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¿Vino cristo en el año 70 d.C.?

La generación que vio la Venida

Mateo 24:34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

En el capítulo anterior vimos como la señal de la higuera dio por sentado “cuando” vendría Jesús
para dar juicio a la nación adúltera. A renglón seguido (v.33) luego de darles la señal de la
higuera les dice a ellos:”Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está
cerca, a las puertas”. La aseveración clave de este capítulo de Mateo es el v.34, en el cual Jesús
afirma que todas esas cosas que Él ha mencionado en el capítulo, pasarían en “aquella
generación” y eso incluye por supuesto su Segunda Venida.

“Generación vs. Raza”

Muchos que se niegan a aceptar la promesa de Jesús para sus discípulos, se justifican en decir
que Jesús no quiso decir “generación” sino “raza”. De esta manera pueden seguir sosteniendo sus
argumentos dispensacionales acerca de los dos programas de Dios uno para Israel y otro para la
Iglesia; de que “no pasará esta raza hasta que todo esto acontezca”. Específicamente dicen: “que
Dios ha mantenido la raza judía hasta este tiempo para que vean todo lo que Jesús profetizó para
ellos”, no para la iglesia. La palabra griega usada para generación es «genea» (Strong’s 1074),
estos son algunos versos en que es usado el vocablo griego «genea» para indicar generación y no
raza:

Mateo 11:16-17 Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se
sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, 17diciendo: Os tocamos flauta, y no
bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis

Mateo 12:39 El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no
le será dada, sino la señal del profeta Jonás.

Mateo 17:17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he
de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.

Mateo 23:35-36 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la
tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien
matasteis entre el templo y el altar. 36De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta
generación.

Marcos 8:38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y
pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su
Padre con los santos ángeles.

Lucas 17:24-25 Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del
cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. 25Pero primero es necesario

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que padezca mucho, y sea desechado por esta generación

Hechos 2:40 Y con otras muchas palabras testificaba y los exhortaba, diciendo: —Sed salvos de
ESTA PERVERSA GENERACION.

Hechos 8:33 En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará?


Porque fue quitada de la tierra su vida.

Filipenses 2:15 para que seáis irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin mancha EN MEDIO
DE UNA GENERACION MALIGNA Y PERVERSA, EN MEDIO DE LA CUAL
RESPLANDECEIS como lumbreras en el mundo,

Hebreos 3:9-10 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta
años. 10A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en
su corazón, Y no han conocido mis caminos.

Deut. 32:5-6 »La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, generación torcida y
perversa. 6¿Así pagáis a Jehová, pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre, que te creó? Él te
hizo y te estableció.

Del griego la palabra usada para raza es «genos» (Strong’s 1085) usada múltiples veces para
decir linaje (Hch. 4:6; 7:13, 19; 13:16; 17:28-29; Fil. 3:5; 1 Ped. 2:9; Ap. 22:16) y nación (Mr.
7:26; 2Co. 11:26; Gál. 1:14). Así que suponiendo la teoría en cuanto a que la “raza” judía sería
mantenida intacta miles de años después, la misma se cae tomando en consideración que la
palabra usada en Mateo 24:34; Marcos 13:30 y Lucas 21:32, es “genea-raza” y no “genos-linaje,
nación”. El juicio vendría de manera inminente para aquella malvada generación, y el primero en
anunciarlo fue Juan el Bautista:

Mateo 3:7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía:
¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8Haced, pues, frutos dignos
de arrepentimiento, 9y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por
padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10Y ya
también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es
cortado y echado en el fuego.

Luego Jesús se hizo eco de este mismo mensaje (Mt. 11:16-17; 12:39; 17:17; 23:35-36; Mar.
8:38 Luc. 17:24-25), la nación de Israel se estaba preparando debido a la multitud de sus pecados
para recibir el último juicio como nación escogida de Dios. Jesús mismo vendría por segunda vez
en aquella generación para darles juicio y arrebatar a los que le esperaban. Jesús quien hablaba a
aquella generación que aún vivía, se refirió a ellos como peores que las generaciones anteriores;
“¡Vosotros, pues, colmad la medida de vuestros padres!”. La historia de la pluma de Flavio
Josefo y Eusebio de Cesarea, se hace eco una vez mas de las palabras de Jesús:

“Prevalecía también lo que Dios tenía determinado, es a saber, que muriesen tanto los sin culpa e
inocentes como los muy culpados, y que fuese la ciudad toda con todos los revolvedores
destruida.”

