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Texto de apoyo: Derecho de familia (Rene Ramos Pazos) Edición Séptima. Tomo I y II.
Derecho de familia es de orden público, donde la autonomía de la voluntad está restringida.
Derecho de familia a diferencia del patrimonial ha tenido una evolución constante, desde el C.C de
Andrés Bello en la antigüedad, quedan pocas cosas de la época.
Ley 20.830: Acuerdo de unión civil. (AUC) 2004
Ley 19.947: Nueva ley de matrimonio civil. 2015
Cabe destacar que no serán los únicos fines del matrimonio y la ausencia de uno o más de ellos, no
es impedimento para que no se lleve a cabo el matrimonio.
El mandato debe ser especial, vale decir que sea especialmente otorgado para la celebración
del vínculo matrimonial. Como consecuencia no sirve un mandato general, por muy
amplias que sean las facultades que se concedan.
Mandato se otro ge por escritura pública, debe ser solemne.
Mandato debe determinar quién va a ser el mandatario y los contrayentes (Estrictamente
determinado).
En el ámbito matrimonial:
1. Error acerca de la identidad de la persona del otro contrayente.
Este error está relacionado con la identidad física del otro contrayente, siendo por tanto un tipo de
error en la persona. Error en la identidad propiamente tal. Art. 103 C.C, podría ocurrir este error en
aquel caso, el matrimonio bajo el mandatario.
2. Error acerca de las cualidades personales del contrayente.
Atendiendo a la naturaleza y fines del matrimonio, ha de ser considerada como determinante para
contraer el vínculo matrimonial, tipo de error en las cualidades de la persona. Este error no puede
invocarse en términos generales, sino que siempre se debe apreciar, atendiendo a la naturaleza y
fines del matrimonio, de tal manera que si el error en que se incurre afecta el objetivo y fines del
matrimonio, va a tener lugar este tipo de error.
Impedimentos:
- Impedimentos dirimentes (LMC).
Son aquellos que impiden de la celebración del matrimonio, de manera tal que su transgresión
acarrea la nulidad del matrimonio (Nulidad matrimonial es una sola, no se distingue entre absoluta y
relativa)
Se clasifican en dos: Absolutos y relativos.
Absolutos: Aquellos que impiden contraer matrimonio con cualquier persona Art. 5 LMC.
1- Los que se hallaren por un vínculo matrimonial no disuelto. Este impedimento da paso un a
delito de bigamia.
2- Los que se encuentren ligados por un vínculo de acuerdo de unión civil vigente, salvo para
contraer matrimonio con su conviviente civil, salvo que se pase de acuerdo de unión civil a
un matrimonio.
3- Menor de 16 años, en este caso se observa una novedad en relación con la antigua LMC ya
que en esta se establecía como impedimento a los impúberes, vale decir, el hombre menor
de 14 y la mujer menor de 12 no podían contraer matrimonio, por el contrario, quienes
tenían más de esa edad perfectamente podían contraer matrimonio, actualmente se eleva la
edad como causal de impedimento a los 16 años. (Cambio en la realidad social)
4- Los que se hallaren privados del uso de la razón y los que por un trastorno o anomalía
psíquica fehacientemente diagnosticada no sean capaces de forma absoluta para formar la
comunidad de vida que implica el matrimonio. En este causal se observan dos hipótesis
distintas:
- Caso del que se encuentre privado del uso de la razón.
- Caso de quien tenga un trastorno o anomalía psíquica.
5- Los que no puede expresar su voluntad claramente por cualquier medio, de forma oral,
escrita o por medio de lengua de señas.
Relativos: Impiden celebrar el matrimonio solo con algunas personas Arts. 6 y 7 LMC.
De dos tipos:
Por parentesco Art. 6 LMC. Dos tipos de impedimentos no podrán contraer matrimonios
entre sí.
1. Ascendientes y desendientes por consanguinidad y por afinidad.
2. Los colaterales por consanguinidad hasta el segundo grado (Hermanos) inclusive.
Parentesco por afinidad en línea recta, en este caso la ley no ha puesto limite al grado, el
impedimento es infinito. Se considera también que el impedimento va a alcanzar a los
consanguíneos por línea recta y por afinidad (Descartando el cónyuge y la suegra).
Parentesco por consanguinidad hasta el segundo grado, el impedimento no va a alcanzar al pariente
por afinidad, motivo por el cual no es disuelto el matrimonio del cónyuge, este podría contraer
matrimonio con su cuñada.
Por homicidio. Art. 7 LMC. Se relaciona en dos casos:
1. Cónyuge sobreviviente no podrá contraer matrimonio con quien le imputa en contra de
quien se hubiere formalizado investigación por delito de homicidio de su marido o mujer.
2. El cónyuge sobreviviente no podrá contraer matrimonio con quien haya sido condenado
como autor, cómplice o encubridor del homicidio de su marido o mujer.
- Impedimentos impedientes o prohibiciones (C.C).
Aquellos que no impiden la celebración del matrimonio, por lo que su transgresión no acarrea la
nulidad de tal matrimonio, sino que produce las sanciones que en cada caso contempla el C.C,
impedimentos impedientes están en el C.C.
- Impedimentos impedientes.
Aquellos que no obstan a la celebración del matrimonio, pero en caso de incumplimiento no acarrea
como sanción la nulidad, si no que más bien, otras sanciones. Estos impedimentos se clasifican en
tres:
Sanciones que tiene el oficial del registro civil que autoriza el matrimonio del menor sin
el consentimiento de sus padres o sus ascendientes.
En este caso se sigue una sanción penal en contra del oficial del registro civil contemplada en el
Art. 688 C.P y esta consiste en la relegación en su grado medio y una multa de 6 a 10 UTM
El contenido de la manifestación.
Debe dejarse en constancia:
La antigua LMC no establecía quien era el oficial del registro civil competente ante el cual se debía
celebrar el matrimonio, sino más bien, en el Art. 35 de la ley de registro civil (LRC) establecía que
quien era competente era el oficial del registro civil de la comuna de cualquiera de los contrayentes
o bien el oficial de registro civil del domicilio que haya tenido C/U de ellos con tres meses
anteriores a la celebración del matrimonio. Con la entrada en vigor de la ley 19.947 se establece que
el oficial del registro civil competente y ante el cual se celebrara el matrimonio es quien intervino
en la manifestación y en la información, para complementar esta información con el Art. 9 LMC se
entiende que la manifestación se puede realizar ante cualquier oficial del registro civil
o Lugar donde se debe celebrar el matrimonio:
Inhabilitados.
1. Los menores de 18 años
2. Interdictos por causa de demencia.
3. Los que hayan cometido un delito que merezca una pena aflictiva.
4. Lo que por sentencia ejecutoriada hubiesen sido decretados como inhábiles para
comparecer como testigos.
5. Los que no entendieran el idioma castellano.
6. Los que no pueden darse a entender claramente.
7. Los que actualmente se encuentren privados del uso de la razón.
- Oficial de registro civil una vez celebrado el matrimonio, deberá levantar un acta de todo lo
obrado, en la cual debe ser suscrita por él, los contrayentes y los testigos.
- Deberá proceder a inscribir el matrimonio en los libros del registro civil en la forma que
establece el reglamento y en el caso de omisión de alguna de las formalidades u
obligaciones que tiene el oficial del registro civil, será sancionado conforme a las reglas del
C.P, Art. 388 C.P.
Fecha de pruebas.
5/09
22/10
12/11
Examen: 4/12.
Repechaje: 14/12.
Considerando el plazo que el Art. 20 LMC otorga para la ratificación e inscripción del matrimonio
religioso ante el oficial del registro civil, se plantean dos problemáticas que se deben resolver:
1- Puede suceder que después de celebrado el matrimonio religioso y antes de inscribirse en el
registro civil fallezca alguno de los contrayentes, en este caso corresponde determinar si el
otro contrayente, puede o no por sí solo, requerir la inscripción ante el oficial del registro
civil o si los herederos pueden efectuar la inscripción.
2- Se debe determinar si es que la ratificación e inscripción del matrimonio religioso ante
oficial del registro civil, se puede llevar a cabo por mandatarios (Recordar que el
matrimonio si se puede celebrar por contrayentes, en este caso, sería la ratificación si es que
se puede inscribir por algún mandatario)
Los deberes del oficial del registro civil ante la solicitud de inscripción.
Una vez que los contrayentes requieren la inscripción del matrimonio religioso, el oficial del
registro civil deberá verificar las sgtes circunstancias:
1) Verificar si se han cumplido los requisitos que la ley exige para la valides del matrimonio.
2) Debe reiterar o comunicar a los requirentes de la inscripción, los derechos y deberes que les
corresponde como cónyuges.
Excepciones al principio según el cual “La ley del lugar rige el acto”.
Los impedimentos dirimentes (Absolutos y relativos)
Se podrán declarar nulo en conformidad a la ley chilena, el matrimonio que ha sido celebrado en el
extranjero en contravención a los Arts. 5-6-7 LMC, dicho de otra manera, se respeta el principio
recién citado, solo en la medida que en los matrimonios celebrados en el extranjero se cumpla
estrictamente con la capacidad de los contrayentes, de tal manera de que existencia de un
impedimento dirimente puede ser causal para anular cualquier matrimonio en el extranjero
Excepción fundada en el consentimiento libre y espontaneo Art 80 LMC no valen en chile los
matrimonio qué se celebren sin el consentimiento libre y espontáneo de los contrayentes. Por lo
tanto si la ley se rige por la ley del lugar tratándose del consentimiento libre y espontaneo va a tener
plena aplicación la disposiciones de la ley 19947 Art. 8 (error y fuerza).
Nulidad matrimonial, al igual que la patrimonial, debe ser declarada por sentencia judicial,
no opera de pleno derecho.
Nulidad matrimonial es una sola, no distingue entre nulidad absoluta y nulidad relativa.
Recordemos que el Art. 1682 C.C, en materia patrimonial, distingue entre absoluta y
relativa, por su parte la LMC en el capítulo que contiene la nulidad, no formula diferencia
alguna.
Luis Claro Solar quien forma parte de la Doc. Minoritaria, sostiene que en materia de matrimonio,
si cabe la distinción entre absoluta y relativa con la nulidad, basándose para ello en el hecho de que
existirían causales de nulidad matrimonial que apuntan al interés particular y también causales de
nulidad matrimonial. que atienden al interés público.
Las causales de nulidad fundadas en el interés particular solo son invocadas por los contrayentes del
matrimonio, dando paso a una nulidad matrimonial relativa, y por otro lado las causales de nulidad
matrimonial fundadas en el orden público pueden ser invocadas por cualquier persona, dando paso a
una nulidad matrimonial absoluta. Ej. Nulidad matrimonial relativa.
Las causales de nulidad matrimonial son taxativas, esto quiere decir que el legislador al
momento de establecer los requisitos del matrimonio señala en cada caso cual es la sanción
para la omisión de ese requisito, de tal manera que la nulidad matrimonial solo va a ser
procedente cuando la ley expresamente haya establecido esa sanción, dicho de otra manera,
en el ámbito matrimonial no hay causales genéricas de nulidad. Por el contrario, en materia
patrimonial las causales genéricas de nulidad don abundantes, basta con citar el inc. Final
del Art. 1682 C.C “Cualquier otro vicio que no se encuentre contemplado en esa norma, se
sancionara con la nulidad relativa”.
La nulidad matrimonial no puede ser declarada de oficio por el juez, aun cuando el vicio del
matrimonio parezca evidente. En el ámbito de la nulidad patrimonial en cambio,
recordemos que el juez si puede declarar la nulidad absoluta cuando esta aparezca de
manifiesto en el acto o Ctto.
La sentencia que declara la nulidad matrimonial produce efectos Erga Omnes, implicando
que produce efectos para todas las personas, lo que es contrario al efecto relativo de la
sentencias consagrado en el Art. 3 C.C y que en conformidad a él, las sentencias por regla
general solo van a producir efectos respecto de los intervinientes en el proceso (Cambia el
estado civil de la persona)
Por regla general, la acción de nulidad del matrimonio va a ser imprescriptible, en materia
patrimonial por el contrario, sabemos que la acción de nulidad prescribe en el caso de 10
años (Absoluta) y 4 años (Relativa).
Para invocar la acción de nulidad matrimonial, no se exige un interés pecuniario, mientras
que para alegar la nulidad patrimonial, solo lo puede hacer aquella persona que tenga un
interés pecuniario y actual.
La nulidad matrimonial la puede solicitar cualquiera de los contrayentes, aun cuando haya
celebrado el matrimonio sabiendo o debiendo saber el vicio con que se podía anular, en la
nulidad patrimonial, la persona que celebro el Ctto sabiendo o debiendo saber el vicio, no
podrá solicitar la nulidad del acto.
La nulidad del matrimonio por regla general va a poder ser solicitada por parte de los
herederos de uno de los cónyuges y lo mismo ocurre en el caso de la nulidad patrimonial.
La situación de los incapaces relativos (Art. 46 inc. Final LMC) (Solamente aplicables
para los incapaces relativos).
El cónyuge menor de edad o interdicto por disipación es hábil para ejercer por sí mismo la acción
de nulidad, sin perjuicio de su derecho de actuar por intermedio de sus representantes legales.
Esta disposición constituye una excepción a las reglas generales existentes en materia de
incapacidad relativa, en confinidad a las cuales el incapaz relativo no puede actuar por sí mismo sin
autorización de sus representantes o por intermedio de ellos.
