Está en la página 1de 10

Lípidos como señales, cofactores y pigmentos

Las dos clases funcionales de lípidos consideradas hasta el momento (lípidos de


almacenamiento y lípidos estructurales) son componentes celulares mayoritarios; los lípidos
de las membranas representan del 5 al 10% de la masa seca de muchas células y los lípidos de
almacenamiento más del 80% de la masa de un adipocito. Si bien hay algunas excepciones
importantes, estos lípidos juegan un papel pasivo en la célula; los combustibles lipídicos están
almacenados hasta que son oxidados por enzimas y los lípidos de membrana forman barreras
impermeables que separan las células y los compartimientos celulares.

Hay otro grupo de lípidos que aunque son componentes celulares relativamente minoritarios
tienen papeles activos en el tráfico metabólico en tanto que metabolitos o mensajeros.
Algunos son señales potentes, tales como las hormonas transportadas en la sangre desde un
tejido a otro, o como los mensajeros intracelulares generados en respuesta a una señal
extracelular (hormona o factor de crecimiento). Otros funcionan como cofactores enzimáticos
en reacciones de transferencia de electrones en cloroplastos y mitocondrias o en la
transferencia de porciones de azúcar en un gran número de reacciones de glucosilación.

Un tercer grupo consiste en lípidos con un sistema de doble enlaces conjugados: moléculas de
pigmentos que absorben luz visible. Algunos de éstos actúan como pigmentos que captan la
luz en la visión y en la fotosíntesis; otros producen coloraciones naturales tales como el color
anaranjado de calabazas y zanahorias o el amarillo de las plumas de canario.

Finalmente, un grupo muy extenso de lípidos volátiles producidos en las plantas actúan de
señal a través del aire, permitiendo que las plantas se comuniquen entre sí; también son útiles
para atraer animales amigos y disuadir enemigos. En esta sección describiremos algunos de
estos lípidos biológicamente activos. En capítulos posteriores se considerarán más
detalladamente su síntesis y actividades biológicas.

Los fosfatidilinositoles son derivados de la esfingosina que actúan como señales


intracelulares

El fosfatidilinositol y sus derivados fosforilados actúan a varios niveles para la regulación de la


estructura y el metabolismo celulares. El fosfatidilinositol-4,5-bisfosfato en el lado citoplásmico
(interior) de las membranas plasmáticas sirve como depósito de moléculas mensajeras que se
liberan en el interior de la célula como respuesta a señales extracelulares que interaccionan
con receptores específicos de la superficie.

Las señales extracelulares, tales como la hormona vasopresina, activan una fosfolipasa C
específica en la membrana, la cual hidroliza el fosfa-tidilinositol-4,6-bisfosfato, liberando dos
productos que actúan como mensajeros intracelulares: inositol-l,4,5-trisfosfato (IP3), que es
hidrosoluble, y diacilglicerol, que permanece asociado con la membrana plasmática. El IP3
provoca la liberación de Ca^ del retículo endoplasmático. La combinación del diacilglicerol y
del aumento de citosólico activa la proteína quinasa C. Mediante la fosforilación de proteínas
específicas, este enzima desencadena la respuesta celular a la señal extracelular.

Los fosfolípidos de inositol también actúan como puntos de nucleación para algunos complejos
supramoleculares que intervienen en la señalización o en la exocitosis. Diversas proteínas de
señalización se unen específicamente al fosfatidilinositol 3,4,5-trisfosfato en la membrana
plasmática, lo que inicia la formación de complejos multienzimáticos en la superficie citosólica
de la membrana.
La formación del fosfatidilinositol 3,4,5- trisfosfato en respuesta a señales extracelulares
agrupa las proteínas en complejos de señalización en la superficie de la membrana plasmática.
Los esfingolípidos de membrana actúan también como fuente de mensajeros Intracelulares.
Tanto las ceramidas como la esfingomielina son potentes reguladores de la proteína quinasas y
se sabe que la ceramida o sus derivados intervienen en la regulación de la división celular,
diferenciación, migración y muerte celular programada (también denominada

