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INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo de investigación hablaremos sobre lo que es la revocación

de un testamento, y todo lo que comprende su campo de estudio, pero eso implica

hablar necesariamente acerca de la muerte.

La muerte es uno de los acontecimientos naturales que mayor número de efectos

jurídicos genera; constituye el límite a la vida y el cese del ejercicio de derechos y

del cumplimiento de obligaciones por el fallecido, titularidad que será transmitida en

forma sucesoria como garantía para así, evitar que tras la muerte, se extingan las

últimas y queden expuestos los primeros a las personas que libremente deseen

apropiárselos.”

La necesidad de ordenar y regular la transmisión del patrimonio del causante a sus

herederos determinó la aparición del Derecho de Sucesión por causa de muerte, la

cual, inicialmente, aparece como sucesión intestada. La sucesión testamentaria es

el resultado de un largo proceso evolutivo determinado por la individualización cada

vez mayor de la propiedad haciendo que ésta perdure aun después de la muerte de

la persona individual, concibiéndose la idea de proteger la voluntad del ser humano

con posterioridad a su muerte y de considerar extendida la personalidad del hombre

más allá de ese límite.

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De igual forma podemos señalar que el testamento es un documento abierto. Casi

podríamos decir vivo. Porque podemos modificarlo cuantas veces sea necesario.

Se trata de un documento jurídico que ha de respetar, ante todo, la voluntad del

testador. Sin embargo, es posible revocarlo.

La revocación de un testamento no es declararlo nulo. La nulidad de un

testamento significaría que existe alguna inconcreción que invalidaría el documento.

En el caso de ser revocado es porque existe otro documento que modifica la

voluntad del testador.

Dentro de las formas de revocación que tomaremos en cuenta en el presente

trabajo de investigación es aquella que puede darse total o parcialmente, así como

de forma expresa, tácita o presunta; y en lo que demás señale el código civil,

doctrina y jurisprudencias.

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I. REVOCACIÓN DEL TESTAMENTO

1.1. CONCEPTO

La revocación de un testamento es la declaración de voluntad del testador

(expresa o tácita) por la que un testamento existente queda sin efectos en

todo o en parte.

En nuestro Derecho, el testamento es un acto esencialmente revocable, ya

que recoge la voluntad del testador en el momento de su muerte, y por

ello puede cambiar hasta ese mismo momento. Por esta razón, no tendrán

efecto las cláusulas que expresen la voluntad de no revocarlo en el futuro.

1.2. FORMAS DE HACER LA REVOCACIÓN

El testamento puede ser revocado:

 Total o parcialmente.

 de forma expresa, tácita o presunta.

1.2.1. REVOCACIÓN EXPRESA

La revocación expresa opera cuando el testador hace un testamento

posterior a otro ya existente, por el que se deroga expresamente lo

dicho en el primero. De este modo:

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 La revocación puede alcanzar a todo el testamento anterior, o bien

solo parte del mismo, dejando subsistente el anterior en el resto.

 Puede tratarse de un testamento que establezca nuevas normas

sucesorias, o bien de un testamento con un fin solo revocador del

anterior.

 El testamento revocador no ha de adoptar la misma forma que el

revocado; basta con que sea un testamento de cualquier tipo de los

admitidos por la ley.

1.2.1.1. Los efectos de la revocación expresa serán:

 Si se revoca totalmente el testamento anterior: se sustituye

por el nuevo; y a falta de disposiciones testamentarias, se

abrirá la sucesión intestada.

 Si se revoca al anterior sólo en parte: es eficaz en lo no

revocado, abriéndose si es necesario la sucesión intestada

parcial, si no se establecen normas sucesorias al respecto;

si se establecen, se aplicarán las de ambos testamentos,

complementándose entre sí.

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1.2.2. REVOCACIÓN TÁCITA

Este tipo de revocación opera cuando se otorga un testamento

posterior, pero no se deroga expresamente el anterior.

El testamento anterior queda revocado por el posterior perfecto (sin

defectos), si el testador no expresa en éste su voluntad de que aquél

subsista en todo o en parte.

Sin embargo, el testamento anterior recobra su fuerza si el testador

revoca después el posterior, y declara expresamente ser su voluntad

que valga el primero.