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“No podré contar particularmente las maldades de todos éstos, y para decir de lo mucho que
querría lo menos que podré, no pienso que hubo ciudad en algún tiempo en todo el mundo que
tal sufriese, ni creo que hubo nación en el mundo tan feroz y tan bastante para toda maldad y
bellaquería: mal-decían también, finalmente, a los mismos judíos, por parecer menos impíos y
menos malos contra los extranjeros; pero confesaron todavía lo que eran, es a saber, siervos,
esclavos y gente bastarda, sin honra y sin nobleza; no judíos naturales, sino generación mala y
muy perversa.”

“Ardiendo, pues, y quemándose Jerusalén, amaneció el día octavo del mes de septiembre, y si
ésta se hubiera bien servido desde el tiempo que fue fundada de todos los bienes que Dios le
había dado, así como se sirvió de tantas muertes cuantas experimentó, siendo cercada, hubiera
sido ciertamente envidiada por todas las del universo: digna de tan grandes desdichas, no
ciertamente por otra cosa, sino por haber engendrado y sufrido dentro de sí generación tal, y tan
perversa, que le causase tal y tan grande destrucción.”

Esto dijo Eusebio de Cesarea acerca de las predicciones de Jesús para aquella generación:
“Cualquiera que compare las palabras de nuestro Salvador con el resto del registro del
historiador de la guerra no puede dejar de sentirse asombrado ni puede dejar de confesar el
carácter divino de la predicción del Salvador.

En cuanto a lo que sucedió a la nación entera después de la pasión del Salvador y de lo que el
populacho pidiera la liberación del bandido asesino y la muerte del autor de la vida, no hay
necesidad de añadir a los registros. Pero estaría bien añadir hechos que mostrasen la bondad de
una Providencia llena de gracia al retardar la destrucción de los judíos durante 40 años después
de su crimen contra Cristo. Todo aquel tiempo, la mayoría de los apóstoles, incluyendo el primer
obispo, el mismo Jacobo, llamado el hermano del Señor, estaban aún vivos, y el hecho de que se
quedasen en la ciudad constituía una poderosa protección para el lugar. Porque Dios seguía
manifestando su paciencia, esperando que se arrepintiesen de sus malas obras y que alcanzasen
el perdón y la salvación, pero enviando también milagrosas advertencias de lo que iba a suceder
si no se arrepentían.”

Cuarenta años dice Eusebio que Dios retardó la destrucción de la nación y son precisamente
cuarenta la cantidad de años de que se compone una generación. Por otro lado es importante
notar que Eusebio dice que Dios manifestando su paciencia esperaba que aquella generación se
arrepintiera y salvara. Esta misma era la esperanza de Pedro, escribe que Dios era paciente para
que ninguno pereciera y procedieran al arrepentimiento, Pedro anhelaba la venida de Jesús y los
exhortaba a no tomar por tardanza la venida:

2Pedro 3:9-10 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento. 10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. Entonces los cielos
pasarán con gran estruendo, los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las obras que en
ella hay serán quemadas.

De esta manera Pedro también profetiza cual sería el fin de aquel gobierno al que él llama cielos
y tierra. En conclusión ellos mismos echaron sobre sí la sentencia de juicio cuando negaron a

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Jesús como su Rey y prefirieron a Barrabás; “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros
hijos.”:

Mateo 27:24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se
lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá
vosotros. 25Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros
hijos.

Para quiénes piensan que se ha establecido una doctrina alrededor de este solo verso: “De cierto
os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”, este capítulo les ha
servido para ver como toda la prédica de Juan el Bautista, la prédica de Jesús y sus parábolas,
giran en torno a este verso. Jesús habló de juicio a su generación, generación que duró cuarenta
años, tal y como Él lo dijo. Los testimonios de Tácito y Josefo son prueba irrefutable de que
Jesús no mintió de que en “aquella generación” pasarían esas cosas incluyendo su Segunda
Venida. Eusebio de Cesarea, Obispo Cristiano, durante la época de Constantino el primer
Emperador que aceptó el cristianismo, da testimonio de que todo lo dicho por Flavio Josefo en su
libro “Las guerras de los judíos” es fiel y verdadero.

