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Responsabilidad Civil

por daño ambiental

Goicochea Chávez, Braiam Yosef


López García, Jhon Alexander
Yalán Gonzáles, Milagros Elizabeth
Yopla Carmona, Alexandra Milagros
Sección 1

Introducción
bhyvuyvui
Sección 2

Aspectos
Generales
Si bien la política ambiental se encuentra dirigida a la prevención de daños
ocasionados al ambiente; cuando la circunstancia así lo determine, y los
impactos no pueden evitarse, las normas de responsabilidad ambiental
procuran que el responsable del daño asuma las consecuencias de sus
acciones. Esta regla de reparación se inspira en el principio “contaminador-
pagador” o “quien contamina paga” del derecho ambiental internacional, cuya
finalidad es corregir las externalidades negativas del mercado asignando los
costos de remediación al sujeto generador del daño. (Wieland, 2017)

1. DAÑO AMBIENTAL:

El daño ambiental hace referencia a la perdida, disminución o menoscabo en


uno o más componentes del ambiente. La causa puede ser natural, como una
explosión volcánica que afectaría la calidad del agua de un rio; o humana,
como el caso de un derrame de hidrocarburos que puede destruir un hábitat
natural.

Lo que diferencia al daño ambiental de los daños patrimoniales es


básicamente: su perduración en el tiempo; su colectividad; la lesión de forma
paulatina y lenta a los elementos naturales; la identidad del sujeto
contaminador, que en muchos casos retrasa, y hasta complica el proceso de
restauración; afectación no solo a las generaciones presentes, sino también
futuras; y en algunos casos, las consecuencias pueden afectar a países
vecinos. (Wieland, 2017citando a López & Ferrero, 2006)

La Ley N° 28611, Ley General del Ambiente, define al daño ambiental como:
<<todo menoscabo material que sufre el ambiente o alguno de sus
componentes, que puede ser causado contraviniendo o no una disposición
jurídica, y que genera efectos negativos actuales o potenciales>>. De esta
definición se puede resaltar los siguientes elementos del daño ambiental:

- Menoscabo material real: Si bien la Ley General del Ambiente no establece


la intensidad de la gravedad; cualquier menoscabo puede calificarse como
daño al ambiente, pues no se excluyen los impactos o afectaciones leves o
insignificantes.
- Supone efectos negativos al ambiente o sus componentes: Para que se
configure un daño ambiental no basta que los impactos sean ciertos, sino
que dichos impactos deben generar una alteración o efecto negativo.

- Efectos negativos actuales o potenciales: En otras palabras, los efectos


negativos del daño ambiental no necesariamente deben ser inmediatos y
actuales, sino que sus consecuencias también potenciales o futuras.

- Puede ser causado cumpliendo o no con disposición jurídica vigente: Para


que se configure el daño ambiental no es necesario que se haya vulnerado
una norma vigente. Algunos autores critican el hecho de que quienes
operan dentro del marco de la ley deban responder por daños ambientales
que el ordenamiento ha tolerado como daños autorizados. (Wieland, 2017)

El derecho ambiental cuenta con distintos mecanismos de protección, tanto en


el derecho público como privado, frente a la ocurrencia del daño ambiental. En
nuestro sistema jurídico ocurren distintos regímenes de responsabilidad, ya sea
civil, administrativa o penal; siendo que estos no son excluyentes y podrían
aplicarse a los mismos hechos, sin que se trasgreda el principio non-bis-ídem,
es decir, que no se sanciones dos veces a una persona por los mismos
hechos.
Sección 3
Responsabilidad
civil por el daño
ambiental puro y
el Código Civil
1.DAÑO AMBIENTAL PURO

El daño, específicamente -ambiental-, según Jorge Bustamante “es toda lesión o


menoscabo que atente contra la preservación del entorno –constituido por los
recursos naturales vivos, inertes, culturales materiales e inmateriales–, en tanto
influya en la calidad de vida, desde el punto de vista del interés humano” 1

El Derecho peruano exige que se produzca un menoscabo material en el


ambiente para que se verifique un daño ya que, sin este, no cabe atribuirle
responsabilidad a persona alguna. En concordancia en los artículos 1969 y 1970
del Código Civil, que, en materia de responsabilidad civil extracontractual, exige
la existencia del daño y la verificación del mismo para que se pueda exigir la
reparación.

