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TEMA 5: EFICACIA E INEFICACIA NEGOCIAL

La eficacia del contrato “inter partes” y con respecto a terceros


Un contrato es eficaz cuando surte efectos lo que se ha establecido, y cuando tiene los tres
elementos esenciales (consentimiento, objeto y causa). Los efectos inter partes derivan del
concepto del mismo contrato, y sólo produce efectos respecto de sus autores. Hay que tener
en cuenta dos circunstancias:
- Debe ser considerada parte del contrato no sólo la persona que ha realizado la
declaración de voluntad, sino también sus herederos.
- El contrato concluido por medio de representante tiene como parte al representado o
dominus negotii.

Por lo que se refiere a la eficacia del contrato respecto a terceros, diremos que ésta se produce
cuando el contrato afecta de alguna manera la situación de personas que han sido totalmente
ajenas a su realización, sin ser tampoco destinatarias de las declaraciones de las partes (art.
1257).

Los contratos pueden producir algunos efectos respecto de terceros que no sean destinatarios
de las declaraciones de voluntad de las partes. Ej: yo contrato con mi vecino una servidumbre
para que no eleve una pared en su propiedad, pero de ella se aprovecha también B (que no fue
parte, ni destinatario del contrato).
La ineficacia
La ineficacia en sentido amplio comprende la invalidez y la ineficacia en sentido estricto.

La Invalidez
1. Nulidad radical y absoluta: el contrato nulo carece de efectos, de modo que la situación
jurídica permanece como se encontraba antes de celebrarse el contrato. La nulidad
absoluta o de pleno derecho tiene lugar cuando el contrato carece de alguno de sus
elementos esenciales (consentimiento, objeto y causa) (ab substantiam). La sentencia
tiene naturaleza meramente declarativa.
2. Nulidad parcial: cuando el contrato contiene una o varias cláusulas ilegales, es decir, el
consentimiento, objeto, causa y forma son intachables pero algunos aspectos del contrato
son contrarios a la forma imperativa. Si quitando esas cláusulas ilegales se puede
mantener el contrato entonces se habla de nulidad parcial y se da validez a todas las
demás cláusulas. El vacío que queda al quitar las cláusulas se “llena”/completa aplicando la
interpretación e integración.
3. Nulidad total/anulabilidad: el contrato anulable es aquel que por haberse celebrado con
determinados defectos está amenazado de destrucción. Es inicial y provisionalmente
válido aunque potencialmente inválido. La anulabilidad (arts. 1300 a 1314) resulta más
ventajosa que la nulidad ya que mediante ella los incapaces, y los afectados por algún vicio
del consentimiento quedan más protegidos. Causas de la anulabilidad aparecen en el art.
1301 del CC y pueden reducirse a los tres grupos siguientes:
a. Los vicios de la voluntad de una de las partes a los que se refiere el art. 1265 (dolo,
error, violencia o intimidación) y a la irregularidad de la causa falsa.
b. La falta o limitación de la capacidad de obrar en una de las partes contratantes.
c. La ausencia de los consentimientos o asentimientos legalmente exigidos como
requisitos de eficacia del contrato y que sean sancionados con la anulabilidad.

La sentencia de anulabilidad tiene carácter constitutivo, porque se producirá un cambio,


en tanto que privará de validez y eficacia a un negocio que hasta el momento era eficaz. La
sentencia tendrá carácter retroactivo, es decir, será considerado nulo ab origine (no a
partir de la sentencia).
Legitimación:
- Activa: pueden ejercitar la acción de nulidad las partes, los obligados por él y los
terceros que sean perjudicados. En la anulabilidad sólo puede ser ejercitada por la
víctima del vicio contractual.
- Pasiva: quien ejercita la acción de nulidad de los contratos ha de dirigirse contra todos
los interesados, en cambio, en la de anulabilidad deberá dirigirse contra la otra parte
contratante o sus herederos.

Plazo para ejercitar la acción:


La acción de nulidad es imprescriptible. La dirigida a solicitar la anulabilidad caduca por el
transcurso de 4 años (art. 1301).

Efectos de la nulidad y anulabilidad:


- El contrato se entiende nulo desde su celebración (ineficacia ex tunc). La destrucción
de estos efectos se produce en relación con quienes fueron parte en el negocio y con
terceros.
- Restitución de lo establecido (art. 1303). La finalidad, conseguir que las partes
afectadas vuelvan a tener la situación personal y patrimonial anterior al efecto
invalidante. Esta restitución es una obligación que surge ex lege.

