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la fuerza laboral?
En India, más y más mujeres se inscriben en las escuelas secundarias, pero está es la
sólo una de las razones del descenso en el número de mujeres que trabajan o buscan
empleo.
Analísis | 13 de febrero de 2013
NUEVA DEHLI (OIT Noticias) – En Asia Meridional, las mujeres tienen muchas
menos probabilidades que los hombres de estar empleadas o de estar buscando
trabajo.
Mientras que más de 80 por ciento de los hombres en la región están empleados o
están buscando trabajo, el número de mujeres es mucho menor: 32 por ciento.
Esta tasa tan baja se debe en gran parte a las actitudes culturales y a las normas
sociales con respecto a las mujeres.
“Entre otras causas potenciales figuran los problemas de medición que subestiman
el empleo de las mujeres, sumados a una disminución general de las
oportunidades de empleo para las mujeres, a medida que enfrentan una creciente
competencia con los hombres por empleos insuficientes”, afirmó Kapsos. La crisis
financiera mundial y las escasas lluvias del monzón en 2009, pueden haber
contribuido a este descenso.
El informe de 56 páginas “‘No #MeToo for Women Like Us’: Poor Enforcement
of India’s Sexual Harassment Law” (“‘No hay #MeToo para mujeres como
nosotras’: la inadecuada aplicación de la ley de acoso sexual en la India”)
concluye que, si bien las mujeres en la India se están pronunciando cada vez
más en contra del abuso sexual en el trabajo, en parte impulsadas por el
movimiento global #MeToo (YoTambién), muchas, particularmente en el sector
informal, todavía se ven limitadas por el estigma, el miedo a las represalias y las
barreras institucionales a la justicia. El gobierno central y los gobiernos locales
no han promovido, establecido ni monitoreado los comités de quejas –una
característica central de la Ley POSH– para recibir denuncias de acoso sexual,
realizar investigaciones y recomendar acciones contra los responsables de
abusos.
Inspiradas por el movimiento global #MeToo, las mujeres que han presentado
denuncias contra hombres en puestos de alto nivel a menudo han enfrentado
reacciones violentas, las cuales incluyen amenazas, intimidación, represalias,
intentos de soborno, vacíos y prejuicios en los procedimientos legales y estigma.
Los acusados con frecuencia han utilizado la ley de difamación penal de la era
colonial contra las mujeres que se atreven a denunciar los abusos. Esto produce
un efecto escalofriante que disuade a otras víctimas de alzar la voz.
La presunta violación en grupo y asesinato en septiembre de 2020 de una mujer
dalit de 19 años en el estado de Uttar Pradesh puso de relieve tanto la violencia
desenfrenada contra las mujeres en India como la violencia estructural contra
las comunidades pobres y marginadas. La respuesta de las autoridades ilustra
las barreras que enfrentan las mujeres para acceder a la justicia.
La Ley POSH requiere que los empleadores creen un Comité Interno en cada
oficina con 10 o más empleados. Para otros establecimientos con menos de 10
empleados y para mujeres que trabajan en el sector informal, el funcionario de
distrito o recaudador del gobierno estatal debe formar un Comité Local en cada
distrito.
Estos comités procesan las denuncias y recomiendan acciones que van desde
una disculpa por escrito hasta el despido, las cuales proporcionan alternativas a
la presentación de una denuncia penal ante la policía. Según la Ley POSH, el
gobierno también es responsable de desarrollar materiales de capacitación y
educación, organizar programas de concientización, monitorear la
implementación de la ley y mantener datos sobre el número de casos de acoso
sexual presentados y resueltos en el lugar de trabajo. Pero los estudios muestran
que muchos de estos Comités Locales simplemente no existen y que, cuando
existen, no hay información disponible públicamente sobre cómo acceder a
ellos.
“La mayoría de las mujeres sufren en silencio hasta que se vuelve insoportable,
y luego simplemente intentan conseguir otro trabajo”, dijo Sonia George, una
alta funcionaria de un sindicato. “Tampoco quieren decírselo a sus familias
porque temen que se les impida trabajar”.
