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TEMA: INEFICACIA E INVALIDEZ DEL CONTRATO

I. PROBLEMA TERMINOLÓGICO

Un contrato es ineficaz cuando no produce efectos o no produce los efectos que


las partes previeron cuando lo celebraron. La invalidez es la falta de adecuación del
contrato a las normas jurídicas imperativas establecidas. Si bien normalmente la
invalidez o nulidad acarrea la ineficacia, no son conceptos necesariamente
intercambiables (v.gr., un contrato puede ser perfectamente válido y, sin embargo, no
producir la eficacia prevista por no concurrir alguna circunstancia de la que la misma
dependía).

II. INOPONIBILIDAD

Se trata de una “ineficacia relativa”, es decir, que sólo opera respecto de ciertos
sujetos cuya posición jurídica no queda afectada por la conclusión de un contrato válido
por otras personas (LACRUZ). Dicho contrato le resulta inoponible, no les afecta, no
les perjudica. V.gr., art. 32 Ley Hipotecaria y 606 CC (ineficacia relativa frente al acto
válido); art. 1295.2 CC (eficacia relativa frente al acto inválido).

III. INVALIDEZ: MODALIDADES

En el Código civil se distinguen dos clases de invalidez:

A. Nulidad absoluta o de pleno derecho.


Un contrato es nulo de pleno derecho cuando desde el comienzo no produce ningún
efecto. El contrato nace muerto. El artículo 6.3 CC la llama nulidad de pleno
derecho. Tal grado de invalidez impide el efecto vinculante del contrato.

Caracteres:
a. No precisa declaración judicial, ni previa impugnación del contrato, ya que
opera ipso iure o de pleno derecho.
b. El ejercicio de la acción de nulidad compete a cualquier interesado que tenga
interés jurídicamente suficiente. La acción de nulidad ha de dirigirse contra
todos los interesados en el contrato y es imprescriptible.
c. El contrato nulo no produce efecto alguno y han de restituirse las prestaciones ya
satisfechas: quod nullum est, nullum producit effectum.

Causas:
a. Realizar el contrato en contra de una ley imperativa o prohibitiva.
b. Cuando hay indeterminación absoluta del objeto o su ilicitud.
c. Ilicitud de la causa (por qué se celebra el contrato).
d. La falta de forma en los escasos supuestos donde debe seguir una forma
específica.

B. Nulidad relativa, anulabilidad o impugnabilidad.


El contrato nace enfermo, ya que tiene vicios: vive, pero puede dejar de vivir.
Permite una acción para destruir el efecto vinculante del contrato, aunque mientras

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no se ejercite, el contrato produce sus efectos normales. Sin embargo, sus efectos
son claudicantes (pueden dejar de existir).

Caracteres:
a. La anulabilidad requiere que la invoque la parte contratante que sufrió el vicio, y
no puede apreciarse de oficio por el juez.
b. El art. 1302 CC señala que “pueden ejercitar la acción de la nulidad de los
contratos los obligados principal o subsidiariamente en virtud de ellos. Las
personas capaces no podrán, sin embargo, alegar la incapacidad de aquellos
con quienes contrataron; ni los que causaron la intimidación o violencia, o
emplearon el dolo o produjeron el error, podrán fundar su acción en estos
vicios del contrato”. La acción de la nulidad sólo durará cuatro años (art. 1301
CC).
c. Hay posibilidad de confirmación, que es la manifestación de voluntad unilateral
realizada por la persona legitimada para anular el contrato, donde declara que el
negocio que era anulable deja de serlo, y pasa a ser perfecto desde sus inicios. Se
trata de una renuncia a la impugnación del contrato; tal confirmación puede ser
expresa o tácita, si, con conocimiento de la causa de anulabilidad y habiendo
ésta cesado, ejecutase el legitimado un acto que implique necesariamente la
voluntad de renunciar a su anulación (art. 1311 CC). Una vez confirmado el
contrato, cesa la acción de nulidad. El contrato también quedará confirmado por
el transcurso de los 4 años sin haber ejercitado la acción de anulación.

Causas:
a. El contrato se halla afectado por algún vicio del consentimiento.
b. Que haya incapacidad de alguna de las partes contratantes.
c. Que haya falta de consentimiento por uno de los cónyuges para realizar un
negocio, cuando fuera necesario (vid. arts. 1320 y 1322 CC).
d. Falsedad de la causa.

RESUMEN. Las principales diferencias entre la nulidad absoluta y la anulabilidad son:


- La persona legitimada para accionar. Mientras que la nulidad absoluta la puede hacer valer cualquier
interesado e, incluso, declararla de oficio el juez en ciertos casos, la anulabilidad requiere que la invoque
la parte contratante que sufrió el vicio.
- La posibilidad de confirmar el contrato, eliminando la causa de invalidez y la acción de impugnación
únicamente es posible en los contratos anulables y no en los nulos de pleno derecho (vid. art. 1311 CC;
v.gr., alguien que fue engañado para contratar, renuncia a ejercitar la acción de anulación).
- La duración de la acción. La nulidad absoluta no prescribe, mientras que la anulabilidad tiene un plazo
de 4 años (art. 1301 CC).
- El interés que se protege. En la nulidad absoluta se protege el interés público, mientras que en la
anulabilidad se protegen intereses privados.

