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Teorías del Aprendizaje

Alumna: Norma Aideé Balderas Elorza

Escuela: Instituto Universitario Ausubel

Materia: Fundamentos del Aprendizaje

Profesor: DR. Sergio Dotor Fernández

Marzo 27, 2021


la dislexia es un trastorno específico de la lectura cuyo “rasgo principal es una dificultad especifica y significativa en el desarrollo de las habilidades para la lectura que no puede
explicarse únicamente por la edad mental, problemas de precisión visual, o una escolarización inadecuada. La capacidad para la comprensión lectora, el reconocimiento de palabras
escritas, la lectura oral y la realización de tareas escrita, están afectadas.

Las dificultades en el deletreo a menudo se mantienen en la adolescencia incluso después de que se haya realizado algún progreso en la lectura y frecuentemente se relacionan con
trastornos específicos de la lectura. Comúnmente, los trastornos del desarrollo específicos de la lectura van acompañados de una historia previa de alteraciones en el desarrollo del
habla y del lenguaje siendo frecuentes la asociación de problemas emocionales y de la conducta durante el periodo escolar”. Sorprendentemente, esta definición descansa
principalmente sobre criterios de exclusión, por ejemplo, la dislexia no se diagnostica por la dificultad lectora per se, sino, porque dicha dificultad no puede ser explicada de otra
manera; es decir, la dificultad lectora no puede explicarse mediante un déficit en los procesos sensoriales básicos, anomalías cerebrales evidentes, o déficit psicológicos primarios.
Lo que es más importante, la definición del CDI 10 no excluye estos déficit, pero señala que éstos solos no pueden explicar el desorden lector. Más aún, los trastornos específicos
de la lectura han sido asociados con déficit en dominios relacionados como es el lenguaje oral (disfasia y el Trastorno Específico del Lenguaje), destrezas de la escritura (disgrafía),
habilidades matemáticas (discalculia), coordinación motora (dispraxia), orientación temporal (discronía), destrezas visuales, trastorno por déficit de atención por hiperactividad
(Habib, 2000) y un incremento de la sintomatología por ansiedad y depresión (Mugnaini et al., 2009).

La dislexia es una dificultad específica de aprendizaje de origen neurológico. Se caracteriza por dificultades de precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras escritas y por
problemas en la descodificación y el deletreo. Estas dificultades son causadas por un déficit en el componente fonológico del lenguaje, de carácter inesperado, dado que otras
habilidades cognitivas tienen un desarrollo normal y la enseñanza es adecuada (Asociación Internacional de Dislexia, 2002).
La dislexia “se caracteriza por la dificultades de precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras escritas y por problemas en la descodificación y el deletreo

Podemos explicar las causas de la dislexia desde un nivel biológico, entendiendo que la dislexia es un problema neurológico con base genética y que por tanto está ya presente en el
momento de nacer, aunque las dificultades se manifiesten mucho más tarde. Ese daño biológico, que afecta a áreas cerebrales precisas en el hemisferio cerebral izquierdo, tiene
repercusiones a nivel cognitivo al provocar un déficit fonológico que por su parte será la causa inmediata de las dificultades para establecer conexiones grafema-fonema.
Finalmente, en el nivel comportamental, las consecuencias del déficit fonológico serán las enormes dificultades del disléxico con la lectura, su pobre desarrollo metafonológico así
como sus posibles dificultades en velocidad de nombrado y en memoria fonológica.
Siguiendo este esquema, al disléxico lo podríamos caracterizar o diagnosticar a tres niveles: a nivel biológico, identificando el área de su funcionamiento cerebral que está afectada;
a nivel cognitivo identificando su déficit fonológico; y a nivel conductual identificando los fallos cuando lee. Una completa identificación de los procesos deficitarios en la lectura y
una interpretación de sus posibles causas inmediatas, de acuerdo con los modelos de procesamiento lector, es la base necesaria para el diseño de un tratamiento recuperador.