¿Quién motivó a los discípulos a esperar la Segunda Venida durante aquella generación?

Las epístolas son testigo fiel acerca de cómo los discípulos de Jesús estuvieron atentos en todo
tiempo a la Segunda Venida de su Maestro. Y mientras más se acercaba el tiempo mas ellos
hablaban de la inminencia de la misma. Pedro, Juan, Santiago y Pablo esperaban la inminente
venida de Jesús durante sus vidas. Pero ¿que razón hubo para que los discípulos esperaran esa
venida en sus vidas?, o tal vez la pregunta debería ser; ¿quién los motivó a esperar al Maestro en
su propio tiempo, en su propia generación?

Muy sencillo, Jesús mismo provocó ese deseo en ellos:

Mateo 10:22-23 Seréis odiados por todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el
fin, este será salvo.23 Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. De cierto os digo que no
acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre.

Mateo 16:27-28 porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y
entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.28 De cierto os digo que hay algunos de los
que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su
Reino.

Mateo 24:33-35 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a
las puertas.34 De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.35
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Mateo 26:63-64 Pero Jesús callaba. Entonces el Sumo sacerdote le dijo: —Te conjuro por el
Dios viviente que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. 64 Jesús le dijo: —Tú lo has
dicho. Y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder
de Dios y viniendo en las nubes del cielo.

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Juan 14:1-3 »No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.2 En la casa de
mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar
para vosotros.3 Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para
que donde yo esté, vosotros también estéis.

Juan 14:18-20 »No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros.19 Todavía un poco, y el mundo no
me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.20 En aquel día
vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros.

Juan 14:22-28 Le dijo Judas (no el Iscariote): —Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros
y no al mundo? 23 Respondió Jesús y le dijo:—El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre
lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él.24 El que no me ama no guarda mis
palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. 25 »Os he dicho
estas cosas estando con vosotros.26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.
27 »La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón ni tenga miedo. 28 Habéis oído que yo os he dicho: “Voy, y vuelvo a vosotros”. Si me
amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que
yo.

Juan 21:20-24 Volviéndose Pedro, vio que los seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo
que en la cena se había recostado al lado de él y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que te ha de
entregar?».21 Cuando Pedro lo vio, dijo a Jesús:—Señor, ¿y qué de este? 22 Jesús le dijo:—Si
quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿qué a ti? Sígueme tú. 23 Se extendió entonces entre los
hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino:
«Si quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿qué a ti?». 24 Este es el discípulo que da
testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.
De los pasajes leídos anteriormente, siendo debidamente fijados en el tiempo y espacio en
que fueron escritos, podemos deducir que los apóstoles esperaban la venida inminente de Jesús
para sus vidas. Y esperaban esa venida porque Jesús mismo les exhortó a anhelarla. La esperaban
porque en medio de tan grande tribulación su venida significaba bálsamo para ellos, sería el
premio por haber aguardado pacientemente su Palabra de verdad. Jesús habló a sus seguidores a
los hombres que Él mismo discípulo, a un auditorio del primer siglo en Palestina, no a un
auditorio del año 2,000 d.C. Bajo ninguna circunstancia me atrevo a pensar que Jesús no cumplió
sus palabras a estas personas, sus amigos, discípulos y familiares. Todos ellos, Juan, Pablo,
Pedro, Lucas, Mateo, Santiago, etc. esperaban la pronta venida de su maestro pues a eso fue a lo
que Jesús los exhortó; a que esperasen su pronta venida en aquella generación.
¿Cree usted que Jesús les daría una esperanza ilusoria si no iba a ser cierto que El
volvería “pronto” a ellos? Jesús no engañó a los discípulos, ni les dio falsas esperanzas porque Él
mismo estuviera tan confundido con lo relacionado a su segunda venida. Las citas antes referidas
nos están mostrando con absoluta claridad que Jesús mismo los exhortó a esperar con valor y
santidad su pronta venida en aquella generación. Estos son los testimonios de algunos de los
discípulos que esperaban la Segunda Venida en su vida en aquella misma generación:

Romanos 13:12 La noche está avanzada y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las
tinieblas y vistámonos las armas de la luz.

