TENDENCIAS EDUCATIVAS Y SU IMPACTO EN LA ADMINISTRACIÓN

EDUCATIVA

UNIDAD 4: TENDENCIAS EDUCATIVAS

ASIGNATURA: TENDENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA
PRIMER CUATRIMESTRE

Estudiantes
VIVIAN ISABEL BARBOZA BERTEL
VICENTE CARLOS REYES CONTRERAS
OLIER ANTONIO MUÑOZ VALENCIA
ARONALDO RODRÍGUEZ BARRETO

Tutor
MAG. HERMES MAURICIO SIERRA RIVERA

UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA

UMECIT

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN Y PLANIFICACIÓN EDUCATIVA
MONTERÍA – CÓRDOBA

2020
 TENDENCIAS EDUCATIVAS Y SU IMPACTO EN LA ADMINISTRACIÓN
EDUCATIVA
En la actualidad la sociedad se ha convertido en un elemento complejo y dinámico que
requiere la transformación de los currículos de las escuelas de América Latina, pues de
esta forma se brindará la posibilidad de formar profesionales idóneos que contribuyan de
manera decisiva y significativa, a la construcción de una sociedad un poco más equitativa
previendo como pilar fundamental el conocimiento. De esta forma, aparece un renovado
interés por la educación como motor y herramienta básica para mejorar la humanidad:
cómo se innova y se transforma el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Por consiguiente, se pretende destacar la importancia e influencia de las tendencias
educativas en la administración y la forma en que determina el mejoramiento continuo de
la educación.
Las tendencias educativas no solo son el producto de investigaciones, sino del
intercambio de experiencias y de una mirada objetiva de la realidad. Es un tema de vital
importancia porque trata e incide en el quehacer docente, aglomera los conceptos
fundamentales que a día de hoy tienen un gran significado en la vida escolar de los
estudiantes: la diversidad sociocultural, el interculturalismo, la pedagogía del ocio y el
tiempo libre, la educación para la vida, la educación basada en competencias y el
currículo flexible.
Los alcances de las tendencias educativas consisten en que siempre procura que el
equipo docente y los estudiantes sigan aprendiendo de manera continua, evitando
quedarse rezagados en cuanto al uso oportuno y adecuado de las herramientas
informáticas y tecnologías. Además, permite la combinación de diferentes tipos de
metodologías, incluso empleando las más tradicionales con otras más creativas,
didácticas y dinámicas. En este sentido, la educación continua es esencial para cualquier
persona y más para los docentes. Por ende, el maestro debe tener un papel activo en
este contexto y comprometerse de lleno con la formación de los educandos a su cargo.
Lo anterior, deja en evidencia que las instituciones educativas han tenido que adoptar
las nuevas tendencias educativas, buscando estar en constante análisis y
reestructuración del currículo educativo, logrando de este modo que las escuelas y

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universidades muestren al mundo globalizado su crecimiento y capacidad de
competitividad, pero sobre todo el alto grado de responsabilidad y sentido de pertenencia
con la excelencia académica.
El objetivo de esta redacción consiste en comprender y establecer las características e
incidencia de las tendencias educativas, teniendo en cuenta su articulación con la
administración y la gestión educativa, basado en los contextos y los procesos
institucionales: analizar las tendencias emergentes que direccionan el desarrollo de la
educación y su impacto en la administración educativa nacional e internacional; conocer
la importancia de las tendencias educativas en los procesos de administración y gestión
educativa. Y, generar ambientes de reflexión en torno al surgimiento de las tendencias y
su impacto en los procesos administrativos de la educación.
Antes de enfatizar en las tendencias educativas motivos del presente escrito, se desea
hacer referencia de forma general sobre algunos aspectos de dichas tendencias
educativas. Pues bien, a lo largo de la historia de la humanidad han ocurrido distintos
tipos de fenómenos: ideológicos, tecnológicos, económicos, sociales y culturales, que de
una u otra manera han transformado la vida natural, social y el contexto mismo de las
personas, propiciando cambios significativos y definitivos en la forma de acceder al
conocimiento, ya sea en aspectos económicos, sociales o culturales. Esto desde luego,
ha impactado directamente en la forma en que se concibe. Entonces, se genera la
pregunta: ¿cómo responderá o debería responder la educación a los nuevos retos que el
entorno le exige? Para dar respuesta a tal cuestionamiento, es necesario voltear la mirada
hacia las tendencias educativas, son estas las que intentarán responder a tales retos.
Actualmente la sociedad está viviendo una verdadera transformación pedagógica,
tecnológica y social, lo que trae consigo efectos de cambio en el pensamiento del ser
humano. Por tal razón, en el contexto educativo se plantea la necesidad de repensar la
educación en todos sus niveles y modalidades, con la firme intención de ajustar los
horizontes institucionales de los planteles educativos de cara a las nuevas y cambiantes
necesidades que enfrenta la humanidad. También se busca dar respuesta a los desafíos
que se imponen a los procesos de formación profesional, por lo cual se insiste en la
necesidad de introducir cambios en la educación superior en aspectos fundamentales
tales como: Concebir el currículo como concreción de una teoría pedagógica y como un

