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CIVIL IV. TEMA 7.

LA INEFICACIA DE LOS CONTRATOS

IV. RESCISIÓN.
CONCEPTO. Es una forma de ineficacia de los negocios jurídicos que se produce fundamentalmente
respecto del contrato; por ello no se estudió en Derecho civil I.
El contrato rescindible es un contrato válidamente celebrado, pero que produce un perjuicio a una
de las partes o a un tercero, y que podrá ser declarado ineficaz a petición del perjudicado cuando
este no tenga otro recurso legal para obtener la reparación. Por tanto, a diferencia de la nulidad y la
anulabilidad, no nos encontramos ante una ineficacia inicial o estructural del contrato.

Hay que tener en cuenta que el término rescisión se utiliza también en el Código y en el lenguaje
jurídico corriente en un sentido amplio de deshacer un acuerdo o negocio, sin pretensiones de
precisión técnica (ej., arts. 1469, 1483, 1556, 1558, 1595, 1818, 1819).

Origen histórico. El origen de esta clase de ineficacia se encuentra en el Derecho romano y en


el Derecho francés de la Edad Moderna. Las leyes preveían una serie de casos en los que el
perjudicado por un acto en principio válido podía rescindirlo y solicitar la llamada restitutio in
integrum. Estos casos eran, principalmente:
- LA LESIÓN. El vendedor de un inmueble podía rescindir el contrato si lo había vendido
por debajo de la mitad de su valor, o, según qué legislaciones, por debajo de un tercio de su
valor (laesio enormissima). Declarada la rescisión, se producía la restitutio in integrum.
- además, en los casos de CONTRATOS REALIZADOS POR UN MENOR DE 25 AÑOS, O CON
VICIOS DEL CONSENTIMIENTO.
Sin embargo, el Código se desvía de estos antecedentes en tres aspectos:
- los casos del menor y de los vicios del consentimiento se incluyen dentro de la
anulabilidad, y ya no en la rescisión.
- la posibilidad de rescindir por lesión se limita enormemente. Ello es fruto de las ideas del
individualismo liberal. A partir de ese momento no existe ya un precio justo, sino que el precio
justo es el del mercado (concuerda con el art. 38 CE).
- incluye en la rescisión otra serie de casos que no se encontraban en el antiguo Derecho.

CASOS DE RESCISIÓN. El Código recoge los supuestos en los arts. 1291 y ss.:
- contratos realizados por los tutores sin autorización del juez, siempre que las personas a
quienes representen hayan sufrido lesión en más de la cuarta parte del valor de las cosas que
hubiesen sido objeto de aquellos. No se trata aquí de que el tutor contrate sin la autorización del
juez cuando esta sea preceptiva (arts. 271 y 272, cuya infracción conlleva la nulidad absoluta o,
según alguna jurisprudencia, la anulabilidad), sino cuando lo haga en aquellos ámbitos en que
puede contratar por sí mismo. Consecuentemente, el campo de aplicación de este precepto será
muy limitado.
- contratos realizados en representación de los ausentes sin autorización judicial, por no ser
esta preceptiva (art. 1296), siempre que estos hayan sufrido la lesión a que se refiere el nº anterior.
Su aplicación es también muy limitada.

1
- a continuación, incluye el Código otros dos casos, fraude de acreedores y enajenación de
bienes litigiosos, que tienen muy poco que ver con los anteriores, y que se estudiaron en Derecho
civil III (destaca que aquí la rescisión la pide un tercero contractual).

Finalmente, señala el Código que no serán rescindibles otros contratos sino cuando la ley lo señale
especialmente (art. 1291.5.º). Así, son rescindibles por lesión (pese al art. 1293) la partición de la
herencia (art. 1074) y todos aquellos actos a los que por remisión se le aplique su régimen
(sociedad de gananciales, disolución de la sociedad civil, comunidad de bienes).