La revocación producirá su efecto aunque el segundo testamento

caduque por incapacidad del heredero o de los legatarios en él

nombrados, o por renuncia de aquél o de éstos.

Modernamente, muchos autores consideran que cabe una ejecución

conjunta de los dos testamentos sin que el segundo revoque al primero

en los siguientes supuestos:

 Cuando el testamento posterior sea simplemente aclaratorio o

interpretativo o se limita a hacer la partición.

 Cuando carezca de contenido patrimonial.

 Cuando del testamento posterior se pueda evidenciar la existencia

de una voluntad favorable para la subsistencia del anterior, sin que

valga la simple presunción en este sentido.

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1.2.3. REVOCACIÓN PRESUNTA

Este tipo de revocación del testamento anterior opera cuando sin

otorgarse nuevo testamento, se deduce de la conducta del testador su

voluntad de que el testamento otorgado quede sin efecto.

De este modo, se presume revocado el testamento cerrado que aparez-

ca en el domicilio del testador con las cubiertas rotas o los sellos

quebrantados, o borradas, raspadas o enmendadas las firmas que lo

autoricen.

Este testamento será, sin embargo, válido cuando se probare haber

ocurrido el desperfecto sin voluntad ni conocimiento del testador, o

hallándose éste en estado de demencia; pero si aparecieren rota la

cubierta o quebrantados los sellos, será necesario probar además la

autenticidad del testamento para su validez.

Si el testamento se encontrare en poder de otra persona, se entenderá

que el vicio procede de ella y no será aquél válido como no se pruebe

su autenticidad, si estuvieren rota la cubierta o quebrantados los sellos;

y si una y otros se hallaren íntegros, pero con las firmas borradas,

raspadas o enmendadas, será válido el testamento, como no se

justifique haber sido entregado el pliego de esta forma por el mismo

testador.

Se basa esta forma revocatoria en la existencia de una situación de

hecho de la que se deriva una voluntad revocatoria.

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Esta situación de hecho requiere los siguientes presupuestos:

 Conciencia y voluntad de quebrantar el testamento por parte del

testador.

 Decisión exclusivamente imputable al testador, ya que en los casos

de rotura del testamento que esté en poder de una tercera persona

se considerará que la rotura procede de ella.

 Capacidad para testar, ya que si el testador la ha perdido, no valdrá

la revocación, como se deduce del propio precepto, que aunque

habla sólo de estado de demencia, debe extenderse a otros

supuestos de incapacidad para testar.

 Ámbito de aplicación. Lógicamente sólo es aplicable esta forma de

revocación al testamento cerrado, ya la destrucción de la copia de un

testamento abierto no tiene ningún valor revocatorio, pues el

auténtico testamento se halla en la matriz incluida en el protocolo

Notarial.

1.3. EFECTOS DE LA REVOCACIÓN

Su efecto fundamental es que la revocación deja sin efecto el testamento

revocado, total o parcialmente. Por ello, regirá la sucesión el nuevo

testamento, si contiene cláusulas testamentarias al respecto; el nuevo y el

antiguo en lo que sean compatibles, si la revocación es parcial; o se abrirá

la sucesión intestada, en su caso, total o parcialmente.

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Ahora bien ¿recuperará sus efectos el testamento revocado si el que lo

revoca queda después sin efecto? Sólo en el caso en que así lo establezca

el testador al otorgar un nuevo testamento.

La esencial revocabilidad testamentaria encuentra una excepción en las

llamadas cláusulas irrevocables, que son aquellas cláusulas contenidas en

un testamento que no pueden revocarse con otro posterior.

La principal cláusula irrevocable es el reconocimiento de un hijo, si se hizo

en un testamento anterior.

1.4. NUESTRO ORDENAMIENTO JURÍDICO: CÓDIGO CIVIL, DOCTRINA Y

JURISPRUDENCIA

 ARTICULO 798 REVOCACIÓN DE TESTAMENTO

El testador tiene el derecho de revocar, en cualquier tiempo, sus

disposiciones testamentarias. Toda declaración que haga en contrario

carece de valor.

