La Prescripción.
La inacción del titular del derecho que prescribe en su nota común de ambas especies
de prescripción, en la adquisitiva de interviene otro elemento, la posesión, que no se da
en la prescripción extintiva. Sin posesión, no puede haber usucapíon aún que la inercia
y el silencio del titular del derecho sean absolutos. El hecho negativo de la inactividad
del titular basta para fundamentar la prescripción extintiva, pero, tratándose del
adquisitiva, o usucapíon, es indispensable además, considerar un hecho positivo, la
posesión del prescribiente.
Hay casos excepcionales en que el juez puede declarar la prescripción de oficio. Son
ellos:
la prescripción de la acción penal.
La prescripción de la pena.
La prescripción de carácter ejecutivo y un título.
Puede renunciarse los derechos cuando sólo miran al interés individual del renunciante
y siempre que no esté prohibida su renuncia.
Mientras la prescripción no se cumple, como no estamos en presencia de un derecho
individual, porque la prescripción no está establecida en el solo interés individual sino
en el interés total de la colectividad. De aquí que la prescripción no puede renunciarse
antes de que se cumpla el plazo. Si no fuera así, la renuncia de la prescripción sería
una cláusula común en todo los contratos; no habría acreedor que no existiera el
deudor la renuncia anticipada de la prescripción. En esta forma la institución
desaparecería, y no prestaría la utilidad que ahora proporciona.
Pero desde el momento en que la prescripción han sido ya cumplida, la situación
cambia por completo: de un derecho establecido en el interés general, se transforme en
un derecho de interés particular y la ley autorice expresamente la renuncia de la
prescripción. En ciertos casos, la prescripción puede encubrir mala fe y el legislador da
al individuo la conciencia cabal la oportunidad de renunciar a ella una vez cumplida.
Art. 2234 c.c. “ No puede renunciar a la prescripción sino el que puede enajenar”
Inoponibilidad de la renuncia del fiador ……. Art. 2235 c.c.
Personas que pueden prescribir y contra las cuales se puede prescribir …
Prescripción Adquisitiva.
Características :
Prescripción Adquisitiva.
Requisitos de la Prescripción:
I. PRESCRIPCIÓN ORDINARIA.
1 . Generalidades.
Posesión Regular: Es la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe,
aunque ésta no subsista, siendo necesaria, además, la tradición si el título invocado
para poseer es uno traslaticio de dominio.
Como la buena fe se presume, excepto en los casos en que la Ley establece la
presunción contraria (artículo 752 C.C.), quiere que, una vez cumplido el plazo legal,
al que alega la prescripción Ordinaria le bastará, por lo general, exhibir su justo título.
Forma de computar los Plazos: En vista del silencio del Legislador respecto a la
forma de computar los plazos de prescripción tenemos forzosamente que aplicar las
reglas generales, vale de los artículos 48, 49 y 50 del Código.
En otras legislaciones, como la francesa, por ejemplo, se dan glas especiales para
contar el plazo de prescripción. Sin embargo, p rece que nuestro legislador no lo creyó
necesario, ya que había das la regla general en los artículos 48, 49 y 50.
Podemos decir, en síntesis, aplicando esos artículos, que el plazo de prescripción es
continuo, corre sin interrupción incluyendo los di domingo y los que sean feriados
legales, ya que en el Código Civil regla general es que los plazos sean continuos.
Además, este plazo es de días completos, y no se cuenta de hora a hora, sino de
medianoche a medianoche, por manera que el primer día no se cuenta.
Supresión de la Diversa Computación del Plazo de años entre Ausentes y entre Presentes: El
Artículo 2247 inc. 2 estipula que tiene dos días se cuentan entre ausentes por uno solo
para el cómputo de los años. O sea, el plazo entre ausentes podría ser hasta de cuatro
para los muebles y de diez para los inmuebles.
Para los efectos de la prescripción, se entendía por presentes a los que viven en el
territorio de la República, y por ausentes a los que residen en país extranjero. La
expresión ausente, en materia de prescripción, era, pues, una palabra definida por la
Ley, y a la cual, conforme al artículo 20, había que darle en esta materia el significado
legal y no otro.
La razón de ser de esta diferencia estaba en que las personas que no residen en el
territorio de la República no tienen las mismas facilidades para poder ejercitar sus
derechos e impedir que las prescripciones se produzcan.
Por eso espinara que tuviera aplicación la regla de este artículo, era necesario que la
persona contra quien corría la prescripción residiera extranjero y no la persona que
está poseyendo.
