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1. Revocación, nulidad, falsedad, y caducidad de las disposiciones testamentarias.

1.1 Revocación:
1.1.1. Revocación en el derecho común: la revocación es un modo de extinguir una
relación jurídica. No se puede hacer que en contratos bilaterales ambas partes
pacten de antemano que sólo una de ellas tendrá derecho a revocar. Puede
ser autorizada por la ley o por la voluntad de las partes. Ejemplos son el
testamento, el mandato. La revocación opera ex nunc, para futuro, desde la
manifestación de la voluntad de revocación.

La revocación debe ser, en sí, total o parcialmente, de un testamento. De


donde se infiere que, además de los requisitos formales, el acto revocador
debe reunir todos los requisitos, formales y materiales o de fondo, exigibles al
testamento. Además, no existe una vinculación entre la tipología de los
testamentos a efectos revocatorios: basta con que el testamento revocado
sea un testamento eficaz, con independencia de que sea abierto o cerrado,
etc., para que la disposición anterior quede sin efecto”.

1.1.2. Revocación Testamentaria: La revocación consiste en la decisión del testador


de privar de eficacia al testamento válidamente celebrado, y por lo que se
vuelve ineficaz porque su autor así lo decide para otorgar otro testamento.

El carácter revocable del testamento esencial, responde a que son inherentes


a su concepto: el carácter unilateral del testamento en relación con el hecho
de no producirse sus efectos hasta la muerte del testador y la nota de que el
testamento recoge la última voluntad.

Mediante la revocación, el autor del testamento priva, total o parcialmente,


de efectos a las disposiciones sucesorias voluntarias contenidas en anterior o
anteriores testamentos, de tal suerte que lo revocado carecerá de eficacia
reguladora de la sucesión mortis causa, cuando la sucesión se abra, salvo la
cláusula en la que se hubiera reconocido a un hijo. Toda vez que el
ordenamiento jurídico establece que si se da el reconocimiento de un hijo en
una disposición testamentaria esta ya no se puede revocar, es decir no puede
dejarse sin efecto, y por lo tanto subsiste.

Respecto a las clases de revocación se establecen la revocación total y la


revocación parcial las cuales nos indican que la revocación es total cuando
priva de eficacia a todas las disposiciones por causa de muerte anteriormente
establecidas por el testador y la revocación es parcial cuando priva de efectos
a alagunas, pero no todas, las disposiciones mortis causa anteriores que
regirían de abrirse esa sucesión. Es importante indicar que todo testamento
queda revocado por el otorgamiento de otro posterior, sin embargo el
testador puede dejar vigentes algunas disposiciones como ya se estableció.
1.2. Nulidad:
A nivel doctrinario la nulidad es entendida como la “Ineficacia en un acto jurídico como
consecuencia de carecer de las condiciones necesarias para su validez, sean ellas de
fondo o de forma; o, como dicen otros autores, vicio de que adolece un acto jurídico si
se ha realizado con violación u omisión de ciertas formas o requisitos indispensables
para considerarlo como válido, por lo cual la nulidad se considera ínsita en el mismo
acto, sin necesidad de que se haya declarado o juzgado”.

Particularmente, la nulidad de los testamentos “está representada por aquellas causas


que les privan de validez. Pueden estar ocasionadas por la falta de elementos
esenciales, por los vicios de forma, por la incapacidad del testador, por vicios de la
voluntad, por la incapacidad o la indignidad del heredero, por sujeción a condición o
cargas prohibidas, por indeterminación del beneficiario, por delegación de la
designación del beneficiario, por preterición del heredero legitimario y por sustitución
prohibida del heredero”.
Relativo a la anulabilidad de los actos jurídicos, éstos “se reputan válidos mientras no
sean anulados, y sólo se tendrán por nulos desde el día de la sentencia que así los
declarase”.
1.3. Falsedad: Con origen en el latín falsĭtas, el concepto de falsedad describe la falta de
verdad o autenticidad de un objeto o individuo. Una falsedad puede consistir en una
mentira, noción que identifica a una declaración que oculta o tergiversa la realidad de
manera parcial o absoluta.
Hemos anotado el término “falsedad” en el epígrafe, ya que su noción corresponde en
gran manera a la definición de fraude descrita en el párrafo precedente.
Además, su propia definición contiene elementos aplicables a las presentes
consideraciones, en tanto que en su acepción usual representa “falta de verdad o
autenticidad”. En sentido forense, falsedad es “cualquiera de las mutaciones u
ocultaciones de la verdad, sea de las castigadas como delito, sea de las que causan
nulidad o anulabilidad de los actos, según la ley civil”.

1.4. Caducidad: La caducidad no depende de la voluntad de testador sino es la ley la que


deja sin efecto algunas disposiciones de última voluntad, siendo las cláusulas que den
lugar a la caducidad las únicas que carecerán de eficacia, pues todo lo demás
conservará su vigor.

La caducidad es una forma de ineficacia que afecta a un testamento válidamente


otorgado pero que en consideración al hecho de haberse celebrado con menos
garantías que los ordinarios, sólo es admitido durante un período excepcional o
cuando se cumplan ciertas formalidades complementarias dentro de un plazo
determinado.