Segundo, que el daño ambiental según el artículo 142.2 de la LGAMB es la


generación de efectos negativos actuales o potenciales. Es decir, incluye no sólo
los efectos actuales del menoscabo, sino también los efectos potenciales del
menoscabo. Es de recalcar, porque en este error han incurrido algunas
autoridades, que lo potencial no está referido al menoscabo, sino a los efectos de
éste. El menoscabo debe ser cierto.

Finalmente, la consecuencia jurídica atañe sólo al costo de las medidas de


prevención y mitigación de daño, pero no se refiere a las de restauración,
rehabilitación, reparación o compensación en términos ambientales ni demás
indemnizaciones a que pudiera dar lugar el daño generado sobre el ambiente.
Desde el punto de vista de Lorenzo del Puente:

La interpretación correcta del supuesto de hecho de este apartado debe ser


restrictiva, en virtud del contexto en que se inserta la norma. Es decir, lo que la
Ley quiere indicar bajo el concepto singular de “responsabilidad por daños
ambientales” sólo tiene lugar y efecto, cuando se trata de daños ambientales
puros. No incluye otro tipo de daños –daños a la calidad de vida, a la salud o al
patrimonio–, aun cuando éstos hubieran sido causados por medio o a través de
un daño ambiental.

1
Brunke, hace referencia a Jorge Bustamante en su artículo “RESPONSABILIDAD POR EL DAÑO
AMBIENTAL PURO Y EL CÓDIGO CIVIL PERUANO. Lima: Themis. p. 296.
Por añadidura, la misma LGAMB distingue, en su artículo 74 2, entre la
responsabilidad general de los titulares de operaciones y la responsabilidad por
daño ambiental especificada bajo el Título IV, Capítulo 2.

2. RESPONSABILIDAD CIVIL Y EL DAÑO AMBIENTAL PURO


En el Código Civil la reparación del daño se fundamenta en los conceptos de
legitimación y titularidad, respecto a derechos subjetivos, enfocándose hacia la
protección de situaciones particulares. Pero que, a nuestra consideración, las
disposiciones del Código Civil no fueron pensadas para la protección del medio
ambiente, ciertamente; y, menos aún para enfrentar la reparación del daño
ambiental puro.
Sin embargo, Vincent Rebeyrol señala que, <<el Derecho de la responsabilidad
civil permite aportar una cierta respuesta a los daños ambientales individuales,
en particular, a través de la -teoría de los problemas de vecindad 3- que
justamente ha sido construida por la jurisprudencia para analizar este tipo de
daños específicos. Ciertamente, esta respuesta puede y debe ser mejorada, a lo
cual el Derecho ambiental puede contribuir>>
Asimismo, el artículo VIII del Título Preliminar de la LGAMB, bajo el epígrafe “Del
principio de internalización de costos” establece que “toda persona natural o
jurídica, pública o privada, debe asumir el costo de los riesgos o daños que
genere sobre el ambiente. El costo de las acciones de prevención, vigilancia,
restauración, rehabilitación, reparación y la eventual compensación,
relacionadas con la protección del ambiente y de sus componentes de los
impactos negativos de las actividades humanas debe ser asumido por los
causantes de dichos impactos”4. Antes que llegar a la reparación la LGAMB
propone la prevención los daños, de tal manera que la industria está obligada a
tomar acciones y asumir los costos de prevención, para, de esa manera, no
trasladar los costos de reparación a la sociedad.