Los icosanoides son portadores de mensajes a las células vecinas

Los icosanoides son hormonas paracrinas, sustancias que actúan sólo en las células próximas al
punto de síntesis de la hormona en lugar de ser transportadas por la sangre para actuar en
células de otros tejidos u órganos. Estos derivados de ácidos grasos tienen una diversidad de
efectos extremadamente potentes sobre varios tejidos de vertebrados. Se sabe que
intervienen en la función reproductora; en la inflamación, la fiebre y el dolor asociados a las
lesiones o enfermedades; en la formación de coágulos de sangre y en la regulación de la
presión sanguínea; en la secreción gástrica ácida, y en diversos procesos importantes en la
salud o enfermedad humanas.

Todos los icosanoides proceden del ácido araquidónico, ácido graso poliinsaturado de 20
carbonos, del que toman su nombre general (del griego eikosi, “veinte”). Hay tres clases de
icosanoides: prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos. Las prostaglandinas (PG) contienen
un anillo de cinco átomos de carbono que originalmente formaba parte de la cadena de ácido
araquidónico. Su nombre proviene de la glándula prostática, primer tejido del que fueron
aisladas por Bengt Samuelsson y Sune Bergstrom. Originalmente se definieron dos grupos de
prostaglandinas: PGE (de soluble en eter) y PGF (de soluble en tampón fosfato).

Cada grupo contiene numerosos subtipos, denominados PGE1, PGE2, PGF1, etc. Las
prostaglandinas tienen funciones diversas. Algunas prostaglandinas estimulan la contracción
del músculo liso del útero durante el parto o en la menstruación. Otras afectan al flujo
sanguíneo hacia órganos específicos, al ciclo sueño-vigilia y a la capacidad de respuesta de
ciertos tejidos a hormonas tales como la adrenalina y el glucagón. Prostaglandinas de un tercer
grupo elevan la temperatura corporal (dando lugar a fiebre) y causan inflamación y dolor.

Los tromboxanos tienen un anillo de seis átomos que contiene una función éter. Son
producidos por las plaquetas (también llamadas trombocitos) y actúan en la formación de
coágulos sanguíneos y en la reducción del flujo sanguíneo hacia el sitio de un coágulo.

Los antiinflamatorios no esteroides (NSAID) -aspirina, ibuprofeno y meclofenamato, por


ejemplo-, según demostró John Vane, inhiben el enzima prostaglandina H2 sintasa (también
llamado ciclooxigenasa o COX), que cataliza uno de los primeros pasos en la ruta del
araquidonato a prostaglandinas y tromboxanos.

Los leucotrienos, encontrados, por primera vez en los leucocitos, contienen tres dobles enlaces
corrugados. Son señales biológicas potentes. Por ejemplo, el leucotrieno D4, derivado del
leucotrieno A4, induce la contracción del músculo liso que recubre las vías aéreas del pulmón.
La sobreproducción de leucotrienos produce ataques asmáticos y su síntesis constituye una de
las dianas de medicamentos antiasmáticos tales como la prednisona. La fuerte contracción de
los músculos lisos del pulmón que tiene lugar en el shock anafiláctico es parte de la reacción
alérgica, potencialmente fatal, en individuos hipersensibles a las picadas de abeja, penicilina y
a otros agentes
Ácido araquidónico y algunos de sus derivados icosanoides. El ácido araquidónico
(araquidonato a pH 7) es el precursor de icosanoides tales como las prostaglandinas,
tromboxanos y leucotrienos. En la prostaglandina PCEi, el C- 8 y el C-12 del araquidonato están
unidos formando el característico anillo de cinco átomos. En el tromboxano ^2, C- 8 y el C-12
están unidos y se añade un átomo de oxígeno para fonnar un anillo hexagonal. El leucotrieno
A4 contiene una serie de tres dobles enlaces conjugados. Los medicamentos antiinflamatorios
no esteroides (NSAID), tales como ia aspirina y el ibuprofeno, bloquean la formación de
prostaglandinas y tromboxanos a partir del araquidonato mediante la inhibición del enzima
ctclooxigenasa (prostaglandina H2 sintasa).