Al margen de estas dos figuras, podemos hacer breve referencia a la institución


de la NULIDAD PARCIAL, que no se halla regulada sistemáticamente en nuestro CC,
si bien responde al principio general de conservación del negocio y al brocardo “utile
per inutile non vitiatur”; se trata de un criterio mayoritariamente adoptado por nuestra
jurisprudencia, y que permite, en muchas ocasiones, considerar nulas únicamente las
cláusulas merecedoras de tal calificación, y considerar válido el resto del contrato. En
estas hipótesis, el juez habrá de “rellenar” los huecos que la nulidad de esas cláusulas
propicia, a través de una labor integradora, en la que habrá de sustituirlas por otras
fundadas en la buena fe, el uso y la ley (ex art. 1258 CC). La institución de la nulidad
parcial sí se halla recogida explícitamente en el art. 10.2 Ley de Condiciones Generales
de la Contratación

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IV. ACCIONES DE INVALIDEZ

A) NULIDAD DE PLENO DERECHO.

Legitimación activa.- Pueden ejercitarlas quienes celebraron el contrato, sus herederos


o terceros interesados en que se declare la nulidad.
Legitimación pasiva.- Hay que demandar a quienes celebraron el contrato o a sus
sucesores.
Plazo.- La acción de nulidad no prescribe ni caduca

B) NULIDAD RELATIVA O ANULABILIDAD.

Legitimación activa.- No puede ser acogida de oficio. La legitimación viene


contemplada en el art. 1302 CC (estudiarlo). Las personas capaces no pueden alegar la
incapacidad de la otra parte. Los que motivaron los vicios no pueden fundar la acción de
nulidad en tales vicios. Vid. también arts. 293 y 1322 CC.
Legitimación pasiva.- Hay que demandar a quienes celebraron el contrato y a quienes
deriven derechos a su favor del contrato cuestionado.
Plazo.- La acción de nulidad caduca a los 4 años. Estudiar el art. 1301 CC (hay
importante jurisprudencia sobre error vicio en la contratación de productos financieros,
donde se dice que el cómputo en caso de error no puede comenzar hasta que el cliente
pudo efectivamente darse cuenta de su error; esto es, no desde la consumación del
contrato, sino desde que pudo percibir que el contrato no era lo que el creía haber
celebrado).

V. CONSECUENCIAS DE LA INVALIDEZ

Cuando un contrato es plenamente inválido –nulo de pleno derecho- o ha sido


invalidado a consecuencia del efecto de una acción de impugnación –anulable que ha
sido efectivamente anulado-, no produce efectos. Las consecuencias (estudiar arts. 1303
a 1308 CC) son:
a. Los contratantes no quedan ligados; se destruye el efecto vinculante del
contrato.
b. No nacen las obligaciones previstas.
c. Declarada la nulidad de una obligación, los contratantes deben restituirse
recíprocamente las cosas que hubiesen sido materia del contrato, con sus frutos,
y el precio con los intereses (art. 1303 CC).

VI. CONVALIDACIÓN Y CONFIRMACIÓN

La convalidación es el fenómeno por el que las partes quedan vinculadas por un


contrato inicialmente, en virtud de un hecho posterior a su celebración. El CC regula
una de sus formas o modalidades, que es la CONFIRMACIÓN.

Concepto de confirmación.- Manifestación de voluntad de la parte legitimada para


ejercitar la acción de nulidad, por la que convalida el contrato anulable. Se convierte el
contrato en plenamente válido y eficaz, como si jamás hubiese estado afectado por vicio
alguno.
Clases.- Art. 1311 CC: expresa y tácita.
Actos confirmables.- sólo los anulables, nunca los nulos de pleno derecho (art. 1310
CC).

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Requisitos.- Que el confirmante tenga conocimiento de la causa de la anulabilidad y
que la causa haya cesado.
Efectos.- Purifica el contrato (art. 1313 CC). Sus efectos son definitivos y gozan de
efecto retroactivo, hasta el momento de la perfección del contrato.

¿Hay otras formas de convalidación, al margen de la confirmación?


RATIFICACIÓN: se refiere a supuestos de ineficacia por haber contratado a nombre
ajeno sin poder conferido (art. 1259 CC).
CONVERSIÓN: tiene lugar cuando a un contrato que sería inválido se le da una
calificación distinta, de tal modo que sí cumple los requisitos de validez de su nueva
calificación (v.gr., art. 1223 CC).

VII. RESCISIÓN

Concepto: es el remedio jurídico para la reparación de un perjuicio económico que el


contrato origina a determinadas personas, que consiste en hacer cesar su eficacia.
Caracteres: Se trata de un supuesto de ineficacia sobrevenida, ya que el contrato es
válido (art. 1290 CC). Supone una medida excepcional y subsidiaria, a la que ha de
acudirse cuando el perjudicado carece de otro recurso legal para defender su interés (art.
1294 CC).
Causas: estudiar art. 1291 CC, así como 1292, 1293 y 1296 del mismo cuerpo legal.
Legitimación activa: únicamente el perjudicado y sus sucesores.
Legitimación pasiva: quienes hayan sido parte en el contrato, sus sucesores y terceros
adquirentes de mala fe (vid. art. 1295, 2º párr. y 1298 CC, a sensu contrario).
Efectos: Obliga a la devolución de las cosas, con sus frutos y del precio con sus
intereses (art. 1295, 1º párr. CC). Si las cosas se hallan legalmente en poder de terceras
personas (v.gr., porque el adquirente se las vendió) que no han procedido de mala fe, la
acción rescisoria consistiría en una acción de indemnización de daños, y dicho tercero
no se verá afectado.
Plazo: 4 años de caducidad (vid. art. 1299 CC)

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