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Autor del libro: Roberto Carneiro, Juan Carlos Toscano, Tamara Díaz

Título: Los desafíos de las TIC para el cambio educativo - Las TIC y los
nuevos paradigmas educativos: la transformación de la escuela en una
sociedad que se transforma.
Editorial: Santillana: Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Año de
edición: 2011, España.
Resumen elaborado por: Cristhian Fabián Uriona Herrera
En el mundo contemporáneo, las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC) están generando transformaciones sin precedentes. Han
impactado profundamente en la sociedad, la cultura y la economía, alterando la
forma en que las personas se comunican, trabajan, entretienen, negocian y
gobiernan a nivel global. Las TIC también han impulsado aumentos
significativos en la productividad, especialmente en las economías basadas en
el conocimiento e innovación.

Según Carlota Pérez, la humanidad se encuentra en un "punto de viraje" en


una transformación tecnológica sin precedentes. Este período de transición
está marcado por inestabilidad, incertidumbre y cambios en las instituciones
establecidas, como escuelas y gobiernos.

En este contexto, el aprendizaje a lo largo de toda la vida se presenta como un


desafío clave tanto para las personas como para las organizaciones. El
conocimiento es el motor de las nuevas economías, y el aprendizaje constante
se convierte en un factor crucial para el crecimiento económico y el éxito de las
naciones.

En el ámbito organizacional, las estructuras se vuelven más simples, pero los


puestos de trabajo se vuelven más complejos, centrados en el talento y la
innovación. La gestión del conocimiento y las habilidades multifuncionales se
vuelven esenciales.

En el ámbito educativo, la transición hacia una "era del conocimiento" ofrece


una oportunidad importante. Las escuelas históricamente han estado centradas
en la "gestión del conocimiento". Los profesores son trabajadores del
conocimiento, y los estudiantes están dedicados a aprender a lo largo de sus
vidas. Los sistemas escolares cuentan con una variedad de recursos de
conocimiento, incluyendo materiales digitales.

El desafío transformador en la educación se resume en tres cambios


paradigmáticos:

De "educación como industria" a "educación como servicio (de proximidad)".

De "escuelas que enseñan" a "escuelas que aprenden".

De "asociacionismo" a "constructivismo" en el proceso de aprendizaje.

Estos cambios están revolucionando el panorama educativo contemporáneo.

En una experiencia de trabajo de campo con el maestro Paulo Freire, el autor


aprendió que la educación es un servicio de proximidad, donde las
comunidades tienen la energía interior para abordar problemas humanos
complejos. Los educandos son el recurso principal en este proceso formativo y
no deben ser vistos como meros consumidores de productos educativos. La
educación dialógica, propuesta por Freire, se centra en la relación entre la
persona y la comunidad, donde se descubre la materia primaria para el
aprendizaje. Esto contrasta con el paradigma de "educación como industria",
que prioriza la eficiencia sobre los fines nobles de la educación.

La educación como servicio implica un cambio radical en la educación


moderna, alejándose de la "fábrica de educación" tecnocrática y burocrática.
Debe ser un servicio personalizado, respetando la diversidad y centrado en el
educando como el auténtico protagonista de su aprendizaje.

El desafío es encontrar un equilibrio entre la calidad y la cantidad en un entorno


de aprendizaje que se adapte a la sociedad del conocimiento. La educación
busca ayudar a las personas a alcanzar su máximo potencial y liberarse de las
restricciones para florecer plenamente.

La educación como servicio también implica reformar la relación entre los


servicios públicos y los ciudadanos, con un enfoque en el servicio al
educando/persona en formación. Esto requiere un cambio cultural y una
mentalidad centrada en el aprendiz.
El aprendizaje a lo largo de la vida es esencial en esta nueva era, ya que las
personas siempre están en proceso de desarrollo. La educación debe fomentar
la autopoiesis, la síntesis del arte y la búsqueda de sentido, y debe ser un
camino hacia la felicidad y la humanización.