Conversión de los negocios nulos:


La conversión es un medio jurídico por virtud del cual un contrato nulo, que reúne los
elementos esenciales de otro, puede salvarse de la nulidad, al quedar transformado en un
contrato distinto. Para esto son necesarios los siguientes requisitos:
- Que se trate de un negocio nulo susceptible de conversión, ya que no todos lo son.
- Que el negocio base y el negocio sustitutivo tenga una común finalidad económico-
social.
- Los contratantes deben ignorar la nulidad del negocio-base y no haber excluido la
posibilidad de conversión del contrato.

La conversión puede ser de dos clases:


1. Material: tiene lugar cuando se convierte un negocio jurídico en otro sustancialmente
distinto (conversión de donación a préstamo).
2. Formal: se produce cuando permanece el mismo negocio pero con forma diferente.

Confirmación de los negocios anulables:


A diferencia de la conversión, que sólo afecta a los contratos radicalmente nulos, la
confirmación sólo encuentra aplicación en los negocios anulables (art. 1310). Los requisitos
son:
- Que el contrato adolezca de un vicio sanable.
- Que haya desaparecido la causa que provocaba el vicio o defecto.
- Que la confirmación sea realizada por quien pueda ejercitar válidamente la acción de
impugnación.
- Es necesario que quien confirma tenga capacidad para realizar el negocio
confirmatorio.

Existen dos tipos de confirmación (art. 1311): expresa o tácita.

La ineficacia en sentido estricto


Abarca todos aquellos casos en que ciertos defectos o carencias extrínsecos al contrato
conllevan su falta de efectos. Comprende los siguientes casos: el mutuo disenso, el
desistimiento unilateral, la resolución por incumplimiento, la rescisión, la revocación, el
cumplimiento de la condición resolutoria y el incumplimiento de la condición suspensiva.

El mutuo disenso: consiste en el acuerdo de voluntades, emitido por las mismas partes que
celebraron el contrato previo, por medio del cual disuelven, extinguen o anulas todas las
obligaciones nacidas de ese contrato inicial, válidamente constituido y no consumado. Puede
producirse en cualquier momento de la vida del contrato. Se basa en el principio de autonomía
de la voluntad (art. 1255) y el cumplimiento de los contratos no puede dejarse al arbitrio de
uno de los contratantes (art. 1256). Es un contrato, bilateral, extintivo, oneroso, y consensual.
Efectos: Si es de tracto único tiene ciertos efectos retroactivos. Si la relación es de tracto
sucesivo no hay retroacción.

El desistimiento unilateral: acto por medio del cual cualquiera de las partes pone fin a su
relación contractual, antes del tiempo previsto, sin más requisitos que la comunicación de su
decisión a la otra parte contratante. Las casusas pueden ser la ley, la voluntad de las partes
(mutuo consenso), y el actuar unilateral de una de ellas.

Los principales casos en los que el legislador consiente que una o cada una de las partes ponga
fin a una relación contractual son difícilmente reconducibles a categorías generales, por lo que
se consideran aisladamente (contrato de obra, sociedad civil, mandato, comodatos, depósito).

Los presupuestos necesarios para que entre en juego el desistimiento unilateral son los
siguientes: que exista una relación de tracto sucesivo o continuada; que la duración de esa
relación sea indeterminada; que la economía interna de la relación contractual en cuestión
asigne roles no equilibrados a las partes, siendo predominante el interés de una de ellas.

Efectos: el libre desistimiento extingue la relación obligatoria pero sin alcance retroactivo.

La rescisión: es una situación distinta y contrapuesta a las nulidades, al igual que éstas produce
la ineficacia del contrato pero no está basada en vicios o ausencia de elementos de éste que
puedan anularlo.

Requisitos para el ejercicio de la acción de rescisión:


- Que “el perjudicado carezca de todo otro recurso legal para obtener la reparación del
perjuicio”. Por eso se dice que la acción es subsidiaria.
- Que el perjudicado que ejercita la acción lo esté, a s vez, en condiciones de devolver
aquello a que por su parte estuviese obligado.
- Tampoco tendrá lugar la rescisión cuando las cosas, objeto el contrato, se hallaren
legalmente en poder de terceras personas que no hubiesen procedido de mala fe.

Los contratos rescindibles son, por tanto, contratos válidos. Contratos rescindibles según el CC
(art. 1291):
 Los contratos que pudiera celebrar los tutores sin autorización judicial.
 Los celebrados en representación de los ausentes.
 Los celebrados en fraude de acreedores.
 Los contratos que se refieran a cosas litigiosas.
 Cualesquiera otros en que especialmente lo determine la ley.

La resolución: en los contratos sinalagmáticos, cuando uno de los contratantes cumple su


parte y el otro, en cambio, se niega a realizar la suya, el que cumplió tiene la facultad de
escoger entre, exigir el cumplimiento de la parte deudora, o pedir la resolución del contrato,
pudiendo reclamar además, en ambos casos, los daños y perjuicios que se le hayan causado
(art. 1124).

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