CARACTERES DE LA ACCIÓN DE RESCISIÓN:


- en primer lugar, que el contrato rescindible es en sí mismo válido, aunque pueda
declarársele ineficaz. Por ello dice el art. 1290 que «Los contratos válidamente celebrados pueden
rescindirse en los casos establecidos en la ley».
- que «La acción de rescisión es subsidiaria; no podrá ejercitarse sino cuando el
perjudicado carezca de todo otro recurso legal para obtener la reparación del perjuicio » (art.
1294; p. ej., porque la lesión se debe a un vicio del consentimiento en la declaración, porque el
contrato infringe una norma prohibitiva, etc.).

- que la acción tiene un plazo de ejercicio de 4 años, de caducidad. Este plazo se empieza a
contar, en el caso de menores y ausentes, conforme a lo dispuesto en el art. 1299 1.

EFECTOS DE LA RESCISIÓN. Aparecen regulados sobre todo en el art. 1295. Los contratantes deben
devolverse recíprocamente las cosas que hubiesen sido objeto del contrato con sus frutos, y el
precio con sus intereses (es discutido si se aplican las normas sobre posesión).

Si el que solicita la rescisión no puede devolver lo recibido, no habrá lugar a la rescisión. Y si lo que
adquirió el demandado por rescisión ha pasado a un tercero de buena fe, solo podrá reclamarse la
indemnización de daños y perjuicios al causante de la lesión (art. 1295) 2.

V. REVOCACIÓN. DENUNCIA3.

REVOCACIÓN. Es un tipo de ineficacia funcional del negocio jurídico a título gratuito ya celebrado
válidamente, y que se produce por la voluntad unilateral del que transmite sus bienes. Se habla de
ineficacia funcional, frente a la estructural, porque su origen no radica en un defecto del contrato,
sino en un hecho posterior.
El Código no regula la revocación y sus efectos de forma general, sino en el negocio a título gratuito
por antonomasia, la donación, y en el testamento (que, propiamente, es un negocio que no encaja
en la distinción oneroso-gratuito).

1
¿Puede solicitar la rescisión el mismo representante que concluyó el contrato? Parece que no.
2
Es discutible la aplicación del art. 1297.I, o sea, frente a subadquirentes a título gratuito.
3
ROCA TRÍAS, voz «Revocación», en Enciclopedia jurídica básica Civitas, Madrid (1995); CAPILLA RONCERO, voz
«Desistimiento unilateral», ibidem.

2
Los efectos son que el contrato o negocio se considera como nunca celebrado, con la consiguiente
restitución de lo adquirido en virtud del mismo.

De todas formas, fruto de la inseguridad terminológica, también se llama a veces revocación a casos
de desistimiento unilateral.

MUTUO DISENSO. Se llama mutuo disenso o consentimiento contrario el acuerdo por el cual las
partes de un contrato realizan un nuevo acuerdo por el que deciden dejar sin valor el anterior.
Puede referirse a dejar sin efecto el contrato en absoluto, o solo para el futuro (p. ej., un
arrendamiento, un contrato de suministro, sociedad, etc.).

DENUNCIA O DESISTIMIENTO. A veces, la ley o las partes conceden la facultad de dejar sin efecto el
contrato a una sola de las partes, como una «opción de disenso» (GONZÁLEZ PACANOWSKA), en cuyo
caso se habla de desistimiento unilateral o denuncia [aunque la terminología es muy confusa,
hablándose a veces también de revocación o resolución –art. 97.1, p) TR LGDCU- 4]. La facultad
puede concederse recíprocamente (caso STS 589/2018, de 23 octubre, RJ 4659).

El desistimiento puede referirse también tanto al contrato en su conjunto, como –en los contratos
de tracto continuo o periódico (p. ej., contrato de suministro)- a sus efectos futuros, sin afectar a las
prestaciones ya realizadas (se vio ya parcialmente a propósito de la irrevocabilidad de los
contratos).

