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INHALOTERAPIA

Tarea 1.

Profesor:Dr. Mario Adrián Juárez Peñaloza.

Alumno:Marcela Cendejas Barragán.

Abril 2020.
1. ANATOMÍA, FISIOLOGÍA E INTERCAMBIO DE GASES.

El aparato respiratorio está compuesto de un importante número de estructuras,


todas orientadas a la obtención del oxígeno ambiental y a la eliminación de dióxido
de carbono celular; del correcto equilibrio entre estos dos gases dependerá la
eficacia de la respiración y la estabilidad ácido-base.

El proceso respiratorio se sitúa en dos frentes, uno localizado en el aparato


respiratorio (neumo) y otro, en las células (verdadera respiración), que finalmente
obtendrán su energía y eliminarán el gas de desecho.

La primera se denomina respiración externa y la segunda es la respiración interna.

Este sistema tiene la capacidad de adaptar su ventilación, difusión y perfusión a


cada estado y contexto, gracias a su coordinación con el aparto circulatorio y
neuroquímico. Dicha adaptación se pone de manifiesto tanto en reposo absoluto
como en situaciones de crisis extrema.

Región extratorácica: vía respiratoria superior.


La función esencial de estas estructuras es conducir, filtrar, proteger, humidificar y
calentar el aire atmosférico que penetra durante la inspiración hacia la vía aérea
inferior y posteriormente conducir su salida en la espiración.

Está compuesta por:

 Fosas nasales
 Senos paranasales
 Faringe
 Laringe
 Traquea
Fosas nasales

Es el primer conducto por el que pasa el aire para ser conducido a la faringe. A su
vez están divididas en dos orificios conocidos como narinas.

Están compuestas por vibrisas (pelos), repliegues denominados cornetes y células


productoras de moco (epitelio cilíndrico).

Además de la función de conductor, filtro y calentador, la nariz participa en el


sentido del olfato, merced al nervio olfatorio, y en la fonación, modulando la voz.

Senos paranasales

Se trata de estructuras huecas en posición lateral y posterior a la nariz


denominadas:

 Senos frontales.  Senos etmoidales.


 Senos esfenoidales.  Senos maxilares

Su función es calentar y humectar el aire, así como proporcionar moco adicional a


la nariz.
La patología más frecuente relacionada con esta estructura es la sinusitis.

Faringe

Es un tubo de unos 12-13 cm de longitud que está dividido en tres segmentos


diferenciados:

 Nasofaringe: área posterior o región nasal de la faringe, conectada por las


coanas nasales. Drena las trompas de Eustaquio y aloja las adenoides.
 Orofaringe: área bucal de la faringe, también posterior. Está limitada
por la úvula y por el paladar blando. Aloja las amígdalas.
 Laringe-faringe: se orienta hacia la laringe y el esófago, sus límites se
encuentran entre la raíz de la lengua y el hueso hioides, la epiglotis
quedaen proyección hacia su interior.

Recibe ramas sensitivas de los nervios glosofaríngeo y facial.

La patología más frecuente relacionada con esta estructura es la faringitis


o inflamación de la faringe.

Laringe

Situada en la región cervical por debajo de la faringe, entre las vértebras


cervicales 4ª y 6ª. Conecta la vía aérea superior con la tráquea y aloja las cuerdas
vocales y la epiglotis, que cierra la vía respiratoria con la deglución.

Se trata de nueve cartílagos, el mayor de ellos el tiroides (nuez), y tres pares


imprescindibles para la fonación.

Presenta una mucosa tremendamente sensible a los cuerpos extraños debido al


nervio laríngeo recurrente, que desencadena el reflejo tusígeno.

También destaca su inervación por el nervio vago.


Las patologías más frecuentes relacionadas con esta estructura son la laringitis y
las neoformaciones.

Tráquea
Está situada en la línea media cervical, anterior al esófago, a la altura de la 6ª
vértebra cervical y de la 5ª torácica. Es un tubo anillado de 12 cm que se extiende
desde la laringe hasta los bronquios.

Su principal función consiste en conducir aire.

Se trata de una estructura cuyos anillos son cartílagos y cuyo epitelio muco-ciliado
segrega una importante cantidad de moco.

Parte de la tráquea se hace intratorácica, se bifurca a la altura de la 5ª vértebra


torácica, en la denominada carina traqueal, y da lugar a los bronquios derecho e
izquierdo.

Las patologías más frecuentes relacionadas con esta estructura son la traqueítis y
el crup laríngeo.
Región intratorácica: vía aérea superior
Está compuesta por:
 Bronquios.  Pulmón.
 Bronquiolos-sacos alveolares-  Pleuras.
alvéolos.

Bronquios
Los bronquios son el conjunto de anillos incompletos de tejido músculo-
cartilaginoso. Los dos bronquios principales son:
 Bronquio derecho: prácticamente vertical y menor en 5 cm que el izquierdo.
 Bronquio izquierdo: más horizontal

Al entrar en los pulmones forman los pedículos pulmonares. Ambos se subdividen


en bronquios lobares y segmentarios a medida que penetran en el árbol pulmonar.
Su luz disminuye progresivamente con cada subdivisión.

La patología más frecuente relacionada con esta estructura es la EPOC.

Bronquiolos
No tienen cartílago, sino músculo liso de forma circular.
Los bronquios segmentarios se dividen en bronquios terminales y éstos, a su vez,
en bronquiolos respiratorios. Así, mediante sucesivas subdivisiones se encuentran
los sacos alveolares y finalmente los alvéolos.

Las unidades resultantes son los ácinos o unidades de intercambio gaseoso,


compuestas por:

 Red arteriolar.
 Red venosa.
 Bronquio respiratorio.
 Saco alveolar: cuyos neumocitos tipo II segregan surfactante.
 Alvéolos: a través de cuya fina capa epitelial el oxígeno y el dióxido de
carbono se intercambian con los capilares.

Las patologías más frecuentes relacionadas con esta estructura son la EPOC, el
enfisema y las bronquiectasias.

Pulmones
Están constituidos por las estructuras anteriormente desarrolladas; éstas les
confieren un aspecto esponjoso, elástico y blando.

Su forma es piramidal, su región inferior es denominada base y su región superior,


ápice.

La separación entre cada uno de ellos es el espacio llamado mediastino, donde se


alojan el corazón y los grandes vasos torácicos que penetran en los pulmones,
junto con los bronquios, a través de los hilios pulmonares.

Cada pulmón está divididoen lóbulos; tres en el pulmón derecho y dos en el


izquierdo.
Pleuras
Se trata de una envoltura epitelial que rodea los pulmones y la pared torácica
anexa.

Sus dos hojas, pleura visceral y pleura parietal, están adheridas la primera al
pulmón y la segunda a la pared músculo-costal. Ambas se encuentran separadas
por el líquido pleural, que aumenta su capacidad de adhesión.

Sus funciones son:


 Mantener la expansión pulmonar al traccionar cuando la caja torácica se
expande.
 Facilitar el deslizamiento entre las dos pleuras.
 Mantener la presión negativa (-3 mmHg) necesaria para evitar el colapso
pulmonar.

Las patologías más frecuentes relacionadas con esta estructura son el


neumotórax, el hemotórax y el derrame pleural.

Vascularización pulmonar
A grandes rasgos se puede dividir en dos:
 Circulación pulmonar:
 Nace en el tronco de la arteria pulmonar procedente del ventrículo
derecho.
 Bifurcación en la arteria pulmonar derecha e izquierda.
 Subdivisiones lobares, segmentarias y capilares, envoltura alveolar,
donde hay que recordar que se produce el intercambio gaseoso y
red perialveolar, para regresar oxigenada.
 Por las venas capilares, venas pulmonares, aurícula izquierda y
finalmenteventrículo izquierdo.

 Circulación bronquial:
 Desde la aorta descendente nacen las dos arterias bronquiales,con
sus ramas bronquiales, para irrigar finalmente todas las estructuras.
 Una vez oxigenado todo el sistema, la sangre con el dióxido es
drenada por las venas ácigos y semiácigos a la vena cava superior,
aurícula derecha y ventrículo derecho.

Estas circulaciones nunca se mezclan.

Las patologías más frecuentes relacionadas con esta estructura son la


hipertensión pulmonar, la insuficiencia cardiaca, el edema agudo de pulmón y la
patología congénita de grandes vasos.

Musculatura respiratoria
Sus objetivos son:
 Vencer la presión de colapso natural del pulmón generando una presión
negativa que facilita la entrada de aire atmosférico.
 Extraer el aire de las vías aéreas.
MÚSCULO INSPIRACIÓN ESPIRACIÓN CRISIS
Diafragma Al descender Diferentes fibras -
aumenta la se contraen y
altura del tórax disminuye su
3-5 cm. altura.
Intercostaes externos Contracción, - Aumenta el
rotación y diámetro
elevación costal. anteroposterior
Escalenos Tracción - Aumenta la 1ra y
Elevación costal la 2da costilla,
aumentando el
tórax superior
Esternocleidomastoide Tracción - Tracciona el
o Elevación costal esternón
Pectorales - - -
Intercostales - Antirrotación Disminuye el
intermedios Caída costal diámetro
transverso costal
Abdominales anteriores - Caída costal Compresión
costal inferior en
la espiración
Cuadrado lumbar - Caída costal -
sacroespinales -

Ventilación
Consiste en la entrada de aire atmosférico hasta la vía aérea inferior (alvéolos) y
su posterior salida.

A la entrada de aire se la denomina inspiración (proceso activo) y a la salida,


espiración (proceso pasivo). Cada inspiración-espiración se denomina ciclo
respiratorio.
Estos procesos llevan asociados unas frecuencias, volúmenes adaptados a cada
momento, determinadas por las capacidades pulmonares, así como por las
presiones y tensiones de cada individuo.