Considerando estos, los hijos ilegítimos o naturales, les correspondía la mitad de la porción que los
hijos legítimos tenían, en la sucesión de su padre o madre, de ahí por lo tanto, antes de entrar en
vigor esta ley, se justificaba a través del matrimonio putativo, que los hijos que hayan tenido la
calidad de legítimos en el matrimonio no perdieron tal calidad como consecuencia de la nulidad del
matrimonio, pudiendo lógicamente aumentar su participación en la sucesión hereditaria.
Con la entrada en vigor de la ley 19.585, se elimina esta doble categorías de hijo, por lo que hoy,
todos se reparten la sucesión en igualdad de condiciones.
Sin perjuicio de lo anterior, la institución del matrimonio putativo en la actualidad continúa
teniendo una gran importancia, ya sea, para ambos cónyuges o bien para uno solo de ellos, en caso
de que en uno solo haya concurrido la buena fe y la justa causa de error.
Esto último se puede evidencia con mayor notoriedad a través del sgte Ej.
Si durante la vigencia de un matrimonio, se adquiere un inmueble a título oneroso y el marido lo
enajena sin autorización de la mujer, para determinar la valides de ese acto de enajenación, puede
tener relevancia el hecho de que el matrimonio haya sido putativo y considerando esto se pueden
producir dos situaciones:
1. Se declara la nulidad del matrimonio habiendo buena fe y justa causa de erro en ambos
cónyuges o bien en uno solo de ellos, vale decir, existe en este caso matrimonio putativo,
por lo que se conservan los efectos civiles de tal matrimonio, por lo tanto el acto de
enajenación llevada por el marido es invalido, porque se entiende que esa Soc. conyugal
estuvo vigente.
2. El matrimonio es declarado nulo, sin que exista buena fe o justa causa de error, por parte de
ninguno de los cónyuges, en tal caso por ende, no hay matrimonio putativo, por lo que este
último no produce los efectos civiles que hubiese ´producido el matrimonio valido.
Como consecuencia de esto se puede concluir que el acto de enajenación realizado por el marido es
completamente valido, puesto que como no hubo matrimonio valido, el cual jamás produjo efectos
civiles, se entiende que nunca hubo Soc. conyugal por lo que malamente está el acto de enajenación
era necesario la autorización de la mujer.
Concepto de divorcio.
Considerando la actual legislación, se puede definir el divorcio como una causal de término del
matrimonio, válidamente celebrado declarada por el juez, por un hecho acaecido con posterioridad a
su celebración, ya se po solicitud de uno de los cónyuges y bien de ambos, cumpliéndose
previamente los requisitos que exige la ley o transcurrido los plazos que la propia ley determina.
Clasificación de divorcio.
Divorcio imputable a una falta grave a otro cónyuge.
Más conocido como el divorcio por culpa, se encuentra contemplado en el Art. 54 LMC el cual
indica que el divorcio podrá ser demandado por uno de los cónyuges en el evento de que él cumpla
los sgtes requisitos:
A. La demanda se fundamente en una falta imputable a el otro cónyuge.
B. Esta falta imputable que el otro cónyuge constituya una transgresión de manera grave a los
deberes y obligaciones que la ley impone a los cónyuges.
C. Que está falta constituya una violación grave de loa derechos y deberes de los hijos.
D. Que está falta torne imposible la convivencia o intolerable la vida en común.
Cumplidos estos requisitos, no se requiere de ningún plazo para solicitar el término del matrimonio,
sino que por el contrario se puede solicitar inmediatamente una vez que se cumplan dichos
requisitos. También cabe destacar que cualquier tipo de situación o hecho que se encasille con los
requisitos antes mencionados son significativos para poder interponer la demanda de divorcio por
culpa.
- Atentado en contra de la vida: En este caso solo bastaría la verificación de un solo hecho.
- Los malos tratos o tratamientos graves a la integridad física y psicológica: Se tendría en
cuenta que este hecho suceda en reiteradas ocasiones, sin embargo, la doc. Y jurisprudencia
mayoritaria ha señalado que solamente se requiere que esta causal se haya reiterado por una
ocasión.
En la práctica actual, en el caso de los malos tratamientos psicológicos o físicos, se requiere que
exista una denuncia por violencia intrafamiliar y su respectiva sentencia
Registro de victimario ante el registro civil, probar que mi cónyuge o conviviente civil o padre de
mis hijos persona atento psicológicamente ante mí se deja un registro de personas que son
victimarios de VIF,
¿Qué se puede motivar a realizar un divorcio con culpa, en vez de un divorcio sanción?
El divorcio con culpa no quiere plazo para su interposición. Desde que se configurar las causales, se
puede interponer.
- Si la persona que no debe alimentos demanda el divorcio, renuncia a la excepción del pago
de los alimentos.
Derecho de mandar los alimentos no prescribe, lo que prescribe son los alimentos devengados.
Momento a partir del cual se debe haber producido el incumplimiento. (Efecto de la ley
en el tiempo)
Respecto a este tema, existen fundamentalmente dos posturas:
1. Esta doctrina establece que le incumplimiento reiterado en la obligación de alimentos, se
debe haber verificado después de la entrada en vigor de la nueva LMC, para efecto de que
pueda servir de fundamento a la excepción del no pago de alimentos. Por lo tanto, si existen
incumplimientos reiterados en la obligación de pagar alimentos, antes de la entrada en vigor
de la ley, tales incumplimientos no pueden servir de base para la excepción señalada
(Entrada en vigor 18/11/2004)
- El objeto de la excepción es que se rechace la demanda de divorcio interpuesta.
El fundamento para ello radica en el hecho de que el rechazo del divorcio del no pago de alimento,
constituye una sanción civil y que por ende, no puede ser aplicada de manera retroactiva, en este
sentido, el Art. 9 C.C, establece que la ley opera siempre para el futuro y jamás tendrá efecto
retroactivo, salvo en los casos en que expresamente se le haya dado ese efectos, lo cual no es la
situación que se analiza. (Doc. Mayoritaria)
2. Esta doctrina estima que el incumplimiento reiterado de la obligación de alimentos puede
haber tenido lugar en cualquier época, antes o después de la entrada en vigor de la nueva
ley de matrimonio civil y se fundamentan para ello, en el hecho de que esta excepción y sus
efectos no constituirían una sanción civil, por lo que perfectamente se puede aplicar de
forma retroactiva
Mutuo acuerdo (1 año) Art. 55 LMC
Se establece que el divorcio será decretado por el juez, cumpliéndose las sgtes circunstancias:
o Ambos cónyuges lo soliciten de mutuo acuerdo: Basta con que ambos cónyuges presenten
una demanda conjunta ante el tribunal de familia del domicilio de cualquiera de ellos,
teniendo el patrocinio de un abogado
o Que se acredite el cese efectivo de convivencia de un año.
o Que se acompañe un acuerdo, que ajustado a la ley regule de forma completa y suficiente
las relaciones completas de los cónyuges y también las relaciones respecto de los hijos
comunes: Este requisitos se incluye en función al interés superior de los hijos y al principio
de protección del cónyuge más débil
Se entiende que el acuerdo es completo cuando en él se regulan todas y cada una de las materias de
las que trata el Art. 21 LMC, siendo tales materias las sgtes:
Respecto de los cónyuges se deben regular sus relaciones mutuas, especialmente en lo relativo a lo
sgte:
1. Relativo a los alimentos que se deban entre los cónyuges: En este caso lo que se debe
regular, son los alimentos que ya han sido judicialmente decretados y que por ende ya se
encuentren devengados.
2. En todo lo relativo al régimen de bienes que los vinculen
Respecto de los hijos:
1- Quien ejerza el cuidado personal.
2- Régimen de alimentos que existirá respecto del hijo.
3- Se debe regular la relación directa y regular que ejercerá aquel de los cónyuges que no
tenga el cuidado personal de hijo
El acuerdo se entiende que es suficiente cuando regula las sgtes materias:
- Cuando resguarda el interés superior de los hijos.
- Cuando aminora el menoscabo económico que puede producir la separación.
- Cuando establece relaciones equivalentes entre los cónyuges a futuro.
Los últimos dos aspectos dicen relación con la necesidad de regular la compensación económica.
- En estos casos se tendrá por fecha del cese efectivo de la convivencia la que conste en
alguno de tales instrumentos y a contar de esa fecha se puede computar los plazos de 3 o 1
año
- La más común es la acta extendida ante el oficial del registro civil
- La fecha de la escritura pública termina por determinar el cese efectivo de la convivencia y
a partir de esa fecha esperar un año para el divorcio de mutuo acuerdo o 3 de forma
unilateral
Acta de cese de convivencia es la que establece el oficial del registro civil, las partes van y firman el
acta.
Tratándose de los divorcios de mutuo acuerdo, desde el 2014, la corte suprema sustenta el criterio
según el cual las limitaciones de prueba anteriormente señaladas no eran aplicables para este tipo de
divorcios, en atención al principio de libertad probatoria del Art. 28 y 29 LMC.
Si no existe acuerdo entre los conyugues respectivos de la fecha del cese efectivo de la convivencia,
tal fecha se podrá desprender de alguno de los sgtes actos, realizado por uno solo de los cónyuges:
Por la notificación judicial de la demanda, en el caso del Art. 23 LMC. Se trata de la
notificación legal de la demanda, que tiene por objeto regular las relaciones mutuas de los
cónyuges o las relaciones respecto de los hijos, en el caso de las relaciones entre los
cónyuges, puede tratarse de una demanda de declaración de bien familiar o bien cualquier
demanda destinada a regular la situación patrimonial de los cónyuges.
En el caso de las relaciones respecto de los hijos, se puede tratar de una demanda de cuidado
personal, de alimentos o bien una demanda de relación directa y regular, en estos casos la fecha del
cese efectivo de la convivencia será aquella que corresponda a la notificación de alguna de estas
demandas
Si no ha existido acuerdo entre los cónyuges y tampoco demanda, cualquiera de ellos puede
manifestar su voluntad de poner fin a la convivencia a través de escritura pública, acta extendida o
protocolizada ante notario público, atreves de acta extendida ante oficial del registro civil o bien
dejando constancia de su intención ante el juez correspondiente.
En todos estos casos será necesaria la notificación judicial de tales actos y en tal caso se tratará de
una gestión voluntaria, realizada ante el tribunal de familia competente. En todos estos casos, la
fecha del cese efectivo de la convivencia será la que corresponda a la fecha de la notificación
judicial
La reanudación de la vida en común con ánimo de permanencia interrumpe el plazo del cese de
convivencia
En ambos casos el fundamento es el cese efectivo de la convivencia.
Acción de divorcio también es irrenunciable y no extingue por el mero transcurso del tiempo y al
igual que en el caso de la nulidad, los cónyuges menores de edad y los interdictos por disipación,
son hábiles para ejercer por si mismos la acción del divorcio, sin perjuicio de su derecho de actuar a
través de sus representantes.
De lo anteriormente señalado, se pueden desprenden las sgtes características de la acción de
divorcio:
Acción personalísima, por ende, solo les corresponde a los cónyuges
Es intransmisible.
En el caso del divorcio por culpa, la acción solo podrá ser ejercida por el cónyuge que ha
sido víctima.
Es irrenunciable.
Es imprescriptible.
Respecto de terceros.
Sentencia de divorcio es oponible a terceros desde el momento de que se sub-inscribe al margen de
la inscripción del matrimonio y desde el momento de la sub-inscripción, adquiere el estado civil de
divorciados, por lo que puede contraer matrimonio.
LMC en este caso crea un nuevo estado civil, vale decir, el de divorciado, sumándose al estado civil
de soltero, casado, viudo y separado judicialmente. El 2015 se crea el estado de conviviente civil.
En estos casos es importante precisar si existe sentencia firme y ejecutoriada de divorcio y con
posterioridad fallece uno de los cónyuges, antes de practicarse la sub-inscripción, se entenderá que
entre ambos cónyuges la sentencia de divorcio ya ha producido efecto, lo que se dice que existe el
estado civil de divorciados.
Una cosa distinta es que la sentencia se deba sub-inscribir al margen den la inscripción del
matrimonio, tal exigencia a punta al hecho de que el estado civil de divorciados pueda ser oponible
a terceros (Relacionar con el Art. 59 LMC)
Como consecuencia lógica de la disolución del matrimonio, el divorcio extingue los derechos y
obligaciones de carácter patrimonial cuyo ejercicio y titularidad se funda en la existencia del
matrimonio, Ej. Derechos sucesorios recíprocos y el derecho de alimentos.
El divorcio no afecta en modo alguno, la filiación ya determinada de los hijos y los derechos y
obligaciones que emanen de ello.
Facultad del juez para denegar la compensación económica o disminuir su monto. Art.
62 LMC.
Se desprende que si se decretare el divorcio teniendo como causal el divorcio por culpa, el juez
podrá denegar la compensación económica al cónyuge que se hubiese beneficiado con ella y que
hubiere dado lugar a la causal o bien el juez podrá disminuir el monto prudencialmente. Esta
disposición se explica según el principio “Nadie se puede aprovechar de su propio dolo”, en todo
caso debemos considerar que será facultativo para el juez en esta circunstancia denegar el
compensación o disminuirla prudencialmente
Se dice por parte de la doctrina, aun cuando se facultativo para el juez denegar la compensación o
disminuirla, en caso de que exista divorcio por culpa, tal juez deberá al menos optar por una u otra.
La conciliación.
Art. 67 LMC establece que solicitada la separación o divorcio (NO PROCEDE NULIDAD) el juez
deberá instar a las partes a una conciliación, examinando las condiciones que contribuiría a superar
el conflicto de convivencia conyugal, y verificar las disposiciones que tienen las partes para hacer
posible la reintegración del vinculo matrimonial. Es un trámite esencial, si no se hace se puede pedir
recurso de casación en la forma.
