GLOBALIZACIÓN EDUCACIÓN Y CULTURA ASISTENTES DE LA PRACTICA
DOCENTE O PROFESIONAL
Una de las principales características de la educación consiste en instruir a la
sociedad de manera que se logre tocar por la globalización con el fin de entender el mundo diseñado para ella. La globalización es “la intensificación de las relaciones sociales mundiales que enlazan sitios distantes de forma tal que los sucesos locales están influidos por acontecimientos que ocurren a muchos kilómetros de distancia y viceversa” (Giddens, en tomlinson, 1999) De allí que este fenómeno tenga la facultad de intervenir en nuestra cultura para construir un orden de vida con representaciones simbólicas e “imaginarios” que influyen inicialmente en nuestra economía, costumbres, ideas, patrones de comportamiento, etc. entonces ¿Cómo afecta este proceso de educación, globalización y cultura mi práctica docente? De tal modo que nos permite hallar amplios mecanismos para optimizar e impartir conocimientos, que a su vez, nos conducen a variedad de ideas de tal manera que se pueda sintetizar una estructura educativa de avanzada como la construcción de un currículo mas novedoso, con una amplia gama de tecnología, mejores contenidos educativos, con altos niveles de ciencia, mejor formación. No obstante el papel de la globalización en nuestro medio también tiene aspectos que repercuten de forma negativa en nuestra sociedad; así se refleja en la actualidad para varios sectores ampliamente afectados por la pandemia generada desde el 2020, con la globalización de la vacuna los mercados de la salud iniciaron un proceso competitivo que a su vez implica al sector educativo y cultural, dado que la comunidad estudiantil no recibe las garantías para retornar a su vida escolar, siendo así debimos reinventar los procesos metodológicos de la educación desde la virtualidad y con ello alterar el ambiente familiar esto es, “pensar en un nuevo paradigma del ejercicio profesional del maestro, pensar en una forma de vida académica en la que el punto central del proceso de formación considera esencialmente para quién, por qué, cómo, cuándo y dónde se desarrollan determinadas actividades y ejercicios académicos” (Ramírez, 2008, p. 109). En materia de políticas se necesita el cumplimiento de metas para alcanzar las etapas que mejoren las condiciones de la educación: 1. Enfrentar la situación 2. Gestionar la continuidad 3. Mejorar y acelerar las actividades En el contexto de la implementación de estas políticas, el objetivo de los sistemas educativos debe ser recuperarse, pero no repetir lo hecho anteriormente, dado que en muchos países la situación antes de la pandemia ya se caracterizaba por un grado de aprendizaje demasiado bajo, altos niveles de desigualdad y avances lentos, sin embargo, los países tienen la oportunidad de “reconstruir en mejores condiciones”: pueden utilizar las estrategias más eficaces de recuperación después de una crisis como base para introducir mejoras a largo plazo en áreas como las evaluaciones, la pedagogía, la tecnología, el financiamiento y la participación de los padres. Ahora bien, En materia educativa, la globalización cambia el concepto de educación y el rol del docente ya que la tecnología de la información modifica el acceso al conocimiento. La idea de profesor va asociada a la de productor de conocimiento, capaz de teorizar y construir y por lo tanto de fomentar en el estudiante habilidades de creación y producción intelectual, el profesor, debe ayudar al alumno a construir su propio conocimiento sobre la base de buscar y usar críticamente la información. La educación en el contexto de la mundialización debe ser, como lo exigía Kant, para la «mayoría de edad», es decir, que el educando tenga la capacidad de servirse de su propio entendimiento, «con independencia y sin la conducción de otro» de ahí que hoy se comparta el criterio de que la educación debe ayudar a formar «para la autonomía», o sea, que el alumno en su interacción dialéctica con el profesor desarrolle la capacidad creativa, reflexiva y analítica, «lo importante es que el acto de educación tienda a: «enseñar a aprender», desarrollando para ello no solamente la memoria y el saber hacer (que en la actualidad apunta esencialmente a preparar para el mundo profesional), sino también la inteligencia crítica y la apertura a las novedades» En este orden de ideas se puede afirmar que para incluirnos de manera ágil en la globalización es necesario replantear los contenidos educativos existentes y formar educadores altamente competentes sin perder la linea de formación humanística, dado que la practica docente requiere de personal calificado que abran las puertas al mercado mundial, proyectando a la sociedad con una mente autónoma, empresarial, vanguardista; referentes que solo se pueden alcanzar mediante la investigación. “El mundo contemporáneo exige: educación con calidad y equidad, pertinente perteneciente e internacionalizada, que tenga en cuenta, el desarrollo humano, la relación del hombre con la sociedad y la naturaleza, la relación con el mundo del trabajo y la investigación. Su proyecto educativo tener como referentes la nación y la región y los aspectos relacionados con la paz, la comprensión internacional, la democracia, la identidad, la pluralidad, la cultura y los derechos humanos” (León, 2004). Por todo lo anterior se deduce que el estudio humanístico aborda aspectos sociales y culturales que desde la globalización le permiten al hombre desarrollar creencias, valores y costumbres abiertas a un mundo de amplias posibilidades en las diferentes dimensiones del ser, es decir en áreas políticas, cognitivas, comunicativas, socio afectivas, estéticas, físicas y espirituales.