2
Artículo 74.- De la responsabilidad general Todo titular de operaciones es responsable por las
emisiones, efluentes, descargas y demás impactos negativos que se generen sobre el ambiente, la salud
y los recursos naturales, como consecuencia de sus actividades. Esta responsabilidad incluye los riesgos
y daños ambientales que se generen por acción u omisión.
3
Hoy, el Código Civil –al igual que en su momento lo dispuso el Código de 1936–, contiene disposiciones
que protegen a los ocupantes de inmuebles de molestias causadas por sus vecinos. Se les protege,
porque, entre otros aspectos, son perjudicados en su sosiego y salud. Se les protege de todo aquello que
exceda de la tolerancia –concepto, como vimos arriba, indispensable para el Derecho ambiental– que
mutuamente se deben los vecinos
4
Véase en la Ley General del Ambiente LEY N.º 28611
3.LA REPARACIÓN, EL RESTABLECIMIENTO Y LA INDEMNIZACIÓN
En el artículo 1985 del Código Civil, la indemnización comprende las
consecuencias derivadas del hecho que generó el daño, incluyendo:
(i) lucro cesante, (ii) el daño a la persona; y, (iii) el daño moral; la LGAMB
dispone que el causante del daño está obligado a reparar: (i) los daños
ocasionados por el bien o la actividad riesgosa y los que correspondan a una
justa y equitativa indemnización, (ii) los de la recuperación del ambiente
afectado; y, (iii) los de ejecución de las medidas necesarias para mitigar los
efectos del daño y evitar que éste se vuelva a producir; por lo que estaríamos
ante un régimen especial. [ CITATION Lor11 \l 10250 ]

4.EL REPLANTEAMIENTO DEL NEXO CAUSAL


En el artículo 1970 del Código Civil dispone que <<aquel que, mediante un bien
riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa,
causa un daño a otro, está obligado a repararlo”. Por lo que de aquí se
desprende que la responsabilidad por el daño ambiental generado mediante un
bien riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o
peligrosa, es objetiva. Es decir, que ni la culpa ni el dolo serán factores tomados
en cuenta para atribuir responsabilidad; bastará que se compruebe la relación
causal entre el daño ambiental y el causante del daño, y que se demuestre que
la actividad o bienes que causaron el daño son peligrosos para que se origine la
obligación de reparar. Así Brunke menciona que,
“[…] resulta, pues, que en los casos de responsabilidad objetiva se aplica el
fundamento del riesgo creado, por lo que quien haya causado el daño
responderá a pesar de no tener culpa o dolo, a menos que se verifique algún
supuesto de ruptura del nexo causal”
Sin embargo, existe otro modelo teórico de riesgo, el del llamado riesgo integral.
A diferencia de la responsabilidad objetiva fundada en el riesgo creado, este
modelo no admite eximentes tales como el normal ejercicio de un derecho, el
caso fortuito o la fuerza mayor. Para casos específicos, algunos tribunales ya
han adoptado el sistema de responsabilidad civil extracontractual por riesgo
integral, mediante el cual se rigen algunas actividades extremadamente
riesgosas o capaces de producir daños muy graves o irreversibles. Este sistema
presume el nexo causal entre el bien o actividad riesgosos y los probables
daños.
Brunke, cita al español Albert Ruda, quien desarrolla este tema ampliamente y,
por ejemplo, indica que la House of Lords ha entendido ya –en un caso de daños
por inhalación de asbesto– que, si la prueba del nexo causal es científicamente
imposible, no cabe exigirla al demandante. Y añade que este criterio podría
generalizarse, también, para los daños ambientales puros. Donde, para este
autor –en materia de nexo causal– ya no estaríamos hablando propiamente de
una cuestión de hecho, como lo es la causalidad física, sino de una cuestión de
Derecho.
Asimismo, en el Perú no estuvo muy lejos de asumir este sistema para los daños
al ambiente. Cabe hacer mención, el artículo 147 del Proyecto de LGAMB que
llegó al debate en el pleno del Congreso de la República, bajo el título “De la
carga de la prueba” decía lo siguiente:
“Si por los antecedentes del caso o las responsabilidades legales atribuidas, el
daño ambiental pudo haber sido originado por una acción o hecho atribuible a un
agente, se presumirá la relación de causalidad entre éste y el daño ambiental. El
descargo corresponde al agente”. [ CITATION Lor11 \l 10250 ]
El texto de la LGAMB fue aprobado con la eliminación de dos artículos de la
versión original que entró al debate en el pleno, uno de ellos contenía esta
disposición. Ésta intentó ser una norma de excepción, porque la regla general es
que no se invierte la carga de la prueba. Lo mismo reconoce la Directiva
2004/35/CE de la Unión Europea; sin embargo, deja abierta la posibilidad de que
cada país, al transponer las disposiciones de aquella a su Derecho interno,
inclúyala presunción de existencia del nexo causal.