- cuando no ha sido declarado o dictado judicialmente, lo que quiere decir eso es que no se va
a admitir el divorcio administrativo.
- Cuando se oponga al orden público chileno.
- Cuando se ha obtenido con fraude a la ley.
1. Régimen de comunidad.
Se caracteriza porque existe un patrimonio o haber común el cual se encuentra formado por todos
los bienes que son aportados por los cónyuges al matrimonio y también por todos los bienes
adquiridos durante el matrimonio.
Esta comunidad en cualquiera de sus modalidades nace desde el momento del matrimonio y se
termina con la disolución del matrimonio y en todos los casos es administrada por el marido.
Este patrimonio común que se forma por los bienes aportados por los cónyuges al matrimonio, así
como los adquiridos antes de él, pertenecerán a una comunidad en la cual interviene el marido y la
mujer.
Cuando hablamos de bienes aportados por los cónyuges al matrimonio, nos vamos a estar refiriendo
a aquellos muebles o inmuebles a los que tenían antes de contraer matrimonio y que se aportan para
el desarrollo de este último, y los bienes adquiridos durante el matrimonio, se refiere a los muebles
o inmuebles que durante la vigencia del matrimonio los cónyuges adquieren a título gratuito u
oneroso.
“Todos los bienes que tenia antes del matrimonio lo aporto a la comunidad y todo lo que yo
adquiero durante la vigencia del matrimonio, es parte de la comunidad”
Este régimen de comunidad va a tener algunas variantes que van a depender que si todos los bienes
ingresan al haber o patrimonio común o si solamente alguno de ellos ingresa al haber o patrimonio
común.
Régimen de comunidad universal.
En este régimen, todos los bienes aportados por los cónyuges al matrimonio, así como aquellos
adquiridos durante el matrimonio a titulo gratuito u oneroso ingresan al patrimonio o haber común.
Este régimen presenta como inconveniente, al que al termino de la comunidad, necesariamente uno
de los cónyuges se terminara beneficiando uno mas que el otro, puesto que la disolución implicara
que la comunidad se deba distribuir por mitades.
Régimen de comunidad restringida.
En este régimen no todos los bienes de los cónyuges entran al haber o patrimonio común motivo
por el cual se va a formar un patrimonio propio de cada cónyuge además de un haber o patrimonio
común al momento de disolverse la comunidad cada cónyuge se lleva su patrimonio propio y los
bienes comunes una vez pagadas las deudas van a constituir gananciales que se distribuyen por
partes iguales entre los cónyuges. Considerando lo anterior este régimen tendrá dos variantes:
A) Régimen de comunidad restringida de muebles y gananciales: Este régimen se
caracteriza por la existencia de un haber o patrimonio común al cual ingresa todos los
muebles aportados por los cónyuges al matrimonio así como todos los muebles o
inmuebles adquiridos en el matrimonio a título oneroso. Se excluyen del haber común
los inmuebles aportados al matrimonio así como los inmuebles adquiridos a título
gratuito.
B) Régimen de comunidad restringida reducida a las ganancias: Este régimen se
caracteriza por la existencia de un haber común al cual ingresan todos los bienes
muebles e inmuebles adquiridas por los cónyuges durante el matrimonio a titulo
oneroso, se excluyen del haber común todos los bienes aportados al matrimonio y así
mismo se excluyen todos los bienes adquiridos durante el matrimonio a título gratuito.
2. Régimen de separación de bienes.
Este régimen se caracteriza por el hecho de no existir un haber o patrimonio común si no que
solamente estará compuesto por patrimonios propios de cada cónyuge, conservando cada uno de
ellos todos los bienes que hubiesen aportado al patrimonio así como los adquiridos durante el
matrimonio, presenta la particularidad que cada cónyuge administra de forma independiente su
propio patrimonio.
3. Régimen de participación en los gananciales.
Este régimen se caracteriza por el hecho de que no existe un haber o patrimonio común de tal
manera que durante el matrimonio cada cónyuge se mira como separado de bienes para su
administración, al termino del matrimonio sin embargo se pueden producir alguna de los sgtes
alternativas, dependiendo de la legislación de que se trate:
Al término del matrimonio se forma una comunidad de bienes entre los patrimonio de los
cónyuges el cual se divide en partes iguales.
Una vez disuelto el matrimonio se comparan las utilidades obtenidas por los cónyuges y
aquel cónyuge que ha obtenido menos tiene un crédito en contra de aquel que ha obtenido
mayores utilidades. Este régimen como se puede constatar no es mas que una mezcla entre
el régimen de comunidad y el régimen de separación de bienes y presenta la ventaja de que
reconoce la independencia de los cónyuges para administrar sus propios bienes.
4. Régimen sin comunidad.
Se va a caracterizar porque no existe un haber o patrimonio común, cada uno de los cónyuges será
dueño de todos los bienes que haya aportado al matrimonio así como todos los bienes adquiridos
durante el matrimonio. Su particularidad es que los bienes de la mujer se dividirán en bienes de
aporte y reservados, bienes de aporte son aquellos que tenía la mujer antes del matrimonio y los
adquiridos a título gratuito antes del matrimonio. Estos bienes son entregados al marido para que los
administre. Los bienes reservados son aquellos adquiridos por la mujer durante el matrimonio a
título oneroso cuya administración quedara radicada en ella.
5. Régimen total.
Se caracteriza por que no existe un haber o patrimonio común y va a consistir en que la mujer
entrega un conjunto de bienes al marido para que este los administre y los destine a las necesidades
propias de la familia. Estos bienes siguen siendo de propiedad de la mujer y se deberá restituir una
vez disuelto el matrimonio. Es la mujer quien decide entregar bienes al hombre para que este los
administre.
Haber Social.
Todos que bienes que aporta cada uno de los cónyuges. También es importante clasificar o
distinguir la manera en que estos bienes ingresan al haber social.
Pueden existir bienes que ingresen al haber social de manera definitiva e irrevocable que son todos
aquellos bienes adquiridos a título oneroso durante el matrimonio (Haber real o absoluto). No existe
crédito en contra de la Soc. conyugal.
La segunda opción es que pueden existir aquellos bienes que van a ingresar al haber social pero que
el cónyuge que los aporta tiene un crédito en contra de la sociedad para hacerlo efectivo una vez
disuelta y un Ej. De eso son los haberes adquiridos antes del matrimonio (Haber relativo).
5) Art. 1728 C.C: Se refiere al caso del cónyuge que antes del matrimonio es dueño de un
inmueble y que durante el matrimonio adquiere un terreno colindante. Para determinar la
suerte del nuevo terreno adquirido se deben distinguir dos situaciones:
1. Si ambos terrenos conservan su individualidad, el nuevo terreno ingresa al haber absoluto o
real de la Soc. Conyugal. Mientras que el terreno que se tenia antes del matrimonio se
mantiene en el haber propio del cónyuge. Ambos terrenos mantienen su individualidad
(Lotes perfectamente divididos)
2. Por otro lado, si ambos terrenos se confunden en uno solo de manera tal que el nuevo
terreno no se puede desprender sin grave daño, se produce una comunidad de bienes
formada por el cónyuge propietario y la Soc. conyugal a prorrata (Es la cuota o porción que
debe pagar o toca recibir a cada uno de los participantes en un reparto) de los aportes que
cada uno realice (En este caso hay problemas de subdivisión).
Se adquiere el loteo contiguo, pero por problemas de loteo no se sabe su se adquiere a la Soc.
Conyugal. Dentro de ese loteo esta por comunidad de bienes. Tal Soc. conyugal aparece como parte
de esa comunidad de un 50%.
6) Art. 1729 C.C: El caso del cónyuge que antes del matrimonio es dueño de un bien
proindiviso (Derecho de propiedad sobre un bien y quiere decir que una persona ostenta el
derecho de propiedad sobre ese bien solo parcialmente puesto que comparte la titularidad
con otras personas “Copropiedad”) en conjunto con otros comuneros y que durante el
matrimonio adquiere las cuotas de otros comuneros.
Ej. Uno de los cónyuges por herencia tiene participación de una comunidad de un bien inmueble.
En este caso uno de los cónyuges tiene el 25% antes del matrimonio y durante el matrimonio
adquiere el 75% restante, se formaría una comunidad entre el cónyuge propietario de la cuota y la
Soc. Conyugal, lo anterior a prorrata del valor de los aportes realizados por cada uno.
De esta manera, si el cónyuge propietario al momento de contraer matrimonio, tenia un 25% de los
derechos en el bien y con posterioridad adquiere el otro 75%, el cónyuge propietario participa en
esa comunidad con un 25%, mientras que la Soc. conyugal participa con un 75%.
Hasta este punto, ingresan al haber absoluto de la Soc. Conyugal Art. 1725 Núm. 1, 2 y 5.
Usufructo del marido sobre los bienes de la mujer (Art. 810 “Respecto de los frutos” Art.
2466 “Prelación de crédito” C.C)
Marido durante la Soc. conyugal tiene mas derechos que la mujer, el marido percibe y administra
los frutos de los bienes de la mujer. Se le otorga al marido un derecho preferente de los frutos del
derecho de la mujer.
En materia relativa a los frutos de la Soc. conyugal se debe analizar el usufructo del marido sobre
los bienes de la mujer, tal derecho de usufructo se encontraría consagrado en los Arts. 810 y 2466
C.C, los que hacen referencia de forma expresa a un derecho de usufructo que el marido tendría
sobre los bienes de la mujer, sin embargo, la Doc. Mayoritaria y actual, considera de que a pesar del
tener de estas disposiciones el C.C no consagra un derecho de usufructo propiamente tal, sino que
en realidad, se le considera un derecho Sui Generis para percibir los frutos por los bienes de la
mujer.
Tal posibilidad se percibir los frutos de haría el marido en su calidad de administrador de la Soc.
Conyugal y no como usufructuario. Para llegar a tal conclusión se exponen los sgtes argumentos:
Si el bien que produce los frutos sale del dominio de la mujer, el marido pierde su derecho a
seguir percibiendo tales frutos en el usufructo propiamente tal. Por el contrario, a pesar de
haberse enajenado la cosa principal, el usufructuario sigue teniendo titularidad sobre
derecho de usufructo, pudiendo por tanto seguir percibiendo los frutos.
Si consideramos que el marido es usufructuario de los bienes de la mujer, los frutos que
perciba de tal bien ingresarían a su patrimonio propio y no al haber absoluto.
El derecho del marido sobre los bienes de la mujer es personalísimo (No puede transferirse
ni transmitirse). El usufructo por el contrario es perfectamente transferible.
En el derecho del marido sobre los bienes de la mujer, no es necesario rendir causa ni
caución de restitución o conservación. En el usufructo, por el contrario, el usufructuario si
debe rendir las garantías anteriormente señaladas.
El derecho del marido sobre los bienes de la mujer es inembargable. El usufructo por el
contrario es embargable.
El derecho del marido sobre los bienes de la mujer se encuentra limitado en el tiempo, no
pudiendo extenderse más allá de la vigencia de la Soc. conyugal. El derecho de usufructo
puede ser indefinido, existiendo en la práctica usufructos vitalicios.
8) Art. 1730 C.C: Las minas denunciadas por uno de los cónyuges o por ambos se agregarán al
haber social.
9) Art. 1731 C.C: La parte del tesoro, que según la ley pertenece al que lo encuentra, se
agregara al haber de la Soc. conyugal, la que deberá al cónyuge que lo encuentre la
correspondiente recompensa; y la parte del tesoro, que según la ley pertenece al dueño del
terreno en que se encuentra, se agregara al haber de la sociedad, la que deberá recompensa
al cónyuge que fuere dueño del terreno.
Se señala que el tesoro encontrado en terreno ajeno se repartirá en partes iguales entre el dueño del
terreno que es encontrado y el descubridor o quien realice el descubrimiento, considerando esta
disposición se señalan las sgtes reglas en relación con la Soc. Conyugal.
1- Ingresa al haber relativo la parte del tesoro (50% de él) que según la ley pertenezca al
cónyuge descubridor, esta regla se entiende bajo el supuesto que el tesoro ha sido
descubierto por uno de los cónyuges en terreno ajeno.
2- Ingresa al haber relativo de la Soc. Conyugal (50% de él) que según le pertenezca al dueño
del terreno que ha sido encontrado.
En este último caso, bajo el supuesto de que el terreno en que se produjo el hallazgo es de propiedad
de uno solo de los cónyuges, en caso de que el terreno sea de la Soc. conyugal, la parte del tesoro
ingresara al haber absoluto de la Soc. conyugal
Haber relativo esta muy vinculado con los bienes muebles y el haber absoluto a las cosas adquiridas
a título oneroso.
Subrogación real.
Sustitución de un inmueble a otro o de un inmueble a valores que pasan a ocupar la situación
jurídica que tenían aquellos. Deben ser exigidos bajo las modalidades dichas para que se haga valer.
Clases de subrogación.
Puede ser de dos tipos:
Sin importar la subrogación a la que se esté refiriendo, el bien que se adquiere es siempre inmueble.
Requisitos:
Es imperativo ya que para que se esté en presencia de la subrogación es necesario que uno de los
cónyuges sea dueño de esto, bajo la salvedad o condición que si quien subroga es la mujer, se
requerirá su autorización (Porque el hombre es el jefe de la Soc. Conyugal)
Se debe dejar constancia de que la permuta se realiza por subrogación, esto quiere decir, que pasa a
tomar cabida del bien que sale de mi patrimonio.
No puede exceder a la mitad del valor del segundo inmueble, la ganancia o saldo a favor que exceda
la mitad del precio del segundo inmueble.
o Que exista autorización en aquellos casos en que aquel mueble que se subroga pertenezca a
la mujer.