De lo dicho resulta que el plazo para la prescripción ordinaria fluctuaba entre dos y
cuatro años para los muebles y entre cinco y diez años para los inmuebles. Si durante
todo el curso de la prescripción, la persona contra quien corría residía en El Salvador,
el plazo era de tres o diez años, según la cosa fuera mueble o inmueble; si durante
todo el curso de la prescripción, la persona contra quien corría residía en el extranjero,
el plazo era de tres o diez años, según la naturaleza de la cosa.
2. Suspensión de la Prescripción.
Concepto: Hemos visto anteriormente que por la interrupción el tiempo corrido de
prescripción, sea ésta ordinaria o extraordinaria, queda definitivamente perdido. Ahora
estudiaremos un fenómeno análogo que puede ocurrir sólo en la prescripción ordinaria:
La suspensión que es la detención del curso del plazo de la prescripción durante el
tiempo que dure la causa suspensiva; pero desaparecida ésta, el plazo de la
prescripción continúa: el período anterior a la suspensión se agrega al posterior a la
cesación de la misma, por manera que el único tiempo que no se computa es el
transcurrido mientras existió y subsistió la causa de la suspensión. Al revés de lo que
acontec e la interrupción, en la suspensión el tiempo anterior a ella no se pierde, sino
que queda simplemente detenido o paralizado. La suspensión no borra el plazo de
prescripción; simplemente, le abre un paréntesis.
Supóngase que un poseedor regular de un inmueble lleva cuatro años de posesión
ininterrumpida, al cabo de los cuales el dueño cacen demencia, que dura dos años, y
cesa después; la prescripción vuelve a correr transcurrido estos dos años, y se
consumará cumplido el año posterior a la suspensión, pues los cuatro años anteriores a
ésta se suman a l año posterior a la misma, lo que da cinco años, que es el plazo
necesario para adquirir el dominio de los inmuebles por la prescripción adquisitiva
ordinaria. Los dos años de suspensión no se computan.
Pero este paréntesis puede estar no sólo en el curso de una prescripción ya iniciada,
sino también al comienzo. Si una persona entra a poseer un inmueble estando
demente el dueño, el plazo del poseedor sólo podrá comenzar a correr una vez que el
propietario recobre su salud mental.
Efecto de la Suspensión. La suspensión detiene pero no extingue l a prescripción:
cesando la causa de la suspensión, se le cuenta al poseedor el tiempo anterior a ella,
si hubo alguno.
1. Los menores; los dementes; los sordomudos; y todos los que están bajo
potestad paterna o marital, o bajo tutela o curaduría.
Nótese que gozan del beneficio los menores emancipados o no, es decir, tanto
los que son hijos de familia como los que no lo son, pues el legislador no
distingue. Por la misma razón los dementes y los sordomudos están favorecidos
por la suspensión, hállense o no declarados en interdicción.
La suspensión de la prescripción adquisitiva contra la mv; er casada sólo se
suspende tratándose de los bienes regidos por el régimen de la sociedad
conyugal. No se suspende la prescripción que corre contra la mujer divorciada o
separada de bienes, respecto a aquello que administra.
2. También se suspende la prescripción ordinaria en favor de herencia yacente.
Esta es una de las disposiciones que ha inducido a algunos a calificar a la
herencia yacente de persona jurídica, puesto que dice que "se suspende la
prescripción ordinaria, en favor de las personas siguientes: la herencia
yacente''. Pero la verdad es que quien posee es el heredero ignorado y por
intermedio del curador de la herencia yacente. Y la suspensión se explica por el
temor a la negligencia del curador en interrumpir la prescripción.
Una primera opinión afirma que la suspensión de la prescripción entre cónyuges opera
tanto en la prescripción ordinaria como en la prescripción extraordinaria. Da los
siguientes argumentos:
Donde existe la misma razón, debe existir la misma disposición: las razones que ha
tenido el legislador para suspender la prescripción ordinaria militan también con
respecto a la prescripción extraordinaria.
un caso en que la mera tenencia se muda posesión; pero, y he aquí lo interesante para
el caso en cuestión, Este cambio no se opera por el simple lapso de tiempo, sino
con la concurrencia de otros hechos que no dependen de la sola voluntad del tenedor.
Si tal cambio se opera, es porque se han realizado actos de parte del mero tenedor,
como también de parte del propietario, que altera por completo la situación jurídica de
ambos.
¿Cuáles son esas circunstancias? ¿Es qué condiciones puede prescribir
extraordinariamente un individuo que ha comenzado como mero tenedor de la cosa?