 Presión intratorácica: normalmente es de 755 mmHg, que caen a 751


mmHg para conducir el aire a los alvéolos.
 Tensión superficial: tensión mantenida gracias al surfactante existente
entre la membrana y el aire, evita el colapso del alvéolo.
 Frecuencia respiratoria: número de ciclos inspiratorios y espiratorios por
minuto.
 Distensibilidad: elasticidad pulmonar.
 Volumen corriente (VC): volumen intercambiado en un ciclo normal,300-
600 ml.
 Volumen inspiratorio de reserva (VIR): volumen de aire inspirado de
manera forzada al final de una inspiración normal: 3,3 litros (l).
 Volumen espiratorio de reserva (VER): volumen de aire espirado de
manera forzada al final de una espiración normal: 1,0 l.
 Volumen residual (VR): volumen de aire que queda en los pulmones al
finalizar una espiración máxima: 1,2 l.
 Volumen minuto (VM): volumen que entra en un minuto, para 10
respiraciones por minuto, aproximadamente 6 l.
 Espacio muerto anatómico: aire que queda en las vías aéreas y que no se
emplea para el intercambio de gases, 150 ml aproximadamente.

Combinaciones de diferentes volúmenes dan lugar a las denominadas


capacidades pulmonares:

 Capacidad total (CT): suma del VC + VIR + VER + VR: 6 l.


 Capacidad vital (CV): suma de VC + VIR + VER: 4,8 l.
 Capacidad inspiratoria (CI): máximo volumen de aire inhalado al final de
una inspiración normal, VC + VIR: 3,8 l.
 Capacidad espiratoria (CE): máximo volumen de aire exhalado al final de
una espiración normal, VC + VER.
 Capacidad residual funcional (CRF): volumen de aire que queda en el tórax
tras una espiración no forzada, VER + VR.

Difusión
Consiste en el paso de los gases atmosféricos a la sangre a través de la
membrana alveolar y su posterior transporte a los tejidos.

Los factores que afectan a la difusión y transporte son:


 Presión parcial del gas

La presión parcial del oxígeno (PaO2) en el aire alveolar es mayor que en la


sangre, ésta es suficiente para hacerla pasar a la sangre y atravesar todas las
membranas.

El dióxido de carbono (CO2), debido al mismo efecto, transfiere el gas en sentido


opuesto. Por tanto, las alteraciones en las presiones parciales de los gases
afectarán a su difusión. En cuanto al ámbito fisiopatológico, los fenómenos que
reducen la concentración de O2 producirán diferentes enfermedades, como
intoxicaciones, elevada altitud, etc.

 Espesor y permeabilidad de la membrana

Normalmente la separación entre el alvéolo y el capilar es debida a las


membranas semipermeables del capilar y el alvéolo, pero también a otras células
y líquidos como el intersticial.

Cuanto mayor sea la permeabilidad y menos las estructuras (líquido intersticial),


menor resistencia habrá al intercambio del gas.
La resistencia de las membranas se expresa por un coeficiente de difusión o
capacidad de difusión. Por ejemplo, la del oxígeno es de 20 ml/minuto/mmHg y la
del dióxido de carbono 20 veces mayor, 400 ml/minuto/mmHg.

Por lo que respecta al ámbito fisiopatológico, los aumentos en el espesor de la


membrana o el aumento de líquido intersticial producirán enfermedades como el
edema agudo de pulmón (EAP).

 Reacciones químicas

El transporte de gases hacia los tejidos no se realiza sólo a través del O2 y del
CO2 libre en sangre, sino que es movilizado en forma de numerosas reacciones
químicas (uniones, combinaciones, etc.).

Por tanto, la intensidad de las reacciones químicas relacionadas con estos gases
determina la velocidad de desplazamiento de éstos entre el alvéolo y la sangre.

 Velocidad de circulación pulmonar

Existen diferentes presiones de los gases, tanto en el propio alveolo como en los
capilares.

Con una circulación (velocidad) sanguínea constante, el intercambio se realiza de


forma constante. Cuando el flujo sanguíneo aumenta, cada mililitro tiene algo
menos de O2 al abandonar los pulmones, proceso que es evidente cuando la
velocidad de circulación pulmonar es muy elevada.

 Área de membrana
Los capilares pulmonares suponen el 85% de la superficie alveolar, que para un
adulto normal equivale a 80 m2. A través de ésta se produce todo el intercambio
gaseoso.

Por tanto, toda reducción de la superficie disminuye la capacidad de difusión y


viceversa.

 Transporte

Hace referencia al transporte del O2 y del CO2 hacia y desde los tejidos para su
difusión.

El transporte de O2 puede llevarse a cabo de forma:

 Libre en sangre: 0,3 ml/100 ml de plasma.


 Combinado con la hemoglobina: 20 ml/100 ml de plasma.

La hemoglobina (Hb) posee una importante avidez por el O2. Ésta es mayor en el
pulmón, donde la presión parcial de oxígeno (PaO2) es muy alta: 100 mmHg =
97% de saturación de Hb y menor en los tejidos, donde la PaO2 es de 40 mmHg =
70 de saturación de Hb.

El CO2, por su parte, es un gas muy soluble en comparación con el O2, unas 20
veces más. Éste puede movilizarse de cuatro maneras diferentes:

 Disuelto en plasma.
 En forma de ácido carbónico.
 Ion bicarbonato.
 Unido a la Hb y a otras proteínas.
Desempeña un importante papel en el control del pH. Su aumento o disminución
puede dar lugar a acidosis o alcalosis.

Control de la respiración

Se lleva a cabo gracias a una perfecta coordinación de elementos neuronales,


químicos y físicos.

El sistema fundamental de control es el sistema nervioso autónomo (SNA) y


específicamente sus centros bulbares y protuberanciales.

 Centro bulbar: determina el patrón respiratorio y envía impulsos, tras


analizar las necesidades, a los centros intrabulbares.
 Centros protuberanciales:
o Apneuístico: detiene la inspiración. Controlado por el centro
neumotáxico y por los reflejos de insuflación.
o Neumotáxico: recibe impulsos bulbares, transmite al subcentro
espiratorio bulbar.

Toda la información que llega a estos centros es de carácter neuroquímico.


Cuando se producen cambios en las concentraciones de O2 y CO2, éstas son
remitidas al bulbo.

Los quimiorreceptores se sitúan en áreas centrales (medulares) y periféricas


(arterias carótidas y cayado aórtico).

Finalmente, la inspiración está también controlada por el reflejo de Hering-Breuer y


por la información diafragmática de los nervios frénicos e intercostales.
2. OXIGENOTERAPIA

Es la utilización terapéutica del oxígeno, fundamentalmente en patología


respiratoria (EPOC, asma, enfisema, etc.) y también como tratamiento
coadyuvante en otros procesos patológicos (shock, anemia, insuficiencia cardiaca,
procesos neurodegenerativos, etc.), pero no se debe olvidar su uso no médico, por
ejemplo en actividades deportivas de altura o subacuáticas.

El principal objetivo es corregir la hipoxemia es decir, aumentar la presión parcial


del O2 (PaO2) a más de 55 mmHg, mediante el aporte de una concentración
suplementaria en la fracción inspirada, y de esta forma saturar suficientemente la
hemoglobina.

Es preciso recordar que el oxígeno es un fármaco y, como tal, debe ser


considerado en su indicación, dosificación y aplicación, sea cual sea el dispositivo,
sus efectos secundarios y sus cuidados.

Material

La oxigenoterapia se aplica mediante numerosos dispositivos, cuya finalidad es


aumentar la concentración de oxígeno inspirado o fracción de O2 (FiO2), tales
como:

 mascarilla  cánulas nasales  ventilación


simple mecánica

Sin embargo, prácticamente todos tendrán en común el siguiente material:

 Fuente de oxígeno: de pared, bala, tanque líquido o concentrador


 Medidor de flujo de oxígeno
 Humidificador
 Manorreductor.
 Tubuladuras de conexión.
 Sistema de aplicación indicado: mascarilla, cánula nasal o nebulizador.

Indicaciones

La oxigenoterapia siempre está indicada cuando exista una deficiencia en el


aporte de oxígeno tisular. Ésta puede ser diagnosticada de forma objetiva,
mediante determinaciones analíticas como la gasometría arterial (GA) con PaO2 <
60 mmHg y la pulsioximetría (SatO2) con lectura < 90% o bien gracias a los signos
y síntomas (disnea, cianosis, taquipnea, disminución del murmullo vesicular, etc.).

CAUSA PROCESO
Alteración en el intercambio gaseoso EPOC, asma edema agudo de pulmón,
alveolo-capilar neumonía, atelectasia, shunt arterio-
venoso
Incapacidad sanguínea para el Shock, hipovolemia, anemia,
trasporte de sangre intoxicación por humo
Disminución de oxigeno en el aire Altitud, ventilación mecánica mal
inspirado controlada, intoxicación por humo
Déficit celular en la captación de Sustancias que desplazan o alteran la
oxigeno captación: cianuro, potasio
Otras causas IAM, anemias crónicas, intoxicaciones,
déficit neurológico, trastornos del
sueño