Subrogación por compraventa.
Tiene los sgtes requisitos:
Que el compre el bien inmueble con valores propios de uno de los cónyuges destinados a
ellos en las capitulaciones matrimoniales o en una donación por causal del matrimonio.
Que se deje constancia en la escritura de compra que se hace con dineros propios de uno de
los cónyuges y que son provenientes de alguno de esos valores.
Es necesario que en la escritura se deje constancia del ánimo de subrogar (No puede faltar
por ningún motivo)
Que exista una proporcionalidad entre los valores y el bien inmueble que se quiere comprar.
Que la subrogación que se hace en bien inmueble o valores de la mujer, esta preste su
autorización.
Respecto de terceros la sociedad conyugal no tiene un pasivo social, puesto que de su punto de
vista, la sociedad conyugal no existe, en consecuencia, los terceros pueden perseguir sus créditos en
los bienes propios del marido y en algunos casos, en los bienes propios de la mujer o lo que no
puede hacer, es perseguir directamente los bienes sociales, puesto que como veremos, se entiende
que es el marido quien tiene el dominio de tales bienes, por lo tanto en este caso, debemos
determinar en contra de que patrimonio del marido o de la mujer, se pueden hacer efectivas las
deudas en favor de terceros. (Se observa de un punto de vista de obligación a la deuda)
Art. 1750 C.C, en conformidad al cual, el marido respecto de terceros es dueño de los bienes
sociales y en consecuencia tales bienes se confunden con los bienes propios del marido como si
fuesen un solo patrimonio, por lo tanto, durante la sociedad conyugal, los acreedores pueden hacer
efectivos sus créditos en los bienes sociales o en los bienes propios del marido.
Las deudas que van a ingresar a este pasivo que se puede ejercer respecto de los bienes del marido o
de la sociedad.
1) Las deudas contraídas por el marido durante el matrimonio, se entenderán que son deudas
sociales, se buscan en el patrimonio del marido o en el patrimonio social.
2) Las obligaciones contraídas por el marido antes del matrimonio: Su cumplimiento se puede
ejercer sobres los bienes sociales o sobre los bienes del marido.
1. Cuando los terceros con quienes contrato la mujer acrediten que el acto ha sido en utilidad
personal de la mujer (Beneficioso).
2. En el caso de que la mujer, en el ejercicio del mandato, haya actuado a nombre propio, sin
poner en conocimiento a los terceros, acerca de su calidad de mandataria.
3. Las deudas contraídas conjuntamente por los cónyuges o bien las deudas contraídas por la
mujer de forma solidaria o subsidiaria.
4. Toda deuda contraída por los cónyuges, conjuntamente o en aquellos casos en que la mujer
se obliga solidaria o subsidiariamente (Art. 1752 inc. 1 C.C)
En cualquiera de estos tres casos, la ley lo que establece en que estos Cttos no valdrán en contra de
los bienes de la mujer, sino en la medida en que los terceros puedan probar que el Ctto le cedió
alguna utilidad a la mujer y que sea de carácter personal, quiere decir que solo se podrán perseguir
los bienes de la mujer que son administrados por esta y no bajo la administración del marido.
Obligaciones que dan acción sobre los bienes sociales, sobre los bienes propios del
marido y además sobre los bienes propios de la mujer.
1- Las contraídas por el marido, durante la vigencia de la Soc. conyugal, en virtud de un Ctto,
que cede un beneficio personal hacia la mujer.
Serán de este tipo por Ej. Las obligaciones contraídas por el marido, para pagar las deudas de la
mujer anteriores al matrimonio, o en este caso, aquella deuda u obligación contraída por el marido
para pagar los estudios universitarios de ella. En este caso, los acreedores tendrán acción sobre los
bienes de ella administrados por el marido pero no sobre los bienes que ella administra
separadamente sobre su cónyuge.
Dentro de ello se entiende que estas deudas deben pagarse la sociedad conyugal (Art. 1740 núm. 3),
pero también se puede perseguir en contra del patrimonio propio de la mujer.
Si el patrimonio de la mujer estaba afecto del cumplimiento de una obligación mientras esta soltera
no hay razón para que deje de estarlo durante el matrimonio, de lo contrario habría que aceptar que
el matrimonio es un modo Sui Generis de extinguir las obligaciones.
Se comprenden también en este grupo, las deudas personales de la mujer en todo lo que cedan al
marido o la Soc. conyugal. En este segundo caso, se entiende que los acreedores podrán dirigirse en
contra del patrimonio de la mujer administrado del marido y también en contra del patrimonio
reservado de la mujer.
3- Las obligaciones que tienen por fuente un delito o cuasidelito cometido por la mujer.
Este tipo de deudas, deben ser pagadas por la Soc., pero también se pueden perseguir sobre el
patrimonio propio de la mujer.
4- Las obligaciones de la mujer, que tienen por fuente, la ley o un cuasictto.
Es importante durante la disolución de la Soc. conyugal y dentro de esto como principio general, se
establece que todas las deudas contraídas por la mujer o por el marido, o ya sea por mandato de este
durante la Soc. conyugal, este tipo de deudas son sociales, establecido así en el Art. 1740 Núm. 2
C.C. y también hay que destacar que la excepción es que las deudas pasen en definitiva al
patrimonio de cada uno de los cónyuges.
De los señalado se infiere, que hay deudas que la Soc., conyugal va a pagar provisoriamente pero de
cuyo monto tendrá derecho a reembolsarlo y también que hay deudas que pesan sobre el patrimonio
social que no tienen derecho a reembolso o recompensa, entonces dentro de la Soc. conyugal, se
tendrá:
El pasivo definitivo: Está compuesto por las deudas sociales, en cambio, el provisorio está
compuesto por las deudas de cada uno de los cónyuges que la Soc. conyugal pago en su
momento.
El pasivo definitivo.
Está compuesto por aquellas deudas que pagan la Soc. conyugal y que a su término o disolución
afecta a su patrimonio sin derecho a recompensa o reembolso, y estos casos son los sgtes:
1. Las pensiones e intereses que corran sean en contra de la Soc. conyugal o en contra de
cualquiera de los cónyuges y que se devenguen durante la Soc. conyugal (Art. 1740 núm. 1
C.C)
Este tipo de obligaciones bienes ha de ser una contrapartida del derecho de la sociedad para
aprovecharse de los frutos de los bienes propios.
2. Las deudas contraídas durante el matrimonio por el marido o por la mujer con mandato
general o especial del marido, con todo ello, la excepción a esta regla son las deudas
personales del marido o de la mujer y también son tales, aquella derivadas de los actos o
Cttos que tengan un beneficio personal exclusivo al cónyuge que los celebro.
3. Todo tipo de fianza, hipoteca o prenda constituida por el marido.
4. Las cargas y reparaciones usufructuarias de los bienes sociales de cada cónyuge.
Las cargas y reparaciones usufructuarias en los bienes sociales y en los bienes propios de los
conyugues (deudas o gastos).
C.C no define expresamente lo que se debe entender por cargas o reparaciones usufructuarias, de
ahí entonces que un concepto se podría desprender de los Arts. 795 y 796 C.C, en este sentido van a
ser cargas o reparaciones usufructuarias las expensas necesarias de conservación y cultivo de la
cosa y en general las cargas periódicas con que se haya gravado la cosa con antelación.
Estas deudas que se generen y que provengan ya sea de bienes sociales o bien de los bienes propios
de los conyugues se pagan con cargo a la sociedad conyugal sin que exista derecho a recompensa.
Art. 1740 Núm. 5 C.C gastos de mantenimiento de los conyugues de mantenimiento educación y
establecimiento de los descendientes comunes y las otras cargas familiares, también entran al pasivo
relativo).
Como sabemos en virtud del Art. 1725 Núm. 1 C.C ingresan al haber absoluto de la sociedad
conyugal en general todas las pensiones y remuneraciones percibidas por los conyugues durante el
matrimonio. Como consecuencia de ello es lógico que los gastos de mantenimiento de tales
conyugues a su vez sean de cargo de la sociedad conyugal puesto que tales conyugues como se
señaló realizan el aporte respectivo de sus remuneraciones.
Art. 1744 C.C distingue entre gastos ordinarios de educaciones y gastos extraordinarios de
educación:
Gastos ordinarios se pagarán siempre con cargo a la sociedad conyugal solo se podrán sacar
bienes propios del hijo en caso de necesidad lo cual se dará cuando los bienes de la
sociedad conyugal no sean suficientes para solventar los gastos de los bienes ordinarios.
Gastos extraordinarios, se pagarán con cargo a los bienes propios del hijo si los tuviere y si
tales gastos le fueren efectivamente útiles, en caso de que no tenga bienes o los gastos no le
fueren útiles tales deudas se deberán pagar con cargo a la sociedad conyugal.
Gastos de mantenimiento de otras cargas de familia
Art. 1740 Núm. 5 C.C se encarga de precisar que se miraran también como cargas de familia los
alimentos a que los conyugues estén obligados a pagar por ley a sus descendientes o ascendientes
aun cuando no sean de ambos conyugues, en tal caso el juez podrá moderar estos gastos si
parecieren excesivos y el exceso se imputara al pasivo relativo del conyugue.
Los dineros que se deben entregar a la mujer periódicamente o por una sola vez si es que ello se ha
establecido en las capitulaciones matrimoniales, lo anterior salgo que se haya impuesto esa carga en
el marido caso en el cual este deberá pagar con sus bienes propios los dineros que se le deben
entregar a la mujer.
Este pasivo se encuentra compuesto por las deudas personales de los conyugues pagadas por la
sociedad conyugal y que dan derecho a recompensa en favor de la primera.
Recordemos que las deudas contraídas por el marido durante la sociedad conyugal o las contraídas
por la mujer por mandato del marido se presumen sociales, esta presunción es simplemente legal
por lo que el interesado deberá acreditar que esa deuda a cedido en beneficio exclusivo de uno de
los conyugues.
El CC en general admite que se realicen donaciones con cargo a los bienes sociales en la medida
que tales donaciones sean de poca monta considerando las fuerzas del haber social, el único caso en
que se admite una donación cuantiosa con cargo a los bienes sociales se produce cuando el
donatario es un descendiente común o bien cuando la donación se hubiese realizado con un
eminente objetivo de beneficencia.
4) Los precios, saldos, costas judiciales y expensas que se hicieren para la adquisición o
cobro de bienes, derecho o créditos de propiedad de uno de los conyugues.
Dicho de otra forma todos los gastos que se efectúen para el ejercicio de los derecho de un
conyugue sobre un bien de su propiedad serán de cargo de la Soc. Conyugal pero quedando el
conyugue propietario obligado a pagar una recompensa.
5) Las expensas que se hicieren en los bienes propios de uno de los conyugues cuando esas
expensas aumentan el valor de la cosa y siempre que ese valor mayor subsista a la época
de la liquidación de la sociedad conyugal (ejemplo un bien propio del conyugue que se
amplié).
6) El pago de las multas y reparaciones pecuniarias que hiciere la sociedad conyugal por
los delitos y cuasidelitos en que haya incurrido uno de los conyugues.
7) El pago que realizado la sociedad conyugal debido a las subrogación que se haya
realizado respecto de los bienes de uno de los conyugues (correspondiente a los excesos).
Las recompensas.
son indemnizaciones pecuniarias a que están obligados entre si el patrimonio del marido, el de la
mujer y la sociedad conyugal, este concepto de recompensa se encuentra directamente vinculado
con la noción de haber relativo y pasivo relativo de la sociedad conyugal. En te caso los bienes que
ingresan al haber relativo de la sociedad conyugal una vez que esta se disuelva generaran una
recompensa que deberá ser pagada por la sociedad conyugal a los conyugues que realizaron el
aporte, por su parte las deudas que forman parte del pasivo relativo generaran una recompensa de
los conyugues a la sociedad conyugal.
Clases de recompensas.
A- Las recompensas que debe la Soc. conyugal a los conyugues (Relacionado con el haber
relativo): Soc. conyugal deberá pagar recompensa a los conyugues por los sgtes factores.
Los bienes incorporados por los conyugues a la sociedad conyugal, la Soc. Conyugal en te
caso deberá recompensa cuando los conyugues han incorporado bienes a ello, lo cual se
presentará en los sgtes casos:
Bienes muebles aportados al matrimonio.
Los bienes muebles adquiridos a título gratuito durante la
vigencia de la Soc. conyugal.
Las donaciones remuneratorias cuando se traten de bienes
muebles y se trate así mismo que da acción para exigir su cobro.
La parte del tesoro que según la ley a de pertenecer al dueño del
predio cuando este sea uno de los conyugues.
Los valores de los bienes propios de los conyugues son vendidos durante el matrimonio, la
Soc. Con yugal deberá recompensa en este caso cuando haya recibido valores de los bienes
propios de uno de los conyugues durante la Soc. conyugal, salvo en los sgtes casos:
Cuando estos valores sean empleados en realizados en emplear
la subrogación de la que trata el Art. 1733 C.C.
Cuando los valores sean empleados en otro negocio de
propiedad de uno de los conyugues.
Las deudas sociales que han sido solventadas con bienes propios
de los conyugues
B- Las recompensas que deben los conyugues a la Soc. conyugal: estas recompensas se
encuentran directamente relacionadas con el pasivo relativo de la Soc. Conyugal, vale decir,
con aquello que la sociedad conyugal paga en favor de los conyugues generándose en favor
de la primera una recompensa.