DOCTRINA:

La revocación de los actos es excepcional en el Derecho. Revocar un

acto significa dejarlo sin efecto alguno por la sola decisión de su

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otorgante. Sabemos que los actos jurídicos pueden quedar sin efecto

por causal es de nulidad, de anulabilidad, por resolución o rescisión del

acto. En cambio, la revocación al constituir una decisión unilateral de

dejar sin efecto un acto jurídico atenta contra el principio de seguridad

jurídica y pone en grave riesgo la seguridad en el tráfico patrimonial de

los bienes. Ésa es la razón por la que la revocación es excepcional y no

puede constituir la regla en el Derecho. Actos susceptibles de revocación

son el testamento por excelencia y el poder aun cuando este último

pueda tildarse de irrevocable, pues nada quita que el poderdante

finalmente realice el acto para el cual otorgó el poder en forma personal

y prescindiendo de su apoderado. La revocación del testamento implica

un derecho autónomo, irrestricto e irrenunciable, incompatible con la

figura de la sucesión contractual y con cualquiera de las formas del

contrato o pacto sobre el derecho de suceder en los bienes de una

persona que no ha muerto o cuya muerte se ignora. En efecto, la ley

prohíbe en el artículo 1405 del Código Civil el denominado "pacto de

cuervos". Dicha norma por cierto tiene a pesar de sus detractores un

doble fundamento, a saber: moral y jurídico. El primero, tratar de evitar la

aparición del llamado votum mortis que es ese deseo o votos para que

alguien se muera a fin de obtener beneficios de orden económico, lo

que de suyo es inmoral. y el segundo, evitar que el acuerdo o pacto con

natural carácter de obligatoriedad pueda influir y restringir el que se

hagan futuras modificaciones en la voluntad testamentaria de uno de los

contratantes o estipulantes. La revocación del testamento es

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característica propia e ínsita del acto testamentario, en razón de constituir

éste una disposición de última voluntad, lo cual significa que al ser la

última y continuar vivo el manifestante, puede éste en cualquier momento

variarla o revocarla cuantas veces quiera mientras no se produzca su

fallecimiento, siendo ésta la razón por la que se dice que el testamento

constituye expresión de última voluntad. En ese sentido, las cláusulas o

disposiciones que el testador pueda introducir en su testamento en el

sentido de que dicho acto es el último y definitivo y que no podrá

ser modificado o revocado por ningún otro, carecen de todo valor y se

deben considerar como no puestas sin que ello perjudique el resto del

contenido del acto testamentario.

JURISPUDENCIA:

(Exp. N° 176987, Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima, Corte

Superior de Justicia de Lima, "Jurisprudencia Civil", p. 67). : "La

característica fundamental de los testamentos es que son revocables,

respetando las porciones sucesorales de los herederos forzosos".

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 ARTICULO 799. REVOCACIÓN EXPRESA DEL TESTAMENTO

La revocación expresa del testamento, total o parcial, o de algunas de

sus disposiciones, solo puede ser hecha por otro testamento, cualquiera

que sea su forma.

DOCTRINA:

Podemos encontrar en el artículo 748 del Código Civil de 1936 un

antecedente legislativo de la norma bajo comentario. La revocación

testamentaria expresa es un acto formal, pues para su validez exige que

se haga por otro testamento cualquiera que sea su forma. Si bien se

puede criticar a este aserto el hecho de confundir el acto jurídico

(testamento) con la forma, no es menos cierto que la formalidad solemne

o sustancial del acto de revocación subyace en la propia forma del acto

testamentario. En efecto, sabemos que las formas o requisitos comunes

a todo testamento son cuatro, a saber: fecha de otorgamiento, firma,

nombre del testador y forma escrita. En ese sentido, la revocación

expresa de un testamento al tener que hacerse necesariamente por otro

testamento, este otro no podrá escapar a la ineludible forma escrita

común a todo acto testamentario, por eso es que decimos que la forma

de la revocación subyace en la propia forma del acto testamentario. Y

decimos que dicha formalidad escrita es solemne o consustancial al acto

(la de la revocación contenida en el testamento), a pesar de que el

legislador patrio no optó por la fórmula de sancionar expresamente con

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nulidad su incumplimiento, en razón a que es suficiente que el texto de la

norma bajo comentario disponga que la revocación solo pueda ser hecha

de ese modo y no otro. Finaliza el texto disponiendo que no interesa la

forma testamentaria específica que se adopte para consumar la

revocación, sea en testamento ordinario o especial. Esto significa que no

existe jerarquía o prevalencia entre un testamento u otro, pudiendo

ser revocado por ejemplo un testamento en escritura pública por un

testamento ológrafo. Claro está y debe entenderse que la revocación

hecha en testamento ológrafo presupone que éste entró en vigor al

cumplir con todos sus requisitos de validez, es decir, que ha sido

comprobado y protocolizado tal y como lo exige el numeral 707 del

Código Civil.