El segundo paradigma es "escuelas que aprenden", basado en las ideas de


Peter Senge. Este enfoque destaca cinco "disciplinas" del aprendizaje
organizacional en el contexto escolar: dominio personal, visión compartida,
modelos mentales, aprendizaje en equipo y pensamiento sistémico. Cada uno
de estos elementos contribuye a la transformación de las escuelas en
comunidades de aprendizaje que promueven el crecimiento integral de las
personas y la convivencia armoniosa. Aprender a aprender es un componente
esencial en este proceso. La educación busca el desarrollo completo de la
persona y su participación activa en la sociedad del conocimiento.

El tercer paradigma en la educación, denominado "La Construcción de los


Aprendizajes", busca superar las limitaciones de la educación tradicional y las
fuerzas económicas que han influido en la educación en las últimas décadas.

En el pasado, el paradigma educativo se basó en un modelo industrial, que se


centraba en la idea de la enseñanza como una serie de operaciones repetitivas
y la práctica constante. Sin embargo, las innovaciones tecnológicas, como la
radio, la televisión y las computadoras, no pudieron cambiar significativamente
este enfoque pedagógico.

Hoy en día, estamos en medio de una transición desde este modelo industrial
hacia una "edad del conocimiento". Esta transición es impulsada por la
globalización y la segmentación cada vez mayor de los servicios educativos. En
esta nueva era del conocimiento, se busca alcanzar la unidad de los saberes y
superar la división entre las disciplinas.

El paradigma de la "sociedad educativa" se propone como un camino para


superar las limitaciones de los paradigmas anteriores. En esta sociedad
educativa, se busca la unidad y continuidad del aprendizaje, y se enfatiza la
construcción de sentido y de inteligibilidad. Se reconoce que el aprendizaje no
es simplemente una asociación de conocimientos, sino una actividad compleja
que implica la razón, la emoción, y la construcción activa de representaciones
mentales.

La sociedad educativa promueve la idea de que las personas son sujetos


constructores de su conocimiento y que el aprendizaje es una actividad
interpretativa e inferencial. Se enfatiza el papel de las competencias de
autorregulación del aprendiz, incluyendo las competencias metacognitivas,
metaemocionales, metamotivacionales y metasociales.

En resumen, el paradigma de la sociedad educativa busca transformar la


educación en un proceso centrado en la construcción activa del conocimiento
por parte de los estudiantes, promoviendo la autonomía y la competencia en el
aprendizaje. Se aleja de los enfoques tradicionales basados en la repetición y
el control, y abraza la idea de que el aprendizaje es un proceso continuo y
significativo en la vida de las personas.

En una reunión plenaria de un grupo de estudios ambientales que abarca todas


las edades, se explora un futuro donde los ambientes inteligentes de
aprendizaje social son la norma. Dirigidos por un mentor, los participantes
trabajan en un espacio similar a un hotel, con horarios flexibles. La tecnología
facilita la colaboración y la comunicación, permitiendo que los miembros se
sincronicen con el ambiente y entre ellos. Se presentan ejemplos de cómo se
lleva a cabo el aprendizaje y cómo el ambiente se adapta a las necesidades de
cada individuo.

El relato también plantea preguntas sobre si las tecnologías de la información y


la comunicación (TIC) pueden motivar a las personas a aprender de manera
continua y cómo se puede incluir a aquellos con menos calificaciones en este
nuevo paradigma. Además, se destaca la idea de que el aprendizaje puede
ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar.

Finalmente, se aborda la noción de un nuevo contrato social en una sociedad


educativa, donde se equilibren los derechos y deberes individuales y colectivos,
y se promueva la participación ciudadana y el aprendizaje. El diálogo se
presenta como un componente esencial de esta visión de una educación
liberadora y un contrato social basado en la justicia y la equidad.

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