Cuidados específicos
 Confirmar la seguridad tanto del dispositivo (no hay fugas, acodamientos,
ensamblaje correcto) como del entorno (no hay fuentes de calor, eléctricos
que generen chispas.
 Si el paciente está consciente, explicarle el procedimiento, responder a
todas sus dudas, solicitar su colaboración, especialmente en la no
manipulación del dispositivo, en la seguridad del entorno y en la importancia
de la pauta prescrita.
 En caso de alteración del nivel de consciencia, comunicarle el
procedimiento y las medidas de seguridad al acompañante.
 Preparar el sistema y el circuito, según el aplicador indicado.
 Abrir el oxígeno al flujo prescrito y asegurarse del correcto funcionamiento
del sistema: no hay fugas en las conexiones, no hay sonidos (pitidos)
extraños, el agua del humidificador burbujea y en el extremo distal de la
tubuladura hay flujo.
 Aplicar el dispositivo pautado (mascarilla, cánula nasal, reservorio,
respirador, etc.) al extremo distal de la tubuladura.
 Una vez iniciada la oxigenoterapia, explicarle al paciente los efectos que
puede notar (sequedad de mucosas, opresión del dispositivo, sensación de
claustrofobia, etc.) y los síntomas sobre los que debe informar al personal
sanitario (mareo, somnolencia o inquietud).
 Confirmar la adecuada ventilación del paciente.
 Asegurar la adecuada oxigenación: saturación de oxígeno (SatO2) y
gasometría si está indicada.
 Controlar y monitorizar inicialmente las constantes vitales: frecuencia
cardiaca y presión arterial.
 Vigilar la aparición de signos y síntomas relacionados con alteración en la
oxigenación: disnea, taquipnea, taquicardia, cefalea, cianosis, uso de
músculos accesorios en la respiración, agitación, confusión.
 Asegurar la comodidad del paciente, tanto en la posición en la que deba
recibir el tratamiento como en el sistema de administración: No hay
excesiva presión de la mascarilla ni de las gomas de sujeción. No se
enclava en la nariz el metal adaptador.
 Asegurarse de que el paciente mantiene una correcta comunicación;
numerosos dispositivos dificultan el habla.
 Vigilar la aparición de alteraciones en mucosas y piel: Úlceras por presión
de las tubuladuras o mascarillas contra la piel. Lesiones orales y/o
traqueales por sequedad. Lesiones oculares: conjuntivitis e, incluso,
fibroplasia del cristalino.
 Revisar sistemáticamente el reservorio de agua del dispositivo.
 Asegurar una correcta nutrición y especialmente una adecuada hidratación:
Organizar la comida cuando mayor oxigenación presente el paciente.
Cambiar de mascarilla a cánula nasal durante las comidas.
Ofrecer periódicamente líquidos orales al paciente o revisar la pauta
parenteral.
 Mantener la higiene del paciente: Limpiar la mascarilla tantas veces como
sea necesario, mínimo cada 8 horas. Lavar la cara del paciente siempre
que lo precise. Mantener una adecuada higiene bucal y nasal. Lubricar los
labios y la nariz (evitar aceite o vaselina) con solución hidrosoluble. Educar
al paciente para realizar respiraciones profundas y toser para evitar
atelectasias.
 Aplicar cuidados específicos según el dispositivo pautado.
 Registrar puntualmente todos los cuidados y procedimientos, especialmente
los relacionados con los cambios de flujo del oxígeno, las alteraciones
gasométricas o los signos y síntomas experimentados por el paciente

Complicaciones

Las principales complicaciones se observan en pacientes sometidos a


oxigenoterapia durante 24 horas y con flujos superiores al 60%, así como en
pacientes con retención crónica del CO2.

 Cefalea.
 Somnolencia.
 Parestesias.
 Anorexia.
 Sequedad de mucosas.
 Irritación traqueal.
 Tos.
 Edema.
 Fibrosis.
 Fibroplastia del cristalino (niños prematuros).
 Tolerancia al oxígeno.
 Interacción con fármacos (catecolaminas, corticoides, antibióticos).
 Depresión respiratoria por desensibilización del centro respiratorio

Dispositivos de bajo flujo

Son dispositivos en los cuales el paciente respira aire ambiental y a través de los
que recibe oxígeno suplementario; no es posible determinar con rigor la FiO2 que
adquiere el paciente, al depender ésta de varios factores como son:

 El volumen corriente (VC) del paciente.


 La frecuencia respiratoria.
 El flujo de oxígeno.

Se podría inducir al error de considerar que pacientes tratados con sistemas de


bajo flujo no pueden alcanzar altas concentraciones de oxígeno, lo que no es
correcto, ya que a mayor VC menor será la FiO2 y a menor VC mayor será ésta,
siempre y cuando el flujo de oxígeno suministrado sea constante. Es decir, si el
paciente está recibiendo “x” litros por minuto a través de un dispositivo de bajo
flujo y realiza respiraciones lentas y profundas, tomando por tanto mayor mezcla
de oxígeno suplementario, la FiO2 será alta. Por el contrario, si hace respiraciones
rápidas e intensas, el oxígeno suplementario quedará más diluido en el aire
ambiental, con lo que se obtendrá una FiO2 más baja.

Los dispositivos para la administración de oxígeno de bajo flujo más utilizados son:
 Cánula o puntas nasales.
Definición Consiste en una tubuladura de plástico flexible, con
capacidad de adaptación a las fosas nasales del paciente en
su parte proximal; se sujeta a los pabellones auditivos en su
parte medial y se une a la fuente de oxígeno en su parte
distal.
Características Permite flujos de 1 a 6 litros por minuto (lpm) y administrar
una FiO2 desde el 22% hasta el 40%.
Flujo Concentración aproximada
1 litro por minuto 24%
2 litros por minuto 28%
3 litros por minuto 32%
4 litros por minuto 36%
5 litros por minuto 40%
Indicaciones  Bajo flujo
 Volumen corriente mayor que las 3/4 partes del
normal
 Frecuencia respiratoria es menor de 25 respiraciones
por minuto y hay estabilidad del patrón ventilatorio.
 No está indicado cuando el paciente precisa flujos
mayores que 6 litros debido a sus complicaciones.
 Hipoxemia leve-moderada.
Ventajas  Cómodo: permite comer, deambular, expectorar y
dormir sin interrumpir el tratamiento.
 No produce claustrofobia.
 Se puede aplicar temporalmente por la boca.
 Fácil aplicación para el propio paciente o para su
familiar
 Bajo costo
Limitaciones Aporta un FiO2 maximo de 44%
Se desconecta fácilmente
Aplicarlo en la nariz no es efectivo si el paciente respira
profundamente por la boca
Puede producir pequeñas heridas sobre el mentón si se
ajusta en exceso
Complicacione  Cefalea.
s  Somnolencia.
 Parestesias.
 Anorexia.
 Irritación traqueal.
 Hipoxemia: por descolocación de la cánula de la nariz,
bajo flujo y acodamientos.
 Posibles lesiones cutáneas por presión del dispositivo.
 Sequedad de mucosas: nasal.

Mascarilla simple.

Definición A diferencia de la cánula nasal, la mascarilla simple es un


dispositivo transparente y flexible, que cubre toda la boca y la
nariz del paciente, con dos orificios laterales para la
exhalación del CO2 y la entrada de aire ambiental.
Características  Permite obtener concentraciones mayores (hasta de
un 50%-60%) manteniendo un flujo bajo (6-10 lpm).
Tasa de flujo Concentración
aproximada
5 litros por minuto 40%
6 litros por minuto 50%
7 litros por minuto 60%

 Presenta sistemas de ajuste (goma posterior y metal


maleable nasal) para garantizar una mayor efectividad
en la administración de O2.
Indicaciones  Como uso general en hipoxemia leve-moderada.
 En pacientes con EPOC.
 Pacientes que precisan un mayor control del FiO2.
Ventajas Permite buenas concentraciones de O2
No precisa flujos muy altos
Es precisa para el control de la FiO2
Bajo costo y desechable
Útil en el traslado de pacientes
Limitaciones  Con flujos superiores a 5-6 lpm puede haber
reinhalación de CO2.
 Interfiere con la expectoración, la alimentación, la
hidratación, etc.
 Precisa una buena y continua fuente de humedad
 Se puede descolocar, especialmente en el sueño o al
levantársela el paciente para expectorar
 Se desconecta la goma de ajuste
 El paciente puede sentir claustrofobia
 Puede producir úlceras por presión: nariz
Complicacione Son mayores que en las cánulas nasales por su mayor
s concentración de oxígeno
 Cefalea.
 Somnolencia.
 Parestesias.
 Anorexia.
 Sequedad de mucosas: nasal.
 Irritación traqueal.
 Hipoxemia: por descolocación de la mascarilla, bajo
flujo o acodamientos.
 Posibles lesiones por decúbito en zonas de presión
del dispositivo.

Mascarilla con reservorio.

Definición Consiste en una mascarilla de iguales características que la


mascarilla simple a la que se le añade una bolsa reservorio
con capacidad máxima de 750 ml, así como una conexión a
la fuente de oxígeno y una válvula unidireccional en el
sentido de la inspiración del paciente.
Características Permite proporcionar una concentración de oxígeno mayor
que la de los dos dispositivos anteriores (cánula nasal y
mascarilla simple), pero manteniendo la ventaja de bajos
flujos.
Existen dos tipos de mascarillas con sus respectivas tasas de
flujo y concentración
Dispositivo Flujo FiO2
con respiración 8-12 Ipm 40%-70%
parcia de aire
exhalado
sin respiración de 10- 60%-80%
aire exhalado 15Ipm
Indicaciones  Como uso general, en hipoxemia moderada-severa.
 En insuficiencia cardiaca descompensada, edema agudo
 de pulmón, intoxicaciones por inhalación, etc.
 Pacientes que precisan un mayor control de la FiO2.
Ventajas Permite altas concentraciones de O2
Buen tratamiento a corto plazo; puede mantener al paciente
sin intubación
Es precisa para el control de la FiO2
Bajo costo y desechable
Útil en el traslado de pacientes
Limitaciones Puede producir reinhalación de CO2
Interfiere con la expectoración, la alimentación, la hidratación
Precisa una buena y continua fuente de humedad
Se puede descolocar, especialmente en el sueño o al
levantársela el paciente para expectorar
Se desconecta la goma de ajuste
El paciente puede sentir claustrofobia
Puede producir lesiones por decúbito: Nariz
complicacione Cefalea.
s Somnolencia.
Parestesias.
Anorexia.
Sequedad de mucosas: nasal y bucal.
Irritación traqueal.
Tos.
Edema.
Fibrosis.
Hipoxemia: por descolocación de la mascarilla, bajo flujo y
acodamientos.
Posibles lesiones cutáneas por presión del dispositivo.
Tolerancia al oxígeno.
Interacción con fármacos (catecolaminas, corticoides,
antibióticos).
Depresión respiratoria por desensibilización del centro
respiratorio.

Dispositivos de alto flujo

Son sistemas que permiten administrar un flujo de gas necesario, aportan oxígeno
con índices superiores a la fracción de flujo espiratorio normal y en los que las
variaciones de la FiO2 no cambian con el patrón respiratorio del paciente.