JURISPRUDENCIA:

"El testamento ológrafo que contiene la última voluntad del testa dar,

cuyo consentimiento y no el del presunto heredero, es el que determina

en última instancia, el destino de sus bienes" (R. N° 10198DRLCITR,

Jurisprudencia Registral, Año III, Vol. VI, p. 313)

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 ARTICULO 800. REVIVISCENCIA DE DISPOSICONES

Si el testamento que revoca uno anterior es revocado a su vez por otro

posterior, reviven las disposiciones del primero, a menos que el testador

exprese su voluntad contraria.

DOCTRINA:

Este artículo no tiene precedente alguno en el Código Civil de 1936. La

norma consagra la denominada reviviscencia del testamento anterior. Si

bien la solución legislativa es contraria a lo que ocurre en una hipótesis

similar relacionada con la vigencia de las normas en el tiempo, en donde

la norma derogada no recobra su vigencia si es que la norma que la

derogó a su vez fue derogada por otra posterior; para el caso de los

testamentos el primer testamento sí recobra su vigor cuando el

testamento que lo revocó fue a su vez revocado por un

tercer testamento. En el caso de las leyes la razón para que la

ley derogada no recobre su vigencia está dada por la presunción ¡ex novi,

es decir, se entiende que toda ley nueva es mejor que la anterior, por lo

que no tiene sentido que las leyes precedentemente derogadas recobren

su vigencia. Mientras que en el caso de los testamentos y dado que en

materia de Derecho Sucesorio la voluntad del causante debe primar y

prevalecer por regla general, y considerando que no existe una mejor

voluntad testamentaria, sino en todo caso una diferente, debe entenderse

que el testamento inicialmente revocado regirá la sucesión del causante

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junto con el último testamento, pues la decisión de dejar sin efecto el

primer testamento quedó a su vez írrita y sin valor alguno al haber sido

también revocada. Claro está que el primer testamento inicialmente

revocado entrará en vigor siempre que no se contradiga o sea

incompatible de hecho con el último testamento, o que el testador en este

último caso exprese su voluntad en contrario en el sentido de no

querer que los testamentos anteriormente revocados recobren su

vigencia, teniendo que ser dicha voluntad explícita en ese sentido.

 ARTICULO 801. REVOCACIÓN PARCIAL DEL TESTAMENTO

El testamento que no es revocado total y expresamente por otro

posterior, subsiste en las disposiciones compatibles con las de este

último.

DOCTRINA:

Esta norma tiene su antecedente legislativo inmediato en el artículo 748

del Código Civil de 1936. Se justifica en razón de que para el caso de la

voluntad del causante plasmada en su testamento no existe la hipótesis

o figura de una voluntad mejor que la otra, siendo ésta la razón de que la

voluntad testamentaria pueda estar plasmada en más de un testamento

y ser todos compatibles y finalmente regir todos ellos la sucesión del

causante. A diferencia de lo que ocurre en las leyes pues éstas priman

y rigen una materia específica según su vigencia en el tiempo, pudiendo

darse el caso de una derogación tácita a la luz de lo regulado en el

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numeral I del Título Preliminar del Código Civil. La hipótesis del legislador