Qué es la dislexia: significado de dislexia


La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje que se caracteriza por un deterioro en la capacidad de reconocer palabras, lectura lenta e insegura y escasa comprensión.

Este trastorno del neurodesarrollo se calcula que afecta aproximadamente a uno de cada diez niños provocando fracaso escolar. Para hacer frente a esta situación y mejorar el

aprendizaje  es necesario detectar el trastorno de forma precoz.

¿Cómo se trata? Síntomas de la dislexia


La dislexia no es solo la dificultad en el aprendizaje de la lectura y la escritura, las personas con este trastorno también pueden tener dificultades en el área de la velocidad de

procesamiento, en las habilidades motrices o en la percepción visual y/o auditiva. Pueden ver afectada la  memoria a corto plazo, la organización, la secuenciación o el lenguaje hablado.

A continuación explicamos los principales síntomas de la dislexia. Es importante puntualizar que cada persona disléxica es única y no tiene por qué presentar la totalidad de síntomas

para serlo: 
 Problemas en la lateralidad.
 Nociones espaciales y temporales alteradas.
 Confundir palabras con pronunciación similar.
 Dificultad para articular o pronunciar palabras.
 Trasponer las letras, cambiar el orden e invertir números.
 Lectura con errores y muy laboriosa.
 Problemas de concentración en la lectura o escritura.
 Dificultad para seguir instrucciones y aprender rutinas.
 Problemas en el equilibrio.
 Problemas de memoria a corto plazo.
 Dificultades para organizar sus pensamientos.
 Problemas para mantener la atención.
 Dificultades en matemáticas.
 En algunos casos, y más en aquellos mal manejados se presenta la dificultad en el habla.
Tipos de dislexia
Para hacer una clasificación de la dislexia, deberíamos hablar de dos tipos: adquirida y evolutiva.

1. Adquirida: aparece a causa de una lesión cerebral concreta.


2. Evolutiva: no hay una lesión cerebral concreta que la haya producido. Es la más frecuente en el ámbito escolar.

Asimismo, otra posible clasificación según los síntomas predominantes del paciente es:

1. Fonológica o indirecta: se trata del mal funcionamiento de la ruta fonológica. El niño hace una lectura visual y deduce en vez de leer. Por ejemplo, puede leer “casa” en vez de
“caso” o “lobo” en vez de “lopo”. Los niños con este tipo de dislexia pueden leer las palabras familiares, pero les resulta difícil leer palabras desconocidas, palabras largas o
pseudopalabras.
2. Superficial: el trastorno se encuentra en el funcionamiento visual, leen utilizando la ruta fonológica. Los niños que la padecen no tendrán problemas a la hora de leer palabras
regulares, pero sí a la hora de leer palabras irregulares, por ejemplo, del inglés. Asimismo la velocidad lectora de estos niños disminuye cuando aumenta la longitud de las palabras,
cometen errores de omisión, adición o sustitución de letras y suelen confundir palabra homófonas (un ejemplo sería abría o habría).
3. Mixta o profunda: Están dañados dos procesos de lectura, el fonológico y visual. Provoca que se cometan errores semánticos. 

¿Cómo se corrige la dislexia?¿Hay tratamiento para la dislexia?


Actividades para niños disléxicos
¿Cómo ayudar a una persona con dislexia? ¿Cómo trabajar con un niño con dislexia? Una vez que se ha diagnosticado, el niño debe comenzar de la mano de un especialista en dislexia

una terapia con el objetivo de mejorar el aprendizaje. Dentro de su tratamiento de dislexia realizará un programa de estimulación cognitiva.

Desde NeuronUP presentamos una serie de ejercicios para trabajar la dislexia que pueden utilizar los profesionales :
Ejercicios para dislexia. 
1. Formando palabras 

El niño con dislexia debe seleccionar cada letra en el orden correspondiente para formar una palabra. Trabajará  el vocabulario, la heminegligelncia y la memoria de trabajo.
NeuronUP “Formando palabras»
2. Discriminación visual de una palabra real

El objetivo de este ejercicio es que el niño consiga discriminar dentro de un grupo de palabras cuál existe realmente.