Para ello, es necesario que se produzcan dos circunstancias, a saber:
Que el que se pretenda dueño, no pueda probar que en los últimos diez años se
haya reconocido expresa o tácitamente su dominio por el que alega la
prescripción.
Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia,
clandestinidad ni interrupción por el mismo espacio de tiempo.
La presencia copulativa de estas dos circunstancias indica que el que comenzó como
mero tenedor, ha tenido la cosa como señor v dueño: concurre la prueba negativa del
desconocimiento del dominio ajeno y la prueba afirmativa de que se obró como
poseedor.
De este modo la mera tenencia se convierte en posesión, no ya por la sola voluntad del
tenedor ni por el simple transcurso del tiempo, sino también. y esto es lo principal, por
negligencia de parte del dueño.
De conformidad al Art. 567 C., (3) son derechos reales el de dominio, el de herencia,
los de usufructo, uso o habitación, los de servidumbre activas, el de prenda y el de
hipoteca.
Con relación al derecho real de herencia, este puede adquirirse por la prescripción
extraordinaria de treinta años, salvo lo dispuesto en el Art. 1191 C., (1) y en el caso de
que los bienes hereditarios hayan pasado a terceros poseedores de buena fe, entonces
basta la prescripción ordinaria.
Con relación al usufructo el Art. 771 C., Nº 4ª., indica que "se puede también adquirir
un usufructo por prescripción cuando se abandona el derecho de este." ; y los
derechos de uso y habitación se constituyen y pierden de la misma manera que el
usufructo, según lo dispuesto en el Art. 814 C. Por ello tanto el usufructo como los
derechos de uso y habitación pueden adquirirse mediante la prescripción.
En relación a los derechos reales de las a servidumbres, la ley, en el Art. 884 C.,
prescribe: "Las servidumbres continuas de toda clase y las servidumbres continuas
inaparentes solo pueden adquirirse por medio de un titulo; ni aun el goce inmemorial
bastara para constituirse. Las servidumbres continuas y aparentes pueden adquirirse
titulo, o por prescripción de diez años, contados como para la adquisición del dominio
de fondos". .Pero si las servidumbres continuas y aparentes pueden adquirirse por
prescripción, también pueden adquirirse" por haberse dejado de gozar durante diez
años, contados de la manera previa en el Art. 2247 C., que una vez añade que " en las
servidumbres continuas corre el tiempo desde que han dejado de gozarse; en las
continuas, desde que se haya ejecutado un acto contrario a la servidumbre".
PRESCRIPCIÓN DE LA PRENDA:
Por otra parte, puede darse el caso de que la prenda no pertenezca al que la constituye
sino a un tercero que no ha constituido, el Art. 2140 C., prescribe que: "Subsiste sin
embargo el contrario mientras no la reclama su dueño, si hubo buena fe por parte del
PRESCRIPCIÓN DE LA HIPOTECA:
Las reglas anteriores son aplicadas a la hipoteca constituida sobre bienes inmuebles a
favor de un acreedor para la seguridad de su crédito. Como lo indica el Art. 101 de
Código de Minería, principio confirmado también por EL Art. 102 de ese código (2)
Con relación a la hipoteca de naves el Art. 2167 C., indica que las reglas inherentes a
esta clase de hipoteca pertenece lª Código de comercio. (1). Pero el Art. 1551 del
Código de Comercio .(1) consagra dos especies mas de hipoteca que son: a) Las
hipotecas sobre la empresa Mercantil, según el inciso primero del mismo Art. 1551
Com. (2) que abarca todos los elementos. El código de comercio no ha indicado las
Esta regla establece que la interrupción de la prescripción adquisitiva que opera a favor
de un copropietario también favorece a los otros copropietarios, bien sea esta
interrupción natural o civil por ejemplo, si una propiedad que pertenece a varios dueños
, ha sido inundada permanentemente, la suspensión de prescripción operara a favor de
todos los copropietarios por igual. Si también para el caso, uno de los copropietarios
ejercen la acción reivindicatoria, la interrupción civil que ocurra operara por igual o en
contra de todos los poseedores y a favor de los demás condueños.
reales sino en virtud de una posesión que coste en otro instrumento inscrito, salvo las
excepciones legales; y que empezara a correr a partir de a presentación en el Registro
del segundo instrumento.