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plan en permanente construcción. Estructurar los perfiles de ingreso y egreso con base
en competencias. Garantizar la pertinencia y la calidad en los planes y programas de
estudio. Asumir nuevos modelos pedagógicos centrados en el aprender a aprender y en
desarrollar los procesos del pensamiento. Introducir las tecnologías de la información y
comunicación como ejes de conocimiento, como eje transversal y como nueva forma de
conducir los procesos de aprendizaje. Concebir la investigación como eje de
conocimiento y como eje transversal. Sin embargo, estos representan un gran desafío
para las escuelas de formación superior, así como también para los docentes, quienes
deben cambiar su rol: dejar de centrarse en el contenido o asignatura y enfocarse en el
desarrollo personal y humanístico del estudiante. No debe ser el eje central del proceso
enseñanza-aprendizaje, sino convertirse en el acompañante ideal de su estudiante para
enfrentar los retos y desafíos del día a día.
Por otra parte, el desarrollo de la autonomía, la democracia, la búsqueda de la calidad
educativa, la formación integral, la virtualidad, las pedagogías verdes, la inteligencia
artificial, la neuroeducación, las políticas internacionales, entre muchas otras; son unas
de las tantas tendencias que permiten que la educación de este siglo pueda ser
administrada y gestionada de una manera eficiente para enfrentar los reto que se
presenten e impidan el desarrollo de una educación integral y de calidad. Sumado a esto
la planeación de una buena evaluación permite que el sujeto como ente dinamizador sea,
en un futuro, competente e íntegro en cualquier campo escogido para mostrar sus
habilidades y destrezas labórales.
Por su parte, las tecnologías ligadas a las tendencias evolucionadas serán el origen de
una revolución social, tecnológica y pedagógica que pondrán a la educación en un plano
global y a la vez la convertirán en una ventana para los países del tercer mundo, que
tienen las ganas de surgir e igualarse en competitividad y avance en conocimiento con
los países desarrollados. En este sentido, por ejemplo, tanto escuelas, institutos y
universidades deben dotarse de las más modernas herramientas informáticas y
tecnológicas, para poder estar inmersas en la globalización e internacionalización de la
educación, sobre todo, aquellas instituciones de zonas rurales que lo requieren tanto.
No obstante, la constante formulación y ejecución de proyectos dirigidos al bienestar de
la misma organización y comunidad del entorno, permiten el fortalecimiento y búsqueda

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de la igualdad en la educación, priorizando aquellas poblaciones de bajos recursos y en
estado de vulnerabilidad que día a día luchan por tener mejores oportunidades y una
mejor calidad de vida. Por ello, la mayoría de las instituciones educativas a nivel nacional
y mundial apelan a un componente muy importante: los proyectos transversales y el
aprendizaje basado en proyectos, que funcionan como un entorno dinamizar de las
actividades y permiten a los orientadores estar en mutua comunicación con los
estudiantes. Todo esto, cobra importancia si se añade el trabajo cooperativo que debe
ocupar una proporción significativa del tiempo de los educandos, pudiendo de esta forma
compartir experiencias que le sean significativas. Por ejemplo, la exposición de proyectos
en la feria de ciencia desarrollados en las distintas asignaturas, las actividades de la
jornada cultural, jornadas electorales de representante de curso, de personero: tanto en
los plantes de educación básica como universidades.
De igual manera, muchas instituciones contemplan en su propuesta macro curricular la
enseñanza del emprendimiento como una ventaja competitiva ante las actuales
tendencias del futuro profesional que debe dar respuesta a desarrollar su propio negocio,
como el asumir fuentes de empleo e ingresos económicos. Tal dinámica educativa, en sí
misma como una oportunidad para desarrollarse tanto intelectual, económica como
socialmente amerita que desde el docente se le enseñe a la toma de decisiones con
protagonismo del emprendimiento y la innovación, este proceso se convertirá
posteriormente en canalizador y guía de la formación del emprendimiento. A partir esta
educación se pueden derivar lecciones para asegurar una mayor presencia de ellos no
solo en la ciencia, sino que también en la cultura, las artes y, por cierto, en el mundo de
la empresa. Por eso se debe proveer a los estudiantes de los conceptos y destrezas
necesarias para reconocer las oportunidades que otros han transitado, dotarlos de coraje,
de intuición y del conocimiento requerido para actuar donde otros han dudado. Un
ejemplo de esta enseñanza en las instituciones del municipio de Montería se da a través
de los proyectos transversales Aprovechamiento del tiempo libre y Mi plan, mi vida y mi
futuro: se orientan a los estudiantes en conceptos de ahorro, generación de ingresos y
puesta en marcha de negocios sencillos como una mini tienda, elaboración y venta de
productos hechos en casa, etc., que se exponen y se comercializan en la feria del
emprendimiento que se lleva cada año en las instituciones.