¿Cuál de las siguientes palabras existen “brado”, “Bravo”, “brano o “cravo”?


Actividad de NeuronUP “Discriminación visual de una palabra real»
3. Discriminación de palabras y pseudopalabras
En este caso se trata de identificar una palabra o pseudopalabra entre un conjunto de ellas. En este caso presentamos un ejemplo de un ejercicio para dislexia de NeuronUP en formato

papel. Es útil para trabajar la atención selectiva y la discriminación.


Actividad de NeuronUP “Discriminación de palabras y
pseudopalabras»
4. Encontrar letras en palabras
En esta actividad hay que encontrar las palabras que tengan las letras indicadas. Es un ejercicio útil para que las personas con dislexia comiencen a discriminar letras y trabajen

la atención selectiva.

A continuación ponemos varios ejemplos con varios niveles de dificultad:

Nivel fácil:
Actividad de NeuronUP “Encontrar letras en palabras»
Nivel difícil:
Actividad de NeuronUP “Encontrar letras en palabras»
5. Nombre correcto de una imagen
Como vemos en la imagen, el niño con dislexia tiene que discriminar la palabra que corresponde a la imagen presentada. Se trabaja la discriminación.
6. Letras desordenadas
Esta actividad consiste en ordenar las letras que aparecen para formar una palabra. Trabaja el vocabulario y la memoria de trabajo.
Actividad de NeuronUP “Letras desordenadas»

¿Eres capaz de ver la palabra?

La dislexia como barrera en la infancia


La dislexia afecta a entre un 10% y un 15% de la población. Sin embargo, el principal problema de este trastorno se da en la población infantil (dislexia del desarrollo), ya que, en nuestro

país la educación se basa en la lecto-escritura, y es aquí donde estas personas presentan los mayores problemas. La dislexia es un trastorno del que la mayoría de la gente no tenemos

gran conocimiento, por eso, en el día de la Dislexia, desde NeuronUP aprovechamos para dar a conocer un poco más este trastorno y colaborar así con las personas que lo padecen.

La dislexia es un trastorno que se transmite genéticamente, el cual se basa en la dificultad del aprendizaje de la lecto-escritura. Además, este trastorno no es debido a un déficit en el

cociente intelectual ni a problemas visuales o auditivos sino que parece tener como origen una alteración en el neurodesarrollo.

Tratamiento de la dislexia más allá de las actividades de estimulación cognitiva de NeuronUP


Una vez que se ha diagnosticado dislexia a un niño, este puede llegar a leer con un nivel apropiado para su edad e inteligencia. El tratamiento que podemos seguir con estos niños se

basa en la paciencia y en la fuerza de voluntad, además, debemos conocer los puntos fuertes del niño y destacarlos ya que también pueden padecer problemas emocionales o de

autoestima. Los ordenadores y las nuevas tecnologías son herramientas que nos pueden ayudar en gran medida con estos niños.

Por otra parte, debemos considerar que estos niños necesitan un plan individualizado que se ajuste a sus características.

Tras realizar esta primera entrevista se debe descartar cualquier deficiencia sensorial o cognitiva, por lo que se le pedirá un examen visual y otro auditivo, (en caso de que no se
haya realiTras realizar esta primera entrevista se debe descartar cualquier deficiencia sensorial o cognitiva, por lo que se le pedirá un examen visual y otro auditivo, (en caso de
que no se haya realizado ninguno en los últimos años), y se le pasarán las pruebas oportunas para obtener su CI global, así como la baremación en procesos como la memoria de
trabajo, la velocidad de procesamiento, el razonamiento perceptivo o la comprensión oral. Para simplificar podemos pasarle “La escala de Inteligencia Wechsler o WISC-IV” de 6
años a 16´11 años, o “La escala infantil Wechsler, WPPSI-III”, de 2´6 a 7´3 años, las cuales valoran las capacidades cognitivas mencionadas.

