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/ EDICIÓN IMPRESA
Mariela (31) tiene dos hijos y un trabajo que le está exigiendo más que nunca; está extenuada
y así no rinde. Está sola con ellos y uno tiene 3 años. Eso hace difícil trabajar, a lo que se suma
todo aquello de lo que debe ocuparse en su casa.
Contó que por las noches siente falta de aire y duerme mal. “Por primera vez he sentido miedo
a la muerte”, confiesa. En la empresa les piden que vayan a trabajar a toda costa, que si se
contagian de Sars Cov-2 es parte. “A veces siento mucho dolor de pecho, como si tuviera un
elefante encima. Sensación de que me ahorcan, dolor en la garganta, me duelen las costillas y
me transpiran las manos”, describe.
DEMASIADA PRESIÓN
Se sumó una nueva forma de trabajar en la que muchos jefes incrementaron las demandas y
pesó de más la hiperconectividad, casi full time. Es parte de las causas de que haya muchas
consultas por el síndrome del trabajador quemado, que ocurre cuando se está expuesto a un
estrés continuo.
CARACTERÍSTICAS
-Agotamiento emocional: las personas sienten que ya no pueden dar más de sí mismos a nivel
afectivo.
“Es más que la respuesta del ser humano frente a un estrés laboral crónico. La persona
pierde la capacidad de hacer frente a esta tensión laboral. Por ello, se siente siempre
cansado, desmotivado y su productividad se elimina casi por completo”, explica la consultora
Adecco Argentina en un informe.
La organización advierte que se presenta un agotamiento intenso, con una sensación enorme
de falta de energía. También desapego por el trabajo y todo lo relacionado con el mismo, baja
o nula autoeficacia y sensación de ausencia de realización personal.
“Todo esto se asocia frecuentemente con ansiedad, hostilidad, ira, depresión o tristeza.
Además, se produce una alteración del comportamiento, abriendo paso a hábitos
tóxicos”, detallan.
AUMENTO DE CASOS
Flor Angelini, psicóloga de ese servicio, comentó que se han cambiado dos parámetros muy
básicos en la cotidianidad: el tiempo y el espacio. Dijo que estar conectado todo el tiempo
favorece el “burnout” y hoy hay jornadas laborales extensas, sin horarios definidos ni pautas
saludables.
Dijo que a diferencia de otras circunstancias en que los pacientes pueden identificar una causa
ahora es más general y no pueden identificar lo que hace más difícil resolverlo.
En tanto, Benítez mencionó que han sido situaciones estresantes para quienes trabajan en su
hogar como para quienes han tenido que salir por los cuidados y temores que tiene este
último grupo.
LOS MÁS AFECTADOS
“Diversos estudios confirman que este fenómeno afecta más a las mujeres que a los hombres.
También son más susceptibles de padecerlo personas sin pareja o con poco apoyo familiar.
Además, suele aparecer en los primeros años del desarrollo profesional de los trabajadores.
Por ello, las estadísticas revelan que el porcentaje de empleados jóvenes con síndrome del
trabajador quemado es mucho más elevado que en los mayores de 35 años”, resalta el
informe de Adecco.
La universidad Siglo XXI concluyó que las personas más afectadas son mujeres en el rango
etario comprendido entre 41 y 51 años. En contraparte, los menos perjudicados fueron
quienes pudieron continuar con su actividad laboral en un horario flexible.
-Carga de trabajo excesiva: uno de los síntomas más relevantes es el agotamiento. Está
directamente relacionado con la sobrecarga de trabajo o por realizar las funciones incorrectas.
Sensación de no poseer las habilidades necesarias para desarrollarse profesionalmente.