Si bien la mayoría de las empresas del sector privado tienen Comités Internos,
muchos existen únicamente en el papel para demostrar el cumplimiento de las
leyes, sin ningún compromiso por mejorar la cultura del lugar de trabajo. Los
empleadores toman pocas medidas para cumplir con sus otras funciones, como
la prevención, la sensibilización sobre lo que constituye el acoso sexual y las
consecuencias de ese comportamiento.
“El gobierno indio debe defender los derechos de las mujeres, ya sean
empleadas domésticas, trabajadoras de programas gubernamentales o
empleadas administrativas, a trabajar con seguridad y dignidad”, dijo Ganguly.
“El gobierno debería coordinar con las organizaciones de trabajadoras y los
grupos de derechos humanos para abordar el acoso sexual y la violencia como
un problema clave en el lugar de trabajo, participar en campañas de
información y garantizar que quienes enfrentan abusos puedan obtener el apoyo
y los remedios que merecen”.
No dije nada en casa porque tenía miedo, pero llamé al médico encargado y le
conté lo sucedido. El personal y los supervisores me ayudaron y encontramos al
conductor tres días después. Pero luego la policía y otros trabajadores de ASHA
me pidieron que transigiera. Se disculpó frente a decenas de trabajadores de
ASHA y me pidieron que no presentara una denuncia oficial. Pero nadie me dijo
que había una ley y que podía presentar una denuncia ante un Comité Local.
En definitiva la calidad del empleo se ha ido deteriorando
categorías se solapan.
la y de forma casual. Los datos para 1993-1994 nos dicen que 87.8%
nante para la igualdad entre géneros, así como ganar una renta
leer y escribir.
el mercado laboral representa sólo la mitad de la de los hombres. Las diferencias entre
géneros se originan por las diferen-
Solo si este país de 1.200 millones de personas, con 380 millones de mujeres
en edad de trabajar, se concentra en ofrecer a las mujeres las mismas
oportunidades laborales que a los hombres, logrará alcanzar los objetivos de
desarrollo y reducir la pobreza.
“Tenemos que reconocer que tenemos una crisis para luego trabajar en el
empoderamiento de las mujeres y así ayudar a India a desarrollar todo su
potencial económico”: Preet Rustagi.
La participación de la mujer en el mercado laboral (la proporción de mujeres
en edad de trabajar que tienen o buscan empleo), es de 33 por ciento, casi la
mitad del promedio de Asia Pacífico y muy por debajo del mundial, que es de
50 por ciento.
Una nueva ley aprobada en 2013 exigía a todas las empresas registradas en la
bolsa de valores a tener por lo menos una mujer en su junta directiva para
agosto de 2014. Pero el plazo tuvo que ampliarse hasta este mes porque solo
una pocas lo concretaron.
“El trabajo que realiza una mujer en su propia casa no se registra como
actividad económica, y no se tiene en cuenta para las estadísticas nacionales
de ingresos”, explicó Preet Rustagi, directora del Instituto para el Desarrollo
Humano de Nueva Delhi.
“Su situación es peor que la de los servicios domésticos pagos, pues por lo
menos se consideran una actividad económica y cuentan en los ingresos del
país”, precisó.
En los pueblos rurales, las mujeres, además, realizan tareas vitales como criar
ganado, los que también queda fuera de los registros, añadió.
“La cultura patriarcal arraigada idealiza a las mujeres en, y las limita a, los
papeles de esposas y madres. Las nociones de superioridad socio-ritual de un
grupo o familia pueden vincularse directamente a mayores restricciones sobre
las mujeres, incluida su movilidad física y un empleo fuera de su casa”,
explicó Bhim Reddy, editora adjunta del Diario de Desarrollo Humano, quien
ha investigado mucho sobre las prácticas de reclutamiento de personal en el
mercado laboral.
“Una mayor proporción de mujeres en ese grupo etario, que solía formar parte
de la fuerza laboral, ahora está en escuelas secundarias y facultades, y eso se
refleja en la disminución de mujeres en el mercado laboral”, explicó Reddy.
“Tenemos que reconocer que tenemos una crisis para luego trabajar en el
empoderamiento de las mujeres y así ayudar a India a desarrollar todo su
potencial económico”, subrayó Rustagi.