Caduca la disposición testamentaria en que se deja algo bajo condición, si el heredero


o el legatario a que se refiere, muere antes de que se verifique, no obstante, no caduca
la disposición testamentaria si el testador ha nombrado heredero sustituto para el caso
en que el heredero instituido muera antes que él, o no quiera, o no pueda aceptar la
herencia. El Doctor Aguilar Guerra menciona respecto a la caducidad del testamento:
“Partiendo de un testamento perfectamente válido, puede producirse su ineficacia por
un hecho posterior, que es el trascurso de un determinado plazo de tiempo unido a la
inobservancia de una conducta positiva. En esto consiste la caducidad”.
2. La herencia condicional y a término: Las disposiciones testamentarias, tanto a título
universal como particular, podrán hacerse bajo condición.

Las condiciones impuestas a los herederos y legatarios, se regirán por las reglas establecidas
para las obligaciones condicionales. Las condiciones imposibles y las contrarias a las leyes o a
las buenas costumbres se tendrán por no puestas y en nada perjudicarán al heredero o
legatario, aun cuando el testador disponga otra cosa.
La condición absoluta de no contraer primero o ulterior matrimonio se tendrá por no puesta,
a menos que lo haya sido al viudo o viuda por su difunto consorte o por los ascendientes o
descendientes de éste. Podrá, sin embargo, legarse a cualquiera el usufructo, uso o
habitación, a una pensión o prestación personal, permanezca soltero o viudo.

La expresión del objeto de ta institución o legado, o la aplicación que haya de darse a lo


dejado por el testador, o la carga que él mismo impusiere, no se entenderá como condición,
a no ser que ésta fuera su voluntad. Lo dejado de esta manera puede pedirse desde luego, y
es transmisible a los herederos que afiancen el cumplimiento de todo mandado por el
testador, además de la devolución de lo percibido con sus frutos e intereses, si faltaren a
esta obligación.
3. El legado: Al tratar el tema de los legados, se remite a un aspecto singular y específico del
derecho testamentario, que no puede ser, necesariamente considerado dentro de esa
concepción, ya que significa la determinación de un bien concretamente identificado, para
ser asignado en beneficio de una persona, específicamente determinada también, a la cual
ya no se le va a llamar heredero sino “legatario”. El tratadista Federico Puig Peña define al
legado como “aquella disposición testamentaria por cuya virtud el causante asigna una
ventaja económica de carácter particular a aquel o aquellos a quienes desea beneficiar en
una estimación individual de la persona o sus circunstancias.” De este concepto puede
deducirse que el legado debe ser mediante una disposición testamentaria, con el objeto de
beneficiar a determinada persona asignándole una parte de su patrimonio.

Para comprender el origen de la institución jurídica objeto de la presente investigación, se


analiza lingüísticamente la palabra legado, como expone el escritor Vladimir Osman Aguilar
Guerra: “La palabra legado viene del latín alege, que quiere decir “Todo lo dispuesto en el
testamento”, ampliando el tema, el jurista Federico Puig Peña manifiesta: “Legado viene de
lege, ley, ordenación del testador que hay que respetar junto a la institución universal de
heredero. Delineada ya la significación jurídica del legado se va desarrollando a través de
cuatro modalidades que se distinguen, por el rigorismo de sus fórmulas. La primera es el
legatum per vindicationem, la modalidad más importante del Derecho romano. Era un
legado de propiedad. De este legado era una especialidad el per praeveptionem llamado así
porque tenía lugar por la palabra praecipere y que se usaba en los supuestos de pre legados,
facultándolo para tomar la cosa legada antes de proceder a la distribución del caudal
hereditario con los otros coherederos”. Según lo estudiado, el legado surge de la Ley de las
XII Tablas o Ley de igualdad romana, la cual fue una compilación de normas que regulaban la
convivencia del pueblo omano. En esta norma se establecía entre otros, el tema de las
sucesiones haciendo referencia a la sucesión testada e intestada. Gradualmente se fue
reconociendo la facultad del testador de incluir en el testamento algunos bienes que no
formarían parte de la herencia en general sino serían destinados a determinada persona.

En la actualidad tiene una extrema importancia, sobre todo por las cargas hereditarias de los
cuales se exenta a quien se le transmite un bien por legado; por las circunstancias que el
testador considere necesarias. Se considera que el legado tiene un origen histórico muy
antiguo, incluso desde que el hombre empezó a existir y se dio cuenta que al morir otra
persona dejaba sin dueño los “bienes” que había poseído durante su existencia, si le
sobrevivía la familia, ellos tendrían derecho a gozar de los mismos, de lo contrario se podía
adquirir la “propiedad” de determinada cosa por el simple hecho del fallecimiento de la
persona.
Características:
Derivado de las definiciones de legado, se establecen las principales características, a lo cual
el legista Rafael Rojina Villegas considera las siguientes:
“Primera. El legado implica siempre una disposición a título particular; por consiguiente, el
legatario adquiere cosa determinada o determinable…
Segunda. El legado implica siempre una trasmisión (sic) liberal, es decir, a título
gratuito…
Tercera. Los legados se instituyen siempre por testamento…
Cuarta. Finalmente, todo legado implica la trasmisión (sic) de un bien determinado o
determinable que puede consistir en una cosa, o en un servicio a cargo de un heredero
o de otro legatario, o de la masa de la herencia…”

4. Derecho de acrecer en la sucesión hereditaria:

5. La aceptación y la renuncia de la herencia:

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