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PRACTICA Nº 3 : METODOS SEROLOGICOS EN EL DIAGNOSTICO DE

SALMONELOSIS

PRINCIPIOS GENERALES
• La serología del género Salmonella constituye el complemento necesario
para el diagnostico de la fiebre tifoidea.
• El genero Salmonella tiene principalmente dos clases de antígenos.
o El antígeno “O” o antígeno somático termoestable.
o El antígeno “H” o antígeno flagelar termolábil.
• A partir de la segunda semana, el paciente que sufre de fiebre tifoidea
contiene anticuerpos en la sangre, que pueden ser identificados probando
el suero del paciente contra antígenos de Salmonellas, los cuales pueden
ser demostrados por la reacción de Widal.

AGLUTINACIÓN EN PLACA
• Se encuentra en el comercio antígenos de O y H de Salmonella para
realizar la prueba. Este método es rápido y exacto.
• Es preciso agitar bien el vial de antígeno, antes de usarlo, para garantizar
una suspensión uniforme y lisa. No deben congelarse.
• Almacenar los viales con antígeno a 2 – 8 ºC.

MATERIALES
• Antígeno de Salmonella typhi H y O
• Materiales para obtención de suero del paciente
• Pipetas serológicas de 0,2 ml
• Placa de vidrio grande (20 x 20 cm) dividida con lápiz de cera y regla en
cuadrados (2.5 – 1.7 cm) de preferencia, 5 hileras de 6 cuadrados.
• Un aplicador o un palito de dientes.
METODO
1. Depositar en los cuadrados de cada hilera o en cada lámina las siguientes
medidas del suero del paciente: 0,08; 0,04; 0,02; 0,01 y 0,005 ml.
2. Añadir a cada medida del suero una gota de la suspensión de antígeno.
3. Mezclar con un aplicador o un palito de dientes, comenzar con la dilución
de suero de 0,005 ml y continuar hasta la dilución de 0,08 ml
4. Rotar (oscilar) la placa de vidrio suavemente 15 – 20 veces (durante 2
minutos). Proceder a la lectura inmediatamente.

LECTURA E INFORME
1. Observar la presencia de grumos, indicativo de aglutinación.
2. Las diluciones y títulos son las siguientes:
3.
• 0,08 ml de suero 1/20
• 0,04 ml de suero 1/40
• 0,02 ml de suero 1/80
• 0,01 ml de suero 1/160
• 0,005 ml de suero 1/320

4. Título del suero


El título del suero que se informa corresponde a la ultima dilución del suero
en que se produce una aglutinación.

5. Ejemplo de cálculos

Placa 1 Placa 2 Placa 3 Placa 4 Placa 5 Resultados


Dilución Dilución Dilución Dilución Dilución
0,08 ml 0,04 ml 0,02 ml 0,01 ml 0,005 ml
2+ 1+ - - - Positivo 1/20
3+ 2+ 1+ - - Positivo 1/40
4+ 3+ 2+ 1+ - Positivo 1/80
4+ 4+ 3+ 2+ 1+ Positivo 1/160
4+ 4+ 4+ 3+ 2+ Positivo 1/320
PREGUNTAS:

1. ¿Con que titulo se considera que una persona tiene tifoidea?

Reacción de Widal es un test que determina la presencia de anticuerpos


contra el antígeno O y H de Salmonella typhi, así también, tenemos a la
suspensión de antígenos paratífico A y paratífico B.

Con respecto a la prueba de Widal, esta Demuestra la presencia de


anticuerpos aglutinantes (aglutininas) contra los antígenos O (somático) y H
(flagelar) de Salmonella typhi en el suero de los pacientes con fiebre tifoidea.
Los anticuerpos contra el antígeno O aparecen luego de 6 a 8 días de
iniciada la enfermedad y desaparecen posteriormente, entre 3 y 6 meses.
Los anticuerpos contra el antígeno H aparecen de 8 a 12 días, alcanzando
títulos más elevados con respecto a los anticuerpos O, y pueden persistir
por más de un año. Además, una sola prueba de aglutinación de Widal no
tiene valor diagnóstico. En una región endémica la sospecha diagnóstica de
fiebre tifoidea podría considerarse, siempre y cuando se utilicen dos
muestras de suero: una de fase aguda y una de fase convaleciente (tomadas
aproximadamente con 10 días de diferencia). Un resultado positivo se
determina mediante un aumento de cuatro veces el título de anticuerpos en
la segunda muestra, sin embargo el médico no cuenta con este tiempo,
debido a eso se debe usar la presunción diagnótica sumada a las
carácteristicas clínicas presentes.