es aquella en la que la revocación es expresa y también aquella en la

que la revocación es tácita. En ambos casos es posible una revocación

parcial del testamento, con lo cual las disposiciones de los

testamentos anteriores recobrarán vigencia en tanto no sean

incompatibles con las disposiciones del último testamento. Así por

ejemplo, si en un testamento anterior se dejan los bienes de la herencia

a Carlos, se deja un legado a Manuel y se nombra albacea a Roberto,

y posteriormente el testador otorga un segundo testamento dejando

los mismos bienes a María y el mismo legado a José, debe entenderse

que el primero ha sido revocado salvo en cuanto al nombramiento de

Roberto como albacea de la sucesión. En cuanto a los alcances de la

revocación, debe quedar en claro que éstos se limitan únicamente a las

disposiciones de exclusiva naturaleza sucesoral, así por ejemplo, el

reconocimiento de un hijo hecho por testamento sigue valiendo aun

cuando el testamento en el que se efectuó quede posteriormente

revocado. Situación parecida es la que se produce con el reconocimiento

de una deuda en un testamento que posteriormente es revocado. Si bien

en este último caso no existe norma expresa que disponga que el acto

es irrevocable como ocurre precisamente con el reconocimiento de un

hijo (artículo 359 del Código Civil), ha de tenerse presente que conforme

al apartado 1958 del nuestro Código Civil para el caso del reconocimiento

de una deuda se exime al acreedor de probar la acreencia toda vez que

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se presume la obligación, con lo cual el acreedor no se ve perjudicado

y puede acceder al cobro de la deuda.

JURISPRUDENCIA:

"La incompatibilidad entre las disposiciones formuladas en un testamento

anterior y las de otro posterior configura una hipótesis de revocación

tácita, como lo sería la venta voluntaria de un bien materia del

legado" (R. N° 09898ORLCITR, Jurisprudencia Registral, Año //1, Vol.

VI, p. 306).

 ARTICULO 802. REVOCACIÓN TESTAMENTO CERRADO

El testamento cerrado queda revocado si el testador lo retira de la

custodia del notario.

DOCTRINA:

Con el Código Civil de 1936 el testamento cerrado quedaba en custodia

del testador o de la persona que éste designaba y a la muerte del

testador, quien encontraba el testamento cerrado lo debía presentar al

juez competente para su apertura. La legislación vigente establece que

el testamento cerrado queda en poder del notario y solo puede pedir la

devolución el propio testador, pues a tenor de lo dispuesto en la norma

bajo comentario el retiro del testamento de la custodia del notario

constituye un acto de revocación testamentaria, y como quiera que la

revocación testamentaria al igual que la facción del testamento

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constituyen actos personalísimos e indelegables, no cabe dar poder a

otro, aun cuando fuere un poder especial, para el retiro del testamento

cerrado de la custodia notarial, dada la connotación e implicancias que

conlleva la revocación de un testamento. Si bien es verdad que la

revocación testamentaria expresa solo puede ser hecha por otro

testamento, en el caso de la norma bajo comentario estamos ante una

revocación tácita, esto es, los llamados facta concludentia, aquellos

hechos inequívocos y concluyentes que denotan el sentido indubitable

de una manifestación de voluntad. Pero no solo el retiro del testamento

cerrado implica su revocación tácita, también lo es el hecho cuando el

propio testador lo abre, desprendiéndose ello de lo dispuesto en el

numeral 803 del Código Civil.

 ARTICULO 803. VALIDEZ DEL TESTAMENTO CERRADO COMO

OLÓGRAFO

Tanto en el caso previsto en el artículo 802 como en el de su apertura

por el testador, el testamento cerrado vale como ológrafo si se conserva

el pliego interior y éste reúne las formalidades señaladas en la primera

parte del artículo 707.

DOCTRINA:

La conversión de los actos jurídicos es una figura excepcional en el

Derecho, y el caso hipotético de la norma bajo comentario constituye un

típico caso de conversión. Ella se produce cuando el acto jurídico deja de

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producir por cualquier causa o motivo sus efectos propios dando lugar a

la posibilidad de que otro acto jurídico resurja de los "restos" del acto

jurídico primigenio y que su vez este segundo acto jurídico produzca

también sus propios efectos, requiriéndose para ello que se den todas

las condiciones para la validez y eficacia del segundo acto, lo cual

significa que las causas por las cuales se dejaron de producir los efectos

propios del primer acto no tengan que ver con aquellas que lesionan la

estructura esencial del acto jurídico. Además, debe advertirse que si el

legislador patrio optó por la solución de la conversión del testamento

cerrado en ológrafo siempre que se conserven cuando menos los

requisitos formales de este último, es por la primacía, preponderancia

y preferencia que tiene la sucesión testamentaria sobre la sucesión

intestada.

 ARTICULO 804. REVOCACIÓN DEL TESTAMENTO OLÓGRAFO

El testamento ológrafo queda revocado si el testador lo rompe, destruye

o inutiliza de cualquier otra manera.