Deudas personales de los conyugues, como sabemos la Soc. Conyugal es obligada al pago
de las deudas personales de los conyugues estos últimos en tal caso deberán una
recompensa en favor de la Soc. Conyugal y que equivale al valor de lo que la sociedad haya
pagado por ellos.
Los gastos del mantenimiento y educación de los hijos de matrimonio anterior o que no
sean de filiación matrimonial, el padre de ese hijo deberá recompensa a la Soc. conyugal.
Las donaciones cuantiosas que se hicieren en favor de una persona que no es descendiente
común, las donaciones se pueden realizar con cargo a la Soc. Conyugal siempre que sean de
poca monta considerando las fuerzas del haber social.
Los precios y saldos que se hicieren para la adquisición y cobro de bienes, y derechos
propios de uno de los conyugues.
Las expensas que se hicieren en un bien propio de uno de los conyugues cuando esas
expensas aumenten el valor del bien y ese mayor valor subsista al momento de liquidarse la
Soc. conyugal.
El pago de las multas y reparaciones pecuniarias que la Soc. Conyugal hiciere por los
delitos o cuasidelitos que cometió uno de los conyugues.
El pago que realiza la Soc. conyugal por los excesos que han tenido lugar en el caso de la
subrogación de los bienes de uno de los conyugues.
C- Las recompensas que se deben los conyugues entre sí o recíprocamente: las deudas que
hayan sido pagadas por uno de ellos con bienes propios, el conyugue deudor tiene que
pagar una recompensa a aquel conyugue que realiza el pago por él.
Los deterioros sufridos en los bienes propios de uno de los conyugues, la regla general es que las
pérdidas y deterioros sean sufridas por el conyugue propietario en consideración al principio según
el cual las cosas se extinguen y deterioran para su dueño, excepcionalmente si esas pérdida o
deterioro se atribuye a dolo o culpa de uno de los conyugues este deberá recompensa por ese daño.
El marido es el jefe de la Soc. conyugal y como tal administra los bienes sociales y los bienes
propios de la mujer, sujetándose en todo caso a las obligaciones y limitaciones que establece la ley
así como aquellas que haya contraído en las capitulaciones matrimoniales.
Esta disposición consagra la denominada administración ordinaria de la Soc. Conyugal, la cual por
regla general le va a corresponder siempre al marido con la sola excepción de lo dispuesto en el Art.
138 C.C el cual admite que la mujer ejerza la administración ordinaria de la Soc. Conyugal siempre
y cuando se cumplan con los sgtes requisitos:
Además de lo anterior, C.C contempla una administración ordinaria de la Soc. Conyugal la cual se
va a presentar cuando al marido se le ha designado un curador quien va a asumir la administración
de la Soc. Conyugal de manera extraordinaria.
En el caso de los bienes muebles de cualquiera especia excepto los derechos hereditarios de la
mujer entran a la administración ordinaria que realiza el marido quien incluso puede ejercer los
derechos que tenga la mujer como accionista o socia de una sociedad civil o comercial.
Facultades que les corresponden al marido, en la administración de los bienes sociales el marido
tiene amplias facultades sin perjuicio de algunas autorizaciones que deben obtener de la mujer para
la celebración de determinador actos o Cttos.
Puede ser expresa, en el caso de que sea expresa necesariamente deberá constar por escrito y si el
acto que se pretende celebrar requiere de escritura pública la autorización también se deberá otorgar
por escritura pública.
2) La autorización debe ser especifica vale decir se debe otorgar especialmente para la
celebración o ejecución de un determinado acto o Ctto, no es válida por ende una
autorización que se ha otorgado en termino generales o amplios para todos los negocios que
involucre la Soc. Conyugal.
La autorización de la mujer puede ser suplida por el juez con conocimiento de causa y previa
citación de ella en los siguientes casos:
2. En caso de que la mujer tenga algún impedimento por ser menor de edad, demencia,
ausencia real o aparente y que de la demora en la ejecución del acto se siga un perjuicio
para la Soc. Conyugal.
En este caso la autorización de la mujer no puede ser suplida por el juez aun cuando exista negativa
injustificada por lo tanto en este caso la mujer puede sin motivo alguno negarse a autorizar la
donación de un bien social aun sin justo motivo en caso de impedimento de la mujer por el contrario
la autorización de la mujer puede ser suplida por el juez.
En este caso debemos determinar cuál es la sanción para el acto o contrato ejecutado o celebrado
por el marido sin autorización de la mujer, Art. 1757 C.C del cual se desprende que las sanciones
pueden ser de dos tipos nulidad relativa o bien inoponibilidad.
Nulidad relativa.
En el caso de los 5 primeros actos o contratos detallados con anterioridad la sanción es la nulidad
relativa de tal acto o contrato cuando se ha llevado a cabo sin autorización de la mujer, lo anterior
por faltar una formalidad habilitante.
La acción de nulidad en este caso prescribe en 4 años contados desde la disolución de la Soc.
Conyugal, en caso de incapacidad de la mujer o sus herederos el plazo se cuenta desde que haya
cesado la incapacidad en ningún caso la declaración de nulidad podrá ser solicitada pasado los 10
años contados desde la celebración del acto o contrato.
Debemos distinguir dos situaciones la primera consiste en que si el tercero que recibe el bien social
de manos del marido aun lo conserva la sentencia de nulidad relativa lo afectara también a el puesto
que la mujer ejerce su acción de nulidad en contra del marido y del tercero adquirente por lo tanto
en razón del efecto retroactivo de la nulidad el tercero se encuentra en la necesidad de restituir el
bien social independiente que se encuentre de buena o mala fe.
La segunda situación si el tercero que recibe el bien social de manos del marido no lo conserva la
mujer deberá ejercer tanto la acción de nulidad como la acción reivindicatoria en contra de quien
actualmente tenga la cosa.
La inoponibilidad.
Para los dos últimos casos enumerados con anterioridad la sanción será la inoponibilidad de tal acto
o contrato que ha sido celebrado sin autorización de la mujer (de los 7 casos) Art. 1757 C.C.
El arriendo o sesión de la tenencia de bienes raíces sociales por un lapso superior al que señale el
Art. 1749 C.C sin autorización de la mujer es inoponible en el exceso para esta última incluida las
prórrogas, dicho de otra manera el marido puede válidamente y sin autorización arrendar o ceder la
tenencia de bienes raíces sociales hasta un plazo de 5 años en el caso de los urbanos y hasta 8 años
en el caso de los rústicos.
Si es que el acto o contrato excede los plazos indicados tales contratos serán inoponibles para la
mujer en el exceso por lo que esta puede hacer efectiva la inoponibilidad ejerciendo las acciones
tendientes a obtener la restitución del inmueble.
Las cauciones.
Cauciones reales o personales que se hayan constituido sobre un bien social sin autorización de la
mujer le van a ser inoponibles a esta última lo que implica que tales cauciones no grabaran los
bienes sociales sino que solo van a grabar los bienes propios del marido por lo tanto los terceros
para hacer efectiva la garantía no podrán perseguir los bienes sociales si no que solo podrán
perseguir los bienes propios del marido.
Aparte de la autorización que la mujer debe otorgar para que el marido celebre determinados actos o
contratos también puede participar en la administración ordinaria de la Soc. Conyugal en los sgtes
casos.
1) La mujer puede disponer de bienes sociales por causa de muerte, esto implica que la mujer
en virtud de un testamento puede asignar determinados bienes sociales a algún asignatario
en particular. Se puede constatar en este caso que la mujer está interviniendo en la
administración de la Soc. conyugal puesto que está determinando el destino de un bien
social.
2) La mujer compromete bienes sociales cuando actúa en virtud de un mandato general o
especial del marido.
3) La mujer obliga los bienes sociales cuando compra al fiado bien mueble destinado al
consumo ordinario de la familia.
4) La mujer obliga los bienes sociales cuando actúa juntamente con el marido o bien cuando
se constituye en fiadora o codeudora solidaria con el marido.
5) Caso de la administración del Art. 138 C.C en caso de que el marido se encuentre impedido
y siempre que el impedimento no sea de larga duración o de duración indefinida la mujer
asumirá la administración ordinaria de la Soc. Conyugal previa autorización del juez y
siempre que de la demora en la administración se pueda seguir un perjuicio para la Soc.
conyugal.
Como sabemos el marido como jefe de la Soc. Conyugal no solo administra bienes sociales sino
que también administra los bienes propios de la mujer, la mujer en este caso conserva el dominio
sobre sus bienes aun cuando la administración en su totalidad le corresponderá al marido.
1) Las facultades de administración que tiene el marido respecto de los bienes propios de la
mujer son menores a las que tiene respecto de los bienes sociales, pero en todo caso son
más amplias que las de un administrador general.
2) La facultad de administración que tiene el marido respecto de los bienes propios de la mujer
no es de orden público, por lo que los conyugues pueden modificarlo en este caso en las
capitulaciones matrimoniales que se celebran antes del matrimonio se pueden ampliar o
restringir estas facultades de administración e incluso se le puede facultar a la mujer para
administrar una parte o todos los bienes que le pertenecen.
3) Los terceros durante el matrimonio pueden alterar este régimen de administración mediante
donaciones, herencias o legados que se hagan a la mujer bajo la condición de que no lo
administre el marido, esos bienes necesariamente y como consecuencia de la condición
impuesta deberán ser administrados por la mujer.
5) El marido puede facultar a la mujer para que esta administre todo o una parte de sus bienes
lo cual realizara a través de un mandato.
La negativa injustificada del marido para ejecutar o celebrar actos o contratos que
tienen por objeto un bien propio de la mujer. (Art. 138 Bis C.C)
En este caso la mujer puede recurrir ante el juez a fin de que este la autorice para actuar por sí
misma en la celebración de un determinado acto o Ctto, el juez concederá la autorización con
conocimiento de causa y citación del marido.
La prohibición de la mujer para administrar sus propios bienes (Art. 1754 C.C)
La mujer no podrá enajenar, grabar, arrendar ni ceder la tenencia de sus bienes propios que
administra el marido con excepción de la administración ordinaria especial del Art. 138 C.C y con
la excepción de la negativa injustificada del marido del Art. 138 Bis C.C.
En este caso corresponde determinar cuál es la sanción para el acto ejecutado o celebrado por la
mujer respecto de sus bienes propios de forma directa y sin la intervención del marido.
Sobre el particular se han planteado dos opiniones primero que es la doctrina más moderna, la
sanción seria la nulidad relativa, para determinar cuál es la sanción para los actos o Cttos celebrados
por la mujer se debe precisar en primer término si el inciso final del Art. 1754 C.C es imperativo de
requisito o bien si es una norma prohibitiva. Antes de la entrada en vigor de la ley 19.335 no había
dudas en cuanto a que el inciso final del Art. 1754 C.C era de carácter prohibitivo puesto que en
aquel entonces tal disposición se limitaba a prohibir a la mujer enajenar, grabar, arrendar o ceder la
tenencia de sus bienes propios que administra el marido.
La ley recién señalada introdujo el actual Art. 138 Bis C.C el cual faculta a la mujer para
administrar o actuar por si sola respecto de la administración de sus bienes propios en caso de
negativa injustificada del marido y previa autorización judicial, por lo tanto se puede constatar que
tal disposición paso de ser prohibitiva a ser imperativa de requisito por lo que su sanción paso de ser
de la nulidad absoluta a la nulidad relativa.
Hoy ante la pregunta de si la mujer puede o no administrar sus bienes propios la respuesta es
afirmativa, pero siempre y cuando haya existido negativa injustificada del marido y que se le haya
otorgado autorización judicial para tal administración, lo anterior evidencia entonces que en la
actualidad nos encontraríamos ante una norma imperativa de requisito.
Postura tradicional (antes de la ley 19.335) la sanción es la nulidad absoluta debido a los
siguientes motivos:
1) Para estos autores el inciso final del Art. 1754 C.C, sigue siendo de carácter prohibitivo de
manera tal que la mujer en ningún caso puede ejercer una administración ordinaria y
general de sus propios bienes, sino que solo excepcionalmente podría ejercer
administración respecto de un bien en particular.
2) Art. 1757 C.C sanciona con la nulidad relativa los actos a los que faltan los requisitos
señalados en los Arts. 1749, 1754 y 1755 C.C. En el caso del inc. final del Art. 1754 C.C no
existe ningún requisito que se exija para tales efectos limitándose a señalar tal norma la
prohibición que tiene la mujer para enajenar, gravar u arrendar sus bienes propios que
administra el marido. Por lo tanto al no estar contemplada dentro de los parámetros del Art.
1757 C.C la sanción necesariamente deberá ser la nulidad absoluta.
Los actos de administración que puede ejecutar el marido por si solo sin autorización de
la mujer.
Existen diversos actos o contratos respecto de bienes propios de la mujer que el marido no puede
ejecutar por si solo sino que requerirá de la autorización de la mujer o bien de la autorización del
juez.
Art. 1755 C.C. Tal disposición establece que para enajenar o gravar otros bienes de la mujer que el
marido este o pueda estar obligado a restituir en especies requerirán del consentimiento de la mujer
la cual podrá ser suplida por el juez en caso de imposibilidad de ella de manifestarlo.
Respecto de la disposición recién citada, se puede desprender que ella no se refiere expresamente a
bienes muebles de la mujer pero sin embargo, tal circunstancia se puede desprender de la expresión
‘’otros bienes’’ de la mujer.
Art. 1754 C.C por otro lado, se refiere a la situación de los bienes inmuebles de la mujer por lo que
el Art. 1755 C.C, al utilizar la expresión ‘’otros bienes de la mujer’’, es forzoso concluir que está
haciendo referencia a los bienes muebles de ella.