El Código no regula de manera general el desistimiento. Cuando lo admite se trata normalmente


de relaciones de tracto continuo o duradero, y en atención a distintas razones, como evitar la
vinculación indefinida (así, contrato de servicios, art. 1583; contrato de sociedad en el caso del art.
1705; comodato por tiempo indefinido, art. 1750), estar basado el contrato en la confianza
(mandato, art. 1733), o simplemente la primacía del interés de una de las partes (arts. 1594, 1775).
Fuera del Código aparece de modo aislado también por las mismas razones: proteger
especialmente a una de las partes (p. ej., en el art. 11 LAU 5, 49.1 ET6), evitar la vinculación
indefinida (art. 25 Ley Contrato de Agencia 7; contrato de transporte terrestre indefinido, art. 43
LCTT).

4
La STS 672/2016, de 16 noviembre (RJ 5834) dice en su FD 2.º que «ante la ausencia de una reglamentación general
sobre la libre facultad de terminar una relación obligatoria, el desistimiento unilateral adolezca de una gran imprecisión
terminológica, que se proyecta tanto en la doctrina como en la jurisprudencia. Se ha afirmado, en opinión de autoridad,
que para referirse a tal facultad se habla de ‘denuncia’, desistimiento unilateral’ o ‘receso’ de la relación obligatoria».
5
«El arrendatario podrá desistir del contrato de arrendamiento, una vez que hayan transcurrido al menos seis meses,
siempre que se lo comunique al arrendador con una antelación mínima de treinta días. Las partes podrán pactar en el
contrato que, para el caso de desistimiento, deba el arrendatario indemnizar al arrendador con una cantidad
equivalente a una mensualidad de la renta en vigor por cada año del contrato que reste por cumplir. Los períodos de
tiempo inferiores al año darán lugar a la parte proporcional de la indemnización».
6
«El contrato de trabajo se extinguirá:... d) Por dimisión del trabajador, debiendo mediar el preaviso que señalen los
convenios colectivos o la costumbre del lugar».
7
«1. El contrato de agencia de duración indefinida se extinguirá por la denuncia unilateral de cualquiera de las partes
mediante preaviso por escrito. 2. El plazo de preaviso será de un mes para cada año de vigencia del contrato, con un
máximo de seis meses. Si el contrato de agencia hubiera estado vigente por tiempo inferior a un año, el plazo de
preaviso será de un mes».

3
La jurisprudencia también lo admite como implícito en contratos de tracto continuo o periódico
cuando no tienen fijado un plazo de extinción (ej., suministro, distribución), «en aras, en última
instancia… de la necesaria protección de la libertad individual» (STS 672/2016, de 16 noviembre, RJ
5834; art. 1583 Cc).

En todos estos casos, legales y jurisprudenciales, el desistimiento pone fin a la relación con efectos
ex nunc (desde ahora), sin afectar a los ya producidos.

Cuando el ejercicio de la facultad de desistimiento no está expresamente regulado por alguna


norma, la jurisprudencia exige que se ejercite conforme a la buena fe, lo que puede llevar consigo la
necesidad de un prudente preaviso; la falta de este, cuando lo exija la buena fe, «si bien no obsta a
la extinción del vínculo, sí debe dar lugar a una indemnización cuando ocasione daños y perjuicios»
(STS 130/2011, de 15 marzo, RJ 3321)8.

También se utiliza la expresión desistimiento para contratos no necesariamente duraderos en los


que se hubiera pactado un dinero de arrepentimiento a través de arras penitenciales (art. 1454) o
cláusula penal (art. 1153, primer inciso).

Así mismo, las leyes de protección de los consumidores admiten a veces el desistimiento unilateral
o denuncia del consumidor en un plazo determinado tras la celebración del contrato; en estos
casos, el contrato deviene ineficaz y las partes contratantes han de restituirse las respectivas
prestaciones.

Por último, también se permite en los contratos de duración indefinida (ej., depósitos bancarios)
que una de las partes (especialmente, si somete el contrato a condiciones generales) cambie
algunas de las condiciones del contrato, avisando previamente a la otra parte y dándole la
oportunidad entonces de desistir del contrato.

8
En el supuesto de la STS 589/2018, de 23 octubre (RJ 4659), incumplido el plazo de preaviso pactado, de un mes, se
concede la indemnización de daños por lo que se hubiera obtenido durante ese mes.

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