DOCTRINA:

Este artículo también regula una hipótesis de revocación tácita a través

de la llamada manifestación tácita de voluntad o facta concludentia.

Siendo el testamento ológrafo totalmente privado por la ausencia de

notario y de testigos testamentarios en su elaboración, resulta ser el

más frágil de todos los testamentos. Es claro que si el testador lo rompe,

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destruye, incinera o corta, la voluntad de revocarlo es indubitable; sin

embargo, la inutilización del testamento ológrafo por parte del testador

no necesariamente puede y tiene que implicar una revocación del

testamento. En este último caso debemos entender

por quedar inutilizado cuando de su apariencia, lectura o visión el

documento no es legible, la tinta se ha borrado, el testamento se ha

mojado o manchado, o el documento ha servido de alimento para

insectos domésticos, y no se puede apreciar con objetividad su pleno

contenido. En algunos casos la inutilización constituirá una revocación

tácita pero en otros no. Lo que sí no cabe duda es que la inutilización del

testamento ológrafo, sea cual fuere la causa, lo hace perder sus efectos

propios.

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II. CONCLUSIONES

 El sistema de revocación expresa brinda mayor seguridad al testador en el

exacto cumplimiento de sus disposiciones de última voluntad y propicia la

observancia del principio del favor testamenti; si bien implica la utilización de

la interpretación para determinar el sentido y alcance de las disposiciones

contenidas en los diferentes testamentos, al objeto de precisar cuáles son

discordantes o incompatibles y, para fijar la extensión de la revocación de

cláusulas con disposiciones similares, garantiza una mayor justicia sucesoria

en el momento en que ya su autor no estará para defender y arrojar luz sobre

la real voluntad querida e implícita en sus declaraciones de última voluntad.

 Dos grandes sistemas revocatorios existen en la actualidad: el de revocación

tácita, originado en el Derecho Romano y, el de revocación expresa, nacido

en la época moderna. El primero presenta la ventaja de no dejar lugar a

dudas en cuanto a la revocación y su extensión, cerrando el paso a la labor

interpretativa y negando la posibilidad de coexistir a dos o más testamentos,

sus resultados pueden ser injustos e implicar el quebrantamiento de la real

voluntad testatoria del disponente. El segundo, al entender revocadas por el

testamento posterior sólo aquellas disposiciones del anterior que le son

opuestas, admite la coexistencia de dos o más testamentos otorgados por el

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testador entendiendo revocadas, exclusivamente, las disposiciones

contrarias al último; por tanto, representa una mayor justicia sucesoria, aporta

certidumbre al testador en la observancia de su última voluntad y garantiza

el cumplimiento del principio del favor testamento, todo ello en el momento

en que el testador ya no estará para explicar la real extensión de su voluntad

revocatoria.

 La corte interpreta la figura de la revocación, como figura integrante de la

institución del testamento en nuestro país.

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II. RECOMENDACIONES

 Que este tipo de temas sea expuesto de una manera más profunda en los

Centros Universitarios, para que cuando los estudiantes al momento de llegar

a ser profesionales tengan buena asesoría sobre la revocación de un

testamento.

 Que, se pudieran realizar artículos de estudio de este tema de revocatoria de

testamento, en sus tres modalidades, la expresa, la tacita y la presunta.

 Que, el testador debe ser minucioso en cuanto a la voluntad que deja en un

testamento.

 Que, al momento de querer pedir un heredero, una revocación de

testamento; se base a las normas legales.

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IV. BIBLIOGRAFIA

 De Cossío, Alfonso. Instituciones de Derecho Civil, t. II, España, Madrid, ed.

Alianza Universidad, 1975.

 Los principios Generales del Derecho en la jurisprudencia del Tribunal

Supremo. Formularios de Recursos de Casación Civil, Penal, Laboral y

Apelación Contencioso Administrativo, Madrid, ed. Dykinson, S. L., Madrid,

1987.

 Castán Tobeñas, José. Derecho Civil Español, Común y Floral. Derecho de

Sucesiones, Madrid, t. VI, novena edición, ed. REUS, S.A, 1989.

 Rivas Martínez, Juan José. Derecho de Sucesiones Común y Foral, Madrid,

t. II, vol. 2º, tercera edición, ed. Dykinson, 2005.

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