De acuerdo con el manual del fabricante, las muestras de suero se diluyen


en serie usando una preparación de solución salina al 0,95% fresca de 1:20
a 1: 640 para anti TO y anti TH por separado en 12 tubos de ensayo. Luego
se añade una cantidad igual de antígenos O y H a todos los tubos de ensayo.
Según el manual del fabricante, un título de anticuerpos de ≥ 1:80 para anti
TO y ≥ 1:160 para antigeno TH mostró una indicación de infección por fiebre
tifoidea.
2. ¿Con cual prueba se hace el diagnóstico definitivo de F. Tifoidea?

Aparte del cultivo positivo, no existe una prueba de laboratorio específica


para el diagnóstico de la fiebre entérica, tifoidea. Otros datos inespecíficos
de laboratorio incluyen alteración moderada de las pruebas de función
hepática y de las concentraciones de enzimas musculares. El diagnóstico
definitivo de fiebre tifoidea requiere el aislamiento de S. typhi o de S.
paratyphi en sangre, médula ósea u otros sitios estériles, “roséola tifoídica”,
heces o secreciones del tubo digestivo. La susceptibilidad del cultivo de
sangre es sólo de 40 a 80%, la susceptibilidad del cultivo de médula ósea
es de 55 a 90%, cultivar los tres tipos de muestras puede que de una tasa
mayor al 90% para el diagnóstico. En el caso de cultivar heces, puede que,
no de positivo en la primera semana, esto se torna postivo si llega a la tercera
semana sin tratamiento.
Se cuenta con algunos métodos serológicos, como la clásica prueba de
Widal para detectar “aglutininas febriles”; sin embargo, ninguno de los
métodos anteriores es lo suficientemente sensible o específico para sustituir
los métodos basados en cultivos, para el diagnóstico de fiebre entérica,
tifoidea, en países desarrollados.

3. Señale las entidades clínicas que produce la Sallmonella tifi.

La fiebre entérica o tifoidea es causada por S. typhi y S. paratyphi, mientras


que la salmonella no tifoídica es producida por serotipos diferentes, entre los
frecuentes tenemos a: typhimurium, enteritidis, Newport, Javiana y
Heidelberg. Estas son variantes trasnmitidas en los alimentos como huevos,
pollo, carne mal cocida y lacteos; afectan mayoritariamente a ancianos,
lactantes e inmunodeprimidos.

4. Señale usted cuales son los tipos de brucellas.


La brucelosis humana es una zoonosis se debe a cepas de Brucella, género
bacteriano (bacilos gramnegativos) que, según la información genética,
abarca una sola especie, que es Brucella melitensis, con diversas variantes
biológicas que muestran preferencias por hospedadores particulares.
Se identifica a B. melitensis como la principal causa de enfermedad
sintomática en seres humanos y el principal origen son ovejas, cabras y
camellos; así también tenemos a la B. abortus suele adquirirse del ganado
o de los búfalos; B. suis de los cerdos, B. canis suele adquirirse más a
menudo de perros; B. ovis causa enfermedad reproductiva en ovejas; B.
neotomae es específica para roedores del desierto, y no tiene implicaciones
claras en la enfermedad en seres humanos; B. microti aislada de ratones de
campo y B. inopinata aislada de una persona a la que se colocó un implante
de mama.

5. Cuál es la sintomatología de la salmonelosis

La salmonelosis se presenta como una infección que a menudo ocasiona


gastroenteritis no distinguible de otros organismos patógenos entéricos. Se
manifiesta con náuseas, vómito y diarrea 6 a 48 horas después de la
ingestión de alimentos o agua contaminados. Se acompaña a menudo de
dolor abdominal tipo cólico y fiebre (38 a 39ºC). Las heces suelen ser
diarreicas, no sanguinolentas y con un volumen moderado. Sin embargo,
puede haber evacuaciones acuosas voluminosas, hemorrágicas o con
síntomas de disentería. La diarrea desaparece en tres a siete días y la fiebre
en 72 h.
En cuanto a su tratamiento la deshidratación consecutiva por diarrea se debe
tratar con reposición de líquidos y electrólitos. Los antibióticos no deben
administrarse de forma habitual para el tratamiento de gastroenteritis no
complicada. Los síntomas casi siempre desaparecen de manera
espontánea y la duración de la fiebre y la diarrea no disminuye de modo
notable con el tratamiento antibiótico.

6. Cuál es la sintomatología de la brucelosis y cual es su protocolo de


tratamiento.

La brucelosis casi siempre origina fiebre, que puede acompañarse de


sudoración profusa, en especial por la noche. El tipo de fiebre se caracteriza
de otras patologías por las siguientes:
1) sin tratamiento, la fiebre de la brucelosis sigue un perfil ondulante que
persiste semanas, antes de comenzar el periodo afebril, que puede ir
seguido de recurrencias y 2) la fiebre de la brucelosis se acompaña de
signos y síntomas musculoesqueléticos en ∼50% de los pacientes.