El sistema más utilizado es la mascarilla de Venturi, aunque existen otros


dispositivos que basan su funcionamiento en el mismo principio (de Bernoulli),
como son las conexiones en T con sistema de reserva y la ventilación mecánica.

Mascarilla de Venturi
Definición Esta mascarilla es similar a la mascarilla simple, su principal
diferencia radica en el cono regulador de FiO2 situado en la
base de la mascarilla y que conecta con la tubuladura de
O2.
Este cono presenta unos orificios laterales que pueden
abrirse o cerrarse según la demanda, con lo que permiten
una mayor o menor concentración del oxígeno
El porcentaje de concentración viene impreso en el cono.
Junto con la FiO2 es necesario determinar el flujo exacto
para que el tratamiento sea lo más preciso; el fabricante
adjunta una gráfica con las concentraciones de oxígeno y
los flujos a los que se debe administra
Características El oxígeno suministrado por el caudalímetro llega a la
conexión del regulador (cono).
El gas tiene un flujo alto, sobre una zona estrecha y abierta
al exterior por los orificios laterales.
Se provoca una aspiración (presión negativa) del aire
ambiental que se mezcla con el oxígeno hacia la mascarilla.
Se puede aportar FiO2 desde el 24% hasta el 50% con un
flujo de oxígeno desde 3 lpm hasta 15 lpm y obtener flujos
totales de oxígeno que oscilan entre los 8 lpm y los 15 lpm.
Indicaciones  Pacientes con insuficiencia respiratoria aguda grave,
en los que es necesario un control rápido, seguro y
riguroso: EPOC reagudizado, EAP y broncoespasmo
severo.
 Pacientes con hipoxemia e hipercapnia en los que se
deba corregir la hipoxemia hasta valores entre 50 y
60 mmHg pero sin deprimir el centro respiratorio.
 Pacientes en los que se precise conocer con
exactitud la FiO2 que reciben.
Ventajas Permite excelentes concentraciones de O2
Es muy precisa para el control de la FiO2
Bajo costo y desechable
Útil en traslado de pacientes
Al suplir todo el gas inspirado permite controlar la
temperatura, humedad y concentración
Útil en pacientes con retención crónica de dióxido de
carbono
Limitaciones Precisa humidificación obligatoria en concentraciones
superiores al 30%
Interfiere con la expectoración, la alimentación, la
hidratación.
El paciente puede sentir claustrofobia
Se pueden descolocar, especialmente en el sueño o al
levantársela el paciente para expectorar
Se desconecta la goma de ajuste
Puede producir lesiones por presión: nariz
complicaciones  Cefalea.
 Somnolencia.
 Parestesias.
 Anorexia.
 Sequedad de mucosas: nasal.
 Irritación traqueal.
 Hipoxemia: por descolocación de la mascarilla, bajo
flujo o acodamientos.
 Posibles lesiones cutáneas por presión del
dispositivo.

Mascarilla para nebulización

Definición Conjunto de dispositivos que transforman los líquidos en


aerosoles para que puedan ser inhalados.
Características
Indicaciones En el tratamiento de procesos respiratorios, especialmente
en las agudizaciones:
 EPOC.
 Asma.
 Bronquiolitis.
 Enfisema.
 Crup laríngeo.
 Broncoespasmos de diversa etiología.
 En el tx incapaz de tomar fármacos inhalados en
forma de cartuchos presurizados: Niños pequeños,
Ancianos.
 Pacientes con limitación en la movilidad:
enfermedades neurodegenerativas o deficiencias en
la psicomotricidad.
 Pacientes con limitación en la capacidad inspiratoria.
 Pacientes con traqueostomia.
 Situaciones en las que se precise una mayor
humidificación de la vía respiratoria.
 Procesos en los que se necesite un aumento de la
expectoración.
Ventajas Buena humidificación de la vía aérea
Aplicación directa del fármaco en el árbol bronquial
Excelente distribución y absorción del fármaco, comparable
a la vía intravenosa
Aplicación no invasiva
Inicio rápido de la acción
Necesidad de dosis de fármaco menor que por otras vías de
administración
Oxigena a la vez que produce efecto terapéutico
Limitaciones Exige la colaboración mínima del paciente
Riesgo de infección por mal mantenimiento higiénico del
dispositivo
Riesgo de sobrehidratación en lactantes
Si no hay un nivel correcto de líquido en la cámara del
reservorio, no habrá efecto terapéutico y producirá
irritaciones por sequedad
Claustrofobia para el paciente
Ruido durante la nebulización
Riesgo de retención de carbónico en pacientes susceptibles
Complicaciones  Cefalea.
 Somnolencia.
 Parestesias.
 Anorexia.
 Sequedad de mucosas: nasal.
 Irritación traqueal.
 Hipoxemia: por descolocación de la mascarilla, bajo
flujo o acodamientos.
 Posibles lesiones cutáneas por presión del
dispositivo.
 Reacciones alérgicas.
 Broncoespasmo.
 Afonía.
 Irritación ocular.
 Micosis orales.
3. MANTENIMIENTO DE LA VÍA AÉREA.

El proceso de la respiración se divide en cuatro períodos principales:


 Ventilación pulmonar (entrada y salida de aire de los pulmones),
 difusión (paso del oxígeno y el dióxido de carbono (CO2) desde el pulmón a
los capilares pulmonares),
 transporte del oxígeno a las diferentes células y
 regulación de todo el proceso, fundamentalmente por el cerebro.

En condiciones normales, la respiración es rítmica, pausada y la frecuencia es


estable; aunque fisiológicamente varía con la edad y actividades.

Para una adecuada ventilación pulmonar, debe estar permeable la vía aérea,
existir un funcionamiento correcto de los pulmones y la pared del tórax y debe
mantenerse una adecuada regulación de todo el proceso, por parte del centro
nervioso de la respiración.

Sin una adecuada respiración, las células, fundamentalmente del cerebro,


comienzan a morir pasados los 4-6 minutos, mucho antes si lo comparamos con la
falla de la circulación, por ello, si bien en el orden práctico realizamos su examen
luego de explorar el estado de conciencia, es el primer aspecto a resolver ante
una
supuesta víctima.

Pasos en el manejo de la vía aérea y la ventilación:

• Apertura manual de la vía aérea.


• Evaluación de la ventilación.
• Evaluación de la permeabilidad.
• Limpieza y desobstrucción si es necesario.
• Permeabilización por métodos no manuales si están disponibles.
• Ventilaciones de rescate y oxigenoterapia.
Apertura y permeabilización manual de la vía aérea

El manejo de la vía aérea constituye la primera prioridad en la atención de todo


paciente, el uso de cualquiera de los métodos de control de esta requiere de
mantener la cabeza alineada y en lo posible hacer coincidir los ejes del cuerpo,
traqueal y laríngeo. La presencia de trauma, por otro lado, requiere del control
simultáneo de la columna cervical, la cual debe mantenerse en posición neutra sin
hiperextensión del cuello, pues ello está contraindicado ya que debemos asumir
que todo traumatizado puede tener una lesión a nivel cervical.

En una víctima con alteración del estado de conciencia, el descenso de la lengua


constituye la causa más común de obstrucción de la vía aérea . Por ello, siempre
se deben realizar las maniobras necesarias para abrirla o desobstruirla.
Métodos para el control de la vía aérea:

• Manuales.
• No manuales.
- Mecánicos.
- Transtraqueales.

Métodos manuales.

Son los métodos que podemos realizar con nuestras manos, sin necesidad de
recursos, están disponibles en todo momento. A pesar de ser sencillos, su
realización de forma eficaz puede salvar la vida.

• Extensión de la cabeza y elevación del mentón.

Con la cabeza alineada, ponemos una mano sobre la frente y la otra en la


parte ósea de la mandíbula, luego extendemos la cabeza y
simultáneamente desplazamos la mandíbula hacia arriba con ligero
movimiento hacia atrás. Esto levanta la lengua hacia delante separándola
de la vía aérea y mantiene la boca ligeramente abierta, por otro lado, la
extensión de la cabeza hace que se pongan en línea el eje del cuerpo con
el de la laringe y la boca y también produce apertura de la misma (la
maniobra no debe hacerse en presencia de trauma).

• Elevación de la mandíbula.

En los casos en que exista trauma facial, de la cabeza y/o cuello (alta
sospecha de lesión de columna) debe mantenerse la columna cervical en
una posición neutral alineada. Por lo que la siguiente maniobra es la
indicada en estos casos.
La maniobra de elevación de la mandíbula permite al socorrista abrir la vía
aérea con ausencia o con mínimo movimiento de la cabeza y de la columna
cervical. Por estar unida anatómicamente a la mandíbula, al levantar esta,
la lengua también se desplaza hacia delante y desobstruye la vía aérea.
(colóquese por detrás y ponga sus dedos en la parte inferior de la
mandíbula, los 5tos dedos en sus ángulos y levántela, puede auxiliarse si
sitúa los primeros dedos sobre los pómulos), la mandíbula se empuja
anteriormente y en dirección caudal.

Es mejor que la maniobra sea realizada por 2 personas (uno estabiliza la


columna y otro abre las vías aéreas). En otra variante, un solo socorrista
puede fijar la cabeza colocándose a horcajadas sobre la frente de la víctima
y con los muslos impedir sus movimientos de cabeza y cuello.

• Elevación del mentón.

Constituye otra forma de abrir la vía aérea de un paciente con sospecha de


lesión de la columna cervical. Este método es ideal para resolver una
variedad de obstrucciones anatómicas de la vía aérea en pacientes que
están respirando espontáneamente.
Con esta técnica, también se desplaza la parte baja de la mandíbula hacia
delante y ligeramente caudal mueve la lengua hacia delante, fuera de la vía
aérea y provoca su apertura. Los dedos de una mano se colocan debajo de
la mandíbula, la cual se tracciona delicadamente hacia arriba, para
desplazar al mentón hacia arriba, el pulgar de la misma mano deprime
ligeramente el labio inferior para abrir la boca, se hala la mandíbula.
Las maniobras de elevación mandibular y del mentón son modificaciones de
las destrezas convencionales que permiten al rescatador prevenir el
movimiento de la columna cervical mientras se maneja la vía aérea.