Las hormonas esteroides transportan mensajes entretejidos

Los esteroides son derivados oxidados de los esteroles; poseen el núcleo del esterol pero
carecen de la cadena alquílica unida al anillo D del colesterol y, por ello, son más polares que el
colesterol. Las hormonas esteroides se desplazan a través del torrente circulatorio (en
proteínas transportadoras) desde el sitio de producción hasta los tejidos diana, donde entran
en las células, se unen a proteínas receptoras altamente específicas en el núcleo y provocan
cambios en la expresión génica y, por consiguiente, en el metabolismo. Dada la elevadísima
afinidad de los receptores hacia la hormona, son suficientes concentraciones muy bajas de
hormona (nanomolar o inferior) para producir el efecto sobre los tejidos diana.

Los principales grupos de hormonas esteroides son las hormonas sexuales masculinas y
femeninas y las hormonas de la corteza suprarrenal, el cortisol y la aldosterona. Prednisona y
prednisolona son medicamentos esteroides con potentes actividades antiinflamatorias gracias,
en parte, a la inhibición de la liberación del ácido araquidónico por la fosfolipasa A2 y la
consiguiente inhibición de la síntesis de leucotrienos, prostaglandinas y tromboxanos. Existe
una amplia variedad de aplicaciones médicas de estos medicamentos, entre las que se incluye
el tratamiento del asma y de la artritis reumatoide.

Las plantas vasculares contienen brasinólido, de tipo esteroide, que es un potente regulador
del crecimiento al aumentar la velocidad de alargamiento de los tallos y afectar la orientación
de las microfibrillas de celulosa de la pared celular durante el crecimiento.
Esteroides derivados del colesterol La testosterona, hormona sexual masculina, se forma en los
testículos. El estradiol, una de las hormonas sexuales femeninas, se produce en los ovarios y en
la placenta. El cortisol y la aldosterona son hormonas sintetizadas en la corteza de las
glándulas suprarrenales; regulan el metabolismo de la glucosa y la eliminación de sal,
respectivamente. La prednisolona y prednisona son esteroides sintéticos utilizados como
agentes antiinflamatorios. El brasinólido es un regulador del crecimiento que se encuentra en
las plantas vasculares

Las vitaminas A y D son precursores hormonales

Durante el primer tercio del siglo xx un foco importante de investigación en la química


fisiológica fue la identificación de las vitaminas, compuestos esenciales para la salud del ser
humano y otros vertebrados que no pueden ser sintetizados por estos animales, motivo por el
cual deben ser obtenidos de la dieta. En los primeros estudios nutricionales se identificaron
dos clases generales de este tipo de compuestos: los que eran solubles en disolventes
orgánicos apolares (vitaminas liposolubles) y los que se podían extraer de los alimentos con
disolventes acuosos (vitaminas hidrosolubles).

En último término, el grupo liposoluble se resolvió en los cuatro grupos de vitaminas A, D, E y


K, todas ellas compuestos isoprenoides sintetizados por condensación de múltiples unidades
de isopreno. Dos de estos grupos (D y A) son precursores hormonales. La vitamina D3 ,
también llamada colecalciferol, se forma normalmente en la piel a partir de 7-
deshidrocolesterol mediante una reacción fotoquímica accionada por el componente
ultravioleta de la luz solar.

La vitamina D3, por sí misma, no es biológicamente activa pero enzimas del hígado y los
riñones convierten este precursor en el 1,25-dihidroxicolecalciferol, hormona que regula la
captación de calcio en el intestino y las concentraciones del calcio en el riñón y en los huesos.
La deficiencia de vitamina D conduce a la formación defectuosa de los huesos propia de la
enfermedad del raquitismo, que se cura de forma espectacular con la administración de
vitamina D.

