte, ni destinatario del contrato).
La ineficacia
La ineficacia en sentido amplio comprende la invalidez y la ineficacia en sentido estricto.
La Invalidez
1. Nulidad radical y absoluta: el contrato nulo carece de efectos, de modo que la situación
jurídica permanece como se encontraba antes de celebrarse el contrato. La nulidad
absoluta o de pleno derecho tiene lugar cuando el contrato carece de alguno de sus
elementos esenciales (consentimiento, objeto y causa) (ab substantiam). La sentencia
tiene naturaleza meramente declarativa.
2. Nulidad parcial: cuando el contrato contiene una o varias cláusulas ilegales, es decir, el
consentimiento, objeto, causa y forma son intachables pero algunos aspectos del contrato
son contrarios a la forma imperativa. Si quitando esas cláusulas ilegales se puede
mantener el contrato entonces se habla de nulidad parcial y se da validez a todas las
demás cláusulas. El vacío que queda al quitar las cláusulas se “llena”/completa aplicando la
interpretación e integración.
3. Nulidad total/anulabilidad: el contrato anulable es aquel que por haberse celebrado con
determinados defectos está amenazado de destrucción. Es inicial y provisionalmente
válido aunque potencialmente inválido. La anulabilidad (arts. 1300 a 1314) resulta más
ventajosa que la nulidad ya que mediante ella los incapaces, y los afectados por algún vicio
del consentimiento quedan más protegidos. Causas de la anulabilidad aparecen en el art.
1301 del CC y pueden reducirse a los tres grupos siguientes:
a. Los vicios de la voluntad de una de las partes a los que se refiere el art. 1265 (dolo,
error, violencia o intimidación) y a la irregularidad de la causa falsa.
b. La falta o limitación de la capacidad de obrar en una de las partes contratantes.
c. La ausencia de los consentimientos o asentimientos legalmente exigidos como
requisitos de eficacia del contrato y que sean sancionados con la anulabilidad.
El mutuo disenso: consiste en el acuerdo de voluntades, emitido por las mismas partes que
celebraron el contrato previo, por medio del cual disuelven, extinguen o anulas todas las
obligaciones nacidas de ese contrato inicial, válidamente constituido y no consumado. Puede
producirse en cualquier momento de la vida del contrato. Se basa en el principio de autonomía
de la voluntad (art. 1255) y el cumplimiento de los contratos no puede dejarse al arbitrio de
uno de los contratantes (art. 1256). Es un contrato, bilateral, extintivo, oneroso, y consensual.
Efectos: Si es de tracto único tiene ciertos efectos retroactivos. Si la relación es de tracto
sucesivo no hay retroacción.
El desistimiento unilateral: acto por medio del cual cualquiera de las partes pone fin a su
relación contractual, antes del tiempo previsto, sin más requisitos que la comunicación de su
decisión a la otra parte contratante. Las casusas pueden ser la ley, la voluntad de las partes
(mutuo consenso), y el actuar unilateral de una de ellas.
Los principales casos en los que el legislador consiente que una o cada una de las partes ponga
fin a una relación contractual son difícilmente reconducibles a categorías generales, por lo que
se consideran aisladamente (contrato de obra, sociedad civil, mandato, comodatos, depósito).
Los presupuestos necesarios para que entre en juego el desistimiento unilateral son los
siguientes: que exista una relación de tracto sucesivo o continuada; que la duración de esa
relación sea indeterminada; que la economía interna de la relación contractual en cuestión
asigne roles no equilibrados a las partes, siendo predominante el interés de una de ellas.
Efectos: el libre desistimiento extingue la relación obligatoria pero sin alcance retroactivo.
La rescisión: es una situación distinta y contrapuesta a las nulidades, al igual que éstas produce
la ineficacia del contrato pero no está basada en vicios o ausencia de elementos de éste que
puedan anularlo.
Los contratos rescindibles son, por tanto, contratos válidos. Contratos rescindibles según el CC
(art. 1291):
Los contratos que pudiera celebrar los tutores sin autorización judicial.
Los celebrados en representación de los ausentes.
Los celebrados en fraude de acreedores.
Los contratos que se refieran a cosas litigiosas.
Cualesquiera otros en que especialmente lo determine la ley.