Evaluación de la respiración
Una vez permeabilizada la vía aérea, evaluamos la respiración. Esto se realiza
acercándonos al paciente y con el oído cerca de la boca (5 cm) y la vista en
dirección al tórax, utilizamos los sentidos de la vista, oído y el tacto para mirar,
escuchar y sentir la entrada o salida de aire de los pulmones, (por ello se llama
maniobra del MES) durante un intervalo de 10 segundos, no podemos olvidar que
previamente hay que extender la cabeza para que la lengua desobstruya las vías
aéreas si no hay trauma y de existir este, es necesario el uso de otras técnicas
específicas.

Observar:
• Movimientos del tórax (simetría).
• Frecuencia respiratoria.
• Uso de músculos del cuello, abdomen, brazos para respirar (anormal).
• Cianosis (coloración azulada).
• Fluidos o secreciones en la boca.
• Trauma (cara, cuello, tórax).

Escuchar:
• Sonidos respiratorios al entrar o salir aire.
• Ruidos anormales (estridor, sibilancias).
• Puede o no hablar. Calidad de la voz.

Sienta:
• Movimiento de aire en su mejilla.
• Movimientos del tórax (con las manos).
• Aire debajo de la piel del paciente, lo cual produce crepitación (con las manos).
• Posición de la traquea (con las manos).
Si luego de realizar la maniobra, comprobamos que la víctima no respira (apnea)
planteamos 2 posibilidades:
1ra: Las vías aéreas están obstruidas, para hacer la diferenciación con la
segunda, se dan dos insuflaciones de rescate, si no pasa el aire, reposicionamos
la cabeza para reabrir las vías aéreas y repetimos las insuflaciones, en el caso de
obstrucción, el aire no penetrará en los pulmones.

2da: Si el aire pasa a los pulmones, pero el individuo no respira espontáneamente,


estamos en presencia de un paro respiratorio.

Cuando el paciente respira o habla, reconocemos que las vías aéreas están
permeables y hay suficiente circulación y oxigenación como para mantener una
aceptable función neurológica. No obstante, puede que el individuo respire,
pero no de manera eficiente o tenga un patrón o ritmo anormales que imposibiliten
mantener la vida por períodos de tiempo prolongados y en este caso siempre
debemos apoyar la ventilación.

la frecuencia varía con la edad, cifras por encima de lo normal (adulto > 20 x min.)
se le denomina polipnea y a valores por debajo (adulto < 10 x min.) bradipnea.

Se conoce como disnea, a la percepción consciente de una dificultad respiratoria,


que desde el punto de vista objetivo puede asociarse a polipnea o bradipnea,
producirse en la inspiración o la espiración o manifestarse como una alteración en
el ritmo de la respiración. La disnea es el síntoma casi siempre presente cuando
existe una insuficiencia respiratoria.

Ritmo anormal: Las inspiraciones aumentan de frecuencia e intensidad, luego


descienden y aparece la parada respiratoria (apnea) entre cada ciclo de
respiraciones. Ello es conocido como respiración de Cheyne –Stokes y se observa
en algunos tipos de coma, en la hemorragia cerebral, la insuficiencia cardíaca y la
hopoxia.
Ritmo anormal: Un grupo de inspiraciones intensas y rápidas precede una apnea.
Esta es conocida como respiración de Biot y se observa en la meningitis, tumores
cerebrales y en las hemorragias cerebrales.

Ritmo anormal: La respiración se mantiene profunda, rápida, regular y mantenida


(hiperventilación neurogénica); indica grave lesión del cerebro, por ejemplo en la
enfermedad cerebrovascular y el trauma.

Ritmo anormal: La respiración es totalmente irregular, con períodos variables de


parada (respiración atáxica), las inspiraciones pueden ser profundas o
superficiales, no garantiza una oxigenación adecuada y evolucionará al paro
respiratorio.

Signos de insuficiencia respiratoria grave


• Polipnea (frecuencia respiratoria elevada).
• Agitación de la cabeza con cada respiración.
• Disnea e imposibilidad para hablar.
• Respiración entrecortada o en gruñidos.
• Aleteo nasal.
• Estridor (sonido grueso) de la laringe.
• Tiraje (depresión de los músculos con la respiración) debajo o entre las costillas
o por encima de la clavícula.
• Uso de músculos accesorios (cuello, brazos) para respirar.
• Cianosis (coloración azulada de dedos, nariz).
• Disnea y sudoración o sensación de agotamiento.
• Pulso paradójico que asciende y desciende.
• Distensión abdominal con la respiración torácica.

Limpieza de las vías aéreas


Las vías aéreas deben mantenerse siempre limpias, comúnmente la sangre y el
vómito obstaculizan una adecuada ventilación; en estos casos, debemos aspirar o
extraer manualmente los cuerpos extraños y las secreciones. La limpieza de las
vías aéreas incluye la boca, la orofaringe y la tráquea, con ello se persiguen los
siguientes objetivos:

• Garantizar una adecuada ventilación.


• Evitar la broncoaspiración (entrada de cualquier sustancia a las vías aéreas).

Si durante la maniobra de RCPC, líquidos o cuerpos extraños dificultan la


ventilación, podemos transitoriamente voltear la cabeza a un lado o utilizar la pinza
digital para hacer la extracción manual (en caso de trauma voltear el paciente en
bloque para proteger la columna). Existen dispositivos, como la pinza de Magill,
que
permiten retirar cuerpos extraños con mayor facilidad y para el caso de líquidos,
las sondas de aspiración que, conectadas a una aspiradora (de la cual existen
múltiples tipos), facilitan la extracción de sangre, secreciones y vómito.

De existir posibilidades de broncoaspiración, el paciente debe ser idealmente


hiperventilado antes de la aspiración, la cual no debe demorar más de 10 seg. (lo
podemos medir con el tiempo en que el rescatador necesite de una nueva
inspiración), ya que la aspiración de alto flujo eliminará el aire de la faringe y la
tráquea lo que compromete la ventilación alveolar.
Principales técnicas para apertura de la boca y limpieza manual