Aunque, desde nuestra experiencia, consideramos que las escalas de inteligencia Wechsler son suficientes para valorar las capacidades intelectuales y preferimos dedicar
mayor atención a la evaluación de los procesos directamente relacionados con la lectura, otros profesionales suelen utilizar el Test K-ABC de Kaufman, el Test de Matrices
Progresivas de Raven o el Toni-e, para medir capacidades intelectuales verbales y no verbales.

También se podrían incluir la evaluación de otras capacidades Psicomotrices, aunque  no consideramos necesario realizar este tipo de pruebas sino se aprecian circunstancias
específicas que lo requieran.

Pruebas de Evaluación de la Psicomotricidad:


– Reconocimiento del esquema corporal con las pruebas de Piaget y Heat.
– Evaluación de la lateralidad con la prueba de dominancia lateral del Test de Harri.
– Valoración de la percepción espacio-temporal y del funcionamiento perceptivo con el Test Guestáltico Viso-Motor de Laureta Bender

Tras la evaluación de las capacidades intelectuales pasamos al análisis específico de la lectoescritura, para el cual existen numerosos test estandarizados:
EDIL: Prueba de lectura donde se evalúa la exactitud, la comprensión y la velocidad.
El TALE: Constituido por varias pruebas de lectura y escritura que permiten valorar rápidamente el nivel general del sujeto en estas tareas.
DST-J. Test para la detección de la dislexia: Es una batería breve de screening o detección rápida de la dislexia que se aplica desde los 6´5 a los 11 años.
PROLEC-R: Test utilizado de 1º a 6º de primaria para evaluar los procesos lectores, es decir, la capacidad lectora y las estrategias que sigue el sujeto para leer, por lo que también
se pueden observar que mecanismos están alterados.
PROLEC-SE: Test de lectura que evalúa los procesos léxicos, sintácticos y semánticos implicados en alumnos de 1º a 4º de ESO.
PROESC: Test que evalúa los procesos implicados de la escritura desde 3º de Primaria a 4º de ESO.
TCP, Test de procesos de comprensión: Prueba que permite evaluar el nivel de comprensión lectora en niños de entre 10 y 16 años.

Nosotros recomendamos utilizar la Batería DIS-ESP, que está siendo actualmente desarrollada por doctora Marisol Carrillo de la Universidad de Murcia en colaboración con el
profesor Jesús Alegría de la Universidad Libre de Bruselas.

Independientemente de los test utilizados, para realizar una adecuada evaluación de la dislexia es imprescindible valorar ciertas procesos específicos relacionadas con la
lectura que nos darán la clave para orientar el programa de intervención.

zado ninguno en los últimos años), y se le pasarán las pruebas oportunas para obtener su CI global, así como la baremación en procesos como la memoria de trabajo, la velocidad
de procesamiento, el razonamiento perceptivo o la comprensión oral. Para simplificar podemos pasarle “La escala de Inteligencia Wechsler o WISC-IV” de 6 años a 16´11 años, o
“La escala infantil Wechsler, WPPSI-III”, de 2´6 a 7´3 años, las cuales valoran las capacidades cognitivas mencionadas.

Aunque, desde nuestra experiencia, consideramos que las escalas de inteligencia Wechsler son suficientes para valorar las capacidades intelectuales y preferimos dedicar
mayor atención a la evaluación de los procesos directamente relacionados con la lectura, otros profesionales suelen utilizar el Test K-ABC de Kaufman, el Test de Matrices
Progresivas de Raven o el Toni-e, para medir capacidades intelectuales verbales y no verbales.

