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ALGUNAS DICOTOMÍAS
Sociedad vs individuo
La sociedad y su relaci n con el individuo. El individuo puede existir en cuanto a su sociedad
y la sociedad en cuanto al individuo. Su relaci n no es un ajena del otro, como individuos
tenemos particularidad sin embargo a su vez tenemos características en común que nos
marcan como miembros de una sociedad
Sujeto vs Objeto
Lo que es único en uno, su condici n interior, su historia, su duraci n , es lo subjetivo y quien lo
tiene, es el sujeto ; lo que esta fuera de él, lo que responde a un c digo aceptado y
comprobado por la sociedad en corte diacr nico (tiempo) y en corte sincr nico (relaciones
establecidas en un momento), es el objeto.
En otras palabras, somos sujetos en tanto personas y somos objetos en tanto representantes
universales. El sujeto es parecido al individuo pero si distingue en tanto a las características
personales mientras que el objeto es la síntesis de las características universales que los
sujetos de una especie van a tener. El individuo es sujeto y la sociedad es objeto
La importancia de entender al sujeto y objeto en el tiempo y el espacio. Ver c mo el contexto
condiciona y/o evoluciona a la sociedad y los individuos
Todo lo que constituye el objeto es el resultado del sujeto en su infinita multiplicidad.
Ejemplos
Capilla Pazzi: es uno de los principales ejemplos del renacimiento que muestra una
aplicaci n muy fuerte de las proporciones geométricas y matemáticas. Con elementos clásico
que tiene un lugar específico muy racional y puro. Muestra sus características de objeto
porque todo es expresado de una manera lo más justa y equilibrada posible.
Zantoyi afirma que la obra es la expresi n de la perfecci n geométrica. Todo es un resultado
de un cálculo y apela a una organizaci n en la cual no cabe la expresi n subjetiva. No existe
el factor sorpresa. No hay duda
Por el contrario tenemos la Biblioteca Laurenciana y específicamente su escalera por la
cual se accede. Entramos en un espacio interior reducido en superficie pero con gran altura
que nos comienza a inquietar. Aquí encontramos una gran escalera que ocupa casi todo el
espacio por lo cual se siente uno invadido. Las paredes son tratadas como fachada aun
cuando son interiores y no hay entrada de luz por las ventas ya que están todas tapiadas. El
lugar se encuentra en plata baja sin embargo el tratamiento de los muros nos muestran
como si estuviéramos en un z calo. Y finalmente presenta demasiada alternativas para subir
la escalera. Posee un camino central que nos alienta a subir por ser el mejor ordenado pero
no es camino más corto por lo tanto no pude tender a subir por los laterales que nos
inquietan ya que no tienen baranda y su forma no da tranquilidad.
La idea vs lo concreto
La diversidad y la unidad, el cambio y la perduraci n, la lectura general y el producto
particular, plantean esta unidad dialéctica entre la idea y lo concreto.
Mies expresa la idea de menos es más mientras que lo concreto es lo particular, lo que debe
ser construido.
Lo irracional vs lo irracional
Al racionalismo pertenecen aquellas vertientes filos ficas que consideran total
cognoscibilidad, mientras que oreas –en un abanico amplio- las que lo rechazan.
Se refiere lo irracional en la expresi n ya que la arquitectura siempre posee un lado racional
relacionado con al estructura que es lo que le permite sostenerse pero esto no significa que la
expresi n final del edificio sea racional. EL juego de las formas condicionan estos conceptos
por ejemplo como la casa Batl de Gaudí o el museo de Frank Gerhy
Kalokagahtia vs anti- kalokagahtia
Lo bueno es bello
Para Plat n, el bien se proyecta al mundo trascendente bajo la forma del estado, como
instituci n del poder que determina la vida, la ley, el orden de la sociedad. Todo es Bien si es
conveniente para el Estado (decía).
En otras palabras llegamos a un concepto que se ve bello aquello que es un bueno, como un
mensaje de poder que se considera correcto o ideal si es bueno para el poder. Es necesario
entender como juega esta dialéctica con la arquitectura y el poder.
Concinnitas vs anti-concinnitas
Alberti, arquitecto y tratadista del renacimiento florentino, determina la belleza como aquello
de lo que no se puede sacar nada, a lo que no se puede agregar nada, en lo cual no se
puede cambiar nada, sin descomponer el conjunto. Esta regla se llama concinnitas.