Maniobra de barrido: Uno o dos dedos, (que pueden cubrirse con un trozo de gasa
o tela), se introducen en la boca y la faringe para limpiarlas, las sustancias líquidas
con los dedos índice y medio, los cuerpos sólidos con el índice curvado o junto
con el medio en forma de pinza.
Con el enfermo boca arriba, ábrale la boca, sosténgale la lengua y la mandíbula
entre el dedo pulgar (dentro de la boca) y el
resto por fuera (ello de por sí desobstruye las vías respiratorias),
introduzca el dedo índice de la otra mano en la cavidad bucal y
cuidadosamente explore la faringe, si encuentra cuerpos
extraños, extráigalos (puede auxiliarse con el dedo medio) No haga
fuerza hacia abajo. (Fig. 2-11).
“De forma general, esta maniobra no debe realizarse a
menos que usted vea el objeto o el material sólido”.
Fig. 2-11 Maniobra de barrido.
Maniobra de los dedos cruzados: Utilizada cuando la
mandíbula está moderadamente relajada o flácida; colóquese a
un lado o detrás de la cabeza de la víctima, introduzca su dedo
índice por la comisura de la boca y manténgalo presionado contra
los dientes superiores, a continuación presione con el pulgar
cruzado sobre el índice contra los dientes inferiores, forzando de
este modo la apertura de la boca a fin de dejar espacio suficiente
para la aspiración. Asegúrese de que introduce los dedos lo más
lateral posible en la boca del paciente.
Maniobra del dedo detrás de los dientes: Para cuando la
mandíbula esté apretada, introduzca el dedo índice entre la mejilla
y los dientes del paciente y haga cuña con la punta del índice, por
detrás de los últimos molares.
Maniobra de elevación de la lengua y la mandíbula: Para
cuando la mandíbula esté completamente flácida, coloque el
pulgar dentro de la garganta, con la punta del mismo eleve la
base de la lengua, con otros dedos agarre la mandíbula a la altura
de la barbilla y elévela hacia delante (esta maniobra puede además
utilizarse para abrir las vías aéreas).
Métodos no manuales para
mantener la vía aérea
La mayoría no se emplean de forma rutinaria ya que se necesita
de algunos medios y equipos que comúnmente no están a
disposición de los socorristas fuera de los centros de salud; sin
embargo, en general, son técnicas poco complejas y deben
conocerse pues los medios pueden estar en algunos botiquines
de emergencia en centros de trabajo, estudio, etc. A continuación,
comentaremos las más utilizadas.
A- Métodos mecánicos:
Los diferentes dispositivos básicos utilizados para mantener
abierta la vía aérea comprenden:
Dispositivos básicos:
• Cánulas orofaríngeas (más utilizadas en nuestro medio,
fáciles de colocar).
• Cánulas nasofaríngeas.
Dispositivos avanzados:
• Combitubo.
• Obturador esofágico y sus variantes.
• Máscara laríngea.
• Tubo endotraqueal (TET).
B- Métodos quirúrgicos:
• Punción percutánea de la tráquea.
• Cricotiroidotomía.
• Traqueostomía.
Los métodos quirúrgicos (transtraqueales) están indicados
cuando, con los mecánicos, no es posible asegurar una vía aérea.
Todos presuponen una comunicación directa de la tráquea a la
atmósfera y se mencionarán sólo para conocimiento general pues
no son técnicas para socorristas, aunque la punción percutánea
puede realizarse como última opción ante las siguientes
indicaciones:
• Obstrucción de la laringe o faringe por cuerpo extraño.
• Edema (inflamación o hinchazón) laríngeo.
• Fractura de laringe.
Cánula orofaríngea
Es comúnmente la variante más utilizada, la cánula
orofaríngea, sujeta la lengua hacia delante y permite mantener la
vía aérea abierta para ventilar un paciente que no está respirando
o que está inconsciente y no tiene reflejo nauseoso. Cuando
se inserte este dispositivo, la lengua no debe ser empujada hacia
la faringe (abajo) pues causaría más obstrucción. Para prevenir
esto, el socorrista inserta su pulgar dentro de la boca manteniendo
la lengua contra el suelo de la boca, simultáneamente eleva la
mandíbula manteniendo la lengua fuera del trayecto de la vía
aérea.
Seleccione el tamaño correcto (coloque la cánula al lado del paciente,
el tamaño correcto es el que va desde el centro de la boca del paciente al
ángulo de su mandíbula).
Para insertarla, abra la vía aérea por los métodos conocidos,
lubrique la cánula y colóquela sobre la lengua, la cual debe
mantenerse desplazada anteriormente; ubique la punta distal
dirigida posteriormente y ligeramente lateral (en dirección al paladar,
la punta no debe enganchar a la lengua al ser insertada), para terminar,
se introduce y se gira lateralmente de forma tal que su extremo
distal quede frente a la laringe.
Fig. 2-12 Cánula orofaríngea.
Complicaciones:
• Inducción del vómito.
• Broncoaspiración.
• Obstrucción si se coloca inadecuadamente.
• No usar en presencia de reflejo nauseoso.
Cánula orofaríngea con balón
Similar a la anterior, pero con un balón distal y un conectador
universal en el extremo proximal que permite la conexión a
cualquier sistema de ventilación, tras inflarse el balón, sella la
faringe, desplaza más la base de la lengua, eleva la epiglotis y la
separa de la faringe posterior, puede ser usada en RCPC pero no
se recomienda para ventilación controlada por no sellar
completamente la vía aérea.
Cánula nasofaríngea
Tiene el mismo principio y objetivo que la cánula
orfaríngea, su ventaja es la utilización en pacientes que
conservan el reflejo del vómito (generalmente más despiertos)
pues es mejor tolerada por ellos. Para su colocación, un
rescatador mantiene la inmovilización alineada de la cabeza si
existe trauma y un segundo socorrista se arrodilla a nivel del
tórax superior frente a la cabeza del paciente y examina las
fosas nasales, para seleccionar el orificio más grande, la vía
menos desviada (usualmente la derecha) y que no tenga pólipos
o fracturas que la obstruyan; luego, se selecciona la cánula
apropiada, se lubrica la punta, y se coloca suavemente en
dirección anteroposterior a través del orificio nasal
seleccionado siguiendo el piso de la cavidad nasal directamente
a la nasofaringe posterior y no hacia arriba.
Fig. 2-14 Cánula nasofaríngea.
Su menor diámetro, limita la aspiración de vómitos,
secreciones o sangre. Una posible complicación es el trauma nasal
y no debe ser insertada si encontramos resistencia al
introducirla.
Tubos con obturador esofágico
Los tubos con obturador esofágico se utilizan solamente
en pacientes inconscientes sin reflejo nauseoso. Estos
dispositivos, consisten en una máscara que se continúa en un
tubo con cuff (al que se le insufla 30 mL de aire), que termina
cerrado, este sella el esófago para impedir el vómito y el escape
de aire al estómago, la ventilación es brindada a través de una
bolsa conectada a la máscara.
Fig. 2-15 Tubo con obturador esofágico.
Sin embargo, algunos inconvenientes como volúmenes
ventilatorios bajos, dificultad para mantener el sellaje adecuado
de la máscara a la cara, la ausencia de aislamiento de la tráquea lo
que deja abierta la posibilidad de aspiración y la colocación
inadvertida en la tráquea; lo han hecho objeto de controversia y
no son variantes de primera elección.
A este dispositivo se le han realizado modificaciones como
son: Colocación de un segundo balón (se le insuflan 100 mL de
aire) en la parte superior lo que sella las vías superiores, otro tubo
comunica el exterior (Ej. Una bolsa con reservorio de O2) con el
espacio frente a la laringe, lo que permite la ventilación. Otra
modificación consiste en la apertura del extremo cerrado (a nivel
del esófago), por donde se introduce una sonda con el objetivo de
aspirar el esófago.
Máscara laríngea
Consiste en un tubo con una pequeña máscara que se coloca
a la entrada de la laringe, se inserta colocando su extremo distal
en el esófago y permitiendo que el orificio de salida de aire
quede delante de la glotis, luego se insufla y los bordes que
rodean la laringe sellan las zonas laterales impidiendo la fuga
de aire y permitiendo la ventilación; en su otro extremo, puede
conectarse a una bolsa.
Fig. 2-16 Máscara laríngea.
La intubación endotraqueal es el método más efectivo de
todos los anteriores, pues permite ventilar directamente los
pulmones, con sellaje total de la vía aérea. Esta técnica debe ser
considerada como de elección en los casos de pacientes graves y
debe constituir la primera opción para la resucitación avanzada.
De los métodos quirúrgicos, solamente la punción
percutánea de la tráquea, es considerada como técnica
prehospitalaria aceptada, pues con relación a las otras, casi no
origina sangramiento, es de fácil realización y necesita de poco
entrenamiento. Su procedimiento consiste en insertar un trócar
número 16 o de mayor calibre directamente en la luz de la tráquea,
a través de la membrana cricotiroidea (entre los cartílagos tiroides y
cricoides) o directamente a las paredes de la tráquea.
El trócar se conecta a una jeringuilla y es insertado en ángulo
de 45 grados con relación a la piel sobre la tráquea y se avanza en
dirección a los pies del paciente, debemos aspirar constantemente
la jeringuilla, pues cuando obtengamos aire, estamos en la vía
aérea (tenga cuidado de no lesionar la pared posterior de la tráquea),
luego la aguja guía de metal es extraída y la vaina del trócar es
conectada a una fuente de oxígeno. La administración de oxígeno
se realiza a la frecuencia de 1 seg. de insuflación y 4 seg. de deflación;
de esta forma, podemos mantener una oxigenación aceptable,
aunque por un tiempo limitado (entre 30-45 minutos).
Ventilación de rescate
Si la víctima no tiene una ventilación espontánea o su
respiración es deficiente, el socorrista debe suplirla, (ventilaciones
de rescate) para ello, puede utilizar el aire exhalado tras una
inspiración profunda o utilizar la bolsa autoinflable con algunos
aditamentos como máscaras, cánulas oro y nasofaríngeas o un
tubo endotraqueal. A continuación describiremos las técnicas.
Ventilación boca-boca
También llamado “el beso de la vida”, es la maniobra más
universalmente empleada para suplir una respiración deficiente
o ausente (Fig. 2-17).
• Coloque al paciente alineado y boca arriba.
• Compruebe que no hay respiración o que esta es muy
deficiente.
• Asegure que la cabeza esté extendida y el mentón elevado
si no hay trauma, si existe trauma mantenga la cabeza
alineada, la columna cervical inmovilizada y la
mandíbula elevada.
• Ciérrele la nariz (pinze sus partes blandas con el primer
y segundo dedo de la mano que está colocada en la frente
y que también mantiene la extensión de la cabeza).
• Abra discretamente la boca sin perder la posición, tome
una respiración profunda, coloque sus labios alrededor
de la boca del paciente y asegúrese que no habrá fuga de
aire.
• Introduzca el aire en las vías aéreas de forma suave (un
segundo de duración para los adultos y entre 1 y 1.5 para los
niños) observando la elevación del pecho.
• Sin perder la posición de la víctima separe sus labios de su
boca y observe el descenso del tórax con la salida de aire.
• La cantidad de aire a insuflar depende de la edad,
consistencia del individuo, resistencia de las vías aéreas,
enfermedades previas, etc. en el adulto se recomienda
de 500-600 mL de aire y en el lactante el que pueda
contener en sus carrillos, no obstante, una buena
medida es la cantidad que eleve al tórax, sin
sobredistenderlo.
• La frecuencia de respiraciones es de 20 por minuto en el
niño y el lactante (1 cada 3 segundos) y 10 por minutos en
el adulto (1 cada 6 segundos).
• Repita la secuencia en dependencia de la parte del ciclo
en la cual se encuentre.
Fig. 2-17 Ventilación boca-boca.
En el lactante, dado su menor tamaño, la técnica incluye cubrir
su boca y la nariz con nuestros labios y el volumen de aire es
mucho menor, se considera que una medida aproximada es la
cantidad que quepa en nuestra boca, pero capaz de elevar el tórax
sin distenderlo.
Ventilación boca-nariz (Fig. 2-18).
• Coloque al paciente alineado y boca arriba.
• Compruebe que no hay respiración o que esta es muy
deficiente.
• Asegure que la cabeza esté extendida y el mentón elevado
si no hay trauma, si existe trauma mantenga la cabeza
alineada, la columna cervical inmovilizada y la
mandíbula elevada.
• Cierre la boca de la víctima y tome una respiración
profunda.
• Rodee con sus labios la nariz del paciente e insufle.
(cantidad similar al anterior).
• Permita la exhalación para lo cual puede ser necesario
abrir la boca.
• La frecuencia es similar a la descrita anteriormente.
• Repita la secuencia en dependencia de la parte del ciclo
en la cual se encuentre.
Fig. 2-18 Ventilación boca-nariz.
Esta maniobra es utilizada frente a imposibilidad de abrir la
boca (trismo), lesiones en la boca (trauma) e imposibilidad de
sellaje completo de la vía aérea por el método anterior.
Complicaciones ventilación boca-boca y boca-nariz.
• Insuflación gástrica (producida por una ventilación
rápida, volumen excesivo, técnica incorrecta, obstrucción
de vías aéreas).
• Broncoaspiración, en especial si existe vómito o
secreciones.
• Mala ventilación, principalmente por mala técnica.
Presión del cartílago cricoides: La presión hacia atrás
del cartílago, comprime el esófago contra las vértebras cervicales
y previene la insuflación y la regurgitación gástrica, puede
utilizarse cuando hay dos socorristas hasta tanto se realice la
intubación endotraqueal.
En la ventilación boca-boca-nariz podemos auxiliarnos