5.UN PLAZO DE PRESCRIPCIÓN DISTINTO


Es menester mencionar el inciso 4 del artículo 2001 del Código Civil establece
que “prescriben, salvo disposición diversa de la ley […] los dos años, la acción
de anulabilidad, la acción revocatoria, la acción indemnizatoria por
responsabilidad extracontractual y la que corresponda contra los representantes
de incapaces derivadas del ejercicio del cargo” 5
5
Inciso modificado por el Artículo Único de la Ley Nº 30179, publicada el 6 de abril de 2014. Texto
anterior a la modificación: “4.- A los dos años, la acción de anulabilidad, la acción revocatoria, la que
proviene de pensión alimenticia, la acción indemnizatoria por responsabilidad extracontractual y la que
Según lo entiende la doctrina mayoritaria, la acción prescribe, pasado dos años
contados desde el momento en que la víctima conoce del daño. Sin embargo,
cabe preguntarnos si esta prescripción es suficiente, esto es, especialmente
importante en lo ambiental porque el daño a veces ocurre de manera oculta a los
ojos del hombre y es casi imposible de determinar.

corresponda contra los representantes de incapaces derivadas del ejercicio del cargo”
Sección 4
Responsabilidad
por el daño
ambiental en el
Perú
La responsabilidad civil en el Perú está sustentada en dos grandes columnas
vertebrales:
1. EL SISTEMA SUBJETIVO DE RESPONSABILIDAD CIVIL
EXTRACONTRACTUAL:

Es aquella responsabilidad civil positivizada en el artículo 1969 del Código Civil,


basada en la culpa (entendida como las acciones que se han realizado o con
dolo o con culpa), elemento que diferencia al sistema subjetivo, además es
requisito obligatorio para el deber de indemnizar. Siendo así que nuestro
sistema reconoce al culpable como el responsable de soportar el peso
económico del daño causado, y en caso este culpable sea la propia víctima o
haya ausencia de culpables, pues no se ostentará de este derecho. Para este
sistema sólo son relevantes los actos jurídicamente reprochables, mas no
cualquier producción de daño; es así que podemos incluir a la responsabilidad
civil ambiental siempre y cuando el victimario haya realizado conductas
antijurídicas.

En este sistema se considera que cuando el agente desarrolle actividades


típicamente riesgosas, es éste mismo el responsable tanta ética como
moralmente de usar la tecnología a su alcance para prevenir posibles daños
derivados de su actividad riesgosa, así como gozar de los beneficios que trae
consigo el desarrollo de su actividad pese a someter a los demás a los riesgos
que esto conlleva. Sabemos entonces que, los mecanismos de prevención de
daños no están al alcance de la víctima ni tampoco es ésta quien goza de los
beneficios de estas actividades a menos que la víctima sea la dueña del
negocio peligroso. Este sistema considera que, si se han producido daños en
ejercicio de un derecho, estos no generan el deber de indemnización, sin
embargo, no explica más sobre esto, generándose un vacío y un riesgo al
momento de responsabilizar civilmente por daños ambientales. Otro problema
es que el Código Civil no establece si la culpa debe ser subjetiva u objetiva, lo
que puede generar ambigüedades al momento de determinar la
responsabilidad de los agentes.
2. EL SISTEMA DE RESPONSABILIDAD POR RIESGO CREADO:

Esta responsabilidad se encuentra positivizada en el artículo 1970 del Código


Civil. Este sistema responde a la teoría objetiva de la responsabilidad civil
extracontractual, con la diferencia que agrega en ella ciertos elementos
subjetivos, lo que la hace racional frente a la teoría mencionada. Su
fundamento radica en la equidad, manifestando así que quien conoce que está
introduciendo un riesgo de daño y lo peligroso de la actividad que lo genera,
será quien deba responder económicamente por los daños causados que él
mismo ha creado, sosteniéndose en la idea de justicia que incorpora. Entonces
los requisitos para tener responsabilidad son la conducta riesgosa del agente y
la generación de daños derivados de estas actividades. La laguna de este
sistema radica en que es exigible la previa existencia de una conducta que
generen daños, dejando fuera a aquellos que por sí mismos, sin necesidad de
previa conducta, generan daños, para ello se consideran importantes los
Estudios de Impacto Ambiental que nos llevan a considerar que cuando se les
exige a aquellas actividades este estudio, son por tanto actividades
intrínsecamente peligrosas.

3. EL ABUSO DEL DERECHO:

Esta institución es el límite de la ausencia de responsabilidad en el ejercicio de


un derecho, y se manifiesta cuando el titular de un derecho elige la forma más
gravosa de ejercerlo; entonces se analiza el caso y si se presenta este
supuesto, entonces se manifiesta la responsabilidad de reparar los daños
producidos. Por lo tanto es importante mencionar que en el primer sistema, si el
ejercicio de este derecho ha sido ejercido de forma antisocial o abusiva si
habrá responsabilidad, en cambio si nos remitimos al segundo sistema, no
importaría si el daño producido ha sido consecuencia del ejercicio regular de un
derecho o no, lo que interesa es el conocimiento de que la conducta del agente
conlleva la generación de daños, sin embargo en este sistema si se ha ejercido
regularmente este derecho no hay responsabilidad, sea o no que se haya
previsto poder ejercerlo de manera menos gravosa y antisocial, porque en este
caso el agente ya no podría valerse de esta eximente.

Ojo que esta institución es autónoma y no necesita entonces de la aplicación


previa de alguno de los sistemas de responsabilidad civil extracontractual, por
sí sola castiga o deteniendo el ejercicio abusivo del derecho o exigiendo la
indemnización de los daños causados.

4. EL FRAUDE A LA LEY:

Esta institución es conocida como la burla a una norma jurídica, usando otra
aparentemente aplicable para evitar las consecuencias que trajo la violación de
la primera, sin embargo, aunque nuestro Código Civil no ha regulado la
solución a esta acción, si se ha manifestado por medio de la jurisprudencia
aplicando de igual manera las consecuencias de la violación de la norma que
pretendía burlarse y haciendo ineficaz el acto fraudulento. Empero, no todos los
actos aparentemente vestidos de fraude a la ley lo son, para ello es el juez
quien debe establecer si nos encontramos ante esta institución o por el
contrario nos encontramos ante el ejercicio de la libertad concedida por nuestro
texto constitucional: nadie esta obligado a hacer lo que la ley no manda ni
impedido de hacer lo que ella no prohíbe. Por ello es importante tener en
cuenta esta institución al momento de pretender responsabilizar la presunta
licitud de un daño ambiental, para poder detectarla y exigir la indemnización.

5. LIMITACIONES POR RAZÓN DE VECINDAD:

Si bien tiene relación con la Responsabilidad Civil, se encuentra regulada en la


sección de Derechos Reales en el artículo 961, y se manifiesta con la
prohibición de generar daños al predio vecino en ejercicio de realizar
actividades dentro del predio propio, pero excediendo la tolerancia de los
vecinos, en caso ocurra esto, es exigible la indemnización y el cierre o retiro de
la obra. Para esto, se debe observar los límites establecidos por los respectivos
reglamentos y a falta de éstos ponderar la preservación de la salubridad de los
predios vecinos. Esta limitación debe ser aplicable a temas ambientales con el
fin de salvaguardar los ecosistemas usufructuados por varias actividades y/o
usuarios.