La vitamina D2 (ergocalciferol) es un producto comercial formado por la irradiación UV del


ergosterol de la levadura. La vitamina D2 es similar estructuralmente a la D3, con una pequeña
modificación en la cadena lateral que se une al anillo D del esterol. Ambas tienen los mismos
efectos biológicos. La vitamina D2 se añade habitualmente a la leche y a la mantequilla como
suplemento dietético. Al igual que con las hormonas esteroides, el producto del metabolismo
de la vitamina D, el 1,25-dihidroxicolecalciferol, regula la expresión génica al interaccionar con
proteínas receptores nucleares específicas. La vitamina A (retinol) en sus distintas formas
funciona como una hormona y como pigmento visual de los ojos de los vertebrados.

Actuando a través de proteínas receptoras en el núcleo celular el ácido retinoico, derivado de


la vitamina A, regula la expresión génica en el desarrollo del tejido epitelial, la piel incluida.

El ácido retinoico es el principio activo en el medicamento tretinoin (Retin-A), utilizado en el


tratamiento de los acnés graves y pieles arrugadas. El retinal, otro derivado de la vitamina A, es
el pigmento que inicia la respuesta a la luz de los bastones y conos de la retina, produciendo
una señal neuronal hacia el cerebro. La vitamina A fue aislada por primera vez a partir de
aceites de hígado de pescados; el hígado, los huevos, la leche entera y la mantequilla son
buenas fuentes de la dieta.

En vertebrados, el j8-caroteno, pigmento que confiere a las zanahorias, boniatos y otros


vegetales amarillos su color característico, se puede convertir enzimáticamente en vitamina A.
La deficiencia de vitamina A produce diversos síntomas en la especie humana, entre los que se
cuentan la sequedad de la piel, de los ojos y de las membranas mucosas, así como desarrollo y
crecimiento retardados y ceguera nocturna, siendo esta última un síntoma
Vitamina A l, sus precursores y derivados, (a) El B-caroteno es el precursor de la vitamina A|.
Se resaltan las unidades estructurales de isopreno mediante líneas de trazos rojas. La rotura
del B-caroteno produce dos moléculas de vitamina A, (retinol). (b) La oxidación en C-15
convierte el retinol en su aldehido retinal (c), y la posterior oxidación produce ácido retinoico
(d), una hormona que regula la expresión génica. La rodopsina (no mostrada), pigmento visual
muy utilizada en la naturaleza, está formada por la combinación del retinal Con la proteína
opsina. En la oscuridad, el retinal de la rodopsina se encuentra en la forma 11-c/s (c). Cuando
se excita una molécula de rodopsina con luz visible, el 11 -c/s-retinal experimenta una serie de
reacciones fotoquímicas que lo convierten en todo-trans-retinal (e) forzando un cambio en la
forma de la molécula completa de rodopsina. Esta transformación en los bastones de la retina
de los vertebrados envía una señal eléctrica hacia el cerebro que es la base de la transducción
visual.

Las vitaminas E y K y las quinonas lipídicas son cofactores de oxidación-reducción

La vitamina E es el nombre colectivo de un grupo de lípidos estrechamente relacionados


denominados tocoferoles que contienen un anulo aromático sustituido y una cadena lateral
isoprenoide larga. Dado que son hidrofóbicos, los tocoferoles se asocian con las membranas
celulares, los depósitos lipídicos y las lipoproteínas de la sangre. Los tocoferoles son
antioxidantes biológicos. El anillo aromático reacciona con las formas más reactivas de
radicales del oxígeno y otros radicales libres destruyéndolas. De este modo, se protege de la
oxidación a los ácidos grasos insaturados y se previenen las lesiones oxidativas de los lípidos de
las membranas, lo cual puede causar fragilidad celular.

Los tocoferoles se encuentran en los huevos y aceites vegetales, siendo especialmente


abundantes en el germen de trigo. En animales de laboratorio sometidos a dietas carentes de
vitamina E aparece piel escamosa, debilidad muscular, pérdida de peso y esterilidad. La
deficiencia de vitamina E en seres humanos es muy rara; el principal síntoma es la fragilidad de
los eritrocitos. El anillo aromático de la vitamina K experimenta un ciclo de oxidación y
reducción durante la formación de la protrombina activa, una proteína del plasma sanguíneo
esencial para la formación del coágulo sanguíneo.