La ley de registro, de que habla la reforma de 1902, no es otra. Que la del capitulo IV,
del registro de la propiedad Raíz e hipotecas del libro segundo del código Civil, y en
especial la del Articulo 765 C., que anota: " Para que cese la posesión que se tiene por
instrumento publico, es necesario un nuevo instrumento publico, es necesario un nuevo
instrumento publico en el que el poseedor transfiera su derecho a otro. Mientras esto
no se verifique, el que se apodera de la cosa a que se refiere el instrumento, ni pone fin
a la posesión existente, salvo que por decreto judicial se transfiera a otro decreto".
DE LA PRESCRIPCIÓN EXTRAORDINARIA
"El dominio de as cosas comerciales que no ha sido adquirido por las prescripción
ordinaria, puede serlo por la extraordinaria, bajo las reglas que van a expresarse: 1º.
Para la prescripción extraordinaria, no es necesario tirulo alguno ; 2º se presume en
ella de derecho la buena fe, sin embargo de la falta de un titulo adquisitivo de dominio ;
3º pero la existencia de un titulo adquisitivo de dominio;3º pero la existencia de un titulo
de Merca tendencia ara presumir mala fe, y no dará lugar a la prescripción, a menos de
ocurrir esas dos circunstancias: 1ª. Que el que se pretende dueño no queda probar que
en los últimos treinta años se haya reconocido expresa o tácitamente su dominio por el
que alega la prescripción; 2ª. Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído
sin violencia, clandestina ni interrupción por el mismo espacio de tiempo". Art. 2249 C.
(2ª) "Se presume en ella de derecho la buena fe, y no dará lugar a la prescripción, a
menos de ocurrir las dos circunstancias que analizaremos adelante. Se llama mera
tendencia, según el Art. 753 C., "La que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino
en lugar o nombre del dueño, sino en lugar o nombre del dueño. Sino en lugar o a
nombre del dueño. El acreedor prendario, el que tiene el derecho de habitación, son
meros tenedores de la cosa empeñada o se encuentra, o cuyo usufructo, uso o
habitación les pertenece. Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa
reconociendo dominio ajeno". En esta ultima situación quedan comprendidos el
arrendatario , el acreedor anticrético y los administradores de propiedad de otro,. L
expresión de que la existencia de un titulo de mera tendencia hará presumir mala fe, ha
de entenderse en el sentido de que constituirá mala fe cuando el titular de la mera
tendencia quiera aprovecharla para justificar la prescripción adquisitiva, y no que exista
mala fe en si por el hecho de tener un titulo de mera tendencia quiera aprovecharla
para ¡justificar la prescripción adquisitiva, y no que exista mala fe en si por el hecho de
tener un titulo de mera tendencia. Es interesante traer a cuento lo que dispone el Art.
755 C., que indica: "El simple lapso de tiempo no muda la mera tendencia en posesión;
salvo caso del Art. 2249 C., regla 3ª" La razón de esto escriba en que el mero tenedor
le falta el animo de ser señor y dueño por ue en todo momento reconoce el dominio de
otro, y ese animo , como lo hemos anotado anteriormente, es requisito necesario para
que el poseedor pueda alegrar la prescripción.
La ley señala como tiempo necesario para que opere la prescripción extraordinaria el
de treinta años, que han de encontrarse de la manera hincada en el Art. 46 C. Que
analizamos al comentar el Art. 2247 C. (1).
CONCLUSIÓN
Como hemos estudiado, hemos dado a conocer en sí como opera, se aplica y funciona
la Prescripción, tanto en sus reglas generales como en sus distintos tipos, de cómo su
operacionalidad puede ser suspendida o interrumpida, así como los tipos de
interrupción, como se clasifica según su aplicabilidad (como ordinaria y extraordinaria),
los lapsos de tiempo que se exigen; como tanto se puede adquirir así como se puede
extinguir por ella, y las demás disposiciones que establece nuestra Ley Civil.
La Prescripción, debe de tenerse muy claro, que no es una forma que hace que los
poseedores y deudores de mala fe, logren en sí, sus fines, sino que se debe entender
como una figura jurídica necesaria para el mantenimiento de seguridad social, ya que
doctrinariamente se fundamenta que su existencia es necesaria en cuanto a que las
personas que por razones especiales no ejercen y exigen sus derechos, lo cuales
pueden ser aquellos que de los que no se tienen algún recuerdo o conocimiento, pueda
afectar el bien social sobre personas poseedoras de buena fe, sin su conocimiento, es
así como cuando se tenían tantas tierras, y ociosas que no había forma de que un solo
dueño las mantuviera o las ocupara, más sin embargo se excluye la mera tenencia.
BIBLIOGRAFÍA.
Dr. Guillermo Trigueros Hijo, Tomo III, Primera Edición Editorial Delgado S.S.
Primera Edición