Bienvenido al curso de Nuevas Teorías de la Administración Pública.

El curso está
diseñado para que comprendas en forma práctica, puntual y clara cada uno de los
contenidos.

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El objetivo de la lección 1, es conocer los procesos de reforma que postula la Nueva
Gestión Pública para conocer los beneficios potenciales de su implementación. Los
objetivos particulares del curso son:

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• Cognoscitivo. Conocer el contexto histórico en el que se desarrolla el modelo de
administración tradicional y el surgimiento de las nuevas teorías.
• Procedimental. Reconocer los elementos contextuales que dieron paso a la
formulación de la Nueva Gestión Pública.
• Actitudinal. Desarrollar la capacidad de interpretar la evolución de la
administración pública hacia propuestas que transforman la figura del Estado.

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La agenda de nuestra primera lección es:

1. El Estado Benefactor y la Administración Pública Tradicional

2. La Nueva Gestión Pública

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Entre 1940 y 1970, el Estado se dirigía bajo el modelo de Estado Benefactor,
concentrando la mayoría de las decisiones políticas, económicas y sociales;
centralizando servicios sociales como educación y salud; otros sectores como el
energético, el industrial, el de transportes y de comunicaciones; la banca; la
generación del empleo y los sistemas de jubilaciones, por mencionar algunos
(Portilla:2005). Este modelo se ubica dentro de la administración pública tradicional
(Cabrero:1997).

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Autores como Asa Briggs definen el Estado Benefactor, como un modelo que
pretendía garantizar el bienestar económico de la población a través de políticas
como seguridad social y mejores prestaciones a través del Estado. Por su parte,
Ernesto Isuani (1991), lo define como el conjunto de instituciones públicas
supuestamente destinadas a elevar la calidad de vida y a reducir las diferencias
sociales ocasionadas por el funcionamiento del mercado.

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Para IEXE Escuela de Políticas Públicas, el modelo de Estado Benefactor se define
como un sistema basado en la intervención del Estado que buscaba garantizar el
bienestar de la población mediante políticas redistributivas. Estas políticas se
identificaron en rubros como: 1) servicios públicos, 2) transferencias sociales de
fondos públicos a ciudadanos, e 3) intervenciones normativas mediante las cuales el
Estado intentaba consolidar el bienestar ciudadano. Dando sustento al nuevo
momento histórico (Laufer & Burlaud:1988).

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El Estado Benefactor postulaba que ningún individuo podía estar por debajo del nivel
mínimo de bienestar y si los individuos no tenían los medios suficientes para lograr
este propósito, era responsabilidad del gobierno proporcionarlos, asumiendo la
responsabilidad. Sin embargo, más adelante estas políticas generaron cambios
negativos en las relaciones sociales.

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En los 70´s, la administración pública tradicional presentó diversas fallas estructurales
y funcionales, ocasionadas por el desmedido intervencionismo del Estado en la
economía. Entre estas aparecen:

1. Sobredimensionamiento del Estado

El incremento de dependencias y entidades públicas generó que el aparato de

gobierno se sobredimensionara (Medina: 1998).

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2. El carácter burocrático en la administración pública

La sobrecarga de funciones gubernamentales produjo otras dos problemáticas:

procesos administrativos complejos, lentos y excesivos; y que los trabajadores de
gobierno desarrollaran conductas como corrupción, favoritismo y burocratismo.

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3. La ineficiencia e ineficacia administrativa

El exceso de demandas sociales, de estructuras organizacionales públicas y de

personal que las formaba, derivó en una administración pública ineficaz e ineficiente,
ya que el aparato de gobierno gastaba más de lo que ingresaba y recurrió al
endeudamiento público como alternativa de financiamiento gubernamental.

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4. El paternalismo estatal

El Estado Benefactor se convirtió en una administración pública paternalista, que

proveía bienes y servicios demandados por la sociedad de manera única. Lo que
añadió otro problema, ya que el Estado se comportaba de manera asistencialista y no
motivaba la corresponsabilidad social; es decir, la sociedad permanecía pasiva y
estática esperando recibir los apoyos gubernamentales.

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5. Falta de legitimidad gubernamental

El intervencionismo estatal del gobierno alcanzó altos niveles de falta de legitimidad a

causa de vicios con los que operaba la administración pública, produciendo
desconfianza de la sociedad en los gobernantes.

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6. Crisis fiscal de la administración pública tradicional

Como consecuencia de los desajustes macroeconómicos y el sobreendeudamiento

público generado por las fallas estructurales y funcionales del gobierno se produjo
una crisis fiscal que tuvo que enfrentar el Estado Benefactor.

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Esta debacle tuvo significados negativos para muchos países de América Latina como
Argentina, Nicaragua, Perú, Bolivia, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Chile
(Ruíz:1988). Lo paradójico de este contexto, es que Estados latinoamericanos como
Brasil, México y Colombia habían alcanzado cierto éxito en los 70´s, pero una década
después, tenían un comportamiento económico decepcionante (Villareal: 1988)

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Hasta aquí hemos podido observar como la administración pública tradicional
operada por el Estado Benefactor tuvo su periodo de legitimidad a partir del criterio
de servicio y del interés público, sin embargo, a partir de la figura de centralizadora,
burocrática, y poco eficaz, este sistema entró en una crisis que motivó la búsqueda de
un nuevo sistema de respuestas para la sociedad provistas desde el Estado. En el
siguiente tema revisaremos como esta coyuntura dio paso a la Nueva Gestión Pública
(NGP).

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