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Romanos 16:20 Y el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de
nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.

Filipenses 4:5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.

1Corintios 1:7-8 de tal manera que nada os falta en ningún don mientras esperáis la
manifestación de nuestro Señor Jesucristo;8 el cual también os mantendrá firmes hasta el fin,
para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.

1Cor. 4: Aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga
es el Señor. 5Así que no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará
también lo oculto de las tinieblas y manifestará las intenciones de los corazones. Entonces, cada
uno recibirá su alabanza de Dios.

1Corintios 7:29-31 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto. Resta, pues, que los que
tienen esposa sean como si no la tuvieran;30 los que lloran, como si no lloraran; los que se
alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran,31 y los que disfrutan
de este mundo, como si no lo disfrutaran, porque la apariencia de este mundo es pasajera.

1Corintios 15:23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de
Cristo, en su venida.

1Tesalonicenses 2:19 Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No
lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida?

1Tesalonicenses 3:13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad
delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

1Tesalonicenses 4:15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que
vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.

1Tesalonicenses 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

2Tesalonicenses 2:1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión
con él, os rogamos, hermanos,

1Timoteo 6:14 que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de
nuestro Señor Jesucristo

Hebreos 1:1-2 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los
padres por los profetas,2 en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó
heredero de todo y por quien asimismo hizo el universo.

Hebreos 9:26-27- De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el
principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los tiempos, se presentó una vez para

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siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.27 Y de la manera que
está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,

Hebreos 10:24-25 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas
obras, 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Hebreos 10:36-37 36porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de
Dios, obtengáis la promesa. 37Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.

Santiago 5:7-9, 7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el
labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia
temprana y la tardía. 8Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque
la venida del Señor se acerca. 9Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis
condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.

1Pedro 4:7 Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.

Judas 14 De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor
con sus santas decenas de millares, 15para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los
impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los
pecadores impíos han hablado contra él. 16Estos son murmuradores, querellosos, que andan
según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar
provecho.17Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por
los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; 18los que os decían: En el postrer tiempo habrá
burladores, que andarán según sus malvados deseos. 19Estos son los que causan divisiones; los
sensuales, que no tienen al Espíritu.

2Pedro 1:16 Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo
siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.

2Pedro 3:4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que
los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.

Santiago 5:7-9 7Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el
labrador espera el precioso fruto

2Pedro 3:9-12 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento. 10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos
pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras
que en ella hay serán quemadas. 11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no
debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,12 esperando y apresurándoos para la
venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos,
siendo quemados, se fundirán!

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1Juan 2:17-19 Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece
para siempre. 18 Hijitos, ya es el último tiempo. Según vosotros oísteis que el Anticristo viene,
así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.19
Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían
permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestara que no todos son de nosotros.
Como vemos Pablo, Pedro, Judas, Santiago, el autor de Hebreos y Juan habían creído a la
promesa de Jesús y aguardaban la maravillosa venida de su Salvador en aquella generación. De
hecho Jesús había dicho a su discípulo amado Juan que él estaría vivo hasta que el viniera por
Segunda Vez:

Juan 21:20 Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo
que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de
entregar? 21Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? 22Jesús le dijo: Si quiero
que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. 23Este dicho se extendió entonces entre
los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si
quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? 24Este es el discípulo que da testimonio de
estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.

Los discípulos creían que Juan no moriría, pero eso no fue lo dicho por Jesús. Lo que Jesús quiso
decirles, fue que Juan permanecería vivo hasta su venida en el año 70. Jesús preservó a Juan
durante la Gran Tribulación y Él mismo le dio la visión de Apocalipsis, en ese libro Jesús le
advierte a sus santos la persecución de que serían objeto primeramente por parte de los judíos y
por Roma, y la inminente venida del Señor en juicio con fuego para su pueblo infiel en el año 70.
Apocalipsis también da aliento mostrando el triunfo de Jesús sobre los poderes de las tinieblas y
el establecimiento de su reino espiritual en la tierra. La Biblia Plenitud sostiene que la evidencia
interna del Apocalipsis muestra que el libro fue escrito antes del año 70, evidencia que veremos
en próximos capítulos.

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