de las diferentes cánulas explicadas anteriormente, u otras
fabricadas para ese fin, por ejemplo, una cánula oro faríngea o
una máscara facial con una válvula unidireccional que permita
que el aire espirado por el paciente no se ponga en contacto
con el rescatador.
Ventilación boca-mascarilla con válvula
unidireccional
El uso primario de este medio es para cuando se disponga
de poco personal. Consiste en una máscara unida a un tubo
corrugado (Fig. 2-19) con una pieza para la boca en la parte
distal del tubo y una válvula de una sola dirección. El socorrista
puede utilizar ambas manos para fijar la máscara sobre la cara
del paciente y brindar respiraciones boca-máscara a través del
tubo, también se le puede conectar una fuente de oxígeno
por un orificio lateral y si se da un flujo de oxígeno de 10 L
por minuto se puede llegar a concenrtaciones de oxígeno del
50 %.
Fig. 2-19 Uso de la mascarilla con válvula unidireccional.
Ventilación con bolsa autoinflable
La bolsa autoinflable está compuesta por una válvula que
permite la entrada y salida de aire en una sola dirección, una
bolsa para la insuflación del aire y un reservorio con una toma
de oxígeno; existen de diferentes tamaños, desde para adultos
hasta para lactantes.
La bolsa puede conectarse a una máscara facial o un tubo
endotraqueal. A continuación, describiremos la primera técnica.
Una vez permeabilizada la vía aérea (manual o con cánula), con
una mano, fije la máscara facial (seleccionada según el tamaño de la cara)
de forma tal que durante la insuflación no haya escape de aire. Con
el dedo 4to y 5to comprima la mandíbula a la máscara a la vez que
eleva esta última, con el dedo 2do y 3ro rodee la unión de la
máscara a la bolsa y sosténgala, con el primer dedo, comprima la
parte cefálica de la máscara contra la parte superior de la nariz, con
la otra mano, dé las insuflaciones, acorde a la frecuencia respiratoria
definida (Fig. 2-20).
Los dedos índice y pulgar hacen forma de C sobre la parte
superior de la máscara mientras el resto forma de E sobre la
parte más ancha de forma tal que comprimam el mentón sobre
la misma y eviten la fuga de aire.
Fig. 2-20 Ventilación con bolsa autoinflable con reservorio de oxígeno.
Compruebe que la ventilación va acompañada de elevación del
tórax y asegúrese que el reservorio esté conectado a una fuente
de oxígeno a 12 litros por minuto. Si la víctima tiene incursiones
propias, sincronice la compresión de la bolsa con su patrón
respiratorio (la insuflación debe coincidir con el inicio de la respiración).
Desobstrucción de la vía aérea
El segundo paso en el manejo de la vía aérea es comprobar si
está permeable u obstruida pues la última variante puede llevar
a la inconsciencia, parada respiratoria y muerte en muy corto
tiempo. En el adulto, las causas más frecuentes se asocian a las
comidas, en especial el pescado, la carne o el pollo; en el niño, esta
es también la principal causa, seguida de otros objetos como
juguetes y monedas.
Más del 95 % de las muertes por aspiración de cuerpos
extraños en la vía aérea ocurre en niños menores de 5 años y de
ellos el 65 % es en los más pequeños. Los líquidos son la causa
más frecuente en los infantes, mientras que la obstrucción por
globos, objetos pequeños y alimentos lo es en los mayores.
Nunca siga los siguientes pasos de la reanimación si no
está seguro que las vías aéreas están permeables.
La obstrucción puede ser:
Total: Considérela ante cualquier persona que de repente no
puede respirar, ni hablar, ni toser, está cianótica y pierde la
conciencia sin razón aparente, el signo universal es llevarse las
manos al cuello, no hay movimiento de aire y el paciente pierde
rápidamente la conciencia.
Parcial: Se produce disnea espiratoria, debilidad, ronquido
prolongado durante el paso del aire por la zona obstruida (llamado
cornaje o estridor), cianosis y depresión paradójica de los tejidos
blandos del tórax durante la inspiración (denominado tiraje
fundamentalmente supraclavicular, intercostal y subcostal).
Fig. 2-21 Cuando las vías aéreas están ocluidas, el paciente se lleva las manos al
cuello y no al tórax,
no puede hablar, toser o respirar, posteriormente pierde la conciencia y con las
ventilaciones de rescate el
tórax no se ventila.
Como ya comentamos, en el paciente inconsciente, la caída
de la lengua, por relajación de los músculos, es la causa más
frecuente de obstrucción de la vía aérea y en menor proporción,
la regurgitación de contenido gástrico y el sangramiento de la
cara. En el adulto, los alimentos y principalmente la carne es la
causa más frecuente.
Principales medidas preventivas
• Corte los alimentos en pedazos pequeños.
• No hable mientras come.
• Evite el consumo excesivo de alcohol.
• Evite el caminar, jugar o correr con comida en la boca.
• Elimine posibles cuerpos extraños en la boca (bolas,
mamoncillo, etc.).
El rápido reconocimiento de la obstrucción, es la piedra angular
para una maniobra satisfactoria, por lo cual es necesario
diferenciar sus síntomas de otras afecciones que pueden cursar
con insuficiencia respiratoria.
En la obstrucción parcial de la vía aérea, la víctima puede
tener una entrada adecuada o inadecuada de aire. Si es
adecuada, el paciente permanecerá consciente y tendrá una
tos fuerte. En este caso, la víctima será orientada a mantener
los esfuerzos respiratorios y de tos. No interfiera pero
manténgase expectante y cerca de la víctima. De persistir la
obstrucción active el sistema de emergencia. Ante una
obstrucción parcial con inadecuado intercambio de gases, el
tratamiento debe ser similar a la obstrucción total de la vía
aérea.
Manejo de la vía aérea obstruida
La obstrucción de la vía aérea tiene dos variantes de manejo, en
dependencia de la fortaleza de la tos que casi siempre la acompaña.
Si existe una tos fuerte es sinónimo de obstrucción pequeña o
moderada, en ese caso se anima a la víctima a seguir tosiendo y se
evalúa el estado general para actuar en caso de deterioro. En caso de
que la tos sea ineficiente o la víctima esté inconsciente, se procede
con las maniobras que se describen a continuación.
Secuencia ante un atragantamiento en el adulto
• Asegure la seguridad del rescatador y del paciente.
• Identifíquese al paciente, bríndele seguridad.
• Si la víctima muestra signos leves de obstrucción de la
vía aérea, solo anímela a continuar tosiendo.
• Si la víctima muestra obstrucción grave pero está
consciente, aplique 5 palmadas en la espalda entre los omóplatos
con la palma de la mano (colóquese al lado y algo detrás,
sujete el pecho del paciente con una mano de forma que le
permita reclinarla hacia delante para que cuando el cuerpo
extraño salga, lo haga hacia delante).
• Compruebe tras cada palmada si la obstrucción ha sido
aliviada.
Si con las palmadas no se logró desobstruir la vía aérea,
aplique hasta cinco compresiones abdominales (Fig. 2-22):
Sitúese de pie, detrás de la víctima, ubique sus brazos alrededor
de la cintura del atragantado e inclínelo hacia delante, cierre el
puño de una mano y colóquelo con la parte del pulgar hacia
adentro en un punto medio entre el ombligo y la parte inferior
del apéndice xifoides; agarre el puño con la otra mano y
presiónelo contra el abdomen y hacia arriba con movimientos
rápidos y separados uno del otro.
En la figura 2-22 se muestra la forma de realizar las
compresiones abdominales. La secuencia de 5 palmadas y 5
compresiones abdominales se mantienen hasta la salida del cuerpo
extraño o que el paciente pierda la conciencia.
Fig. 2-22 Compresiones abdominales.
Lo anterior es una combinación de la maniobra de Heimlich
(compresiones subdiafragmáticas) para víctimas conscientes, con
golpes en la espalda. El principio de las compresiones se basa en
la elevación mecánica del diafragma, lo cual provoca una tos artificial,
la maniobra se repite cuantas veces sea necesario hasta
eliminar la obstrucción, es importante tener en cuenta algunas
complicaciones, como la rotura o laceración de vísceras
abdominales o torácicas, fundamentalmente cuando las
maniobras no se realizan correctamente (las manos del rescatador no
deben colocarse sobre el apéndice xifoides o en los bordes costales), un
adecuado entrenamiento disminuirá también la regurgitación
gástrica.
Algunos socorristas pueden autorrealizarse la maniobra
si se colocan el puño de una mano en el punto antes explicado y
con la otra mano se comprime hacia arriba el diafragma con
pequeños movimientos, también puede utilizarse el borde de
una mesa o silla en sustitución del puño, la desobstrucción puede
suceder luego de varios intentos.
Si la persona pierde la conciencia, debe colocarla suavemente
en el suelo, activar el sistema de emergencia y comenzar la
reanimación. Se deberá comenzar con compresiones toráxicas
aún si se detecta pulso (los resultados son mejores con compresiones
toráxicas, que con las abdominales). Durante la RCPC, cada vez que se
vaya a ventilar debe comprobarse la presencia de cuerpos extraños
en la boca para sacarlos. La maniobra de barrido a ciegas no se
recomienda excepto que se vea material sólido para retirarlo.
Si el paciente recupera la respiración colóquelo en posición de
rescate y chequee respiración y circulación cada minuto hasta la
llegada del sistema de emergencia.
Secuencia ante un atragantamiento en el niño o lactante.
• Asegure la seguridad del rescatador y del paciente.
• Identifíquese al paciente, bríndele seguridad.
• Si la víctima muestra signos leves de obstrucción de la
vía aérea, solo anímela a continuar tosiendo.
• Si la víctima está inconsciente y la tos es improductiva,
abra la vía aérea y extraiga el cuerpo extraño solo si lo ve,
brinde cinco ventilaciones de rescate y si no hay
respuesta, comience las compresiones toráxicas (no es
necesario evaluar circulación). Mantenga la RCPC por
espacio de un minuto antes de dejar a la víctima para
llamar al sistema de emergencias si no se ha hecho.
• Si la tos es improductiva (en los lactantes, la obstrucción
se asocia a dificultad respiratoria severa, llanto y tos
débil) pero el niño está consciente, dé 5 palmadas en la
espalda, si esto no resuelve la obstrucción, aplique cinco
compresiones (en el tórax si es lactante y en el abdomen
si es mayor de un año).
La secuencia de palmadas en la espalda en el lactante es
la siguiente:
• Asegure la seguridad del rescatador y del lactante.
• El socorrista debe arrodillarse para poder sostener el
peso del lactante y los movimientos de vuelta con
seguridad.
• Coloque el niño boca abajo, sobre el antebrazo del
socorrista, con la cabeza más baja que el tronco, con esa
mano sujétele la cabeza (el pulgar a nivel de la mandíbula
y dos dedos apoyados sobre el maxilar superior). Dé 5
palmadas por separado en la espalda del niño en la zona
interescapular con la otra mano. Lo ideal es aliviar la
obstrucción con un golpe, por lo que si esto ocurre, no es
necesario dar los cinco.
Si con las palmadas en la espalda no se soluciona la
obstrucción:
• Voltee al lactante sobre su otro antebrazo entre las dos
manos, con una mano sosténgale la cabeza y el cuello y
con la otra dé 5 compresiones torácicas con dos dedos (de
forma similar a la RCPC pero a una frecuencia más lenta),
ubicados en la parte inferior del esternón (un dedo por
debajo de una línea imaginaria intermamilar), cada
compresión debe darse por separado. En el lactante no
se dan compresiones abdominales.
• Las compresiones abdominales en el niño consciente son
similares a las del adulto: Sitúese de pie, detrás de la
víctima, ubique sus brazos alrededor de la cintura del
atragantado e inclínelo hacia delante, cierre el puño de
una mano y colóquelo con la parte del pulgar hacia adentro
en un punto medio entre el ombligo y la parte inferior
del apéndice xifoides; agarre el puño con la otra mano y
presiónelo contra el abdomen y hacia arriba con
movimientos rápidos y separados uno del otro.
Repita los 5 golpes en la espalda y las 5 compresiones en el
pecho hasta que el niño expulse el objeto y empiece a respirar
por si mismo, o quede inconsciente. Abra la boca y extraiga el
objeto solo si lo ve, en los niños no se realiza maniobra de
barrido.Se considera prudente, trasladar al niño hacia un centro
de salud, para su evaluación por un especialista, aunque
aparentemente esté bien. Particularidades en la embarazada
En la embarazada, la maniobra no se realiza de igual forma,
pues el útero grávido produce modificaciones en las relaciones
anatómicas y se corre riesgo de lesionar al feto; por ello, utilizamos
la siguiente variante (Fig. 2-25).
• Nos colocamos por detrás de la víctima.
• Rodeamos con las manos el tórax de la víctima.
• Cerramos el puño de una mano y lo colocamos con la
parte del pulgar hacia adentro en un punto medio por
encima del esternón, evitando el proceso xifoideo y el
reborde costal.
• Agarramos el puño con la otra mano y presionamos hacia
arriba con movimientos rápidos y separados uno del otro.
• Las compresiones se repiten hasta la salida del cuerpo
extraño o que el paciente pierda la conciencia.
Fig. 2-25 Desobstrucción de la vía aérea en la embarazada.
Particularidades en el individuo obeso
En el paciente muy obeso, la maniobra clásica tampoco
debe realizarse, por lo que se utiliza la siguiente variante (Fig
MANUALES. MECÁNICOS. ASPIRACIÓN DE SECRECIONES CON TÉCNICA
ABIERTA O CERRADA.