El periodo de incubación varía de una semana a varios meses y la fiebre y


otros síntomas pueden comenzar de manera repentina o inconstante.
Además de la fiebre y la hiperhidrosis, hay apatía y fatiga cada vez más
intensas; pérdida del apetito y de peso y un cuadro clínico inespecífico de
mialgias, cefaleas y escalofríos.

De modo general, el cuadro clínico inicial de la brucelosis sigue tres perfiles:


enfermedad febril que se asemeja a la fiebre tifoidea, aunque menos intensa;
fiebre con monoartritis aguda, normalmente en cadera o rodilla en niños de
corta edad o fiebres de larga duración, postración y lumbalgia o coxalgia en
pacientes de edad avanzada.

Los objetivos generales del tratamiento antimicrobiano contra la brucelosis


son combatir la infección actual, aplacar los síntomas y evitar recurrencias.
Las tetraciclinas; sigue siendo la combinación más eficaz, pero cabe
emplear otros esquemas (alternativos) y las opciones dependen de las
normas locales o nacionales en cuanto a la utilización de rifampicina para
tratar.

El modelo de referencia para el tratamiento de la brucelosis en adultos


comprende la aplicación intramuscular de estreptomicina (0.75 a 1 g/día
durante 14 a 21 días), junto con doxiciclina (100 mg dos veces al día por seis
semanas) o gentamicina (5 a 6 mg/kg de peso al día durante dos semanas,
como mínimo) en vez de la estreptomicina. Se debe completar el tratamiento
para evitar recaidas y resistencia bacteriana.

7. ¿Cuales son las pruebas confirmatorias para Brucella?

El cuadro clínico de la brucelosis no es patognomónico y por ello el


diagnóstico debe basarse en el antecedente de una posible exposición,
manifestaciones iniciales compatibles con la enfermedad y el respaldo de
los datos obtenidos en pruebas de laboratorio. Es definitivo el aislamiento de
brucelas de sangre, LCR, médula ósea o líquido sinovial o de material
aspirado de tejidos o muestras para biopsia y en 50 a 70% de los enfermos
los intentos de aislamiento de los microorganismos suelen resultar
fructíferos. Los cultivos en sistemas no radiométricos o de señales (p. ej.,
Bactec) se tornan positivos en siete a 10 días, pero deben conservarse como
mínimo tres semanas antes de dictaminar que los resultados son negativos.

La reacción en cadena de la polimerasa (PCR, polymerase chain reac tion)


realizada en sangre periférica tiene el enorme potencial de detectar
bacteriemia y predecir la recurrencia. Tal vez la PCR sea más sensible y
mucho más rápida que los hemocultivos y no conlleva el riesgo biológico que
imponen los cultivos.

El análisis serológico suele aportar datos positivos de laboratorio en la


brucelosis. En la infección aguda, aparecen de manera temprana
anticuerpos de tipo IgM y poco después lo hacen los de tipo IgG e IgA. Todos
ellos muestran actividad en las pruebas de aglutinación, sea en métodos
realizados en tubo, placa o microaglutinación. La prueba de fijación de
complemento, de antiglobulinas de Coombs y el enzimoinmunoanálisis de
adsorción, también se usan para identificar anticuerpos. En zonas
endémicas o en situaciones con posible exposición ocupacional, se
consideran con certeza diagnóstica los títulos de aglutininas 1:320 a 1:640;
en zonas no endémicas se considera de importancia el título ≥1:160.

En casi todos los centros, el método estándar de aglutinación (SAT, standard


agglutination test) sigue siendo el elemento básico para el diagnóstico
serológico, aunque algunos investigadores confían más en la prueba del
rosa de Bengala; En un medio endémico, >90% de los pacientes con
bacteriemia aguda muestra títulos de SAT de 1:320.
Referencias

1. Marín, J. E. O. (2020). Fiebre tifoidea, el arte del diagnóstico por


laboratorio. ALERTA Revista Científica del Instituto Nacional de
Salud, 3(1), 33-37.

2. Wasihun, A. G., Wlekidan, L. N., Gebremariam, S. A., Welderufael, A. L.,


Muthupandian, S., Haile, T. D., & Dejene, T. A. (2015). Diagnosis and
Treatment of Typhoid Fever and Associated Prevailing Drug Resistance
in Northern Ethiopia. International journal of infectious diseases: IJID:
official publication of the International Society for Infectious Diseases, 35,
96–102. https://doi.org/10.1016/j.ijid.2015.04.014.

3. Larry, J., Fauci, A., Kasper, D., Hauser, S., Longo, D., Loscalzo, J.
Harrison Principios de Medicina Interna, McGraw-Hill Interamericana,
20ava edición, España. (2019)

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