Además de ello, cabe destacar que la disposición señalada también utiliza la expresión ‘’otros
bienes de la mujer que el marido este o puede estar obligado a restituir en especie ‘’. Esto quiere
decir que tal disposición, solo va a ser aplicable para aquellos bienes que sean propios de la mujer, y
que van a ser los que precisamente el marido puede estar obligado a restituir en especie.
Se van a encontrar comprendidos dentro de estos bienes muebles propios de la mujer, los sgtes:
(Son prácticamente los únicos muebles que ingresan al haber propio de la mujer)
Derechos que la mujer tiene como socia en una sociedad civil o mercantil y que los tenía
antes de contraer matrimonio
Bienes muebles excluidos de la comunidad en las capitulaciones matrimoniales
En caso de impedimento de la mujer por ser menor de edad, demencia o ausencia real o aparente, su
autorización puede ser suplida por el juez que la otorgara con conocimiento de causa. Por el
contrario si la mujer se niega a otorgar la autorización, la voluntad no podrá ser suplida por el juez.
Sanción.
El acto O Ctto celebrado por el marido sin autorización de la mujer se sanciona con nulidad relativa
(Por aplicación del Art. 1757 C.C)
Consentimiento de la mujer: Debe ser especifico y que puede ser manifestado de forma
expresa o tácita.
- Si se otorga expresamente deberá constar por escritura publica
- Si se otorga tácitamente se requerirá de una intervención directa de la mujer en el negocio
que se está autorizando a celebrar. Esta autorización se podrá otorgar personalmente o bien
a través de mandatarios y en este último caso, el mandato deberá ser especifico y otorgado
por escritura pública.
Retomamos el Art. 1757 C.C, el acto contrato celebrado por el marido respecto del inmuebles sin
autorización de la mujer, se sanciona con la nulidad relativa de tal acto, por haberse omitido una
formalidad habilitante
Esta acción de nulidad prescribe en el plazo de 4 años, contados desde la disolución de la Soc.
Conyugal. Si la mujer o su heredero eran incapaces, el plazo se cuenta desde que haya cesado la
incapacidad. En todo caso, la declaración de nulidad relativa no se podrá solicitar pasados los 10
años desde la celebración del acto o contrato. (toda acción no es mas allá de 10 años por regla
general)
3. Arrendar o ceder la tenencia de bienes raíces de la mujer por un plazo mayor de 5 años
en el caso de los predios urbanos y por ms de 8 años en el caso de predios rústicos.
El marido puede válidamente arrendar o ceder la tenencia de los inmuebles de la mujer, dentro de
los plazos anteriormente señalados, caso en el cual no requerirá autorización. La autorización si será
necesaria cuando estos contratos se pretendan celebrar por un plazo mayor a los señalados.
Sanción.
Inoponibilidad del contrato celebrado en todo lo que exceda los plazos señalados. (El marido puede
arrendar por 10 años, y hasta el 5 año es válido el contrato pero después será inoponible)
Art. 1749 C.C lo menciona, y enumera los bienes sociales para los cuales se requiere autorización
El marido no puede provocar la partición en que pueda tener interés la mujer, se entiende que la
mujer tendrá interés en la partición cuando ella sea parte de la comunidad de bienes que se pretende
liquidar.
Esta prohibición se presenta sea que la mujer tenga bienes muebles o inmuebles
involucrados en la partición de la comunidad
El marido lo que no pueda hacer es provocar la partición, ósea no puede iniciarla sin
autorización de la mujer. Esto implica que otros comuneros puedan dar inicio al acto de
partición
En caso de negativa injustificada del marido, para proceder con el acto de partición, la
mujer podrá recurrir ante el juez para que se le autorice actuar por sí mismo.
El marido no puede provocar la partición por sí solo, requiere la autorización de la mujer, se puede
hacer de mutuo acuerdo, la puede realizar el mismo causante o un partidor
El marido no puede nombrar un partido para la comunidad de bienes en que participe la mujer, está
relacionado con el acto de partición
Si estoy subrogando yo como marido un bien mío lo hago por mi cuenta, peor si lo hace con un bien
de la mujer se requiere la autorización de esta
Administración Extraordinaria.
Esta administración puede ser ejercida por la mujer o por un tercero, esto dependerá siempre de
quien haya sido nombrado curador de la persona del marido o como curador de sus bienes.
El nombramiento del curador se efectúa a través de una resolución judicial en que se instituye en tal
calidad a una determinada persona, y por el hecho de haberse efectuado ese nombramiento como
curador, de manera automática este último comienza a ejercer la administración extraordinaria de la
Soc. Conyugal.
(Generalmente por orden de prelación será la mujer ante que todos, excepto cuando es interdicto por
disipación porque lo tendrá el tercero o curador)
Si la mujer tiene la administración de la Soc. Conyugal, la administrara con iguales facultades que
el marido. Se desprende por tanto que la administración que realice la mujer, esta va a contar con
amplias facultades de administración, sin perjuicio de encontrarse con las mismas limitaciones y
restricciones que se contempla en la administración ordinaria del marido. Por lo tanto, existen
determinados actos
o Cttos respecto de los cuales, la mujer requerirá de autorización que deberá ser otorgada por el juez
civil.
Para los 4 primeros casos la sanción es de nulidad relativa por la omisión de una formalidad
habilitante, en los 2 últimos casos la sanción es la inoponibilidad del contrato según sea la
naturaleza que este tenga.
Desde un plazo de 4 años desde que haya cesado la causa que motiva la curaduría.
La mujer administra sus propios bienes con amplias facultades sin encontrarse sometida a
limitaciones o restricciones de ningún tipo
Aquí se recalca el ejercicio de curaduría que tiene respecto de la administración por lo que se
somete a las reglas generales de curaduría y de esta circunstancia, vale decir del hecho que sea
curadora, se presentan algunas consecuencias relevantes:
Actos de administración que la mujer no puede ejecutar por si misma respecto de los
bienes propios del marido.
o El marido administra los bienes sociales como dueño de ellos, la mujer por el contrario no
administra como dueño sino que como curadora, vale decir como si los bienes fuesen
ajenos.
o El marido al terminar la administración no debe rendir cuenta de ello, la mujer se encuentra
obligada a rendir cuenta.
o El marido en la administración que realiza solo responde de la culpa lata o grave, vale decir
se le exige el mínimo grado de cuidado, la mujer en su administración responde de la culpa
leve, vale decir se le exige un mayor grado de cuidado que el marido.
o El marido se hace dueño de los frutos percibidos por los bienes propios de la mujer, la
mujer por el contrario no se hace dueña de los frutos producidos por los bienes del marido
Como sabemos la mujer ejercerá esta administración extraordinaria, cuando se le haya designado
como curadora del marido lo cual tendrá lugar en los siguientes casos:
Los actos que ejecuta la mujer en el ejercicio de la administración extraordinaria van a depender de
si la mujer actuó o no con las facultades y dentro de las limitaciones que se le confiere.
Los actos ejecutados por la mujer dentro de sus facultades: En este caso tales actos
producirán los mismos efectos como si hubiesen sido ejecutados por el marido por lo tanto
tales actos gravaran los bienes sociales o los bienes propios del marido.
Los actos ejecutados por la mujer fuera de sus facultades: Tales actos adolecerán de
nulidad relativa o bien serán inoponibles a la Soc. Conyugal o al marido. En el caso de que
exista nulidad relativa la mujer responderá con sus bienes propios por las indemnizaciones
o restituciones que se deben hacer en virtud de la nulidad Art. 1739 C.C.
Esta administración extraordinaria va a terminar cuando cesan las casuales que le han dado motivo,
las cuales se pueden resumir en las siguientes:
A. En caso de interdicción por demencia del marido cuando este ha sido rehabilitado
B. En caso de interdicción del marido por ser sordo o sordo mudo, que no se puede dar a
entender claramente cuando también ha sido rehabilitado.
C. En caso de interdicción por disipación del marido cuando también ha sido rehabilitado.
*se entiende por rehabilitado cuando una sentencia judicial deja de hacer valer esa interdicción*
Causales de disolución.
Se encuentran tratadas o enumeradas en el Art. 1764 C.C el cual contempla 5 casos o causales de
disolución de la Soc. Conyugal, los que en realidad podremos disgregar en 8 causales, estas
casuales de disolución se pueden agrupar en 2 grandes categorías:
1) Muerte natural
2) Muerte presunto
3) Sentencia firme de divorcio
4) Sentencia firme de nulidad (ojo con el matrimonio putativo)
Una vez disuelta la Soc. Conyugal se formará una comunidad de bienes que puede estar integrada
por las sgtes personas.
Quien integra la comunidad de bienes dependerá de cual haya sido la causa de disolución de la
sociedad conyugal.
Se encuentra formada por los bienes sociales de la sociedad conyugal que pasan a llamarse
bienes comunes
Los frutos producidos por los bienes comunes
El patrimonio reservado de la mujer casada en sociedad conyugal, así como los frutos que
estos bienes produzcan salvo que la mujer o sus herederos renuncien a los gananciales.
Desde el momento en que se disuelve la sociedad conyugal queda fijado irrevocablemente el activo
y el pasivo de la sociedad conyugal sin que los actos o contratos ejecutados o celebrados con
posterioridad le afecten en modo alguno a la comunidad de bienes, por lo tanto los siguientes actos
o contratos no van a afectar a la comunidad de bienes que se forma como consecuencia de la
sociedad conyugal.
Esto último debido a una presunción establecida en favor de la Soc. conyugal contemplada en el
Art. 1739 C.C, en conformidad a la cual todos los bienes muebles o inmuebles adquiridos a título
oneroso por cualquiera de los conyugues después de la disolución de la Soc. Conyugal y antes de la
liquidación de esta se presumen que han sido adquiridas con bienes sociales por lo que tal conyugue
deberá la respectiva recompensa.
Dicho de otra forma el conyugue adquirente deberá acreditar que el bien adquirido después de la
sociedad conyugal fue realizado con bienes propios y no con bienes sociales, en caso contrario
deberá recompensa a la Soc. conyugal (Considerar que la disolución y liquidación son cosas
diferentes, se realiza la disolución pero no necesariamente la liquidación puesto que no habría plazo
para esto último).
Actos que no ingresan o no afectan a la comunidad.
Una vez disuelta la sociedad conyugal cesan las facultades administrativas del marido así como las
facultades del curador en el caso de la administración extraordinaria de la sociedad conyugal. En tal
situación la administración de la comunidad de bienes quedara sometida a las reglas generales de
cuasicontrato de comunidad.
Por lo tanto si los miembros de esta comunidad desean enajenar o en general disponer de los bienes
que forman parte de ella deberán necesariamente hacerlo de mutuo acuerdo y en caso de que no
exista ese acuerdo cualquier ha de los miembros de la comunidad es libre para disponer de su cuota
o participación en ella.
Este tercer efecto se dice que es eventual que puede tener lugar o no puede tener lugar, puede que
sea necesario o no, algunos casos en que no va a ser necesario practicar la liquidación de la
sociedad conyugal son los siguientes casos:
En este último caso cuando la causal de disolución es el pacto de separación de bienes la doctrina
mayoritaria estima que la renuncia se puede formular en el mismo acto en que se pacta la
separación (en la misma escritura pública).
La renuncia obviamente va a tener efecto solo una vez que tal escritura se haya sub inscrito al
margen de la inscripción del matrimonio dentro de los 30 días siguientes a su otorgamiento. Esto
último puesto que como señalamos la renuncia a los gananciales solo se puede realizar una vez
disuelta la Soc. conyugal.
Doc. minoritaria por el contrario estima que la renuncia a los gananciales solo se podría realizar
después de haberse sub inscrito la escritura en que se pacta la separación de bienes. Se requeriría
por tanto de un acto distinto.
En la práctica usualmente la renuncia a los gananciales se efectúa por escritura pública y en caso de
que la sociedad conyugal estuviese integrada por inmuebles esa escritura pública de renuncia se sub
inscribe al margen de la inscripción de dominio del inmueble.
2) La renuncia a los gananciales debe ser pura y simple vale decir, no puede estar sujeta a
modalidades producirá por ende sus efectos de inmediato.
3) La renuncia a los gananciales debe ser hecha por persona capaz, exige plena capacidad en
este caso, por lo tanto la mujer menor de edad solo va a poder renunciar a los gananciales
siempre que cuente con autorización judicial, la mujer incapaz así mismo solo puede
renunciar a los gananciales a través de su curador.
4) Puede ser total o parcial, va a ser total cuando la renuncia es efectuada por la mujer y va a
ser parcial cuando la renuncia sea efectuada por los herederos y entre ellos existan alguno
que no quieran renunciar a los gananciales, la parte del heredero que renuncia a los
gananciales se va adicionar o va a crecer la participación que tiene el marido en la
comunidad ( no es que los herederos puedan renunciar a un porcentaje sino que podría uno
de ellos renunciar y los otros no)
5) La renuncia se debe realizar en tiempo oportuno, en este sentido la renuncia solo se puede
efectuar en las capitulaciones matrimoniales antes del matrimonio o bien una vez disuelta la
sociedad conyugal y siempre mientras que no ingrese en poder de la mujer ninguna parte
del haber social a título de gananciales, dicho de otra forma se puede renunciar a los
gananciales siempre que no se haya llevado a cabo el proceso de liquidación.
6) No existe plazo legal alguno para renunciar a los gananciales, siempre que este se realice
antes de la liquidación de la sociedad conyugal.
7) La renuncia es irrevocable una vez que la mujer o los herederos renuncian a los gananciales
no pueden unilateralmente revocar esa renuncia desde el momento de la renuncia se van a
producir los efectos inmediatos de esta última, salvo por los casos en que excepcionalmente
se puede rescindir (nulidad relativa, vicio del consentimiento) tal renuncia.