ASPIRACIÓN DE SECRECIONES

Es un conjunto de actividades encaminadas a retirar del árbol bronquial las


secreciones que un paciente no puede eliminar de forma espontánea.

Se trata de una técnica aséptica, realizada a través de una sonda conectada a una
fuente de aspiración.

Descripción
La aspiración de secreciones puede llevarse a cabo mediante dos abordajes:

 Aspiración orotraqueal-nasotraqueal.
 Aspiración endotraqueal.

Las dos técnicas deben estar precedidas de la preparación del siguiente material:

 Sondas de aspiración flexibles, estériles, de diferentes calibres y con orificio


de control de aspiración.
 Aspirador portátil o de pared
 Recipiente para secreciones.
 Depósito de agua estéril o suero salino estéril.
 Guantes estériles y no estériles.
 Depósito para residuos biológicos y material.
 Protectores impermeables: empapadores.
 Jeringa de 5 ml.
 Gasas estériles.
 Suero salino estéril.

Indicaciones

 En todos aquellos pacientes que presenten obstrucción de la vía aérea por


secreciones.
 En los casos en que se precise la toma de una muestra de secreciones con
fines diagnósticos.
 En situaciones en las que la acumulación de secreciones suponga un
riesgo de infección.

Aspiración orotraqueal-nasotraqueal

 Valorar la necesidad de aspiración.


 Considerar las contraindicaciones.
 Preparar todo el material y comprobar el correcto funcionamiento del
aspirador.
 Informar al paciente del procedimiento, en caso de estar consciente, y
solicitar su colaboración, también en caso de que esté inconsciente.
 Valorar su frecuencia cardiaca y presión arterial.
 Colocar un dispositivo impermeable bajo la cabeza del paciente
 Situar al paciente en posición adecuada: Paciente no intubado y
consciente/inconsciente: Semi-Fowler y cabeza ladeada, para orotraqueal.
Semi-Fowler e hiperextensión cervical, para nasotraqueal.
 Conectar el aspirador y ajustar la presión negativa según las
recomendaciones: Adultos: 115-150 mmHg. Niños: 95-115 mmHg. Bebés:
50-95 mmHg.
 Elegir el tamaño de sonda adecuado.
 Marcar en la sonda, previa a la aspiración, la distancia existente entre el
puente de la nariz y el lóbulo de la oreja (aproximadamente 13 cm eel
adulto).
 Lavarse las manos.
 Abrir la sonda de aspiración y conectar el extremo proximal a la tubuladura
de vacío, sin tocar el resto de la sonda.
 Colocarse los guantes estériles.
 Humedecer en la solución estéril (agua) el extremo distal de la sonda.
 Insertar la sonda sin aspirar: Para aspiración orotraqueal, a través de la
boca por un lateral de la orofaringe. Para aspiración nasotraqueal, insertar
la sonda suavemente a través de una coana y dirigirla hacia el suelo de la
boca.
 Comenzar la aspiración (cerrar el orificio de la sonda) de forma intermitente,
girando suavemente la sonda a la vez que se retira. El proceso no debe
exceder los 5-10 segundos.
 Durante el proceso de inserción de la sonda y de aspiración, el ayudante
debe vigilar la frecuencia cardiaca (de forma manual o mediante monitor)
y/o la aparición de síntomas vagales.
 Limpiar la sonda con una gasa y la tubuladura interna con una aspiración
de la solución estéril (agua o suero salino).
 Valorar una vez más la necesidad de aspirar de nuevo.
 Desechar la sonda.
 Animar al paciente a toser y a realizar respiraciones profundas.
 Registrar las características de la aspiración y la situación ventilatoria y
hemodinámica del paciente al finalizar el proceso.

Complicaciones
 Laringo y/o broncoespasmo.
 Bradicardia.
 Hipotensión.  Edema por fricción continuada.
 Hemorragia.

Aspiración endotraqueal

 Valorar la necesidad de aspiración.


 Considerar las contraindicaciones.
 Preparar todo el material y comprobar el correcto funcionamiento del
aspirador.
 Técnica estéril.
 Informar al paciente del procedimiento, en caso de estar consciente, y
solicitar su colaboración, también en caso de que esté inconsciente.
 Valorar su frecuencia cardiaca y presión arterial.
 Valorar la saturación de oxígeno.
 Colocar un dispositivo impermeable bajo la cabeza del paciente
 Situar al paciente en posición adecuada: En semi-Fowler si está consciente.
En decúbito supino (si no ha contraindicación), en caso de inconsciencia.
 Lavarse las manos.
 Tomar la sonda estéril y conectarla al aspirador sin sacar la parte distal del
envase.
 Colocar un campo estéril en la zona de trabajo.
 Aumentar la oxigenación del paciente de forma manual o bien aumentando
la FiO2 del respirador, según protocolo.
 Aflojar las conexiones y adaptadores para facilitar la desconexión del tubo
del respirador.
 Colocarse los guantes estériles y enrollar la sonda en la mano dominante

Se debe tener abierta la aspiración.


◗ Desconectar al paciente del respirador con precaución de no extraer el
tubo endotraqueal.
◗ Instilar con la jeringa 5 ml de suero fisiológico estéril a través del tubo
para fluidificar secreciones (en controversia -Ackerman et al, 1995-).
◗ Lubrificar la parte proximal de la sonda con suero fisiológico estéril.
◗ Introducir la sonda a través del tubo endotraqueal, sin aspirar, hasta la
tráquea o tan lejos como sea posible.
◗ Comenzar la aspiración de forma intermitente, rotando y retirando la
sonda (Ver Imágenes 9 y 10).
◗ No aspirar más de 5-10 segundos.
◗ Durante este proceso no se debe perder de vista la frecuencia cardiaca
y la SatO2.
◗ Inmediatamente conectar de nuevo el paciente al respirador e hiperoxigenarle
mediante balón o ventilación mecánica, según el protocolo.
◗ Desechar la sonda de aspiración.
◗ Valorar aspirar la boca, con una sonda nueva.
◗ Dejar recuperarse al paciente, valorar la monitorización de oxígeno y el
resto de parámetros hemodinámicos.
◗ Comprobar la eficacia de la aspiración (auscultar al paciente) y la necesidad
de continuar con el proceso.
◗ Si ha finalizado el ciclo de aspiraciones, desechar las sondas utilizadas,
limpiar la tubuladura con solución antiséptica y aspiración.
◗ Dejar preparado en la cabecera de la cama el material para una nueva
aspiración, podría necesitarse con urgencia.
◗ Asegurarse de dejar al paciente con los mismos parámetros del respirador.
◗ Valorar la cantidad y características del material aspirado.
Registrar el procedimiento, incidencias, características y cambios en las
secreciones.
◗ Valorar si hay que comunicar estas últimas al médico.

4. MEDICACIÓN X VÍA INHALADA. AEROSOLOTERAPIA.


BRONCODILATADORES. NEBULIZACIONES.

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