La protrombina es un enzima proteolítico que rompe enlaces peptidicos de la proteína


sanguínea fibrinógeno, convirtiéndola en fibrina, la proteína fibrosa insoluble que mantiene
unidos los coágulos de sangre. Henrik Dam y Edward A. Doisy descubrieron de forma
independiente que la deficiencia de vitamina K da lugar a una coagulación de la sangre más
lenta que puede ser fatal. La deficiencia de vitamina K es muy rara en humanos, aparte de un
pequeño porcentaje de lactantes que padecen la enfermedad hemorrágica del recién nacido,
un trastorno potencialmente fatal.

En Estados Unidos, los recién nacidos reciben rutinariamente una inyección de 1 mg de


vitamina K. La vitamina Ki (filoquinona) se encuentra en las hojas de las plantas verdes
mientras que una forma relacionada, la vitamina K2 (menaquinona) es sintetizada por las
bacterias que residen en el intestino de los vertebrados.

La Warfarina es un compuesto sintético que inhibe la formación de protrombina activa. Es muy


venenoso para las ratas a las que les produce la muerte por hemorragia interna. Curiosamente,
este potente rodenticida es también un valioso medicamento anticoagulante para el
tratamiento de los pacientes con riesgo de coagulación excesiva de la sangre, tales como los
pacientes operados y los que sufren trombosis coronaria.

La ubiquinona (también llamada coenzima Q) y la plastoquinona son isoprenoides que


funcionan como transportadores de electrones lipofílicos en las reacciones de oxidación-
reducción que impulsan la síntesis de ATP en la mitocondria y en los cloroplastos,
respectivamente. Tanto la ubiquinona como la plastoquinona pueden aceptar bien uno bien
dos electrones al tiempo que uno o dos protones.
Muchos pigmentos naturales son dienos conjugados lipídicos

Los dienos conjugados tienen cadenas carbonadas en las que se alternan enlaces dobles y
sencillos. Debido a que este ordenamiento estructural permite la deslocalización de
electrones, los compuestos se pueden excitar mediante radiación electromagnética de baja
energía (luz visible), confiriéndoles coloración visible tanto para los ojos humanos como para
los de otros animales.

El caroteno es amarillo anaraiyado; compuestos parecidos son responsables de los llamativos


colores rojo, naranja o amarillo de las plumas de las aves (Fig. 10-23). Lo mismo que los
esteróles, esteroides, dolicoles, vitaminas A, E, D y K, ubiquinona y plastoquinona, estos
pigmentos se sintetizan a partir de derivados del isopreno de cinco carbonos.

EN resumen

 Algunos tipos de Lípidos, aunque presentes en cantidades relativamente pequeñas,


tienen papeles esenciales como cofactores o señales.
 El fosfatidilinositol bisfosfato es hidrolizado dando dos mensajeros intracelulares, el
diacilglicerol y el inositol 1,4,5-trisfosfato. El fosfatidilinositol 3,4,5-trisfosfato
constituye un punto de nucleación para los complejos proteicos supramoleculares que
actúan en la señalización biológica.
 Las prostaglandinas, los tromboxanos y los leucotrienos (los icosanoides), procedentes
del araquidonato, son hormonas extremadamente potentes.
 Las hormonas esteroides provienen de los esteroides y actúan como señales biológicas
potentes como, por ejemplo, las hormonas sexuales.
 Las vitaminas A, D, E y K son compuestos Liposolubles formados por unidades de
isopreno. Todas tienen papeles esenciales en el metabolismo o la fisiología de los
animales. La vitamina D es el precursor de una hormona que regula el metabolismo del
calcio. La vitamina A proporciona el pigmento visual del ojo de los vertebrados y actúa
como regulador de la expresión génica durante el crecimiento

También podría gustarte