6. RESPONSABILIDAD POR RUINA DEL EDIFICIO:

Se encuentra regulada en el artículo 1980 y expresa la responsabilidad del


propietario con respecto a su edificio, en caso éste se derrumbe a
consecuencia de la falta de conservación o de una falta en su construcción, lo
que supone negligencia por parte del dueño y lo responsabiliza por los daños
que la caída del edificio traiga consigo, sin importar quién lo construyó ni el
grado de conocimiento de la falta en la construcción del propietario; lo cual
advierte al propietario a tomar la medida de optar por un seguro de
responsabilidad por ruina de edificio para prevenir que recaiga en él todo el
peso económico sólo por el hecho de ser propietario. Esta responsabilidad bien
podría ser recogida cuando se ha dado la caída de edificios que han generado
pérdidas patrimoniales y personales, además de destrucciones ecológicas;
como es el caso de las canchas de relaves.

7. PRINCIPIO CONTAMINADOR-PAGADOR

Aprobado en la conferencia de las naciones unidas sobre el medio ambiente y


el desarrollo en 1992.

Éste principio postula que ´´ el que contamina debe pagar ´´. Teniendo en
cuenta que el ´´contaminador´´ no solo es el que contamina sino aquel que
causa deterioro o degradación del medio ambiente.

Se desconoce de algún fallo judicial a través del cual se pueda cuadrar algún
precedente relativo a la interpretación que corresponde atribuirle al principio
recogido en el Código del Medio Ambiente. Por lo tanto, este como otros tantos
temas conciernen a la responsabilidad civil ambiental. Se requiere un idóneo
desarrollo legislativo del principio que regule con propiedad las
responsabilidades ambientales del contaminador.
8. SUPUESTOS QUE GENERAN LA OBLIGACIÓN DE REPARAR

Bajo los sistemas de responsabilidad civil extracontractual del código civil


existe el deber de reparar los daños causados al ambiente sean producidos por
dolo o culpa o consecuencia de un riesgo introducido por el agente.

Primer problema, tanto del artículo 1969 como el 1970 del código civil parece
desprenderse que la obligación de agente es reparar a la víctima y no de
reparar el daño. En ambos sistemas de responsabilidad civil es preciso haber
causado un daño a otro para que se origine el deber de reparar. Otorgando el
derecho a ser indemnizado en sentido posesivo. Indemnizarlo, repararlo
quedan en prima facie, excluidos del deber de reparar aquellos daños que por
su naturaleza no afectan el interés individual, sino lo contrario como en los
casos de daños ambientales, en los que fundamentalmente se afecta intereses
colectivos.

El ordenamiento jurídico peruano sí reconoce y constitucionalmente, los


derechos de naturaleza colectiva, Particularmente ligados al concepto de
calidad de vida se encuentran ligados una serie de derechos de naturaleza
colectiva o social. Tales son los casos de los derechos al trabajo; salud pública;
a la educación; a la seguridad social; a la identidad étnica y cultural; a la
sindicalización; al consumo; al sufragio y al medio ambiente saludable. Todos
estos derechos tienen un correlato individual, pero su verdadera dimensión es
colectiva. No es prudente asimilar el interés colectivo al interés individual como
si ambos respondieran a la misma naturaleza jurídica.

Opciones que ofrece la falta de claridad de los artículos 1969 y 1970 del código
civil son:

a) Necesidad de integración: La intención del legislador no fue dejar fuera


ciertos casos que pudieran afectar intereses colectivos. El auge del Derecho
Ambiental en el Perú se inicia prácticamente con la expedición del Medio
Ambiente y Recursos Naturales del año 1990.
Se trata de la afectación de intereses colectivos tutelados por el
ordenamiento jurídico nacional. El juez que conociera del tema tendría que
interpretar que el otro – la víctima puedes ser el agraviado tano
individualmente como colectivamente y que el deber de ´´indemnizarlo´´ o
´´repararlo´´ se aplica tanto si el agraviado es individualmente como si no lo
es.

b) Discriminar los sistemas de responsabilidad: La intención del legislador


es que los casos particulares sean regulados con leyes especiales prueba de
esto sería el Anteproyecto de la sección relativa a la responsabilidad civil
extracontractual recogidos en el código civil.

