Hablar de Trabajo social, es abrirnos paso a un extenso mundo de experiencias más que de conocimientos, pues nuestro trabajo no cabe en una oficina, cabe en el mundo entero. Nuestra profesión se encuentra presente en todas aquellas realidades sociales que conforman nuestra sociedad, una característica de la sociedad son sus problemas sociales, a los que ningún lugar es ajeno. Sin problemas no existiría el desarrollo social, sin problemas sociales no existiría Trabajo Social. A continuación, daré a conocer mi punto de vista en relación a los fundamentos de Trabajo social, en los siguientes aspectos. La naturaleza de Trabajo social nos pone en contexto, es como un guía para comprender toda su estructuración, en este sentido, la naturaleza de Trabajo social va a englobar los elementos del contenido, su forma de organización y el elemento distintivo y esencial de la profesión. En lo personal, Trabajo social, se ajusta mejor como tecnología social, ya que es un, por qué, para qué y cómo saber hacer, con base científica, del mismo modo, hace uso de conocimientos de otras ciencias sociales para aplicarlas a una realidad de manera objetiva con el fin de modificarla. También concuerdo con su denominación como disciplina, porque en ésta se asume la necesidad de conocimientos de carácter aplicado, ahí se justifica el porqué del trabajo de campo. En tal sentido, la definición de Trabajo social, que he podido construir a partir de todos los conocimientos adquiridos, es la siguiente: Trabajo social es una disciplina con sentido humanitario, que interviene directamente en las disfuncionalidades sociales de la población, específicamente con individuos, grupos y comunidades en estado de vulnerabilidad, mediante un proceso metodológico profesional, con la misión de generar bienestar social, potenciar las capacidades de los individuos, mejorar las relaciones en la sociedad, etc. Basándose en los principios de los derechos humanos y la justicia social. Es así como, Trabajo social cumple con una función esencial para el desarrollo de la sociedad, mediante el logro de sus objetivos. Objetivos que pueden estar agrupados en caring, curing y changing. Encuentro esta propuesta, de Morales y Sheaford, apropiada y fijada en forma secuencial, además se relacionan con las etapas históricas de Trabajo social. El caring, que está orientado más a la etapa benéfica- asistencialista, el curing que tiene un enfoque especializado con la etapa aséptico- tecnócrata, en la que se buscó la elevación del status profesional, y, por último, el changing que hace referencia a la reforma de las entidades sociales, con la etapa concientizadora-revolucionaria, ya que ambos se caracterizan por trabajadores sociales reformistas, que plantean acciones para movilizar al pueblo. Todas estas son parte de la historia que Trabajo social ha recorrido, sin embargo, se debe reconocer que, a la actualidad, debe plantearse actuar más orientado al changing. Sus objetivos también se presentan en las labores diarias del profesional, por ejemplo, lo que se plantea con una intervención, a lo que se quiere llegar o que se quiere cambiar acorde al requerimiento del usuario. Por otra parte, si bien hubo complejidad en relación a las definiciones del sujeto y objeto, en la actualidad se tiene claro que el sujeto es el beneficiario, o mejor definido como el actor social capaz de transformar su situación, el objeto por otro lado, no solo son los problemas sociales del individuo, grupo o comunidad, sino también el autodesarrollo, el bienestar social y calidad de vida. Como ya se ha ido mencionando se interviene en tres niveles caso, grupo y comunidad, considero que son parte de la especifidad de Trabajo social, al igual que el corpus metodológico. Esta metodología que, involucra un conjunto sistematizado de procedimientos, métodos, técnicas, instrumentos guían al Trabajador social, y les permite moldearlo de acuerdo a necesidades, modelo de intervención y fines. Cada profesional está abierto a diferentes espacios, sectores, problemáticas, y por su parte cada uno presenta particularidades en su modo de intervenir, con esto me refiero a que el/la Trabajador social, es capaz de seleccionar su modelo de intervención, siempre teniendo en cuenta que este modelo debe adecuarse a las necesidades del sujeto. Cada modelo tiene un fundamento teórico y un enfoque del problema diferente, pero no son distantes una de la otra, todos tienen por finalidad dar soluciones a la problemática social que enfrenta el usuario. En particular, considero interesante el modelo socio-comportamental, porque se demuestra a través de hechos, de cambios de actitud y hábitos, desde el inicio de la intervención, primando mucho lo que es la función de educación. También el modelo existencialista, por tres motivos, primero no busca imponerse como un profesional superior, segundo, ve al sujeto como un ser que por sí mismo puede alcanzar sus metas, y último, porque se centra en aspectos cognitivos, afectivos y adaptativos, es decir engloba una orientación completa, que puede lograr mayores resultados. Como señale anteriormente, el Trabajador social es un ente multifacético. Su formación le permite desempeñarse en diversas entidades y sectores, lo cual resulta beneficioso para abrirnos nuevos campos de trabajo e investigación. Sin embargo, laborar para una institución, implica desarrollar funciones delimitadas, de acuerdo a las exigencias y objetivos de esta, por lo que el profesional tiende a realizar funciones orientadas solo al asistencialismo. Esta característica, colma a la profesión de diferentes funciones tanto específicas como en general, las funciones que deberían ser reconocidas por el mundo. Nuestra tarea como Trabajadores sociales es aquella, lograr el reconocimiento que la disciplina de Trabajo social merece, desarrollando todas y cada una de nuestras funciones como corresponde. En definitiva, convertirse en buenos y correctos profesionales, es procurar intervenir según la norma y disfrutar el cumplimiento de sus deberes, implica también, actuar comprometidos con los principios y valores, que cimientan al Trabajo social. Por otro lado, no está demás añadir que, aunque la norma moral máxima es el Código de Ética, a la cual debe estar regida la práctica profesional, conservar una conducta moral no es solo de expertos sino de todos como seres humanos. Para finalizar, quiero mencionar algunos problemas con los que los profesionales de Trabajo social están forzados a lidiar, el primero del que Fallas, reflexiona: la dirección del trabajo cotidiano como mecanismo de control asociado a la Política Social, en otras palabras, el control social del Estado, porque es contradictorio que el Estado sea el que más demande los servicios de Trabajo social, cuando este por lo general no atiende al pueblo como debería. En el marco de esta contradicción, la solución está en un proyecto ético profesional, que puede recalcar la vigencia y el ejercicio de los derechos sociales, el cual Alayón inscribe como el objetivo fundamental de Trabajo social. Y el segundo problema es la limitación a la función asistencialista, que exige a los Trabajadores sociales a analizar la evolución de la profesión desde la perspectiva metodológica. El asistencialismo pertenece al pasado, ahora es el momento de demostrar el compromiso con la disciplina, ¿cómo? Simplemente consumando nuestro verdadero rol en la sociedad, desarrollando un Trabajo social crítico y plasmando tantos conocimientos al plano de la vida real. Con el fin de otorgar el reconocimiento que Trabajo social merece en todos los aspectos, pues de algo que me he dado cuenta en dos años de mi formación, es que Trabajo Social no solo enseña en conocimientos sino también, el amor y vocación por su valiosa labor en la humanidad.