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También se tienen otros proyectos: las olimpiadas en matemáticas, semillero de las
matemáticas, PRAE, educación sexual, mi plan de vida, etc. Este último importante en la
consecución de las metas trazadas por cada estudiante.
Ahora bien, todo proceso escolar debe valorarse, en este caso la evaluación, si hablamos
en torno a las nuevas tendencias educativas, esta debe constituirse como fundamental y
enfocarse de forma holística, cualitativa y continua. Así, pasa a ser diagnóstica, formativa
y sumativa, e incluye la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación para tener
una retroalimentación constante en los diferentes procesos académicos. Como ejemplo
se puede citar la evaluación formativa de desempeño docente que hace anualmente, a
final de cada año, el rector del plantel a los docentes nombrados en propiedad. En esta
se le valora el trabajo realizado y se hacen sugerencias de mejora a los maestros.
Entonces, se observa que los grandes retos a enfrentar inician en la preparación eficiente
del propio recurso humano, llevarlo a que crezca en conocimiento. Sin embargo, las
políticas educativas cambiantes e inconscientes, la capacitación interdisciplinar entre lo
axiológico y las áreas específicas a estudiar, la actualización de los currículos educativos
por parte del personal especializado, el fortalecimiento de los lazos de comunicación y
conectividad en zonas de difícil acceso, la consecución de la igualdad democrática, la
buena planificación y ejecución de programas técnicos y profesionales por entidades
certificadas, la ejecución de excelentes sistemas de evaluación de las entidades
educativas, entre otros, son los retos más constante que la administración educativa debe
vencer para estar a la vanguardia y evitar las falencias que un buen sistema educativo
pueda presentar en un país y por ende en toda Latinoamérica y el mundo entero.
Con base en lo anterior se puede concluir que la educación en el presente siglo, tiene
varios desafíos: afianzar la figura de la autonomía, establecer un clima democrático,
mejorar la calidad de la educación, fortalecer la educación integral, y construir la escuela
virtual. Es claro que la autonomía busca actuar sobre asuntos prioritarios en el
mejoramiento y transformación de los procesos educativos en las instituciones, como
son: la interrelación de la gestión educativa con la calidad de los procesos educativos, la
conexión de la gestión educativa con las teorías pedagógicas y del desarrollo humano, la
vinculación de la gestión educativa en el marco de la relación academia comunidad para
la trasformación de la sociedad y la consecución de recursos financieros. Mientras que la

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democracia en la educación por su parte promueve que la ciencia no es patrimonio de
una elite, ni de lo que se llamó la aristocracia de la inteligencia, sino de toda la sociedad,
más aún de la humanidad. Por ello, todos los hombres, mujeres y niños deben poseer
información sobre aspectos que influyen decisivamente en el presente y en el futuro
inmediato de nuestra vida cotidiana, aspectos entre los cuales ocupan un lugar prioritario,
los descubrimientos científicos y las aplicaciones tecnológicas, que permitan trasformar
nuestra vida y la sociedad. Entonces, el logro de aprendizajes de calidad, es un reto a los
que se enfrentan los sistemas educativos en el mundo, lo cual exige hacer énfasis en la
formación de los futuros científicos, profesionales, tecnólogos y técnicos, necesarios a
incorporar a la esfera productiva para el desarrollo. La educación con calidad busca
formar ciudadanos capaces de comprender las complejas interrelaciones existentes entre
ciencia, tecnología y los ámbitos: social, económico, político y cultural con el fin de que
en el futuro y cualquiera que sea su esfera de actividad cuenten con los instrumentos
imprescindibles para participar en la toma de decisiones que contribuya a construir una
sociedad democrática basada en el desarrollo científico y tecnológico. Esta formación
integral va más allá de conformarse con instruir, se trata de convertir las instituciones en
generadoras de un clima que posibilite el ejercicio de valores en lo cotidiano, en las aulas,
los patios y en las instancias de decisión. Instituciones que cambien para transformarse
en espacios protectores de derechos y responsabilidades de directivos, jóvenes,
profesores y padres de familia. Es claro que formar integralmente es educar con visión
crítica con capacidad de autoaprendizaje, así como en la asimilación de valores
inclinados a la democracia, la solidaridad social, el resguardo de los derechos humanos,
la no-discriminación sexual, étnica, y el respeto al medio ambiente.
Finalmente, la puesta en marcha de la virtualidad en las instituciones es otro desafío para
la educación del siglo XXI, requiere redefinir el concepto actual de universidad, explorar
y construir un concepto de educación virtual, su significado y objetivos. Cada institución
tendrá que hacer esfuerzos para construir su propio modelo sin olvidar que actualmente
existen otros referentes y experiencias en donde se pueden adoptar algunas técnicas que
sirvan de paradigmas que permiten adoptar las mejores prácticas.

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