Derivado del trato equivalente en el código civil concede a ambos sistemas de


responsabilidad civil, el aquiliano y el riesgo creado.

Para ambos sistemas no hay responsabilidad en el ejercicio regular de un


derecho, legítima defensa, daño a bienes por estado de necesidad.

El sistema de responsabilidad por riesgo creado recogido por el código civil no


es más que una consagración legal heroica pero inútil del legislador.

No hay responsabilidad en los sistemas subjetivos y de riesgos cuando el


daño es consecuencia de un estado de necesidad.

Es importante generar una discusión que facilite la generación de iniciativas


legislativas orientadas a resolver estas dudas.

9. LEGITIMIDAD NECESARIA PARA PROMOVER UNA ACCIÓN DE


REPONSABILIDAD CIVIL AMBIENTAL

Para lograr una reparación civil por daños ambientales es preciso recurrir a los
tribunales.

El artículo VI del título preliminar del código civil no concede acción para la
defensa de intereses difusos. En respuesta a esta defensa legal el código de
medio ambiente dispuso en el artículo III de su título preliminar que toda
persona tiene derecho a exigir una acción rápida y efectiva ante la justicia en
defensa del medio ambiente.
También, es justo reconocer que desde la promulgación del código del medio
ambiente ya que el ordenamiento jurídico nacional no solo reconoce el derecho
sustantivo de toda persona de gozar de un medio ambiente saludable, sino el
interés de toda persona de defenderlo.

Tener legítimo interés no constituye el único requisito para ejercitar o contestar


una acción, también es preciso tener legitimidad para obrar, se entiende que
existe legitimidad para obrar cuando las partes en la relación jurídica procesal
son las mismas que en la relación jurídica sustantiva, por consiguiente, la
relación jurídica procesal se encuentra bien constituida.

No obstante, el código penal procesal civil ha deshecho con una mano lo que
hizo con la otra, en el artículo 82 limita y hasta contradice su presunción de
legitimidad para obrar en defensa de intereses difusos al establecer que
pueden promover o intervenir el patrocinio de intereses difusos del Ministerio
Público, esto constituye una absurda desnaturalización del legítimo interés para
obrar consagrado en el artículo III del Título Preliminar del Código del Medio
Ambiente.

Una de las soluciones sería la de designar a algún fondo para la conservación


del medio ambiente como destinatario final de la reparación que se ordene
pagar, un ejemplo sería PROFONANPE, el objetivo sería otorgarle los recursos
financieros necesarios para reparar los perjuicios o compensarlos con otras
prestaciones.

10. TIPOS DE DAÑOS QUE PUEDEN SER INDEMNIZADOS

El artículo 1985 del código civil dispone que debe existir una relación de
casualidad adecuada entre el hecho y el daño producido, en el ordenamiento
jurídico peruano el nexo causal entre el hecho y el daño no se presume.

Con el objetivo de lograr la efectiva aplicación del principio precautorio, algunos


países han adoptado el sistema de responsabilidad extracontractual por riesgo
extracontractual por riesgo integral, se rigen algunas actividades algunas
actividades extremadamente riesgosas y posibles daños.
Existen también daños futuros, son aquellos que no se ha producido aún pero
que van a producirse más adelante, en algunas ocasiones se denominan daños
futuros, la situación de los daños ambientales puede ser aún más compleja,
esto sucede cuando varias empresas mineras contaminan el mismo rio. Bien
puede ser que cada una de ellas se encuentre cumpliendo con los límites
máximos permisibles establecidos por la legislación.

En materia de la responsabilidad derivada de la inejecución de obligaciones, en


ningún caso el deudor responde por consecuencias inmediatas o indirectas de
su inejecución y más aún si actuó con culpa leve su responsabilidad se reduce
a aquellas consecuencias que pudieron preverse al tiempo en que la obligación
fue contraída.

Sección 5

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