Se refiere al uso de los elementos como un conjunto que se equilibra entre sí o el uso de los
elementos por sí mismos y solo el todo. El perfecto equilibrio que nada sobra o falta. Mientras
que su contrario donde no le interesa o no afecta al edificio si se elimina algún elemento.
Ejemplo Palacio Strozzi como concinnitas.
Lo lúdico vs la tragicidad del deber
El hombre es libre solo cuando juega
No hay jugar verdadero sin jugarse. No hay creaci n artística sin jugarse.
La tragicidad del deber llena a su portador con sensaci n de importancia para no darse
cuenta de su propia insignificancia de lo que hace.
Nos dice que la tragicidad del der habla del esfuerzo del trabajo y como suele parecer una
actividad con poco significado que choca contra el concepto de libertad del hombre en lo
lúdico pero que a su vez conlleva ciertos riesgos.
Vertiente 2
Principalmente en periodos de decadencia, de formaci n, de crisis. Es individual, subjetivo,
concreto, particular, irracional, anti-kalokaghatico y anti-concinnitas.
Las vertientes no se dan de forma pura en las obras o edificios sino que se mezclan aunque
una tiende a resaltar más. Vertiente 1 son usualmente periodos en los que hay mucha fe en
los sistemas con políticas autoritarias y gobiernos en auge con mensajes más universales con
un aire más optimista. En vertiente 2 se dan en épocas de acríticas y el arte se da para
cuestionar la seguridad del momentos anteriores. A su vez son una época de reflexi n que da
el pie a la crean de algo nuevo.
Clásico
Aquel cuyos elementos proceden directa o indirectamente del mundo grecolatino
El más representativo de una especie, de un movimiento artístico, de una época.
John Summerson
Es una definici n clara pero muy superficial. Nos permite ver el uniforme pero no nos dice
nada de su esencia
Respecto a la primera definici n tratada del clásico, es una definici n clara pero muy
superficial. Para entender si la obra es clásico hay que ver la esencia de la misma.
Los ordenes
Hay que considerarlos como expresiones gramaticales que imponen una disciplina
formidable en la que la sensibilidad personal tiene siempre cierta libertad de acci n; una
disciplina que a veces puede saltar por los aires bajo el impacto de un genio.
Loa ordenes ofrecen una especie de gama de caracteres arquitect nicos que van desde lo
rudo y fuete a lo delicado y bello. En un diseño genuinamente clásico, la elecci n del
orden es algo vital: es determinar el espíritu de la obra. Espíritu que viene también
determinado por lo que se haga con ese orden, por las proporciones que se fijen entre las
partes, por las ornamentaciones que se pongan o que se quiten.
Los rdenes componen un lenguaje en sí mismas, con relaciones gramaticales entre sí. Esto
se refiere que podemos encontrar en distintos periodos estas reglas gramaticales con los
distintos elementos de los rdenes. Las distintas partes de los rdenes forman parte de las
letras del lenguaje y las reglas de los rdenes de las distancias por ejemplo formarían la
sintaxis del lenguaje.
Templo de Neptuno, Paestum, Italia, mediados del siglo V a.C.
Los romanos ya no utilizaban los rdenes con la importancia de lenguaje que le daban
los griegos porque tenían su propio lenguaje con la masa o volumen. Esto se refiere que
los rdenes se utilizaban de manera ornamental de manera intrínseca.
Arco de Constantino, Roma, Italia, 315 d.C.
Es como si dijéramos que tomaron las letras, palabras pero formaron una nueva manera
de escribirlas/nuevo lenguaje.
Santa Andrea, Mantua, Italia, 1462, Le n Batista Alberti.
Se deja de lado la creaci n de nuevo lenguaje y se opta por traer modelos del pasado.
Iglesia La Madeleine, Paris, 1806, Pierre Vignon
En lo Moderno
Fabrica AEG, Berlín, Alemania, 1908/1909, Peter Behrens
Vemos como tiene un aire de clasicidad en relaci n de proporciones, casi a la manera de
templo.
Edificio en la rue Franklin, Paris, Francia, 1902/1904, Auguste Perret
Vemos ciertas cuestiones clásicas en relaci n al orden de los elementos y los ritmos.