También se podrían incluir la evaluación de otras capacidades Psicomotrices, aunque  no consideramos necesario realizar este tipo de pruebas sino se aprecian circunstancias
específicas que lo requieran.

Pruebas de Evaluación de la Psicomotricidad:


– Reconocimiento del esquema corporal con las pruebas de Piaget y Heat.
– Evaluación de la lateralidad con la prueba de dominancia lateral del Test de Harri.
– Valoración de la percepción espacio-temporal y del funcionamiento perceptivo con el Test Guestáltico Viso-Motor de Laureta Bender

 
Tras la evaluación de las capacidades intelectuales pasamos al análisis específico de la lectoescritura, para el cual existen numerosos test estandarizados:

EDIL: Prueba de lectura donde se evalúa la exactitud, la comprensión y la velocidad.


El TALE: Constituido por varias pruebas de lectura y escritura que permiten valorar rápidamente el nivel general del sujeto en estas tareas.
DST-J. Test para la detección de la dislexia: Es una batería breve de screening o detección rápida de la dislexia que se aplica desde los 6´5 a los 11 años.
PROLEC-R: Test utilizado de 1º a 6º de primaria para evaluar los procesos lectores, es decir, la capacidad lectora y las estrategias que sigue el sujeto para leer, por lo que también
se pueden observar que mecanismos están alterados.
PROLEC-SE: Test de lectura que evalúa los procesos léxicos, sintácticos y semánticos implicados en alumnos de 1º a 4º de ESO.
PROESC: Test que evalúa los procesos implicados de la escritura desde 3º de Primaria a 4º de ESO.
TCP, Test de procesos de comprensión: Prueba que permite evaluar el nivel de comprensión lectora en niños de entre 10 y 16 años.

Nosotros recomendamos utilizar la Batería DIS-ESP, que está siendo actualmente desarrollada por doctora Marisol Carrillo de la Universidad de Murcia en colaboración con el
profesor Jesús Alegría de la Universidad Libre de Bruselas.

Independientemente de los test utilizados, para realizar una adecuada evaluación de la dislexia es imprescindible valorar ciertas procesos específicos relacionadas con la
lectura que nos darán la clave para orientar el programa de intervención.

Hasta aquí hemos detallado cómo habría que realizar una evaluación básica para poder establecer el diagnóstico diferencial de la dislexia evolutiva, aunque también podemos
llevar a cabo otros tipos de evaluaciones:

Evaluación de Screening
Consiste en una evaluación breve tras la que se obtiene  una muestra significativa del nivel lectoescritor del sujeto, cuya finalidad es decidir si llevar a cabo una evaluación más
exhaustiva o no, así como plantear la necesidad de intervención.
Para llevar a cabo la Evaluación de Screening utilizamos una prueba de eficiencia lectora, una prueba para evaluar la capacidad de decisión ortográfica con pseudohomófonos
y una prueba de lectura de palabras y pseudopalabras para analizar el contraste, (velocidad y errores), entre ambas.

Evaluación dinámica
La evaluación dinámica nos permite valorar el progreso de un sujeto que esté llevando a cabo un programa de intervención específico, con el fin de valorar y controlar su
evolución, lo cual, además de darnos datos sobre la eficacia de la intervención, nos guiará para ir adaptando la misma en función de los resultados, por tanto, permitirá modificar la
intervención para que esta sea más efectiva, ya que, la heterogeneidad existente dentro de la dislexia, hace necesario adaptar la intervención a las características de aprendizaje de
cada individuo.
Para llevar a cabo este proceso de seguimiento utilizamos un registro de los indicadores dinámicos del éxito lector, que se basan en la fluidez lectora, (velocidad, exactitud), los
cuales comenzaron a utilizarse en Estados Unidos en 2004, mediante los DIBELS (Dynamic Indicators of Basic Early Literacy Skills) y actualmente  se están implantando en
el sistema educativo de la Comunidad Canaria con el nombre de IDEL, (Indicador dinámico del éxito en la lectura).

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