Una vez hecha la renuncia a los gananciales los bienes de la sociedad conyugal se confunden con
los bienes del marido aun respecto de la mujer, la mujer por lo tanto pierde todo derecho sobre los
gananciales, sobre los bienes de la sociedad conyugal e incluso sobre los frutos que producen sus
bienes propios y que han sido conferidos al marido para el mantenimiento de la familia. El anterior
es el efecto más importante de la renuncia. No obstante lo anterior, la mujer en todo caso no perderá
los siguientes bienes:
La mujer conserva el dominio sobre sus bienes propios, así como de los frutos que estos
perciban.
La mujer conserva y consolida su dominio sobre los bienes que formen parte de su
patrimonio reservado así como de los frutos que estos produzcan.
La mujer conserva el derecho de reclamar las recompensas que le adeude la sociedad
conyugal o el marido.
Por otro lado con la renuncia a los gananciales la mujer queda liberada de toda responsabilidad por
el pasivo social de la Soc. conyugal sin que el marido tenga derecho alguno a reclamarle el pago de
estas deudas, no obstante a pesar de la renuncia la mujer aun seguirá respondiendo por las deudas
personales de ella o propias, por las deudas que se hayan generado en su patrimonio reservado y
además por las recompensas que pueda adeudar a la Soc. Conyugal o bien al marido.
1) Cuando la mujer o sus herederos hayan sido inducidos fraudulentamente a renunciar (dolo).
2) Cuando la mujer o los herederos hayan renunciado por un error justificable sin tener
suficiente conocimiento del real valor patrimonial del haber social.
3) Cuando se haya renunciado en caso de fuerza.
Causales.
Cuando la renuncia ha sido inducida por un engaño, es un error especifico, debe recaer respecto de
la falsa realidad en cuanto de los bienes que forman parte de la sociedad conyugal
En este último caso llama la atención el hecho de que el plazo se cuente desde la disolución de la
sociedad conyugal, lo anterior puesto que considerando esta manera de cortar el plazo.
Perfectamente puede suceder que esta acción sucesoria de la renuncia nazca prescrita, no existe un
plazo en que la mujer o sus herederos deban hacer la renuncia de ahí por tanto es que si la renuncia
se efectúa después del 4to año de la disolución la mujer o los herederos carecerán de esta acción
rescisoria aun cuando se verifique las causales anteriormente señaladas
Aceptación de los gananciales. (La mujer acepta ser parte de la sociedad conyugal).
Si la mujer o sus herederos aceptan los gananciales se entiende que pasaran a formar parte de todos
los activos y pasivos de la sociedad conyugal los que en general se deben distribuir entre los
cónyuges por partes iguales, si la mujer contaba con un patrimonio reservado, por el solo hecho de
aceptar los gananciales aporta en su totalidad a la sociedad conyugal el valor de ese patrimonio,
ingresando por ende al proceso de liquidación de la sociedad conyugal.
Art. 1767 C.C: Establece que si la mujer no renuncia a los gananciales antes del matrimonio o
después de disolverse la sociedad conyugal se entenderá que acepta con beneficio de inventario.
Vale decir se presumirá que va a aceptar o se hará responsable del pasivo de la sociedad conyugal
hasta el monto que le corresponda por activo de ella.
C.C no ha señalado una forma específica en que se deben aceptar los gananciales, de ahí entonces
es que tal aceptación se puede formular de manera expresa o tácita.
Expresa: Términos formales y directos que suelen ser en la práctica una escritura pública o
escritura privada.
Tácita: Por medio de cualquier actitud de la mujer o de sus herederos de la que
inequívocamente se puede desprender su voluntad de aceptar los gananciales.
La liquidación se puede definir como una serie de operaciones que se realizan con el objeto de
establecer si han existido o no gananciales y en caso de haber existido, dividirlo por mitades por los
cónyuges, reintegrar las recompensas que la sociedad conyugal adeude a los cónyuges o que los
cónyuges adeuden a la sociedad y reglamentar el pasivo de la sociedad conyugal.
Del concepto señalado se desprende cuáles van a ser las etapas de la liquidación de la sociedad
conyugal y estas etapas van a ser las sgtes:
Plazo para efectuar el inventario el articulo únicamente establece que el inventario se deberá
practicar inmediatamente después de disuelta la sociedad conyugal, en caso de que exista demora en
la formación del inventario, el responsable de la demora va a responder de los perjuicios que de ello
se siga.
1) Bienes sociales.
2) Bienes propio de cada uno de los cónyuges considerando que la sociedad conyugal
usufructuaba de ellos.
3) Bienes que formen parte del patrimonio reservado de la mujer salvo que haya renunciado a
los gananciales caso en el cual ni siquiera se inicia el proceso de liquidación.
4) También se incluye en el inventario todos los bienes que a la fecha de la disolución se
encontraba en el poder del marido o de la mujer aun cuando sea de propiedad de terceros,
esto último a la presunción de dominio contemplada en el Art. 1739 Inc. 1 C.C en que se
presumen sociales los bienes que están en poder de los cónyuges.
5) Dentro del inventario además se deben incluir las deudas sociales y las deudas que se hayan
generado del patrimonio reservado de la mujer
El inventario hará relación de los bienes muebles e inmuebles de la persona cuyo patrimonio se
inventariaría que en este caso en la sociedad conyugal particularizándolos uno a uno o bien
señalándolos colectivamente cuando sean de un peso cuantía o medida indicando la cantidad o
calidad.
El inventario también comprenderá los bienes que se encuentran en poder de los cónyuges al
momento de la disolución de la sociedad conyugal y siempre que se encuentren mezclados dentro
de ese patrimonio.
Casos en que tiene participación en los gananciales los menores dementes (Art. 1766
C.C)
Obligación de practicar inventario solemne o cuando será obligatorio practicar inventario
solemne: siempre se deberá practicar inventario solemne cuando dentro de los gananciales
tengan participación menores, dementes, o personas que no tienen la libre administración de
lo suyo, fuera de los casos señalados el inventario puede ser simple en caso de que se omita
dar cumplimiento a la obligación de practicar inventario solemne el responsable deberá
responder de los perjuicios que tal circunstancia ocasione y deberá proceder de inmediato a
legalizar el inventario.
Las ventajas de practicar inventario solemne: Se presenta dice relación con que este
inventario solemne puede ser oponible en juicio a los terceros y particularmente a
los acreedores así como también para todos los interesados en la liquidación, el
inventario solemne no se puede controvertir.
El inventario simple o privado: No será oponible en juicio a los acreedores que no lo hayan
aceptado o aprobado, los acreedores de la sociedad conyugal pueden llegar a controvertir
ese inventario simple
Se entiende por distracción dolosa, el hecho de que el cónyuge o sus herederos se apropien de un
bien social, a sabiendas de que este pertenece a la Soc. Conyugal y por su parte se señala que existe
ocultación dolosa, cuando se omite la existencia de un bien, a sabiendas de que se trata de un bien
social.
Por el contrario, otra parte de la Doc., por tratarse de un hecho ilícito, se aplica la prescripción
contemplada en el Art. 2332 C.C, en conformidad al cual la acción prescribiría en un plazo de 4
años contados desde la perpetración del acto. (Responsabilidad extracontractual)
No basta por lo tanto con la simple confección de un inventario, sino que además será necesario
avaluar los bienes que forman parte de un inventario.
En cuanto a la forma en que se realiza la tasación, el Art. 1765 C.C se remite a las reglas de la
sucesión intestada, se remite a los Arts. 1325-1335 C.C.
En conformidad a esta última disposición, la tasación se deberá realizar por peritos, salvo que las
partes de la comunidad de la Soc. conyugal legitima y unánimemente hayan dispuesto otra forma de
avaluar los bienes o los liciten en las formas especiales establecidas en la ley, en otros términos, la
tasación por regla general se deberá realizar por peritos; salvo que los interesados en la comunidad
tasen de mutuo acuerdo los bienes.
1. Todos los bienes muebles o inmuebles que se encuentran en poder de los cónyuges, al
disolverse la Soc. conyugal. Sea que se trate de bienes propios de los cónyuges, bienes
sociales o de bienes reservado de la mujer
Recordar en este caso la presunción de dominio que existe en favor de la Soc. conyugal,
contemplada en el Art. 1739 C.C, en conformidad al cual se presumen sociales todos los bienes que
se encuentren en poder de los cónyuges al disolverse la Soc. conyugal.
Si el bien propio del cónyuge recibe aumentos como consecuencias de mejoras, deberá una
recompensa a la Soc. conyugal
Las deducciones o retiro en este caso se deben realizar dentro de un año, desde la terminación del
inventario y avaluó de los bienes. El juez podrá ampliar o restringir ese plazo a petición de los
interesados, por motivos fundados y con conocimiento de causa.
Art. 1773 C.C, establece un orden de prelación que se debe seguir para pagar las deducciones que
correspondan a recompensas, que es el sgte:
1- Las recompensas se deberán pagar con los dineros o bienes muebles de la Soc. conyugal.
2- A falta de dinero o bienes muebles suficientes, las recompensas se pagarán con inmuebles
de la Soc. conyugal.
Derechos especiales que tiene la mujer para el pago o retiro de sus recompensas (Art.
1773 C.C)
1- La mujer tiene derecho para efectuar las deducciones de sus recompensas antes que el
marido, por lo tanto, el marido concurrirá a pagarse de sus recompensas solo una vez que lo
haya hecho la mujer y solo en el caso de que esta última haya sido pagada totalmente.
2- En caso de que los bienes sociales no sean suficientes, la mujer podrá hacer efectiva las
recompensas insolutas en los bienes propios del marido, designados de mutuo acuerdo y en
caso de discrepancia, en los bienes que el juez diga.
3- Para el pago de estas recompensas, las mujer tiene un crédito preferente de cuarta clase.
Estas deudas sociales en la practicas no es necesario que se pague de inmediato, basta con que se
descuenten imaginariamente en el proceso de liquidación
Estos gananciales en conformidad al Art. 1774 C.C se van a dividir por mitades entres los
cónyuges, salvo por las sgtes excepciones:
1) En el caso de que en las capitulaciones matrimoniales se haya establecido una distribución
distinta.
2) En caso de que la mujer haya renunciado a los gananciales.
3) En caso de distracción u omisión dolosa de los bienes sociales, caso en el cual, el cónyuge
pierde la porción que le corresponde en este bien.
Si no se han pagado las deudas sociales, el pago de ellas se deberá dividir entre los cónyuges, en
conformidad a las sgtes reglas:
De manera excepcional, el marido no será responsable de las deudas en los sgtes casos:
En el caso de que se trate de deudas personales de la mujer, puesto que estas últimas se
deben perseguir en el patrimonio de ella.
En el caso de las obligaciones indivisibles, el acreedor en este caso podrá perseguir el pago
de la deuda en los bienes del marido o en los bienes de la mujer
En el caso de las obligaciones que se hayan caucionado con hipoteca o prenda, en este caso,
los terceros podrán perseguir el cumplimiento de la obligación en los bienes que hayan sido
gravadas con tal garantía y que se pueden haber adjudicado al marido o la mujer.
2. Desde el punto de vista de la contribución a la deuda, el pasivo social se distribuye por
mitades entre los cónyuges.
Si bien el Art. 1778 C.C, señala que el marido es el responsable de todas las deudas sociales frente a
terceros, deja a salvo a su acción en contra de la mujer para obtener el reintegro o reembolso de la
mitad de las deudas sociales.
Este principio según el cual el pasivo se divide por mitades entre los cónyuges tiene dos
excepciones:
Este beneficio por lo tanto se opondrá principalmente en contra del marido, cuando este ejerza su
acción en contra de ella para la restitución de la mitad de las deudas sociales, eventualmente, esta
excepción también se puede oponer en contra de los terceros cuando estos busquen el pago de una
deuda social en los bienes de la mujer
Según se desprende del Art. 150 C.C, la mujer casada de cualquier edad, puede libremente
desempeñar un trabajo remunerado, sin que el marido actualmente pueda oponerse a esa facultad.
Antiguamente y hasta el Año 1989, el marido tenía la facultad de solicitar al juez de letras que
prohibiera a la mujer desempeñar una determinada profesión u oficio, circunstancias actualmente
derogada.
El propio Art. 150 C.C, estable que el patrimonio reservado tendrá lugar no obstante cualquier
estipulación en contrario.
5) El patrimonio reservado da origen a una separación de bienes Sui Generis, esto puesto que
vigente la Soc. conyugal, la mujer administra su patrimonio reservado como separada de
bienes y una vez disuelta la Soc. conyugal, nacerá para ella el derecho de aceptar o de
renunciar a los gananciales de la Soc.
Si acepta los gananciales, su patrimonio reservado se confundirá con los bienes sociales, debiendo
dividirse por mitades entre los cónyuges. Si renuncia a los gananciales se quedará con su patrimonio
reservado.
Se debe recalcar que no formarán parte de este patrimonio reservado los bienes propios de la mujer,
los cuales ingresan a su patrimonio propio y que por tanto administrara el marido.
Estas deudas solo se pueden perseguir en los bienes reservados de la mujer y no en sus bienes
propios.
Esas deudas personales, los terceros lo pueden presumir tanto en el patrimonio propio de la mujer,
como en los bienes que formen parte de su patrimonio reservado, por lo tanto, el acreedor de deudas
propias de la mujer tiene mayores posibilidades de pago que aquel que es acreedor que provengan
del patrimonio reservado.
No obstante lo anterior, existen ciertas limitaciones para el ejercicio de la administración que realice
la mujer, serán las sgtes:
1) Si la mujer es menor de edad, para enajenar o gravar un bien raíz, requerirá de autorización
judicial.
2) Si un bien reservado es declarado como bien familiar, la mujer no podrá enajenarlo o
gravarlo, sino con autorización del marido, sea que se traten de bienes inmuebles o bien
bienes muebles.
Recordar en este caso que frente a los terceros, en caso de Soc. Conyugal, la única parte que existe
es el marido, motivo por el cual, es necesario acreditar que aun estando en Soc. Conyugal la mujer
puede administrar libremente determinados bienes.
La prueba del patrimonio reservado, por lo tanto le podrá interesar al marido, a la mujer o a los
terceros que contratan con la mujer.
La prueba de este patrimonio interesara al Marido, con el objeto de evitar que las deudas contraídas
por la mujer afecten o se persigan en los bienes sociales.
La prueba de este patrimonio le interesara a la Mujer, cuando el marido pretenda ejercer derechos o
facultades y administración sobre los bienes reservados y también le interesara cuando pretenda
contratar por si sola y de forma independiente con terceros
La prueba de este patrimonio les interesara a los terceros cuando el marido o la mujer pretendan
desconocer la valides de un acto o Ctto celebrado por la mujer en ejercicio de su patrimonio
reservado.
1. Acreditar las facultades de administración de la mujer, que tiene libertad para esos bienes.
2. Acreditar la existencia del patrimonio reservado.
3. Acreditar que un determinado bien tiene la calidad de reservado
Acreditación de las facultades de la mujer y de la existencia del patrimonio reservado.
Para esta acreditación se distingue según quien efectúa la rendición de la prueba:
Prueba rendida por la mujer: En este caso el patrimonio reservado se acreditará mediante
cualquier medio de prueba, pero de forma particular con documentos que den cuenta que la
mujer ejerce o a ejercido un empleo, oficio, profesión o industria de forma remunerada y
separada del marido.
1) Que el bien objeto del contrato no sea un bien propio de la mujer que el marido este o
pueda estar obligado a restituir en especie, que el bien objeto del contrato no sea parte del
patrimonio propio de la mujer.
Por ejemplo: No existirá esta presunción si el objeto del contrato es un inmueble adquirido a título
gratuito durante la sociedad conyugal, puesto que se trata de un bien que ingresa al patrimonio
propio de la mujer.
Los actos celebrados por la mujer dentro de su patrimonio reservado conservan plenamente su
validez pero con la diferencia de que los terceros que contrataron con la mujer pueden percibir su
crédito no solo en los bienes que fueron reservados sino que también en todos los bienes que le
puedan corresponder a la mujer en la liquidación de la sociedad conyugal.
El marido eventualmente también recibirá o deberá responder por las deudas del patrimonio
reservado pero solo hasta la concurrencia de lo que reciba de ellos en caso de que se le exige una
mayor cantidad por concepto de deuda tendrá el beneficio de emolumento en los mismos términos
que lo tiene la mujer en el Art. 1777 C.C.
Cada cónyuge administra con absoluta libertad sus bienes, encontrando sin embargo las sgtes
limitaciones (Administra como si fuese separado de bienes):
La contravención a esta autorización sanciona el acto con la nulidad relativa, la cual prescribe en el
plazo de cuatro años contados desde que el cónyuge tuvo conocimiento del acto.
II. Funcionamiento una vez extinguido el régimen. (Art. 1792 Núm. 6 C.C)
Para analizar el funcionamiento una vez extinguido el régimen, se deben analizar en primer lugar
tres conceptos o ideas centrales: Gananciales, patrimonio originario y patrimonio final.
Gananciales.
Serán la diferencia del valor neto entre el patrimonio originario y el patrimonio final de cada
cónyuge. Bajo esta perspectiva, los gananciales de este régimen difieren de los conocidos en la Soc.
conyugal, puesto que en Soc. Conyugal “Es el producto de una serie de agregaciones o deducciones
que se realizan en el proceso de liquidación”.
En el régimen de participación por el contrario, los gananciales no serán más que la diferencia entre
el patrimonio original y el final de cada cónyuge.
Patrimonio originario.
Es aquel que exista al momento de que los cónyuges optan por el régimen de participación en los
gananciales y para calcularlo, se deben seguir las reglas que contiene el Art. 1792 Núm. 7 C.C y que
en resumen, serán las sgtes:
Ej. Si el patrimonio originario de uno es de 1000 y otro es de 100 la diferencia será de 900
Patrimonio final.
Es el existente al término del régimen de participación en los gananciales. Para calcular este
patrimonio final se deben seguir las sgtes reglas:
1- Del activo de bienes que el cónyuge tiene al término del régimen se deben descontar las
obligaciones de las que es deudor.
2- Se deben acumular imaginariamente al patrimonio final, los valores que sean consecuencia
de los sgtes actos:
Valores que sean consecuencia de donaciones desproporcionadas.
Los valores que se hayan pagado por rentas vitalicias y en general por gastos para asegurar
una pensión futura para el cónyuge, de cuyo patrimonio final se trata.
- El patrimonio final sea inferior al patrimonio originario: En ese caso se entiende que el
cónyuge será responsable de esa perdida.
- Que el patrimonio final sea superior al patrimonio originario, se entiende que existen
gananciales, por lo que debemos a su vez distinguir dos situaciones que se pueden presentar
en tal caso:
1. Solo uno de los cónyuges obtiene gananciales, en este caso el cónyuge que no obtiene
gananciales tiene derecho a participar de la mitad del valor de los gananciales del otro
2. Ambos cónyuges obtienen gananciales: EN este caso los gananciales se compensarán hasta
los gananciales de menor valor y aquel cónyuge que haya obtenido menos gananciales,
tendrá derecho para que el otro cónyuge le pague a título de participación la mitad del valor
del exceso.
Estas ultimas dos situaciones dan origen al denominado “Crédito de participación en los
gananciales”.
Separación de bienes.
Se puede clasificar de esta manera:
Legal (Contemplada en la ley)
Convencional. (Acuerdo de las partes)
Judicial.
Separación legal y convencional puede ser total o parcial, dependiendo si este régimen existirá
respecto de todo o alguna parte de los bienes de los cónyuges.
Separación judicial.
No es lo mismo que la separación judicial de los cónyuges, acá se está hablando de la separación
judicial de bienes.
Derecho de alimentos.
Doctrinariamente se puede definir como el derecho que la ley otorga a una persona para demandar
de otra lo que necesite para subsistir de un modo correspondiente a su posición social, debiendo
cubrir a lo menos el sustento, la habitación, el vestuario, salud, movilización, enseñanza básica y
media y el aprendizaje de una profesión u oficio.
De este concepto se desprende que el derecho de alimentos se consagra como una institución
integral a partir de la cual no solo se busca proveer de lo necesario para vivir, sino que también y
buscar que el alimentario tenga un desarrollo integral
Esta clasificación es importante puesto que el C.C y la legislación solo trata acerca de los alimentos
forzosos tal materia se encuentra tratada en Art. 321 C.C, bajo el titulo de los alimentos que se le
deben por ley a ciertas personas.
También se encuentran tratados en la ley 14.908 denominada ley sobre abandono de la familia y
pago de la pensión de alimentos esto es entonces las leyes que principalmente vamos a estar
analizando y 14908 de ley de abandono de familia.
Alimentos definitivos.
Aquellos que se determina en una sentencia definitiva firme y ejecutoriada
Alimentos provisorios.
Art. 327 C.C y art 4 ley 14.908 en los juicios en que se demanda alimentos el juez junto con admitir
a tramitación la demanda deberá pronunciarse sobre los alimentos provisorios con el solo merito de
los documentos o antecedentes que se acompañan al proceso.
Tales alimentos provisorios deberán ser restituidos en caso de que el demandado obtenga sentencia
absolutoria, excepcionalmente no va a estar obligado a restituir estos alimentos el que de buena fe y
con motivo plausible interpuso la demanda, por lo tanto estos alimentos reciben el carácter de
provisorios precisamente por el hecho de que solo van a tener lugar mientras se tramita el juicio de
alimentos, una vez terminado este juicio de alimentos se pueden producir dos resultados:
1- El juez acoge la demanda de alimentos, en tal caso los alimentos provisorios pasan a ser
definitivos.
2- El juez rechaza la demanda de pensión de alimentos, en tal caso el demandante se encuentra
obligado a restituir los alimentos provisorios que haya recibido salvo que de buena fe y con
motivo plausible haya interpuesto la demanda
1. El juez junto con tener por presentada a demanda de alimentos deberá pronunciarse
respecto que se decreta o no decreta alimentos provisorios.
Para decretar lo anterior, el juez se servirá solo de los antecedentes o documentos que se acompañen
al proceso.
En caso de ser decretado, estos alimentos se pagarán mientras se ventila el juicio de alimentos.
Esta disposición establece que los alimentos no se deberán si no en la parte que los medios de
subsistencia del alimentario no le alcancen para subsistir de un modo correspondiente a su posición
social. No basta por lo tanto con el hecho de tener el título de alimentario, sino que también es
necesario que el alimentario tenga la necesidad de recibir el pago de una pensión de alimentos.
Atendiendo al Art. 1698 C.C, el estado de necesidad del alimentario le corresponderá acreditarlo a
este último en su calidad de demandante, salvo por algunas presunciones que se verán a
continuación
Art. 329 C.C, establece que en la tasación de los alimentos se tomara siempre en consideración las
facultades del alimentario y sus circunstancias domésticas, junto con considerar el estado de
necesidad del alimentante es necesario apreciar también cual es la realidad económica del
alimentante y considerando ambas circunstancias, determinar si procede o no el pago de una
pensión de alimentos y la cuantía de ello.
Carga de la prueba.
Incumbe probar al alimentario las facultades económicas y circunstancias domesticas del
alimentante (no hay limitación de prueba en la prueba de alimentos) en la práctica solo se omiten
los testigos.
La presunción de tener el padre o la madre de un hijo menor de edad los medios para
pagar pensión de alimentos.
Art. 3 Ley 14.908 establece una presunción consistente en que el padre o la madre de un hijo menor
de edad cuenta con las facultades económicas para pagar la pensión de alimentos que demanda el
alimentario.
Debemos destacar esta presunción según se deprende de la norma es aplicable únicamente cuando
el alimentario es un hijo menor de edad (no aplica si el alimentario demanda un ascendiente) en
virtud de esta presunción la fijación de la pensión de alimentos quedara sometida a las siguientes
reglas:
2) En caso de tratarse de dos o más hijos el monto mínimo de pensión de alimentos no puede
ser inferior al 30% de un ingreso mínimo mensual.
En todos estos casos el monto de pensión de alimentos no puede superar el 50% de las
remuneraciones o ingresos del alimentante, en estos casos estamos ante una presunción
simplemente legal por lo que el padre o madre podrán desvirtuarla acreditando que no cuentan con
los medios para pagar la pensión de alimentos en los montos señalados con anterioridad.
3) La existencia de una disposición legal que conceda el derecho de alimentos, como se trata
de alimentos forzosos o legales obviamente debe existir una ley que otorgue la calidad de
alimentario, los titulares del derecho de alimentos se encuentran mayormente contempladas en el
Art. 321 C.C y son los siguientes:
El cónyuge
Descendientes
Ascendientes
Los hermanos
El que hizo una donación cuantiosa cuando esta no se ha rescindido o revocada
Por ejemplo una persona actualmente casada con 5 hijos con ambos padres vivos, con 5 hermanos y
que ha realizado una donación cuantiosa en este caso se debe acreditar a quien este alimentario debe
demandar el derecho de alimentos puesto que reúne todos los títulos del Art. 321 C.C, lógicamente
no es decisión del elegir un orden si no que se debe seguir el orden de prelación de que trata el Art.
326 C.C y el cual es el sgte:
En tal caso la demanda de alimentos se deberá dirigir en contra de los abuelos de la línea del padre
o madre que no provee y en subsidio en contra de los otros abuelos, es importante destacar en este
caso que esta obligación de los abuelos es siempre subsidiaria y existirán solo en caso de falta o
insuficiencia de los padres.
En caso de que el padre o madre que no provee esté vivo para que se pueda demandar a los abuelos
previamente se debe haber ejercido demanda de alimentos en contra de ese padre o madre, y en lo
que no se puede obtener de él, interponer otra demanda en contra de los abuelos.
- Para demandar a los abuelos se debe iniciar un juicio distinto, es una obligación subsidiaria
En caso de que existan varios ascendientes o descendientes que se encuentren obligados al pago de
la pensión de alimentos la demanda se deberá dirigir entre los de grado más próximo y entre los del
mismo grado la pensión de alimentos se distribuirá en proporción a sus dificultades, puede ser
ascendiente o descendientes, se debe elegir al que se encuentre del grado más próximo.
3) Es intransmisible.
4) Intransferible e inalienable.
Estas características solo son aplicables en el caso de la pensión de alimentos futuros, tratándose de
los alimentos devengados se asumen la característica inversa, vale decir estos alimentos pueden ser
renunciados, transferidos, transmitidos y son prescriptibles en conformidad a la regla general, vale
decir prescribe en 5 años contados desde que la obligación se ha hecho exigible
Mediación obligatoria.
Art. 106 Ley 19.968 las causas relativas a alimentos, cuidado personal, y relación directa y regular
deben someterse a un procedimiento de mediación previa y obligatoria, solo en el caso de que no se
llegue a un acuerdo en la instancia de mediación, recién en ese momento el alimentario puede
interponer la demanda de alimentos ante el tribunal de familia competente, para ello el mediador
otorgara un certificado que dé cuenta del hecho de haberse intentado la mediación.